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Bautismo Infantil
Monografía
Trabajo correspondiente al
ramo Teología Sistemática
impartido por el
Rev. João Petreceli da Silva
0
Índice
Introducción____________________________________________________________ 2
Capítulo 2: El Pacto______________________________________________________ 7
Conclusión_____________________________________________________________ 20
Bibliografía____________________________________________________________ 21
1
Introducción
¿Es correcto a la luz de las escrituras el bautizar a los niños? Esta pregunta es la que
irrumpe desde muchas visiones doctrinales y muchas denominaciones, incluyendo a la
Iglesia Católica Apostólica Romana, para consultar acerca de la validez de la aplicación de
aquel sacramento a los niños. Esto debido a que la comprensión del significado de este
sacramento, el qué es bautizar. Esto funda diferentes posturas que se han expresado de
diferentes maneras a lo largo de la historia, trayendo con esto diferentes interpretaciones
acerca de la realidad de este sacramento. Salvífico o no, necesariamente consciente, con
una fe previa, espiritual o sólo simbólico son algunas de las posturas que existen y se
afirman con respecto no sólo al bautismo infantil, sino al bautismo como tal. Y el objetivo
de este trabajo es determinar, a la luz de las escrituras, el rol de los niños dentro del
bautismo y el significado de éste para los niños, para concluir si es coherente y
correspondiente con lo que la palabra revelada nos dice.
Para lograr esto, según el autor, se debe ir a la fuente, el principio, la base bíblica –
histórica del bautismo, su origen, contexto en el cual se desarrolla, significado y
características para determinar su relación con sacramentos similares – entiéndase
Circuncisión, Santa Cena y Pascua – su lugar dentro de la doctrina del Pacto y su
significado para el Señor. Lo que dijeron Cristo, Pablo y lo que plantean las confesiones de
nuestra iglesia y de las demás iglesias reformadas. Todos estos aspectos serán de vital
ayuda y determinantes para concluir acerca de este aspecto, dogmático dentro de muchas
iglesias pero aún en discusión.
Y tocando ese último punto, en eso radica la necesidad de hablar respecto a este
tema, la compleja situación dogmática en cuanto a determinar rangos de edades, realidades,
visiones, pensamientos que glorifiquen a Dios, que sean netamente escriturales y que
hablen de una fidelidad y humildad de las iglesias para con la Biblia y para con Dios.
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Capítulo 1: La Historia de la Doctrina del
Bautismo
3
El concepto de Bautismo no es una palabra que aparezca en la historia muy
posteriormente, sino que desde la iglesia primitiva estaba presente como un rito de
iniciación para los cristianos. Este posteriormente se fue desarrollando hasta llegar a ser el
concepto casi netamente cristiano que tenemos hoy, diferente de los demás ritos de
iniciación. Hay por lo tanto una evolución tanto en el sentido de la palabra Bautismo como
en el concepto que trae tras de ella para formar la idea actual.
En Egipto este rito era parte de la iniciación en el culto de Isis, donde el iniciado
confesaba sus pecados delante de otros devotos para posteriormente ser bautizado en la
creencia que el baño ritual lo purificaba de sus faltas y lo enrolaba en las filas de la diosa
salvadora. Por su parte, en Babilonia se celebraba el año nuevo en el equinoccio 1 de la
primavera, donde se realizaba una fiesta llamada “Akitu”, en la cual se ofrecían entre otras
cosas sacrificios y purificaciones por medio de agua a su dios Marduk. Esto es sólo por
citar dos casos particulares, que se repetían a lo largo del año y durante sus cultos. De esta
manera al acontecer el histórico periodo del cautiverio de Egipto (Éxodo 1 – 14) y el
cautiverio Babilónico (2ª Crónicas 36) los que duraron cerca de 500 y 50 años
respectivamente. Durante este periodo probablemente hubo mestizaje entre autóctonos y
judíos, además de una aculturización de los segundos, lo que derivó en el comienzo del uso
de este ritual, en un principio pagano. De ahí que no se mencione en el Antiguo Testamento
como rito ministrado por los levitas o instaurado por Dios (pues no lo fue hasta que lo
instauró Cristo). Por lo tanto este concepto y ritual fue tomado por los judíos de otras
culturas que ya lo utilizaban. De hecho en nuestros días hay sectas que utilizan el bautismo
como símbolo ya sea de iniciación, debido a la influencia del cristianismo o como
purificación, debido a la influencia de otras culturas.
