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GENERALIDADES
Espiritualidad bblica
El canto en la Biblia est precedido por el reconocimiento de la presencia
de Dios en sus obras de la creacin y en sus intervenciones salvficas en
la historia. El ejemplo ms acabado son los salmos, que abarcan todas
las formas de expresin sonora, desde el grito y la exclamacin gozosa
hasta el cntico acompaado de la msica y la danza (cf. Sal 47,2.7;
81,2; 98,4.6, etc.). La invitacin al canto es frecuente al comienzo de la
alabanza (cf. Ex 15,21; Is 42,10; Sal 105,1), adquiriendo poco a poco
connotaciones mesinicas y escatolgicas, al aludir al cntico nuevo que
toda la tierra debe entonar (cf. Sal 96,1) cuando se cumplan las
magnficas promesas del Seor (cf. Sal 42,10; 149,1). Este cntico se
ha iniciado en la victoria de Cristo sobre la muerte, siendo cantado por
todos los redimidos (cf. Ap 4,9-14; 14,2-3, 15,3-4).
Testimonio de la historia
Sin embargo No todos los Santos Padres fueron unos entusiastas del
canto en la liturgia. Algunos como San Juan Crisstomo, fueron muy
crticos, por entender que la msica era un factor de dispersin y un
halago de los sentidos. En la Edad Media Santo Toms se muestra un
tanto cohibido al defender el canto litrgico (cf. S Th II-II, q. 91, a.2).
Estas actitudes manifiestan que en la Iglesia siempre ha existido una
preocupacin muy grande por el carcter autnticamente religioso y
litrgico del canto y de la msica en el interior de las celebraciones.