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ios de cere y dermincin en Chile Sago de hie Uber Eales, 2005, 236 p. 17224 SBN: 976-956-4601-61-4 Masts Chile amo — is = dcriniosctn en ~ plc Queda probe nada epeoduscn elo pac dee obra cscepion de cas nots pura ebony eas de dan, ‘ceaiiay clr, meaconsodol procedenca dear mismas. - © Ugbar Eaters, 2009 ‘Tefen 2267239 ‘bv La Condes 7172, Las Condes Stesigo de Chile anbardoresc © Hors de aco y issiminaibn en Chile © Rotel Gaune, Marin ar ede) RPL 167.783 ISBN: 978.956-8601-61-4 Disecén eda Habel, Busts Page Ateneo Carl Mots Eee Disco de pred Daft Disgrace: Sg Ld Inpeesiia: CC Impreores Trmpresoen Chile Pied in Chie a SST INDICE Devetano HuCwas evioecianoo eRecunas (PresewrActon) Rafael Gaune Corral, Martin Lara Ortega |. POLITICAS MEDICAS, POLITICAS SEXUALES [AUcoNOuISMO, HERERCIA Y OEGENERACION EN EL DISCUREO MEDICO CHLEND. 1870-1930, Marcos Fernénder Labbe EL ewaaeazo como NoRwaLioAD. CuERFO FEMEKING ¥ CUERFO SOCIAL EN EL rewsaaiento opstérico ost Da, CaRlos MOuceeaeks Bravo, 1908-1954 Nicolis tema Habash SEXUAUDAD Y CULTURAS MIMORITARAS HACIA LA RECEPCION CHITICA DE LAS POUTICAS SEXUALES Queer EX LAS ESCRITURAS DE LA NACION Jan Pablo Sutherland I EXCLUSIONES SOCIO-POLITICAS Y CULTURALES EL oo Y LA SANGRE QUE VAMOS A PxouIGARD. Benlanln Vicuta MACKEN, LA OCUPACION D& LA ARAUCANIA Y LA NSCRIPCION DEL IMPERATIVO C¥IUZAOR EN EL DIScURSO POBLICO cHLENO Alejandra Bottineli Wolleter De Roros, Cuas ¥ Futmes.<.» Discanunacion social PROTESTA Oru en &1 CHILE TRaoicronat, 1850-1900 Camilo Bustos Montoya LOsieAS-IDEOLOGICAS OF EXCLUSION. FRAGMENTS PARA UNA HISTORIA DEL anmicomunsto «x Cae Marcelo Casals Araya v7 a 85 105 123 153 RACIALIZACION DESDE AFUERA, ETNIZACION HACIA ADENTRO. CLASE Y REGION EN EL MOVIMIENTO OBRERO DE LA PATAGONIA, PRINCIPIOS DEL SIGLO XX" Alberto Harambour Ross INTRODUCCION: ETNICIDAD, CLASE Y HEGEMONIA Sélo cuatro veces spazecieron, entre 1911 y 1925, conceptos denigranes respecto de los chilores en la prensa obrera de Magallanes. En el afo 2007, sélo un 51% de los votantes en una encuesta clectrénica consi- deraba que en la zona se discrimina a los ehilotes? Antes como ahors, ‘una amplia e incalculable mayorla de los nacides en la regi6n ha tenido ascendencta chilota més 0 menos ditecta, 0 es inmigrante o hijo de inmi- sgrantes. De hecho, chilotes fueron los que determinaron el lugar donde se levanta Punta Arenas desde 1848, como chilores fueron casi todos los ‘expedicionarios que protagonizaron la ocupacién chilena del Estrecho de ‘Magallanes en 1843. Asi, no deja de resultarsorprendente la durabilidad ‘en el tiempo de los prejuicios anti chlotes, los que han sido alimentados tanto por Factores estructurales como por una historiografia regional tra~ dicional de tintes abierramente racistas. Para los chilotes hay, sin embargo y cada tanto, tiempos mejores. En has elecciones senatoriales de 2005, un candidato a senador de ascendencia chilota expresaba que «Hoy dia, todos quieren pasar por chi- lotes» (0 magallinicos). Pedro Miurior expresaba wi con ironfa un grto a voces en la regién: que su compafiero de lista Luksic Sandoval, nortino, ° Bae adele decrkterprcendicamenteenszyisico es uma vein cempran de uno dele ‘apts de ates doctor del autor, en daborcibn: Borden Sogn. Rae lav and ‘Nan in Pata Snr Bling, Argentina and Chile 1840-1925. 2 gGrecuned qu los cloves son dctininador en Magalane2>, encuca elena pon Mat ccde 396 compuiadores en worlaprenseuseal cl cos eslados fron publedoe nllen 0405/2007 (acceso eneo 2008) 369 NISTORIAS OF RACISMO ¥ DISCRIMINACION EN CHILE {ntentaba hacer pasar su primer apellido como eroata de Magallanes, y l segundo como chilote de Magallanes (2005). Ambas vertientes migratorias han sido claves en la formacién de a cultura popular regional. Ya juagar por los resultados elecrorales, la identidad local juega hoy, como ayer, tun importante papel en las preferencias de Tos electores” El origen tanto ‘yugoslavo"t como chilote supone representatividad, siempre y cuando (y definiciones ideoldgicas aparte) aquellos orfgenes sean regionales. La dis- ‘riminacién contra los chilotes, a pesar de su masividad y en parte debido ada, se mantiene. En este erabajo se aborda la interrelaciOn entre las categorias de ads- cripcibn e identtarias de clase, origen regional y raza, en su relacién con Ja formacién de la organizacién obrera en la Patagonia austal. La inmen- sa mayora de los trabajadores chilotes tomé parte de las experiencias de organizacién casista en Magallanes. La diferenciacién etno-racsta, a pesar de ello, se mancuvo en su interior como un sesgo encubierto las més de las veces, pero perceptible en su continuidad a través del tiempo. Para acercamnos a dichos fenémeno, se discute el proceso de racializacién/exni- zacién