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• Saludo a los participantes

LA IGLESIA EN ESTADO DE MISIÓN


“Lectio Divina” • Canto:
para la Oración y Formación Inicial • Invocar la luz y la fuerza del Esp. S.(oración inicial del folleto de Lectio divina o semejante)
en la Escuela de Discípulos (Esc. de la Palabra) • Entronización de la Palabra de Dios con el Cirio Pascual en el centro de la reunión
y la Escuela de Misioneros (Esc. de Apóstoles)
1er. Paso: LECTURA (Lectio)
DESDE NUESTRO CONTEXTO
Animador(a): Leemos el siguiente relato:
EN LA CIUDAD DE MÉXICO Cohélet 1,2; 2,21-23 "¿Qué me quieres dar?"
XVIII Dom. Tpo Ordinario (C) Col 3,1-5.9-11 En una de sus narraciones, Tagore describe a un pordiosero que mendigaba de puerta en puerta,
tocando en los corazones de amigos y desconocidos. Se le veía por las plazas, en los poblados,
1 de Agosto de 2010 Lc 12,13-21
recorriendo caminos, exponiéndose al peligro de salteadores y alimañas. Hasta que un buen día, a lo
lejos, divisó una carroza de ensueño. La tiraban seis alazanes impetuosos. "¿Quién será ese gran señor
“LA VIDA DEL HOMBRE NO DEPENDE DE LA ABUNDANCIA DE SUS BIENES” que se acerca?" -se dijo. Entonces su esperanza cobró alas. El corazón le galopaba. Se puso a mitad
del camino y aguardó. La comitiva, al toparse con un hombre arrodillado, se detuvo. Se escuchó una
” orden. Se abrió una puerta decorada en jaspe y oro. Descendió un rey. Al instante se cruzaron dos
miradas. Los vasallos, en silencio, contemplaron atónitos la escena. Era mediodía, pues el sol ya había
levantado sus llamas. Olía a desierto encendido.
En un gesto de humildad, el rey se despojó de su turbante. Se inclinó a la altura del miserable, abrió
su mano derecha y le suplicó: "Mendigo, ¿qué me quieres dar?". El pordiosero temblaba. Por su
mente se desgarraban las ilusiones. Comenzaron los espejismos. Sonaban gritos lejanos y risas
burlonas. ¡Ah, qué cruel es abrir una mano enjoyada y mendigar a un pobretón como yo!
Con odio y desprecio, el mendigo hundió en la palma del rey un minúsculo grano de trigo. El Rey
contestó con un gesto de benevolencia. Abrió un cofrecillo, guardó el grano y subió a la carroza. Un
latigazo rompió el silencio y los alazanes arrancaron el paso. La mirada del pordiosero persiguió en el
horizonte la silueta dorada de la carroza. Quería llenarse los ojos del áureo metal.
Dando el día por perdido, regresó a su tienda. Vivía entre remiendos. La noche en el desierto siempre
emana un suave y reconfortante aroma. Con un poco de leña, encendió un fuego. Sobre dos tablas que
hacían de mesa arrojó los granos recolectados. Los amasaría, para después cocerlos y comer un poco
de pan. Uno a uno los fue contando. Comparaba el tamaño, el grosor. Uno de ellos espejeaba. Algo
anormal. ¿Otro espejismo? ¡Lo que hace el hambre y el rencor! Frotándolo contra sus harapos, lo
acercó al fuego. Parecía un diminuto diente de oro, una uña de luz. Entonces...
Entonces se estremeció y comprendió. Un soplo ligero estremeció las llamas afiladas de la hoguera.
“¡Si le hubiera dado al rey todo cuanto tenía! ¡Si por una vez en mi vida hubiera sido generoso! Ahora
no poseería una insignificante mota de oro y un desierto inerte, sino un oasis y una vida cuajada de
felicidad”. Salió al camino. Quiso volver al pasado, a ese encuentro maravilloso que podía haber
cambiado su existencia. Corrió. Le resultaba maravilloso sentir el péndulo del corazón en el pecho y la
respiración anhelante. A cada paso la arena crujía bajo sus pies y las huellas se desdibujaban,
enseguida. Volvió. Pero todo había pasado. Sería imposible revivir ese instante. Sus ojos, fijos como
dos botones, buscaban entre las dunas huellas, signos, señales, cualquier indicio; al menos una pista.
Pero nada. Todos habían pasado. Todo era pasado. ¡Pasado! En algún lugar del mundo, encerrado en
un cofrecillo de marfil, hay un grano de trigo. No vale nada. No pesa, pues se obsequió con rencor y
egoísmo. No sirve. No alimenta. Está hueco, porque no se "invirtió".
