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Lic. Hum.

Filosofía -Universidad de Chile


Tesis para optar al titulo de Magíster en Estudios Sociales, UAH.
Introducción

Esta investigación revisará el marco conceptual del individualismo, para


intentar explicarlo cómo una actitud que da sentido a la acción de las personas.
Esto en el marco de América Latina, específicamente la región Andina (definida
en esta investigación en Chile, Perú, Ecuador, Bolivia y Colombia). Este
fenómeno está presente en actitudes orientadas hacia la dimensión individual
(en contraste con la dimensión colectiva) y en la práctica para resolver
problemas colectivos, en escasa colaboración con la sociedad.

Se discutirá respecto a cual descripción teórica de individualismo, es más


adecuada para describir la ocurrencia del fenómeno en el contexto andino. Se
intentará aportar principalmente con la previsión de un escenario futuro, donde
esta categoría social esté consolidada en la región latinoamericana. Como
objetivo se desea estimar la presencia de las prácticas individualistas en un
conjunto de sociedades latinoamericanas (Región Andina), diferenciando los
niveles de individualismo posibles, y finalmente, se explorará la implicancia de
actitudes individualistas, en la adscripción a la identidad nacional, en dichas
sociedades estudiadas.

Como resultado posible, se espera la realización de una respuesta teórica


que explique al individualismo, gracias al aporte de información empírica
analizada cuantitativamente. La justificación de esta investigación procede de la
posibilidad de aportar con información actualizada sobre una realidad social que
es axiológicamente mencionada, pero no es estudiada comúnmente a partir de
hipótesis científico-sociales, además de aportar al debate que alimenta las
políticas públicas, respecto a las condiciones sociales de la participación cívica.
Además, se desea cooperar con el planteamiento de nuevas hipótesis, que

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expliquen la relación actual entre los individuos y la sociedad, en sociedades en
transición a la modernidad.

Abstract

This investigation will examine the conceptual frame of individualism, to


explain it as an attitude that give sense to people’s actions (in the context of
Latin America, specifically the Andean region defined by Chile, Peru, Ecuador,
Bolivia and Colombia). This social phenomenon is exposed in attitudes oriented
to the individual rather than the collective, and empirically in solving-problem
practices, with few colaboration to society (lack of participation). It will ask about
which theoretical answer of individualism is more accurate for describing it,
within the context of Andean region. The intentions of this article consist of
enhancing to future research on consolidation of the issue in the region, as well
as showing presence of this suite of practices. We want to research if a certain
level of individualism appears in the investigation's sample, and also the
association between the observed level of individualism and adherence to
national identity. Also, is intended to encourage further non-value-centered
research on individualism, as well as debate for policy-making, in the field of
contemporary relations between individuals and societies in the path to
modernity.

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1. Problema de investigación: Definiendo el individualismo andino

Para aproximarnos al tema principal de nuestra investigación


comenzamos con antecedentes disponibles. Estos antecedentes constan de
conocimientos históricos, que darán un contexto temporal a nuestra labor,
antecedentes empíricos de temas relacionados al individualismo, sobre los
cuales hemos encontrado datos más o menos recientes, y antecedentes
teóricos.

1.1 Antecedentes

Antecedentes históricos: El individualismo parece una tendencia social


reciente, en la historia de la región andina. Región que siempre ha tenido un
carácter más colectivo que individual, por su raigambre hispano-católica e
indígena principalmente. Sobre Iberoamérica alguien ha dicho “Es evidente la
existencia profunda de una serie de valores que configuran una instancia
comunitaria, cuya esencia es imprescindible configurar, pero también es
evidente la fuerza de la variabilidad en la manifestación de las realidades etno-
históricas, demográficas, sociales y políticas” (Hernández, 1975: 13). Sin
embargo, el mismo dinamismo que ha mostrado la región en los últimos años,
expresado en que algunas naciones han logrado incorporarse con un mayor
nivel de desarrollo a la economía global (Holton, 2005:91). Nos permite
preguntarnos si ¿existe un fenómeno social del individualismo, como se aprecia
en los países desarrollados? ¿Cuál es su alcance? y ¿cómo se relaciona con la
identidad nacional de cada sociedad?

