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EL SABER QUIRURGICO
Se mostrar de manera sucinta cmo la mxima posibilidad abierta por las conquistas tcnicas
en las afecciones tradicionalmente quirrgicas heridas, fracturas, amputaciones, evacuaciones
operatorias, ligaduras y aneurismas, hernias, intervenciones ortopdicas, la penetracin
operatoria en las cavidades del organismo, hasta entonces un NOLI ME TTIGERE para el
cirujano, fue rpida y brillantemente utilizada por ste.
Durante el decenio 1830-1840, la poca en que triunfan Dupuytren en Pars, Astley Cooper en
Londres, Dieffenbach en Berln y Syng Physick en Filadelfia, el xito teraputico del cirujano
dependa exclusivamente de su habilidad manual, de su rapidez operatoria y de su dominio de
la anatoma topogrfica. Con todo, la mortalidad media en las salas de ciruga de los hospitales
llegaba entonces hasta el 50 por ciento. Pues bien, toda una serie de NOVEDADES
TCNICAS, anestesia, hemostasia, transfusin sangunea, antisepsia, asepsia, perfeccin
creciente del instrumental, van a transformar rpidamente el cariz y las perspectivas del acto
quirrgico.
Fueron introducidos:
Los guantes, primero de algodn (Mikulicz).
Luego de goma (Halsted).
La mascarilla bucal (Mikulicz). Ideada por A. V. Qunu y M. Th. Tuffier en 1896.
La cmara neumtica a baja presin para las intervenciones intratorcicas fue
realizada y usada en 1903-1904 por Sauerbruch.
En slo cincuenta o sesenta aos, el mundo del quirfano se haba hecho un mundo nuevo.
Sobre la base de este impresionante conjunto de tcnicas, el cirujano pudo ampliar de un modo
hasta entonces insospechado el campo de sus metas operatorias; no slo porque las que
tradicionalmente se vena proponiendo (exresis, evacuaciones, restauraciones de la integridad
anatmica, plastias superficiales) fueron practicadas con facilidad, extensin y resultado
infinitamente superiores, tambin porque su creciente formacin cientfica le condujo a emplear
esas tcnicas al servicio de una intencin operatoria rigurosamente indita: crear en el
organismo enfermo condiciones anatmico-funcionales que le hagan posible un mejor
cumplimiento de su actividad vital. No otro sentido tienen las anastomosis vasculares, los
injertos y los trasplantes de rganos, experimentalmente iniciados por Carrel rin de gato a
gato, corazn ya antes de 1914.
Conclusiones
Referencias