Por eso, si alguna vez, en cualquier rincón de este mundo te encuentras con algún Rey, si distingues la
sombra de su carroza o escuchas el relincho de sus caballos, apresúrate. No dejes pasar la
oportunidad. Dale todo. Todo. Invierte tu vida. Es la oportunidad que Dios te concede para hacer algo
Palabras clave: “RIQUEZA-AVARICIA-SOLIDARIDAD-GENEROSIDAD” grande por Él y por los demás. Sé un mendigo negociante. Invierte todos tus granos en algo valioso,
en oro puro. No te conformes con harapos… porque el oro lo tienes tú, si no amontonas vanas riquezas
OBJETIVO: “Recordar que la importancia de ser rico a los ojos de Dios; para que, para ti mismo, sino que te haces rico con lo que vale ante Dios.
no busquemos acumular tesoros en la tierra, sino en el cielo”. Respondemos en comunidad las siguientes preguntas:
Preparar: Biblia — Velita — Cruz (Para la CONTEMPLACIÓN: una velita – un 1. ¿Qué esperaba el rey del mendigo que se acercaba? ¿Qué tenía él?
pedazo de pan – un ladrillo – un poco de miel – unos granos de sal – un poco de 2. ¿porqué la generosidad del indigente es recompensada ?¿Qué vale más en una persona,
aceite – un vaso con agua – una hoja en blanco – un lapicero) tener alimento o ser generoso?
3. ¿Es posible que tú te encuentres con un rey alguna vez?¿En qué situaciones? ____________________________________________________________________________
4. ¿Qué le piensas dar?¿Crees que alguien te puede hacer rico? Explica quién y por qué. ____________________________________________
Riqueza o pobreza ____________________________________________________________________________
Un día un padre de familia adinerado llevó a su hijo a un viaje con el firme propósito de mostrarle
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cuantas personas vivían de forma diferente a ellos, y que pobres eran algunas familias.
Al llegar, pasaron todo un día y una noche en una humilde casa de una familia muy pobre. ____________________________
Cuando regresaron de esta experiencia, el padre preguntó a su hijo:
- ¿Qué te pareció el viaje? - Muy bueno Papá!!! COMENTARIO A LA PALABRA: Contrasta con la meditación que ya has hecho
- Viste como viven los pobres? - Sí. I.- Ser rico ante Dios [Lc 12, 13-21). El Evangelio de hoy afronta nuestras preocupaciones y
- ¿Y que aprendiste?, le preguntó. Su hijo, entonces, le respondió: nuestras tendencias instintivas. El Señor nos pone en guardia: "Guárdense de toda clase de codicia,
“Yo ví que nosotros tenemos un cachorro en casa, ellos tenían cuatro. Nosotros tenemos una piscina pues aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes". Según su habitual modo
que ocupa medio jardín, ellos tienen un río que no tiene fin. catequético, Jesús no se para en este aviso abstracto y lo ilustra con la parábola del rico que almacena
Nosotros tenemos un solarium iluminado con luz, ellos tenían el cielo, con todas las estrellas y la luna… sus tesoros para prevenir el futuro con una preocupación clara que es también muy de nuestros días:
Nosotros tenemos un jardín con portón de entrada, ellos tenían el bosque entero”. Mientras que el "Túmbate, come, bebe y date buena vida".
pequeño respondía, el padre, del asombro, no podía articular palabra alguna. Su hijo agregó: “Gracias
Pero para Jesús las riquezas son sospechosas. Ya el Antiguo Testamento tenía sobre ellas la misma
papá, por enseñarme hoy lo pobres que somos.
sospecha. Sin embargo, la riqueza era señal de la bendición de Dios. Se atribuye riqueza a los
Pon atención a que tu vida no sea tan pobre que lo único que tengas sea dinero o que al final te suceda
Patriarcas (Gn 13, 2; 26, 12; 30, 43). El Deuteronomio nos dice que Dios desea el bienestar de su
como al primer hombre que desenterraron en la ciudad de Pompeya: estaba enterrado bajo siete
pueblo (Dt 8, 7-10; 28, 1-12). Se presenta la riqueza como una forma manifestativa de la gloria de
metros de lava con las manos amarradas a un puñado de monedas de oro que no había podido soltar
Dios ( Sal 37, 19). Pero el Antiguo Testamento es también muy consciente de los peligros de la
para correr.
