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BUSH VS.

CHÁVEZ
LA GUERRA
DE WASHINGTON
CONTRA VENEZUELA
BUSH VS. CHÁVEZ
LA GUERRA
DE WASHINGTON
CONTRA VENEZUELA

Eva Golinger
1ª edición en Editorial José Martí, 2006
1ª edición en Monte Ávila Editores Latinoamericana C.A., 2006

© MONTE ÁVILA EDITORES LATINOAMERICANA C.A., 2006


Apartado Postal 70712, Caracas, Venezuela
Telefax: (58-212) 263.8508
monteavila@monteavila.com.ve

© EVA GOLINGER, 2006

Coordinador de esta edición


Miguel Raúl Gómez Gómez

Diseño de la portada
ABV Taller de Diseño, Waleska Belisario

Diseño de portada:
Orlando Romero Harrington

Diseño de la colección
ABV Taller de Diseño, Waleska Belisario

Hecho el Depósito de Ley


Depósito Legal Nº lf50020063204635
ISBN 980-01-1458-0
A la memoria de los más
de 160 agricultores y activistas
que desde el 2001 han perdido sus vidas
en defensa de sus tierras, sus familias
y su futuro, a manos
de los paramilitares contratados
por los grandes terratenientes
que se niegan a cumplir
la Ley de Tierras
y Desarrollo Agrícola
AGRADECIMIENTOS

Este libro jamás se hubiera podido escribir sin el profundo amor y las
interminables muestras de respeto y agradecimiento que he recibido del
valeroso y hermoso pueblo de Venezuela. La calidez, la generosidad y la
amabilidad que me han dispensado innumerables personas en esta
nación, me sirvieron de escudo frente a las amenazas, los peligros y los
riesgos que entrañaba la investigación de la intervención de los Estados
Unidos y las actividades de la CIA en Venezuela. Les estaré eternamente
agradecida por ello.
Bush vs. Chávez: la guerra de Washington contra Venezuela es el resulta-
do de más de dos años de trabajo, que aún continúa, y de contribuciones de
muy queridos amigos, compañeros y compañeras. Mi agradecimiento, en
primer lugar, a Jeremy Bigwood por el arduo y continuo trabajo realizado
con la Ley de Libertad de Información (FOIA) desde las entrañas del impe-
rio; a mi mamá, mi papá y mi hermano, por su amor y apoyo incondiciona-
les y por haber viajado hasta Venezuela para visitarme y cerciorarse de que
estaba segura y feliz; a mi muy querida y peluda Lola, la mejor compañía
que una joven puede tener; a los generales Baduel, Carvajal, González
Cárdenas, Lameda, López Hidalgo, Morgado, Ortega y Rangel —por con-
fiar en mí y ayudarme a descubrir la verdad; cuéntenme como soldado fiel
en sus batallones—; al mayor Balza e Isa, por su apoyo moral y confianza;
a Abel, Iroel, Polanco, Carlitos, Félix, Richard y al equipo de traducción, así
como al comandante Fidel y a los compañeros no mencionados, por su sin-
cera generosidad, solidaridad y humanidad; a Ángel y Rigoberto por su
arduo trabajo, profundo análisis y compromiso; a todos los guardaespaldas
que han estado junto a mí, ocasionalmente, a lo largo de los dos últimos
años: Benítez, Mendoza, Maestro Rodríguez, Arístides y los demás, con los
que estoy endeudada por arriesgar sus vidas para protegerme; a Mario y

IX
La Hojilla por ofrecerme siempre un espacio para decir la verdad y denun-
ciar las estrategias más recientes del imperio; a Radio Nacional de
Venezuela (RNV), diario Reporte y semanario Los papeles de Mandinga,
por publicar mis artículos y permitir que mi voz fuera escuchada; a todos
los institutos, ministerios, unidades de la Fuerza Armada, organizaciones y
grupos que me invitaron a hablar y me trataron con respeto y afecto; y a
mis queridos amigos y aliados que me ayudaron a reír cuando quería llorar
y me dieron fuerzas para mantener viva esta lucha: Celia, Lely, Gretchen,
Roselena, Catherine, Skipper, Temir, Piki, Ernesto, Juan Carlos, Daniel,
Michel Collon, Livia, Ángel P., María Mercedes, León y todos los rostros
amistosos que me sonríen y saludan cuando paso cerca de ellos. Mi agra-
decimiento especial al presidente Hugo Chávez, al vicepresidente José
Vicente Rangel, al fiscal general Isaías Rodríguez, al Centro Internacional
Miranda, a la Casa Militar, a la Universidad Bolivariana de Venezuela, a la
Dirección de Inteligencia Militar (DIM), a la Dirección de Servicios de
Inteligencia y Prevención (DISIP); a Nicolás Maduro, Mari Pili Hernández,
Yuri Pimentel, Andrés, Samuel Moncada; a Monte Ávila Editores Latino-
americana, a Zambón, al Ministerio de Comunicación e Información
(MINCI), a Menry Fernández, Juan Barreto, a la Cooperativa Humana, al
Fuerte Tiuna y al resto que lucha diariamente para hacer de esta
Revolución una realidad.
Todos ustedes pueden contar conmigo, siempre.

X
INTRODUCCIÓN

—Soy un soldado alistado y pertenezco al grupo del comando de acción. Hago


mención sobre las actividades que me han suministrado la gente de la embajada
norteamericana, en resumen la búsqueda de información y análisis de ciertas
actividades de miembros de la Fuerza Armada, como por ejemplo el asunto de
los militares que le suministren información al teniente coronel Humberto
Rodríguez, él mismo me ha mencionando de que hay oficiales, no sé si son ofi-
ciales o profesionales, que trabajan con el señor ministro de la Defensa y le sumi-
nistran información a él sobre las actividades de las Fuerzas Armadas.
Igualmente el trabajo mío con él es tratar de averiguar ciertas informaciones,
para monitorear lo que son las diferentes organizaciones políticas, Tupamaros,
Círculos Bolivarianos, la gente que trabaja con Lina Ron, y toda esa serie de
cuestiones y lo de la adquisición de armamento en las Fuerzas Armadas. Hago
de notar de su conocimiento que estoy haciendo un trabajo de infiltración, de
encubrimiento con él mismo, no comparto las ideas antinorteamericanas de esa
gente, solamente estoy encubierto tratando de sacar la mejor información para
suministrarla a mis superiores para la defensa de la nación.
—¿Y qué te dan ellos a cambio?
—Dinero, contactos políticos y la posibilidad de trabajar…
—¿Qué es lo más importante que le han dado hasta ahora?
—La visa norteamericana por duración de diez años y la entrada a Estados
Unidos en cualquier momento que quiera y a futuro; según las informaciones
que me han suministrado ellos, podría hacer un curso con la gente de inteligen-
cia de ellos, ellos sí me han manifestado eso, que más adelante cuando se pruebe
que soy leal, que de verdad tengo madera para trabajar en estos menesteres pue-
do hasta hacer un curso de inteligencia con la gente de la CIA, dicho por el pro-
pio coronel Humberto Rodríguez, agregado militar de la embajada.
Extracto de la declaración auténtica de un soldado alistado venezolano, 2005.

1
Después de escribir El Código Chávez: descifrando la intervención de los
Estados Unidos en Venezuela, me vi inundada de informaciones proceden-
tes de fuentes de todo el mundo sobre las fechorías cometidas por el
gobierno de Bush en Venezuela y en otras partes. Una vez analizada minu-
ciosamente la montaña de documentos en mi poder, decidí escribir la con-
tinuación de ese best-seller político de América Latina.Una vez más,
debido a la naturaleza apremiante e inminente de la información en cues-
tión, El Código Chávez se basó casi totalmente en documentos que mi
colega, el periodista y fotógrafo Jeremy Bigwood y yo habíamos obtenido,
haciendo uso de la Ley de Libertad de Información, directamente del
gobierno de los Estados Unidos. Bush vs. Chávez: la guerra de Washington
contra Venezuela se basa más en una diversidad de informaciones, declara-
ciones y datos que me suministraron fuentes privadas y públicas. Aun así,
Jeremy y yo continuamos con nuestras solicitudes amparadas en la FOIA, a
pesar de la creciente censura del gobierno de Bush.
Desde la publicación de El Código Chávez, he recibido más de mil docu-
mentos nuevos que evidencian la intervención de los Estados Unidos en
Venezuela, y una gran parte de esa información ha sido incorporada en es-
te nuevo texto. Sin embargo, recomiendo sinceramente que lean El Código
Chávez, si aún no lo han hecho, ya que constituye la base esencial de la
información que los guiará a través del mar de misterios, intrigas, peligros
y esperanzas que contiene este libro.

2
CUANDO SE DESCIFRÓ EL CÓDIGO:
UN PANORAMA GENERAL

La campaña 2006 se ha iniciado en Venezuela. Las elecciones presidencia-


les están programadas para el 3 de diciembre de 2006 y Hugo Chávez Frías
se postula para su reelección. Las encuestas lo ubican sustancialmente al
frente, por encima de cualquier otro candidato. La coalición de la oposi-
ción, ahora conocida como unidad, ha acordado presentar a un candidato
único, Manuel Rosales, gobernador del estado Zulia en la región occiden-
tal de Venezuela, cuna de la desarrollada y próspera industria petrolera de
la nación. Rosales es respaldado por una coalición de partidos políticos,
organizaciones de la sociedad civil, sindicatos, asociaciones empresariales,
medios de comunicación masiva y la jerarquía de la Iglesia católica, similar
a la que llevó a cabo el golpe de Estado contra Chávez en abril de 2002. Su
campaña promete erradicar la pobreza suministrando a los ciudadanos
unas «tarjetas de débito» al buen estilo estadounidense, y los colores de su
parafernalia indican a quién le es leal: rojo, blanco y azul.
Los colores de la bandera venezolana son el rojo, el amarillo y el azul. Sin
embargo, los partidos tradicionales y los grupos económicos que ostenta-
ron el poder durante décadas antes de que Chávez se convirtiera en presi-
dente por primera vez en 1998, actuaron como puestos de avanzada de los
Estados Unidos. Los partidos, grupos y medios de comunicación masiva
que se oponen a Chávez son ampliamente financiados por entidades de los
Estados Unidos como la Fundación Nacional para la Democracia (NED) y
la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional
(USAID), que en los últimos años han inyectado millones y millones de
dólares para sacar prematuramente a Chávez del poder. Todos esos esfuer-
zos han fracasado y, sin embargo, la intervención se ha intensificado. Las
páginas del presente libro ofrecen detalles sobre esta intervención y evi-
dencias crudas de tan persistente realidad.

3
La información sobre las acciones ilegales del gobierno de los Estados
Unidos a través de la Agencia Central de Inteligencia, el Departamento de
Estado y otras entidades que operan en Venezuela y de forma estratégica
dentro de Washington resulta voluminosa y abrumadora. En mi oficina se
amontonan los expedientes de documentos y se multiplican infinitamente
las muchas tácticas, dispositivos, estrategias y métodos. La tarea de analizar,
comprobar hechos, descifrar y explicar estos planes y esquemas resulta
desafiante aunque, sin dudas, necesaria para que los ciudadanos del mun-
do puedan comprender y, posteriormente, impedir tales acciones.
Desde la publicación de El Código Chávez a principios del año 2005,
hemos sido testigos de un cambio muy serio y amenazante en la política de
los Estados Unidos hacia Venezuela. Se han abierto tres frentes de ataque
que están tomando forma rápidamente: el financiero, el diplomático y el
militar. Estos frentes se han convertido en campos de batalla para los que
se ha diseñado una nueva forma de guerra, la guerra asimétrica contra el
pueblo de Venezuela y su gobierno. Se trata de una guerra sin delimitacio-
nes claras, sin un campo de batalla, sin fronteras y, al parecer, sin final.

EL FRENTE FINANCIERO

El frente financiero comenzó en el año 2001, cuando la Fundación


Nacional para la Democracia cuadruplicó su financiamiento anual a los
grupos opuestos a Chávez que, después, utilizaron esos fondos para planear
y ejecutar un golpe de Estado totalmente antidemocrático contra el presi-
dente Chávez, el 11 de abril de 2002. Los fondos, que entonces ascendían a
aproximadamente a 1 millón de dólares anuales, se incrementaron de
manera conveniente dos semanas después del golpe, a finales de abril de
2002, y fueron entregados a los mismos grupos que acababan de participar
en el derrocamiento del gobierno electo de forma democrática en
Venezuela. De hecho, tal como se documentó en El Código Chávez, el
Departamento de Estado emitió un fondo especial de 1 millón de dólares
a la Fundación Nacional para la Democracia destinado a sus proyectos en
Venezuela, y en lugar de restringir la entrega de fondos a las organizacio-
nes que justamente habían dirigido el golpe, en flagrante violación de los
principios democráticos, el dinero fue distribuido con rapidez entre ellas.

4
A pesar de las evidencias documentadas de la propia Fundación Nacio-
nal para la Democracia (NED) que refutan el cumplimiento de su misión
«democrática», esta entidad ha incrementado su financiamiento anual a los
grupos de oposición en Venezuela. El propio presidente Bush pidió al
Congreso que duplicara el presupuesto de la NED para su trabajo en
Venezuela durante el período 2005-20061.
Casi simultáneamente, la «olla del dinero» se desbordó también para la
Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y su
Oficina de Iniciativas para la Transición (OTI) que opera fuera de la emba-
jada de los Estados Unidos en Caracas; oficina que contrata a una corpo-
ración privada estadounidense, la Development Alternatives, Inc., para
administrar su presupuesto de más de 10 millones de dólares. En lugar de
los 5 millones de dólares anuales que recibía del Departamento de Estado
en el 2002, las últimas cifras muestran un incremento a 7 millones de dóla-
res para el año fiscal 2005, y voceros del Departamento de Estado han indi-
cado su deseo de aumentar aún más estos fondos. Estos millones en
dólares del contribuyente estadounidense desempeñan un papel significa-
tivo en el terreno financiero de la batalla del gobierno de Bush contra
Venezuela. La Oficina de Iniciativas para la Transición (OTI), que abrió sus
puertas en junio de 2002, sólo dos meses después del golpe de Estado con-
tra el presidente Chávez, fue creada como una operación «no permanen-
te» para un período de dos años. La OTI se ha extendido indefinidamente y
sus oficinas han proliferado por Venezuela. La Development Alternatives,
Inc. (DAI), que abrió una filial en el lujoso distrito El Rosal en Caracas,
equivalente del Wall Street en esa nación, se ha convertido en un mecanis-
mo permanente en la escena, y opera como una compañía fachada de la
CIA que suministra millones de dólares de los contribuyentes estadouni-
denses a los grupos opuestos a Chávez en Venezuela.
La intervención de la USAID también se ha extendido por toda la nación.
El embajador de los Estados Unidos, William Brownfield, tomó la iniciativa
al calificar a la entidad como una generosa fuente de donaciones para los
grupos y proyectos de base comunitaria. Desde la publicación de El Códi-
go Chávez, que denunció la agenda oculta de esta Agencia en Venezuela,
fundamentalmente para financiar a las organizaciones antidemocráticas
opuestas a Chávez que participaron en el golpe de Estado de abril de 2002

5
y, luego, para los esfuerzos de desestabilización, el embajador Brownfield
ha desarrollado una campaña de relaciones públicas con vistas a restaurar
la imagen de la Agencia. Su ardid publicitario culminó con tomates y hue-
vos lanzados por los seguidores de Chávez en las comunidades donde el
embajador intentó «comprar» con las «inocentes» donaciones de la USAID.
Una nueva arista de este frente financiero nació con el lanzamiento de
los primeros Rincones Americanos en América Latina, todos los cuales se
encuentran en Venezuela. El programa Rincones Americanos comenzó
primero en Rusia en la década de los noventa, y en el 2002 se extendió a
otras partes de Europa oriental donde la participación y los intereses de los
Estados Unidos se intensificaban: Bulgaria, Polonia y las naciones de Asia
central y oriental, incluidas Uzbekistán, Turquía, Omán, Bangladesh,
Paquistán, Kirguiztán, Indonesia y Afganistán. Según el sitio web de la
embajada de los Estados Unidos, los Rincones Americanos son

... asociaciones entre las embajadas de los Estados Unidos a través de sus
Secciones de Asuntos Públicos e instituciones de los países anfitriones. Brindan
acceso a una información actualizada y confiable sobre los Estados Unidos por
medio de una colección de libros, del acceso a Internet y a través de programas
locales dirigidos a un público en general del país en cuestión2.

Pero ¿qué son realmente estos llamados «Rincones»? La embajada se


refiere a ellos como «Consulados Virtuales»3, un concepto que viola los
principios del derecho diplomático internacional. En Venezuela, la emba-
jada de los Estados Unidos ha creado cuatro de estos «Rincones» en las
ciudades de Margarita, Barquisimeto, Maturín y Lecherías, todos sin auto-
rización del Ministerio de Relaciones Exteriores. Probablemente el
Departamento de Estado pensó que ocultando los «Consulados Virtuales»
dentro de Asociaciones de Abogados y oficinas de alcaldes municipales de
la oposición estarían protegidos de cualquier investigación. Estos no son
«Consulados» normales, no ofrecen ningún tipo de servicio a los ciudada-
nos estadounidenses en esas regiones del país; son espacios donde los vene-
zolanos se pueden reunir para establecer contactos con representantes de
los Estados Unidos y obtener materiales ideológicos que perpetúen el
modelo neoliberal y capitalista norteamericano.
La caja registradora repiquetea en el frente financiero mientras aumen-
ta el número de «proyectos» lanzados con el fin de servir de fachada a los

6
nuevos e ingeniosos métodos para introducir millones de dólares destina-
dos a la oposición en Venezuela. Con la creación de una nueva misión
especial de la CIA para supervisar e intensificar las actividades de inteli-
gencia y recopilación de información «precisa» en Venezuela y Cuba,
anunciada por el propio Director de Inteligencia Nacional el 18 de agosto
de 2006, podemos estar seguros de que los dólares inyectados a los grupos
contrarrevolucionarios en Venezuela aumentarán considerablemente en
los próximos meses.

EL FRENTE DIPLOMÁTICO

Sanciones, sanciones y más sanciones. El gobierno de los Estados Unidos


ha pasado el último año y medio imponiendo al gobierno venezolano toda
sanción unilateral posible que se le haya podido ocurrir. A pesar de los
documentos del Departamento de Estado, elaborados por el mismísimo
embajador William Brownfield, que demuestran las exitosas medidas
tomadas por Venezuela para luchar contra los estupefacientes, en septiem-
bre de 2005, el gobierno de Bush publicó un informe que planteaba que
Venezuela «evidentemente no había logrado» evitar los embarques de
drogas hacia los Estados Unidos4. A renglón seguido, la declaración publi-
cada por la Casa Blanca sobre este tema indicaba:

Sin embargo, el Presidente también está decidido a mantener los programas de


los Estados Unidos para ayudar a las instituciones democráticas de Venezuela
a establecer proyectos seleccionados de desarrollo comunitario y consolidar el
sistema de partidos políticos5,

lo cual significa que no reducirán el financiamiento de la NED y la USAID a


los grupos de oposición. Es una especie de sanción a medias. El Congreso
de los Estados Unidos no ha sido tan débil en cuanto a este tema. Dan
Burton, presidente del Comité de Relaciones Internacionales de la Cáma-
ra de Representantes, ha presionado para que se apruebe la Resolución
400 que condena el supuesto «fracaso de Venezuela para cooperar en la
guerra contra las drogas» y acusa falsamente al gobierno venezolano de

7
«crear realmente un terreno fértil para las organizaciones narcotrafican-
tes», entre otras cuestiones6.
Pero, un informe interno clasificado, fechado en enero de 2005, enviado
desde la embajada de los Estados Unidos en Caracas y firmado por el pro-
pio embajador, contradice las decisiones tomadas por el Congreso y el
Ejecutivo en relación con los esfuerzos de Venezuela para combatir el nar-
cotráfico en la región:

El gobierno de Venezuela coopera en la lucha contra el narcotráfico, en ocasio-


nes con limitaciones debido a la falta de recursos y voluntad política. Las confis-
caciones de cocaína durante los primeros seis meses de 2004 equivalieron a la
cantidad confiscada por Venezuela durante todo el año 2003 gracias, en gran
medida, a la incautación de múltiples toneladas realizada por las fuerzas espe-
ciales venezolanas que trabajan estrechamente con las entidades correspon-
dientes del gobierno de los Estados Unidos y del Reino Unido. El gobierno
también realizó unas 400 confiscaciones de cocaína y heroína durante la prime-
ra mitad del año. El gobierno de Venezuela ha extraditado a un número de nar-
cotraficantes a los Estados Unidos...7

Este documento demuestra los exitosos y novedosos esfuerzos de


Venezuela para cooperar en la guerra contra los estupefacientes, y revela
que las declaraciones oficiales y públicas realizadas por funcionarios del
gobierno de los Estados Unidos no tienen otro objetivo que manipular a la
opinión pública sobre la realidad.
Este no es más que un ejemplo de cómo el gobierno de Bush ha estado
tergiversando los objetivos de «cambio de régimen» ante la opinión públi-
ca para justificar su meta de cambiar el gobierno ese país. Otras sanciones
incluyen el bloqueo económico por «no cooperar», supuestamente, «con
las regulaciones contra el tráfico de personas», también adoptadas a prin-
cipios de 2005, y la reciente prohibición de la venta de armas a Venezuela
por «no cooperar con la guerra contra el terrorismo». Este último tema for-
ma parte fundamental de las más recientes estrategias hostiles y peligrosas
utilizadas por Washington.
Al mismo tiempo, el gobierno de los Estados Unidos ha lanzado una
campaña internacional para crear lo que la secretaria de Estado Condolee-
zza Rice llamó «el frente internacional unido contra Venezuela»8. El obje-

8
tivo de este «frente unido» sería lograr el apoyo de otras naciones para
tomar medidas multilaterales contra «el creciente peligro de Hugo Chá-
vez».9 Hasta la fecha, la misión ha fracasado, pero los esfuerzos por alcan-
zar este objetivo siguen intensificándose.

EL FRENTE MILITAR

El tercer ángulo del ataque de Washington contra el gobierno de


Venezuela es considerablemente más peligroso y complicado. El frente
militar implica mucho más que la simple acumulación de tropas del ejérci-
to, operaciones y equipamiento de los Estados Unidos en la zona del
Caribe y en la región andina que rodea a Venezuela. También incluye el
uso de «Operaciones Psicológicas» (PSYOPS), la guerra psicológica, estrate-
gia descrita en la versión del año 2003 de la Doctrina sobre operaciones psi-
cológicas del Departamento de Defensa como «una de las armas más
poderosas con que cuenta actualmente el Pentágono»10. La principal cam-
paña PSYOPS contra Venezuela intenta vincular al presidente Chávez con el
terrorismo y las ambiciones nucleares, así como clasificar a su gobierno de
«dictadura».
La guerra asimétrica es la nueva terminología utilizada para describir lo
que en el pasado se conocía como «conflictos de baja intensidad». La gue-
rra asimétrica o irregular de cuarta generación, se conoce como «guerra de
todo» o «guerra del pueblo». Ésta puede ser militar o no militar, letal o no
letal o una combinación de todo —todas las reglas son válidas y no existe
ninguna—. Puede incluir desde las estrategias diplomáticas (tratando de
crear coaliciones contra el Estado nación), el apoyo financiero a los movi-
mientos de oposición, hasta las amenazas militares directas y las interven-
ciones electorales. En resumen, las mismas tácticas que el gobierno de los
Estados Unidos está empleando en la actualidad contra Venezuela.
Finalmente, otro aspecto importante del frente militar es el relacionado
con el espionaje y los esfuerzos de sabotaje de la CIA; la que aun cuando
consituye técnicamente una entidad civil dentro de la comunidad de la inte-
ligencia, la reciente reestructuración de todas las agencias de inteligencia y
la creación del Directorio de Inteligencia Nacional a principios de 2005,

9
dirigido por John Negroponte, han colocado a la CIA en un reino en el que
opera de manera directa en conexión con las Agencias de Inteligencia para
la Defensa y otros departamentos de inteligencia militar. Además, el 30 de
mayo de 2006, la nominación del general de la Fuerza Aérea de los Estados
Unidos Michael V. Hayden como director de la CIA, fue un indicio del cre-
ciente poder del Ejército sobre las operaciones de inteligencia. Por ende, a
lo largo de este libro, la CIA se considerará como un apéndice del colosal
complejo de inteligencia militar que opera internacionalmente, para poner
en práctica la agenda de dominación y control económico global de los
Estados Unidos.

UNA NUEVA VALORACIÓN DEL GOLPE DE ESTADO DE ABRIL DE 2002

A manera de añadido para el presente libro, el Anexo 3 contiene nuevos


documentos que muestran la participación directa de oficiales del Ejército
de los Estados Unidos en el golpe de Estado perpetrado en abril de 2002
contra el presidente Chávez. La leal Fuerza Armada Nacional de
Venezuela tuvo la generosidad de facilitarme confidencialmente los infor-
mes, documentos, faxes, transmisiones, fotografías e incluso tarjetas de
negocios que aparecen en ese Anexo. En especial, quedo en deuda con el
ex inspector general de la Fuerza Armada, general Melvin López Hidalgo
y con el director general de la División de Inteligencia Militar, general
Hugo Carvajal, por su perspicacia, generosidad y confianza. Estos docu-
mentos constituyen otra prueba que respalda la afirmación de que el golpe
del 11 de abril de 2002 contra el presidente Chávez fue calculado y planea-
do por el gobierno de los Estados Unidos. Pido que estas pruebas se tomen
en cuenta junto a toda la evidencia presentada en mi primer libro, El
Código Chávez, donde se hace una importante acusación del papel desem-
peñado por el gobierno de los Estados Unidos en el golpe.

10
NOTAS

1. Nestor Ikeda: «Bush requests diverse aid for the region, including Venezuela»
[Bush pide ayuda de diverso tipo para la región, incluida Venezuela].
The Miami Herald, Associated Press, 7 de febrero de 2005.
2. Véase Rincón Americano: http://www.amcornersvenezuela.org/main.php.
3. «Tercer “consulado virtual”/Rincón Americano de Venezuela, ya está
funcionando en Margarita». Embajada de los Estados Unidos en Venezuela,
Noticias, 19 de diciembre de 2005, en:
http://embajadausa.org.ve/wwwh2761.html.
4. «Statement on President Authorizing Secretary of State to Transmit to
Congress Annual Report Listing Major Illicit Drug-Producing and
Drug-Transit Countries» [Declaración sobre la autorización del Presidente al
Secretario de Estado, para que transmita al Congreso el informe anual en que
figura la lista de los principales países productores de drogas y países de trán-
sito de drogas]. The White House, Office of the Press Secretary, 15 de
septiembre de 2005, en: http://www.whitehouse.gov/news/relea-
ses/2005/09/20050915-1.html.
5. Ibídem.
6. H. CON. RES. 400, «Urge Venezuela to Help Combat Narco-Trafficking in
our Hemisphere» [Urge a Venezuela a ayudar a combatir el narcotráfico en
nuestro hemisferio]. Disponible en inglés en:
www.house.gov/international_relations/.
7. Cable enviado por la embajada de los Estados Unidos en Caracas al
Departamento de Estado el 5 de enero de 2005. Disponible en los archivos de
la autora.
8. «US warns against Chavez “danger”» [Estados Unidos alerta sobre el
“peligro” de Chávez]. BBC News, 17 de febrero de 2006, en:
http://news.bbc.co.uk/2/hi/ americas/4723902.stm.
9. Ibídem.
10. Doctrine for Joint Psychological Operations [Doctrina para Operaciones
Psicológicas Conjuntas]. Departamento de Defensa. Disponible en:
www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/ NSAEBB177/02_psyop-jp-3-53.pdf y
www.iwar.org.uk/psyops/resources/us/jp3_53.pdf.

11
LA FUERZA NEGATIVA DE CONDI RICE

«En estos momentos tenemos que considerar al gobierno de Venezuela


como una fuerza negativa en la región». Éstas fueron las primeras decla-
raciones de Condoleezza Rice sobre el país andino durante su audiencia
de confirmación ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el
18 de enero de 2005.