del cual los chilores fueron objeto dentro del movimiento obrero. Esto es, conectando las politicas y discursos racalizantes oficiales con la segregacién diseursiva desplegadsa al interior del campo obrero. ‘Como sefialéramos; las politica de la dencidad, en Patagonia ausral, han jugado un duradero tol con el apoyo masivo de los chilotes (mayor tariamente trabajadores) ala izquierda, y el apoyo también prolongado de la poblacién de ascendencia entopea (mmayoritariamente devenidos clase media) a dstintas alternativas ‘tegionalisas. Durante la década de 1940, segtin un calificado testimonio, el Partido Socialista era conocido:como «un semillero de ferroviatios, profesores y chiloteso (Almeyda, 1987: 39). La identidad politica, en el siglo XX, no se organiz6 como las tan con- > La primera mayors otavo Mus (PS, 3.3%), sgudo por Calo Bianchi Cheech (x DG Indepeniene elon! 27.73, io fgo Llc (DC, 17.999) Resalades fa lesen wwaecloesgovel/StaHoricfinde2005_seaa al “Lee princples Buje de pblasin dede el Aden aehaton a Maples prnipameace ‘rue 1890 y 192, Exando lo Balene sue a dominaién del Impetio Aus Higa, Tos fomigranes ens fueron fecventemente Lamados saustrieose com os palestins strom Dede a1 Guerr Ma los nmigranesse Kemer mayorarianente on “Yognerives hut acre acura en que spare ln aoroconsidercta de ero, cin origina dea mayors de les inmigrames eaves dela ei, 370 V, CREACION DE DIFERENCIAS € IDEMHIOADES temporineas «politcas de la identidad>. No al menos en la forma en que ells son signficadas desde la década de 1990 como la fragmentacin del ‘spectro politico y ls identidades, generando creientes y aparentemen- te desconectados incereses simblicos y materiales (o eposmateriales») de identidad cultural, éno-racil, sexual, 0 de géneto en ver de artculacio- nes programiticas y jerarquizadas definidas por aspiraciones 0 supucs- tos universalists. Al prineipiar el 1900, fue en la construcsin de case, como posicién socioeconémica y de status, arciculante y universalist, «que las particulatidades ancedichas fueron primordialmente organizadas. Las poiticas de la identidad fueron, sobretodo, un discursoforjado en los cspacios de sociabilidad més permanente dela froncera austral,resalran- diols conciencia del srabajo en Patagonia como prevalciente sobre otras expresionesidentitaras y experienciales. Ta identificacién entre la izquierda y la poblacién chilota, en Ma- gallanes, resulté de la politica de clase que encarnara la inqulerda en el siglo XX y de la idea de clase construids localmente desde una mayoria de poblacién vinculada fuertemente con Chloé. Chilotes fueron los pri- smeros colonos permanentes, y aquellos que, lego de afios de trabajo, fueron progresivamente desposeidos de sus tiulos como cals y convert- dos tanto en una distante pero accesible reserva de mano de obra como en base principal de la milcancia obrera. Los chilotesconsticuyeron una mayora en la podetosa Pederacién Obrera de Magallanes (1911-c.1925), conducida en diferentes momentos por anarquistas y socialistas. Ello no {mpidi6, sin embargo, que la condicin chiloca se convirtiese en un pro- blema incluso al intrior del movimiento obrero. Los chilotes fueron ob- jeto de un discurso evntzador (0 de racaliacibn bioculeural) por las lies nacionales y regionales, que los definieron como una mezcla imperfecta ddenativs y conquistadotesespafioles. Los rabgjadoreschilotes desarro- liaron una fuerte identiBcaci6n con los dscursos classtas desde abajo, pero suidentidad érnica fue permanentemente disputada como un signo sobre el cual diferentes significados fueron impresos ‘desde atib!, pero también desde al lado y desde adentro de las estructura sinicalesen que se involucraron, 1a identidad de clase opers, durante buena parte del sigho XX chi- leno y argentino, como una identidad paraguas denueo de la cual ouas Jdentidades fueron subsumidas y/o expresadas mientras no contradijeran a7 NISTORIAS O§ RACISMO ¥ BISCRIAINACION EW CHILE «en le prictica su universalism. Fue construida; en el caso de Magalla- nes, como una experiencia compartida desde la que se emprendieron las luchas por empleo y tierra, asi como por los contenidos de identidades terttoriales y nacionales. El marco hegeménico en el cual los intereses simbélicos y materiales, ls representaciones colectivas y las relaciones po- licicas, son constituidas, tuvieron en la Patagonia astral chilena y argenti- za un fuerte componente territorial (Laclau, 2004: 49). La etnizacién, las demandas clasistas populares, la resrica patiécica y el ser magallénico se forjaron mano a mano. Como identidades dialécticamente entretejidas, <éstas fueron cambiante pero jerarquizadamente organizadas y entendidas. Durante el periodo en cuestién, el complejo formado por la emicidad, la raza y la nacionalidad