riqueza. "Feliz el rico que es hallado sin mancha" (Eclo 31, 8); "el rico no debe vanagloriarse de sus
riquezas" (Jer 9, 22); "la respuesta del rico es dura" (Prov 18, 23); "los ricos de la ciudad son hombres
ESCUCHEMOS JUNTOS LA PALABRA DE DIOS violentos" (Mi 6, 12); "las riquezas producen vanidad" ( Sal 48, 7); "al rico la ansiedad le impide
Ser rico a los ojos de Dios, esas es la cuestión. Nuestro seguro de vida es esa riqueza y no la dormir" (Ecle 5, 11). La riqueza es inútil al final de la vida: el rico que está empachado de sus riquezas
que nos da el mundo: ¿Ya compramos la póliza?. Abramos nuestros corazones a la Palabra terminará vomitándolas (cf. Job 20, 15); "el hombre opulento es semejante a un buey que se sacrifica"
de Dios, cantando un himno de alabanza. (Mientras, el lector toma solemnemente la Palabra (Sal 48, 13); "en el día de la cólera la riqueza es inútil" (Prov 11, 4); la riqueza del hombre es el
rescate de su vida" (Prov 13, 8); "la riqueza no es eterna" (Prov 27, 24). Aunque la riqueza es un don
de Dios) Lector(a): Lectura del santo Evangelio según san Lc 12,13-21 de Dios, hay que saberla sopesar con mesura y no deja de ser un bien relativo; hay que preferir la
Hacemos silencio para que la Palabra de Dios pueda anidar en nuestros corazones... sabiduría (1 Re 3, 11; Job 28, 15-19; Sab 7, 8-ll, Prov 2, 4, 3, 15; 8, ll). Además es difícil vivir en la
prosperidad siendo fiel, porque la abundancia embota el corazón (Dt 31, 20; Sal 73, 4-9). En Isaías
2o. Paso: MEDITACIÓN (Meditatio) podemos leer una maldición contra la riqueza: "Malditos los que acumulan casa a casa y campo a
DESCUBRAMOS JUNTOS LO QUE campo" (Is 5, 8). Es el "Malditos ustedes los ricos" del Evangelio (Lc 6, 24).
DIOS NOS QUIERE DECIR EN ESTE Esta es la óptica en la que Jesús presenta su parábola. Aunque la riqueza no es un mal en sí misma,
RELATO: Animador(a) hace muy difícil el camino hacia el Reino. ¿Qué saca el hombre de su trabajo? (Ecle 1, 2; 2, 21-23)
1. En el versículo 14, Jesús dice: “Cuídense de toda avaricia” Este texto podría llevarnos a pensar que hay que desinteresarse del trabajo y del progreso. Todo
vanidad. Sería comprender mal el pensamiento del autor. Lo que en realidad pide es un equilibrio. El
¿Cuántas clases de avaricia conocemos? ¿Qué razón da Jesús para trabajo no debe ser todo en nuestra vida, que debe estar, ante todo, orientada hacia Dios. Se trata de
cuidarse de la avaricia? Y yo: ¿De cuál “avaricia” debo cuidarme? aprender a dar al trabajo su sentido exacto. Cosa, por lo demás, que no aparece del todo claramente
2. ¿Cuál es la pregunta que se hace el hombre rico? ¿Por en este libro de corte más bien pesimista.
qué? ¿Qué decide hacer? ¿Cómo le contesta Dios? ¿Qué significa la palabra INSENSATO? En el Sermón del monte encontramos el pensamiento de Cristo sobre las riquezas; bueno será
¿Qué significa SER RICO A LOS OJOS DE DIOS? completarle con la enseñanza de la parábola de la perla preciosa (~It 13, 45), de la obligación de no
3. Jesús plantea la brevedad de la vida y el uso que de ella hacemos, nosotros: servir más que a un solo señor (Mt 6, 24), de la dificultad de seguir a Jesús en el camino de la
perfección (Mt 19, 21), de la necesidad de renunciar a todos los bienes para ser discípulo de Cristo (Lc
¿Cómo usamos de nuestra existencia? ¿Qué bienes estamos acumulando?
14, 33). La riqueza conlleva el peligro de cerrar el corazón; es la idea que expresa el salmo
4. Cuando muramos: ¿Cuáles serán los bienes que dejemos en herencia? responsorial de hoy, el 94: "No cierren hoy sus corazones".
¿espirituales o materiales? ¿Seremos juzgados como insensatos o de
II- Buscar las realidades de arriba (Col 3, 1-5.9-11)
buen juicio?
La actitud equilibrada del cristiano de hoy y de siempre, le viene dictada por la realidad que ha surgido
Escribe algunas ideas fundamentales que te impacten en él con su bautismo. Resucitado con Cristo, debe buscar las realidades de arriba. Ahí reside el
sentido de su vida.El cristiano es un hombre nuevo, rehecho sin cesar por el Creador a su imagen para
irle conduciendo al verdadero conocimiento.
Si hay que hacer desaparecer lo vicios que S. Pablo enumera, entre los que subraya el deseo de placer
y el culto a los ídolos, es por lograr el conocimiento verdadero que conduce a la gloria. Buscar las
realidades de arriba no es únicamente un consejo moralizante de S. Pablo, sino una consecuencia de
toda una ontología nueva: pertenecemos al Reino de arriba; es por tanto normal que estemos libres de en cuenta que no sólo se trata de “dar a los otros lo contemplado”, sino que
las convulsiones y preocupaciones del hombre viejo. se supone que he contemplado lo que los otros necesitan? ¿Cómo me preparo
y colaboro remota y próximamente con el Ministerio de la Palabra?