Pienso que podemos trabajar con otros para exponer este hecho, y decirle al pre-
sidente Chávez que este tipo de conducta resulta realmente inaceptable en este
hemisferio que está tratando de abrirse camino hacia un futuro democrático
estable1,

expresó a continuación, avizorando así el escenario de las relaciones entre


los Estados Unidos y Venezuela en los próximos meses.
Esta nueva caracterización de la llamada diplomacia evidenció cuáles
son los intereses de la política de los Estados Unidos hacia el país andino.
En lugar de trabajar tras bambalinas, concentrándose en el financiamiento
y consolidación de un sólido movimiento de oposición dentro de
Venezuela, estrategia que ya había fracasado de manera estrepitosa,
Washington asumió entonces una posición decisiva en cuanto a esa nación.
Chávez sería clasificado como una «amenaza para la democracia» y una
«fuerza negativa y desestabilizadora» en el hemisferio. Esta retórica, que
originalmente emanó de la nueva secretaria de Estado Rice durante su
declaración introductoria ante una audiencia del Senado, se repetiría
durante semanas y meses a través de la prensa estadounidense y de otros
notables voceros del gobierno norteamericano.

13
LA CIA SE PRONUNCIA

Apenas un mes después, el entonces director de la CIA, Porter J. Goss, cata-


logó a Venezuela como «país inestable». El 16 de febrero de 2005, en un
discurso ante el Comité Selecto de Inteligencia del Senado, Goss afirmó:

En Venezuela, Chávez consolida su poder utilizando tácticas técnicamente


legales dirigidas a sus oponentes e inmiscuyéndose en la región, con el apoyo
de Castro2.

El término «tácticas técnicamente legales» implica que Chávez no está


haciendo nada que sea incorrecto, pero la CIA lo considera una amenaza de
todas formas. Si bien estas declaraciones pudieran tomarse simplemente
como un indicio de la atención lógica que la Agencia presta a un nuevo
liderazgo combativo en Venezuela, los antecedentes de Goss como opera-
tivo de esa entidad en América Latina en la década de los sesenta, conjun-
tamente con los muchos terroristas y agentes anticastristas recalcitrantes,
implican lo contrario. Sólo unos meses después, Goss comentaba su «ansie-
dad por reabrir las estaciones de la CIA» en América Latina «para que la
Agencia esté preparada cuando surjan los conflictos en áreas por lo demás
tranquilas»3.
Goss también dirigió la creación del Servicio Clandestino Nacional
(NCS), una nueva entidad de la inteligencia controlada por el Director de la
CIA para coordinar y supervisar las actividades de «Inteligencia Humana»
(HUMINT) en el exterior. El NCS, dirigido por un operativo de alto nivel de
la CIA, conocido solamente por su alias José, abrió las puertas para un
aumento y diseminación de casi un 50 por ciento de los operativos de la
Agencia por todas partes del mundo. Además, durante su efímero reinado,
Goss puso en práctica planes para ampliar más el espionaje y las operacio-
nes analíticas de esa entidad en ultramar, sacando de las embajadas a ofi-
ciales y analistas de la Agencia para pasarlos a la clandestinidad 4.
En agosto de 2006, el director de Inteligencia Nacional, John Negropon-
te, seleccionó a un nuevo director especial de Misión de la CIA para super-
visar, coordinar y mejorar las operaciones de inteligencia en Venezuela y
Cuba. Negroponte, quien coordina toda la comunidad de la inteligencia en

14
los Estados Unidos y responde directamente al presidente George W.
Bush, nombró al veterano de la CIA J. Patrick Maher como encargado pro-
visional de esta importante división recién creada. Según un comunicado
de prensa del Director de Inteligencia Nacional,

Maher se encargará de integrar la información y el análisis sobre Cuba y


Venezuela de toda la comunidad de inteligencia, identificando y llenando los
vacíos de inteligencia y garantizando la aplicación de las estrategias, entre otras
obligaciones.

Negroponte indicó que

... tales esfuerzos son críticos en la actualidad, cuando los formuladores de


política se concentran cada vez más en los desafíos que representan Cuba y
Venezuela para la política exterior de los Estados Unidos.

El nuevo jefe de la Misión CIA para Cuba y Venezuela

... se encargará de garantizar que los formuladores de política cuenten con una
gama completa de información de inteligencia oportuna y precisa sobre la
cual puedan basar sus decisiones.

Ello implica un aumento en el número real de agentes y oficiales de


terreno en ambas naciones. J. Patrick Maher es un agente experimentado
de la CIA que se unió a la Agencia en 1974, después de trabajar durante dos
años en los Cuerpos de Paz. Su trabajo se centró en América Latina, don-
de permaneció por más de treinta años5.
Las otras dos naciones a las que se les asignaron misiones similares, como
parte de la recomendación de la Comisión de Armas de Destrucción
Masiva del Director de Inteligencia Nacional, son Irán y Corea del Norte.
Tal designación demuestra la intención de Washington de clasificar a
Venezuela como parte del llamado «Eje del Mal».
Las acciones para acercar a la nación sudamericana aún más a esta clasi-
ficación se evidenciaron a principios de 2005, e incluso años antes. De
hecho, un cable clasificado como «Secreto» de la embajada de los Estados

15
Unidos al Departamento de Estado, la CIA y la Agencia de Inteligencia
para la Defensa de abril de 2003, decía que Venezuela estaba dando refu-
gio a diferentes grupos terroristas. El documento, un cuestionario sobre
actividades terroristas enviado a las diferentes embajadas de los Estados
Unidos en todas partes del mundo, fue elaborado por el entonces embaja-
dor Charles Shapiro, quien indicó que en el país andino había tres grupos
terroristas locales, los Jirajaras, la Coordinadora Simón Bolívar y el Frente
Bolivariano de Venezuela. El documento pasa entonces a afirmar que
estos grupos han perpetrado ataques en la «capital o en zonas donde radi-
can las instalaciones diplomáticas de los Estados Unidos» y que dichos ata-
ques habían sido «letales». El cable secreto agrega que en el país existen los
siguientes «grupos terroristas extranjeros»: FARC (Fuerzas Armadas Revo-
lucionarias de Colombia), ELN (Ejército de Liberación Nacional), Hezbo-
llah, ETA, AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) y Asbat al-Ansar y,
según el mismo documento, estos grupos reciben «apoyo operacional y
financiero» dentro de Venezuela6.
Los Jirajaras son una cultura indígena de la parte occidental de Vene-
zuela. En la década de los sesenta existió un grupo rebelde con el mismo
nombre, pero actualmente no tiene ninguna presencia en la política nacio-
nal. La Coordinadora Simón Bolívar es una de las organizaciones comuni-
tarias más antiguas del país, radicada en el barrio 23 de Enero, en Caracas.
La Coordinadora ha realizado un trabajo comunitario ejemplar durante
décadas que ha permitido la creación de muchas cooperativas y organiza-
ciones sociales en los últimos años con los nuevos programas sociales del
gobierno venezolano. Evidentemente no se trata de una organización
terrorista. El Frente Bolivariano de Venezuela, como escribió Shapiro en el
cable, es una entidad desconocida. Sí existe un Frente Bolivariano de
Liberación, pero ese no es el grupo mencionado en el documento.
Estos grupos no son motivo de preocupación. El aspecto alarmante del
documento es la implicación de que Venezuela es refugio para los grupos
terroristas del Oriente Medio que reciben «apoyo operacional y financie-
ro» del gobierno venezolano o sus seguidores. Tales declaraciones son
infundadas y han sido refutadas en numerosas ocasiones por el gobierno
de Venezuela. Sin embargo, esta información ha servido de base para que
el gobierno de los Estados Unidos reitere sus declaraciones de que la
nación sudamericana está vinculada al terrorismo.

16
Roger Noriega, ex secretario adjunto para los Asuntos del Hemisferio
Occidental, confirmó esta agenda cuando declaró, el 2 de marzo de 2005,
ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado:

Venezuela cuenta con los recursos que necesita para su propio desarrollo,
pero nos preocupa que la agenda muy personal del presidente Hugo Chávez
pueda socavar las instituciones democráticas en el país y entre sus vecinos. A
pesar de nuestros esfuerzos para crear relaciones normales de trabajo con su
gobierno, Hugo Chávez sigue definiéndose como opositor de los Estados
Unidos. Sus esfuerzos para concentrar el poder en el país, su sospechosa rela-
ción con fuerzas desestabilizadoras en la región y sus planes para la compra de
armas son motivos de profunda preocupación para el gobierno de Bush.
Apoyaremos a los elementos democráticos en Venezuela para que puedan
mantener el espacio político al que tienen derecho y elevaremos la conciencia
entre los vecinos de Venezuela sobre las acciones desestabilizadoras del pre-
sidente Chávez con la esperanza de que se unan a nosotros para defender la
estabilidad, la seguridad y la prosperidad en la región7.

El cinismo de la declaración de Noriega eclipsa cualquier insinuación de


buena voluntad. La afirmación de que los Estados Unidos ha realizado
«esfuerzos para crear relaciones normales de trabajo» con el gobierno
venezolano es un insulto a la inteligencia de la comunidad internacional y
la prueba sustancial que demuestra incuestionablemente el apoyo del
gobierno de los Estados Unidos al golpe de Estado de abril de 2002, su
financiamiento multimillonario a los grupos opuestos a Chávez y su deci-
dida retórica hostil multiplicada casi a diario. Pero lo que resulta más
importante es que Noriega esboza los tres temas principales de la desin-
formación que su gobierno ha estado sembrando desde entonces en los
medios de comunicación masiva y en la opinión pública: Chávez es autori-
tario/dictador, Chávez es una fuerza desestabilizadora en la región; y
Chávez mantiene vínculos con el terrorismo.
Estos tópicos se analizarán más detalladamente en el capítulo sobre ope-
raciones psicológicas, pero es importante observar el progreso en las decla-
raciones hechas por representantes de alto nivel del gobierno de los
Estados Unidos y su repetición e incorporación dentro de los medios de
comunicación estadounidenses e internacionales.

17
¿QUÉ HACER CON VENEZUELA?

Hasta la fecha, el documento más significativo que esboza las estrategias


de los Estados Unidos para el cambio de régimen y la intervención directa
es el informe elaborado por el gobierno norteamericano y publicado por el
Centro de Política de Seguridad, un comité asesor de la ultraderecha en
Washington, D.C. El texto, titulado «¿Qué hacer con Venezuela?»8 es un
proyecto de política sobre la nación suramericana similar al Proyecto para
un Nuevo Siglo Americano que desbrozó el camino para la guerra contra
Iraq y la estrategia con vistas a dominar las reservas energéticas del mun-
do.9 Debido a la evidente aplicación de este proyecto en la política exterior
de los Estados Unidos hacia Venezuela desde su publicación en mayo de
2005, el informe merece una atención especial en este capítulo.
«¿Qué hacer con Venezuela?», elaborado por el vicepresidente de
Operaciones de Información del Centro de Política de Seguridad, J.
Michael Waller, se basa en la premisa de que Chávez es un dictador que se
relaciona con terroristas y amenaza los intereses de los Estados Unidos y,
por tanto, debe ser sacado del poder a la mayor brevedad. Los párrafos
introductorios del informe resumen:

En ninguna parte se evidencia más la ausencia de un enfoque estratégico de


los Estados Unidos para el hemisferio occidental que en el libre ascenso de un
hombre fuerte, inestable y concentrado en Venezuela, Hugo Chávez, quien ha
hecho causa común con los terroristas y con los regímenes que los apoyan, y
ha desarrollado una ideología revolucionaria que ha hundido nuevamente a
las Américas en la violencia y el caos. Es menester que las naciones democrá-
ticas del hemisferio se unan y pongan fin a esta creciente amenaza para la paz
antes de que sea demasiado tarde10.

Waller continúa afirmando que Chávez encabeza una «dictadura agresi-


va» que

... invalidó la Constitución anterior utilizando medios ilegales y pseudo-legales


y dejó que sus seguidores redactaran la nueva Constitución»11.

18
Aquí cabe señalar que en 1999, el recién electo presidente Hugo Chávez
puso en práctica una de sus promesas iniciales en la campaña: redactar una
nueva y abarcadora Constitución con la participación de todos los ciuda-
danos venezolanos. Ese año, en un proceso legal sin precedentes e innova-
dor, se convocó a una Asamblea Constituyente con miembros elegidos por
las comunidades regionales de toda la nación. Esta Asamblea redactó la
nueva Constitución que después fue distribuida por toda la nación para
que fuera debatida. Una vez recibidos todos los comentarios, adiciones, crí-
ticas y sugerencias, se incorporaron los cambios y el proyecto fue sometido
a un referendo nacional para su ratificación. Más del 70 por ciento de los
votantes lo aprobaron y lo convirtieron en ley. Se conoce como la
Constitución Bolivariana de 1999, uno de los documentos más amplios
sobre derechos humanos que haya existido en el derecho internacional.
Incluso contiene un capítulo sobre los derechos de los pueblos indígenas
—no simplemente una cláusula o un artículo, sino todo un capítulo—. Por
otra parte, la Constitución Bolivariana de 1999 garantiza el derecho de los
venezolanos a disfrutar de «una vida digna», además de asegurar el dere-
cho a la educación, atención médica, vivienda, trabajo, salario mínimo, cul-
tura, medios de comunicación comunitarios, libertad de información,
derecho al voto, libertad de asociación, participación en el gobierno a todos
los niveles y otros derechos contemplados en el derecho internacional acti-
vamente protegidos para todos los venezolanos, sin discriminación12.
En realidad, el análisis del Centro de Política de Seguridad no se basa en
hechos, sino más bien está intencionalmente destinado a pintar un cuadro
atemorizante sobre el gobierno venezolano para poder justificar sus ilega-
les propuestas con vistas a un cambio de régimen. En ese contexto, el docu-
mento afirma también que Chávez ha «violado sistemáticamente la
Constitución» y ha

despojado a los críticos del régimen de los derechos humanos fundamentales


obligando a cientos de ellos al exilio13.

Tales afirmaciones son pura fantasía, ya que los venezolanos disfrutan


hoy de más derechos humanos que bajo cualquier gobierno anterior. Nadie
ha sido encarcelado o perseguido por sus creencias políticas. Waller sigue
más adelante afirmando que el referendo revocatorio de agosto de 2004,

19
durante el cual el 60 por ciento de los votantes ratificó el mandato de
Chávez, lo que significó casi 6 millones de votos de los 10 millones que
votaron en el proceso, fue fraudulento. Este referendo, una opción electo-
ral plasmada en el Artículo 72 de la Constitución Bolivariana de 1999, fue
el primero de su tipo que tuvo lugar en el mundo contra un jefe de Estado
electo. La Organización de Estados Americanos y el Centro Carter, con-
juntamente con más de 170 observadores internacionales acreditados, cer-
tificaron la legitimidad y transparencia de la elección y coincidieron en que
los resultados eran precisos. Hasta el Departamento de Estado aceptó con
reticencia el resultado14.
Estas falsas acusaciones sobre cómo se ha mantenido Chávez en el poder
se unen a declaraciones peligrosamente engañosas acerca de cómo el pre-
sidente venezolano amenaza al mundo y, por ende, por qué es necesario un
cambio de régimen. Las siguientes afirmaciones infundadas y falsas hechas
por Waller en «¿Qué hacer con Venezuela?» constituyen un ejemplo:
En Venezuela, Chávez encabeza una dictadura rica en petróleo que
• ha creado alianzas estratégicas con estados patrocinadores del terroris-
mo, incluidos Cuba, Irán, el Iraq de Saddam Hussein y Libia...
• ha utilizado la riqueza petrolera de Venezuela con fines subversivos y
para apuntalar a un Estado que patrocina el terrorismo...
• ha fusionado eficazmente sus servicios de seguridad e inteligencia con los
de Cuba...
• ha ayudado, instigado y protegido a organizaciones terroristas islámicas
internacionales...
• ha ayudado e instigado al narcotráfico y al narcoterrorismo en la región...
• ha ayudado e instigado a narcoguerrilleros que quieren derrocar al
gobierno de Colombia...
• ha desarrollado una ideología populista y un aparato de acciones políti-
cas para diseminar la subversión en otros países...
• ha estado armándose para militarizar a la población y amenazar a sus
vecinos...
• ha eliminado los derechos civiles y las libertades civiles...

20
• se ha convertido en uno de los peores violadores de los derechos huma-
nos en el hemisferio...
• está tratando de limitar el alcance de Washington, cultivando y atrayen-
do a los encargados de tomar decisiones15.
Todo parece indicar que la última afirmación es la única precisa.
Venezuela ha tenido cierto éxito en la promoción de su caso en los Estados
Unidos, tanto dentro de algunos sectores del Congreso, como en las comu-
nidades de la nación. Además, la política exterior venezolana en la región
ha sido extraordinariamente exitosa, pues las naciones latinoamericanas
vecinas han acogido con beneplácito los conceptos y las políticas integra-
cionistas, y se han unido a Venezuela en la promoción de acuerdos comer-
ciales, tecnológicos y sociales sólidos que aflojan las ataduras y el dominio
del gobierno norteamericano en el área. Evidentemente, este logro ha
lesionado el colosal ego de Washington.
Todas las demás acusaciones proferidas por Waller y el Centro de Política
de Seguridad se fundamentan en pruebas fabricadas o inexistentes. Una
vez más, son las mismas afirmaciones realizadas en enero de 2005 por la
secretaria de Estado, Rice, y regurgitadas posteriormente por el ex secre-
tario adjunto Roger Noriega y el ex director de la CIA Porter Goss en el
mes siguiente: Chávez está vinculado con el terrorismo, Chávez es un dic-
tador, Chávez es un peligro para la región. Pero, más que una simple retó-
rica, el Centro esbozó también la «Estrategia para el cambio de régimen»,
un plan desglosado en seis partes que comienza planteando claramente:
«No es necesario que las Naciones Unidas se involucren»16, pues ¿desde
cuándo los Estados Unidos necesitan de la participación o aprobación de
las Naciones Unidas para intervenir en los asuntos de otro país?
La estrategia también centra su atención en lo que se ha dado en llamar
«bonanza de la guerra de la información». «La educación pública es la cla-
ve», afirma el documento. «Los Estados Unidos deberán exponer al régi-
men de Venezuela y elevar la conciencia sobre la importancia de una
nueva estrategia para contrarrestar las amenazas existentes»17. Los seis
puntos generales de la estrategia incluyen:
• Ayudar a que el dictador acelere su propio deceso político. El dictador ve-
nezolano es mentalmente inestable y ha estado bajo supervisión psiquiá-
trica durante años (...). Un informe sobre el perfil psicológico publicado

21
en el The New York Times mostró similitudes notables con Saddam Hu-
ssein. Con las lecciones aprendidas con la guerra en Iraq, los Estados
Unidos pueden mejorar su estrategia psicológica y ayudar a que el líder
venezolano acelere su propia destrucción política.
• Evitar que el dictador destruya la infraestructura de Venezuela.
• Crear una alternativa democrática viable (...). Los amigos de la demo-
cracia en toda la región deberán ofrecer apoyo material y moral a los
miembros de la oposición que permanecen dentro del país.
• Trabajar con la OEA y el círculo interno de Venezuela (...). En primer
lugar, invocar la Carta Democrática de la OEA. Esta es el arma más pode-
rosa frente a la continua consolidación del régimen e incluso puede resul-
tar útil para lograr el derrocamiento de la Revolución.
• Mantener y proteger los movimientos democráticos y de derechos huma-
nos dentro de Venezuela.
• Aumentar significativamente la cooperación con los socios del hemisferio
para supervisar y recopilar información de inteligencia sobre la asociación
que existe entre el régimen venezolano y los Estados patrocinadores del
terrorismo, y exponer las conexiones bolivarianas/terroristas18.
El documento concluye:

El tiempo se está acabando (...). El régimen bolivariano en Caracas representa


un peligro evidente y actual para la paz y la democracia en el hemisferio (...). La
estrategia de los Estados Unidos deberá contribuir para que Venezuela logre un
cambio pacífico el próximo año19.

Escrito en mayo de 2005, ese próximo año al que se refiere es el 2006 en


curso, cuando ya las elecciones presidenciales se avecinan en el mes de
diciembre, y no es una coincidencia que se esté presionando para un cam-
bio de régimen por elementos del gobierno de los Estados Unidos.
Las estrategias propuestas en «¿Qué hacer con Venezuela?» son, preci-
samente, los tres frentes de acción emprendidos por el gobierno de los
Estados Unidos y mencionados en el capítulo 1: financiar al movimiento de
la oposición, tomar medidas diplomáticas contra Venezuela (con la inten-

22
ción de crear ese «frente unido internacional») y lanzar una guerra psico-
lógica y asimétrica.
Es oportuno señalar que los individuos registrados como asociados al
Centro de Política de Seguridad, ya sea como miembros de su Junta
Directiva o por sus relaciones con el mismo, incluyen a Donald Rumsfeld
(secretario de Defensa), Richard Cheney (vicepresidente), Elliot Abrams
(Consejo de Seguridad Nacional), J. D. Crouch (Consejo de Seguridad
Nacional), Paula Dobriansky (subsecretaria de Estado para Asuntos
Globales), Douglas Feith (ex subsecretario de Política de Defensa), Jeane
Kirkpatrick (ex embajadora de los Estados Unidos ante Naciones Unidas),
Richard Pearle (ex secretario de Defensa de Política Conjunta del
Pentágono), James Schlesinger (ex secretario de Defensa), James Woolsey
(ex director de la CIA), Henry Hyde (congresista republicano, presidente
del Comité de Relaciones Exteriores del Senado), Stanley Ebner (grupo
de presión para la Boeing), Charles Kupperman (vicepresidente de Space
& Strategic Missiles de la Lockheed Martin), Douglas Gram (director de
Sistemas de Defensa en la Lockheed Martin) y Robert Livingston (grupo
de presión para Raytheon), entre otros 20.

LA PREOCUPACIÓN DE RUMSFELD

Más o menos por la fecha en que se publicó el informe de estrategia del


Centro de Política de Seguridad, el secretario de Defensa Donald
Rumsfeld pronunció su primera declaración pública sobre Venezuela. En
una visita al Brasil, a finales de marzo de 2005, declaró a la prensa:

Ciertamente estoy preocupado [por la venta de armas a Venezuela]. Si uno pien-


sa en esto, la discusión que está teniendo lugar, según entiendo, está en el entor-
no de 100000 AK-47 que serán trasladadas desde Rusia hasta Venezuela
posiblemente. No sé si es seguro, pero he leído sobre ello y he oído que se está
discutiendo. No sólo en la prensa, sino a nivel bilateral. No puedo imaginarme
qué va a suceder con esas 100000 AK-47. No puedo imaginarme para qué
Venezuela necesita 100000 AK-47. Sólo espero, personalmente,que no suceda.
No puedo imaginarme que si sucede realmente, sea bueno para el hemisferio21.

23
Pero, cuando posteriormente se le preguntó qué pruebas reales tenía de
que la posible compra de 100000 AK-47 a Rusia terminaría en manos de las
guerrillas colombianas u otras fuerzas no militares «terroristas», Rumsfeld
respondió: «No tengo ninguna prueba»22. ¿Será porque no existe ninguna?
Pero la admisión de esta ausencia de pruebas no evitó que Rumsfeld ni sus
funcionarios de más bajo nivel perpetuaran el mito de que Chávez estaba
iniciando una peligrosa carrera armamentista en la región, destinada a
suministrar armamentos de alto poder a grupos rebeldes y terroristas. El 23
de marzo de 2005, La Voz de las Américas, medio de propaganda interna-
cional del gobierno norteamericano, afirmó que

Los Estados Unidos dicen que temen la transacción de armas por valor de 120
millones de dólares que podría desatar una carrera armamentista en la región y
conducir a la desestabilización de los vecinos de Venezuela. Los Estados Unidos
están especialmente preocupados por el hecho de que algunas de esas armas ter-
minen en manos de las FARC, consideradas por los Estados Unidos como una
organización terrorista23.

En julio de 2005, unos pocos meses después, en un evento celebrado en el


Centro de Estudios Latinoamericanos del Instituto Hudson, el subsecreta-
rio adjunto de Defensa para los Asuntos del Hemisferio Occidental de
Rumsfeld, Roger Pardo-Maurer, declaró que Venezuela era «malvada». En
representación del gobierno de los Estados Unidos, Pardo-Maurer se paró
frente a un grupo de estrategas y analistas, y concretamente expresó que

... existen alternativas al modelo que propugnamos, el modelo del cual somos los
paladines, que es el modelo de la sociedad democrática y liberal basada en el
mercado, liberal en el antiguo sentido de la palabra (...). Existen alternativas
menos benignas. Incluso existen las maliciosas y no temo decir que, existen inclu-
so alternativas malignas. Una de ellas, como sabemos, es la alternativa bolivaria-
na (...) y este es el modelo que propugna Hugo Chávez en Venezuela...24.

Roger Pardo-Maurer continuó afirmando:

Uno de los proyectos más interesantes que he estado siguiendo en Venezuela es


el relacionado con la creación de las milicias. Chávez está creando una milicia

24
que estará directamente subordinada a él, no a través de ninguna estructura
militar tradicional (...). Está comprando a Rusia 300000 Kalashnikovs y todo
tipo de equipamiento para apoyar este proyecto...25.

Entonces... ¿ahora la cifra asciende a 300000 Kalashnikovs?


Hasta el propio presidente George W. Bush «se montó en el mismo tren»
el 5 de mayo de 2005, en una entrevista de mesa redonda de medios esta-
dounidenses con el Presidente declaró:

... dejamos bien clara nuestra posición sobre los AK-47 para Venezuela, y es que
estamos preocupados de que esas armas puedan parar en manos de las FARC, por
ejemplo, una fuerza muy desestabilizadora en América del Sur26.

Pero recuerden, el propio Rumsfeld admitió públicamente que no exis-


tía «ninguna prueba» que apoyara tal posición. En realidad, el presupues-
to de defensa nacional de Venezuela para el año 2005 fue de 1610 millones
de dólares, cifra que ubica a la nación aproximadamente en el noveno lugar
de gastos militares por país en el hemisferio. Los Estados Unidos tienen un
presupuesto cuatrocientas veces mayor que el país andino, con gastos
anuales destinados a la defensa en el año 2005 superiores a los 450000
millones. Incluso el presupuesto militar del Brasil es doce veces mayor que
el de Venezuela; y otras naciones, como Canadá, México, Colombia, Chile
y Argentina tienen presupuestos anuales de defensa significativamente
superiores al de Venezuela27. Es cierto que la nación suramericana compró
recientemente armas a Rusia y Brasil: aviones, helicópteros y, sí, fusiles
Kalashnikovs. Los fusiles utilizados por la Fuerza Armada venezolana tie-
nen más de cuarenta años y no han sido sustituidos en décadas. La mayo-
ría de los aviones y helicópteros son para misiones y operaciones de lucha
contra estupefacientes. Venezuela, una de las naciones más ricas en recur-
sos petroleros del mundo y la más rica en el hemisferio, tiene el derecho y
el deber soberano de garantizar que su Fuerza Armada esté bien equipa-
da, en especial cuando se está desatando una guerra mundial por el control
de las reservas energéticas.

25
LA ESCALADA DE LA AGRESIÓN

Durante el resto del año 2005, el discurso del gobierno de Bush y sus aso-
ciados se tornó más agresivo. Stephen Johnson, presidente de la Fundación
Heritage, un comité asesor de derecha radicado en Washington, calificó a
Chávez como

... un dictador que viola los derechos humanos, que ha consolidado el poder y lo
ha mantenido mediante un fraude electoral en el referendo revocatorio cele-
brado el 15 de agosto de 200428.

A principios de año, en marzo de 2005, el comandante del Comando Sur


del Pentágono, general Bantz Craddock, declaró:

Me preocupa la influencia de Venezuela en el área bajo mi responsabilidad. El


Southcom (Comando Sur) apoya la posición de su mando conjunto de mantener
un contacto de militar a militar con la Fuerza Armada de Venezuela (...) necesi-
tamos un enfoque interagencias con una amplia base para negociar con
Venezuela...29.

A finales de julio de 2005, el representante Connie Mack de la Florida


vociferó desde la Cámara de Representantes:

En la Venezuela de Hugo Chávez no hay libertad de prensa sino simplemente


propaganda controlada por el Estado contra los Estados Unidos (...). No hay
libertad de expresión, no hay libertad de disensión y no hay libertad para opo-
nerse al régimen de Chávez30.

Aunque totalmente falsa y ridícula, considerando que la mayoría de los


medios de comunicación en el país andino son de propiedad privada, esta
declaración condujo a la aprobación de una enmienda a la Ley de
Autorización de Relaciones Exteriores, que permite las transmisiones a
territorio venezolano supuestamente para combatir el «antiamericanismo»
del presidente Chávez. El texto de la enmienda plantea lo siguiente:

Enmienda n.o. 25 presentada por el señor Mack: página 24, comenzando en la


línea 4, añadir el nuevo párrafo siguiente:

26
5) Transmisiones hacia Venezuela. —Para las transmisiones a Venezuela, se asig-
narán las sumas que se consideren necesarias para el año fiscal 2006 y las sumas
que se consideren necesarias para el año fiscal 2007, las cuales estarán disponi-
bles hasta su gasto, a fin de permitir que la Junta Directiva de Transmisiones pue-
da transmitir a Venezuela, durante al menos treinta minutos diarios, noticieros
televisivos o radiales, o ambos, que sean objetivos, equilibrados y abarcadores.

