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Revista electrónica.

Copiapó, Julio 2009


Atacama’59
Cerro Bramador:
El Punto Del Diablo y La Canción de La Duna.
Por Francisco Astudillo P.

I. Viejas Historias

Cuando niño recuerdo haber escuchado decir a los viejos copiapinos varias
historias sobre el diablo y nuestra tierra y ciudad, nunca más escuché de eso
salvo por un rudimentario cuento que canta que el diablo quedó atrapado en el
Cerro Bramador y por eso que el cerro suena atronador. Por eso, me decían
“por eso e`h que se llama Bramador porque brama, porque el diablo está en el
cerro”.

Eso es lo que sabemos u al menos es lo que hemos escuchado los copiapinos


(desde el sentido común y una ligera tradición oral), que el cerro suena pero no
muchos sabemos por qué, incluso muchos no creen que el cerro suene, lo
cierto es que muy pocos lo han oído sonar lo que aumenta ese escepticismo
entre muchos locales.

Cuando niño recuerdo que pregunté a quien pudiese responder sobre la causa
del sonido en el cerro, las respuestas que me dieron hipotetizaban sobre el
resonar del curso del río Copiapó1 en el cerro o incluso mencionaban las
míticas napas subterráneas de nuestro valle como causantes del sonido y el
rugir del cerro…también el potente viento del este parecía ser el responsable
del rugir del diablo en las respuestas que obtuvo un pequeño niño allá por los
años 80`s.

Nunca más supe de esos cuentos ni del sonar de ese noble cerro y los años
pasaron, largos años en que los tiempos han cambiado mucho y en el que por
cierto esos cuentos que escuche de niño suenan cada vez menos por acá.

Para mi después de otro año en Santiago (donde resido durante la mayor parte
del año) y además de un año difícil lo único que busco es reconectarme a la
naturaleza, por eso que al volver a Copiapó quise disfrutar del aire libre que
nuestro valle aún nos ofrece y para eso siempre supe que mi vieja y entrañable
bicicleta de montaña iba a ser mi compañera para penetrar por mi propia fuerza
en los paisajes del valle de Copiapó y del desierto de Atacama.

II. Al Cerro

En esa dinámica, la de un alma al viento en una bicicleta por el camino recordé


aquellas historias que escuche de niño…y un cerro, extraños sonido y el diablo
fue para mi bastante invitación así que emprendí el camino en mi bicicleta
rumbo al cerro por la ciclo vía al costado de la panamericana.

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Que en esos años si traía agua y que era todavía un verdadero río. Entristece comparar esos recuerdos
con la sequedad actual.
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Salí de la ciudad con el viento en contra lo que me hizo esforzarme más pero
así lo quise. Ya en la carretera el viento cada vez era más fuerte lo que me
frenaba mucho y requería más fuerza, Inti miraba fuerte como siempre lo hace
en las tierras del norte.
Mientras avanzaba abarcaba lo que mi mirada podía contener y fui feliz, la
verdad es que habiendo vivido una vida en estas tierras nunca disfrute tanto de
mis paisajes como ahora, como cuando me lancé a al camino en mi bicicleta.

Llegué a un punto en el que el camino parecía seguir a hacia alguna faena


minera, parecía estar relacionado para mi con un letrero de aviso de tronadura,
paré y pensé, entonces vi un camino en mal estado subiendo al Bramador y me
reí solo.

Puse la marcha más liviana y comencé a subir riéndome sólo, el camino era
pesado pero era subible2 al principio, luego se puso cada vez más pesado y un
jote planeaba como desobedeciendo al viento y la gravedad sobre mi mientras
gentil y lentamente yo avanzaba en la pronunciada altura de la tierra ahí donde
el diablo yace atrapado.

Pude coronar el valle verde con mi mirada desde la altura del cerro.

El valle una arteria húmeda de verdor que atraviesa las extensiones de la


sabiduría se revela como un milagro desde las alturas. El viento, rebelde y
poderoso soplaba fuerte, rompiendo la gravedad y peinando las dunas como si
estas fueran banderas libres flameando al viento, ojala siempre lo sean.