1
Se denomina equinoccio al momento del año en que los días son iguales a las noches, ocurre 2 veces por año
y es cuando ambos polos de la tierra están a igual distancia del sol.
4
De esta manera en la época de Juan y de Cristo ya era comprendido como parte de
la cultura el bautismo. Posteriormente fue instaurado por Cristo como el sacramento de
iniciación del cristianismo (detallado más adelante) lo que observa en Mateo 26.19:
“Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”
Ante esto y como era de esperarse, la Iglesia primitiva seguirá el mandato de Cristo
tomando este rito como señal de iniciación en el cristianismo para los nuevos discípulos
pasando a tomar el lugar de la circuncisión teniendo este concepto por un largo periodo que
comenzaría a cambiar en la patrística con la interpretación, incluso, salvífica de este
sacramento. Había aspectos como la validez del bautismo administrado por los herejes y
algunos como Tertuliano lo consideraron un mero trámite. En esta época también comienza
la discusión en cuanto al rol de los niños en el Bautismo tomando diferentes posturas los
padres de la Iglesia. Según Les Thompson, fundador y presidente de LOGOI los padres de
la iglesia tenían diferentes posturas con respecto a este punto2. Entre ellos Policarpo,
Ireneo, Hipólito y Cipriano estarían a favor y Tertuliano junto con Orígenes detractores.
Esta doctrina fue la que dominó y se propagó por todo el periodo de la edad media
hasta la Reforma Protestante en el siglo XVI. Esto porque Lutero establece un cambio en la
comprensión del Bautismo, debido a que plantea la necesidad de la fe del creyente para su
efecto y dejó ver la idea de la gracia preveniente de Dios que hace que la fe opere en el
niño. Algunos incluso plantearon la idea de la existencia de fe en el niño. Posteriormente
Lutero afirmó que los niños son hijos del Pacto y por lo tanto son parte es la fe de los
padres la que valoriza el bautismo de ellos.
2
THOMPSON Les, El Bautismo y su Historia
5
Ya en nuestros días, en algunos círculos socinianos, anabaptistas y racionalistas se
considera como simplemente una confesión y profesión pública de la fe. Por su parte la
Iglesia Católica Apostólica Romana ha continuado con el concepto bautismal del
Medioevo, planteando la necesidad de este para vivir según la fe de la iglesia. Su necesidad
es básica no sólo para la salvación sino también para los otros sacramentos y debe ser
administrado a los niños para que estos sean salvos. Según el Catecismo de la iglesia
Católica, segunda parte, segunda sección, capítulo primero, artículo 1:
Por su parte, y pesar de que debiese ser un tema establecido, en las iglesias
protestantes aún no hay una unión en el pensamiento del significado del Bautismo
continuando con algunas divergencias planteadas ya sea en la patrística, la reforma o algún
otro periodo con respecto a la doctrina en general y a la doctrina en los niños, sobre todo en
estos últimos.
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Capítulo II: El Pacto
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1. El Pacto de Dios con el Hombre
Concierto o tratado entre dos o más partes que se comprometen a cumplir lo estipulado.
Y este es justamente el sentido que tiene el Pacto Bíblico de Dios con el Hombre.
Sin embargo se hace necesario determinar una división dentro de la doctrina del Pacto que
es la del el Pacto de Obras y el Pacto de Gracia. El primero fue el establecido por Dios con
el hombre al crearlo, crear a la mujer y ponerlo en el huerto para que cuidase la tierra y la
llenase:
[Dios] le dio este mandato: «Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol
del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas,
ciertamente morirás. Génesis 2.16-17
En este pasaje Dios pone un Pacto entre él y el hombre que debía ser cumplido por
los dos, el que sin embargo fue rechazado por el hombre y roto al pecar y comer del fruto
junto a su mujer (Gn. 3.6) En ese momento ese Pacto quedó abolido.
Por su parte, posterior a la caída del hombre, Dios lo condenó a la muerte espiritual,
lo que significa el estar separado de Dios, su creador, por cuanto éste no puede tolerar el
pecado, aunque sin embargo, en ese mismo instante Dios funda el que será llamado el Pacto
de Gracia (para algunos el Pacto de redención) en Génesis 3.15:
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1.1 Contenido del Pacto
Ya ha sido tratado el punto de que las partes contratantes de este Pacto son Dios y el
hombre, representado en Adán por lo tanto se pasará directamente al contenido del Pacto. Y
este no es otro que las promesas de Dios a sus escogidos, de ser su Dios y Padre celestial,
recuperando la relación perdida por el hombre con Él en el Edén, en gran parte. Además de
las promesas de salvación y vida eterna (Rom. 10.13), bendición durante su vida en la
tierra, y posterior glorificación (Ap. 21.2-5). La restauración de la voluntad del hombre,
poniendo en él un corazón de carne (Ez. 36-26) y restaurando su voluntad hacia el bien
(Rom. 7.19), poniendo en él deseo por dejar el pecado.
