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El joven camin mucho y no vea ms que montes, sin hallar una flor. Al cabo de
mucho tiempo, se perdi. Su padre, viendo que tanto tardaba, se entristeci. Y el
hijo segundo decidi salir en pos de su hermano Sali con su caballo, hall a la
viejecita y le ocurri como a su hermano mayor, a quien encontr, al fin. Los dos
juntos no hacan ms que tomar y dejar caminos, perdindose en todos.
-Ay, buena mujer! No ha visto usted pasar a mis Hermanos, que buscan la flor
de lilol para curar a mi padre, que se est quedando ciego? -pregunt el joven
prncipe.
-Hijo mo, tus hermanas son muy malos y siguen caminando sin encontrar la flor
de lilol. Pero escucha, pues t eres bueno: mira aquel monte, sube y, tras de una
roca blanca, encontrars la flor que buscas.
El joven fue corriendo y, tras la roca blanca, encontr la flor de lilil. Cogi dos
flores, se puso una en cada bolsillo, y al volver, muy contento, vio venir caballos
con dos hombres, que eran sus hermanos.
Llegaron a palacio y al preguntar el padre por el menor dijeron que no saban nada
de l. El rey cogi la flor de lilil, se la pas por los ojos y recuper la vista.
No me toques pastorcito,
ni me dejes de tocar;
mis hermanos me enterraron
en la arena,
por la flor de liIil.
El pastor se llev la flauta maravillosa para irla enseando por los pueblos. As
anduvo por muchos sitios ganando dinero, hasta que lleg a odos del rey, quien
mand que el pastor fuese a palacio. Toc la flauta el pastor y la flauta cant lo
mismo de siempre. Entonces el soberano quiso tocarla. Se la llev a la boca y oy
cantar:
El rey mand llamar a la reina y le dijo que soplase la flauta. Al instante, la flauta
comenz a cantar:
No me toques madrecita,
ni me dejes de tocar;
mis hermanos me enterraron
en la arena,
por la flor de lilil.
El rey hizo llamar al hijo mayor y le mand que tocase la flauta. Se neg, pero el
monarca lo oblig. Toc la flauta y sta cant:
El rey mand al pastor que le ensease el sitio donde cort la caa. Apenas
llegados, apareci la viejecita, que era la Virgen, y les dijo:
El rey volvi a palacio con su hijo menor y decidido a hacer degollar a sus
malvados hijos mayores; pero aqul le rog tanto que los perdonara, que el padre
accedi, pero mand encerrarles en un castillo, por el resto de sus das.
Entreg su corona al hijo menor, que lleg a ser un rey de los ms buenos, justo y
generoso.