fue elaborado, dentro del movimiento obrero, como categorfas de diferenciacién derivadas de una posicién de clase uni- versalista y la idensificacin de clase localista 0 vercvorial. La ‘raza, para el pensamiento racista, como la clase, para el econo- ‘icismo, serian categorias de adscripcién inescapables, no voluntarias y constituyentes. Los sujetos en cuestidn, por ejemplo, no son sélo determi- nados en sus posbilidades al nacer, sino que su actuaci6n posterior podria ser entendida a partir de categorias insritas como explicacin y destino. Si la raza es definida como la determinacién fenotipica de conductas so- ciales,y la cultura de clase (0 la ‘costumbre en comin’ de E.P Thompson) « determinada por una posicién en relacién a la propiedad antes que Blin eto en Nenguir le poblconts maconales y ompa las rome de papel et: tenis aves conor no enconts sno vataciones de Efren América Latina ene eanbio desig Una xeence ses compara x Beooke Laon (2002). a7 ou ew cue politica de colonizacién por europeos fue matizada por la ialmente intermedia de sus habitantes (chilenos de segunda . ¥ el proyecto estatal de introducirse en cl «concierto civilizado de las naciones»a través de un despegue exporta- dor basado en el umejoramiento» conjunto de ls relaciones de propiedad y de la composicién racial regional. CHILOE, LA ELITE ESTATAL Y LOS CHILOTES Hiabia wes azas en Chiloé hacia 1900, spin Alfredo Weber. El fancio- a, en un libro cuyo objeto era tas ¢ industrales, nacionales y extran- ala gran mayorfa y que Los descendientes de (3) los emestzos, meccla de ambas raza (1903: 6). Aunque estableia ka diferenciaci6n, aseguraba Weber que a través de los siglo elas habian devenido Indio puro. Los (19036). ‘Aunque las tes razas se habian mezclado, los indis y los mestizos po~ ian transformarse ~sibitamente~ en los unos © ‘yarriba permanecta la «raza» distinguible y distinguida, de eutopeos en proceso de cruza a su vex con los colonos més recientes. Mis de Los chilotes, para Weber filemente no habia nada. Las politicas de expoliacién terstorial de Chiloé reimpulsaron la tacializacién chilota. La colonizacion se inicié formalmente en 1895, cuando funcionarios estatales comenzaron a buscar poblacién blanca para instruir los nasivas como una politica de blanqueamicnto pensada 78 ¥. CREACION DE joaves como difasién de la empresarialidad europea, Aunque casi todo chilore ra propietatio, segin Weber, la escaer de titulos de propiedad (0 no estatalidad de la propiedad) permiti el desplazamienro de «tenedores de tietraso chilotes a favor de inmigrantes europeos y chilenos, bajo ame- naza de actuaci6n del acuerdo con el Inspector de Tierras y Colontzacién, el descontento chilose con la medida iba a durar hasta ‘que se percatan de slas ventajas que para el progreso local significara la colonizacién externa>.”? ‘Antes de 1895, sin embargo, la posicién de la chilotidad no eca me- jor en el discurso oficial. Realismo, y su conquista i ilares a aquellos [sees por naturaleza dde buscar un provee Como sugiere te superiores son aquellas que aprecian y promucven la empresa ‘indi- vidual, el individualismo politico, contra por aquellas que ls inbibea» Esta constante alumbré el diseio de la colonizacién de Chi- descinada 2 invertic una sociabilidad de pequefis propierarios por el vidualismo de la cindustriosidads europea. Seria su responsabilidad «que intentasen traspasar ~cohersin, salatizacin y ejemplo mediance- la ensefianza a lo chilotes. El asalto sobre las tierras mestizas coincidié con dl despegue de la industria de la carne y a lana en Patagonia. Los chilotes iniciaron su edidspora», desparraméndose por los mares y como traba- jadores rurales precarios por todas las estepas del sur y los bosques del ‘ontinente mas cercano, Cabe recordar aqui que fueron precisamente los hachetos chilotes los que abricron el camino ~literalmente~ 2 los colonos de Llanquihue, Osorno y Aysén, del mismo modo en que abrian ahora el campo a la industria évina patagénica. culruras esupuestas como implicitamen- Gener de Tras 9 Clot paral so 1908 Ceo por Nicole 379 ISTORIAS O& RACISMO Y DISCRIMINACION EW CHILE Coincidentemente, la Presidencia chilena establecié una «subyen- ién mayors ditigida 2 ayudar a chard (B&B) establecia luego d semana para desembarcar principalmente inglesas y cargar papas y tra- bajadores para surcir a Punta Arenas ~y desde ali al resto de la regién autral. La subvencién aseguraba asl el flujo de mabajadoresgolondrina mientras su desposesién de tierras sc aceleraba, ala vez. que teforzaba el ppatrocinio estatal ala constitucién del monopolio. La Casa B&B, asociada a la Pacific Steam Navigation Co. en tanto accionistas dela Sociedad Exploradora de Tierra det Fuego y la mayorta de las grandes compafias austales, proveyé a st industria