3er. Paso: ORACIÓN (Oratio
Animador(a): Elevemos nuestras oraciones comunitarias al Padre (respondemos
según la intención: Te pedimos,Señor o te damos gracias,Señor. Se pueden hacer oraciones
Finalizamos cantando
de Alabanza. Decimos las Palabras que Jesús nos enseñó: PADRE NUESTRO…
TEMA PARA LA FORMACIÓN INICIAL (“Esc.de Discípulos”)
4º. Paso: CONTEMPLACIÓN (Contemplatio) Lo que más me impresiona de este hombre, rico y ávido, de la parábola evangélica es su heladora
Gesto: “Sean ricos a los ojos de Dios” nos propone Jesús. Pongamos a los pies de la cruz los signos soledad. Algo verdaderamente tétrico, horripilante. Nadie está tan solo como este hombre rodeado,
que muestran lo que queremos ser como respuesta a la Palabra elevando nuestra oración al Padre. casi sofocado, por sus bienes. Más que contar sus rentas, parece hablar con ellas. Lo vemos en
Respondemos a cada intención: coloquio con las cifras. En diálogo amoroso con los libros contables. Su voz suena solo a dinero.
“Haz, Señor, que seamos generosos con los bienes que nos regalas”:
Es un individuo sin nombre, sin rostro. No tiene mujer, ni hijos, ni amigos. El único lazo estrecho son
 Te ofrecemos la luz como signo de la sabiduría que nos das, para iluminar la vida de sus bienes materiales. Se identifica con las propias riquezas. El mismo se convierte en campo, grano,
nuestros hermanos. Oremos... trigo, almacén, número, cartera. Ya no es un hombre. Es una cosa en medio de las cosas. Los bienes,
en lugar de ser vehículos de comunicación, de relación con los otros, para él son cosas a acumular,
 Te presentamos el pan, que simboliza el alimento que proporcionas a tus hijos, para conservar, proteger, defender. En vez de ser medios se convierten en fin, al que se sacrifica todo.
compartirlo con los que más lo necesitan. Oremos...
Y terminan por cerrarlo en una prisión. Este hombre triste es un prisionero. Puede incluso ampliar los
 Te ofrecemos el ladrillo, que simboliza la Iglesia que nos diste, para que trabajemos sin cansancio y con
almacenes. Pero no logrará ya salir de ellos. Es un hombre cerrado. Sin futuro. Precisamente él que se
alegría en la construcción de tu Reino. Oremos... engañará pensando que está asegurado para muchos años. Cuando se pronuncia la terrible sentencia:
 Te ofrecemos la miel, signo de la dulzura con que nos tratas, para que con esa dulzura podamos alegrar la «Esta noche te van a exigir la vida», en realidad él ya está muerto desde hace tiempo. La sentencia la
vida de los demás. Oremos... pronunció él sobre sí mismo. Se le llama «necio».
Porque funda la propia seguridad en el tener y no en el ser.
 Te presentamos la sal, signo del sabor que das a nuestra vida, para que ayudemos a nuestros hermanos a Porque se afana por poseer y acumular, en vez de comprometerse a crecer.
encontrar el sentido de la vida y darles esperanza en medio de las dificultades. Oremos... Porque se identifica con las cosas, y no las cambia en sacramento de comunión con los hermanos.
 Te entregamos aceite, que nos recuerda la salud que nos diste en el Bautismo, para que sepamos llevar tu Porque piensa que la posesión egoísta del dinero da vida y alegría.
consuelo y alivio a los que sufren. Oremos. Porque no sospecha que, aunque salgan las cuentas, su existencia es una quiebra.
Porque está en adoración y no ve más que el propio «yo». No se para jamás frente a un «tú».
 Te ofrecemos el agua, símbolo de purificación, para saciar la sed de aquellos que luchan por la justicia, la Porque no entiende que «el yo no tiene otra protección que el darse, el perderse» (A. Paoli).
paz y la libertad. Porque no cae en la cuenta de que no es posible llenar el vacío con un estorbo.
 Te presentamos el reloj, signo del tiempo, para “gastarlo” en el servicio a los demás. Porque no intuye que la seguridad puede derivarse sólo de un acto de coraje y ruptura. Porque no
se percata de que la vida va llena de amistad, de don, de relaciones, no de cosas.
 Te entregamos una hoja en blanco y un lapicero, para que escribas en nosotros una nueva vida de Intentemos ahora sacar algunas consecuencias.
generosidad con los hermanos. - La posesión es siempre limitación. «El que adquiere un campo y lo cierra con una cerca, se priva del
resto de la naturaleza, se empobrece de todo lo demás. He aquí por qué la pobreza religiosa no
5º. Paso: ACCIÓN (Actio) significa poseer poco, sino no poseer nada, para poseerlo todo. La posesión es sobre todo limitación de
Animador(a): Es el momento de propósitos y compromisos concretos a libertad. «¿No han observado alguna vez que ser rico se traduce siempre en un empobrecimiento en
partir de lo que hoy hemos orado y contemplado. Testimonio otro plano? Basta decir: poseo este reloj, es mío, y cerrar la mano, apresándolo, para tener un reloj y
de vida: Pobre y humilde Alegre y entusiasta haber perdido una mano» (A. Bloom). Nuestro espíritu y nuestro corazón tienden a empequeñecerse, a
Orante, Evangelizadora reducirse a las dimensiones de los objetos sobre los que se cierran, a las dimensiones de los bienes
Fraterna y trabajadora y comprometida sobre los que se repliegan. La riqueza es falsificación de las cosas, porque falsea la relación con ellas.
