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Detrs de ti se fue el deseo, presuroso como aquellos pies que huyen corriendo

de los gases lacrimgenos; era Julio del 2000, y el pas estaba sumido en una
crisis moral y democrtica.

(...)Habas decidido partir ante el inevitable fraude electoral que nos respiraba
la nuca para mutilarnos; decidiste escuchar a tu padre y aceptar los estudios
que te ofreca en el extranjero.

- Hola Joaqun, me tengo que ir, como te lo haba comentado, mis padres
decidieron mandarme a Europa, dicen que es lo mejor para m, que aqu la
mayora avalar la dictadura, que seguiremos fregados, y ya no puedo
quedarme, te quiero. Se escuch en el contestador del telfono aquella noche;
no pude ir tras de ti, la patria llamaba.

(...) Las marchas iniciaron, evocando grandeza incaica, las Juventudes y


Movimientos Sociales tomamos las plazas y fuimos unidos en un solo grito;
ellos esperaban al frente, con sus armas, sus perros y sus hidrantes, ellos
obedecan a la mano negra y tirana, nosotros a nuestra conviccin de una
patria libre.

Tuvimos que lidiar con el humo, los garrotes y el incendio de un banco; la patria
sangraba y mi corazn lata a tope, sobrexponindose a la muerte, por tu
ausencia y la represin. Algunos cesaron en la lucha y muchos no nos
resignamos a vivir en una patria sin dignidad, yo tena doble consigna, vivir sin
verte y luchar por el pas, as pasaron los das, la victoria alumbraba en el
horizonte.

Han pasado algunos meses, el dictador ha huido, la patria sonre y hay que
reconstruirla (...)

- Hola Joaqun, te he llamado y no has contestado, supongo que tendrs tus


razones, es inevitable decirte que tu misin est cumplida, al final mis padres
se equivocaron, me equivoqu al aceptar lo que me dijeron sin discrepar, aqu
todo es diferente, es peor y te extrao, espero volver pronto y verte, te quiero.
Escuch aquel mensaje, aquella noche en la que pude descansar despus de
tantas jornadas de lucha.

(...) La patria recobra aires de libertad, y aqu amanece con el sol en nuestros
corazones, aunque el cielo luzca gris, las calles tienen otro semblante; no
estuviste en nuestra lucha, pero mi corazn nunca borr tu imagen, has
luchado conmigo dentro de l y es ahora cuando ms te aoro; esta victoria es
nuestra, esta patria te espera libre de dictaduras, lo que ms me aflige del
centro es que no ests para besarte, y estoy aqu con las palomas de la plaza,
respirando, esperndote.

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