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Son países (los países andinos), incluso en casos de transición política
negociada como el caso de Chile1, donde la representación política vía
elecciones populares, ha sido poco valorada por la población. Por ello, sería
comprensible la aparición de partidos y postulantes alejados de los partidos
asentados históricamente, que ganan elecciones e incluso derrocan gobiernos.
En estos países, no hay todavía una explicación sistemática sobre la ausencia
de participación, en términos de actitudes individualistas. Dichos postulantes
free-rider representarían al individualista, al que está cansado de la ineficiencia
de las tendencias políticas con aroma a colectivismo. En algunos casos (Chile)
se ha producido cierta alianza entre democracia política (con sus luces y
sombras) y economía de mercado, y en otros (Venezuela, Bolivia, Ecuador) se
ha producido un descontento económico y cultural expresado políticamente, en
alianzas mayoritarias de orientación anticapitalista. La definición de los autores
de crisis de representación democrática (que la región andina ha sufrido con
mayor o menor intensidad) es la ruptura de la aprobación popular con la
capacidad de representación de una democracia (Mainwaring et al., 2006: 15)

“De todo esto resulta que la globalización y sus efectos se constituyen en


uno de los ejes centrales del debate acerca de la sociedad actual” (Campins,
2007: 12). Es el horizonte que enfrentan las sociedades actuales, incluidas las
nuestras, la inserción económica en el mercado mundial y el giro exportador de
las economías, además de los cambios concomitantes, en otras esferas de la
sociedad.
“Los efectos de la sociedad global impactan en ámbitos no económicos de la
vida de las personas y las instituciones y modifican las distintas estructuras
políticas de los Estados nacionales que componen el sistema internacional.
Por lo tanto, estudiar el proceso de globalización implica repensar el orden
1
Godoy, O. (1999). La transición chilena a la democracia: Pactada, Estudios Públicos, 74 (Otoño),
pp.79-106.
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mundial contemporáneo y definir la problemática cuestión del papel que les
cabe a los Estado-nación en el nuevo escenario” (Campins, 2007: 14).

En este proceso que vivimos los latinoamericanos (y la región andina


incluida), se redefine el rol del Estado nacional como referente único del espacio
público. Rol que disputa a las comunidades transnacionales, a las empresas
globales, a la institucionalidad del derecho público internacional y las
organizaciones propias de la misma sociedad (vecinales, religiosas, laborales,
estudiantiles).

Hoy estamos frente a un escenario social diferenciado de otras épocas,


las personas se movilizan en agrupaciones fragmentarias, efímeras en algunos
casos y alrededor de símbolos mediáticos o producidos por los medios masivos,
de igual caducidad temporal. Los referentes políticos modernos: el Estado, los
partidos políticos, los liderazgos se perciben refractarios a los cambios, que
implican las influencias globales a las sociedades nacionales. Dentro de dicho
ambiente confuso, la identidad religiosa en forma de fundamentalismo o el
resurgimiento étnico (tanto en nuestra región como en el mundo) y de las
particularidades culturales, son parte de la búsqueda de identidad colectiva e
individual propia, como fuente de sentido social (Castells, 2000: 3). Desde este
trasfondo emerge el fenómeno del individualismo, como una realidad social de la
cual no sabemos sus posibles consecuencias en las sociedades andinas.

Al parecer ha habido una creciente influencia de ideas e ideologías


extranjeras en la región, lo cual ha impactado asimismo a los países andinos.
Los cuales también han desarrollado ideologías refractarias a estas ideas, por lo
que suponemos habrá diferentes niveles de identidad nacional.