El rico cree que su título de propiedad le une íntimamente, con seguridad a sus bienes. Pero esto es
De manera especial en el día de hoy: ¿Estoy dispuesto a
una colosal ilusión. Las cosas como las personas, tienen un «límite de inviolabilidad, un umbral
darle a mi vida un talante de acción esperanzada y
infranqueable», que no puede ser forzado por un derecho que se derive simplemente del dinero. Una
comprometida, com motivación profunda para ser testigo? cosa no se deja «violar» por la cartera (las personas, algunas veces sí...). Por eso, aun cuando me
pertenezca, aunque sea "mía", la cosa sigue «inviolada» en su esencia más verdadera, y siempre me
dejará insatisfecho. Para entrar en comunión íntima con un bien creado, la propiedad ligada al dinero,
6º. Paso: ANUNCIO al derecho, puede constituir un obstáculo. Para poseer una cosa, es necesario establecer con ella no
una relación de posesión, de agresividad, sino de participación, de maravilla, de contemplación.
(Evangelizatio) - El hombre litúrgico, y no el hombre económico es el que está en armonía con todo lo creado. La tierra
¿Cómo estoy dispuesto a convertir en anuncio explícito el evangelio que hoy pertenece a los «mansos», o sea, a aquellos que nada reivindican. Solamente el que ora, teniendo las
he meditado?¿En que contextos específicos y a qué personas estoy dispuesto manos vacías, libres, puede orar en las cosas y con las cosas. La diferencia pasa entre quien pone el
corazón en las cosas (o deja que las cosas, según su paso natural, pasen de las manos al corazón, y
a anunciar la faceta de Jesús y de mi propia vida que hoy he orado? ¿Tengo aquí ocupen todos los centros estratégicos de mando) y quien, por el contrario, obliga a las cosas a
hacerse partícipes, cómplices, expresión del propio corazón. Podemos aún decir que la diferencia está como la ley intrínseca y constitutiva del Reino. Son del Reino aquellos que se aman como Dios les ama y como Dios
entre el capitalista y el liturgo. Entre el usurpador, el conquistador, y el hermano. quiere que se amen: «en esto conocerán que son mis discípulos» (Jn 13,35).
El primero, a través de las cosas, se para, se aísla, tiene y rechaza. El otro camina, se abre, da y se MIÉRCOLES: EN QUÉ CONSISTE EL REINO
dilata. El primero se apropia de algo y queda en la superficie de todo. El otro descubre la verdad Se trata de un nuevo y definitivo ofrecimiento de Dios a los hombres: un nuevo ofrecimiento de perdón que comporta la
necesidad de «conversión» a la filiación y a la fraternidad. Las denominadas «parábolas del Reino» explican las
profunda de las cosas. El primero dispone de las riquezas; el otro es señor de sí mismo. El primero es características de esta nueva oferta de Dios a los hombres. Algunas subrayan el aspecto de gratuidad del Reino, fruto
un excomulgado. El otro se comunica con todo y con todos. El primero acumula. El otro comparte. Nos de la bondad paternal de Dios, que ofrece acogida y perdón a todos porque El es bueno, no por nuestros méritos:
preocupamos de enseñar a caminar. Y el día en que el niño da los primeros pasos se celebra como un porque ha decidido mostrarse acogedor y perdonador. Tenemos, por ejemplo, las tres parábolas del «gozo de Dios» al
gran acontecimiento en la familia. Sería necesario hacer fiesta cuando el niño comienza a usar las «recobrar lo que se le había perdido», en la forma del gozo del buen pastor que recobra la oveja perdida, la mujer que
manos de la única manera correcta, que es la manera del dar. Nos preocupamos de las manos sucias. recobra la moneda perdida y, sobre todo, la gran parábola del padre bueno que manifiesta su corazón de padre
haciendo una gran fiesta cuando vuelve a casa el «hijo pródigo» que le había dilapidado la herencia (Lc 15,1-32).
En realidad, las manos están manchadas sólo cuando «retienen» algo. Tenemos igualmente la parábola de los que van a trabajar a la viña a horas diversas, que muestra la bondad del Padre
Un cristiano, o sea un buscador de Dios, superará la tentación de pararse sólo si es capaz de al dar sus dones más allá de lo que uno pueda haber merecido (Mt 20,1ss). Otras parábolas, en cambio, subrayan
transformar las realidades terrenas en «señal» y «don». Sólo se aprenderá a usar las manos de la principalmente la responsabilidad de los hombres en la acogida del Reino, ya que éste, si es gratuito, no es impuesto a
única manera "justa". Nuestras cuentas, a diferencia de aquellas del «necio» de la parábola, saldrán, la fuerza, sino que pide conversión a una vida nueva de filiación; son, entre otras, las parábolas de los invitados a la
cuando salgan las cuentas de los otros. boda (Mt 22,2), del tesoro escondido (Mt 13,44), del sembrador (Mt 13,3), de los administradores (Lc 16,1; Mt 25,14)...