También recibí la fuerza de una tormenta de arena, que comenzó como un


aviso pero en momentos el viento me demostró todo su poder, tanto que
caminaba por el empuje del viento y no podía mantenerme sin moverme.

La arena me atacaba como la acupuntura de un millón de miradas de filosas


espinas, que no conocen obstáculos en su desfile al viento en los confines del
valle donde el verdor se conoce con las extensiones del inabarcable desierto.

Subí con mi bicicleta hasta la duna del Bramador donde descanse y reflexioné
(es un lugar perfecto para desconectarse de todo). Mientras pensaba miré la
duna y vi algo que me dejo maravillado. Un rió de arena caía cortando la duna
en dos, desde arriba, y digo “río” porque de verdad era un curso fluvial de
arenas naranjas entre una hermosa duna cromática mientras el viento este,
penetrando entre los brazos del cerro soplaba hacia arriba en la duna
trasladando las arenas negras de abajo hasta la cima del velo, estaba
presenciando el sonar del cerro en una avalancha natural de arena.

Después de eso dos cosas, primero el Bramador se transformó en parte de mi


itinerario regular y segundo mi curiosidad necesitaba saciarse.

2
A manera de neologismo para indicar que se “puede subir”-
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III. Fenómeno

Para mí ya había por lo menos una respuesta con la que partir, es la duna y la
arena lo que produce el sonar del cerro pero todavía faltaban otras para
completar el cuadro y develar el por qué del fenómeno.

Aunque por formación por una parte pertenezco a otra área de las ciencias, las
sociales, por otra parte también tengo formación en física acústica por lo que
por formación científica y por mi curiosidad natural me puse a indagar sobre el
fenómeno que presencié, y claro después de esa primera experiencia iban a
venir muchas más.
Busqué información general sobre el cerro Bramador pero hay muy poco que
se pueda rescatar salvo contadas excepciones pude encontrar información
sobre el fenómeno y esta información era coherente con lo que presencié, el
movimiento del las partículas de arena. La información que encontré es
material derivado de investigaciones geofísicas lo que me pareció muy
interesante.

Las llamadas “singing dunes” o dunas cantantes son un fenómeno poco


conocido pero conocido ya desde los viajes de Marco Polo y es un fenómeno
que ocurre en contados y dispersos arenales en el mundo. Por otra parte si es
mejor conocido como fenómeno en las ciencias físicas lo que explica que las
fuentes de conocimiento que encontré y que me ayudaran a dilucidar el
misterio de la duna cantante del Bramador y su espesa Canción vengan de
aquella parcela del conocimiento.

Ya el fenómeno en el Bramador había sido consignado por Charles Darwin en


su “Voyage of the Beagle”3 al pasar por nuestro valle y estaba bien informado y
orientado en su explicación argumentando aunque ligeramente que el
fenómeno se producía por el movimiento de los granos de arena en las
avalanchas producidas por el caminar humano o animal en las dunas. La
explicación de Darwin es bastante certera para su época si consideramos que
el fenómeno de las dunas cantantes protagoniza hasta nuestros días una
controversia científica que al parecer todavía no cierra lo que nos da luces de lo
complejo y de lo misterioso del asunto aún en nuestros días para la ciencia
actual.

Antes de revisar la polémica discusión científica en torno al tema creo oportuno


describir las características acústicas que posee y algunas de las que se cree
son las condiciones para la aparición del sonido.
En cuanto a intensidad el sonido puede llegar a los 105 db 4 como un
instrumento musical de viento de la familia de los bronces (o metales), de
hecho el sonido se parece mucho al de una Tuba.

Otra de sus particularidades es que puede producir más de una frecuencia,


inicialmente suena una pero luego suma frecuencias más bajas. Respecto a las

3
Charles Darwin, “The Voyege of the Beagle”
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db es abreviatura científica para decibeles y estos indican niveles de presión sonora. En acústica indican
nivel lo que podríamos traducir a sentido común como volumen.
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frecuencias que produce hablamos de bajas frecuencias lo que es coherente
con el parecido de su timbre al de una Tuba, aunque las frecuencias varían
según la duna, generalmente el rango va desde los 25º a 300 HZ 5, en el caso
del Bramador las frecuencias que he oído suenan como a 70 u 80 HZ. Según
he leído el sonido puede captarse hasta 10 KM de distancia lo que no he
podido comprobar pero también es parte de la información que he recolectado.