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El tema de la modernización social es también parte del contexto actual
de la región. Chile (como parte de la muestra de estudio), a pesar de las
oportunidades que ha abierto la inserción mayoritaria de la población en la
economía moderna (y la creciente individualización), dicha transformación
produce costos subjetivos difíciles de asimilar. La individualización tiene costos
negativos: el caos del tránsito vial, el manejo agresivo de los conductores de
autos, la lucha por las oportunidades (escasas), aunque sean producto de un
sistema económico sobre el cual las personas no tienen todo el control. La
individualización tiene una parte de inseguridad laboral y económica, que se
traduce en pérdida del status social en quienes no logran una vida segura
(PNUD, 1998: 4). Otro antecedente importante consiste en que la sociabilidad
pública de los chilenos pierde fuerza ante la sociabilidad interpersonal,
especialmente las relaciones familiares. “Una primera tendencia es lo que se
podría llamar la retracción de la sociabilidad. El “nosotros” con el cual se
identifica la gente, en el cual deposita su confianza y con el cual establece sus
redes, se restringe a los círculos íntimos de familiares y amigos. Lo público
aparece como un espacio ocupado por un otro anónimo y, a veces,
amenazador” (PNUD, 1998, p. 147). De hecho, la comunicación vía otras
personas es la más devaluada por los chilenos.

A pesar de la diversificación de opciones culturales y opciones de vida, en


la sociedad chilena actual, muchos individuos observan la carencia de medios
para disfrutar de una individualización exitosa. En este proceso, hay diferencias
socio-económicas que la hacen más posible para los estratos altos que los de
bajos ingresos, la hacen más temible (por el riesgo de libertinaje conductual y
moral) para los mas adultos que para los jóvenes, algunos la identifican a
egoísmo y otros la identifican con ausencia de censura social. En lo que muchos
concuerdan es en la correlación positiva entre individualización y transición
11
democrática. Aún falta por saber si el individualismo es un factor de apoyo a la
democracia, pero es una pregunta interesante para otra investigación. Otra
cosa, en la cual se concuerda, es la dificultad de hacer concordar una
individualización empujada por el deseo de distinción social extrema y la
incapacidad de establecer lazos de reconocimiento recíproco y sentido colectivo,
entre los chilenos del siglo XXI (PNUD, 2002: 5.). En algún momento, al revisar
este Informe de Desarrollo Humano 2002, pareciera que tal texto explica
cabalmente muchos de los temas que trataremos en esta investigación. Pero
esta investigación tendrá un foco exclusivo en el individualismo como fenómeno
observable y sus consecuencias sociales.

Además, respecto a la temática de la identidad, “[…] otro fenómeno, de


índole cultural y política, está transformando el mundo: el reforzamiento de las
identidades culturales como principio básico de organización social, seguridad
personal y movilización política (Barber 1995) […] Sin entrar en controversias
poco útiles sobre la novedad histórica de esta explosión identitaria, sí puede
sostenerse que su existencia invalida la tesis de la de-sacralización y des-
ideologización de la sociedad moderna” (Castells, 2005: 20). Esta des-
ideologización tiene expresión en la aparición de la propia condición individual,
como referente para la acción social. Según Castells (1999, 2005) las
identidades personales (adscritas a la propia existencia de las personas), tienen
hoy mayor relevancia en la interacción, que las identidades de base grupal
(políticas, ideológicas). Si bien hay también un realce de las identidades
religiosas, eso está asociado a la revalorización del espacio subnacional y local
como fuente de sentido. Sumado a la reemergencia de la herencia cultural en
nuestra época.

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Antecedentes empíricos: En la región andina se constata que las sociedades
tienden al individualismo grosso modo, en términos de desinterés por la acción
en instituciones y organizaciones de carácter público, y además en la
participación política en tanto asistencia a los actos electorales (como se
menciona en los antecedentes). Como un primer antecedente, mencionamos en
base a las estadísticas oficiales, de los países andinos como Bolivia, Colombia,
Chile, Ecuador y Perú, la participación electoral (Votos emitidos) de la región
andina, en la ocasión de la última elección presidencial (segunda vuelta en caso
correspondiente) por país. ‘Población total’ se refiere a la población capacitada
para votar.