El Reino, cuya venida pedimos en el Padre “Nuestro” de manera que se cumpla la voluntad del Padre «así en la tierra

CURSO DE ORACIÓN APOSTÓLICA para la “ESC DE MISIONEROS”


como en el cielo», Jesús no sólo lo explica y proclama con sus palabras, sino que, sobre todo, comienza a hacerlo
presente con sus obras. Jesús actúa de tal manera que se pueda reconocer en El la presencia del amor paternal de Dios
Complemento a la FORMACIÓN BÁSICA para con todos los hombres, y en particular para con aquellos que están más necesitados del mismo. Por eso Jesús
acoge y ofrece la salvación a los pecadores, a los enfermos y minusválidos, a las prostitutas y a los publicanos, es decir,
JESÚS NOS OFRECE SU REINO (PADRE “NUESTRO”, REINO DE HERMANOS) a todos los que se hallaban marginados religiosa y socialmente: a ellos particularmente les quiere hacer presente que
LUNES DIOS PADRE también ellos son objeto del amor paternal de Dios.
En continuidad con el tema anterior, Jesús no anuncia el Reino de Dios el Señor, sino el Reino de Dios su Padre. No es el JUEVES: LOS VALORES DEL REINO
señorío lo que califica la paternidad de Dios, sino que la paternidad de Dios califica al señorío y al Reino que Jesús Toda sociedad tiende a estigmatizar y marginar a aquellos que no viven según los valores, costumbres y modos de vida
anuncia... En este Reino Dios no es Señor, sino Padre misericordioso. En este Reino no hay esclavos, sino hijos de Dios: que las clases dominantes de la misma sociedad imponen; y una sociedad, además, religiosa y teocrática, como era la
no se pide obediencia o sumisión, sino amor y libre participación. El hábito de la recitación cotidiana del «Padre de Israel, tiende a hacer que la estigmatización social sea a la vez religiosa, de manera que el marginado social es
Nuestro» seguramente nos ha embotado la sensibilidad para percibir la profundidad de esta nueva plegaria. En ella se considerado a la vez como pecador: los que son rechazados por los hombres han de ser además rechazados por Dios.
resume admirablemente todo lo que Jesús venía a enseñarnos sobre la relación de los hombres con Dios y, Así se les puede despreciar con la conciencia más tranquila. Jesús proclama, en cambio, que Dios no rechaza a nadie
consiguientemente, sobre la relación de los hombres entre sí. Lo más esencial de esta enseñanza es que la salvación del que se quiera sentir hijo suyo y hermano de los demás. El amor y la salvación de Dios se ofrecen gratuitamente a todos.
hombre -el sentido pleno y definitivo de la vida humana- es aceptar ser hijo de Dios y portarse como tal. A la manera Esto provoca la protesta de los que pensaban estar mejor situados y con más derechos ante Dios por el hecho de haber
como el ser del Hijo Único es completamente relacional y consiste en reconocerse y aceptarse como totalmente conseguido -¿a costa de qué y de quién?- una mejor situación en el sistema socio-religioso dominante. Esta es la gran
procedente de la gratuita comunicación de ser por la que Dios es su Padre, así los seguidores de aquel Hijo único lección de la parábola del fariseo y del publicano (Lc 18,9-14): uno es justificado ante Dios no por las obras de que
también han de comprender y admitir que su ser es totalmente relacional, primero respecto a Dios y, pueda gloriarse, sino por la fe humilde y confiada en el amor gratuito de Dios. Dios no se complace en nuestras obras
consecuentemente, los unos para con los otros. Se trata de reconocer que somos hijos de Dios y hermanos unos de externas, sino en nuestro corazón. Se entiende cómo las «bienaventuranzas» (Mt 5, 1 ss) son como la condición de la
otros: que nuestra vida verdadera procede toda de Dios de una manera gratuita, porque El nos ha amado pertenencia al Reino: son «los pobres en el espíritu», «los limpios de corazón»... los que gozarán del reino de Dios, sólo
gratuitamente, sólo porque El es bueno -no porque nosotros lo hayamos merecido-, con un generoso amor de Padre porque son objeto del amor paternal de Dios.
comunicador de vida. Vivir de esta manera la filiación en la fraternidad es la condición para el Reino de Dios; o, mejor El Reino de Dios que Jesús inaugura no es, pues, el tiempo del juicio de Dios sobre los méritos de los hombres (que
dicho, es ya el Reino de Dios en la medida en que se puede dar aquí en la tierra, esperando su cumplimiento perfecto en siempre serían hallados en falta), sino el tiempo de ofrecimiento de salvación gratuita a todos los que quieran acogerla.
