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45 MARX CONTRA LA MORALIDAD Alien Wood 4. Introduccién Los marxistas expresan menudo une actitud despectiva hacia la mora lided, que (eegun dicen) no es mas que una forma de ilusién, una falsa con- Ciencia 0 ideologia. Pero otros (nto si se consideran marvistas como sino) a menudo consideran diffcl de comprender esta acttud. Los marvistas condenan el capitalismo por explotar a la clase trabajadora y condenar a la mayoria de la gente a llevar una vida alienada e insatisfecha. {Qué razones pueden ofrecer para ello, y cémo pueden esperar que otros hagan lo mismo, si abandonan toda llamada a la moralidad? Sin embargo, el rechazo marxista de la moralidad comienza con el propio Marx. Y ésta es —segiin voy @ argumentar— una concepcién defendible, una consecuencia natural, como dice Marx de ella, de la concepcién materialista de la historia. Aun si no aceptamos las restantes ideas de Marx, su ataque @ la moralidad plantea cuestiones importantes relativas a la manera en que debemos concebir ésta, 2. El antimoralismo de Marx Marx suele permanecer en silencio acerca del tipo de cuestiones que in- teresan a los moralistas y a los fildsofos morales. Pero de lo que dice resulta, claro que este silencio no se debe a un descuido benigno. Su actitud es més bien de hostlidad abierta a la teorizacién moral, a los valores morales e incluso 2 la propia moralidad. Contra Pierre Proudhon, Karl Heinzen y los «socialistas auténticos» alemanes, Marx utiliza regularmente los términos «moralidads y «critica moralizante» como epitetos insultantes. Condena oat 32 Desai ycrica amargamente la exigencia de «salarios justos» y adistribucién justa» del Programa de Gotha, afirmando que estas expresiones «confunden la pers- pectiva realista de la clase trabajadoray con la everborrea desfasada» y la basura ideolégica» que su enfoque cientifico ha vuelto obsoleta (MEW 19:22, ‘SW 325). Cuando otros persuaden @ Marx a que incluya retérica moral suave en las reglas para la Primera Internacional, éste sente que debe pedir disculpas 1 Engels por ello: «me vi obligado a introducir dos expresiones sobre “deber" y "lo correcto" ... es decir, sobre "la verdad, la moralidad y Ia justice", pero estén situadas de forma tal que no pueden hacer dafio algunow (CW 42, pag. 18) Normaimente Marx describe la moralidad, junto a la religiin y al derecho, ‘como formas de ideologia, «otros tantos prejuicios burgueses tras los cuales se esconden otros tantos intereses burgueses» (MEW 4, pag. 472; CW 6, pag. 494.96; cf. MEW 3, pag. 26, CW 5, pag. 36). Pero no sélo condena las ideas bburquesas sobre la moralidad. Su blanco es la propia moralidad, oda moralidad La Ideologia alemana sefala que la concepcién materialista de la historia, al ‘mostrar la vinculacién entre ideologia morale intereses materiales de clase, ha roto el sostén de toda moralidad», independientemente de su contenido o afilacién de clase (MEW 3, pag. 404; CW 5, pag. 419). Cuando un critico Imaginario critica que «el comunismo abéle toda la moralidad y religién en vez de formarlas de nuevo», el Manitiesto Comunista responde no negando la verdad de la acusacién, sino observando en cambio que al igual que la revolucién comunista supondré un cotte radical de todas las relaciones tradicionales de propiedad, también supondré el corte més radical con todas las Ideas tradicionales (MEW 4, pag. 480-81; CW 6, pg. 504). Evidentemente Marx ppensé que igual que la abolicién de la propiedad burguesa sera una tarea de la revolucién comunista, otra serd la «abolicién de toda moralidad». Marx induso llega a unirse con el mal moral contra el bien moral. Insiste en que en la historia «es siempre el lado malo el que finalmente triunfa sobre el bueno. Pues el lado malo es el que aporta movimiento a la vide, el que hace la historia levando la lucha a su madurez» (MEW 4, pag. 140; CW 6, pag. 174), Algunos, como Karl Kautsky, han interpretado estas observaciones como llamadas a la «libertad de valores de le ciencia social marxiana. Pero esta lectuta es a la vez poco plausible y anacrénica. No es lo que dicen los propios pasajes. Y la idea de que la ciencia tenga que estar «libre de valores» fue