Sobre la base de la aprobación de esta enmienda por la Cámara de


Representantes, millones de dólares de los contribuyentes estadouniden-
ses se utilizarán para transmitir de forma ilegal la propaganda del gobier-
no de los Estados Unidos a Venezuela. Esto no sólo resulta completamente
ultrajante, sino que es innecesario. En el país andino, de cada cinco estacio-
nes de TV nacionales cuatro son privadas y están controladas por los segui-
dores de la oposición. Estos canales, unidos a la amplia mayoría de la radio
y la prensa, publican y transmiten un criterio anti Chávez durante casi
todas sus transmisiones diarias31.

PAT ROBERTSON QUIERE «SACAR A CHÁVEZ»

El 22 de agosto de 2005, el reverendo Pat Robertson exhortó abierta y


públicamente a asesinar al presidente Hugo Chávez durante su programa,
«700 Club» en la televisión estadounidense:

Ustedes saben, yo no conozco esta doctrina del asesinato, pero si piensa que
estamos tratando de asesinarlo, creo que debiéramos seguir adelante y hacerlo.
Es muchísimo más barato que iniciar una guerra. Y no creo que los embarques
de petróleo cesarán. Pero este hombre es un peligro terrible y los Estados
Unidos... Esta es nuestra esfera de influencia, y no podemos permitir que suce-
da. Tenemos la Doctrina Monroe, tenemos otras doctrinas que hemos anuncia-
do. Y sin lugar a dudas, este es un enemigo peligroso que tenemos en el Sur,
controlando inmensos recursos petroleros, que podría dañarnos seriamente.
Tenemos la capacidad para sacarlo, y pienso que ha llegado el momento de ejer-
cer esa capacidad. No necesitamos otra guerra de 200000 millones de dólares
para librarnos de, ya saben, un dictador de mano dura. Es mucho más fácil que
uno de los operativos encubiertos haga el trabajo y entonces salir de eso ya32.

27
El 3 de febrero de 2006, Robertson reafirmó sus comentarios y su posi-
ción sobre el asesinato del presidente Chávez en el programa de «Hannity
y Colmes» en FOX News. Cuando el coanfitrión Alan Colmes preguntó
a Robertson

«si él [Chávez] fuera asesinado, ¿el mundo sería un lugar más seguro?»
Robertson respondió: «Pienso que América del Sur lo sería». Cuando, más ade-
lante, Colmes presionó a Robertson preguntándole. «¿Usted quiere sacarlo [a
Chávez]?». Robertson contestó: «Ahora no, pero sí un día, un día, un día».
Anteriormente, cuando Colmes le preguntó: «¿Chávez debería ser asesinado?».
Robertson explicó que «un día», Chávez «va a apuntar armas nucleares; y lo que
va a acabar con el Golfo [de México] no va a ser el [huracán] Katrina, sino sus
armas nucleares». El coanfitrión Sean Hannity coincidió en que «...el mundo
estaría mejor sin él [Chávez] donde está porque es un peligro para los Estados
Unidos»33.

No es ninguna sorpresa que la FOX News coincida con la opinión de


Robertson, si se considera su alianza con la ultraderecha en los Estados
Unidos.
El gobierno de Bush permaneció en silencio en relación con los comenta-
rios de Robertson. La posición del Reverendo, aunque descabellada, repre-
senta, de manera más desenfadada, la visión de los nuevos halcones acerca
de Venezuela. ¿Para qué gastar miles de millones de dólares en una guerra
o una intervención directa cuando simplemente podemos «sacarlo»? No
sería la primera vez que Washington pone en práctica esta estrategia en la
región de América Latina, región a la que la Doctrina Monroe se refiere
como «el traspatio de los Estados Unidos». Esa doctrina no es legal, sino
más bien una visión impulsada por el ex presidente de los Estados Unidos
James Monroe en 1823, que proclamaba que las potencias europeas no
podrían seguir colonizando ni interviniendo en los asuntos de las
«Américas». La doctrina estipulaba el concepto hegemónico de «América
para los americanos», refiriéndose al poder y la dominación de los Estados
Unidos sobre el área34. Sería casi risible, si no fuera tan absurdo, que Pat
Robertson invocara a la Doctrina Monroe como el instrumento legítimo de
política exterior internacional que permitiría que los Estados Unidos ejecu-
taran a un líder que, según ellos, «amenaza» sus intereses.

28
EL CAMBIO DE LA DIPLOMACIA POR LA MAQUINARIA BÉLICA

El año 2006 comenzó con otro cambio importante en la política de los


Estados Unidos hacia Venezuela. Si bien durante el 2005, el Departamento
de Estado y la CIA se pronunciaron severamente contra Venezuela, aún no
se había convertido en la prioridad fundamental de estas entidades. Pero
todo cambió en el 2006. John Negroponte, director de Inteligencia
Nacional, indicó este cambio en sus comentarios introductorios ante el
Comité Selecto sobre Inteligencia del Senado el 2 de febrero de 2006:

En Venezuela, el presidente Chávez, si gana la reelección a finales de este año,


estará listo para utilizar su control de la legislatura y otras instituciones para
seguir reprimiendo a la oposición, reducir la libertad de prensa y para atrinche-
rarse con medidas técnicamente legales pero que, no obstante, restringen la
democracia. Esperamos que Chávez profundice sus relaciones con Castro
(Venezuela satisface aproximadamente las dos terceras partes de las necesida-
des petroleras de esa Isla en condiciones de créditos preferenciales). Asimismo,
trata de estrechar sus vínculos económicos, militares y diplomáticos con Irán y
Corea del Norte. Chávez ha reducido la cooperación con los Estados Unidos en
la lucha contra el narcotráfico. El incremento en los ingresos por concepto del
petróleo ha permitido a Chávez desarrollar una política exterior activa en
América Latina que incluye el suministro de petróleo a tasas de reembolso favo-
rables para ganar aliados, utilizando los medios de comunicación recientemente
creados para generar apoyo para sus metas bolivarianas e interferir en los asun-
tos internos de sus vecinos respaldando a candidatos específicos en procesos
electorales35.

Ese mismo día, casi como si se hubiera coordinado, en una comparecen-


cia ante el Club de la Prensa Nacional, el secretario de Defensa Donald
Rumsfeld comparó a Chávez con Adolfo Hitler:

Tenemos a Chávez en Venezuela con mucho dinero procedente del petróleo. Es


una persona que ha sido elegida legalmente, al igual que Adolfo Hitler que fue
elegido legalmente, y que después consolidó el poder y ahora, por supuesto, está
trabajando estrechamente con Fidel Castro [el líder cubano], el señor Morales
[presidente Evo Morales de Bolivia] y otros. Esto me preocupa36.

29
De manera que ahora tenemos a Negroponte, jefe de la Comunidad de
Inteligencia de los Estados Unidos, y a Rumsfeld, a cargo del Pentágono,
refiriéndose a Chávez como un dictador que se relaciona con estados terro-
ristas (Irán y Corea del Norte), que no colabora con las operaciones de
lucha contra el narcotráfico y que interviene en los asuntos de las naciones
vecinas de una forma supuestamente desestabilizadora. Inteligencia y
Defensa: estas son las dos entidades que hacen la guerra. Referirse a Chávez
como un «Hitler» constituye una acusación muy grave. La Segunda Guerra
Mundial no terminó hasta lograr el objetivo de eliminar a Hitler y su régi-
men. La relación establecida entre Chávez e Irán y Corea del Norte resulta
también alarmante, pues ambos países son considerados por el gobierno de
los Estados Unidos como naciones peligrosas y enemigas, a las que Washin-
gton tiene en cuenta para una posible invasión o ataque. Por tanto, la refe-
rencia y comparación con Chávez es cuestión de profunda preocupación.
El 16 de marzo de 2006, el presidente George W. Bush anunció la revisión
de su Estrategia de Seguridad Nacional, dada a conocer originalmente en
el 2002. Por primera vez en la historia, Venezuela era considerada en el texto
como una amenaza peligrosa para los intereses de seguridad de los Estados
Unidos. En la Sección IV B) «Éxitos y desafíos», el documento plantea:

En Venezuela, un demagogo repleto de dinero proveniente del petróleo está


socavando la democracia e intentando desestabilizar a la región37.

La inclusión de Venezuela en la Estrategia de Seguridad Nacional que


ratificó el concepto de «guerra preventiva, unilateral» cuando los Estados
Unidos piensan que existe una amenaza a sus intereses, es muy reveladora
de la actual política estadounidense hacia la nación suramericana. Sólo en
el período de un año, Venezuela dejó de ser la «fuerza negativa» mencio-
nada por Condoleezza Rice para convertirse en una «amenaza para la
seguridad nacional».
¿Pero qué es lo que convierte a Venezuela en una amenaza tan seria para
los intereses de los Estados Unidos? Además de suministrar el 15 por cien-
to del petróleo que consume Estados Unidos, ser la proveedora más cerca-
na (sólo demora entre cuatro y seis días embarcar el petróleo venezolano
hasta los Estados Unidos, mientras que demoraría entre seis y ocho sema-

30
nas transportarlo desde el Oriente Medio hasta territorio estadounidense),
y tener 14000 gasolineras y siete refinerías dentro de los Estados Unidos,
Venezuela representa un desafío para el modelo de democracia capitalista
neoliberal que Washington ha presentado al mundo como «el mejor mode-
lo de democracia». La democracia revolucionaria venezolana, o el socialis-
mo bolivariano del siglo XXI, representa una importante alternativa
ideológica y económica ante el fracasado modelo estadounidense. El pre-
sidente George W. Bush dejó bien claro que el hemisferio tendría que esco-
ger entre estos dos modelos para poder avanzar hacia la paz. En
observaciones hechas en Brasil tras la reunión de la Cumbre de las
Américas celebrada en noviembre de 2005 en Mar del Plata, Argentina,
donde el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas fue rechazado por
varias de las naciones suramericanas, Bush declaró:

Para garantizar la justicia social en las Américas es necesario escoger entre dos
visiones rivales. Una ofrece esperanza y se fundamenta en la democracia repre-
sentativa, la integración a la comunidad mundial y la fe en el poder transforma-
dor de la libertad de los individuos. La otra intenta revertir los logros
democráticos alcanzados en las dos últimas décadas, apelando al temor, la con-
frontación entre los vecinos y culpando a los demás de la propia incapacidad
para lograr la prosperidad de su pueblo38.

Evidentemente, el modelo de Venezuela es hoy considerado como un


rival equivalente al de los Estados Unidos, un logro increíble en poco más
de cinco años, para una nación suramericana en desarrollo.

EL TERRORISMO

Cuando el informe anual sobre terrorismo fue publicado por el Depar-


tamento de Estado en la primavera de 2006, la colaboración del país andi-
no fue catalogada de «insignificante»:

La cooperación de Venezuela en la campaña internacional contra el terrorismo


siguió siendo insignificante. El presidente Hugo Chávez persistió en su crítica
pública a los esfuerzos de los Estados Unidos en su lucha contra el terrorismo,

31
defendió públicamente a los terroristas iraquíes, profundizó la colaboración de
Venezuela con Estados patrocinadores del terrorismo como Cuba e Irán (...). No
está claro hasta qué punto el gobierno de Venezuela ofreció apoyo material a los
terroristas colombianos, si lo hizo, y a qué nivel...39.

Thomas Shannon, actual secretario de Estado adjunto para Asuntos del


Hemisferio Occidental, posteriormente hizo varias declaraciones hostiles
sobre Venezuela, indicando un recrudecimiento de la política hacia esa
nación: «La inteligencia cubana se ha clonado eficazmente dentro de la
inteligencia venezolana», dijo a editores y periodistas del The Washington
Times. Asimismo, afirmó que

Venezuela está ofreciendo asilo a organizaciones vinculadas a grupos terroristas


no especificadas en el Oriente Medio»40,

señalando que Hezbollah era una de esas. Esto suena a información basa-
da en el documento elaborado por el ex embajador Charles Shapiro que
plantea que Hezbollah y otros grupos afines, operaban, supuestamente,
desde territorio venezolano, aunque nunca se han presentado pruebas que
confirmen tales suposiciones.
En una declaración sin precedentes, Shannon confirmó a los periodistas
del The Washington Times que Venezuela sería «designado como país que
no está cooperando totalmente con los esfuerzos contra el terrorismo», lo
que la convertiría en la única nación con tal designación no incluida en la lis-
ta de estados patrocinadores del terrorismo. La denominación, una inven-
ción del gobierno de los Estados Unidos según sus propias reglas, permite a
Washington prohibir unilateralmente a Venezuela la compra de armas esta-
dounidenses o armas fabricadas con componentes estadounidenses. El país
andino es la primera nación del mundo que recibe tal designación sin haber
sido calificada como «estado patrocinador del terrorismo», lo que la acerca
aún más a la lista de países terroristas. Venezuela jamás ha atacado o ame-
nazado con atacar los intereses de los Estados Unidos ni a sus ciudadanos.
Dos meses después, en julio de 2006, el Subcomité sobre Terrorismo
Internacional y No Proliferación de la Cámara de Representantes celebró
una vista titulada «Venezuela: ¿centro del terrorismo en América del Sur?»
El presidente del subcomité, el representante Ed Royce, en su discurso
introductorio declaró:

32
Venezuela, bajo el presidente Hugo Chávez, ha tolerado a los terroristas en su
suelo y ha forjado estrechas relaciones con Estados oficialmente patrocinadores
del terrorismo designados como Cuba, Irán y Corea del Norte. Los grupos terro-
ristas colombianos utilizan el territorio venezolano como paraíso seguro (...).
Existen otros informes preocupantes sobre la actividad islámica radical en
Venezuela. Los funcionarios del Departamento de Estado han expresado su
preocupación por los «grupos e individuos» en Venezuela que tienen «vínculos
con organizaciones terroristas en el Oriente Medio». Células de Al-Qaeda,
Hamas y Hezbollah en Centroamérica y Suramérica están vinculadas a la recau-
dación de fondos y a redes criminales transnacionales que son claves para la
movilidad de los terroristas. Hace tres años, un oficial de inteligencia afirmó
sobre el terrorismo en América Latina que «Ni siquiera sabemos qué es lo que
no sabemos». No puedo estar seguro de que esto haya cambiado.

¿Es en esto en lo que se fundamenta la política exterior de los Estados


Unidos sobre el terrorismo en América Latina? ¿«Ni siquiera sabemos qué
es lo que no sabemos», por eso «saquémoslos a todos»? ¿O clasificar a las
naciones como terroristas o casi terroristas sobre la base de noticias falsas
e informes de inteligencia? Resulta altamente preocupante pensar que
Venezuela ha sido incluida en una lista que el gobierno de los Estados
Unidos puede utilizar para justificar una guerra preventiva basada en «lo
que no sabemos». Ninguna de las afirmaciones de que Venezuela alberga a
grupos terroristas ha sido comprobada jamás. De hecho, al parecer, todas
ellas se remontan al artículo de U.S. News and World Report publicado en
el año 2003, mencionado por el presidente Ed Royce en su declaración
ante el Comité (es la única «prueba» citada por Royce en su declaración).
El tendencioso artículo, casi una obra fantástica, aparecido en octubre de
2003 en primera plana, fue escrito por la periodista Linda Robinson y se
titula «Terror Close to Home» [El terrorismo está cerca de casa]. Todo el
trabajo, de varias páginas, estaba plagado de datos fabricados sobre cam-
pamentos de entrenamiento para terroristas en Venezuela. Posteriormen-
te, fue refutado por el entonces comandante del Comando Sur del
Pentágono, James Hill, quien confirmó que «no existe ninguna prueba
sobre ello»41. Este es un verdadero ejemplo de cómo funciona la desinfor-
mación. A pesar de negarse la veracidad del artículo de Robinson, este fue
reciclado y citado después por funcionarios de alto nivel en el gobierno de

33
los Estados Unidos y otras entidades noticiosas. Así es como las mentiras
se convierten en «verdades» que son utilizadas para justificar la guerra.

LA PREOCUPACIÓN POR VENEZUELA

De manera que aquí estamos, en el 2006, acercándonos a las próximas elec-


ciones presidenciales, y el frente diplomático de los Estados Unidos se
mueve a toda velocidad. En sólo un año, el país andino ha sido calificado
por Washington prácticamente como «nación terrorista»; el propio Bush
constantemente le confiesa a la prensa que está «preocupado por
Venezuela», y que «Chávez está en realidad perjudicando al país»42. A
medida que la guerra global se propaga por todo el Oriente Medio y ame-
naza a Irán, Cuba y otras naciones, se evidencia aún más que Venezuela es
uno de los objetivos más recientes de la agresión estadounidense.

NOTAS

1. «Rice: Venezuela’s Chávez “Negative Force” in the Region» [Rice: la “fuerza


negativa” de la Venezuela de Chávez en la región]. The Wall Street Journal, 18
de enero de 2005.
2. Testimonio del director de la Agencia Central de Inteligencia Porter J. Goss
ante el Comité Selecto de Inteligencia del Senado, 16 de febrero de 2005.
Disponible en inglés en: www.cia.gov.
3. «A Year Later, Goss’s CIA is Still in Turmoil» [Un año después, la CIA de Goss
sigue en un caos]. The Washington Post, 19 de octubre de 2005, p. A01.
4. «Goss Plans to Expand CIA Spying and Análisis» [Goss prevé ampliar las ope-
raciones de espionaje y análisis de la CIA]. The Washington Post, 23 de sep-
tiembre de 2005, p. A06.
5. «Mission Manager for Cuba and Venezuela announced», Office of the
Director of National Intelligence, Public Affairs Office, News Release, 18 de
agosto de 2006, en:
http://www.dni.gov/press_releases/News_Release_16_08_18_06.pdf.
6. Véase documento en el Anexo 1, página 144/145

34
7. Declaración del secretario adjunto Noriega ante el Comité de Relaciones
Exteriores del Senado, 2 de marzo de 2005. Disponible en inglés en: www.sta-
te.gov.
8. J. Michael Waller: «What to Do About Venezuela?» [¿Qué hacer con
Venezuela?]. Centro de Política de Seguridad, mayo de 2005. Disponible en
inglés en: www.centerforsecuritypolicy.org.
9. Project for a New American Century [Proyecto para un Nuevo Siglo
Americano] (PNAC); es un grupo creado por los neoconservadores y que ha
elaborado la estrategia encaminada a dominar las reservas energéticas del
Oriente Medio. El PNAC promueve una política exterior «neo-reaganiana»
basada en el «fortalecimiento militar y la claridad moral». En septiembre de
2000, este grupo publicó un informe titulado «Rebuilding America’s
Defenses: Strategy, Forces and Resources for a New Century»
[Reconstrucción de las defensas de los Estados Unidos: estrategia, fuerzas y
recursos para un nuevo siglo]. Desde 1998, el PNAC exhortó a la destitución
unilateral de Saddam Hussein del poder en Iraq, e inmediatamente después
de los ataques del 11 de septiembre de 2001, publicó una carta en que pedía
una declaración de «Guerra global contra el terrorismo». Su Junta Directiva y
amigos conexos incluye a personajes como Donald Rumsfeld, Elliot Abrams,
Jeb Bush, Paula Dobriansky, Francis Fukuyama, Frank Gaffney, Vin Weber
(NED), John Bolton, Robert Zoellick, Morton Abramaowitz, Frank Carlucci y
otros.
10. J. Michael Waller: Ob. cit., p. 2.
11. Ídem.
12. Véase la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 1999.
13. J. Michael Waller: Ob. cit., p. 3.
14. Véase Eva Golinger: El Código Chávez: descifrando la intervención de los
Estados Unidos en Venezuela, versión en inglés publicada por Olive Branch
Press, 2006, pp. 119-123.
15. J. Michael Walter: Ob. cit., pp. 7-11.
16. Ibídem, p. 12.
17. Ídem.
18. Ibídem, pp. 13-14.
19. Ibídem, p. 14.
20. Center for Security Policy, Nacional Security Advisory Council, en:
http://www.centerforsecuritypolicy.org/index.jsp?section=static&page=nsac.
21. US Secretary of Defense Donald Rumsfeld visits Brazil, Joint Press
Conference, March 26, 2005, en:
http://en.wikinews.org/wiki/US_Secretary_of_Defense_
Donald_Rumsfeld_visits_Brazil.
35
22. Entrevista del secretario de Defensa Donald Rumsfeld con Andrés
Oppenheimer, 5 de abril de 2005, en:
http://ciponline.org/facts/050405rums.htm.
23. «Rumsfeld Questions Possible Venezuela-Russia Arms Deal» [Rumsfeld
cuestiona posible acuerdo de armas entre Venezuela y Rusia], Voice of
America [Voz de las Américas], 23 de marzo de 2005, en: http://www.voa-
news.com/english/archive/2005-03/2005-03-23
voa82.cfm?CFID=42820299&CFTOKEN=40071679.
24. Roger Pardo-Maurer: «Pardo-Maurer Speaks at the Hudson Institute’s
Center for Latin American Studies» [Pardo-Maurer habla en el Centro de
Estudios Latinoamericanos del Instituto Hudson], Informe sobre la política
de los Estados Unidos hacia Cuba, 26 de julio de 2005. Edición especial.
25. Ídem.
26. Entrevista en mesa redonda con el Presidente y los medios de difusión
extranjeros, Salón Roosevelt, la Casa Blanca, 5 de mayo de 2005, en:
www.whitehouse.gov.
27. «Venezuela’s defense spending», Venezuela Information Office, en: http:
//www.rethinkvenezuela.com/downloads/milspend.htm.
28 «U.S. Policy Toward Latin America: A Legacy of Uneven Engagement» [La
política de los Estados Unidos hacia América Latina: un legado de compro-
miso desigual]. The Heritage Foundation, 23 de agosto de 2005.
29 Testimonio del general Bantz J. Craddock, comandante del Comando Sur de
los Estados Unidos, en audiencia del Comité de Servicios Armados de la
Cámara: «Fiscal Year 2006 National Defense Authorization budget request»
[Solicitud de autorización del presupuesto de defensa nacional para el ejerci-
cio económico del año fiscal 2006], 9 de marzo de 2005, en:
http://ciponline.org/ colombia/050309crad.htm.
30. Discurso del representante Connie Mack (FL), ante la Cámara el 14 de julio
de 2005.
31. «Goss Plans to Expand CIA Spying and Análisis» [Goss prevé ampliar las ope-
raciones de espionaje y análisis de la CIA]. The Washington Post, 23 de sep-
tiembre de 2005, p. A06.
32. «Robertson Called for the Assassination of Venezuela’s President»
[Robertson instó al asesinato del presidente de Venezuela], 22 de agosto de
2005, en: http://mediamatters.org/items/200508220006.
33. «Robertson Again Calls for Chávez’s Assassination: Not Now, But One day»
[Robertson volvió a instar al asesinato de Chávez: no ahora, sino un día], 3 de
febrero de 2006, en: http://mediamatters.org/items/200602030003.

36
34. Véase http://en.wikipedia.org/wiki/Monroe_Doctrine.
35. Declaración del director de Inteligencia Nacional, John Negroponte ante el
Comité Selecto de Inteligencia del Senado, 2 de febrero de 2006.
36. «Rumsfeld compara al Chávez de Venezuela con Hitler». El secretario de
Defensa manifiesta su preocupación por el «liderazgo populista» en América
Latina, 3 de febrero de 2006. Disponible en inglés en:
http://www.msnbc.msn.com/id/11159503/.
37. Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de América, 16 de
marzo de 2006. Disponible en inglés en: www.whitehouse.gov/nsc/nss/2006/
index.html.
38 «Bush: Choose Democracy» [Bush: escoge la democracia], 7 de noviembre de
2005. Disponible en inglés en: http://www.cbsnews.com/stories/2005/11/04/
world/main1009964.shtml.
39. Informe del Departamento de Estado sobre el terrorismo, 2005. Disponible
en inglés en: www.state.gov.
40. Thomas Shannon: «Venezuela and Terrorists» [Venezuela y los terroristas],
The Washington Times, 21 de mayo de 2006.
41. «US General James T. Hill admits no evidence to link Venezuela with
Colombian guerrillas» [El general estadounidense James T. Hill admite que
no hay pruebas que vinculan a Venezuela con las guerrillas colombianas], 21
de octubre de 2003, en: http://www.vheadline.com/readnews.asp?id=12023.
42. Bush manifiesta su preocupación por Venezuela, El Universal, Venezuela, 7
de junio de 2006.

37
EL DINERO DESBORDA LA OLLA

UNA VEZ MÁS SE ACUDE A LA FUNDACIÓN NACIONAL


PARA LA DEMOCRACIA

En febrero de 2006, el presidente George W. Bush presentó una solicitud


extraordinaria elevada al Congreso para financiar las «iniciativas de demo-
cracia» en América Latina. De esta cuantiosa propuesta de presupuesto,
143,7 millones de dólares estaban destinados a «promover los objetivos»
de su gobierno en América Latina y el Caribe, en especial los relacionados
con la seguridad colectiva y el fortalecimiento de las instituciones y las
prácticas democráticas. Otros 26,8 millones de dólares del financiamiento
serían para la «consolidación de los avances democráticos» en Bolivia,
Brasil, Ecuador, Paraguay, Perú y Venezuela. Separadamente, Bush indicó
que en el caso de Venezuela, los fondos estarían destinados a «... apoyar los
esfuerzos de creación de partidos políticos y programas de organizaciones
no gubernamentales» centrados en el desarrollo de la democracia1.
¿Les parece inocente?
En El Código Chávez se documenta ampliamente y se demuestra, más
allá de cualquier duda razonable, el papel desempeñado por la Fundación
Nacional para la Democracia (NED) en el financiamiento de los grupos y
partidos que llevaron a cabo el golpe de Estado de abril de 2002 contra el
presidente Chávez2. La llamada misión de la NED de «promover la demo-
cracia en el exterior» se ha distorsionado significativamente en el caso de
Venezuela, cuando menos, aunque otros investigadores han descubierto
casos similares en Haití, Nicaragua, Ucrania, Bielorrusia, Rusia e incluso en
Etiopía. De hecho, el gobierno etíope expulsó a tres organizaciones esta-
dounidenses financiadas por la NED y la Agencia de los Estados Unidos
para el Desarrollo Internacional, en marzo de 2005. Supuestos representan-
tes del Instituto Republicano Internacional (IRI), el Instituto Democrático

39
Nacional (NDI) y la Fundación Internacional de Sistemas Electorales (IFES)
habían entrado ilegalmente al país y establecido oficinas sin ningún tipo de
autorización del gobierno de Etiopía3.
Tales prácticas son usuales en estas entidades, ya que están dotadas de la
creencia imperialista de los Estados Unidos de que el mundo es su coto de
caza y pueden realizar operaciones sin permiso en cualquier nación más
débil. El mismo patrón se repitió en el país andino cuando la NED y la USAID
aparecieron por primera vez en escena, de manera prominente, en el 2001.
Jamás solicitaron permiso a Venezuela, a pesar del hecho innegable de que
estas entidades son financiadas y supervisadas por el Departamento de
Estado y el Congreso, lo que las convierte en organizaciones del gobierno
de los Estados Unidos. En ese país la ley no permite que otros estados finan-
cien a ningún partido político o campaña, e incluso, las organizaciones no
gubernamentales que reciben financiamiento de otros estados, deberán ins-
cribirse como «agentes extranjeros» ante el Departamento de Justicia, en
virtud de la Ley para el Registro de Agentes Extranjeros (FARA) e informar
en detalles y frecuentemente sobre todas las actividades llevadas a cabo4.
El gobierno de Rusia también ha acusado al Instituto Republicano
Internacional (IRI) y a otras organizaciones estadounidenses financiadas
por la NED y la USAID que operan en Rusia y otros países de Europa orien-
tal, de participar en actos de espionaje y conspiración para inducir otra
«revolución coloreada» en la vecina Bielorrusia.

Organizaciones estadounidenses, británicas y no gubernamentales extranjeras


están ofreciendo cobertura a espías profesionales en Rusia, mientras que orga-
nizaciones occidentales están financiando planes para llevar a cabo revolucio-
nes pacíficas en Bielorrusia y otras ex repúblicas soviéticas que limitan con
Rusia, declaró el director del Servicio Federal de Seguridad, Nikolai Patrushev,
en mayo de 20055.