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1.3 El rol de Cristo en el Pacto:
Dentro del Pacto, sin duda en una posición esencial para la existencia de éste en su
rol de Mediador. Este es Jesucristo, segunda persona de la Trinidad, el Hijo. Su posición
mediadora lo pone en la posición Cristo de Fiador. Un fiador es alguien que se compromete
a tomar el lugar de otro en términos judiciales, cumpliendo y satisfaciendo las demandas de
la ley con respecto a ellos. En ese sentido, Cristo tomó nuestro lugar y sufrió el castigo que
debía sufrir el hombre.
Por otro lado, como Representante y Fiador de su pueblo Cristo cumplió a plenitud
con la ley, si pecar durante toda su vida. Por lo tanto su la Justicia está cubierta, la
recompensa ganada y los creyentes no necesitan cumplir con toda ley para su salvación sino
que por gracia son hechos partícipes de ella.
La vida de Cristo, desde otro punto de vista cumple dos aspectos fundamentales
para el desarrollo de la comunión de los hombres con Dios. En su rol de mediador, Cristo
primero, lleva sobre si la ira justa de Dios expiando la culpa del pecado en los hombres
escogidos y por otro lado muestra a los hombres la realidad de cómo es y debe ser su
relación con Dios, sosteniéndolos, enseñándoles a servir a Dios de forma aceptable. De esta
manera en Jesús se hace real el pacto, se hace posible y se hace posible también la
redención y perdón de los hombres, para poder restablecer la vida a los pies de Dios, siendo
llamados hijos.
Dios, al fijar de forma concreta su pacto con Abraham, determinó un signo visible,
un rito el cual sería la señal visible de la alianza que había hecho Dios con el hombre. En el
texto de Génesis 17, del versículo 10 al 14:
Y éste es el pacto que establezco contigo y con tu descendencia, y que todos deberán
cumplir: Todos los varones entre ustedes deberán ser circuncidados. Circuncidarán la
carne de su prepucio, y ésa será la señal del pacto entre nosotros. Todos los varones de
cada generación deberán ser circuncidados a los ocho días de nacidos, tanto los niños
nacidos en casa como los que hayan sido comprados por dinero a un extranjero y que, por
lo tanto, no sean de la estirpe de ustedes. Todos sin excepción, tanto el nacido en casa
como el que haya sido comprado por dinero, deberán ser circuncidados. De esta manera
mi pacto quedará como una marca indeleble en la carne de ustedes, como un pacto
perpetuo. Pero el varón incircunciso, al que no se le haya cortado la carne del prepucio,
será eliminado de su pueblo por quebrantar mi pacto.
En este texto, Dios establece su señal visible, que hará la diferencia entre los que
pertenecen y no pertenecen a su pacto y toma para sí a un pueblo, pues antes (versículo 2)
prometió a Abraham multiplicar su descendencia en gran manera. Cabe recalcar que el
hecho de que los hombres que vivieron antes de Abraham no fuesen circuncidados no
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presenta un agravante para ellos por cuanto Dios no había establecido esa señal visible con
en aquel tiempo, aunque sí la salvación. Y es esta señal, esta circuncisión, la que será la
marca de los que están en el pacto, del pueblo adquirido por Dios para ser llamado su
pueblo. En este rito participaban no solamente los padres, sino todos los hombres según
dice la Escritura “tanto los niños nacidos en casa como los que hayan sido comprados por
dinero a un extranjero”. Se entiende que por una realidad cultural y fisiológica, las mujeres
quedan excluidas de este rito, mas no del pacto por cuanto son llamadas pueblo, junto con
los hombres.
El hecho de que este sacramento sea un rito de inicialización, que hace parte al
circuncidado de las bendiciones de estar en el pacto, las cuales eran espirituales como
materiales (Gn. 17.8), lo hace necesario de administrar a los niños para su inclusión en lo
ya mencionado. Esto, además de ser un mandato establecido explícitamente por Dios. De
esta manera, los niños formaban parte del pacto por la fe de sus padres y recibían estas
bendiciones por la misma.