sustancialmente une invencién neokertiana. Marx escribié en una época, y en Una tradicién, que era a la vez extraria y no congenial con ella. NingUn lector de Marx podria negar que éste formula «juicios de valor» sobre el capitalismo, y Marx nunca intenta separar cuidadosamente su anélisis cientifico del capitalismo de su colérica condena de éste. Cuando Marx acusa al capitalismo de atrofiar las potencialidades humanes, ahogando su Marcon la maraidad 20 esanollo e impidiendo su realizacin, se sive desvergonzadamente de jicos sobre las necesidades e intereses de la gente e incluso de un matco natualista de ideas (ostensiblemente aristotéico) relatvas 2 la naturaleza del bienestar y la satisfaccién humana, Los juicios sobre lo que es bueno para la gente lo que va en su interés, son sin duda iuiclos de valors, pero no son necesatiamente jucios morales, pues incluso si no me reocupo en absolut de la moralidad, puedo seguir estando interesado en promover los intereses y el bienestar propio y el de otias personas cuyo bienestat me preocups. Seria totalmente congiuente que Marx rechazare la moraliad y defendiese no obstante la abolicién del capitaismo en razén de que ftustra el bienestar humano, siempre que su interés por el bienestar humano no se bare en valores o principio: morales. El ataque de Mane ala motaldad no es un ataque alos «jucios de valor» sino un rechazo de los jicios especticamente morales, especialmente los relatvas a lat ideat de lo correcto y la justia 3, Elmaterialiomo histrico Marx atibuye a la concepcién materaista de la historia haber uroto el soporte de toda matalidado, El materialema histvico concibe la historia dvidida en épocas, cada una ‘atacteriada basicamente por su modo de produccién. Un modo de produccién consiste en un conjunto de ralaciones sociales de produccin, un sistema de roles econémicos que otorgan un control efectivo de los metios, procesos y resutados de la produccién social pata los representantes de algunos roles y la exclisién de los que desempefian ottos roles. Estas diferencias entre roles consttuyen la base de las diferencias de clase en la sociedad ‘Segiin la teosia materaista,el cambio social surge en razdn de que las Muerzas de produccién de la sociedad no son estéticas sino que cambian, y en conjunto tienden 2 crecer. En cualquier etapa de su desarrollo, la utlizacién de fuerzas de produccién y su crecimiento ulterior se ve més facitado por unas relaciones sociales que por otas. NNingin conjunto de relaciones de produccién supone una ventsja permanente sobre todos los demas a este respecte; mas bien, en diferentes etapas del desarrollo de las fuerzas productvas, diferentes conjuntos de telacones sociales son més aptos pata fomentar el desanollo productvo. En un memento dado, cualquier conjunto determinado de relaciones de produccién se vuelve obsolete; éstas se vueWen dlsfuncionales en relacién a la Ullizacién de las fuerzas productvas, y wobstaculizan» su desaviollo posterior. Una ‘evolueén social consiste en una transformacién de las relaciones sociales de produccién queviene ext a4 Desafo yoitica sida por y para el crecimiento de las fuerzas de produccién (MEW 13, pég 8; SW, pag. 183). El mecanismo por el que se adaptan las relaciones sociales para fomentar el desarrollo de las fuerzas productivas es la lucha de clases. Las relaciones sociales de produccién dividen a la sociedad en grupos, determinados por su Papel en la produccién y su grado y tipo de control de los instrumentos materiales de produccién. Estos grupos no son clases, sino que devienen clases tan pronto en cuanto existe un movimiento politico y una ideologia que represente sus infereses de clase Los intereses de una clase se basan en la situacién comtin de los miembros de la clase, y especialmente en su relacién hostil hacia otras clases. En términos generales, los miembros de aquellas clases que controlan las condiciones de produccién tienen interés en mantener ‘su dominacién, y aquellos sobre los cuales se ejerce este control tienen el interés de despojario de quienes Io ejercen. Sin embargo, estos intereses individuales no son directamente intereses de clase. Como las clases no son ‘s6lo categorias de individuos