Este documento explora el significado del Adviento y la esperanza cristiana. Argumenta que debemos esperar la "primera venida" de Cristo, la cual sigue estando "antes" de nosotros, y vivir de acuerdo a Su mensaje. También sugiere que la primera y segunda venida de Cristo en realidad son la misma cosa, ambas significando entrar en la oración de "venga tu reino". Finalmente, dice que la Navidad y la alegría son un regalo para la comunidad que Dios conoce como propia, y que debemos prepararnos de nue
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Adviento - - El Camino Pascual - Ratzinger, Joseph
Original Title
Adviento - - El Camino Pascual - Ratzinger, Joseph
Este documento explora el significado del Adviento y la esperanza cristiana. Argumenta que debemos esperar la "primera venida" de Cristo, la cual sigue estando "antes" de nosotros, y vivir de acuerdo a Su mensaje. También sugiere que la primera y segunda venida de Cristo en realidad son la misma cosa, ambas significando entrar en la oración de "venga tu reino". Finalmente, dice que la Navidad y la alegría son un regalo para la comunidad que Dios conoce como propia, y que debemos prepararnos de nue
Este documento explora el significado del Adviento y la esperanza cristiana. Argumenta que debemos esperar la "primera venida" de Cristo, la cual sigue estando "antes" de nosotros, y vivir de acuerdo a Su mensaje. También sugiere que la primera y segunda venida de Cristo en realidad son la misma cosa, ambas significando entrar en la oración de "venga tu reino". Finalmente, dice que la Navidad y la alegría son un regalo para la comunidad que Dios conoce como propia, y que debemos prepararnos de nue
En qu esperamos propiamente nosotros en el adviento? Esperamos
la primera venida de Cristo? Pero ella est detrs de nosotros. Su segunda venida? Nosotros la tememos y no la deseamos Esperamos la navidad? El esperar en una fiesta se ha convertido de un proceso religioso en algo comercial, lo cual luego puede convertirse en cualquier otra cosa. As, por lo que parece, el cristiano no espera en nada; que la esperanza cristiana es una palabra vaca y que precisamente por eso sigue la ley del vaco de dejarse llenar por otras esperanzas.
Pero no tenemos realmente nada en qu esperar? No es la
fe cristiana realmente aquel absurdo esperar a Godot, al que nunca llega, tal como trat de desenmascararlo brevemente la obra de Samuel Beckett? Est realmente la primera venida de Cristo detrs de nosotros? O no viven continentes completos y no vivimos nosotros mismos en el fondo antes del nacimiento de Cristo? No sigue pernoctando l en el establo, mientras que nosotros, que vivimos en casas, lo ignoramos o preferimos ignorarlo, porque no tenamos un lugar para l? Hay hombres que viven todava antes de Cristo: con ellos no se ha hecho todava encontradizo Dios, el cual no cura nuestros sufrimientos alejndolos, sino compadecindolos; el cual elimina la injusticia del mundo siendo l mismo vctima de esa injusticia. Hay hombres que viven despus de Cristo, los cuales le han visto y han pasado de largo. Pero no es ms venturoso vivir antes que despus de Cristo? Pero puede su primera venida estar simplemente detrs de nosotros? No permanece ella, en un sentido muy profundo, siempre antes que nosotros? No debemos nosotros en realidad ir tras ella a lo largo de nuestra vida y no nos debera ayudar el adviento a permanecer en ese camino? As podramos advertir poco a poco que la esperanza en la primera y en la segunda venida de Jesucristo en el fondo es una sola y misma cosa. Ambas no significan, en ltimo trmino, otra cosa que el entrar en la dinmica interior de la oracin: venga tu reino.
Cuando la primera venida de Jess haya llegado a todos, entonces
precisamente sta ser su segunda venida. Cuando todos hayan entrado en el establo, entonces ese establo se convertir en el lugar de su gloria. En el establo es donde se divide el mundo. El Nio con el que se topa es el juicio o la salvacin. Pero qu ocurre con la navidad, con la fiesta, con la liturgia de la iglesia? Podemos alegrarnos? S; podemos alegrarnos: La fiesta significa que nosotros comenzamos nuestro ao, no partiendo de los astros, sino de los hombres que lo han humanizado, de los hombres en cuya historia ha entrado Dios. La fiesta no slo nos hace participar en el ritmo de la historia, sino tambin en el sufrimiento y en la alegra de los hombres anteriores a nosotros, en el misterio de Dios que se insert en su historia. En esto se apoya su aspecto liberador, su suntuosidad, su alegra. El mundo vive de que en l hay alegra y de que ella no se apaga en el consumo, en el disfrute, en la lgubre seriedad de las ideologas.
La verdadera alegra es un regalo a la comunidad, que Dios
conoce como a los suyos. Y no debemos nosotros prepararnos tambin de una forma nueva para ello?
JOSEPH RATZINGER EL ROSTRO DE DIOS SGUEME. SALAMANCA-1983.Pgs. 64 s.