Estos ritos que Dios establece con su pueblo tienen, la circuncisión un sentido de
inicialización, pues es realizada una sola vez y cuando un bebé está recién nacido (8 días) o
cuando un hombre entra en el pueblo de Dios y pasa a ser un judío por medio de la
circuncisión. El segundo, la Pascua, era la conmemoración y alimentación de lo que el
Señor hizo por su pueblo cuando los salvó del cautiverio y de la muerte, siendo este
cautiverio un tipo de Cristo. Sin embargo, estos serán reemplazados posteriormente por el
Bautismo y la Santa Cena, respectivamente. Su relación y similitud serán estudiadas
posteriormente.
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3. La realidad de los Sacramentos del Pacto
Con respecto a los dos últimos puntos, que sean signos hace referencia a que
representan ciertos aspectos: el Bautismo representa, figura y significa purificación; la Cena
por su parte, el alimento espiritual. Estos son visibles, pero su significado y representación
es invisible. Por otro lado el que sean sellos, apunta a la idea de que sirven para confirmar y
fortalecer la fe. De hecho Cristo mismo llevó el sello de Dios, mostrando su autenticidad,
protegiéndolo de la duda. De la misma manera acontece con los sacramentos. En la
circuncisión hay una confirmación de que Abraham ha obtenido justicia por la fe.
Además de esto encontramos que los sacramentos tienen relación con la palabra en
que en ambos el contenido es Cristo, pues la Escritura muestra todas las promesas de Dios
para con su pueblo las cuales se cumplen en Jesucristo y pueden ser cumplidas en el
hombre por medio de Cristo mismo. Por su parte, el Bautismo y la santa Cena son signos y
sellos de la gracia que opera en el hombre, de la fe, la conversión, todas las cuales vienen
por medio de Cristo, por lo cual su contenido final es Cristo. Por otro lado se puede afirmar
que ambos son medios de Gracia debido que aumentan fortalecen la obra de Dios en el
corazón de los hombres. Esto se ve reafirmado en lo que plantea el catecismo menor de
Westminster en su pregunta 88:
¿Cuáles son los medios externos y ordinarios por los cuales Cristo nos comunica los
beneficios de la redención? R. Los medios externos_ y ordinarios por los cuales Cristo
nos comunica los beneficios de la redención, son sus ordenanzas, y especialmente, la
palabra, los sacramentos y la oración; a todos los cuales hace él eficaces para la salvación
de los elegidos. Hc. 2:41 .42.4
Los sacramentos son señales y sellos santos del pacto de gracia, instituidos directamente
por Dios, para representar a Cristo y a sus beneficios y para confirmar nuestra
participación en él, y también para establecer una distinción visible entre aquellos que
pertenecen a la iglesia y el resto del mundo, y para obligarlos solamente al servicio de
Dios en Cristo, conforme a Su Palabra.5
3
MARCEL, Pierre. El Bautismo. Pág. 29
4
Catecismo Menor de Westminster, pregunta 88.
5
Confesión de Fe de Westminster, capítulo 27, artículo I
12
Este texto reafirma lo postulado anteriormente otorgando aquella similitud entre uno
y otro.
Por otro lado la eficacia de la aplicación de los sacramentos solo es real en cuanto a
los adultos si son recibidos por fe y por lo tanto los efectos santificantes y salvífico solo
operan en el individuo, por medio del Espíritu Santo, si en el prospecto, adulto, hay una fe
pre-existente.
Autor Dios, por medio del Padre Dios, por medio del Hijo
De esta forma, se pueden observar las claras similitudes entre unos y otros, en
cuanto a estos cuatro puntos fundamentales, donde se puede afirmar que el Bautismo
reemplaza a la Circuncisión y la Santa Cena a la Pascua. Los textos de 1 Co. 10.1-4, 5.7;
Rom. 4.11; Col. 2.11 son claros ejemplos de atribuciones de uno hacia el otro. El por qué
de este cambio radica en que la necesidad de derramamiento de sangre para la purificación
ya fue cumplida y por lo tanto ni la sangre del prepucio del niño o del hombre, ni la sangre
de un animal comido con hierbas amargas son necesarias para simbolizar el sacrificio de
Cristo, pues este ya fue cumplido y consumado (Jn. 19.30). Además el hecho de que Cristo
estableciese un nuevo pacto (1 Co. 11.25) significa no una descontinuación del anterior y el
establecimiento de uno nuevo, puesto que ya se habló del pacto eterno de Dios, sino que es
una nueva dispensación, un paso más adelante en la revelación progresiva de Dios.