sino organizaciones 0 movimientos sociales y politicos unidos por ideologfas, los intereses de una clase son siempre distintos de los intereses de sus miembros. De hecho, Marx identifica los intereses de luna clase con los intereses politicos del movimiento que representa la clase (MEW 4, pag. 181; CW 6, pag. 211). En defintva, los intereses de una clase consisten en el establecimiento y defensa del conjunto de relaciones de produccién que otorgan el control de la produccién @ los miembros de esa clase. Pero de ello no se sigue que los intereses de clase sean simplemente el autointerés de los miembros de la clase, (© que los intereses de clase se persigan en la forma de intereses egoistas. Pues en una guetta entre clases, al igual que en una guerra entre paises, en. ‘ocasiones sélo es posible la victoria mediante el sactificio de intereses in- dividuales. Los individuos llamados a realizar estos sacrificios se ven a sf rmismos luchando por algo mas grande y valioso que su propio autointerés; y en ‘esto tienen razén, pues estan luchando por los intereses de su clase. 4. Ideologla Sin embargo, esta cosa mayor y mas digna rara vez se les presenta como el interés de una clase social. Més bien, una clase configura a partir de sus condiciones materiales de vida etoda una superestructura de sentimientos, ilusiones, formas de pensar y concepciones de la vida diferentes y caracte- risticasy (MEW 8, pag. 139; CW 11, pag. 128) que sirven a sus miembros de motivos conscientes de las acciones que llevan a cabo en su favor. Cuando estos sentimientos, ideas y concepciones son producto de una clase especial de trabajadores intelectuales que trabajan en beneficio de la clase, Marx re Mackcomra fa morass oa serva para ellos un nombre especiak /deoiagia. Los productos de los idedlogos —de los sacerdotes, poetas,fidsofos, profesotes y pedagogos— son, de acuerdo con la teoria materialsta,tipicamenteideoldgicos. E+ dect, come mejor puede explicarse el contenido ‘de estos productos es por la forma en que representan la concepcién del mundo de clases sociales particulates en una época particulary siven a los intereses de clase de estas clases En una conocida carta a Franz Mehring, Frietich Engels define la ideologia como ‘tun proceso realizado por al lamado pensader con la conciencia, pero con una falsa conciencia. Las fuerzas motices verdaderas que le mueven siguen siendo desconocidas para é en caso contrat no seria un proceso ideoldgic. Asi, se imagina para sifuerzas rmotiices falsas 0 aparentes» (MEW 39, pig. 97; SC pig. 459). Seqin esto, a iusién principal de cualquier ideologia es una isin sobre su propio origen de clase. Esto no es ignorancia, eter © engafo sobre Ia psicologia individual de los propios actos. Cuando el ldedlogo piensa que esté siendo motivado pot un entusiasmo religoso © moral, en realidad lo estd muy a menudo Engels no quiere decir que sean necesatiamente Vietmas del tipo de autoengafio que tiene lugar cuando yo acti de manera ‘utointeresada pero me engafo 2 mi mismo pensando que obro pot deber moral o amor ‘lantiépico. Pera la cuestin es ésta: .qué significa realmente obrar por razones morales, telignsas oflosdticar? ¢ Cul es la relacidn de estas acciones con la vida social dela que foiman parte? Cuando obramos por semejantes razones, qué estamos haciendo en realidad? (Cuando estén motivadas por ideologias, las personas no se comprenden a si mismas como representantes de un movimiento de clase; pero son exactamente eso. No piensan en ls intereses de clase como la explcacidn fundamental del hecho de que estas ideas les atiaen a ellos y 2 ottas personas: no obstante, esta es la explicacién comecta. No bran con Ia intencidn de promover ls intereses de una clase socal frente a los de ottas; pero esto es lo que hacen, y en acasiones tanto més eficazmente porque en realidad no tienen semsjante intencidn. Pues si vetdaderamente supiesen lo que estaban haciendo, pedrian no seguir haciéndolo, 5. La ldeologla como servidumbre La acttud marsista hacia la falsa conciancia ideolégica teflsa el hecho de que #2 considera una forma de servidumbre. Al nivel més obvio y superficial (donde suelen plantearse las cuestiones telativas a la libertad