Tabla B.1

País Población total Votantes registrados Votos emitidos


Bolivia (2005) 100 38,9 32,9
Colombia (2006) 100 32,4 27,3
Chile (2005-2006) 100 58,2 50,7
Ecuador (2009) 100 75,2 56,8
Perú (2006) 100 60,2 52,8
Elaboración propia

Otra fuente empírica es el siguiente gráfico (Gráfico B.2) extraído de


(Zovatto, en Sample y Zovatto, 2005:196) un artículo sobre participación en la
región. Se llama “Comportamiento de la participación electoral en la Región
Andina, 1978-2003”. Vemos una tendencia a largo plazo de disminución de la
participación electoral de la población, especialmente en Ecuador, Bolivia y
Venezuela, la que pierde casi un 30% de electorado (pero cuyo caso es tan
diferenciado políticamente y tiene un papel en los demás países
latinoamericanos, que se prefiere no incluir en este estudio).

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Gráfico B.1 Comportamiento de la participación electoral en la Región Andina

Otro antecedente es la membresía a organizaciones como los partidos


políticos, en países de América Latina, que es bastante baja en general.

Tabla B.2 Pertenencia a partidos políticos (WVS 2006)

Total México Argentina Brasil Chile Perú Trinidad y Tobago


No es miembro 87,2% 80,7% 91,0% 89,7% 86,2% 92,7% 82,6%
Miembro inactivo 7,8% 9,6% 6,6% 5,1% 12,3% 2,6% 13,5%
Miembro activo 5,0% 9,7% 2,5% 5,3% 1,5% 4,7% 3,9%

Además, la Encuesta UDP de Opinión Pública 2005 muestra que el


42,4% de los entrevistados chilenos rara vez o nunca asisten al culto de su
religión, lo que indicaría la presencia de una tendencia individualista que influye
en una actividad históricamente colectiva, como los rituales religiosos. Volviendo
al contexto latinoamericano, vemos en la siguiente estadística la asistencia a
servicios religiosos, que si bien es importante, es esporádica en un porcentaje
14
de entrevistados. Tomamos las opciones de menor asistencia. En Argentina,
Chile y Uruguay la no asistencia alcanza sobre el 40% y en Trinidad y Tobago,
México y Brasil valores iguales o superiores al 25%. Esto muestra una región
donde hay cierta desafección por la expresión colectiva de la religiosidad, lo cual
no se refleja necesariamente en pérdida de creencias religiosas.

Tabla B.3 Población que asiste a servicios religiosos (%) WVS 2006

México Argentina Brasil Chile Perú Uruguay Guatemala Trinidad y Tobago


Una vez al año 5,2 7,3 3,5 8,1 6,9 9,6 2,6 6,3
Menos de una vez al año 8,4 15 22 12,4 9,5 12 4,5 12,7
Nunca 11,4 28,1 5,8 27,5 8 27,4 5,1 6,8
Total 25 50,4 31,3 48 24,4 49 12,2 25,8

Según la Encuesta Mundial de Valores 2005-2006 (elaboración propia),


en Chile el 1,6% de los encuestados dijo pertenecer a una asociación de
consumidores y a una asociación de caridad, las cuales son de carácter
voluntario, no adscritas necesariamente a una definición religiosa o tradicional.
Por el contrario, el 97,9% de los encuestados reconocía no ser miembro de
ninguna asociación religiosa, deportiva, cultural, política, profesional o de
caridad, lo cual muestra el bajo nivel de participación en actividades asociativas
organizadas, por parte de la sociedad chilena.