ovina regularmen- te con trabajo barato faltante debido a la creciente demanda de brazos en 4l lado argentino. Este proceso era ademis alimentado por et Gobierno, toda la Patagonia, un impacto significativo en cl metcado del trabajo (sala- constitucién de una socabilidad fundads en la permanencia |, uno de los asociados de BEB era el cénsul alemén German Seubensauch, quien era rambién su competencia en algunas de sus milti- ples ramas comerciales. La conexién de Stubenrauch ere con Liverpool, y no con Londres como era para la Explotadora, pero mantenia sin embargo ‘una fluida relacién econdmica (més complementaria que compettiva) ‘con el francés Blanchard y el ruso judio Moritz (Mauricio) Braun. El poder de Seubenrauch se forralecfa edemés por su largo desemperio como alcalde designado de Punta Arenas. Como parte de oligopolio, sujBosi- «i6n respecto de posible escasez de brazos para la temporada de esquila era clara al informar a sus socies ingleses que ellos podsian descansar en un influjo mayor (de trabajadores} desde Chloé et préximo alo, y sl tenemos mds tabajo regular a mano seremos capaces de hacer ‘cuadrilias @ una tasa més eonveniente que hasta Gas, y beg Juan Banchard, can udedanes fences y nels Braun convert, poco despues de conogin,en end os Estados Unidos. 380 \. CHEACION OF DIFERENCIAS € 1OENTIDADES in de un Chiloé en proceso de saneamiento au se hacia dear de ella preys alta movilidad rer del lado argentino. cde Magallanes la falta de trabajadores resulté también y quizds principa- ‘mente de las primeras huelgas generales rurales de la historia de Chile. La lucha por el mejoramiento y la regulacién de las condiciones de ua- ladas por extranjeros podria ser seguida por nuevos programas de colonizacién que tuvieran por benefciaros a pequefios productores. La Aistribucién en tal direcci6n jams se produjo, por lo que la demanda po- de consumo y control obrero de los espacios del trabajo asa ala industria de exportacién -principalmente talleres navale plantas de procesamiento como graserias y figorificos. En esa lucha, los chilotes jugaron un doble papel: como refuerzo de ls filas de la organiza- cidn obrera como miembros residentes y como disrupeién de la oferta de trabajo como trabajadores estacionales. dle Magallanes habian nacido en Chiloé, mientras el 60% restante lo hecho en poicentajes similares en Chile Central (Noztinog), el extr yorta de los afiliados son de la provincia de Chiloé» (1985: 99-1 fsa misma consideracién se manifestaba de acuerdo el gobernador civil y tar del Terrtorio, Femando Edwards, en 1914. Miembro de una de por un puio como resultado de este factor al capital que de otra manera se habria extablecido.aqu‘e. El principal 381 intereonados, pero que srven como un iudaces, asustados de hacer enemigos de ellos, dos de Espa. Uruguay y Agen iblican} dos periédicos obreros Para la Federaci6n, esa caracterizacién era una aftenta. La represen- tacién derogativa de una clase obrera organizada que se consideraba 2 si misma alramente organizada y educada, ongullosa de asus diferenciasy con Ia sociabilidad popular nortina, motivé descargos estableciendo que todos los Mderes del movimiento eran magallénicos, aunque nacidos en diferentes regiones y nacioncs.” En el reporte de Edwards, los chilotes aparecfan como incapaces de conducir la federacién, y los croatas, en tan- to, simplemente como gente de buena voluntad. Si causaban problemas unos y otros, ello se debia a Ja infiltracién europea ~porque los europeos poseian fuerza de voluntad ‘aunque fuse subverivo.* Hac tio general de la FOM habfan nacido en e! archipiélago de Chiloé. Ellos cestaban asentados, sin embargo, en Punta Arenas LOS CHILOTES Y LA AGITACION [La historiografia sobre Patagonia tuvo su primer impacto pliblico a co- imienzos de la década de 1970. La Patagonia Rebelde, de Osvaldo Bayes, Ievada prontamente al celuloide, fue particulaz resultado de su inscripci6n en los enfrentamientos Un argumeno similar a lad en Aero Haramb 382 vn DIFERENCIAS € 1peNTIOADES ines que estrenaron la pelicula fueron afectados por bombazos de grupos de extrema derecha; aunque el gobierno de Perén prohibié su muestra, y Ja dictadura militar que le sigui6 destruyé copias y for26 a Bayer al exilio, Ia esis central quedé bien instalada. Bésicamente, argumenta, las huelgas masivas de 1921 y 1922. que remecieron el territorio de Santa Cruz no eran pare de una conspiracién chilena para aduefarse de la Patagonia, como argumentaba el Ejército argentino. Més bien, las huelgas habfan sido una demanda de derechos sociales de una masa de trabajadores de otigen multinacional, predominantemente chiloes, insertos en relacio- nes de produccién casi feudales mantenidas por estancieros europeos. Los asesnatos en masa qu sigueron la huelga, de