en la tadicién liberal anglfona) se nos espola de la tbettad cuando obstéculos externes, como los barrotes de una celday las amenazas de dafo violento, nos ftustran la consecutién de nuestras metas Profundizando un poco 686 Desai y tea més, también podemos reconocer obstécules internos (como deseos e inca acidades compulsivas) que socavan la libertad. Si profundizamos un poco més atin, podemos ver que la ignorancia puede ser una servidumbre, cuando nuestras intenciones se forman sin un conacimiento preciso de la manera en que nuestros actos afectan a los resultados que nos interesan, o bien carecemos de ideas correctas sobre la gama de alternativas que tenemos. La ‘amenaza que la ideologia supone para la libertad es algo parecido a esto, pero no idéntico, pues es muy posible que las vicimas de la ideologia estén plenamente informadas sobre las cosas que les interesan. El problema es que el significado pleno de nuestras acciones puede ir més allé de aquello que nos interesa, incluso mAs alla de aquello de que somos capaces de interesamos, Porque va més alla de lo que comprendemos sobre nosotros mismos y nuestros actos. Yo obto por motives religiosos, por ejemplo, pero fomento los intereses de una determinada clase sin advertir que lo estoy haciendo. Cuando esto sucede, no soy libre en lo que hago porque el significado de mis acciones clude mi libre actividad; porque no soy yoquien Ia lleva a cabo en calidad de un ser que piensa y se conoce a si mismo. Esta no es la servidumbre de ser incapaz de hacer lo que pretendo; de hecho, podria definirse como la servidumbre de ser incapaz lo que pretendo hacer. Soy plenamente libre en este sentido s6lo si mis acciones tienen lo que podemos denominar wtransparencia para miy: conozco estas acciones por lo ‘que son y las hago intencionadamente a la luz de este conocimiento. Cuando la sociedad me da acceso a un determinado sistema de ideas en razén de los intereses de clase a que sirve y cuando mis acciones estén motivadas por él, puedo ser totalmente libre en la realizacién de esas acciones sélo si comprendo ‘el papel que desemperian los intereses de clase en mis acciones y elo estas ‘acciones @ la luz de ese entendimiento. Pero si el propio sistema de ideas Inhibe esta comprensién disfrazando o falseando el papel que desempefian los intereses de clase en su propia génesis y efecto, destruye la autotransparencia de la accién de quienes obran de acuerdo con él; socava asi su libertad. La autotransparencia de la accién no es meramente un valor teético Porque el conocimiento es subversivo: si comprendiésemos con claridad la base social y la signficacién de lo que hacemos, no seguiriamos haciéndolo. La humanidad puede no haber conocido aun una forma social de vida regida or la autotransparencia de sus componentes. Si Marx esta en lo cietto, la estabilidad de todas las sociedades basadas en la opresién de clase —y esto significa todo orden social registrado en la historia, inctuido el nuestro— depende del hecho de que sus miembros estén sistematicamente privados de la libertad de autotransparencia social. Los oprimidos sélo pueden seguir en su lugar si se mistfican adecuadamente sus ideas sobre ese lugar; y e! sistema podria verse amenazado incluso silos opresores desarrollasen anc contra a maradad oar ideas excesivamente precisas sobre las relaciones que les benefician a expensas de otros. Las clases revoluconatias pueden concltar més eficazmente el apoyo de las demés clases, «incluso el de sus propios miembros, +i presentan sus intereses de clase de forma glotticada. La ideologia no es un fenémeno marginal sino esencial a toda vide social exstente hasta ahora, 5. Lamoralidad como ideologia [Ala Vista de lo anterior, no es sorprendente que Mare considere la moralidad, al igual que el derecho, la teligiin y otras formas de conciencia social, como un producto cesencialmente ideolégice. La motalidad es un sistema de ideas que interpreta y regula la conducta de la gente de una manera esencial para elfuncionamiento de cualquier orden social También tiene la potencialidad de motvarles a realizar cambios sociales 2 gran scala. Sila historia de las sociedades del pasado es esencialmente una historia de