Reforzando estos datos, citamos, para Latinoamérica, los resultados de la


encuesta de la Universidad de Vanderbilt (EE.UU.) en asociación con otros
centros de la región, la encuesta LAPOP. En el LAPOP 2008, se revisaron las
preguntas: ¿En el último año ha trabajado o tratado de resolver algún
problema de la comunidad? y ¿Cuánto confía usted en la gente que conoce por
primera vez? Las respuestas están expresadas en las siguientes tablas. En la
tabla B.4 se han considerado los países andinos con mayor (Bolivia) y menor

15
(Colombia) porcentaje de colaboración. Con el fin de mostrar la diferencia a nivel
agregado que hay en la región, a pesar de lo parecido de los países en otros
aspectos.
Tabla B.4 Colaboración en resolución de problemas (%), LAPOP 2008

Bolivia Colombia
Sí 29,19 4,29
No 70,81 95.71

Tabla B.5 Confianza América Latina, WVS 2006

Total México Argentina Brasil Chile Perú Trinidad y Tobago


Se puede confiar en la mayoría de las pers. 10,8% 15,6% 17,6% 9,4% 12,6% 6,3% 3,8%
Nunca se es demasiado cuidadoso 89,2% 84,4% 82,4% 90,6% 87,4% 93,7% 96,2%
Elaboración propia

Vemos que en las poblaciones estudiadas la desconfianza se expresa


fuertemente en falta de una experiencia abierta a los desconocidos,
desconocidos que se transforman en un objeto de precaución y desinterés por
sus problemas. Esto sería un antecedente de la valoración negativa de las
consecuencias del individualismo. ¿Por qué es importante? Porque muestra de
forma indirecta la probabilidad de un comportamiento sino exclusivamente
individualista, referido al círculo más cercano de amistades o familiares.

En Perú, por citar un país de la encuesta LAPOP 2006, la falta de


pertenencia a las mismas organizaciones alcanzó niveles superiores al 80%,
siendo las organizaciones religiosas las que congregaban mayor cantidad de
miembros (38,5% pertenecían a ellas v/s 61,5% que no). Por lo que vemos la
diferencia a nivel agregado de esta actitud individualista. Lo cual sería un
indicador general de la escasa preocupación por los demás no relacionados
directamente con uno (familia, amigos, situación límite común etc.) en las
sociedades latinoamericanas (Girola, 2005, p. 288).
16
Por lo tanto, tenemos datos iniciales que reforzarían la posibilidad de una
de nuestras hipótesis sobre el grado acentuado de actitudes y prácticas
individualistas en la región andina. La confianza en las personas más cercanas,
en este caso la familia, muestra que las personas han reducido su ámbito de
interacción. Si no participan tanto de la política y otras actividades colectivas,
como en el pasado (en esto Chile es un caso claro), sí lo hacen en actividades
de nivel local y especialmente en relaciones amicales y preferentemente
familiares. La arenga de ‘velo sólo por mi y mi familia’ no es sólo retórica, se
repite en la conducta de muchos. Hay una retirada de las multitudes, en
unidades sociales menores (relaciones de pareja, matrimonios, relaciones
parentales) que muestran una alta capacidad de satisfacer la necesidad de
interacción.

En una consideración preliminar, el individualismo sería un elemento que


entra en conflicto con la identidad nacional, un tipo de identificación que apela a
la historia compartida (e imaginada si tomamos las ideas Anthony D. Smith) y al
elemento común de los habitantes de un mismo territorio. Benedict Anderson
define la nación como una comunidad limitada a un grupo de miembros de ella,
soberana políticamente y tiene un carácter imaginario, depende de la
representación (en sentido filosófico) que poseen sus participantes en tanto
miembros de una misma asociación horizontal (Anderson, 1991:6-7).

Finalmente, respecto a la identidad nacional, citamos las respuestas


sumadas (/1/ es ‘Algo orgulloso’ + ‘Muy orgulloso’, y /2/ es ‘No muy orgulloso’ +
‘Nada orgulloso’) a la pregunta ¿Cuán orgulloso está de su nacionalidad? Con el
siguiente gráfico de la distribución de dicha respuesta, donde Brasil muestra la
mayor cantidad de respuestas negativas. En general, vemos niveles casi
mayoritarios de respuesta afirmativa.
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Tabla B.6 Orgullo nacional WVS 2006