En Haití, la NED y la USAID han sido acusadas de financiar el golpe de


Estado de principios de 2004 contra el presidente Jean Bertrand Aristide y,
al mismo tiempo, de utilizar técnicas propagandísticas para financiar a los
periodistas de Associated Press que filtraron historias en los medios de
comunicación masiva de los Estados Unidos, como The New York Times,

40
en sus esfuerzos por ofrecer una imagen legítima y favorable de su trabajo
en esa nación.

Una periodista por cuenta propia en la Associated Press, quien también es la


corresponsal a tiempo parcial del The New York Times en Haití, simultanea su
empleo con el de consultora de la Fundación Nacional para la Democracia
financiada por el gobierno de los Estados Unidos, según un funcionario de la
NED, y varios de los receptores de fondos de la Agencia (...). Regine Alexandre,
cuyo nombre aparece como periodista de la AP, al menos una docena de veces
desde mayo de 2004, en dos artículos del The New York Times, es parte de un
«experimento» de la NED para ubicar a un representante en el terreno en países
donde la NED ha financiado grupos. «Esto es casi como un experimento para
nosotros», declaró Fabiola Córdova, funcionaria de programa de Haití con la
NED de Washington, D.C., el 6 de diciembre6.

Cuando el gobierno de los Estados Unidos financia de forma encubierta


a periodistas para que escriban artículos que proyecten favorablemente sus
políticas y agenda, el resultado es propaganda.
El financiamiento de la NED en Haití aumentó bruscamente de cero en
el 2003 a más de medio millón de dólares en el año fiscal 2005, durante y
después del período en que el presidente Aristide fue sacado de forma ile-
gal del poder. Al mismo tiempo, el Instituto Republicano Internacional,
entidad radicada en los Estados Unidos y creada en 1983 como uno de los
cuatro grupos esenciales de la NED7, supervisada por el Partido
Republicano y en la actualidad presidida por el senador John McCain,
comenzó a financiar y entrenar a más de 600 activistas y líderes anti
Aristide en los años 2002 y 2003. En el 2004, muchos de esos mismos indi-
viduos resultaron cruciales en las sublevaciones callejeras y las protestas
que culminaron con el derrocamiento del Presidente democráticamente
electo de Haití8. La estrategia que se aplicó en Venezuela y fracasó, des-
pués resultó un éxito en Haití.
Desde la publicación de El Código Chávez, que puso en evidencia el des-
vío de los dólares de los contribuyentes estadounidenses con la aprobación
del Congreso para ser utilizados en actividades antidemocráticas, el finan-
ciamiento de la NED y la USAID en Venezuela ha seguido siendo sustancial.
La suma total invertida entre los años 2000 y 2004 en grupos de la oposi-

41
ción, ascendió aproximadamente a 27 millones de dólares de los contribu-
yentes. Durante los años 2005 al 2007, la Fundación ha recibido más de 3
millones de dólares destinados a sus actividades en Venezuela, y la USAID
ha obtenido aproximadamente 7,2 millones de dólares para la Oficina de
Iniciativas para la Transición, que radica en Caracas y para otros progra-
mas en el país9. La USAID aún se niega a incluir secciones específicas para
Venezuela en su sitio web10, ya que evidentemente su trabajo en esa
nación ha sido revelado como una farsa y una cobertura para actividades
ilegales; sin embargo, su solicitud de presupuesto para las operaciones en
Venezuela pueden encontrarse en el sitio web de esa Agencia11.
¿A dónde va a parar este dinero? En el caso de la Fundación Nacional
para la Democracia, en el año fiscal 2005 los grupos que recibieron el finan-
ciamiento fueron los siguientes:12

MÉXICO Y VENEZUELA

American University
171538 dólares
Para promover el papel de círculos académicos de expertos jurídicos
encaminados a influir en la política pública en derechos humanos. En
México, la American University trabajará con sus instituciones asociadas
para elaborar un informe de investigación y un proyecto de legislación
modelo destinado a enmendar la actual legislación sobre la prohibición de
la tortura. En Venezuela, la American University ayudará a cinco universi-
dades a desarrollar la capacidad de enseñanza y un plan de estudio en la
esfera de la protección y promoción de los derechos humanos.

REGIÓN ANDINA

Centro de los Estados Unidos para la Solidaridad Laboral Internacional


(ACILS)
637327 dólares
Para fortalecer la capacidad de los sindicatos con el objetivo de que los

42
trabajadores participen en la práctica de la democracia en sus centros de
trabajo y en las esferas económica y política más amplias. Se ofrecerá apo-
yo económico y técnico para el desarrollo estratégico de propuestas de con-
tratación, negociaciones y acciones de apoyo a los sindicatos. Se impartirán
talleres de dos días para negociadores y dirigentes sindicales con el fin de
desarrollar propuestas específicas de negociación y planes para prom ver y
negociar propuestas en Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
Centro para la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL)
140000 dólares
Para promover y defender los derechos humanos en Colombia, Ecuador,
Perú y Venezuela. El CEJIL seguirá presentando y litigando casos ante el
Sistema Interamericano (IAS), entrenando a activistas en derechos huma-
nos, periodistas y líderes juveniles en las normas internacionales de dere-
chos humanos y el uso del IAS; y apoyará y estimulará a las organizaciones
no gubernamentales locales y a la sociedad civil con el objetivo de defen-
der los derechos humanos.
Centro para la Empresa Privada Internacional (CIPE) - CEDICE
148750 dólares
Para promover la buena gobernabilidad empresarial en Colombia,
Ecuador y Venezuela. El CIPE trabajará con la Confederación Colombiana
de Cámaras de Comercio, las organizaciones locales participantes de la
bolsa de valores de Quito y la Asociación de Ejecutivos de Venezuela, para
crear una red de instituciones del sector privado destinadas a fortalecer la
cultura de la buena gobernabilidad y mejorar el diálogo democrático con
los encargados de formular la política del gobierno.

REGIÓN DE AMÉRICA LATINA

Afro-América Capítulo XXI Colombia


90530 dólares
Para promover la participación política local de las organizaciones y los
líderes afrolatinos en Honduras, Perú y Venezuela. Afro-América Capítulo
XXI Colombia entrenará a 75 líderes comunitarios de 30 organizaciones de

43
base afrolatinas en la consolidación institucional, liderazgo y derechos civi-
les y políticos. También creará grupos de trabajo con funcionarios del
gobierno local en los tres países.
Fundación Canadiense para las Américas (FOCAL)
94516 dólares
Para promover el diálogo sobre el papel que la sociedad civil y la comu-
nidad internacional pueden desempeñar en la promoción y defensa de la
democracia en el hemisferio. FOCAL comisionará la elaboración de dos
documentos, organizará una conferencia en Ottawa, y llevará a cabo reu-
niones de seguimiento en Venezuela y Ecuador sobre la sociedad civil y las
normas hemisféricas e internacionales para la promoción y la defensa de la
democracia.
Instituto Prensa y Sociedad (IPYS)
105770 dólares
Para proteger a los periodistas en Perú, ampliar su acceso a la informa-
ción y las iniciativas del periodismo cívico a nivel nacional, y seguir promo-
viendo una red andina destinada a proteger a los periodistas en Colombia
y Venezuela. La red permite que un periodista que tenga problemas o sea
víctima de un ataque, pueda informar la amenaza o el ataque a la oficina
central en Lima, después de lo cual, el IPYS investigará y divulgará el asun-
to y ofrecerá asistencia jurídica al periodista, en caso necesario.

VENEZUELA

Instituto Republicano Internacional (IRI)


200000 dólares
Para promover partidos políticos más movilizativos. El IRI ayudará a los
partidos políticos a mejorar su capacidad de identificar y representar las
preocupaciones de sus electores; adoptar plataformas partidistas claras,
concisas, que se comuniquen con los votantes; y desarrollar las estructuras
y los procesos internos para la selección transparente y democrática de los
líderes del partido.

44
Asociación Civil Consorcio Desarrollo y Justicia
74590 dólares
Para promover sistemas judiciales más eficaces e independientes. El
Consorcio continuará con su observatorio judicial regional andino, super-
visando los aspectos claves de los sistemas judiciales en Venezuela, Perú y
Ecuador con la ayuda de las organizaciones de derechos humanos de esos
países. El Consorcio también continuará con su colaboración al Instituto
de Defensa Legal de la ONG peruana, con el fin de llevar a cabo un progra-
ma de capacitación para el liderazgo democrático en la comunidad y para
los líderes afro-venezolanos e indígenas en Venezuela.
Instituto Prensa y Sociedad-Venezuela
74950 dólares
Para promover la libertad de expresión y el profesionalismo y seguridad
de los periodistas. El IPYS-Venezuela mantendrá su red de alerta, mediante
el apoyo continuado a los corresponsales en siete provincias, con la finali-
dad de supervisar las condiciones de la prensa e investigar los casos de ata-
ques y amenazas contra periodistas. El IPYS-Venezuela también ofrecerá
talleres de capacitación para elevar el nivel profesional de los periodistas,
en tópicos tales como los reportajes investigativos, la ética periodística y el
papel de los medios de comunicación masiva en la promoción de los valo-
res democráticos.
Asociación Civil Uniandes
15058 dólares
Para promover la participación local en los programas de bienestar social
en Mérida. Uniandes capacitará a 30 organizaciones comunitarias en la
defensa pública; ayudará a organizarlas en redes a lo largo de la nación y
trabajará con los gobiernos locales para mejorar los vínculos entre estas
organizaciones y las autoridades locales.
Centro al Servicio de la Acción Popular (CESAP)
68133 dólares
Para promover la participación de la comunidad en la planificación y eje-
cución de programas sociales. El CESAP trabajará con los grupos locales de
los estados de Zulia, Anzoátegui y Trujillo para supervisar los presupuestos

45
y programas del gobierno, recopilar datos mediante encuestas, y capacitar
a las organizaciones locales sobre cómo participar en la planificación,
implementación y evaluación de los programas sociales en Venezuela.
Asimismo, el CESAP seguirá elaborando informes sistemáticos sobre la
pobreza y los programas sociales a nivel local en Venezuela.
Acción Campesina
58240 dólares
Para promover los derechos del campesinado a los niveles nacional y
local mediante una reforma política a ese nivel. Acción Campesina traba-
jará con las organizaciones locales en cuatro estados, para analizar las con-
diciones de esos lugares, desarrollar propuestas de política y legislación
sobre el desarrollo agrícola y rural y promover estas iniciativas entre los
funcionarios públicos locales, estadales y nacionales.
Asociación Civil Consorcio Justicia-Occidente
20000 dólares
Para consolidar la dirección comunitaria y la solución pacífica de los con-
flictos. Consorcio Justicia-Occidente trabajará con las organizaciones de las
comunidades locales en el estado Táchira, en la frontera con Colombia,
para capacitar a más de 400 líderes juveniles comunitarios en el liderazgo
democrático, los valores democráticos y los derechos humanos. Consorcio
Justicia-Occidente trabajará también con estos líderes en sus comunidades,
con el objetivo de ayudarlos a llevar a cabo proyectos para desarrollar
estrategias encaminadas a abordar los problemas locales.
Asociación Civil-Justicia Alternativa
17650 dólares
Para promover la participación política de los jóvenes y la solución pací-
fica de conflictos. Al trabajar con las escuelas locales de enseñanza media y
superior, Justicia Alternativa convocará a cinco talleres que enseñarán a los
estudiantes los instrumentos y el significado del liderazgo democrático.
Justicia Alternativa también impartirá cuatro talleres para unir a los repre-
sentantes de las comunidades y los funcionarios localmente elegidos, con el
fin de discutir la forma de mejorar la colaboración entre las comunidades
y los funcionarios locales.

46
Asociación Civil Kapé-kapé
14950 dólares
Para fortalecer la sociedad civil entre las comunidades indígenas de los
estados Bolívar y Delta Amacuro. Kapékapé impartirá 20 talleres de lide-
razgo y solución de conflictos en las comunidades warao y pemón.
Conociendo los medios tradicionales de las comunidades para resolver los
conflictos y otros métodos de negociación, los participantes en el taller
desarrollarán un programa destinado a abordar los problemas económicos,
sociales y políticos que enfrentan las comunidades warao y pemón.
Asociación Civil Liderazgo y Visión
22721 dólares
Para emprender un programa de capacitación sobre democracia y dere-
chos humanos dirigido a los empleados públicos en el estado Carabobo.
Liderazgo y Visión capacitará a un total de 550 oficiales de la policía y
bomberos, en derechos y responsabilidades democráticas y la solución
pacífica de conflictos. Además, capacitará a un total de doce representan-
tes para que actúen como coordinadores del seguimiento, y ayuden a orga-
nizar y dirigir cursos y talleres informales en el futuro.
Centro por la Resolución de Conflictos de la Asociación de Abogados
del Estado Lara
12850 dólares
Para promover la tolerancia y la no violencia en el estado Lara. El
Centro impartirá talleres sobre la solución de conflictos y el diálogo y orga-
nizará ocho mesas de diálogo en la ciudad de Barquisimeto. Esas mesas
unirán a cuatro representantes que apoyen al partido gobernante nacional,
y cuatro representantes de grupos que se oponen a ese partido con vistas a
desarrollar mancomunadamente planes de acción para identificar, de
común acuerdo, los problemas de la comunidad.
Concentroccidente
14202 dólares
Para promover la representación política de empresarios del sector infor-
mal y empleados en el estado Lara en la región occidental de Venezuela.
Concentroccidente convocará a tres talleres que unirán a los representan-

47
tes de trabajadores informales y de microempresas y a asociaciones de
diferentes sectores de la economía, incluidos manufactura, ventas y servi-
cios, para crear una red destinada a defender sus intereses a los niveles
local y nacional.
Fundación Justicia de Paz del estado Monagas
17200 dólares
Para capacitar en derechos humanos a la policía y a las comunidades. La
Fundación Justicia de Paz impartirá 10 talleres sobre los derechos huma-
nos constitucionalmente protegidos y los instrumentos para mejorar las
relaciones con las comunidades locales, a más de 300 oficiales de la policía
en el estado Monagas. Para complementar su trabajo dentro de las fuerzas
de la policía, la Fundación Justicia de Paz celebrará 12 foros comunitarios
a lo largo de la ciudad de Maturín, con miras a discutir las preocupaciones
e intereses de la policía local.
Súmate
107200 dólares
Para educar a los ciudadanos sobre la ley electoral y promover y ofrecer-
les los instrumentos destinados a reclamar su derecho a un proceso electo-
ral libre, abierto y transparente. Súmate impartirá 360 talleres de
capacitación en los 24 estados, para enseñar a un total de 12200 miembros
de su red nacional de voluntarios acerca de la ley electoral. Los talleres
capacitarán a los voluntarios y ciudadanos locales en los «cinco requisitos
para un proceso electoral limpio», citados consecuentemente por los vene-
zolanos y los grupos observadores internacionales de las elecciones.
Venezolanos del Mundo
12490 dólares
Para mejorar y profesionalizar el periodismo comunitario. El proyecto
impartirá 50 talleres con redes de periodistas de la comunidad, con vistas a
mejorar su capacidad de cubrir los eventos locales de manera objetiva y res-
ponsable, y compartir con ellos los métodos del periodismo de investiga-
ción. Venezolanos del Mundo también impartirá cinco talleres comunitarios
en los barrios más pobres, dentro y en los alrededores de Caracas, para
mancomunar a residentes y periodistas con el fin de discutir los temas loca-
les y la forma en que pueden contribuir a promover los objetivos comunes.

48
Muchas de estas organizaciones venezolanas son los mismos grupos que
han estado recibiendo dinero de la NED en los últimos años, como Súmate,
Liderazgo y Visión, Consorcio Justicia, CESAP, CEDICE, Acción Campesina
y Justicia Alternativa, unidos a instituciones de los Estados Unidos que tra-
bajan con esos grupos de la oposición dentro del país, incluidos el CEJIL,
CIPE y el IPYS. Sin embargo, ha habido un cambio alarmante en el financia-
miento de la NED en Venezuela: tal parece que la Fundación ha llegado a
las comunidades que generalmente apoyan al gobierno venezolano, espe-
cialmente al presidente Chávez, en un esfuerzo por comprarlos o «ganar
sus corazones y mentes». Obsérvese específicamente el financiamiento
dirigido a los grupos indígenas (Asociación Civil Kapé-kapé) y a las comu-
nidades afrovenezolanas (Consorcio Justicia y Afro-América XXI).
También hay indicios de que la NED está tratando de ampliar su influencia
en la creciente comunidad de los medios de comunicación alternativa en
Venezuela, financiando la creación del grupo Venezolanos del Mundo con
el objetivo de penetrar y «capacitar» a los activistas y periodistas comuni-
tarios. Los únicos medios de comunicación verdaderamente libres e inde-
pendientes de Venezuela son los comunitarios, ya que todos los privados
son propiedad de una élite de ricos venezolanos que se ha enfrascado en
una intensa guerra de los medios de comunicación, para apoyar los esfuer-
zos encaminados a retirar a Chávez del poder.
¿Qué hay de nocivo en recibir financiamiento del gobierno de los
Estados Unidos a través de la NED? ¿Acaso todo el trabajo que realizan
estos grupos es malo? Muchos se han hecho estas mismas preguntas.
Algunos de estos grupos son organizaciones abiertamente anti Chávez,
como Liderazgo y Visión, que sigue incluyendo en sus informes de proyec-
to comentarios como éste:

Venezuela, país que una vez tuvo la democracia más estable de Sudamérica,
actualmente sufre una severa crisis de gobernabilidad13.

Otros, como Súmate, que fracasó en sus intentos por desacreditar al sis-
tema electoral venezolano y ha tratado de describir a sus miembros como
«víctimas» de la persecución política, constituyen renombrados grupos de
la reacción contra el Presidente. También existen otros grupos que, como

49
CEDICE, publican artículos e información acerca de los líderes de la oposi-
ción, los cuales vociferan y desvarían sobre los males del gobierno; la direc-
tora del mencionado grupo, Rocío Guijarro, líder de CEDICE, fue firmante
clave del «Decreto Carmona» promulgado durante el golpe de Estado de
abril de 2002 contra el Presidente venezolano; este decreto abolía todas las
instituciones democráticas de Venezuela. Los miembros de Liderazgo y
Visión y de Súmate fueron también «signatarios» del mencionado decreto, lo
que evidenció las credenciales nada democráticas de estas organizaciones14.
Pero otros grupos, como Consorcio Justicia o CESAP, por ejemplo, ocasio-
nalmente realizaban proyectos decorosos con beneficios menores a nivel
local, en dependencia del éxito de sus iniciativas.
Al mismo tiempo, los fondos de la Fundación no son incondicionales. Los
grupos son supervisados por la Fundación y por los funcionarios de la
embajada de los Estados Unidos y son mantenidos bajo estricto control. La
NED puede tener influencia en el tipo de material utilizado en los proyectos
y en la forma en que se implementan los programas, incluida su ideología de
fondo. Aquí es donde radica el principal problema de este financiamiento.
Carl Gershman, presidente de la Fundación desde 1984, se opone incues-
tionablemente a Chávez. La literatura más reciente de la NED clasifica a
Venezuela como un país «semiautoritario» donde «el progreso democráti-
co se ha estancado o se ha revertido». Estas son afirmaciones muy engaño-
sas. La mayoría de los ciudadanos venezolanos cree que el gobierno de
Chávez es el más democrático y participativo que haya tenido la nación.
Son más los venezolanos que ahora participan y están involucrados en las
esferas política y económica, como nunca antes en la historia del país. Los
millones de venezolanos que en décadas anteriores eran marginados y ais-
lados del gobierno, ahora son participantes activos en la construcción de
una nueva sociedad más democrática. El gobierno promueve las coopera-
tivas y los consejos y organizaciones de base comunitaria, con el objetivo
de que cada ciudadano tenga acceso e influencia en la política y la gober-
nabilidad del país para beneficio de todos. Miles de nuevos centros electo-
rales se crearon en toda la nación, incluso en los barrios más pobres, para
que cada votante que cumpla con los requisitos pueda participar en el pro-
ceso electoral. Las campañas para la inscripción de votantes aseguran de
manera sistemática que todos los ciudadanos, que reúnan las condiciones,

50
sean inscritos, de manera que puedan ejercer el sagrado derecho al voto.
Esta es la verdadera democracia.
Sin embargo, Carl Gershman piensa diferente. O, al menos, trata de con-
vencernos de que cree todo lo contrario y ha creado los términos «regímenes
híbridos» y «democracias semiautoritarias» para referirse a Venezuela y a
otras naciones que han cuestionado públicamente las intenciones del finan-
ciamiento de la NED en sus países. ¿Quiénes son los afortunados que recibie-
ron esta clasificación? Etiopía, Rusia y Venezuela, las mismas naciones que
han hecho públicas las actividades ilegales y de desestabilización de la
Fundación al financiar y promover los intentos de derrocar a sus gobiernos.
En su publicación «New Threats to Freedom» [Nuevas amenazas para la
libertad] en el Journal of Democracy15, Gershman afirma:

Los regímenes híbridos generalmente mantienen determinados procedimien-


tos formalmente democráticos, incluido un proceso electoral relativamente
libre (aunque no justo) y permiten que las organizaciones de la sociedad civil
funcionen y reciban asistencia extranjera. No obstante, las realidades políticas
de fondo son elecciones manipuladas, un parlamento debilitado, una rama eje-
cutiva excesiva, medios de comunicación masiva controlados por el Estado, una
corrupción descontrolada y la falta de recursos para crear un poder judicial
independiente16.

De hecho, se parece mucho a la realidad de los Estados Unidos bajo el


gobierno de George W. Bush.
Más adelante, Gershman amplía el significado de «regímenes híbridos»
al aseverar que estos son «democracias no liberales, reincidentes o fraudu-
lentas o dictaduras parcialmente abiertas»17. En el caso de Venezuela, el
Presidente de la NED va incluso más allá y clasifica al gobierno del presi-
dente Chávez como una «autocracia reincidente» que

... otrora fuera una democracia electoral pero (...) donde los derechos y procesos
democráticos se han erosionado constantemente y se ha atacado cada vez más
la asistencia internacional ofrecida a las ONG democráticas18.

Esta afirmación revela la verdadera motivación después del ataque insen-


sible y airado de Gershman contra Venezuela: su institución ha quedado en

51
evidencia por subvertir y socavar la democracia en lugar de promoverla, y
las acciones antidemocráticas realizadas por sus grupos títeres, como
Súmate, también han quedado al descubierto. Como resultado de lo ante-
rior y de las medidas tomadas por Venezuela y otros países para evitar que
la NED conspire contra sus gobiernos democráticamente electos, el trabajo
de más de veinte años de Gershman al frente de la Fundación ha sido
sometido a un intenso escrutinio.
El presidente de la NED ha quedado «colgado de la brocha», asiéndose a
cualquier saliente de poder y autoridad que pueda encontrar a su alcance,
y ha apelado a la comunidad internacional para legitimar como «norma
internacional» las tácticas subversivas de su institución. Ha intentado pro-
teger y ampliar su trabajo mediante la creación del Movimiento Mundial
por la Democracia, una supuesta «red global de demócratas que se han
unido para cooperar en la promoción de la democracia» y cuya Secretaría
no es otra que la Fundación Nacional para la Democracia19.

MI ENCUENTRO CON CARL GERSHMAN EN SUECIa

Tuve la oportunidad de asistir a una reunión anual del Movimiento


Mundial por la Democracia celebrada en Estocolmo, Suecia, el año pasa-
do. Uno de los siete partidos políticos de ese país representados en el
Parlamento sueco, me invitó a hacer uso de la palabra en el panel de la
Reunión Mundial de Fundaciones Promotoras de la Democracia. La reu-
nión se celebró en el salón principal del Parlamento entre los días 28 y 30
de agosto de 2005, y me habían programado para hacer uso de la palabra
en un panel titulado «En apoyo a un cambio de régimen —¿asistencia
democrática o intervención?—», conjuntamente con nada más y nada
menos que el propio Carl Gershman, presidente de la Fundación Nacional
para la Democracia. Aproximadamente una semana antes de que empeza-
ra la conferencia, tras confirmar mi participación y después que los organi-
zadores me habían comprado el pasaje en avión, me informaron que, por
razones técnicas, había sido retirada del panel como oradora, pero que
podría asistir a la reunión como participante. Los miembros del Partido de
Izquierda de Suecia me dijeron que el verdadero motivo de mi exclusión
fue la declaración de Carl Gershman de que «se negaba a estar en un panel

52
52
conmigo» y que sería «él o yo». Evidentemente, si consideramos que la NED
es la Secretaría de la organización, se decidió dejarlo a él y no a mí. Sin
embargo, fui a Estocolmo ese 28 de agosto con la conciencia clara y la men-
te abierta, interesada en ver cómo se realizaría la reunión.
La noche anterior al inicio de las sesiones en paneles hubo una recepción
en la residencia del gobernador del condado de Estocolmo, el señor Mats
Hellström. Asistí a la recepción en compañía de Eva Bjöklandt, miembro
del Partido de Izquierda que había coordinado mi invitación. Mientras
conversábamos con los «promotores de la democracia mundial» bebiendo
vino y comiendo salmón ahumado y quesos en los jardines del gobernador
del condado, me presentaron a Walden Bello, director ejecutivo de Focus
on the Global South de las Filipinas, quien sería uno de los oradores duran-
te la apertura al día siguiente. Informamos a Walden de los hechos que con-
dujeron a mi retirada del panel y su verdadera motivación; él decidió
presentar una solicitud formal a los «promotores de la democracia» para
que mi voz fuera escuchada. Al día siguiente, después de concluir su dis-
curso, Bello cumplió la promesa hecha la noche anterior, y pidió a los orga-
nizadores y participantes que incluyeran mi participación en el panel sobre
«cambio de régimen», añadiendo que resultaba inadecuado que líderes de
organizaciones que supuestamente «apoyan y promueven la democracia»
excluyeran a las voces de la crítica. La petición de Walden fue secundada
por muchos, pero los organizadores se mantuvieron firmes en su decisión
de mantenerme alejada.
Esa tarde, después del receso para el almuerzo, cuando los participantes
se preguntaban intrigados el motivo de la retirada de «la venezolana» del
panel sobre «cambio de régimen», me senté pacientemente y escuché las
observaciones ofensivas de Carl Gershman de que el presidente Chávez
era un «semidictador» que dirigía un «régimen híbrido semiautoritario» y
observé su tono agresivo. Escuché con suma atención las palabras de Abir
Alsahlani de la Alianza Democrática de Iraq, un grupo financiado por la
NED, explicando al público cómo la ocupación de Iraq era una medida
necesaria para la democracia. E incluso soporté el discurso de María
Leissner, ex líder del Partido Liberal de derecha de Suecia, en el que afir-
maba que la única forma aceptable para la democracia es la representati-
va, y todas las demás eran consideradas dictaduras o híbridos. El tono de

53
Leissner fue directo y abierto, especialmente al referirse a las organizacio-
nes que promueven la democracia:

... llamemos por su nombre lo que estamos haciendo: intervención. Y lo segui-


remos haciendo hasta que todas las naciones se conviertan en democracias
representativas.

Cuando llegó el momento de las preguntas y respuestas, disciplinadamen-


te levanté mi mano y esperé que me otorgaran la palabra. Otros participan-
tes criticaron y cuestionaron las observaciones viciosas y contaminadas de
Gershman sobre Venezuela, y una vez más solicitaron mi incorporación
como oradora del panel. Finalmente me llegó el turno de hablar, «aunque
brevemente», como me dijeron. Calmada y de manera respetuosa me dirigí
al señor Gershman y le expresé que opinaba que la Fundación Nacional
para la Democracia tenía una misión muy noble y el objetivo de promover
la democracia en el mundo; sin embargo, a veces, como en el caso de
Venezuela, esa función no se había cumplido y, en lugar de promover la
democracia, lo que hizo realmente fue subvertir y minar el proceso demo-
crático. Manifesté mi creencia de que la NED y otras fundaciones promotoras
de la democracia debían permitir la crítica y, lo que es más importante, de-
bían ser autocríticas para así poder cumplir con su delicada y noble misión,
mediante los mejores medios posibles. Concluí diciendo simplemente que en
ningún momento se me había comunicado el verdadero motivo por el que
me habían excluido del panel, pero que, de haber participado, hubiera dicho
básicamente lo mismo que resumí en mi pregunta/comentario.
Permítanme decirles, queridos lectores, que lo que siguió fue real-
mente inesperado para todos en el Parlamento sueco. Carl Gershman
me miró como si yo fuera la encarnación misma de todos los males.
Enrojeció y comenzó a dar puñetazos en el podio. «¿Usted quiere
saber por qué la retiramos del panel?», gruñó. «Pues le voy a decir
por qué. Yo la retiré. Me negué a estar en el mismo panel con una
persona como usted. Usted me indigna», vociferó. Con una voz total-
mente airada, el señor Carl Gershman, presidente de la «noble»
Fundación Nacional para la Democracia que «promueve la democra-
cia» en más de 70 países del mundo, preguntó:

54
¿Usted se cree que necesitamos dos puntos de vista sobre cada tema en este
panel? No lo creo. Si hubiera querido tener un jurista de Venezuela en este panel
hubiera sido uno distinguido, como Carlos Ayala, y no una persona como usted
que apoya a un régimen criminal.