optesién y lucha de clases, es de esperar que las sistemas de ideas morales dominantes asumiesen la forma de ideologias mediante las cuales se de clases, De este modo Marx piensa que el materilismo histérco ha arate el soporte de toda matalidad» revelando su fundamento en intereres de clase Quiz no nos sorprenda encontrar 2 Marx atacando de este modo a la moralidad, ero podemos pensar que su posicién es exagetada @ innecesatiamente paradijics, incluse concediéndole alos efectos de la argumentacién que el matetaismo histérico es verdadero. Algunos preceptos morales (como un minime respeto ala vida eintereses de los demas) parecen no tener sesgo de clase alguno, sino pertenecer a cualquier cddigo fay disfara ala ver la lucha moral concebibe, pues sin ellos no seria posible sociedad alguna. ,Cémo puede querer Marc desacreditar estos preceptos, © pensar que el matetialsme histérco los ha desacredtado? Ademés, si todos los movimientos de clase precisan una moralidad, al parecer entonces también la necesitard la clase rabsjadora. z.Cémo puede querer Marx prvar al proletariado de un arma tan importante en la lucha de clases? Sin embargo, rechazat la moraldad no es necesatlamente rechaza’ toda la conducta que prescribe la moraldad y defender la conducta que prohibe. Puede haber algunas pautas de conducta comunes a todas las ideologlas morales. y podemos esperar ideologias morales que las realcen, pues elo contibuye a distrarar el cardcter de clase de los rasgos més caractersticas dela ideologia. Sila gente debe hacer y abstenerse de hacer determinadas cosas para llevat una vida soci que en la sociedad comunista del futuro la gente hiciese y se abstwiese de hacer esas cosas. Peto Marc no deseaba que se hiciesen porque lo prescibe un cédigo decente, sin duda Mane deseatia oa Desf ycitica moral pues los eédigar morales son ideologias de clase, que socavan la au totransparencla de las personas que obran de acuerdo con ela. Guizés el temor es que sin motivos morales, nada nos impedié caer en la extema barbaric. Marx no comparte este terer, primo hetmane del temo supersticioso de que si no existe Dios, todo esté permiido. La tarea de la emancipacién humana es constiur una sociedad humana basada en la avtottansparencla rational, libre dela mistfcacién de la rmoralidad y de ott ideologias. Marx conoce que en la actualdad no tenemos una idea clara de cémo setia una sociedad semejante, pero cree que lz humanidad es igual a la ‘area de procurar una sociedad as. Mare tiene poderosas razones pata negarse a eximit 2 las ideologias morales de la clase trabajadora de semelante citica, La misién hstérica del movimiento de la clase ttabajadora es la emancipacién humana; pero toda ideologia, inclidas las ideologias obreras, socavan la libertad destuyendo la autotransparencia de la accién. Mane anremete contra la moralizacién en el movimiento porque considera indispensable para su tarea revolucionaria Ia aperspectva realistay que le aporta el materaismo histérico (MEW 19, pg. 22; SW, pig. 25). - Lajusticia Manx completa su ataque a la motalzacién de la clase trabajadora con una explicacién de la justicia de las transacciones econdmicas. La jsticia de las transacciones que se relizan ente los agentes productos se basa en fel hecho de que estas transacciones detivan de las telacioner de produccin como su ‘consecuencia natural. (El contenido de una transaccién] ez juste cuando covresponde al ‘mado de produccién, cvando ex adecuado a él. Es injusto cuando va en contta de él (MEW 25, pigs. 351-2; C 3, pigs. 339-40) Una transaccién es justa cuando es funcional en el marco del modo de produccién Vigente, injusta cuando et disfuncional, De esto se sigue diectamente que lat ‘uansacciones de explotacidn ent captastay trabajador, y al sistema de distibucidn ‘captalstaresutante de ella, son perfectamentejustor y no vioan lo derechos de nadie (MEW 19, pig. 18; SW, pgs 321-2; MEW 19, pigs 359, 382; MEW 23, pg208; Cl, 1pig.194). Peto de la misma manera, tan pronto percibimos que esto es lo que significa la justicia de los intercambios y la distibucién capitalists, dejaremos de considera el hecho ‘de que son justas como defensa alguna de ella Como explica Marx, su conceptin