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Cierto da un joven inquieto se present ante el sacerdote del pueblo y le dijo: Busco a Dios?
Y el anciano sacerdote le ech un sermn de misa dominical, que el joven escuch con mucha paciencia. Acabado el
sermn, el joven se march triste de la iglesia del pueblo y fue a buscar a una persona que tal vez tenga la respuesta
apropiada el obispo.
El Monseor le ley la ltima pastoral que acababa de publicar en el boletn de la dicesis y el joven oy la pastoral
con gran cortesa, pero al acabar la lectura se fue ms angustiado y triste que al inicio.
Posteriormente ahorro con mucho esfuerzo ya cada da que pasaba se senta muy mal, y se fue en busca del el
mismo PAPA a perdirle la respuesta que su corazn necesitaba.
Hizo hasta la imposible para tener un encuentro con el PAPA y al momento de darse este encuentro lo primero que le
dijo fue Busco a Dios?
Y su santidad con mucho amor y ternura le resumi su ltima encclica publicada, al terminar el joven lloro
desconsoladamente sin poder contener la angustia y todo el vacio que haba dentro de su corazn.
-Busco a Dios? y me dan palabras dijo el joven apenas pudo recuperarse y se fue sin mirar atrs con aun una gran
pena en su corazn.
Aquella noche, el sacerdote, el obispo y el papa tuvieron un mismo sueo. Soaron que moran de sed y que el joven
el cual les haba hecho la pregunta trataba de aliviarles su sed con un largo discurso sobre el agua.
Amn.