Sí, el hombre a cargo de un presupuesto de 80 000 millones de dólares


para promover iniciativas democráticas en el mundo, justamente acababa
de mostrar su verdadero espíritu autoritario. ¿Dos puntos de vista? ¿Con
qué fin? Solo cuenta su punto de vista, solo es válido el suyo. En el distin-
guido Parlamento sueco bellamente dispuesto y con techos decorados, Carl
Gershman nos mostró esa tarde del mes de agosto, en qué consistía la ver-
sión de democracia de la NED.
Al día siguiente en los titulares de la prensa sueca apareció publicado el
artículo: «La NED silencia una voz crítica», que detallaba el incidente
Gershman-Golinger y cuestionaba cómo la Fundación Nacional para la
Democracia puede afirmar que promueve la democracia, cuando su propio
presidente es un autócrata. Al final, el evento fue un éxito para nosotros,
los verdaderos creyentes en los principios democráticos.
De manera que, en Venezuela, los grupos que reciben financiamiento de
una entidad autocrática cuyo presidente declara públicamente que Chávez
es un «dictador híbrido», sin dudas deberán ser vistos como sospechosos.
Como ya se dijo anteriormente, ese dinero no es libre ni incondicional. Se
espera que las organizaciones actúen en representación y conforme a los
principios de la NED.

LOS SECRETOS DE LA USAID

Desde la publicación de El Código Chávez los programas de financia-


miento de la USAID en Venezuela se han tornado más secretos. De hecho, la
USAID se ha negado a divulgar los nombres de las entidades que financia en
Venezuela sobre la base de un uso indebido de la exención b) 6) de la FOIA,
que protege a los individuos de una «injustificada invasión de la privaci-
dad»20. Sin embargo, legalmente las organizaciones y entidades no tienen
ningún derecho de privacidad; por tanto, la aplicación de dicha exención b)
6) resulta realmente ilegal. En la actualidad, este tema está siendo tratado

55
en el Tribunal del Distrito Federal en Washington, D.C., y es probable que
los resultados no se conozcan todavía cuando se publique este libro.
En cualquier caso, el mero hecho de que la USAID invoque tal exención
indica claramente su deseo de encubrir las actividades de la Agencia en el
país andino; ésta jamás ha aclarado por qué la Oficina de Iniciativas para la
Transición en Caracas ha sido prorrogada indefinidamente, a pesar de las
afirmaciones iniciales de que la OTI sólo permanecería durante dos años en
Venezuela21. El presupuesto de 2006 y el 2007 indica que la OTI recibe 3,6
millones de dólares anuales por su trabajo en Venezuela y, aún así, la
Agencia se niega precisamente a divulgar cómo se están utilizando estos
fondos. Ello constituye, en realidad, un uso indebido de los dólares de los
contribuyentes estadounidenses, pues los ciudadanos tienen derecho a
conocer cómo se distribuye su dinero, especialmente en el caso de los fon-
dos públicos destinados a iniciativas para la democracia en una nación
extranjera. Además, desde el punto de vista técnico, la USAID no es una
agencia secreta, ni su trabajo ha sido clasificado oficialmente como de
«seguridad nacional»; sin embargo, la posición asumida por ella en relación
con sus proyectos de financiamiento en Venezuela, pone sus motivaciones
e intenciones en tela de juicio.
El embajador William Brownfield, representante del Departamento de
Estado en Venezuela, constituye el paladín público del financiamiento de
la USAID en Caracas. Se ha convertido en su béisbol diplomático plagado de
provocaciones, fouls, ponches y, ocasionalmente, un sencillo.
Lo que sí resulta claro en cuanto al incremento del financiamiento de la
NED en Venezuela, el actual programa de iniciativas para la democracia de
la USAID y el presupuesto multimillonario, es que el dinero sigue fluyendo
desde el gobierno de los Estados Unidos hacia los bolsillos de la oposición
en la nación suramericana.

NOTAS

1. «Bush Requests Diverse Aid for the Region, Including Venezuela» [Bush
pide ayuda de diverso tipo para la región, incluida Venezuela]. The Miami
Herald, 7 de febrero de 2006.

56
2. Véase Eva Golinger: El Código Chávez: descifrando la intervención de los
Estados Unidos en Venezuela, versión en inglés publicada por Olive Branch
Press, pp. 119-123. Se recomienda, además, la lectura del libro para compren-
der cabalmente la magnitud de las operaciones de la Fundación Nacional
para la Democracia (NED) en Venezuela.
3. Véase «Ethiopia Expels US-funded Pro-Democracy Groups Ahead of
Elections» [Etiopía expulsa antes de las elecciones a grupos pro democracia
financiados por los Estados Unidos], 31 de marzo de 2005, en: http://relief-
web.int/rw/rwb.nsf/f303799b16d2074285256830007fb33f/62aab4af111fa0b1c12
56fd50047ad2a?OpenDocument.
4. Cable enviado por la embajada de los Estados Unidos en Caracas al
Departamento de Estado, elaborado por el embajador William Brownfield.
Obtenido por la autora gracias a la Freedom of Information Act [Ley de
Libertad de Información] y disponible en los archivos de la autora.
5. Nicolai Patrushev: «NGOs a Cover for Spying in Russia» [Las ONG, fachadas
para las actividades de espionaje en Rusia], Moscow Times, 13 de mayo de
2005, en:
http://www.globalresearch.ca/index.php?context=viewArticle&code=20050
513&articleId=139.
6 Anthon Fenton y Dennis Bernstein: «AP Reporter Regine is Wearing Two
Hats» [La periodista Regine de AP está usando dos sombreros],
«Flashpoints», 30 de diciembre de 2005, en:
http://www.haitiaction.net/News/FP/12_29_5/12_29_5.html.
7 Los cuatro grupos básicos de la NED, el International Republican Institute
[Instituto Republicano Internacional] (IRI), el National Democratic Institute
[Instituto Democrático Nacional] (NDI), el Center for International Private
Enterprise [Centro para la Empresa Privada Internacional] (CIPE) y el
American Center for International Labor Solidarity [Centro de los Estados
Unidos para la Solidaridad Laboral Internacional] (ACILS) se crearon para
canalizar el financiamiento hacia partidos políticos, sindicatos y asociaciones
empresariales con el fin de burlar las regulaciones del Congreso, ya que la
NED no podía financiar directamente a partidos ni campañas políticas. Véase
El Código Chávez: descifrando la intervención de los Estados Unidos en
Venezuela, ed. cit., pp. 16-17.
8 Joshua Kurlantzick: «The Coup Connection» [La conexión del golpe], Mother
Jones, edición de noviembre/diciembre de 2004, en:
http://www.motherjones.com/news/outfront/2004/11/11_401.html.
9. Véase El Código Chávez: descifrando la intervención de los Estados Unidos
enVenezuela, ed. cit., p. 56. Véase también la solicitud de créditos presupuesta-
rios de la USAID en:

57
http://www.usaid.gov/policy/budget/cbj2007/summtabs/st_7.pdf.
10. Véase USAID en: http:www.usaid.gov/policy/budget/cbj2007/lac/sareg.html.
cómo Venezuela está convenientemente excluida de la lista. Conociendo al
gobierno de los Estados Unidos, esto podría ser modificado después de la
publicación de este libro.
11. USAID, en: http:www.usaid.gov/policy/budgetlcbj2007/summatabs/st7.pdf.
12. Gracias al periodista e investigador Anthony Fenton, esta información se
obtuvo directamente de la Fundación Nacional para la Democracia.
13 Informe descriptivo para la NED, Asociación Civil Liderazgo y Visión, 25 de
enero de 2005.
14. Véase El Código Chávez: descifrando la intervención de los Estados Unidos
en Venezuela, ed. cit., pp. 80-84.
15. Carl Gershman & Michael Allen: «New Threats to Freedom» [Nuevas ame-
nazas a la libertad] Journal of Democracy, abril de 2006, volumen 17, n.o. 2, p.
37.
16 Ibídem, p.37.
17 Ídem.
18 Ibídem, p.48.
19 Véase World Movement for Democracy, Nacional Endowment for
Democracy: The Secretariat of the World Movement for Democracy, en:
http://www.wmd.org/about/secretariat.html.
20- Véase la Freedom of Information Act, Exemption (b)(6) [Ley de Libertad de
Información, exención b) 6)].
21. Véase: El Código Chávez: descifrando la intervención de los Estados Unidos
en Venezuela, ed. cit., pp. 85-92.

58
SÚMATE EN MANOS DE BUSH

El 31 de mayo de 2005, María Corina Machado, directora de la organización


venezolana Súmate, fue la primera venezolana recibida oficialmente en la
Oficina Oval de la Casa Blanca por el presidente George W. Bush. En rea-
lidad, fue la primera venezolana recibida públicamente en la Casa Blanca
de Bush. Ningún miembro del gobierno de Chávez ha sido jamás invitado a
reunirse con ningún funcionario de la consabida Casa en Washington,
mucho menos el Presidente. Machado se reunió a solas con Bush durante
más de cincuenta minutos. Al concluir la reunión, se invitó a la prensa para
una sesión de «fotografías» con el fin de capturar la más reveladora foto de
ambos estrechándose las manos1. Después la Directora de Súmate tuvo la
oportunidad de sostener una conferencia de prensa en los jardines de la
Casa Blanca, espacio generalmente reservado para el Presidente y otros
jefes de Estado. Machado informó a los periodistas que ella fue

... invitada por el presidente Bush porque él está muy interesado en conocer la
perspectiva de la sociedad civil en cuanto a los valores democráticos y la difusión
de la democracia, especialmente en mi país, Venezuela2. Discutimos estas visio-
nes, y le reafirmé que los venezolanos queremos vivir en democracia y libertad,
que estamos trabajando arduamente para este fin y que nos hemos percatado de
que nuestra misión es mantener y defender la democracia en Venezuela3.

¡Qué dulce!, ¿pero en realidad es así? Resulta extraño que el Presidente de


los Estados Unidos se reúna durante tanto tiempo (cincuenta minutos es
una eternidad para Bush), con la representante de una organización no
gubernamental procedente de una nación extranjera oficialmente amiga. La
reunión con Machado, el rostro público de Súmate, tuvo como objetivo
enviar el claro mensaje al gobierno de Chávez de que Washington considera
que ese grupo es su actor en Venezuela, y hará todo lo que sea necesario

59
para protegerlo. Machado fue firmante del «Decreto Carmona» durante el
golpe de Estado de abril de 2002 contra el presidente Chávez, decreto que
abolió todas las instituciones democráticas de la nación, desde el Tribunal
Supremo, la Asamblea, hasta el Defensor Público y la Oficina del Fiscal
General, y aprobó la instalación de una dictadura que asumió el poder por
la fuerza. La dirigente opositora trata de reflejar la imagen suave, frágil,
aunque enérgica, de una activista de los derechos humanos y la democra-
cia. En su conferencia de prensa en los jardines de la Casa Blanca, Macha-
do negó una vez más haber suscrito el «Decreto», pero su firma aparece en
el documento y concuerda con la estampada en todas las donaciones
hechas por la NED a su organización.
En septiembre de 2003, Súmate recibió una donación de 53000 dólares
de la Fundación Nacional para la Democracia, supuestamente destinada a
promover la «educación para las elecciones»4. Estos fondos fueron inver-
tidos de inmediato en la celebración de un referendo revocatorio contra el
presidente Chávez al año siguiente. A pesar de la afirmación de la NED de
que no «financia grupos sobre la base de su apoyo u oposición al gobierno»
y de que «todos los programas que financiamos funcionan sobre una base
no partidista»5, el financiamiento de una campaña de una sola parte para
el referendo revocatorio constituye ciertamente un acto partidista. El
gobierno de los Estados Unidos también ha tratado de perpetuar la ima-
gen de Súmate como una

organización respetada y cívica comprometida con la promoción de procesos


electorales libres y justos y el respeto a los derechos básicos6.

De hecho, la Guía de Prensa del Departamento de Estado enviada por el


entonces secretario de Estado, Colin Powell, el 12 de julio de 2004 a todas
las embajadas de los Estados Unidos en el hemisferio occidental, además
de las embajadas en Copenhagen, Dublín, Lisboa, Londres, Madrid, París,
Roma, La Haya, Tokio, Ginebra y los centros de inteligencia de Norfolk,
Virginia, Miami y la Base de la Fuerza Aérea de MacDill en la Florida,
orientaba a todos los representantes de los Estados Unidos a promover el
mito del no partidismo en el financiamiento del gobierno de los Estados
Unidos en Venezuela. El guión planteaba lo siguiente:

60
Guía de Prensa, embajadores del hemisferio occidental, 12 de julio de
2004:

Venezuela: Acusaciones de Chávez


P: ¿Alguna respuesta en cuanto a la afirmación de Chávez de que los Estados
Unidos están financiando a los partidos políticos de la oposición? ¿Los Estados
Unidos financian alguna parte del proceso electoral? De ser así, ¿a cuánto
asciende la suma y a quién está destinada?
R: Negamos categóricamente estas afirmaciones y acusaciones. Ello es evidente-
mente un intento por desviar la atención de los constantes esfuerzos del pueblo
venezolano para vencer la polarización política y lograr una solución electoral
constitucional, pacífica y democrática ante el actual impasse, de conformidad con
la Resolución 833 de la OEA (...). Los Estados Unidos financian a grupos que pro-
mueven la democracia y consolidan la sociedad civil en Venezuela. Estos progra-
mas no son partidistas y están abiertos a todos los partidos7.

De manera que, el Secretario de Estado considera que las organizaciones


que participaron y dirigieron el derrocamiento de un gobierno democráti-
camente elegido y apoyado por el pueblo «... simplemente promueven la
democracia y consolidan la sociedad civil». Resulta obvio que el Depar-
tamento de Estado no reflejó por qué el golpe de Estado de abril de 2002
fue revertido en cuarenta y ocho horas, ni consideró la realidad de la socie-
dad venezolana, donde la mayoría de los ciudadanos apoyan a su gobierno
democrático y disfrutan las libertades y garantías sociales que les propor-
ciona. Casi ninguno de los grupos financiados por la NED en el país andino
realmente «promueve la democracia y consolida la sociedad civil». Todos
ellos tienen fuertes vínculos con la élite y la clase gobernante tradicional en
Venezuela, que ha perdido su poder durante el gobierno de Chávez y ha
luchado amargamente para retomarlo, violando la Constitución y los prin-
cipios de la democracia. Además, ninguno de sus programas deja de tomar
partido, especialmente si consideramos que el propio presidente de la NED,
Carl Gershman, ha declarado en público que el presidente Chávez es un
«dictador». Ello demuestra con claridad la opinión partidista en cuanto a la
política interna de Venezuela, que sin dudas se proyecta y refleja en las
organizaciones que reciben las donaciones de la NED.

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Pero, en el caso específico de Súmate, las declaraciones del Departamen-
to de Estado resultan ridículas. ¿Cómo puede el programa Súmate estar
abierto a todos los partidos para promover un referendo revocatorio sobre
el mandato del presidente Chávez, y no ser partidista? En realidad, al pro-
mover el referendo, esa organización está tomando partido, y obviamente,
aquellos que respalden al Presidente no participarán en su campaña.
El gobierno de los Estados Unidos estaba muy consciente de que ese
grupo nació del seno del movimiento de oposición extremista que ejecutó
el golpe de abril de 2002 contra Chávez, y posteriormente trató de sacarlo
del poder, sin resultado alguno, utilizando métodos desestabilizadores. En
un cable clasificado con fecha de enero de 2003 enviado por el funciona-
rio de la embajada de los Estados Unidos, Frederick Cook, a Washington,
éste escribió:

La oposición tomará el control el día del referendo: La ONG Súmate está al fren-
te de la recogida de firmas sobre lo que hoy se conoce como «referendo alterna-
tivo» programado para el 2 de febrero (...). Súmate espera utilizar el día en
recoger firmas para los mecanismos constitucionales y programar varios refe-
rendos de revocación, incluidos: 1) una enmienda constitucional, 2) una carta
pidiendo la renuncia de Chávez, 3) referendos revocatorios para varios legisla-
dores chavistas y sus alternos, 4) una carta para la comunidad internacional y 5)
un referendo para derogar varias de las reformas económicas patrocinadas por
Chávez8.

Súmate es una organización contra el presidente de Venezuela que reci-


be cuantiosos fondos del gobierno de los Estados Unidos y se encuentra
vinculada a los niveles más altos del gobierno norteamericano. El simple
hecho de que «esté al frente» de la recogida de firmas para los referendos
destinados a «pedir la renuncia de Chávez», «revocar a Chávez», «revocar
a varios legisladores chavistas y sus alternos» y «derogar las leyes patroci-
nadas por Chávez» es una muestra fehaciente de su posición partidista, de
oposición y en contra del presidente venezolano.
Una prueba adicional de la condición partidista de Súmate como organi-
zación política de la oposición, es otro cable de la embajada de los Estados
Unidos, esta vez enviado por el entonces embajador Charles Shapiro a
Washington en febrero de 2003, en el que revela:

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Planeando el Firmazo: Súmate manifestó que la planificación para el 2 de febre-
ro comenzó desde hace tres semanas y media, cuando se evidenció que el
Tribunal Supremo revocaría el referendo consultivo. Al trabajar dentro del CCD
(Comité Coordinador de la Coordinadora Democrática), Súmate argumentó
que la oposición no respondería simplemente ante la decepción con otra mar-
cha. «Queremos algo tangible, algo profundo», explicó [nombre censurado]. Una
vez que el CCD acordó el enfoque, Súmate comenzó a trabajar, visitando las esta-
ciones de radio y televisión personalmente para explicar el plan. «Los medios de
comunicación masiva acogieron la idea y obtuvimos una cobertura nacional
para el evento», declaró [nombre censurado]. Súmate amplió su red de aproxi-
madamente 8000 voluntarios en noviembre de 2002 a más de 270000 volunta-
rios de toda la nación...9.

Trasladémonos en el tiempo por un instante y coloquemos todo esto en


contexto. Es el mes de febrero de 2003 y Venezuela está prácticamente
saliendo del sabotaje económico y del paro de sesenta y cuatro días que
sume a la industria petrolera estatal en una grave crisis, con el saldo de dece-
nas de venezolanos muertos, una peligrosa escasez de alimentos y bebidas y
el intento de desestabilizar a la sociedad venezolana. Este paro, o huelga, o
sabotaje, como se le llama comúnmente, fue dirigido por la misma coalición
de partidos políticos, grupos sociales, sindicatos, entidades empresariales,
medios de comunicación masiva y líderes religiosos que llevaron a cabo el
golpe contra Chávez hacía solo diez meses. Después del golpe,esta coalición
se agrupó bajo el mismo nombre: «Coordinadora Democrática». El paro no
resultó más que otro fracaso, aunque provocó pérdidas por más de 10000
millones de dólares a la economía nacional10; y el referendo revocatorio era
considerado como el próximo paso en el juego para sacar a Chávez del
poder. Indiscutiblemente, la Coordinadora Democrática constituía una coa-
lición de la oposición extremista. Su comité de dirección, el Comité
Coordinador Democrático (CCD), era el grupo de más alto nivel de líderes
encargado de tomar las decisiones sobre las acciones que emprendería la
reacción contra Chávez. El cable enviado por el embajador Shapiro a
Washington en febrero de 2003, claramente indicaba que Súmate formaba
parte del CCD y, lo que es más, que ese grupo desempeñaba un papel crucial
en la toma de decisiones dentro de esa coalición:

63
Al trabajar dentro del CCD, Súmate argumentó que la oposición no respondería
simplemente ante la decepción con otra marcha.

Además, esa organización constituía el contacto con los propietarios de


los medios de comunicación masiva, todos de la oposición, especialmente
en esos momentos, para poder asegurar la participación de éstos en los pró-
ximos pasos para derrocar a Chávez.
De manera que no cabe duda alguna de la filiación política de Súmate.
Ésta no es una organización dedicada a promover la «educación para las
elecciones» de «todos los ciudadanos venezolanos». Es un grupo de oposi-
ción extremista, financiado por el gobierno de los Estados Unidos y vincu-
lado a éste en los niveles más altos. De ahí, la visita personal de Machado
al presidente Bush.
La USAID entregó a Súmate una donación por valor de 84840 dólares en
agosto de 2003 para un período de cuatro meses, del 15 de agosto de 2003
al 15 de diciembre del mismo año. Mucho dinero para tan corto tiempo.
Estos fondos fueron emitidos por la Oficina de Iniciativas para la Transi-
ción y filtrados a través de su contratista privado, Development Alterna-
tives, Inc. En esta oportunidad, el programa no tenía nada que ver con la
educación para las elecciones, sino que, más bien, estaba dirigido a la crea-
ción de una «base de datos electoral» y una «estrategia de comunicación»
con vistas al referendo. Ahora, ¿para qué necesitaría una organización no
gubernamental una «base de datos electoral», a menos que estuviera inten-
tando de alguna forma llevar a cabo actividades fraudulentas con dicha
información11.
Incluso, Súmate escribió en su informe trimestral a la NED que había esta-
do utilizando los fondos para crear una «estrategia de comunicaciones
masiva» y un Manual de Operaciones para el Reafirmazo12. La organiza-
ción recibió otros 107200 dólares de la NED en el 2004 para continuar su
trabajo en Venezuela con la campaña del referendo; y otros grupos, como
el Instituto Democrático Nacional y el Instituto Republicano Internacio-
nal, contribuyeron con una parte de sus más de 3 millones de dólares de
donaciones durante el 2004, para ayudar a Súmate en sus esfuerzos. Resul-
ta muy raro el hecho de que este grupo también recibiera una donación
ascendente a 300000 dólares del Departamento de Salud y Recursos
Humanos (HHS) de los Estados Unidos, para completar el programa de su

64
base de datos del electoral. Es muy sospechoso que ese Departamento, una
entidad de servicios de salud, financie a una organización extranjera que
trabaja en la esfera electoral. Posiblemente, el HHS fue utilizado como otro
filtro para el financiamiento, con el objetivo de que éste no fuera descu-
bierto a través de peticiones fundamentadas en la Ley de Libertad de
Información a la NED y a la USAID. Más extraño aún es el hecho de que el
vocero de Súmate, Félix Sánchez, declaró a la prensa venezolana que los
300000 dólares habían sido devueltos al HHS porque Súmate no pudo com-
pletar el proyecto13.
Entre los documentos de la FOIA que recibí de la NED y del Departamento
de Estado se encontraban dos programas de visitas a Caracas, uno para el
presidente de la NED, Carl Gershman, y el otro para una delegación del
Congreso encabezada por el representante Cass Ballenger. Además de toda
la información superflua sobre los hoteles en que estarían alojados y el iti-
nerario de los vuelos, algo muy curioso llamó mi atención. En ambos pro-
gramas, las primeras reuniones fijadas en Caracas con cualquier persona,
grupo, entidad o funcionario oficial, incluido un funcionario del gobierno de
los Estados Unidos, era con Súmate. Gershman llegó aproximadamente a
las 11:38 p.m. a la capital venezolana el 7 de noviembre de 2004 y su prime-
ra reunión estaba programada para las 8:00 a.m., «un desayuno con Súmate
en el hotel»14. En cuanto al congresista Cass Ballenger, llegó a Caracas a la
1:30 p.m. el 2 de agosto de 2004, y su primera visita oficial fue programada
para las 4:00 p.m. con «Súmate en la residencia del embajador»15.
Al parecer, esa organización no sólo fue bien recibida por el presidente
George W. Bush, sino que además fue considerada como «la primera de la
lista» en Caracas, Venezuela. A continuación, aparecían funcionarios
gubernamentales venezolanos, incluidos el Presidente, el Presidente de la
Asamblea Nacional y otras personalidades. ¿Por qué este tratamiento
especial? Posiblemente porque, como confirmó la visita a Bush, Súmate es
y sigue siendo el principal actor de Washington en Venezuela.

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NOTAS

1. Vease fotografía en Anexo 1, página de María Corina Machado y el presiden-


te George W. Bush.
2. «María Corina Machado Holds a Media Availability Following a Meeting at
the White House» [María Corina Machado sostiene un contacto con la pren-
sa después de una reunión en la Casa Blanca], 31 de mayo de 2005.
Disponible en: www.whitehouse.gov.
3. Ibídem.
4. Véase El Código Chávez: descifrando la intervención de los Estados Unidos
en Venezuela, ed. cit., p. 201. O véase el documento en:
www.venezuelafoia.info.
5. National Endowment for Democracy, Venezuela programs FAQ, en:
http://www.ned.org/grants/venezuelaFacts.html.
6. «Súmate Trial Decisión» [Decisión en juicio a Súmate], declaración de Tom
Casey, portavoz en funciones, Departamento de Estado de los Estados
Unidos, 8 de julio de 2005, en: www.state.gov.
7. Véase el documento que figura en el Anexo 1, página 146/147
8. Véase el documento que figura en el Anexo 1, página 150
9. Véase el documento que figura en el Anexo 1, página 151
10. Véase El Código Chávez: descifrando la intervención de los Estados Unidos
en Venezuela, ed. cit., pp. 93-106.
11. Véase el documento que figura en el Anexo 1, página 152/153/154
12. Véase el documento que figura en el Anexo 1, página 155/156/157/158
13. «Asamblea Nacional acusará a Súmate por traición a la Patria», El Universal,
9 de agosto de 2006, en:
http://politica.eluniversal.com/2006/08/09/pol_art_09104A2.shtml.
14. Véase el documento que figura en el Anexo 1, página 159
15. Véase el documento que figura en el Anexo 1, página 160

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EL PLAN BALBOA

El Plan Balboa1 fue creado como un ejercicio militar conjunto simulado de


las fuerzas de la OTAN, supuestamente realizado en España durante el mes
de mayo de 2001. Si bien el simulacro lleva el sello de las Fuerzas Armadas
de España, ni el gobierno español ni su ejército desempeñaron ningún tipo
de papel en la operación. En realidad, todo el ejercicio se llevó a cabo en la
región de América Latina y el Caribe y, específicamente, involucró a las
naciones de Panamá, Colombia, Venezuela y los Estados Unidos a través
del territorio de Puerto Rico. El Plan Balboa, aunque presentado como un
«ejercicio militar conjunto simulado», difiere de otras maniobras, pues con-
tiene imágenes reales de satélite, de las instituciones estadounidenses y
coordenadas precisas de pistas aéreas venezolanas y puntos estratégicos
dentro del territorio de ese país. Algunas partes del Plan Balboa son indu-
dablemente ficticias, como la descripción del conflicto interno en Venezue-
la (representada como la nación Marrón) vinculado con una amenaza
«terrorista» contra Occidente, que justifica la «resolución» fabricada del
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que autoriza la intervención
militar. Pero otros muchos componentes del Plan se basan en la realidad del
actual entorno político de las naciones involucradas, especialmente los
Estados Unidos y Venezuela.
Desde la creación del Plan Balboa en el 2001, varias de las acciones y
medidas sugeridas en la operación se ejecutaron contra el país «objetivo»:
Venezuela, aunque no siempre exactamente igual a como se había esboza-
do en la operación simulada. Apenas once meses después del simulacro, se
llevó a cabo un golpe de Estado contra el gobierno venezolano, apoyado, en
gran parte, por los Estados Unidos que, como nación Azul en el ejercicio,
desempeñaba el papel de agresor clave contra Venezuela. Antes, durante y
después del golpe de Estado de abril de 2002 en el país suramericano, se
detectó la presencia del ejército y del equipo y personal de inteligencia de

67
los Estados Unidos2, y se lanzó una campaña internacional destinada a vin-
cular al gobierno bolivariano con el terrorismo para así justificar aún más
la intervención. Tales acciones continúan en la actualidad.
Durante la primera mitad del año 2006, el gobierno de los Estados
Unidos realizó cuatro ejercicios militares en la misma «zona de opera-
ciones» esbozada en el Plan Balboa. En uno de estos ejercicios, el
Operation Partnership of the Americas [Operación Asociación de las
Américas], los Estados Unidos colocaron cuatro grandes buques de gue-
rra a menos de 50 millas de las costas venezolanas, uno de los cuales era
un portaaviones, el USS George Washington, con 85 aviones de combate y
6500 efectivos3. Otros buques, como el Destructor USS Stout, el USS
Monterrey y el USS Underwood, transportaban entre 300 y 400 efectivos
cada uno y varios misiles Tomahawk y lanzamisiles. Estas embarcaciones
permanecieron aproximadamente un mes en la cuenca del Caribe, con
Venezuela dentro de su rango de alcance, durante un período en el que
las tensiones entre ambas naciones se habían recrudecido dramática-
mente. Al mismo tiempo, otros ejercicios militares dirigidos por los Es-
tados Unidos, como el Joint Caribbean Lion, el New Horizons y el
Tradewinds, contaron con miles de efectivos y equipos militares pesados
y tecnológicamente avanzados. Una gran parte de estos ejercicios se rea-
lizó en la isla de Curazao y en el resto de las Antillas Holandesas. Tanto
Aruba como Curazao, localizadas a una distancia de Venezuela que prác-
ticamente puede recorrerse a nado, poseen bases de la fuerza aérea esta-
dounidense. El gobierno de los Estados Unidos ha estado ampliando con
rapidez su presencia en Curazao en el 2006, en un evidente esfuerzo por
controlar, militar y económicamente a la isla.
En resumen, si bien superficialmente el Plan Balboa parece ser un sim-
ple «simulacro» de invasión contra Venezuela, los críticos incidentes que
tuvieron lugar en los años anteriores, muestran con claridad que muchos
de sus componentes fueron y siguen siendo un intento por derrocar al
actual gobierno venezolano. Balboa debe verse como un «proyecto» de
plan de invasión dirigido contra Venezuela que indica, indiscutiblemente,
que Estados Unidos es el agresor clave.