el cielo. Esta proclamación de Dios como Padre y del Reino de la filiación en fraternidad es algo que trastorna Este acogimiento comporta, sin embargo, un radical cambio de valores y de vida. Mientras que el reino de este mundo
totalmente las ideas habituales sobre Dios de las religiones. No hemos puesto atención en la revolución que implica el está estructurado a partir de las apetencias de poder, de seguridad egoísta, de autoafirmación social o religiosa.... el
mandamiento de Jesús que nos hace decir «Padre nuestro que estás en los cielos...». El aspecto de trascendencia, de Reino de Dios es una invitación -no una imposición- a reintroducir en el mundo los principios de la fraternidad, la
lejanía, de respeto religioso, está ciertamente marcado en las palabras «que estás en los cielos»; pero, al anteponer a solidaridad, el servicio, la pobreza, la humildad, la no-violencia... Por eso dirá Jesús que «el hombre vale más que la ley
ellas la palabra «Padre», inmediatamente se nos hace sentir que Dios no quiere ser el señor lejano, ultraterreno, que del sábado» (Mt 6,26) y que «el amor vale más que los sacrificios cultuales» (Mc 7,6); y prescribirá a sus seguidores que
impone respeto sólo por su omnipotencia trascendente. Ciertamente, la suprema y fundamental determinación de todo no busquen los primeros lugares (Mt 18,1; Mc 10,33), que no se angustien en acumular tesoros (Mt 6,19 y 24; 19,28),
viene del mundo celestial; la tierra está bajo el dominio de una realidad ultraterrena. Pero el cielo y la tierra no se que han de buscar más bien servir que ser servidos (Mt 20,24; Mc 10,45), que han de perdonar como ellos mismos son
contraponen antagonísticamente; al contrario: la tierra, y los hombres en ella, son objeto de amor y de cuidado por perdonados (Mt 6,12; 18,21; Lc 17,4)... La ley suprema del nuevo Reino es la que se expresará como conclusión de la
parte del «Padre del cielo». El Ser Supremo deviene así próximo e íntimo, y por eso se podrá pedir que se cumpla la primera parte del sermón del monte (Mt 5,45ss): se trata de imitar la «perfección» del mismo Padre celestial, «que hace
voluntad de Dios «en la tierra como en el cielo», no resignada, sino confiadamente. salir el sol sobre buenos y malos y hace llover sobre justos e injustos»; es decir: amar gratuitamente, totalmente,
MARTES: EL REINO siempre, en todas condiciones, sin hacer distinción de personas, sin esperar recompensa, como ama el mismo Padre
Se ha dicho que la revelación de Dios como Padre es «el mensaje central del Nuevo Testamento». Pero esta revelación celestial, «así en la tierra como en el cielo».
se halla en conexión con otro aspecto, quizás igualmente central, del mensaje de Jesús: el anuncio del Reino de Dios VIERNES: EL REINO QUE EL PADRE QUIERE ESTABLECER EN EL MUNDO
como algo inminente que Jesús mismo viene a inaugurar y a hacer presente. Los evangelistas recuerdan que éste es el La profundidad del «Padre nuestro» sólo se puede captar a partir de estos presupuestos de la predicación y acción de
tema inicial de la predicación de Jesús: «conviértanse, porque ha llegado a ustedes el Reino de los cielos» -o «el Reino Jesús acerca del nuevo Reino que el Padre quiere establecer en el mundo: un Reino en el que verdaderamente todos los
de Dios» (Mt 4,17; Mc 1,15). Casi toda la actividad posterior de Jesús consistirá en explicar con parábolas las hombres se sientan hermanos y actúen como tales, porque todos se saben hijos de Dios y objeto de su amor de Padre.
características de este Reino y en mostrar con obras de curación de enfermos y de acogida de pobres y pecadores de Sólo en la fraternidad efectivamente vivida es «santificado el nombre de Dios». En el Antiguo Testamento, Yahvé se
qué manera quiere Dios realizar este Reino ya aquí en la tierra. El Reino no es más que la realización del designio quejaba de que «su nombre era blasfemado» por el hecho de que su pueblo era oprimido; pero anunciaba: «vendrá día
paternal de Dios respecto del mundo y de los hombres: es la nueva forma que ha de tomar el mundo en la medida en en que mi pueblo conocerá mi nombre y comprenderá que soy el que he dicho: estoy con vosotros» (Is 52,5-6). Los
que los hombres reconozcan la paternidad de Dios viviendo en fraternidad. jóvenes torturados en el horno de Babilonia oraban: «Líbranos, Señor, con tu poder, y da gloria a tu nombre» (Dan 3,43).