acuerdo con Bayes se én del Estado con una oligarqu{a antinacional en con- incereses de la patria y los trabajadores. La masiva n fa movilzacin, que es lo que aqui nos interesa, fue abordada por Bayer desde una éprica sélo parcialmente opuesta a la dlesplegada por los historiadores y publicstas militares. Para Bayer, los chiloces conformaban la masa andnima de la movilizacién radicalizada Bl liderazgo, cosa aparte, era anarquista, y s6lo los trabajadores de origen ‘europeo occidental eran capaces de desplegatlo en tanto portadores de las sds avanzades ideas de su tiempo. ‘Aunque la fundacién de la Federacién Obrera de Rio Gallegos (San- ‘ta Cruz) fue una tatea desarrollada ofcialmente por la Federacién Obrera cde Magallanes a través de enviados posiblemente chilotes, el vinculo y sus circunstancias no mereci6 mayor interés. Finalmente, el cetrato de los chilotes elaborado por Bayer expresa una manera alterativa, més no diferente, de naturalizar las diferencias culturales en el seno del movie ‘miento obrero. La Patagonia Rebelde define alos chilotes parafraseando, inénicamente al parecer, el discurso dominante de los latifundistas. Los chilotes, sefiala Bayer son esa gente oscura, sin nombre; rotosos que nacleron para agachar el lomo, para no tener runea un peso. Trabajar para poder comprar alcohol y sus mujeres, esa es toda su aspracién en la vida. Son la ido a la Patagonia a jugarse el todo por el todo NISTORIAS DE RACISWO ¥ DISCRIMINACION EK CHILE ino indiferencia desde diferencia: unos han mamado la aquellos medios inhaspitos: a ambicién (1993, vol. 1: 2526) ‘Una historia ofcal dela FOM publicada en 1915 proveyé una deta- llada narracién de sus primeros afos de vida, Para el petiodista Gregorio Iriarte, fandador de la federacién y director del diario HI Magallanes, el contingeate europeo arribado a la Patagonia habla sido un actor colec- tivo clave, impregnando a la clase trabajadora de amor por os problemas de su clase, sobriedad en el consumo de bebidas inti de caractersticas similares, «innatasen la raza chilena», pero cotrompidas por los gobernantes explotado: en adapearse al ambiente; en des ‘poco a poco hasta convertirse en un hombre sobrio». Asi, el rabajador magallénico se habia producido, explotado como tencia, Este todo asalariado pero capex de desplegar una ponde era un trabajador Nuevo, hombre instruido que slee y se instruyes mu- cho, ¥ no solo pequefias historias ni solo para matar el tiempo, sino que para instruitse en la vida social. La regidn, pero principalmente la orga~ nizacién, convertéan a la clase trabajadora magallénica en una suerte de ultculeurl donde el aporte de cada grupo estaba jerarquizado Giant, 1915: 75-80). > La construccién de Ia identidad local de clase esté muy bien reflejada cn las piginas de Iriarte, La prensa obrera exudaba un orgullo ‘limentado en la sobteposicién a un medio brutal, el aislamiento geogré- fico, la concentracién del poder econémico y su estrecha asociacién al poder politico sin representacién popular. El sentido de frontera subrayé |a particuleridad expritual de la regi6n, destacando el hecho de que en la ‘itepa esa mejorada mezcla de trabajadores estaba creando una popular propia unida a las més modernas ideas de regeneracién trabajador rural no era alli el acmpesina sumiso del Valle Central ‘quista regional era apropiada, bajo el signa. del colonizador (Europeo), 384 1. CREACION DE DIFERENCIAS €1DENTIOADES primero, y del (empresario europeo) pionero, luego, pero en permanente dispata desde abajo, La distintividad de los trabajadores magallinicos les permitia responder al vaciamiento de seres humanos propuesto desde el discurso nacionalizante desplegado desde o para el Estado, y la identifica- idad individualista, Frente a esa cl trabajadora Locals se alzaba fo regional y el Estado nacional. Y, desde afuera y desde abajo, entraban en la conformacién social los inmi- gyantes temporales chiloces. ‘Como denunciaba Borrero en 1928, los estancieros extranjeros des- preciaban al peoncito criollo, el jornalero de la pampa hiimeda argentina, ‘como sujeto ingenuo y orgulloso, y preferia contratar a espafioles pobres. fos mismos habitos, coscumbees y conoci- » los estancieros buscaban reemplazantes mas, se arin cexplicar porque aquellos chilotes eran educados por los ropeos, transforméndose en «trabajadores conscientes+ (Borrero, 1997: 199). 