de la justcia se basa en la forma en que surgen las normas morales partir de las telaciones de produccin. No Mancomra la maraiad c) es la concepcién de la justicia que ofrecerfa 0 un defensor del sistema o su ciitico moral, y no pretende ser una concepcién de la justicia que exprese la manera en que los agentes sociales piensan sobre la justicia de las transac- ciones que consideran justas. Pero es una explicacién que pretende identificar lo que de hecho regula su uso de términos como wluston e «injusto», y en este sentido se adelanta a ciertos rasgos de algunas teorfas filoséficas actuales de referencia. Segtin estas teorias, el uso que la gente hace de un término como caguay se refiere a 120 si el uso que la gente hace de este término esta regulado por el hecho de que la sustancia a la que se refieren es H:0, aun cuando no aceptasen esto como una explicacién de lo que entienden por agua (porque, por ejemplo, no tienen el concepto de H:0, 0 porque tienen creencias supersticiosas sobre la naturaleza del agua). De forma anéloga, Marx firma que el uso que la gente hace de términos como sustca» e «injustician de las transacciones econémicas esta regulado por la funcionalidad de estas transacciones para el modo de produccién vigerte, y por lo tanto que estas son las propiedades de las transacciones a que se refieren estos términos —aun cuando el comprender la justcia y la injusticia de este modo tiene por efecto privar a estos términos de la fuerza persuasiva que habitualmente se considera que tienen. En opinién de Marx, lo que nos hace considerar las propiedades morales como la justia como algo inherente o necesariamente deseable no es sélo la ideologia moral tan pronto comprendamos lo que realmente es la Justicia desarrollaremos una nocién mas sobria sobre su deseabilidad). 8. Moralidad y racionalidad Existen algunas concepciones esencialmente autodefinitorias, mediante la actividad asociada a ellas. Por ejemplo, la racionalidad cientifica no se limita a lo que la gente ha denominado «ciencia» en el pasado, porque la actividad de la ciencia consiste en ctticarse a si misma, en rechazar su contenido actual y darse uno nuevo. Lo que en el pasado se ha considerado conducta «racional, incluso los criterios mismos de racionalidad, pueden someterse a autoctitica y considerarse ahora como algo no tan racional. En la cultura moderna se ha registrado una fuerte tendencia a identificar simplemente la moralidad con la razén préctica, y por consiguiente a considerar también el razonamiento moral ‘como una nocién autocitica y autode-terminada. Segin esta concepcién, todos los errores det pensamiento moral son errores del contenido de creencias morales particulares; la wpropia moralidady siempre trasciende (quizés incluso «por definicién») todos los errores morales, al menos en principio. La concepcién marxiana de la moralided supone la negacién de que la 690 Desai ycrtiea rmoralidad pueda considerarse de semejante manera. Si existe un tipo de pensamiento prdctico que se conige 2 si mismo de este modo, no es la moraidad. La razén es que la rmoralidad, los conceptos y prncipios morales, la ideas y sentimientos morales, ya se han asignado a un tipo de tarea muy diferente con un método de actuacién muy diferente Al igual que la eligidn y el derecho, la tarea esencial de la motalidad es Ia integracién social y la defensa de clase, su método esencial es la mistificacién ideolégica y el au- toengati. Una motaldad que comprendiese su propia base social seria tan imposible como una religin que se fundase en la percepcién clara de que toda creencia en lo sobrenatural es una superticisn. Lalusién de ta benevoloncia imparcial Podremos ver por qué esto et asi si consideramos un rasgo fundamental de la rmoralidad en cuanto tal Es caracteristico del pensamiento moral presentatse como un ensamiente fundado en cosat como la volintad de un Dios benévalo pata todos, 0 un imperative categérico legislado por la pura razén o un pincipio de felicidad general, Sea cual sea la teorfa, la moralidad se describe come la perspectiva de una buena intencién Imparcial 0 desinteresada, que tiene en cuenta todos los intereses velevantes y otorga referencia a unos sobre otos