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Con este estudio, se puede concluir que tanto el Bautismo como la Cena no son un
nuevo pacto diferente al ya establecido en el Edén sino los nuevos sacramentos que no
dictan que la sangre ya ha sido derramada por Cristo, quien es el único y suficiente
Salvador quedando cumplida la ira de Dios por sobre sus escogidos, de manera que la
brutalidad de los dos antiguos sacramentos y su tipo de Cristo, en especial el de la Pascua
queda abolido, comprendiendo la unidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, la que se
deja ver en las palabras de Juan Calvino en su Institución:
Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo ordenado para la restauración de todas las
cosas (Gál.4.4), y se manifestó aquel Reconciliador de los hombres con Dios y, derribado
el muro que por tanto tiempo había tenido encerrada la misericordia de Dios dentro de las
fronteras de Israel, fue anunciada la paz a los más alejados, igual que a los que estaban
cerca, para que reconciliados todos con Dios, formasen un solo pueblo (Ef.2,14�18). Por
ello ya no hay distinción alguna entre griego y judío (Rom. 10, 12; Gál. 3,28), entre
circuncisión e incircuncisión (Gál. 6,15) "sino que Cristo es el todo, y en todos" (Col. 3,
11), al cual le son dados por herencia las naciones, y como posesión los confines de la
tierra, para que sin distinción alguna domine desde un mar hasta el otro y desde el río
hasta los confines de la tierra (Sal. 2,8; 72,8, etc.). 6
En este texto, Calvino deja entrever la unión inseparable que hay entre los dos
testamentos, siendo ambos parte de una misma historia, pacto y salvación cuya máxima
expresión es Cristo.
6
CALVINO, Juan, Institución de la Religión Cristiana, Libro II, Capítulo XI, Punto 11.
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Capítulo III: El Bautismo Infantil
El bautismo Infantil como doctrina, ha sufrido una serie de ataques en cuanto a su validez
bíblica y si es correcto o no llevarlo a cabo. Muchos son los teólogos que han afirmado en
contra de esta doctrina por diferentes objeciones las cuales pasaremos a detallar y
contrarrestar a la luz de las escrituras.
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1- La primera Objeción plantea que la circuncisión, predecesora del Bautismo, era
nada más una ordenanza carnal y estaba destinada a desaparecer: esto puesto que se
observaba que en la nueva dispensación neotestamentaria hay una transición desde
el bautismo carnal al Bautismo espiritual, lo que haría que cesara la práctica del
Bautismo con agua dejando y estableciendo sólo el Bautismo del Espíritu Santo. Sin
embargo no hay base para determinar la circuncisión como solamente carnal debido
a que esta fue independiente a la ley mosaica y al haber sido abolida la ley, debía
haber continuado su vigencia, la cual caducó sólo por mandato explícito de Dios.
Berkhof dice lo siguiente en su Teología Sistemática:
7
BERKHOF, Louis, Teología Sistemática, Segunda Sección, Capítulo IV, Letra F, sub-letra b
16
Iglesia primitiva es netamente misionero, más que nacional, ante lo cual se
multiplican los casos en que un nuevo converso debía ser inicializado en la iglesia
visible, por lo cual debía recibir el sacramento de la inicialización, que una vez fue
la circuncisión y ahora es el Bautismo.
De esta manera las objeciones más contundentes con respecto al Bautismo infantil
han sido respondidas. Sin embargo y para la profundización de la claridad de que el
Bautismo infantil es bíblico y necesario se expondrán los siguientes argumentos:
Dios establece esto soberanamente con Abraham y hace a los hijos de él herederos
de este pacto, precediendo la fe del niño (Gn. 17.7), por lo tanto éste, sin necesidad de
manifestar activamente su fe a una cierta edad está dentro de los beneficiados por este pacto
y recibe las bendiciones que le corresponden a un hijo de esta alianza. Y como se ha
demostrado que el pacto es uno, orgánico, que no cambia en su esencia, sino solamente en
sus dispensaciones, es incoherente con la Escritura colocar a los hijos de los creyentes
aparte, negándoles el rito de la inicialización en la iglesia visible, lo que fue determinado
por Dios hace ya casi 4000 años. Y he aquí el gran fundamento de por qué el Bautismo
Infantil es bíblico y coherente, porque fue establecido por Dios para la eternidad no como
dispensación, sino como mandato suyo para hacer parte de su pacto, de su iglesia visible a
sus herederos. El quitarles ese privilegio y bendición es simplemente negar que, según
afirma Cristo mismo a sus apóstoles, cuando estos impedían que los niños se acercasen a él,
el reino de los cielos es de los niños y que debemos recibirlo como ellos. Y es en ese texto
donde se observa el amor de Dios por los niños:
Empezaron a llevarle niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos reprendían a
quienes los llevaban. Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó y les dijo: «Dejen que los
niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como
ellos. Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, de ninguna manera
entrará en él.» Y después de abrazarlos, los bendecía poniendo las manos sobre ellos.