8 Esta visin de los chilotes, del papel que podian desempeiiar en el co ellos y los europeos, es plenamente coherente con la expresa- iarte. Ambas provienen de profesionales liberales que apoyaban la lucha obrera, y ambos son espafioles de nacimiento que aportan 2 la configuracién de la cultura popular desde afuera del espacio del trabjo. Cabe preguntas, sin embargo, qué san exserna ena esa visién dentro del ‘movimiento obrero, proviniendo de una muy pequefa clase media ilus- trada que tabajaba con yen la conformacién de ls organizaciones locales de Magallanes y Santa Cruz. No parece serlo, si miramos a las referencias que periédicamente aparecieron en fa prensa obrera. Alli, a pesar de los constantes enunciados pres Clos Vga Para ete pods eh 385 AISTORIAS DE RACISMO ¥ DISCRIMINACION EW cate acerca de lo universal derechos y deberes de la gran familia prolearia, la presencia chilota fue representada a través de una serie de faltanter carac- teristicos de la discursividad colonialista* La ecredulidad> del chilote fancionaba como disrupcién del mercado labora; su spasividad debi- litaba la fuerza de los trabajadores y de la federacién. que actuaba en su nombre. Aun més, la cabsoluta ignorancia de higiene que tienen algunos yore (La Tracomay, 1916: 2). FOM representaba exclusivamente a tra- bajadores hombres, provenientes de Croacia, Chilo, Francia, el norte de Chile y Magallanes, al parecer en ese orden, que se desempefiaban como cameadores, esquiladores y peones. Su discurso era universalist y su ob- jetivo, la «defeasa y propaganda de la clase trabajadora del Tertitorioy, se basaba en tres presunciones: «que son los obreros uno en clase aunque diversas formas y situaci6n; ya como productores en alguna de las ramas de la industria, como profesionales 6 peones pero todos explotados segunda, que era necesario que se organizaran por tincién de oficio, nacionalidad, religiSn o credos pol 18y 22-24). Dentro de lo que Iriarte lamaba cesta sas, En unarioulo que reps de notas publicadas entre 1911 problema para la unidad de la catege «La importacién de brazos, promovida pot los estancieros, co una arvenaza para los que estarnos radicads en Magalianes, nacionales y extranjeros: para los que d golpe de hacha hemos contribuido d su engrande- cimiento’ para tos que sin ser ehilenos estamos ligados por nuestros hijos £-} para los que hemos hecho de Magallanes un suelo fructifro 4 fuerza de constante ylaboriaso trabajo.” "Laie més o menor permanent, pero siempre preene, decanter euocttricamente et come pts ie ips Chaar 200). "La mporaeidn de maces (191: precedentes en el campesinado del norte. Por primera ver, la negoci directa entre empleadores y organizaciones obreras produjo convenios co- lectivos que fueron aplicados ao tras aio, al punto que la patronal legs ‘a demandar la mediacién del Estado a través de una Cémara del Te twipartita. La fortaleza de la Federacin, basada en la afiliaci6n masiva, el isciplinado respeto por los acuercios alcanzados. yyla organizacién en el lugar de trabajo, estavo ‘cruzados, uno de cuyos flancos ms débiles lo constituyé la importacién de trabajadores durante las huelgas. prensa obrera expt cién en contra de grupos étnico-taciales yfo nacionales a! interior de la clase trabajadora, Extnen casos de itriminaci6n ‘racial conta capatsces iferencian de los anteriores en cuamto se articulan ler obrezo chileno del periodo, Luis Emilio Punta Arenas en 1916, destacé la capacidad sin paralelo de la FOM respecto de los movimientos del notte, Su tinica debilidad, planteaba, era que la mayoria de sus miembros eran chilotes {que retornaban a sus pueblos de origen una ver que terminaba la estacién de esquila. Asi, los cruciales fondos federales disminufan por la falta de pago de las euotas mensuales (Reeabareen, 1985). Para la FOM el pro- recaia sobre los habitan- «es permanentes, y por ello intentaba ampliar el campo de recepcin del Laces ex tomada de Beck Ase (2008 319-335) 2387 WNISTORIAS OF RACISMO Y DISCRIMINACION EN cMILE discurso clasista apuncando a la necesidad de que los pequefios comer- ‘iantes recbieran también un ingreso frente al influjo de trabajadores que no gastan sus ingrsosen ls region. El comportamiento de fos trabajadores de migracién estacional fren- te a los conflictos regionales también se convertia en tema. Durante la dhuelga general de 1911-1912, e periédico de la Fedetacién denuneié que los estancieros se valian de la precariedad de los inmigrantes para pagatles iiserablemente de acuerdo-a tratos de enganche, impulsando con ello Ja scompetencia individual» y pesjudicando la capacidad de los trabajar dores locales para negociar colectivamence, Desde un poblado distante, tun trabajador condenaba los prejuicios de ls parrones contea aquellos que legaban hasta las estancias de a pig, y no montados a caballo, buscando trabajo, La solucién, sugeria, era «peditles a las autoridades de Chiloé que detuvieran el viaje de trabajadores desempleados, porque ya no habia oferta de trabajo sufciente en Patagonia. Aunque rechazaba alguna pro- ibn temporal argumentando que «todos tenemos de- tad para viajar de un punto 4 otro de la repiblica», seialaba que «pods subsenarse esta anomalia si los