slo cuando existen ratones buenas (er deci, imparciales) para haceilo. Es este rasgo de la moralidad el que le vuelve esencialmente ideoligica Sin duda la gente puede pensar que se comporta de esta maneta, y una accién pattcular puede ser incluso en realidad imparcialmente benévola por lo que se refere a los intereses inmediatos del pequefo niimero de personas 2 las que atecta inmediatamente. En tanto en cuanto sdlo consideramos nuestras acciones paticulares y sus consecuencias inmediatas, como nos insta a hacer Ia moralidad, no hay problema general en conseguit la imparclaldad que ésta exige. Pero la moralidad también nos insta 4 considerar nuestras acciones como conformes # un cédigo moral vido tanto para los dems como para nosotios mismos. Tan pronto hacemos esto, implictamente representamos nuesttas acciones como acciones que se adecilan sistemsticamente a principios de benevolencia imparcial que imaginamos dotados de eficaca a gran escala Es en este punto donde resuita evidente el catdcteriusorio de la imparcialdad moral Pues en una sociedad basada en la opresin de clase y desgattada por el confcto de clases, no puede exist: una forma socislmente signficatva y efectiva de accién que tenga este cardcter de benevolencia impatcial Las acciones que se recomiendan como justare (porque cotresponden al modo de produccién vigente) fomentan sleteméticamente los intereses de la clase dominante a expense de lor opri- Marcota la maraiad oor ridos. Lat acciones tendentes 2 aboli el orden existente, que puede recomendar un «digo moral revolucionari, fomentan los intereses dela clase revolucionara a expensas de las demés. ‘Seguin Mar, la caracterstica més profunda de Ia ldeologia es su tendencia a representar el punto de vista de una clase como un punto de vista universal los intereses de ésa clase come intereses universales (MEW 3, pigs. 45-49; CWS, pgs. 69-62; MEW 4, pig. 477; CW 6, pg. 601). Esto es precisamente lo que hacen las ideologias morales: representan las acciones que benefician 2 los intereses de una clase come acciones Aesinteresadamente buenas, en pro del interés comin, como acciones que fomentan los derechos y el bienestar de la humanidad en general. Pero seria iusorio pensar que este engaflo podiia remediarse mediante un nuevo cédigo moral que consiguiese hacerlo que estas ideologias de clase séle pretenden hacer. Pues en una sociedad basada en la optesién de clase y desgatrada por el conflcto de clase, la imparcalidad es una iusién, No existen intereses universales, ninguna causa de la humanidad en general, ningiin lugat por encima o al margen dela lucha, Sus acciones pueden estar subjetivamente mo- tivadas por la benevolencia impatcil, pero su efecto social objetivo nunca es imparcial. Lat Gnieas acciones que ne foman partido en una guetra de clazes son las acciones o bien impotentes 0 irelevantes Todo esto es verdad tanto en telacién a la clave trabajadora como a cualquier ota ‘Marx piensa que el movimiento obtero persigue los intereses de la egran mayotian (MEW 4: 472; CW 6: 495); pero los intereses de la clase ttabajadora son los intereses de una clase pattcuar, y no los intereses de la humanidad en general. Marx ctee que el ‘movimiento obrero legaré a aboli la propia sociedad de clases, y conseguiré con ello la ‘emancipacién humana univesal. Pero su primer paso para esto debe ser emanciparse de las dusiones ideoldgicas dela sociedad de clave. Y exto signfica que debe perseguir su interés de clase en su propia emancipacién conscientemente como interés de clase, no distorionado por las lusiones ideoldgicas que presentarlan su interés de forma lorficada y moralizada —por ejemplo, como intereses ya idénticos con los intereses humans universalas. Marx piensa que # misma de este modo al proletatiade revolucionatio puede esperar crear una sociedad libre tanto de las iusiones ideolégicas como de las divsiones de clase que crean su necesidad, lo desatrollands una clara conciencia sobre sf 10. Puede Marx prescindir de a moraidad? Mane eta un pensador radical y su ataque a la moralidad es obviamente una de sus ideas més radicals. La idea marsiana de un movimiento social

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