Se posan las aves sobre la arboleda Un grito en silencio de esta vida ciega Que viven los nios que labran la tierra.
Sonrisas ficticias que nunca se alegran
De pequeas manos y de grandes penas Recortan los frutos que a boca no llevan Se agrandan sus ojos con tantos colores Saborean sus labios jugosos sabores.
Tomemos sus manos, curemos sus cuerpos
Con una mirada y una sonrisa que devuelva el sueo Si Dios est vivo los tome en su seno Les cure sus almas y les d lo bueno
Y que hars ahora cuando veas el campo?
Cubierto de frutos, y de pies descalzos Nios sin derechos, nios olvidados Nios que no existen, nios innombrables En esos discursos de los polticos Mientras leo este poema pequeas manos Desprendern el fruto.
Tomemos a nios, llevmoslos de la mano
Mostrmosle lo bueno, nuestro lado humano Vanse todos, miremos a un lado Mientras escribimos y expresamos lo que amamos Nios halla afuera mueren despiadados.