You are on page 1of 32

Según Walter Wink

Profesor Emérito de Interpretación Bíblica


Auburn Theological Seminary

En el libro
"Los poderes que son”

Doubleday Books, 1998


El mito babilónico
de la creación,
1250 a.C.,
en el sigloXXI
Las primeras cuatro generaciones de dioses fueron procreadas por
Apsu, el dios del agua dulce y Tiamat, la diosa del agua salada,
pero los hijos eran muy ruidosos
y Apsu decidió destruirlos para poder dormir.
Ea, uno de ellos, se enteró y mató a Apsu
pero Tiamat, la madre, Dragón del Caos, prometió vengarse.
Marduk, hijo de Ea, aceptó la propuesta de salvar a los dioses de la ira de
Tiamat aunque exigió a cambio la autoridad suprema.
La asamblea de los dioses le propuso destruir y recrear una constelación.
Marduk salió airoso de la prueba y lo designaron rey y pastor de las estrellas.
Marduk atrapó a Tiamat en una red, le sopló un viento maligno en la garganta,
disparó una flecha que reventó su abdomen distendido y le perforó el corazón.
Le hizo estallar el cráneo con un garrote y desparramó la sangre en lugares
apartados. Estiró el cadáver y a partir de él creó el cosmos.
Tiamat
asesinada
por Marduk
En síntesis, la creación fue violenta.
El orden se estableció por medio del desorden.
El caos fue anterior al orden.
El mal precedió al bien.
Los dioses son violentos.
En Babilonia tanto como
en Siria, Fenicia, Egipto, Grecia, Roma, Alemania, Irlanda, India y China
la violencia es el elemento esencial de la creación.
Un dios masculino de la guerra que reside en el cielo - Odin, Zeus, Indra y otros-
combate con un ser divino femenino,
un monstruo o un dragón que vive en el mar o en el abismo.
Vencido el enemigo por medio de la guerra y el asesinato,
el triunfador origina el cosmos a partir del cuerpo del monstruo.

Indra, el dios hindu Batalla entre Zeus y Tifón en el Sinaí.


Pintura en piedra hallada en Gotlan, Suecia, siglo IX, con
Marduk y su animal totémico una valquiria saludando a Odin
el dragón serpiente en el Valhala.
El orden cósmico requiere
la supresión violenta de Tiamat,
lo femenino.

En el orden social,
Este mito implica
la sujeción de la mujer al hombre,
y del pueblo al soberano.
Luego de la creación,
Marduk apresa a los dioses que se quejaron de la comida
y se pusieron del lado de Tiamat.
Marduk y Ea, el padre, ejecutaron a uno de los dioses cautivos y,
de su sangre, Ea creó a los seres humanos para que sirvieran a los dioses.

Por lo tanto, los seres humanos provienen de la sangre de un dios asesinado.


Somos la consecuencia de un deicidio.
Nuestro comienzo es violento, y matar está en nuestros genes.
La humanidad no origina el mal sino que éste ya existe
y el hombre sólo lo perpetúa.
Los mitos del Génesis son diferentes. El dios bueno hace una buena creación. El caos
no resiste el orden. El bien es anterior al mal. Ni el mal ni la violencia son parte de la
creación sino que aparecen como consecuencia del pecado de la primera pareja en
connivencia con la serpiente (Gen. 3). Una realidad buena es corrompida por la libre
decisión de las criaturas. En esta explicación del origen de las cosas la violencia no es
un elemento primordial sino un problema que necesita solución.

"La Tentación" por William Strang - pintor escocés del siglo XX


Los humanos somos incapaces de coexistir en paz.
El orden tiene que ser impuesto continuamente: los hombres sobre las mujeres,
los amos sobre los esclavos, los sacerdotes sobre los legos, los aristócratas sobre los
paisanos, los soberanos sobre el pueblo.
La virtud suprema es la obediencia incondicional, y el orden es el mayor valor
religioso. No fuimos creados para someter y dominar la tierra sino para ser
esclavos de los dioses y de sus regentes terrestres. Nuestra tarea es cultivar la
tierra para producir alimentos que se ofrendan a la divinidad representada por
el rey y los sacerdotes, y para construir la sagrada ciudad de Babilonia y
pelear, o si es necesario morir, en las guerras del rey.
Como representante de Marduk en la tierra, la tarea del soberano es someter a
los enemigos que amenazan la tranquilidad que impuso en nombre del dios.
.
El cosmos es un estado, el dios gobierna a través del rey pero la política de
salvación se origina en la esfera divina. Las masas se identifican con el dios
del orden contra el dios del caos y se ofrecen para pelear en la guerra santa
que impone al dios que gobierna a los pueblos. Y como el caos siempre
amenaza en forma de ataques bárbaros y de malestar doméstico, la
consecuencia del dominio de Marduk sobre los dioses es que prevalece la
política imperial. Más adelante Marduk se fusiona con el dios de la vegetación
Tamuz que también muere y resucita.
Lo único diferente en la versión moderna es que el enemigo dejó de ser
femenino
Principios de la religión babilónica que fundamentan el
Sistema de Dominación en cada sociedad