Dios no exige fe de los niños para incluirlos en su pacto. Eso es algo que nunca
hizo, ni aun en los inicios del pacto y es algo acerca de lo que el nuevo testamento calla,
por lo tanto está fuera de la lógica afirmar que por el cambio de dispensación, Dios exigirá
fe de los niños para aceptarlos dentro del Pacto.
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2- El Silencio del Nuevo Testamento
Si bien entre las objeciones del Bautismo Infantil está el silencio del antiguo
testamento, este aspecto puede utilizarse a favor de ambas posturas (y con mucha más
fuerza en el caso de estar a favor de aquella doctrina), debido al peso del argumento recién
presentado. Y es este silencio el que también permite decir que el Bautismo Infantil no ha
cesado debido a que no existe un mandato explícito de Dios en ese sentido. Al establecer su
Pacto con Abraham, Dios incluyó explícita y conscientemente a los niños en el pacto, pacto
establecido de forma perpetua (Gn. 17.7), pacto que no fue cambiado por Dios durante toda
la historia de Israel e incluso en la época posterior, los días de Cristo. Por lo tanto este
silencio hace alusión a un concepto tan arraigado en la mente, en el subconsciente, en el
corazón del pueblo judío, que no necesitaba ser mencionado nuevamente para establecer el
paidobautismo. Además se observan textos y pasajes bíblicos como el del carcelero (Hc.
16.31) el gentil que bautiza Pedro (Hc. 11) y Crispo (Hc. 18) donde si bien no se
mencionan niños, está la posibilidad cierta de que si hubieran en estas casas. Y como el
requisito para ser bautizado era creer en el Señor Jesús, con certeza, al creer, estos eran
bautizados con su familia, lo que muestra que el silencio favorece a la argumentación del
bautismo infantil.
Por lo tanto y por estos argumentos, se puede concluir que el Bautismo Infantil si es
bíblico, si es necesario, y si es bendecido por el Señor. Dios estableció su pacto tanto con
adultos como niños y este no ha cambiado, por lo tanto no se puede afirmar bajo ninguna
circunstancia que el aquel bautismo deba ser abolido.
Sin embargo no se puede concluir sin abarcar ciertos puntos fundamentales para la
correcta comprensión de esta doctrina:
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responsabilidad el cuidar de su hijo, enseñarlo de acuerdo a las escrituras, para que cuando
grande no se aleje de él (Pv. 22.6) y si es escogido por Dios hará su confesión e irá al cielo
al morir para ser posteriormente glorificado.
Por otro lado, las conclusiones a las que se ha llegado son coherentes con los
símbolos y confesiones de nuestra iglesia:
Por tanto, sin rechazar tan grande liberalidad del Señor, presentémosle confiadamente
nuestras criaturas, a las cuales ha dado con su promesa entrada en la compañía de
aquellos que Él ha establecido como sus familiares y domésticos, que son la Iglesia
cristiana
Estos textos no hacen más que reafirmar lo que se ha expuesto en este trabajo,
demostrando que es totalmente correcto el bautizar niños.
Conclusiones
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hijos de sus hijos de su pacto, el cual es eterno y inmutable. Y como se mencionó en el
desarrollo, es ese el único fundamento del bautismo infantil y el argumento de más peso
que refuta todos los presentados por los anabaptistas y quienes están en contra de esta
doctrina.
Por otra parte, esta discusión abre la puerta y deja entrever como corolario obvio
que la Santa Cena debiese ser administrada a los niños y que es una tremenda incoherencia
el permitir una y negar la otra, demostrando así que nuestra iglesia Presbiteriana de Chile
no está de acuerdo con las escrituras, sino que se ha guiado por la tradición. Pido al Señor
que sea obrando en el corazón de los líderes y ancianos de nuestra iglesia para que este
tema sea discutido y establecido como corresponde.
Bibliografía
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CALVINO, Juan, Institución de la Religión Cristiana, 6° Edición, Felire, Barcelona, Tomo
II
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