Mientras que hablando de las condiciones para que se produzca el sonido las
dunas que suenan comparten ciertas características por ejemplo sabe (o se
cree según creo) que los granos de arena bien clasificados y con diámetros
promedios del orden de los 200 µm a 250 µm y bien redondeados o pulidos en
forma pareja. Finalmente la ausencia de humedad es otra de las características
comunes a las dunas cantantes, ya con un 1% de humedad el sonido deja de
producirse.
Los granos bien clasificados se producen cuando estos granos se transportan
a si mismos unos sobre otros a través de largas distancias.

IV.- Las Teorías

En la actualidad existen tres teorías en la controversia científica sobre la


explicación del fenómeno de las dunas cantantes, dos de ellas comparten
algunos elementos comunes que las acercan pese a ser distintas mientras que
una tercera se distingue de ambas. Esta última es la más reciente mientras que
las dos anteriores protagonizaban esta discusión hace algunos años. Estas
teorías son promovidas por grupos de científicos cada una liderada por un
investigador.

La Teoría promovida por Bruno Andreotti y sus colaboradores plantea que al


observarse que las emisiones sonoras producidas por avalanchas espontáneas
son similares a las emisiones derivadas de avalanchas producidas prueba que
el sonido no está relacionado con el viento sino que con los granos de arena,
según este grupo de científicos son las propiedades de los granos en
avalancha lo que produce el sonido, la capa superficial de arena funcionaría
como un enorme altavoz es decir que esta vibraría como una membrana
amplificadora.

En base a las mediciones realizadas6 y a los cálculos efectuados Andreotti y cia


concluyen que el sonido es producido por las ondas en la superficie elástica
cuya frecuencia depende de la colisión de granos dentro de la avalancha, en
pocas palabras la superficie externa de la duna crea una membrana que
expande el sonido del movimiento interno de los granos de arena en la
avalancha.

Para estos científicos el tamaño de los granos está correlacionado con la


frecuencia del sonido producido.
5
HZ es abreviatura científica para Hertz o Hertzios. En acústica y en física general indican oscilaciones
por segundo y son la unidad en la que se mide la frecuencia.
6
Para estos experimentos se realizaron mediciones en los siguientes lugares: Kelso (USA), Sand
Mountain (USA), Tarfaya (Marruecos), Cerro Bramador y Mar de Dunas, las dos últimas en Copiapó
Chile por cierto.
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Se produce una sincronización en el movimiento de los granos que viene


debajo de la capa que se desliza en la superficie la que actúa sobre los granos
en movimiento llevándolos amoverse juntos.

Entre las limitaciones de la teoría de Andreotti se plantea según sus oponentes


científico podemos encontrar primero que según sus planteamientos cualquier
duna puede sonar y eso no ocurre, segundo que las mediciones en Nevada
(USA) indican que no hay relación en absoluto (al menos en tal locación) entre
la frecuencia producida y el tamaño de los granos y finalmente que en
ocasiones el sonido continúa por más de un minuto después de que el
movimiento visible (superficial) a terminado lo que no puede explicarse con su
teoría.

Por otra parte Stephane Douady y sus colaboradores representan una teoría
que en muchos puntos tiene coincidencias con la teoría anterior, de esta forma
concuerdan con Andreotti en que la superficie externa de la duna actúa como
altavoz, también están de acuerdo con que el diámetro promedio de los granos
están relacionados a la frecuencia producida.
Difieren en un punto, en la explicación de la sincronización de los granos de
arena mientras Andreotti plantea que esta viene de ondas debajo de la capa
que se desliza Douady asegura que la sincronización viene de ondas “en” la
capa que se desliza. Las limitaciones de esta teoría son básicamente las
mismas que en la teoría anterior debido a sus convergencias.