68
EL PAPEL DE LOS ESTADOS UNIDOS EN EL PLAN BALBOA

Si bien el nombre de los Estados Unidos no aparece en el Plan Balboa, son


varios los factores que indican que no sólo es el agresor principal del plan
de invasión, sino que, de hecho, el ejercicio mismo fue desarrollado en los
Estados Unidos. Esto se demuestra claramente a continuación:
• Las imágenes satelitales reales incluidas en el ejercicio «simulado» son
tomadas de una institución estadounidense, el Departamento de Cien-
cias Atmosféricas de la Universidad de Illinois.
• La principal base de operaciones para la intervención militar en
Venezuela es la Base de la Fuerza Aérea de Howard, una base militar de
los Estados Unidos en Panamá.
• La imagen de satélite de la «Zona de Operaciones» muestra los siguien-
tes territorios y zonas estadounidenses donde existen bases militares de
los Estados Unidos: Guantánamo, Cuba (base militar); Puerto Rico
(territorio de los Estados Unidos); Panamá (gran base militar); Haití
(presencia de efectivos militares de los Estados Unidos); Curazao (Base
de Operaciones de Avanzada [FOL]) y Colombia (numerosas bases mili-
tares y fuerte presencia de efectivos militares de los Estados Unidos).
• El nombre del «grupo guerrillero antioccidental», que constituye el obje-
tivo de la invasión militar, se encuentra en inglés, a pesar de que el ejerci-
cio se creó, supuestamente, en España, en idioma español. El nombre es
Venezuelan Liberation Forces (VLF) [Fuerzas para la Liberación de Ve-
nezuela]. Muchas otras abreviaturas e indicadores del ejercicio aparecen
también en inglés.
• Las características de la nación designada como Azul, coinciden con las
de los Estados Unidos: nación occidental, evidentemente alineada con
organizaciones de defensa y seguridad occidentales; una economía sóli-
da con una industria tecnológicamente muy avanzada y recursos petro-
leros y mineros, gran capacidad e industria pesquera y mercante, aguas
territoriales e islas con fronteras con zonas del territorio venezolano
(Marrón), disponibilidad de apoyo material y técnico a Venezuela para
desarrollar su industria petrolera; nación fuertemente aliada a la Blanca
(Colombia) y a la nación Cyan (Panamá).
• La nación Azul se encuentra ubicada geográficamente donde está el te-
rritorio estadounidense de Puerto Rico, aunque en el simulacro Balboa,
aparece con un tamaño mayor que los parámetros de Puerto Rico.

69
• La resolución ficticia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
que autoriza la intervención militar en Venezuela (Marrón), indica que
la Azul (Estados Unidos) es la principal proveedora de fuerzas milita-
res a las Fuerzas Aliadas Conjuntas que realizarán la invasión. Los Es-
tados Unidos poseen el ejército más grande y más poderoso del mundo
y tradicionalmente ha sido el principal proveedor de fuerzas militares
para las intervenciones internacionales conjuntas (Iraq, Afganistán,
Kosovo, etcétera).
• La justificación de la supuesta intervención es rescatar a los ciudadanos
de la Azul, que se encuentran en el territorio Marrón. No se menciona a
ninguna otra nación como causa de la invasión, que no sea la Azul, lo que
evidencia claramente su poder y dominio. Asimismo, los Estados Unidos
siempre han utilizado el «rescate» de sus ciudadanos, como excusa para
la invasión o la intervención directa.
• La zona principal de invasión en Balboa aparece como Zona Negra, que
incluye geográficamente los recursos petroleros más desarrollados en
territorio venezolano, ubicados en el estado Zulia. Éste es uno de los dos
únicos estados que cuenta con un gobernador de la reacción contra
Chávez, Manuel Rosales, actual candidato por la oposición para la presi-
dencia. Rosales ha disfrutado del apoyo abrumador del actual embajador
de los Estados Unidos en Venezuela, William Brownfield, quien previa-
mente dirigió el Consulado de los Estados Unidos en Zulia durante 1979.
El candidato opositor y sus seguidores también han propuesto una agen-
da separatista para este Estado, incluso hasta el punto de lanzar una cam-
paña para la autonomía de Zulia del gobierno nacional. En una reciente
visita al lugar, el embajador Brownfield se refirió a éste como «la Repú-
blica Independiente de Zulia»4. Los Estados Unidos han mostrado un
incuestionable interés por asegurar los recursos petroleros en todo el
mundo para garantizar a sus necesidades energéticas un suministro dura-
dero. Este país utilizó una justificación ficticia (la presencia de armas de
destrucción masiva) para invadir a Iraq en el 2003, y asumir el control de
los vastos recursos petroleros de esa nación. Por ende, no sería irreal con-
siderar que tal situación podría repetirse en otros países con grandes
riquezas petroleras, como Venezuela, especialmente cuando la región
con la industria petrolera más desarrollada se encuentra ya en manos de

70
un títere de los Estados Unidos. Además, Venezuela es el mayor provee-
dor de petróleo situado más cerca de los Estados Unidos, y el deterioro
de las relaciones diplomáticas entre la nación norteña y el país andino ha
provocado preocupación entre algunos círculos políticos estadouniden-
ses, en relación con esta nación como proveedor confiable de petróleo.
En capítulos anteriores se ha demostrado que ya varios expertos conser-
vadores y miembros de la administración Bush, han sugerido en nume-
rosas ocasiones en los últimos años, alguna forma de intervención en
Venezuela para desplazar al actual gobierno del poder.

RELACIÓN DEL CONCEPTO BALBOA CON EL ACTUAL ENTORNO


POLÍTICO EN LA ZONA DE OPERACIONES

Como concepto general, el Plan Balboa presenta una situación semificticia


que refleja, en gran medida, la visión de los Estados Unidos sobre el clima
y los cambios políticos venezolanos en los últimos años. Según el simulacro,
la situación política en Venezuela (Marrón) se ha deteriorado, y su partido
político «radical y nacionalista» (PPL) ha amenazado con emprender medi-
das hostiles contra las flotas pesqueras de la nación Azul. El «grupo gue-
rrillero antioccidental» (VLF) alineado al PPL, controla la Zona Negra
(industria petrolera desarrollada) en Venezuela y cuenta con el apoyo del
pueblo. Asimismo, las VLF controlan al ejército en la Zona Negra, las bases
y los equipos aéreos. Las VLF/PPL han amenazado las vidas de los ciudada-
nos de la Azul que residen en la Marrón y los intereses económicos de la
primera. Existe la posibilidad de que los partidos de terceros países (pro-
bablemente Cuba y las guerrillas colombianas), se unan a las fuerzas de las
VLF contra la Azul. Colombia (Blanco) ha ofrecido sus pistas aéreas y sus
bases militares en Cartagena, Soledad y Bolívar a la Azul para sus opera-
ciones. Panamá (Cyan) ha aprobado el uso de la Base de la Fuerza Aérea
de Howard para el despliegue militar de la nación Azul. Las VLF han ame-
nazado con destruir los recursos petroleros en Venezuela, si sus instalacio-
nes son atacadas.
• En realidad, no existe ningún partido político en Venezuela como el que
se indica en el Plan Balboa, pero el PPL indudablemente representa al

71
partido del actual gobierno, el Movimiento V República (MVR), dirigido
por el presidente Hugo Chávez, de tendencia izquierdista y nacionalista.
Asimismo, no existe ningún «grupo guerrillero» reconocido en Venezuela
como las VLF, pero según los objetivos del Plan Balboa, éstas podrían
representar a grupos que apoyan al Presidente. Intencionalmente, el Plan
distorsiona la realidad política venezolana para los fines del simulacro de
invasión militar, porque, técnicamente, no resultaría fácil obtener una
resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que autori-
ce la intervención militar contra una nación miembro, con un gobierno
democrático como el actual gobierno venezolano, a pesar de las presiones
y tradicionales manipulaciones que ejercen los Estados Unidos en el orga-
nismo mundial. Por tanto, para que el simulacro sea efectivo, la situación
venezolana tenía que ser modificada a fin de que pareciera como si los
elementos radicales o «izquierdistas» no estuvieran en el poder, sino más
bien fueran «grupos guerrilleros» que amenazaban al gobierno ficticio de
Venezuela y los intereses económicos y humanos de las naciones aliadas.
• Los Estados Unidos han intentado describir al presidente Chávez de
Venezuela y a sus seguidores como «antiestadounidenses» aliados a los
«terroristas» y los «grupos guerrilleros» en Colombia (las FARC y el ELN),
y a otros en la región y en el Oriente Medio. En el Plan Balboa, las VLF
son consideradas como «antioccidentales» (léase antiestadounidenses) y
alineadas a grupos guerrilleros en la nación Blanca vecina. El paralelo
aquí es innegable.
• El Plan Balboa afirma que la situación política en la Marrón se ha dete-
riorado. En repetidas oportunidades, los Estados Unidos han afirmado
que el gobierno de Chávez amenaza la democracia en Venezuela, así
como la estabilidad y la seguridad de la región, y que la situación interna
está en crisis como resultado de la política de Chávez y sus supuestas vio-
laciones de los derechos humanos.
• El Plan Balboa afirma que las VLF controlan el ejército y amenazan los
intereses de la nación Azul, especialmente los suministros de petróleo.
En Balboa, las VLF han amenazado con sabotear las instalaciones petro-
leras en caso de una invasión. En realidad, el gobierno de Chávez cuenta
con la lealtad de la Fuerza Armada y ha señalado que, en caso de una
invasión de los Estados Unidos al territorio venezolano, se acabarán los

72
suministros de petróleo. En los últimos tiempos, el presidente Chávez ha
declarado incluso, que si los Estados Unidos invaden el país, los campos
petroleros serán volados por los defensores del gobierno. Ya el Congreso
norteamericano ha instruido la elaboración de informes para determinar
la dependencia del petróleo venezolano, y ha ordenado la elaboración de
planes de contingencia para reducir la repercusión de esa situación, si
esta se convirtiese en una realidad5.
• Balboa presenta a Venezuela (Marrón), como una nación en conflicto
que amenaza a la región, y da motivos para la intervención de fuerzas
combinadas autorizadas por las Naciones Unidas. En realidad, los
Estados Unidos han declarado repetidamente que el actual gobierno y
Presidente venezolanos amenazan la estabilidad en el área; por ello han
recabado activamente el apoyo de las naciones vecinas para emprender
acciones contra Venezuela. En la actualidad, el gobierno de los Estados
Unidos busca vías en las Naciones Unidas, dirigidas a imponer sanciones
contra el gobierno venezolano y a elaborar resoluciones que puedan jus-
tificar una futura intervención en ese país.

MANIFESTACIONES DEL PLAN BALBOA EN VENEZUELA

• Apenas once meses después del ejercicio simulado del Plan Balboa, se
efectuó un golpe de Estado contra el gobierno venezolano, con la partici-
pación de las fuerzas militares de los Estados Unidos. La evidencia esta-
blece la presencia de buques de guerra y submarinos estadounidenses
frente a las costas venezolanas durante los días que precedieron al golpe
y durante su ejecución. Las fuerzas especiales y la inteligencia militar nor-
teamericanas permanecieron en constante contacto con los venezolanos
implicados en el golpe, antes y durante el ilegal derrocamiento del presi-
dente de Venezuela, Hugo Chávez. Las fuerzas militares estadounidenses
solicitaron autorización para transportar un inusual equipamiento militar
hasta territorio venezolano durante los días que precedieron el golpe; y se
detectó la presencia de helicópteros Blackhawk y otros aviones del
Ejército de los Estados Unidos durante ese mismo período6.
• Los Estados Unidos han realizado esfuerzos concertados, y siguen reali-
zándolos, para vincular al presidente Chávez y a sus seguidores con grupos

73
terroristas, incluidas las FARC y el ELN de Colombia, y también con
Hezbollah y Al-Qaeda. Tales esfuerzos están destinados a justificar la
intervención internacional en Venezuela, con el fin de derrocar al actual
gobierno que ha demostrado una total oposición a la política exterior de
los Estados Unidos en América Latina y otras partes del mundo.
• Los Estados Unidos han lanzado una campaña de propaganda interna-
cional que intenta describir al presidente Chávez como un «antidemo-
crático», «dictador», «defensor del terrorismo» y una «amenaza a la
democracia en la región». Los Estados Unidos han intentado invocar la
Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos para
intervenir «legalmente» en Venezuela con el objetivo de «restaurar» la
democracia. También realizaron esfuerzos con fines similares —y aún los
realizan— en las Naciones Unidas.
• El gobierno norteamericano ha canalizado millones de dólares de ayuda
a los grupos de oposición en Venezuela, muchos de los cuales participa-
ron en el golpe de Estado contra el presidente Chávez en abril de 2002, y
han realizado otras actividades ilegales y antidemocráticas en los últimos
años, como el sabotaje a la industria petrolera y acciones violentas en las
calles con el objetivo de desestabilizar a la nación7.
• En noviembre de 2005, The Washington Post afirmó que el Pentágono
había desarrollado un plan de invasión contra Venezuela como parte de
la última Revisión Cuatrienal de Defensa y conforme a la Estrategia de
Defensa Nacional de los Estados Unidos en marzo de 2005. El plan está
dirigido contra el país andino como «amenaza irregular» que exige un
«plan de guerra asimétrica». Este país es actualmente considerado por el
Departamento de Defensa como una nación «hostil» e «inestable»8.
• En el primer semestre de 2006 se realizaron importantes ejercicios milita-
res sin precedentes frente a las costas de Venezuela. Al mismo tiempo, se
efectuaron cuatro operaciones dirigidas por el Ejército de los Estados
Unidos, todas en la cuenca del Caribe, dos de las cuales estuvieron especí-
ficamente radicadas en la isla de Curazao y las vecinas islas de las Antillas
Holandesas. Uno de los ejercicios, mencionado anteriormente, la
Operación Asociación de las Américas, envió cuatro grandes buques de
guerra con más de 8 000 efectivos en total, numerosos misiles Tomahawk,
lanzamisiles y 85 aviones de combate. El USS George Washington, uno de

74
los portaaviones más grandes del Pentágono, permaneció aproximada-
mente un mes cerca de las costas venezolanas, dentro del rango de alcan-
ce de cualquiera de sus cazas F-16. Otro ejercicio, la Operación New
Horizons, situó 3500 efectivos en la República Dominicana a finales del
mes de abril de 2006, como parte de una «misión humanitaria y de entre-
namiento» de cuatro meses. La presencia de helicópteros Blackhawk,
vehículos blindados y la magnitud de la operación, provocaron la sospe-
cha de que el Ejército de los Estados Unidos realizaba algo más que una
simple misión humanitaria. El periódico Los Angeles Times reportó que
las transmisiones radiales de República Dominicana afirmaban que otros
11000 efectivos estadounidenses llegarían pronto a la Isla. La República
Dominicana se encuentra a corta distancia de las costas venezolanas9.
• En abril de 2006, el director de Inteligencia Nacional, John Negroponte,
admitió que el Ejército de los Estados Unidos había enviado un subma-
rino nuclear para interceptar las comunicaciones desde la costa venezo-
lana. A finales de 2005, el submarino USS Virginia permaneció más de
noventa días navegando por el Caribe en una misión de espionaje.
Negroponte declaró que tal ejercicio formaba parte de una estrategia
más amplia para «... fortalecer nuestra presencia y operaciones en luga-
res donde no hemos estado recientemente, tales como América Latina y
África, donde, desde la Guerra Fría, hemos permitido que las cosas
tomen su propio curso»10.
• En el estado Zulia, en la región occidental de Venezuela, sitio de la inva-
sión del Plan Balboa, hubo recientemente un movimiento separatista que
demandaba la autonomía del gobierno nacional. «Zulia primero» es el
lema del gobernador del Estado, Manuel Rosales, quien, de los 24 estados
que integran la nación, es uno de los dos únicos gobernadores de la oposi-
ción. Rosales fue designado candidato «unitario» de la reacción contra
Chávez para las elecciones presidenciales de 2006. Mantiene estrechas
relaciones con el embajador de los Estados Unidos William Brownfield.
En el Plan Balboa, el estado de Zulia es la única zona oficialmente «ocu-
pada» por las fuerzas internacionales involucradas en la invasión. Si el
Estado lograba «separarse» o alcanzaba su «autonomía» del resto del
país, se hubiera obtenido entonces el objetivo principal del Plan.

75
El Plan Balboa se desarrolló como un proyecto de invasión contra
Venezuela. Si bien al principio se anunció públicamente como ejercicio
militar simulado, los elementos de éste se han puesto en práctica en los últi-
mos años y, con toda probabilidad, continuarán en el futuro. Balboa no
puede considerarse como un plan aislado sino, más bien, examinarse de
forma integral a la luz de los actuales acontecimientos y realidades que han
tenido lugar desde su creación en mayo de 2001. Cuando se analizan estos
acontecimientos que han amenazado la estabilidad del gobierno democrá-
tico y popular de Venezuela, se observa que la operación sirvió como un
Plan para aquellos individuos, grupos y gobiernos que intentan subvertir la
voluntad de la mayoría venezolana. Resulta indiscutible que los Estados
Unidos están presentes en el Plan, a pesar de su exclusión nominal de los
documentos. Balboa sirve tanto para demostrar ese importante hecho,
como para eliminar cualquier duda que pueda quedar acerca del papel de
los Estados Unidos en los intentos por derrocar al actual gobierno venezo-
lano, ya sean semificticios o totalmente reales.

NOTAS

1. Véase el Anexo 2 para los documentos seleccionados del Plan Balboa.


2. Véase el Anexo 3 para los documentos que prueban el papel que desempeña-
ron las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos en el golpe de Estado contra
el presidente Chávez.
3. «Partnership of the Americas Continues Improving Interoperability,
Relationships», Navy Newsstand, 5 de mayo de 2006, en:
https://www.navy.mil/search/display.asp?story_id=23603.
4. «Zulia, another Washington bid», Granma Internacional, 20 de marzo de
2006, en: http://www.granma.cu/ingles/2006/marzo/lun20/13zulia.html.
5. El senador Richard Lugar encomendó a la General Accounting Office (GAO)
[Oficina General de Contabilidad] que analizara la dependencia de los
Estados Unidos del petróleo venezolano y que presentara un informe al res-
pecto. Los resultados indicaron un elevado nivel de dependencia que se vería
gravemente afectado en caso de producirse cambios en el suministro de
petróleo. Es más, en el informe de la GAO se señala que de detenerse el sumi-

76
nistro de petróleo venezolano a los Estados Unidos, la economía estadouni-
dense caería en una crisis de envergadura. Disponible en inglés en: www.sena-
te.gov/energy/venezuela/pdf/GAO_Report_Venezuela_Summary.pdf.
6. Véase el Anexo 3 para los pormenores relacionados con la participación de
las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos en el golpe.
7. Véanse los capítulos titulados «El dinero desborda la olla» y «Súmate en
manos de Bush» de este libro.
8. William A. Arkin: «Pentagon to Venezuela: Who, Us?» [El Pentágono pre-
gunta a Venezuela: ¿Quién, nosotros?] The Washington Post, 3 de noviembre
de 2005.
9. Carol J. Williams: «Dominicans Wary of U.S. Presence» [Los dominicanos
recelosos de la presencia de los Estados Unidos], Los Angeles Times, 21 de
abril de 2006, en: www.latimes.com/news/nationworld/world/la-fg-
horizons21apr21, 1,5196087.story?ctrack=1&cset=true.
10. Sergio Gómez Maseri: «Labores de espionaje de Estados Unidos en América
Latina han aumentado a niveles como los de la Guerra Fría», El Tiempo, 25
de abril de 2006.

77
CURAZAO: TERCERA FRONTERA
DE LOS ESTADOS UNIDOS

Brisa tropical, tranquilidad, aguas oceánicas cálidas, sol bronceador y acti-


tudes apacibles. Esas son las características que distinguen a la isla caribe-
ña de Curazao. Una pequeña isla de menos de 180000 habitantes y una
superficie de apenas 177 millas cuadradas (285 km2). Forma parte de las
Antillas Holandesas, una de las tres divisiones autónomas del Reino de los
Países Bajos. Las otras dos son Holanda y Aruba. Las Antillas Holandesas
están compuestas por cinco islas: Bonaire, Curazao, Saba, San Martín y San
Eustaquio. Curazao es la más grande y poblada y constituye la sede del
gobierno principal que supervisa al resto de las islas. Posee uno de los puer-
tos naturales más grandes del mundo, con aguas profundas frente a sus cos-
tas y el escenario perfecto para el atraque de grandes buques. Las
industrias principales de la isla son la refinación de petróleo y el turismo.
La primera, propiedad del gobierno de Curazao, ha sido arrendada a la
compañía petrolera estatal venezolana, PDVSA, desde 1984. Es una gran
industria con amplias capacidades para procesar diferentes tipos de petró-
leo crudo, desde el más ligero hasta el más pesado.
El pueblo de Curazao es una mezcla multicultural de políglotas, la mayo-
ría de ascendencia afrocaribeña. Los ciudadanos hablan, al menos, cuatro
idiomas: el nativo papiamento, el holandés, el inglés y el español. En la isla
existen importantes movimientos sociales que intentan la recuperación del
legado africano de la mayoría y la independencia del Reino de los Países
Bajos. Curazao se encuentra a menos de 50 millas de las costas venezolanas
y comparte una rica historia con su vecina suramericana desde los tiempos
de la independencia. Pedro Luis Brión, oriundo de la isla, luchó junto al
libertador venezolano Simón Bolívar en la primera década del siglo XIX
para liberar a Venezuela del dominio colonial español. Curazao comparte
un intercambio social y comercial importante con la nación suramericana,
además de la refinería de petróleo. Las únicas frutas y vegetales realmente

79
frescos que se pueden adquirir en Curazao, llegan a la isla en muy pocos
días, en pequeñas embarcaciones desde Venezuela y son vendidos en el
«mercado flotante» ubicado en la ciudad capital Willemstad.
Esta es también la isla fértil de una de las FOL más grandes del Ejército
de los Estados Unidos en la región. Una Base de Operaciones de Avanza-
da es una pequeña instalación aérea establecida por las fuerzas militares
norteamericanas en aeropuertos o bases extranjeras, supuestamente para
supervisar y combatir el narcotráfico y como plataforma de vuelos contra
esas actividades. Las FOL se establecieron mediante un acuerdo formal con
los gobiernos de Curazao y Aruba (donde se encuentra otra más pequeña),
Ecuador (en Manta, donde opera una base relativamente grande) y El
Salvador (en Comalapa, que alberga una célula operativa), después del cie-
rre oficial de la Base de la Fuerza Aérea de Howard en Panamá que, pre-
viamente, había servido como base principal para las actividades contra el
narcotráfico y las acciones del Ejército de los Estados Unidos en la región.
En Curazao, la FOL está ubicada en la zona del Aeropuerto Internacional
de Hato y comparte una gran extensión con la base aérea del gobierno
holandés. Oficialmente, la FOL en Curazao

... apoya dos aeronaves grandes, dos medianas y seis pequeñas con alrededor de
200 a 230 efectivos de mantenimiento y operaciones, desplegados de forma tem-
poral. En la actualidad, Curazao alberga F-16 de la Guardia Nacional Aérea,
aeronaves de alerta temprana P-3 y E-2 de la Marina, AWACS -E de la Fuerza
Aérea de los Estados Unidos y otras aeronaves estadounidenses1.

A pesar de la presencia permanente del Ejército de los Estados Unidos


frente a sus costas, el gobierno venezolano no había considerado a Curazao
como zona de importancia estratégica geopolítica, ni como amenaza. Pero
todo esto cambió a finales del mes de febrero de 2005 cuando un impor-
tante buque de guerra de los Estados Unidos, el USS Saipan, sin previa noti-
ficación o advertencia al gobierno de Venezuela, como lo exige el
protocolo, atracó el 27 de febrero de 2005 en el gran puerto de la Bahía de
Caracas, en Curazao, con más de 1400 marines a bordo y 35 helicópteros.
El USS Saipan, conocido como el America´s Top Gator, está

... diseñado para transportar tropas hasta costas hostiles y como principal embar-
cación de desembarco para operaciones de asalto de las unidades expediciona-

80
rias de la Marina. Los asaltos se realizan mediante embarcaciones de desembar-
co y helicópteros. Como papel secundario, Saipan también desempeña misiones
de control marítimo y demostración de fuerza. Su propósito es navegar en zonas
peligrosas y provocar una rápida acumulación de fuerzas de combate en la cos-
ta frente a un adversario. Los Estados Unidos poseen la fuerza anfibia más gran-
de y más capaz del mundo y Saipan navega orgullosamente en primera línea2.

La última operación llevada a cabo por el USS Saipan antes de su misión


clandestina en el Caribe fue en apoyo a la «Operación Libertad Perdurable»
y a la «Operación Libertad Iraquí», o sea, la invasión a Iraq en el 2003. El
buque cuenta con capacidad para más de 1800 efectivos y una tripulación de
algo más de 1000 hombres; puede transportar 200 vehículos anfibios, hasta
35 helicópteros y siete lanchas de desembarco. El armamento a bordo inclu-
ye un sistema de autodefensa naval SWY-2 con dos RAM GMLS, dos sistemas
Phalanx de tres cañones calibre 50 y seis cañones automáticos de 25 mm.
De manera que, cuando el USS Saipan apareció sin ningún tipo de adver-
tencia frente a las costas de Venezuela, el gobierno y el ejército de ese país
mostraron su preocupación y lo tomaron como una señal de intimidación,
si no de amenaza directa. El embajador de los Estados Unidos William
Brownfield declaró a la prensa que la razón por la que no se había adverti-
do al gobierno venezolano sobre la aproximación del USS Saipan fue debi-
do a una «falta de comunicación», pues el Ministro de Defensa y el
Comandante de las Fuerzas Armadas de Venezuela no lo habían recibido
formalmente en las reuniones oficiales. Resulta irónico que, por otra parte,
el embajador venzolano ha permanecido en Washington durante tres años
y jamás se ha reunido ni con el Secretario de Defensa ni con el Jefe de las
Fuerzas Armadas. No fue hasta el 2006, tres años después de su llegada a
Washington como embajador de Venezuela, que finalmente le concedieron
una reunión con el Secretario Adjunto de Estado. La Secretaria de Estado
jamás se ha ofrecido para reunirse con el embajador Bernardo Álvarez en
Washington y, sin embargo, el embajador William Brownfield, en Venezue-
la, se siente con derecho a ser recibido en los más altos niveles del gobier-
no venezolano o, de lo contrario, actúa de forma agresiva. Declaró
Brownfield a principios de marzo de 2005:

Lamento no haber tenido aún el placer de reunirme y conversar con el Ministro


de Defensa o el Comandante de las Fuerzas Armadas o cualquier otro funcio-

81
nario de las Fuerzas Armadas venezolanas. Si hubiera hablado con ellos les
hubiera dicho la fecha de llegada del [USS Saipan] (...). La verdad es que nuestro
deseo es tener más visitas de buques a Curazao y Aruba en las próximas sema-
nas, meses y años3.

Y así mismo fue.