México Argentina Brasil Chile Uruguay Colombia Guatemala Trinidad y Tobago


/1/ 95,3 95,1 83,8 93,6 95,7 98,4 95,7 98,4

/2/ 4,7 4,9 16,2 6,3 4,2 1,6 4,3 0


Elaboración propia

Antecedentes teóricos: Hay variadas interpretaciones sobre el fenómeno del


individualismo. Algunos lo ven como la consecuencia de una sociedad
competitiva y que gira en torno a la propiedad privada y el liberalismo económico
(MacPherson, Camps), Taylor (con su mirada diferente) lo ve como un
ideologismo compartido socialmente y inducido por ciertos intelectuales
comprometidos con el liberalismo extremo. Otros autores lo ven como un índice
de autonomía individual e individualización provocada por la modernización
social (Beck) y aún otros como una patología sicológica de alcance social. A
pesar de las distintas visiones, hay una constatación sobre el rol preponderante
del nivel individual en la configuración de la sociedad actual. Constatación hecha
tanto en la estructura de la subjetividad como en la evolución social de
instituciones sociales, independizadas de las cosmovisiones culturales (Owen,
2002:67) y dentro de los principios de la modernidad (Beck y Lau, 2005).

Aunque esta comparación sobrepase el objetivo de este estudio,


podemos decir que dicha preponderancia individual tiene un origen histórico y
en las ideas: la emergencia del subjetivismo epistemológico (las sensaciones y
cogniciones subjetivas son el origen del conocimiento) y la preeminencia social
de la individualidad (la base de las leyes y normas reconoce el valor de todos los
individuos como fin de ellas). Si pensamos en autores decimos Descartes,
Locke, Spinoza, incluso Hobbes. Toda la filosofía moderna está basada en los
poderes innatos de los individuos racionales para encontrar soluciones a sus
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problemas, aquí está el nuevo eje en torno al cual debe ser construida la
integración de la sociedad. Aunque hay algunos, como Marx, que reconozcan al
individualismo como una ficción auto-proclamatoria de la clase burguesa, que
fue exitosa en reemplazar el antiguo orden señorial, por el nuevo orden
capitalista-industrial-racional. En definitiva, es una forma de concebir el mundo
que resulta novedosa en sus efectos, pues ahora la pregunta por el orden social
será ¿Cómo organizar el nivel colectivo de la sociedad, dados un conjunto de
individuos que se representan a si mismos cómo origen y destino de dicho
nivel? Si estamos juntos es por una voluntad soberana de cada individuo de
permanecer en esa unión, pacto, contrato social… Para ello la naciente filosofía
política moderna aporta sus ensayos y errores.

Algo que se esclarece es la emergencia de un concepto, en el campo de


la ética y la teoría social: el individualismo. Nunca antes había existido un
fenómeno de tal índole, que ciertas personas se considerasen no sólo anteriores
al orden social, sino más valiosos que él. A pesar de la existencia de individuos
egocéntricos o de corrientes alternativas y radicales en su apreciación de la
realidad (e.g.: Romanticismo). Lo que para algunos puede ser una muestra de la
perversidad del liberalismo (crear individuos poderosos en su imaginación, pero
débiles en el ejercicio real de sus derechos), para otros es la muestra de una
individualización dependiente de la modernización y cambio en las esferas
sociales. Existe al menos este fenómeno que ha sido señalado con los
Antecedentes anteriores, y que aparece como un tema a investigar desde
distintas disciplinas. Si bien la definición española de Individualismo (Diccionario
de la RAE, 1970) hace hincapié en el carácter egoísta y aislacionista del mismo,
y su falta de coordinación con el resto de la sociedad, no es la única. El
individualismo puede verse como una radicalización, como una de tantas
respuestas conductuales, del proceso colectivo y promovido por el Estado, de
19
individualización. También, como una corriente social con muchas
ramificaciones (Lukes, 1993).

Por una parte, la visión liberal del individualismo descansa en los


conceptos de libertad negativa, ausencia de coacción, inclusión de los individuos
a pesar de su diversidad en las creencias. Sería considerar a las personas en
cuanto individuos que ocupan una función en un sistema funcional, donde existe
una diversidad de dichos sistemas. Por otra, la visión igualitaria (europea) que
pretende igualar las condiciones (provistas por la sociedad organizada) del
individualismo, sea una igualdad en términos de expresión individual, nivel
nacional (nacionalismos) o internacional.