La violencia redentora es el triunfo del orden sobre el caos


por medio de la violencia.
Es la ideología de la conquista, la religión original del status quo.
Los dioses favorecen a los que conquistan.
Los conquistadores obtienen el favor de los dioses.
La gente común existe para perpetuar
la ventaja que los dioses otorgaron al rey,
la aristocracia y el sacerdocio.
La religión existe para legitimar el poder y el privilegio.
La vida es un combate.
Cualquier forma de orden es preferible al caos.
El mundo no es perfecto ni perfectible. Es el teatro
del conflicto perpetuo en que se premia al fuerte.
Paz mediante la guerra. Seguridad mediante la fuerza.
El mito babilónico persiste y predomina en el mundo a pesar de su historia sangrienta.
La violencia se venera en la vida pública.
Aún quienes se oponen a la violencia lo hacen con violencia.
Se representa en los dibujos animados, en las tiras cómicas, en los juegos de video y de
computación y en las películas. Se encuentra en los medios, en los deportes, en el
nacionalismo, el militarismo, en la política exterior, en el televangelismo, en la derecha
religiosa y en las milicias.
Se celebra en el fútbol con las barras bravas, en los films de Rambo, en las
motocicletas callejeras y en la exaltación del machismo.
Lo que parece inocuo en los dibujos animados es el fundamento mítico de nuestra
sociedad. Los niños se identifican con el buen tipo y piensan que ellos mismos son
buenos, lo cual permite proyectar hacia el mal tipo su ira reprimida, su violencia, la
rebelión o la lujuria y gozar por cuenta ajena viendo el triunfo inicial del malo.
Este elemento del espectáculo – el elemento Tamuz donde el héroe sufre –
consume casi todo el espectáculo excepto los minutos finales, y da tiempo para gozar
del lado violento del yo.
Cuando el buen tipo gana finalmente, los espectadores pueden renovar su control sobre
las propias tendencias, reprimirlas y reafirmar su bondad sin percibir su maldad.
El castigo del villano provee la catarsis, renuncia a la crueldad y concentra la condena
del malo en una orgía de agresión sin culpa. La salvación se logra identificándose con el
héroe.
Sólo cambiaron los nombres.
Marduk asesina a Tiamat pero el caos persiste y sólo se mantiene a raya con las
guerras y con los ritos que representan el combate celestial.
Según Willis Elliot, "el nacimiento del mundo (cosmogonía) es el nacimiento
del individuo (egogonía): eres parido a través de cómo ves “todas las cosas”
mientras eres parido. Por lo tanto "quien controla la cosmogonía, controla a
los niños."
Durante el proceso de maduración, los niños modernos, especialmente los
varones, se orientan socialmente hacia el mal que son inducidos a aceptar
con claves reforzadas culturalmente y con modelos de imitación.
No se trata de una conspiración de sacerdotes babilónicos que compran los medios de
comunicación masiva con el dinero del petróleo iraquí, sino que se infunde con valores
impuestos por el sistema de dominación.
Haciendo agradable, fascinante y entretenida la violencia, los poderes embaucan a la
gente adoctrinada según las expectativas de la sociedad dominadora que coloca todo el
mal afuera y convierte a otros en los chivos emisarios del mal, se llamen comunistas,
americanos, homosexuales, normales, negros, blancos, liberales o conservadores.
Para sentirse bien,
los hombres y las mujeres continuarán
dependiendo de su identificación grupal
y del mantenimiento de las normas sociales.
Haced como la mayoría de la gente, ved el fútbol y el gran hermano,
aferraros ciegamente a vuestro partido político preferido
y disfrutad de la vida.
Total por un borrego más entre tantos ¿Quién va a notar la diferencia?...
Bitácora de jEsuSdA
Krusty es un payaso que lejos de ser la personificación de la felicidad y la
alegría, es jugador, fumador, bebedor, mujeriego, se lleva mal con su padre
y no conoce a su hija. Reúne todas las características de una mala
persona, pero precisamente eso lo marca como un personaje
patéticamente real. Wikipedia

You might also like