Si bien en lo que restaba de 2005 se observaron algunos buques de gue-
rra estadounidenses atracando en Curazao, el primer semestre de 2006
compensó la reducida presencia militar estadounidense del año anterior.
La prensa internacional captó la atención de Venezuela cuando comenzó a
reportar que el Ejército de los Estados Unidos realizaría ejercicios y ope-
raciones de envergadura en la región del Caribe con legiones de buques de
guerra, marines, aviones de combate y helicópteros a principios de marzo
de 2006. Fueron los ejercicios militares, New Horizons 2006 y Tradewinds
2006 en El Salvador, Honduras, República Dominicana y Jamaica, supues-
tamente de naturaleza humanitaria. El Tradewinds, fue realizado con el
pretexto de los preparativos para la Segunda Copa Mundial de Críquet
que se celebraría en Jamaica durante el 2006. Pero la Operación Aso-
ciación de las Américas provocó una mayor preocupación. A principios de
abril de 2006, se decidió que esta maniobra militar duraría de abril a junio
y contaría con la participación de un portaaviones de gran capacidad para
tiempos de guerra, el USS George Washington, con un grupo de ataque com-
puesto por otros tres buques de guerra: el destructor USS Stout, el crucero
de misiles teledirigidos USS Monterrey y el fragata USS Underwood.
Asociación de las Américas tendría su base en los alrededores de las
Antillas Holandesas, con especial énfasis en Curazao, donde todos los
buques atracarían eventualmente o atravesarían por algún punto durante
la misión. El USS George Washington llevaba a bordo 6500 marines, además
de una tripulación de unos cientos de efectivos y 85 aviones de combate,
incluidos los Tomcats F-14D, Hornets F/A-18, Vikings S-3 A/B, Hawkeyes E-
2C, Prowlers EA -6B y helicópteros Seahwak. Entre los otros tres buques y
el USS George Washington combinados, la presencia total de efectivos
ascendía a 8000 aproximadamente4.
El gobierno de los Estados Unidos afirmó que el ejercicio era de «ruti-
na»; sin embargo, el ejército estadounidense no ha realizado operaciones
militares de esta envergadura en la región caribeña desde la Guerra Fría.

82
Venezuela tenía razones lógicas para sentirse amenazada. La acumulación
militar tuvo lugar a principios de un importante año electoral en Venezuela
(las elecciones presidenciales en el mes de diciembre). La retórica hostil de
los Estados Unidos alcanzó su punto clímax: el Departamento de Estado y
el Departamento de Defensa trataban de vincular al gobierno venezolano
con grupos terroristas, y Venezuela estaba a punto de ser «sancionada» por
el gobierno de Bush supuestamente por «no cooperar en las actividades de
lucha contra el narcotráfico», y por «no cooperar totalmente en la guerra
contra el terrorismo». Además, la Operación Asociación de las Américas
estaba dirigida a prepararse para una «posible amenaza terrorista» en la
región, o una «amenaza a la seguridad regional». Estos son los términos
que los Estados Unidos han aplicado a las naciones que no se han plegado
a sus designios. Y para colmo de males, William Brownfield era el único
embajador norteamericano en la región que había realizado una visita ofi-
cial a bordo del USS George Washington antes de su salida de la Florida. Era
un claro mensaje para Venezuela5.
A medida que el buque se aproximaba a Curazao, decidí comprobar el
escenario en la isla. A pesar de su belleza desértica, la situación en una
de las naciones más estratégicas y cercanas a Venezuela resultaba bas-
tante preocupante.
Cuando por primera vez llegué a Curazao a mediados del mes de abril, el
destructor USS Stout acababa de abandonar los muelles de Willemstad y la
ciudad era un hervidero en la que sólo se hablaba de la presencia de impor-
tantes buques de guerra estadounidenses, alrededor de la isla en momen-
tos de grandes tensiones con Venezuela. En realidad, el USS Stout ya había
realizado su ceremonia de «cambio de mando» en el colosal muelle de
Willemstad, aunque resulta bastante inusual que un buque de guerra esta-
dounidense celebre tal ceremonia en territorio extranjero. Ante la primera
ministra de Curazao, Emily Jongh-Elhage, y la prensa local, el capitán de
fragata Thomas K. Kiss asumió su nuevo cargo como líder del barco, al
declarar que el USS Stout

... constituye una impresionante presencia para defender los intereses de los
Estados Unidos en la región.

83
Más adelante, Kiss proclamó a la prensa de Curazao:

... somos la fuerza naval más poderosa del mundo y defenderemos a nuestros
amigos en la región bajo cualquier circunstancia6.

Un artículo posterior publicado el 11 de abril de 2006 en La Prensa de


Curazao indicaba:

... los periodistas seleccionados para ir a bordo del Stout no se atrevieron a for-
mular la pregunta que todos querían hacer: ¿La presencia de este buque tiene
algo que ver con los últimos acontecimientos en Venezuela? Ni siquiera la pren-
sa de Curazao se creyó la historia de Washington que afirmaba que el buque rea-
lizaba una visita de descanso y recreación. Ese argumento ya lo hemos
escuchado con anterioridad, pero son pocos los que creen que esas visitas no son
más que para un buen descanso y una buena recreación. Este oficial del ejército
al frente del buque que monitorea en todas direcciones tiene los ojos puestos
directamente en Venezuela...7.

El mismo artículo publicado por la prensa local de Curazao seguía


diciendo más adelante:

La visita del Stout a Curazao estuvo acompañada por Jane Akkers, autora del
famoso ensayo publicado por el Departamento de Estado, «The Third Frontier
of the United States» [La tercera frontera de los Estados Unidos], que propo-
ne que las islas de Curazao, Bonaire y Aruba formen parte de la frontera geo-
política de los Estados Unidos8.

¿La tercera frontera de los Estados Unidos? Para algunos pudiera pare-
cer absurdo, ya que las islas ABC forman parte del Reino de los Países
Bajos y no son territorio legal estadounidense, pero desde el punto de vis-
ta estratégico, el interés del gobierno norteamericano es dominar esa zona
principalmente por su cercanía a los ricos campos petroleros de Venezuela.
Y esto es precisamente lo que buscan los Estados Unidos en el terreno, en
realidad, en Curazao y Aruba.
La mayoría de los isleños con quienes dialogué estaban ansiosos por
hablar sobre la creciente presencia de los Estados Unidos en la isla, y el

84
temor de que Curazao pudiera convertirse en trampolín para un ataque
contra Venezuela. Recibí información de diversas fuentes y todo concorda-
ba. Además fue corroborado por los informes de prensa, de manera que no
tuve ninguna duda sobre su veracidad. El gobierno de los Estados Unidos
ha estado diseminando su influencia económica y militar por todo Curazao
durante el 2006. Aruba ya está en manos de corporaciones estadounidenses
e industrias relacionadas con el gobierno. La refinería de petróleo de la isla
es propiedad de la Valero Energy Corporation, una compañía petrolera de
San Antonio, Texas, con estrechos vínculos con la familia Bush y que posee
una colosal capacidad de refinación en los Estados Unidos.
Según varias fuentes, Valero ha estado presionando activamente al go-
bierno de Curazao y a su compañía petrolera estatal, Refinería do Kurosu
(RDK), para que anulen el contrato de arrendamiento con PDVSA y así le
pueda ser vendida a Valero la refinería. El actual contrato de PDVSA con la
RDK está vigente hasta el 2019, pero la compañía norteamericana ha pre-
sentado una oferta para pagar todos los daños que se deriven de la anula-
ción del contrato. Si Valero lograra comprarla, los Estados Unidos
controlarían las principales refinerías de petróleo que prestan servicios a
Centroamérica y el Caribe. El petróleo procesado en la refinería de
Curazao proviene de Venezuela, y éste no estaría disponible en caso de que
la refinería cayera en manos de una corporación estadounidense. Sin
embargo, la gestión de Valero de asumir el control de la refinería de
Curazao parece formar parte de una estrategia más general encaminada a
eliminar los intereses venezolanos en la isla, y obtener el control geopolíti-
co de la zona. Este es un objetivo a más largo plazo.
Aparte de la refinería, las compañías estadounidenses y las filiales
comerciales relacionadas con el gobierno ya han comprado totalmente las
compañías estratégicas en Curazao o adquirido importantes acciones en
varias de ellas, todas durante el primer semestre de 2006, incluidas:
• La compañía de seguros más grande de la isla, ENNIA.
• La compañía de agua y electricidad, AQUAELECTRO, que tiene los precios
más altos del mundo.
• El Banco del Caribe, el más importante y poderoso de la isla.
• La compañía de comunicaciones digitales (CURINFO), que controla
Internet y el acceso a la telefonía digital.

85
• El hotel Van der Walk Plaza que, históricamente, ha sido el hotel más
prestigioso y renombrado de Curazao.
• El gobierno norteamericano también ha arrendado la mayor parte del
espacio en The Holiday Beach Hotel, cerca del Restaurante Denny´s con
un ambiente «hogareño». Es aquí donde el Ejército de los Estados
Unidos aloja a su personal.
Agua, electricidad, Internet, telefonía digital, bancos, seguros, hoteles:
éstas son las entidades que controlan la infraestructura básica de la isla. Al
poseer y controlar la infraestructura y la refinería de petróleo, y ampliar sus
ya autorizadas operaciones militares, el gobierno de los Estados Unidos
está alcanzando rápidamente su objetivo geopolítico de dominación de la
isla. Además, la mayoría de los isleños confirmaron el rumor de que el ejér-
cito estadounidense pretende expandir sus operaciones FOL con vistas a
establecer una base naval. Y para corroborar la declaración del embajador
Brownfield, de que los Estados Unidos planean realizar más visitas a
Curazao con sus barcos de guerra en los próximos meses y años, la
Autoridad Portuaria de Curazao confirmó que el gobierno norteamerica-
no ha solicitado autorización para que más de cien buques de guerra pue-
dan entrar en su puerto y territorio durante el 20069. Según funcionarios de
la Autoridad Portuaria, las solicitudes normales de años anteriores han sido
solamente para no más de 10 buques de guerra al año. El salto a cien repre-
senta un incremento significativo y alarmante que conduce a preguntar
para qué necesitan los Estados Unidos tantos buques de guerra y arma-
mentos aquí en la zona, a menos que planeen invadir a un país vecino.
En junio de 2006, los Estados Unidos y sus socios de la OTAN efectuaron
la Operación Joint Caribbean Lion. Esta vez, los Estados Unidos y las fuer-
zas de la OTAN tomaron físicamente Curazao y asumieron el control de las
torres de comunicación, los hospitales, los edificios públicos y otras instala-
ciones estratégicas de la isla, durante una maniobra. Pero ésta tenía un
curioso objetivo: capturar al líder terrorista rebelde, Hugo El Grande.
¿Pudiera ser una coincidencia con Hugo Chávez, el líder revolucionario de
la vecina Venezuela?
Las facciones de derecha en el gobierno holandés y en todo Curazao han
lanzado una campaña para convencer a los habitantes de las islas de que el
presidente Chávez es el que quiere «invadir» a Curazao, Aruba y Bonaire.

86
Un periódico de Curazao, el De Groene Amsterdammer, publicó el siguien-
te titular: «Chávez es un virus», y reforzaba la insustancial afirmación de
que el presidente venezolano quería «invadir» las islas. A pesar de no exis-
tir prueba alguna que muestre que Chávez alguna vez hizo tal declaración,
la prensa conservadora en Curazao ha bombardeado a sus ciudadanos con
propaganda dirigida a intensificar los temores sobre las «intenciones de
Chávez». En abril de 2006, el ministro de Defensa de Holanda, Henk
Kamp, declaró que

Chávez muestra ambiciones hacia esos pequeños territorios situados al norte


de las costas venezolanas y esos territorios forman parte del Reino de los Países
Bajos10.

Tales declaraciones parece que fueron hechas para justificar la considera-


ble presencia militar de los Estados Unidos en las islas, ya que nunca ha habi-
do amenaza visible o invisible de Venezuela contra las Antillas Holandesas.
El pueblo de Curazao es categórico al no permitir que su isla se convier-
ta en trampolín para las agresiones de los Estados Unidos en la región.
Muchos se oponen abiertamente a la base militar estadounidense y al cre-
ciente control norteamericano sobre la infraestructura de la isla. Sin em-
bargo, las acciones emprendidas por el gobierno de los Estados Unidos y
sus asociados parecen escapar del control de los isleños. La pequeña isla de
Curazao, madre del licor de color azul del mismo nombre y cuna de ama-
bles personas, se encuentra hoy atrapada en medio de un creciente conflic-
to provocado por la mayor potencia militar del mundo.

NOTAS

1. En http://www.ciponline.org/facts/fol.htm#4, se cita (en inglés) el testimonio


de Ana María Salazar, subsecretaria adjunta de Defensa para Política y
Apoyo Antidrogas, ante el Subcomité de Justicia Penal, Políticas sobre
Drogas y Recursos Humanos del Comité de Reforma Gubernamental de la
Cámara de Representantes de los Estados Unidos, 9 de junio de 2000, en:
http://www.usinfo.state.gov/topical/global/drugs/canal.htm.

87
2. Tomado de los materiales distribuidos a la prensa y a visitantes diplomáticos
que recorrieron el buque cuando estaba atracado en Curazao. Véase el
Anexo 1.
3. «Curazao Bars Use Of Its Territory To Hit Venezuela», en: http://
www.rense.com/general63/curaco.htm.
4. Toda esta información fue tomada del propio sitio web de la Marina de los
Estados Unidos, en: www.navy.mil.
5. Vease fotografía de la visita del embajador norteamericano William
Brownfield en Anexo 1.
6. «USS Stout: A formidable presence to defend the interests of the United
States». [El destructor USS Stout: impresionante presencia con miras a defen-
der los intereses de los Estados Unidos], La Prensa, Curazao, 11 de abril de
2006. Original en papiamento.
7. Ibídem.
8. Ídem.
9. Véase el documento que figura en el Anexo 1, página 169
10. «Amenazas contra Chávez: enseñar músculos y realizar provocaciones,
maniobras militares en gran escala de la OTAN en el Caribe», por
InSurGente/Prensa Latina, 7 de abril de 2006, en: www.aporrea.org/damever-
bo.php?docid=75833.

88
UNA NOTA SOBRE LA GUERRA ASIMÉTRICA
Y EL AJEDREZ DEL MAGO

Los tres principales frentes de ataque que ha empleado el gobierno de los


Estados Unidos contra Venezuela en los últimos años forman parte de una
guerra asimétrica. La «guerra total», la guerra asimétrica, contemporánea
y no tradicional, la guerra de cuarta generación o irregular, son varios de
los términos que se utilizan para describir este conflicto no convencional
donde el campo de batalla se extiende a todos, todas las cosas y todos los
lugares1. El conflicto podría ser

... militar o no militar, letal o no letal, o una combinación de todo dentro de la


gama de instrumentos de poder de un Estado o coalición de Estados. Como tal,
pudiera tratarse de un juego de suma cero en el que sólo uno sale vencedor o, en
el peor de los casos, no hay vencedores2.

En la guerra asimétrica no existen reglas, no hay prohibiciones, es una gue-


rra en la era de la globalización. Algunos expertos militares se refieren a
ella como un conflicto de «cuarta generación» que aprovecha la disparidad
entre las partes contendientes para obtener ventajas. Los conflictos de pri-
mera a tercera generación incluyen tipos más tradicionales de combate
militar, desde la «guerra de desgaste con baja tecnología» (mientras más
oponentes mueran, mejor), hasta la «guerra desde afuera» (emplea veloci-
dad, sorpresa y letalidad para atacar los puntos débiles del adversario) y
utiliza el «poder del cerebro» para alcanzar el éxito contra el enemigo3. La
guerra de cuarta generación emplea la «asimetría estratégica», definida
como la capacidad de

actuar, organizar y pensar de forma diferente a los oponentes para elevar al


máximo las ventajas de uno mismo, explotar las debilidades del oponente, lograr
la iniciativa o ganar la libertad de acción. Puede tener dimensiones psicológicas
y físicas4.

89
Expertos como el coronel Max G. Manwaring (retirado) del Ejército de
los Estados Unidos, consideran que el conflicto de cuarta generación es
una «metodología empleada por el débil contra el fuerte»5, pero en la gue-
rra de Washington contra Venezuela, la asimetría estratégica es, al parecer,
el modus operandi escogido.
En Venezuela´s Hugo Chávez. Bolivarian Socialism and Asymmetric
Warfare [El socialismo bolivariano de la Venezuela de Hugo Chávez y la
guerra asimétrica], escrito por el coronel Manwaring y publicado por el
Instituto de Estudios Estratégicos del Ejército de los Estados Unidos en
octubre de 2005, se hace referencia al presidente Chávez como el «inteli-
gente competidor» que

... ni siquiera intentará derrotar a sus enemigos según sus condiciones. Por el con-
trario, tratará de cambiar el terreno de juego para apartarlo de confrontaciones
militares convencionales y pasar a formas no tradicionales de ataque contra la
estabilidad e integridad de una nación. Por ende, todo parece indicar que este
astuto guerrero está preparado para desestabilizar, para facilitar los procesos de
fracaso estatal y, así, «destruir para reconstruir» en una forma realmente revolu-
cionaria6.

Resulta interesante que el coronel Manwaring se refiera al sistema polí-


tico venezolano, el «bolivarianismo», como forma de «democracia popu-
lar» que también cataloga conjuntamente con los «narco-estados
disfuncionales, problemáticos y criminales» que «ponen en peligro la segu-
ridad, la paz y la prosperidad global»7. De manera que ahora las «demo-
cracias populares» son consideradas criminales y terroristas a los ojos del
Ejército de los Estados Unidos.

Manwaring, quien afirma que Chávez persigue

... todos los medios, desde la propaganda, el terrorismo y el narcotráfico, hasta la


destrucción total de una sociedad determinada para lograr “sus” objetivos,

recomienda

... una acción coherente y paciente que abarca todas las agencias de un gobierno
específico y sus aliados internacionales. Ese tipo de acción incluiría la política, la

90
democracia, la defensa, la inteligencia, la aplicación de las leyes y el desarrollo
económico y social8.

En otras palabras, básicamente todo lo que el gobierno de los Estados


Unidos está haciendo con Venezuela.
Ya se han emprendido acciones en los terrenos político y diplomático,
como se esbozó en los dos primeros capítulos de este libro. La defensa, la
inteligencia y la aplicación de las leyes se manifiestan mediante las amena-
zas de invasión, intensificación de las actividades militares, maniobras geo-
políticas estratégicas y guerra psicológica, como se plantea en los capítulos
referidos al Plan Balboa y a Curazao y en el capítulo siguiente. En cuanto al
desarrollo económico y social, las sanciones del gobierno de los Estados
Unidos contra Venezuela supuestamente por no colaborar con los esfuerzos
de lucha contra el narcotráfico, el terrorismo y el tráfico de personas, tienen
un efecto económico, mientras que los esfuerzos por financiar a la oposición
venezolana, demostrados en los capítulos titulados «El dinero desborda la
olla» y «Súmate en manos de Bush», tienen una repercusión social. Por tan-
to, resulta evidente que, en la actualidad, se está poniendo en práctica la
«doctrina de guerra asimétrica contra Venezuela» de Manwaring.
Manwaring admite que la guerra asimétrica es «el único tipo de guerra
que los Estados Unidos han perdido»9 e indica que Chávez está provocan-
do una «super insurgencia»10 por toda la región, que resuena entre un gran
número de personas en Venezuela y América Latina, y que tendrá que con-
siderarse como una suerte de «Ajedrez del Mago». Al considerar a Chávez
como un «enemigo real e inteligente» que deberá ser enfrentado median-
te un paradigma multidimensional y multinacional a nivel estratégico para
un conflicto asimétrico contemporáneo, el coronel Manwaring recomien-
da una respuesta «civil-militar unificada» que comprenda la «naturaleza
fundamental de la subversión y la insurgencia» y las formas en que las
«consideraciones políticas y psicológicas inciden en el uso de la fuerza».
Especialmente sugiere la utilización de los «medios de comunicación masi-
va locales y globales» y una «capacidad de inteligencia que trascienda aún
más la norma actual» a fin de competir con Chávez11. Evidentemente, el
gobierno de los Estados Unidos ya ha estado poniendo en marcha estas
medidas. La campaña de propaganda internacional contra Chávez se

91
encuentra en su apogeo al igual que la nueva misión especial de la CIA des-
tinada a concentrarse solamente en Venezuela y Cuba, como se mencionó
en los capítulos iniciales.
El concepto «Ajedrez del Mago» proviene de una película de Harry
Potter, pero el coronel Manwaring lo utiliza para demostrar el tipo de gue-
rra que está llevando a cabo Washington contra Venezuela. Él resume:

... el mortal juego del «Ajedrez del Mago» como metáfora del conflicto asimé-
trico contemporáneo (...). En el juego, los protagonistas mueven silenciosa y
sutilmente las piezas por todo el tablero. Bajo la estudiada dirección de los juga-
dores, cada pieza representa un tipo diferente de poder directo e indirecto y pue-
de conducir simultáneamente sus ataques letales y no letales desde diversas
direcciones. Las piezas no muestran piedad hacia su enemigo y están preparadas
para sacrificarse a fin de permitir que otra pieza tenga la oportunidad de destruir
o controlar a un adversario —o propinarle un jaque mate al rey—. Sin embargo,
a la larga, este juego no es una prueba de pericia para crear inestabilidad, desa-
tar una violencia ilegal o alcanzar una satisfacción comercial, ideológica o moral.
En fin, se trata de un ejercicio de supervivencia. Perder en el Ajedrez del Mago
no constituye una opción12.

El gobierno de los Estados Unidos jamás ha considerado la derrota


como una opción, y como se ha demostrado a través de siglos de invasiones
e intervenciones en todo el mundo, continuará, repetirá, y en ocasiones
mejorará, sus esfuerzos hasta alcanzar su meta. El «Ajedrez del Mago»
contra Chávez comenzó hace cuatro años y, hasta la fecha, los Estados
Unidos están siendo vencidos. Perdió con el intento de golpe, el sabotaje
económico o «paro» y el referendo revocatorio —las tres etapas previas a
la intervención—. Pero ahora, los riesgos son mayores y ya se han coloca-
do las piezas claves para la próxima jugada.
Recientemente, el Pentágono concluyó su «plan más ambicioso» para
combatir el terrorismo en el mundo. Si bien los detalles de éste son secre-
tos, el papel del ejército se amplió especialmente en la esfera de las tropas
élites de operaciones especiales que utilizarán fuera de las zonas de guerra
de Afganistán e Iraq. En realidad, el Comando de Operaciones Especiales
del Pentágono, con base en Tampa, Florida, ya ha despachado

92
... pequeños equipos de los Boinas Verdes del ejército y otras tropas de operacio-
nes especiales a las embajadas estadounidenses en aproximadamente 20 países
en el Oriente Medio, Asia, África y América Latina, donde realizan planes ope-
racionales y recopilan información de inteligencia para aumentar la capacidad de
lanzar operaciones militares donde los Estados Unidos no están en guerra13.

Es indiscutible que Venezuela es uno de los países hacia donde se han


«despachado» las fuerzas especiales élites. El tipo de operación militar
planificada por los Estados Unidos en Venezuela no está claro, pero lo
que sí se puede garantizar es que el juego de «Ajedrez del Mago» aún no
ha concluido. ¿Entrarán en Venezuela las tropas élites para llevarse al
«rey»? o ¿contribuirá la Revolución Bolivariana a lograr realmente, como
ha declarado el presidente Chávez, «el fin del imperialismo de los Estados
Unidos» en este siglo? Lo que sí se puede asegurar es que ninguna de las
partes se detendrá, esté a la defensa o a la ofensiva, hasta que se declare el
«jaque mate».

NOTAS

1. Véase Qiao Liang and Wang Xiangsui: «Unrestricted Warfare» [Guerra ilimi-
tada]. PLA Literature and Arts Publishing House, Beijing, China, 1999, p. 106.
2. Ibídem.
3. Max G. Manwaring: «The New Master of Wizard’s Chess: The Real Hugo
Chavez and Asymmetric Warfare» [El nuevo maestro del ajedrez mágico: el
verdadero Hugo Chávez y la guerra asimétrica]. Military Review, septiembre a
octubre de 2005, p. 46.
4. Steven Matz and Douglas V. Johnson II: «Asymmetry and U.S. Military
Strategy: Definition, Background and Strategic Concepts» [Asimetría y estra-
tegia militar de los Estados Unidos: definición, antecedentes y conceptos estra-
tégicos], Carlisle Barracks PA, SSI, AWC, 2001, pp. 5-6.
5. Véase Max G. Manwaring: «The New Master of Wizard’s Chess: The Real
Hugo Chávez and Asymmetric Warfare» [El nuevo maestro del ajedrez mági-
co: el verdadero Hugo Chávez y la guerra asimétrica], ed. cit., p. 46.
6. Institute for Strategic Studies, U.S. Army War Collage: Venezuela’s Hugo
Chávez, Bolivarian Socialism, and Asymmetric Warfare [El socialismo boliva-

93
riano de la Venezuela de Hugo Chávez y la guerra asimétrica], octubre de 2005,
en: www.strategicstudiesinstitute.army.mil.
7. Ibídem, p. 23.
8. Ibídem, pp. 24-26.
9. Ibídem, p. 26. Se cita al coronel Thomas X. Hammes, Cuerpo de Marines de los
Estados Unidos (USMC), «4th Generation Warfare» [Guerra de cuarta genera-
ción], Armed Forces Journal, noviembre de 2004, pp. 40-44.
10. Ibídem, p. 6. «Chávez y Venezuela están desarrollando la capacidad conceptual
y física para impugnar el status quo en América Latina y generar una “super
insurgencia” destinada a lograr un cambio político y económico fundamental
en la región. Así, al ver cómo se desarrollan y maduran las ideas de Chávez,
cada vez es más evidente que su bolivarianismo está teniendo eco en gran can-
tidad de personas en Venezuela y en el resto de América Latina y que no debe
tomársele a la ligera».
11. Ibídem, p. 27.
12. Véase Max G. Manwaring: «The New Master of Wizard’s Chess: The Real
Hugo Chávez and Asymmetric Warfare» [El nuevo maestros del ajedrez mági-
co: el verdadero Hugo Chávez y la guerra asimétrica], ed. cit., p. 47.
13. Ann Scott Tyson: «New Plans Foresee Fighting Terrorism Beyond War Zones:
Pentagon to Rely on Special Operations» [Los nuevos planes prevén combatir
el terrorismo más allá de las zonas de guerra: el Pentágono se basará en las
operaciones especiales]. The Washington Post, 23 de abril de 2006, p. A01.

94
LA GUERRA PSICOLÓGICA

Las operaciones psicológicas son operaciones planificadas para transmitir infor-


mación e indicadores seleccionados a públicos extranjeros con el fin de influir en
las emociones, motivos, razonamiento objetivo, y finalmente, en la conducta de
gobiernos, organizaciones, grupos e individuos extranjeros. Las PSYOP forman
parte esencial de la amplia gama de actividades diplomáticas, informativas, mili-
tares y económicas de los Estados Unidos1.

Así comienza la versión más reciente de la Doctrina para Operaciones


Psicológicas Conjuntas del Departamento de Defensa de los Estados
Unidos2.
Las PSYOP se utilizan para inducir o reforzar las actitudes y conductas de
personas y gobiernos de forma favorable al objetivo del autor de esas ope-
raciones. El Pentágono no sólo las utiliza en tiempos de guerra, sino tam-
bién contra naciones amigas en tiempos de paz para «informar e influir» y
para reducir la «moral del adversario» y «crear disidencia y desafección
dentro de sus filas»3. Actualmente son tres las categorías de PSYOP que uti-
liza el ejército norteamericano: las PSYOP que incluyen las actividades de
información internacional dirigidas por las agencias del gobierno de los
Estados Unidos, como la USAID, la NED, el Departamento de Estado, la CIA
y otras, para influir en las actitudes, percepciones y conductas extranjeras a
favor de las metas y objetivos de los Estados Unidos, tanto en tiempos de
paz como de conflicto; las PSYOP operacionales, que son las operaciones
militares llevadas a cabo incluso en tiempos de paz para promover una
campaña y estrategias militares eficaces; y las PSYOP tácticas que apoyan las
misiones militares tácticas contra las fuerzas opositoras4.
En el caso de Venezuela, las categorías principales de las PSYOP empleadas
son la estratégica y la operacional. En una escala semipública, las operacio-
nes psicológicas son dirigidas a través de los canales del Departamento de

95
Estado en Venezuela: la embajada de los Estados Unidos, los beneficiarios
de la USAID, y la NED y otras entidades conexas. La CIA y la Agencia de
Inteligencia para la Defensa son también bastante activas en las campañas
propagandísticas y en la manipulación de la opinión pública en Venezuela.
Sin embargo, cada vez resulta más difícil encubrir estas tácticas. En el 2005
se descubrió una campaña de las PSYOP en las barracas de la Fuerza Armada
de Venezuela, donde se distribuyeron volantes que decían:

Pueblo de Venezuela: Este es el fusil AK-103 utilizado por los movimientos terro-
ristas internacionales y adquirido el martes 17 de mayo de 2005 por el régimen de
Hugo Chávez Frías... Con este fusil, nuestras fuerzas armadas se constituyen en
un instrumento encubierto mediante leyes torcidas, al servicio de las guerrillas y
del terrorismo internacional... Con este fusil, Fidel Castro fusiló a miles de cuba-
nos que se opusieron a su régimen de miseria comunista... Con este fusil, Hugo
Chávez amenaza hoy con un falso mensaje de paz al pueblo venezolano, para
someterlo a su régimen nacional-socialista, revolucionario, fascista y totalitario5.