1.2 Preguntas de investigación

Los antecedentes y el objetivo de la tesis nos conducen a un conjunto de


preguntas iniciales. Como ¿Qué factores tienen mayor incidencia en las
actitudes individualistas? Hemos pensado en muchas explicaciones: de tipo
histórico (cambio de régimen económico, resurgimiento de la democracia,
cambio relación Estado-individuos), de tipo sicológico (imitación de pautas de
comportamiento extranjeras a la región, influencias de los medios de
comunicación en proyectos de vida etc.), incluso explicaciones filosóficas
(cambio en la moralidad dominante de la región, de una ética centrada en el
deber a una ética hedonista). Pero, la revisión bibliográfica nos ha mostrado que
el individualismo podría estar vinculado con la dimensión social de la
modernización (Bauman, 2001)(Beck, 2002)(Beck y Beck-Gernsheim, 2003a)
(Beck, Bonss y Lau, 2003)(Beck y Lau, 2005)(Giddens, 1995)(Halldenius en
Briun y Zurn: 2009) etc.

20
* ¿Qué es el individualismo?

El interés de esta investigación es abordar el aspecto social del


individualismo, para lo cual hemos revisado una selección de literatura
pertinente. En especial, parte de la obra de Ulrich Beck y el libro “Paradojas del
individualismo” de Victoria Camps, como una dirección teórica importante. Las
encuestas (Antecedentes empíricos) pueden mostrar una gran cantidad de
personas que apoyan el régimen democrático, también tenemos antecedentes
como los de las Tablas B.1-2 y el Gráfico B.1. Los que muestran una baja
participación en los procesos electorales de la Región, en los últimos años.
Además, se ha registrado progresivamente a nivel internacional (Europa y
Estados Unidos) una baja en la confianza en las autoridades políticas (una de
cuyas causas es el desarrollo de la individualidad crítica de los ciudadanos) y en
la actividad política en general. Como posibilidad se supone que hay un apoyo
de los ciudadanos a los valores democráticos y una desconfianza acerca de la
expresión de dichos valores en los actores políticos (Stoneman, 2008: 2, 6-8).
Quizás esta explicación sirva también para la información que recabamos en los
Antecedentes empíricos. En el caso de Chile, hay un deseo de apropiarse de
una construcción identitaria común y de futuro, en el contexto de una sociedad
que pide transparencia a la élite y ser parte del Estado-red (que es la nueva
forma de legitimación política y de confianza en la sociedad civil) (Castells,
2005). Por lo tanto, si no hay explícitamente individualismo, hay signos de
pluralización en las identificaciones y valores junto con una ciudadanía menos
activa.

* ¿De que tipo es el individualismo en la región andina?

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Queremos saber si el individualismo en la región tiene relación empírica
en la baja participación social y política, en la baja confianza interpersonal o el
desinterés por los acontecimientos sociales. El aumento o disminución de la
confianza está explicado a nivel general por los roles y culturas que sustentan la
acción humana, pero en un análisis micro el individualismo (expresado en
evaluaciones y valoraciones de los actores) juega un papel más importante
(Stoneman, 2008:63).

* ¿Que es la identidad nacional y que relación tiene con el


individualismo?

La revisión de la literatura nos ha mostrado que hay múltiples definiciones


de identidad nacional, así como modelos que explican el tema de las
identidades sociales. La identidad nacional surge de la reivindicación de una
historia y cultura comunes (Smith, en Featherstone, 1996) que dan sentido a la
acción colectiva, de una comunidad de personas que se imaginan como una
colectividad homogénea, que comparte la dimensión temporal y en cierto modo
igualitaria (Anderson, 1991), o como la síntesis de elementos cívico-legales o
étnico-culturales (Kunovich, 2009) (Spohn W. y Triandafyllidou A. eds., 2003).
Pero, al ser un tema dependiente de los contextos sociales en que se desarrolla,
es obvio que no existe una identidad nacional igual en todos los países andinos.
Existen distintos modos de adscribir a la identidad nacional, aunque en unos
países esté más presente que en otros. Por lo cual, se hace necesario ver que
presencia tiene la identidad nacional en la región y determinar su relación con el
individualismo. ¿Existe una relación, se incrementa a medida que aumenta el
individualismo o no hay tal relación? ¿Existe una adscripción a la identidad
nacional, a pesar de la presencia de prácticas individualistas?