mismos que vienen desde Chilot en busca de trabajo consultaran primero si hay 0 m6.” ‘Como se ha mostrado anteriormente los estancieros eran concientes del instrumento a través del cual podian abararar el precio del trabajo requerido en las temporadas de esquila. A través de las huelgas, la Fede- racién consignié su reconocimiento como representante exclusiva de los trabajadores, y la promesa (muy desigualmente cumplida) de contratar sélo a federados. Asimismo, logré imponer la jomada de 8 horas diarias cn la mayoria de los establecimientos del campo y la ciudad fuera'de la temporada alta. Por algunos afios, la migracién temporal chilota tuvo tun efecto relativamente limitado sobre el mercado laboral, pues eseuvo abiecta la demanda de trabajo en la Patagonia argentina. La principal pre- ‘ocupacién se manifesté en las temporadas en las cuales los recéénllegados no adecuaban sus demandas de salario a las de la FOM. Los erabajadores ‘gplondrina confrontaban, at, una presién doble. Hicia fines de 1916, una vei que la temporada habia comenza- do, 500 trabajadores desembarcaron de uno de los vapores de Braun 8 La comuacén de Tibyjadors (39131). Ver ambit de El Te (1912:2). 388 ¥, eREACION OF O18 Blanchard en su puerto de Punta Arenas. Ante ello, el peri6dico de la Agrupacién Socialsta de Magallanes preguntaba qué habria que hacer, considerando que Tados tienen derecho a ganaise la vida, es certo, pero nadie tiene dee ‘cho a atentar conta la existencia de nadie y la clase trio vé en estos momentos amenazada su existenea por las frecuentes invasio- nes de trabajadores que nada han hecho por conquistar la situact ac- se encuertvan los trabojadores organizadas (+Fbundancia de En este sentido, la regién permitia un nivel de avances soci al del resto de Argentina o Chile en tanto su aislamient a la organizacién obrera un cierto monopolio natural branos. A poco andar, la huelga general fue declarada Magallanes, y contradiciendo la expectativa de que los chilotes acruaran ‘como rompchuclgas, los nuevos grupos desembarcades se unieron a la ‘movilizacién y la FOM le dio amplia publicidad a su solidaridad como ‘mimero de bocas que la Federacién tiene que mante pocos fondos de reserva pronto se gastatin y entonces estardn ent forzosamente alos estancieros», como uno de ellos escribiaa fines de di- ciembre de 1916 (Stubenrauch, 1916). De hecho, la vital disputa entre capital y trabajo puso en juego el (re)reconocimiento de la FOM como proveedora de trabajo regulado, Esta creciente monopolizacion signifi- lio patronal, un costo salarial creciente. La reaccién de esquiladores y cameadores calificados desde Buenos Aires sin importar 389 ef precio del ansporte y del salaio. Mientras los chilotes se unieron a los |huelguists, a los portefios se unieron decenas de soldados moviizados por la Gobernacién para ditigitse a los campos a trabajar y quebrar la hhuelga. Después de 49 dias de paralizacin general, la Federacién Obrera fue forzada a bajar Ia paralizaciOn y se dio inicio a un éxodo de trabaja- regulado el Mercado (del trabajo) yel Estado (de uniforme), terminando con la mayor movilizacién huelguistica del extremo sur chileno hasta la década de 1960, CONCLUSIONES: ETNICIDAD, LUGAR E INTERNACIONALISMO En su aguda sintesis del estado de la cuestion y Ia definicién de Reza y Einicidad en América Latina, Peter Wade busc6 conteibuir a una signifi- cacién de la etnicidad que traspasara el instrumentalismo de consideratla ‘oto tna produccién cultural al interior de grupos sociales en lucha por l control de recursos. Wade reconoce la caracterfstica fundante dela ec- inizacin social de la diferenciacién. ide a usar un lenguaje de lugar: ;De seria ai la epregunta émica» por excelencia nicidad como una construccién y cultural, que se define en Y eetnicidad> son categoria intercambiables histéricamen- te, cuya reconceptualizacién espacial y temporal varia notablement® y, por otto lado, icidad’ tiene le particularidad de ergirse desde un, cierto sentido de lugar... ;Qué hay acerca de la formacién de identidades sociales enmarcadas en el espacio productivo, en eérminos de clase y en tértninos de comunidad como verdaderos magallénices, como produjo la FOM? :Bra esa una identidad regional nico-racalizada? Era la vindica~ cidn de la particularidad de la mayorfa de los trabajadores en Magallanes, © ef abrazo de la universalidad clasista desde su locacién més concreta espacial y productiva? ‘Todas las identidades, las identifcaciones y adscripciones personales © colectivas, son manufacturadas a través de procesos de diferenciacién 390 v. eneacto ADEs {que suponen més o menos abiertas oposiciones, coyuncurales y de larga duracién. La inclusién, la exclusi6n y el amplio limbo intermedio son creados y reproducidos dentro de las condiciones histéricas concretas de un campo social hegeménico en el que las personas se relacionan.