Una tercera teoría afirma que las dos anteriores están equivocadas en su
explicación del fenómeno. Nathalie M. Vriend y colaboradores realizaron
mediciones en dos dunas en Kelso (USA), de 45 y 11m de altura
respectivamente. Para esto se instalaron 96 geofonos sísmicos a través de la
caída de la duna y se generaron avalanchas producidas por deslizadores
humanos efectuando un espectrograma en cada punto medido por geofonos.

Vriend observó que los deslizadores humanos no pudieron generar “booming”7


en la duna pequeña. Por otra parte en la duna mayor los espectrogramas
muestran de que el booming no comienza con el deslizamiento y varía a través
de este, además también se observa de que a la frecuencia dominante se le
suman otras durante la caída a modo de armónicos, es decir de que la duna
produce más de un sonido simultáneamente.

Se midieron los diámetros de los granos de arena en las distintas en las que
se han desarrollado estos estudios alrededor del mundo (a manera de datos
secundarios) y se concluyó que no hay relación entre el diámetro de los granos
y las frecuencias medidas, esto contradice los fundamentos de las dos teorías
antes reseñadas.

Según proponen este grupo de científicos el booming no viene del movimiento


en la capa superficial como se pensaba sino de la propagación de ondas
internas lo que explicaría que el sonido exista aunque no se vea movimiento en
7
Booming es el nombre que estos científicos le dan al canto de las dunas.
5
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la superficie. La duna actúa como un conductor de ondas en la sub superficie
de esta forma la capa superficial queda atrapada en un sándwich de dos
velocidades: la atmósfera (C0) y otra capa de arena interior (C2). En algunas
condiciones que pueden ser descritas y predichas por un a batería de fórmulas
propuestas por estos investigadores la(s) frecuencia(s) audible(s) se produce
cuando ocurre una interferencia constructiva entre las dos capas de arena en
movimiento mientras la interacción entre la capa superior y la atmósfera actúa
como un altavoz. Esta es la explicación del misterio según Vriend y cia y según
su teoría sólo las dunas con una propagación de velocidades particular en sus
capas de movimiento pueden generar booming. Variables como la temperatura,
la humedad y el viento contribuyen a determinar y modificar la propagación de
velocidades por lo que las dunas pueden perder sonoridad según estos
parámetros se modifiquen durante el transcurso del año y las estaciones.
También el tamaño de la duna importa, una duna pequeña no posee el espesor
necesario para configurar una estructura sub superficial como la requerida para
la ocurrencia del fenómeno.

V.- Final

Después de haber investigado lo que se sabe sobre el fenómeno que


caracteriza al cerro Bramador en mi ciudad y de darme cuenta que se sabe
poco al respecto creo que esto indica que conocemos muy poco de las
particularidades de nuestra zona.
El escepticismo que encontré entre muchos de los copiapinos con los que
hablé al respecto da cuenta de ese desconocimiento.

El sonar del Bramador es un fenómeno impresionante y las avalanchas


naturales de arena son un bello espectáculo de la naturaleza.

El cerro suena, el fenómeno es real no es superstición como muchos plantean,


ahora el por qué del sonido es un tema polémico en la discusión científica y
que pese a los aportes de Vriend en la comprensión teórica del tema parece no
estar zanjado en la ciencia.

Mientras no se zanje la controversia científica y el avance del discurso


racionalista no pueda desplegar sus alas con plenitud sobre las dunas
cantantes y sobre nuestro cerro o tal vez nunca lo haga.

Entonces el velo del mito seguirá satisfaciendo la curiosidad de quienes


conozcan el rugir del cerro mientras el diablo esté atrapado en las entrañas de
un cerro hermoso llamado Bramador.

Bibliografía

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Andreotti B. “The Song of Dunes as a Wave-Particle Mode Looking”. Phys. Rev.


Lett. 93. 2004.
Darwin. C. “the Voyage od the Beagle”
Douady S. “The Song of Dunes as a Self Sincronized Instrument”. Phys. Rev.
Lett. 97. 2006.
Vriend. N. “Solving the Mistery of Booming and Sand Dunes”. Geophysical
Research Letters. 2007.

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