22
1.3. Problema de investigación

Nuestro problema de investigación se refiere al individualismo como


fenómeno social y por lo tanto, su definición conceptual. Con el fin de
explicarnos si de verdad consiste en la retirada de la participación pública que
se predica del individualsmo contemporáneo. Queremos saber ¿cómo es el
individualismo en la región andina?, si opera del mismo modo como la literatura
lo define para los países europeos o EE.UU. Además, deseamos responder la
pregunta sobre el individualismo, la cual nos permitirá predecir la relación entre
individualismo e identidad nacional. Según la apuesta de este trabajo, creemos
que habrá una relación positiva entre individualismo e identidad nacional.
Queremos saber cual es el alcance de esta relación. Saber en qué se expresa el
fenómeno del individualismo. Nuestra intención es demostrar empíricamente
tanto el nivel de individualismo que existe en la región, como su presencia en los
individuos (¿Quiénes son los individualistas en la región andina?). Luego,
investigar como se relacionaría el individualismo (esperamos positivamente) con
la adscripción a la identidad nacional. En caso de no haber dicha relación, la
intención es explicar por qué ninguna dimensión del individualismo se
correlaciona con la identidad nacional.

Puesto que creemos que las personas se individualizan y adquieren


actitudes individualistas con el desarrollo social, lo cual puede afectar
positivamente algunas identificaciones colectivas, pues dichas actitudes no
afectarían negativamente la identidad nacional. La que se ha transformado en
un referente, que sobrevive a la globalización y su cosmopolitismo, mediante la
ligazón al ámbito territorial cercano (Castells, 1999).

23
Como vimos en los Antecedentes empíricos, se percibe un auge en la
dimensión individual, personal y familiar de la población de Latinoamérica. Las
ciudades pierden ese encanto colectivo, esa condición de telón para la
expresión de la voluntad política de la mayoría, que tuvieron en el siglo XX. El
nuevo encanto sería el acceso a los lugares de consumo y el crédito para
consumir. Por lo tanto, se desea saber en esta etapa contemporánea qué hace
posible la emergencia del individualismo. Por otra parte, se ha fijado el análisis
en una base de datos y en un año de dicha base (2005), por su relevancia
temporal y por razones de planificación económica de esta investigación. La
unidad de análisis elegida es la región andina (delimitada en 5 países andinos
menos Venezuela), porque se espera encontrar diferencias por país, en un
marco social de homogenidades culturales, como la lengua en común de dichos
países, su herencia española y su similitud en la evolución político-institucional2.

¿Por qué se han elegido dichas naciones? Primero, porque Chile ha


experimentado cambios sociales radicales que aún se expresan empíricamente.
Segundo, porque los países andinos seleccionados tienen una interesante
mezcla de elementos comunes y formas distintas de evolución social, que
producen una diversidad empírica que enriquece la investigación, además de
haber casos tan diferentes en indicadores demográficos como Colombia, Chile o
Bolivia. Tercero, porque es importante comprender cuan extendido está el
individualismo y sus consecuencias para la integración social, si es un fenómeno
de algún país o mas bien andino, y si aquello es un fenómeno importante de la
vida social. Cuarto, porque una muestra más pequeña de países similares nos
permite estudiar con más profundidad estos fenómenos sociales, a pesar de la
homogeneidad esperada de resultados. Por otra parte, no elegir a Venezuela

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Entre todos estos países, Colombia sería el único que no ha experimentado golpes de Estado desde la
segunda mitad del s. XX, aunque posea una guerra civil de larga data.
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