® El discurso anti chilote dentto de la Fedcracién Obrera de Magallanes pue- trabajadora local enfatizé su condicién de residencia y trabajo, y no una identidad ‘etna’ © nacional especifca. Al hacero, la identidad clasista alcanzaba una dimensin transnacional que se extendia més ald de las fronteras nacionales. Diferencisndose del oligopolio surpatagénico, fa FOM enfatiz6 su condicién de clase, asociando a ella 2 quienes tenian ‘que trabajar diariamente, iniacerrumpidamente, para vivir. En esa leccu- 13, el destino de la clase trabajadora estaba atado al destino de! Terrtotio y viceversa, En esa configuracién particulas la Federacin racializ6 a los ‘estancieros britinicos sin traducirla en una racializacién de los asalariados de igual origen. Aquellos que si fueson enhicézadas dentro de la clase fuc- zon precisamente aquellos cuyo origen era cert los federados, 7 de los chilenos de la Patagonia: san trabajadores en pleno derecho, pero no eran maga- . Bl sentido de lugar definido por Wade se aplics yen una cierta tempo- sada y manera, por personas que compartan su identidad universal de cexplotados y particular de otro luger, proviniendo del mismo lugar, en condiciones similares pero en otros mementes, La identidad regional magallinica (o patagénica en general, cabe torial hacia afucra. La clase no ésnica de la POM racial- alos de Chilo€ como un estrato biocultural que desafiaba la capacided desarrollada por ella para ejercer niveles de control sobre el © Sobre a eaconlded(Fent ala css de origen en el aimee) de as Wenfcscones ‘nia vera notable Ingoduccén de Fredich Barth (1975 3a HISTORIAS OF ACISWO Y DIscRIMINACrOW lugar de trabajo canto como los capataces y gerentes britnicos desde arzi- ba. Los trabajadores briténicos y eslavos podfan mantener su identidad nacional sin tener que confrontar representaciones denigratorias. Ellos ‘eran, como los chiloessindicalizados de Magallanes, parte de una misma clase que compartia en la temporada de trabajo 7 fuera de ella, en el duro invierno de la Patagonia, una experiencia de sociabilidad reciente pero permanente, EI marco hegeménico de racismo/emnicismo estuvo ~y permanece- pragméticariente impregnado en la construccién de la conciencia da- -run miembro dela FOM significaba, como sugi- ¢ de chilosidad. Clase, como raza y etnicidad, pueden raras. Sobre ese utilitarismo planea tambiéa la tros dias y desde la historiografia BIBLIOGRAFIA Subsistir aunque rabies. Almeida, Clodomito, 1987. Reencuentro com mi Vida. Santiago: Del Ornito- Asmesen, Evie, 2003, «The Specter of che Black Strkebraker. Race, Employ- ‘ment, and Labor Activism in the Industial Era. Labor Hizory 443, Balibar,Exenne, 2002, nls Thee a Neo-Racism. Eienne Baibery Immanuel Wallerstein (ed), Rece, Netow, Clas. Ambiguous Idenstes (1988). N¥- London: Vero, 1, CREACLON OF 01 Barret, James y David Roediger. 1997. eInberween Peoples: Race, Nationality, and the ‘New Immigrant’ Working Class, journal of American Ethic His- Las Campatias de Chilé (1820-1820. Santiago: Barth, Friedrich, 1976, Les grupeséimico sus frontenas (1968), Tia. S. Lugo. ‘México: FCE. Bayer, Osvaldo. 1993, La Patagonia Rebelde. Vo. Ls Bendolers, Buenos Aes Planets : tina Beperanca», En El Trabajo, 11/9/1912. Goldberg, David, 2002. The Reciel State. 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Doctors Chile) Coordinadora Archivo Nacional Histéico. (Pontificia Universidad Carlen de Maacos Fensivoez Lanai, Doctor en hisoria (Pontificia Universidad Calica de (Cie). Profesor en Ia Universidad Alberto Hurtado. [NicouAs Lema Hanasit,Licenciado en histori; Licenclada en eséica (Pontificia Unl- ‘esidad Calica de Chil) Estdiante de Ia Australian National Univesicy. 395 9 RACISMO Y OIscRIMINACtO isto Prono Mace Rosso. Antropélogo social (Universidad Sidad Academia de Huranismo Cristiano y en el Ins Univesdad Cerca de Chile, ‘Masnacro Outro Pavzz, Licenciado en historia (Pontfels Universidad Cardlica de (Ecole des Hautes Etudes en Scien- de Historia Colonial (Insciuto de Hszo- ‘comunizidot vin. Recintemente publics 108) y ous dos libros de cueneos Seto Revo (2000) Angler Ne- reseed on Che 200) sha que tine wos de sor lees de dina ‘épocas. ‘Vanda Unouanaca Scmtes. Doctors en histoets (Pontificia Universidad Casslica de Chile). Profesor de ln Universidad André Bello. Miembro del Laboratorio de Hlis- toria Colona (Inscwto de Historia, Pontificia Univenidad Catia de Chile). Janu Vanswzusta MAnquez. Doctor en hiscoria (cole des Hautes Esdes en Sciences Sociales, Pais). Profesor del Insticuto de Historia y eooedinador del Laboratorio de Historia Colonial (Pontificia Universidad Carles de Child) 396

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