Otro volante descubierto en las bases y campamentos militares exhorta-


ba a la insurrección entre las filas:

Soldado venezolano: Resiste... Rechaza la militarización de la sociedad venezo-


lana... No te dejes manipular con mentiras disfrazadas de verdad... La única inva-
sión es la del régimen cubano-Castro comunista... que tiene 46 años mintiéndole
al pueblo cubano, con una falsa invasión del «imperio yankie»... Los venezola-
nos somos demócratas... ¡¡¡Por nuestra historia, por Bolívar y por convicción!!!
Rechaza la miseria, el odio y los fusiles asesinos del terrorismo internacional. No
queremos la invasión yankie que nunca hemos tenido... Pero mucho menos la
invasión cubana Castro-comunista que sí estamos viviendo...!! ¡Rechaza a los
invasores con valentía...! ¡No al intervencionismo! ¡No al irrespeto a nuestra
soberanía!6

Este tipo de campaña propagandística representa las clásicas PSYOP diri-


gidas por los equipos especiales de inteligencia militar de los Estados
Unidos. En este caso, la campaña estuvo orientada hacia la Fuerza Armada
Nacional de Venezuela, principalmente a los soldados de menor rango, con
la intención de influir en su percepción sobre el nuevo equipamiento de

96
defensa adquirido por el gobierno. Las campañas de las PSYOP en Venezue-
la se han centrado en dividir la Fuerza Armada y promover la deslealtad
hacia el gobierno.
Apenas unos meses antes, el Comando de Operaciones Especiales
(USSOCOM) del Pentágono estableció el Elemento de Apoyo a las
Operaciones Psicológicas Conjuntas (JPOSE), también conocido como
«Gitano», un equipo élite de «guerreros psicológicos» que ayudan al per-
sonal de «operaciones psicológicas» estacionado en sedes militares en ul-
tramar. «Gitano» está dirigido por el coronel James A. Treadwell, quien
previamente había desarrollado sus misiones PSYOP en Iraq en el 2003,
siendo jefe del IV Grupo de Operaciones Psicológicas durante la invasión
de los Estados Unidos. También dirigió un equipo similar en Afganistán en
el 2001 con un presupuesto de 77,5 millones de dólares para un período de
seis años. «Gitano» cuenta con un equipo de más de 38 expertos en las
PSYOP, 113 efectivos militares y varios artistas gráficos y de video. En el
2005, el USSOCOM desplegó estos equipos «Gitano» especializados, por toda
América Latina, el Oriente Medio y otras regiones estratégicas, centrán-
dose especialmente en Venezuela y Bolivia en el hemisferio occidental7.
El cuarto grupo de operaciones psicológicas que dirigió el coronel
Treadwell en Iraq es el mismo que, previamente, integró la Oficina de
Diplomacia Pública (OPD) del Consejo de Seguridad Nacional, responsable
de fabricar historias ilegales para los medios de comunicación estadouni-
denses, con el objetivo de describir favorablemente el apoyo del gobierno
de Reagan a las fuerzas contrarrevolucionarias (Contras) en Nicaragua. La
OPD fue clausurada en 1987, cuando la Oficina de Contabilidad General
(GAO) publicó un informe que confirmaba que aquella entidad, bajo el rei-
nado del cubano-estadounidense anticastrista Otto Reich, había participa-
do en actividades ilícitas mediante la filtración de «propaganda negra» en
los medios de comunicación masiva de los Estados Unidos. La OPD fabricó
historias para el The Washington Post, The New York Times y The Wall
Street Journal que encomiaban la política de los Estados Unidos y denigra-
ban al gobierno sandinista al calificarlo de «terrorista», «antidemocrático»
y «peligroso»8.
Más recientemente, se ha puesto al descubierto que la Oficina de
Influencia Estratégica (OSI) del Pentágono ha estado pagando a periodistas

97
para que escriban en los sitios web y otros canales noticiosos patrocinados
por dicha Oficina, con el fin de influir en la opinión pública y los formula-
dores de política9. La OSI fue creada inmediatamente después de los ata-
ques perpetrados el 11 de septiembre de 2001 en los Estados Unidos, como
una suerte de entidad coordinadora de las PSYOP en el Oriente Medio.
Además, se descubrió que la OSI estaba «desarrollando planes para pro-
porcionar artículos noticiosos, falsos posiblemente, a los medios de comu-
nicación masiva extranjeros», con el fin de promover y justificar las
acciones de los Estados Unidos en el Oriente Medio10. La legislación esta-
dounidense prohíbe que el gobierno utilice oficialmente tácticas propa-
gandísticas y operaciones psicológicas dentro de su país, pero las campañas
de la OSI y de otras operaciones psicológicas en el exterior pueden ser cap-
tadas por los centros noticiosos norteamericanos y filtradas en los medios
de comunicación nacionales. Al parecer, éste es el caso de Venezuela.
Para impedir el escrutinio público de las actividades del Pentágono y
para que sus operaciones sean más difíciles de detectar, el Pentágono con-
trató a tres corporaciones privadas por más de 300 millones de dólares a fin
de «insuflar una mayor creatividad» a sus campañas de operaciones psico-
lógicas por cinco años. El coronel James Treadwell indicó que las compa-
ñías privadas permitirían al ejército estadounidense utilizar «medios de
comunicación de vanguardia», incluidos programas de radio y televisión,
documentos, mensajes de texto, anuncios en Internet, podcasting, vallas y
artículos promocionales. Los tres contratos se otorgaron a los principales
contratistas de defensa: SYColeman, Inc.; Lincoln Group y Science
Applications Internacional Corp. (SAIC).

LA CONEXIÓN VENEZOLANA DE SAIC

De estas tres compañías estadounidenses, la SAIC presenta una historia


especial y nada agradable con Venezuela. SAIC, aunque con sede en San
Diego, California, cuenta con más de 16000 empleados en la región de
Washington, y constituye uno de los contratistas más grandes del
Pentágono. Actualmente está a punto de concluir una modernización por
valor de 100000 millones de dólares en el Ejército de los Estados Unidos y,
previamente, creó un sistema digital de gestión para el Buró Federal de

98
Investigaciones (FBI). La junta directiva de esa compañía incluye a ex
miembros del Estado Mayor Conjunto, ex oficiales de la CIA y antiguos
funcionarios de alto nivel del gobierno de los Estados Unidos. En 1995,
SAIC formó una empresa mixta con la compañía petrolera estatal de
Venezuela, PDVSA, para crear la empresa de información y tecnología, INTE-
SA. Esta compañía, controlada en un 60 por ceinto por SAIC y un 40 por
ciento por PDVSA, estaba encargada de actualizar y digitalizar los antiguos
sistemas analógicos de la industria petrolera y, en 1998, controlaba total-
mente las operaciones electrónicas de la compañía venezolana. Conocida
como «el cerebro de PDVSA», INTESA utilizó su abarcador poder, en diciem-
bre de 2002, para sabotear los equipos y redes necesarios para operar la
industria en contubernio con la «huelga» impuesta por la oposición, con el
objetivo, una vez más, de obligar al presidente Chávez a renunciar al poder.
Desde locaciones distantes, los empleados de INTESA modificaron los códi-
gos de acceso y programación, imposibilitando a los restantes trabajadores
de PDVSA operar las computadoras, máquinas y equipos de refinación.
Como resultado, se detuvo la producción de petróleo en Venezuela y las
pérdidas económicas fueron devastadoras. Ello no sólo afectó a los vene-
zolanos, privados de gas y petróleo, sino que también amenazó seriamente
los contratos firmados por Venezuela con socios internacionales.
Si bien el presidente de PDVSA en aquellos momentos, Alí Rodríguez, tra-
tó de resolver el conflicto con INTESA, la compañía de información y tecno-
logía se negó a poner fin al sabotaje e incluso a entregar las contraseñas,
códigos y claves de acceso que permitirían a empleados leales de PDVSA
poner en marcha la industria. La compañía venezolana no tuvo otra opción
que penetrar en la sede de INTESA y asumir el control de las operaciones.
La «huelga» y el sabotaje al final fracasaron, pero el daño en la industria
petrolera ya estaba hecho y casi costó a Venezuela una depresión econó-
mica. Posteriormente, SAIC presentó una demanda contra PDVSA, en la que
alegaba que INTESA había sido expropiada ilegalmente, y en una vista par-
cializada, dirigida por la Protección de Compañías Internacionales en
Ultramar (OPIC), una agencia del gobierno de los Estados Unidos que ase-
gura a las corporaciones estadounidenses en el extranjero, obtuvo 6 millo-
nes de dólares de PDVSA por concepto de pérdidas11.
Ahora, todo parece indicar que SAIC se encuentra de nuevo en el esce-
nario, trabajando para desestabilizar a Venezuela mediante contratos

99
multimillonarios con el Pentágono, con la finalidad de poner en práctica cam-
pañas de operaciones psicológicas. SAIC conoce a la perfección el terreno.

LA CAMPAÑA DE OPERACIONES PSICOLÓGICAS INTERNACIONALES

La guerra de los medios de comunicación masiva dentro de Venezuela


comenzó varios meses antes del golpe de Estado de abril de 2002 contra el
presidente Chávez, y desde entonces, no ha cambiado mucho. Las cuatro
estaciones privadas de televisión con alcance nacional, Globovisión, RCTV,
Venevisión y Televén, han mantenido una perspectiva de oposición hacia la
política venezolana, algunas más que otras; y dos de los principales diarios
nacionales, El Universal y El Nacional, son, indiscutiblemente, antichavis-
tas y contrarrevolucionarios, sin ningún tipo de restricción. El 90 por cien-
to del resto de la prensa y la radio sigue siendo de la oposición, mientras
que el gobierno y sus seguidores sólo cuentan con Venezolana de Televi-
sión, Vive TV, Radio Nacional de Venezuela, YVKE Mundial de propiedad
estatal y una creciente red de medios de comunicación masiva en las comu-
nidades, con un alcance limitado. Es oportuno señalar que el gobierno de
Chávez, como principal defensor de los medios de comunicación comuni-
taria y alternativa, está ofreciendo capacitación, recursos y licencias para
que las comunidades puedan ser escuchadas y combatir la permanente
campaña masiva dirigida por los medios privados que bombardean a la
nación diariamente con informaciones distorsionadas.
Los medios de comunicación masiva como Globovisión, RCTV, El
Nacional y El Universal mantienen vínculos estrechos e íntimos con el
Departamento de Estado a través de los grupos financiados por la NED y la
USAID, como el Instituto Prensa y Sociedad, que sistemáticamente celebra
«sesiones de adiestramiento» y «seminarios» para los periodistas locales y
los trabajadores de las comunicaciones, sobre el «fortalecimientode la capa-
cidad de los periodistas para reportar sobre eventos políticos polarizados en
el país»12. Las asociaciones internacionales de medios de comunicación
masiva, como Reporteros sin Fronteras y la Asociación Interamericana de
Prensa (IAPA), han perpetuado el mito de que Venezuela «viola sistemática-
mente la libertad de expresión»; sin embargo, los periodistas y los medios de
comunicación siguen disfrutando del derecho sin restricciones, de difundir

100
rumores infundados, críticas crueles y parcializadas contra las acciones y los
funcionarios del gobierno y continuar la propaganda completamente par-
cializada contra Chávez. Existe, al parecer, un exceso de libertad de expre-
sión en Venezuela. No hay ningún periodista encarcelado por ejercer su
derecho de conformidad con la ley, y ninguno de estos medios de comuni-
cación ha sido clausurados durante la presidencia de Chávez. En realidad,
los únicos medios de comunicación silenciados por la fuerza durante el
gobierno de Chávez fueron los estatales, que la oposición cerró durante el
golpe de abril de 200213.
A nivel nacional en Venezuela, la propaganda, los medios de comunica-
ción parcializados y el uso indebido de la libertad constitucional de expre-
sión no son nada nuevo. Pero, a nivel internacional, la guerra de los medios
de comunicación se ha recrudecido drásticamente desde principios de
2005, cuando el Departamento de Estado, dirigido por la secretaria Rice,
sentó las bases para un incremento de las hostilidades hacia el gobierno de
Chávez. Fue precisamente en los días en que Condoleezza comparecía
ante el público para su ratificación en enero de 2005, cuando pronunció el
famoso discurso sobre la «fuerza negativa» de Chávez en la región, que dos
de los más prestigiosos periódicos de los Estados Unidos, The Washington
Post y The Wall Street Journal, publicaron editoriales que instaban a adop-
tar una «política más agresiva» hacia Venezuela debido a la «amenaza»
que representaba el presidente Chávez en la región. Asimismo, el editorial
del Post indicaba falsamente, siguiendo la línea del Departamento de
Estado, que Venezuela estaba iniciando una «carrera armamentista» en la
región al comprar fusiles a Rusia para sustituir los de más de cuarenta años
utilizados por la Fuerza Armada activa en Venezuela14.
Ese mismo día, el 14 de enero de 2005, el The Washington Times, diario de
derecha, publicó las declaraciones de una fuente «anónima» del
Departamento de Estado que confirmaban que el gobierno de los Estados
Unidos estaba presionando a otras naciones en América Latina para que
asumieran una posición contra el gobierno «autoritario» y «antidemocrá-
tico» de Chávez15. Y casi como una prueba de la campaña coordinada
entre el Departamento de Estado y la prensa estadounidense, Richard
Boucher, vocero del mencionado Departamento, anunció en una confe-
rencia de prensa ese mismo día, el 14 de enero de 2005, que

101
... el gobierno de los Estados Unidos tiene serias preocupaciones sobre la políti-
ca antidemocrática y perjudicial del presidente Chávez y su gobierno16.

Esta clase de comentarios no pueden tomarse a la ligera. Al referirse a


Chávez y a su gobierno como «una fuerza negativa en la región», «antide-
mocrático», «autoritario» y como una «amenaza», el Departamento de
Estado, ayudado por los medios de comunicación masiva de los Estados
Unidos, está sembrando las semillas para luego poder justificar las acciones
que emprenda contra Venezuela, como se hizo en el caso de Iraq. Apenas
unas semanas después, en febrero de 2005, la campaña llegó a su clímax
cuando la FOX News transmitió un «documental» titulado The Iron Fist of
Hugo Chávez [El puño de hierro de Hugo Chávez] que presentaba la ima-
gen del líder venezolano como un «dictador brutal» que ofrece «refugio a
los terroristas» y «reprime cualquier tipo de oposición» en la nación.
Simultáneamente, el entonces secretario adjunto de Estado para el
Hemisferio Occidental, Roger Noriega, declaró en La Voz de las Américas
que el «dictador de facto» presidente Chávez está «amenazando la
región», y que Washington está tratando activamente de «invocar la Carta
Democrática» de la Organización de Estados Americanos (OEA) para
«sancionar a Venezuela»17.
Después, el 12 de febrero de 2005, la primera plana del The Miami
Herald publicó el siguiente titular: «Chávez Arming to Attack the United
States» [Chávez se arma para atacar a los Estados Unidos] y un artículo
sobre las recientes armas compradas por Venezuela a Rusia. En la segun-
da página, el artículo aparecía entonces bajo el subtítulo «Chávez Arming
Venezuela for War with the United States». El uso de la palabra «guerra»
resultaba intencionalmente confuso y era motivo de la mayor preocupa-
ción. En ningún momento Venezuela ha indicado la intención de entrar en
un conflicto armado con los Estados Unidos o cualquier otra nación del
mundo. El uso que dio el The Miami Herald de la semántica estaba pre-
meditadamente dirigido a perpetuar el mito de que Chávez era un «grave
peligro» para los Estados Unidos y, por ende, era menester tomar medidas
contra él. Los términos «fuerza negativa», «dictador», «autoritario», «ame-
naza», «terrorista», «violador de los derechos humanos», «guerra» y «anti-
democrático» para describir al presidente venezolano y a su gobierno, se
han insertado en cientos de artículos de prensa en los medios de comuni-

102
cación masiva norteamericanos y en las declaraciones de funcionarios esta-
dounidenses desde principios de 2005, de una forma que muestra indiscu-
tiblemente la existencia de un plan calculado e intencional para influir en
la opinión y percepción pública en torno a Venezuela. El objetivo palpable
es justificar ante la comunidad internacional y el pueblo de los Estados
Unidos cualquier estrategia que Washington decida emprender contra
Chávez y Venezuela.
Y el plan ha tenido un éxito relativo.
Tomemos, por ejemplo, un comentario aparecido en la publicación
Parade, que se distribuye a más de 15 millones de personas en los Estados
Unidos en las ediciones dominicales de cientos de periódicos. La sección de
preguntas y respuestas con Walter Scott el 9 de octubre de 2005, incluía la
siguiente pregunta tendenciosa:

Me interesa saber de dónde saca Fidel Castro el dinero para financiar su régi-
men en bancarrota. ¿Me lo puede explicar?
[La respuesta ofrecida por Walter Scott fue la siguiente:] Después del desplome
de la Unión Soviética, que financió a Cuba con más de 4 000 millones de dólares
anuales, Castro se encontró con Hugo Chávez, el presidente marxista de
Venezuela y el quinto exportador de petróleo más grande del mundo. Además
de financiar a Castro, Chávez también está financiando a los revolucionarios y
terroristas de toda América Latina18.

De manera que, ahora, se informa al ciudadano promedio de los Estados


Unidos que está sentado en su casa el domingo por la mañana leyendo la
prensa, que el presidente venezolano está financiando a «terroristas» justo
en la casa de al lado. No se presentó ninguna evidencia que sustentara tal
afirmación, precisamente porque no existe ninguna; sin embargo, se dijo y
se sembró la semilla en la mente de millones de estadounidenses de que
Chávez = terrorismo. Si consideramos las implicaciones de esta ecuación
en tiempos de guerra, es innegable que la afirmación se hizo con el fin de
preparar psicológicamente al ciudadano promedio para un conflicto con
Venezuela. En los Estados Unidos, todo el mundo sabe que conforme a la
guerra contra el terrorismo, toda nación o líder que se relacione con terro-
ristas, los patrocine, los albergue o, incluso, les simpatice, es un enemigo del

103
«mundo libre» y será «eliminado». Lo ha dicho el propio presidente
George W. Bush.
No importa si la información es veraz o no, una vez que se lee o escucha,
el daño ya está hecho. Nancy Snow escribió sobre las estrategias propa-
gandísticas de la era de Reagan en su libro titulado Information War:
American Propaganda, Free Speech and Opinion Control Since 9-11 [La
guerra de la información: la propaganda, la libre expresión y el control de
la opinión en los Estados Unidos desde el 11 de septiembre], publicado a
manera de paralelo con las tácticas utilizadas contra Venezuela:

El patrón fue creado a principios de su gobierno: filtrar una historia tenebrosa


sobre los enemigos extranjeros, capturar los titulares. Si después los periodistas
echan por tierra la historia encubierta, ¿qué importa? La verdad recibirá mucha
menos atención que la mentira original, y ya para entonces, otra andanada de
falsedades dominará los titulares19.

Por tanto, no es sorprendente que los mismos propagandistas activos del


gobierno de Reagan sean hoy los que dirigen todos los tipos de PSYOP del
gobierno de George W. Bush, y estén utilizando las mismas metodologías. Si
las tácticas funcionaron en la década de los ochenta, no hay razón para pen-
sar que no tendrán hoy el mismo éxito. Como una prueba del resultado
favorable de esta estrategia de las PSYOP contra el país andino para influir en
las percepciones de los Estados Unidos sobre Chávez y Venezuela, recien-
temente, la FOX News presentó un comentario en su sitio web titulado:
«Handling Chávez» [Manejando a Chávez], donde planteaba:

Los líderes anti-estadounidenses Hugo Chávez de Venezuela y Mahmoud


Ahmadinejad de Irán, se reunieron el sábado en Teherán para prometerse apo-
yo mutuo.

El artículo pedía a los lectores que respondieran la siguiente interrogan-


te: «Si usted fuera presidente, ¿cómo manejaría el acercamiento de Chávez
con Irán?»20.

Algunas de las respuestas incluían las siguientes observaciones:

104
Al parecer, Chávez se está armando para propagar su «revolución» por toda
América del Sur. Tenemos que lograr que los ciudadanos de Venezuela sepan
que apoyamos totalmente su democracia, a pesar de la retórica de su líder, pero
no permitiremos que ningún país suramericano sea anexado por otro futuro
Castro. –Bill (Albuquerque, New Mexico).
No podemos permitirnos el lujo de tener un Irán en nuestro hemisferio. Es nece-
sario que Chávez sepa que él y su gobierno serán derrocados si alinea su país a
Irán, o a cualquier otro Estado problemático. –Ron (Knoxville, Tennessee).
Propondría una resolución de las Naciones Unidas que declare que Venezuela
es un país que apoya el terrorismo de Estado. –Allan.
Me cercioraría de que Chávez no reciba ningún tipo de ayuda de los Estados
Unidos. También prohibiría los viajes a Venezuela y triplicaría los impuestos de
aquellas compañías de los Estados Unidos que operen en ese país. –Ray (Mt.
Pleasant, Michigan).
Inmediatamente incluiría a Chávez en la lista de terroristas y bloquearía las
importaciones y exportaciones de su país. –Cortney.
No toleraría a Chávez. Es un hombre muy peligroso. Pudiera parecer inofensi-
vo, pero es una verdadera amenaza no sólo para los Estados Unidos sino para
todo el mundo civilizado. –Leonard.
Ciertamente, Hugo Chávez es una amenaza para la humanidad, no sólo para los
Estados Unidos. Es un luchador natural y está intensificando su ejército para
demostrarlo. Eventualmente, los Estados Unidos tendrán que enfrentarlo y será
mejor que sea más temprano que tarde... Yo lo sacaría. –Jerry (Florida).

Los comentarios anteriores fueron realizados por personas que leen y


ven la FOX News, una maquinaria propagandística de derecha que perpe-
túa los mitos del Departamento de Estado sobre Chávez. Pero demuestra
que la propaganda tiene sus efectos en la inmensa mayoría de las personas
que ven y leen la constante andanada de la FOX News sobre Venezuela y el
presidente Chávez, y prueba que la campaña de las PSYOP ha convencido a
un sector de la población estadounidense, de que el presidente venezolano
constituye una peligrosa amenaza para los Estados Unidos.

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LAS TRES PRINCIPALES LÍNEAS DE ATAQUE

Las tres principales líneas de ataque de las PSYOP contra Chávez y Vene-
zuela perpetúan los mitos de que Chávez es un «dictador», Chávez está
«desestabilizando y poniendo en peligro a la región y por tanto, a la seguri-
dad nacional de los Estados Unidos» y Chávez «es amigo de los terroristas»
por lo que, según la filosofía de Bush, el propio Chávez es «un terrorista».
Estas falsedades son recitadas, repetidas, recicladas y reimpresas en los
medios de comunicación masiva estadounidenses e internacionales una y
otra vez. Simplemente tomen un periódico, enciendan FOX News o busquen
Chávez por Google, en Internet, y véanlo con sus propios ojos.
La peligrosa guerra de las PSYOP contra Venezuela es también una guerra
contra los pueblos del mundo. A medida que se recrudece y propaga, va
desbrozando el camino a nivel psicológico para justificar un «cambio de
régimen» en Venezuela. Con sus propios medios de comunicación a nivel
nacional y con los equipos de operaciones psicológicas de los Estados
Unidos, no sólo intentarán conquistar los corazones y las mentes dentro de
la nación suramericana, sino también a nivel internacional, donde el cam-
po de batalla ha quedado definido y los «guerreros psicológicos» han
tomado sus posiciones.

NOTAS

1. Doctrine for Joint Psychological Operations [Doctrina para las operaciones


psicológicas conjuntas]. Joint Publication 3-53, 5 de septiembre de 2003,
Departamento de Defensa.
2. En octubre de 2003, el Pentágono publicó la «Information Operations
Roadmap » [Hoja de ruta de las operaciones de información], en la que se
pidió que aumentaran y mejoraran las capacidades para las operaciones psico-
lógicas. «Debemos mejorar las operaciones psicológicas. Las fuerzas militares
deben estar mejor preparadas para utilizar las operaciones psicológicas con
miras a apoyar las militares, y los temas y mensajes empleados en una campa-
ña de operaciones psicológicas deben ser consecuentes con los objetivos de
seguridad nacional más amplios y los temas y mensajes a nivel nacional. En

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particular, estas operaciones deben volver a centrarse en la adopción de deci-
siones por el adversario, y planificarse con mucha antelación para la modifica-
ción del comportamiento agresivo durante tiempos de conflicto. Los productos
de las operaciones psicológicas deben basarse en el conocimiento profundo de
los procesos de adopción de decisiones del público, y en los factores que influ-
yen en sus decisiones, producidos rápidamente con las normas de calidad más
elevadas y difundidos poderosa y directamente a los públicos previstos en toda
el área de operaciones», p. 6.
3. Ibídem, p. I-1.
4. Ibídem, pp. IX-X.
5. Véase el documento que figura en el Anexo 1, página 178
6. Véase el documento que figura en el Anexo 1, página 177
7. Renae Merle: «Pentagon Funds Diplomacy Effort: Contracts Aim to Improve
Foreign Opinion of United States» [El Pentágono financia la labor diplomáti-
ca: contratos encaminados a mejorar la opinión sobre los Estados Unidos en el
extranjero]. The Washington Post, 11 de junio de 2005, p. D-01.
8. «Public Diplomacy and Covert Propaganda. The Declassified Record of
Ambassador Otto Juan Reich», The National Security Archive, The George
Washington University, en: thttp://www2,gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSA-
EBB40.
9. «Journalist Paid to Write for Military Web Site» [Periodista pagado para escri-
bir para el sitio web de las Fuerzas Armadas]. The Associated Press, 4 de febre-
ro de 2005. Véase también, Fairness & Accuracy in Report «Media Advisory:
Pentagon Propaganda Plan is Undemocratic, Possibly Illegal» [Imparcialidad y
precisión en el informe. Nota para los medios de difusión: el Plan de
Propaganda del Pentágono es antidemocrático y posiblemente ilegal], 19 de
febrero de 2002.
10. Ídem.
11. Véase El Código Chávez: descifrando la intervención de los Estados Unidos en
Venezuela, ed. cit., pp. 102-104.
12. Subvención n.o 2005-373.0 de la Fundación Nacional para la Democracia otor-
gada al Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela, 1.ro de abril de 2005 al 31 de
marzo de 2006. Cantidad: 74 950 dólares de los Estados Unidos. Archivos de la
autora.
13. Venezolana de Televisión fue allanada por simpatizantes de la oposición el 11
de abril de 2002, y fue obligada por la fuerza a interrumpir sus transmisiones.
No fueron restablecidas hasta más de un día después, cuando los seguidores de
Chávez entraron en tropel a la estación como protesta y finalmente lograron
restablecer las transmisiones, justo a tiempo para el regreso de Chávez al poder

107
por demanda popular. Catia TV, estación teledifusora comunitaria local, tam-
bién fue cerrada brevemente en el 2003 por el entonces alcalde del área metro-
politana de Caracas, Alfredo Peña, uno de los líderes del golpe.
14. Editoriales del 14 de enero de 2005 del The Washington Post y The Wall Street
Journal.
15. Sesión de información diaria a la prensa, Departamento de Estado, 14 de ene-
ro de 2005. Disponible en inglés en: www.state.gov.
16. Ibídem.
17. Voice of America [La Voz de las Américas], 4 de febrero de 2005.
18. «Questions & Answers» [Preguntas y respuestas]. Parade magazine, 9 de octu-
bre de 2005, p. 2.
19. Nancy Snow: Information War: American Propaganda, Free Speech and
Opinion Control since 9-11 [La guerra de la información: la propaganda, la
libre expresión y el control de la opinión en los Estados Unidos desde el 11 de
septiembre., Seven Stories Press, 2003, p. 42.
20. Véase «Handling Chávez», Fox Fan, FOX News, en: www.foxnews.com, 3 de
agosto de 2006.

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