El Reino surge cuando, ante la constatación de que el mundo, a consecuencia de los pecados, egoísmos e injusticias de Pero es en el profeta Ezequiel donde hallamos la mejor explicación de la primera petición del «Padre nuestro»: el
los hombres, no es lo que Dios quisiera que fuera, Dios nos declara que aún ama a este mundo; que ha decidido nombre de Yahvé había sido entre los gentiles objeto de irrisión a causa de las desgracias en que había caído el pueblo
salvarlo, no condenarlo; y que por eso ha decidido intervenir definitivamente enviando a su Hijo, Jesús, a invitar a los por sus pecados. Decían: «Mirad, son el pueblo de Yahvé, y se han visto forzados a abandonar su propia tierra». Pero
hombres a que quieran, finalmente, vivir como hijos de Dios, cosa que implica vivir como hermanos. Este Reino no Yahvé replica: «Yo tendré consideración de mi santo nombre... » (Ez 36, 20ss). Este es el trasfondo de la petición
consiste en la restauración de Israel como unidad política; consiste en la restauración e integración de la humanidad «santificado sea tu nombre»: el nombre de Dios es ultrajado y blasfemado cuando los hombres viven una vida de
-desintegrada por el pecado y por la insolidaridad- en una nueva forma de relación con Dios y de los hombres entre sí. injusticia y de pecado. El desorden que se introduce en el mundo es como un descrédito y una irrisión del Dios que lo ha
Por eso el gran mandamiento del Reino es el «nuevo» mandamiento del amor, que es más que un precepto moral: es creado. Y, al contrario, el nombre de Dios es santificado y glorificado en la medida en que los hombres viven como les
corresponde, como hijos de Dios y como hermanos; en la medida en que se hace efectivo su Reino aquí en la tierra
«como en el cielo». La invocación de Dios como Padre comporta la conversión a los principios y valores del Reino; es
decir, la voluntad decidida de vivir como hijos en la fraternidad, la solidaridad, el amor y la justicia. La gloria de Dios
está en que «todos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre del cielo» (Mt 5,16). El «mensaje central del NT es, a
la vez, la revelación del corazón paternal de Dios y la revelación de la exigencia de que vivamos como hermanos: sólo
cuando se asumen a la vez estos dos aspectos, la revelación se hace humanizadora y liberadora; de otro modo, podría
ser más bien alienante.
SÁBADO: CRISTO HACE PRESENTE EL REINO
“Jesús de Nazaret lleva a cumplimiento el plan de Dios. Después de haber recibido el Espíritu Santo en el bautismo,
manifiesta su vocación mesiánica: recorre Galilea proclamando « la Buena Nueva de Dios: "El tiempo se ha cumplido y
el Reino está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva" » (Mc 1, 14-15; cf. Mt 4, 17; Lc 4, 43). La proclamación y la
instauración del Reino de Dios son el objeto de su misión: « Porque a esto he sido enviado » (Lc 4, 43). Pero hay algo
más: Jesús en persona es la « Buena Nueva », como él mismo afirma al comienzo de su misión en la sinagoga de
Nazaret, aplicándose las palabras de Isaías relativas al Ungido, enviado por el Espíritu del Señor (cf. Lc. 4, 14-21). Al ser
él la « Buena Nueva », existe en Cristo plena identidad entre mensaje y mensajero, entre el decir, el actuar y el ser. Su
fuerza, el secreto de la eficacia de su acción consiste en la identificación total con el mensaje que anuncia; proclama la
« Buena Nueva » no sólo con lo que dice o hace, sino también con lo que es.
El ministerio de Jesús se describe en el contexto de los viajes por su tierra. La perspectiva de la misión antes de la
Pascua se centra en Israel; sin embargo, Jesús nos ofrece un elemento nuevo de capital importancia. La realidad
escatológica no se aplaza hasta un fin remoto del mundo, sino que se hace próxima y comienza a cumplirse. « El Reino
de Dios está cerca » (Mc 1, 15); se ora para que venga (cf. Mt 6, 10); la fe lo ve ya presente en los signos, como los
milagros (cf. Mt 11, 4-5), los exorcismos (cf. Mt 12, 25-28), la elección de los Doce (cf. Mc 3, 13-19), el anuncio de la
Buena Nueva a los pobres (cf. Lc 4, 18). En los encuentros de Jesús con los paganos se ve con claridad que la entrada en
el Reino acaece mediante la fe y la conversión (cf. Mc 1, 15) Y no por la mera pertenencia étnica.
El Reino que inaugura Jesús es el Reino de Dios; él mismo nos revela quién es este Dios al que llama con el término
familiar « Abba », Padre (Mc 14, 36). El Dios revelado sobre todo en las parábolas (cf. Lc 15, 3-32; Mt 20, 1-16) es
sensible a las necesidades, a los sufrimientos de todo hombre; es un Padre amoroso y lleno de compasión, que perdona
y concede gratuitamente las gracias pedidas.
San Juan nos dice que « Dios es Amor » (1 Jn 4, 8. 16). Todo hombre, por tanto, es invitado a « convertirse » y « creer »
en el amor misericordioso de Dios por él; el Reino crecerá en a medida en que cada hombre aprenda a dirigirse a Dios
como a un Padre en la intimidad de la oración (cf. Lc 11, 2; Mt 23, 9), y se esfuerce en cumplir su voluntad (cf. Mt 7,
21)”(RMi 13)

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