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Bt Ma Meee ora Cree ee eet sta obra discierne sobre la experiencia enmarcindola Ce aoe ett eee ee Se eee eee eee Cece Ceece eta ee ee ‘ya de investigar. Reflexionando desde conceptos clave como eee ee pe ae eee Cue sc eee eee ecu oes te ecg eee una investigacién, segin el lugar en que se coloca el entrevis- _tador,y los contenidos y la transformacién de la conciencia bistorica a partir de la experiencia y la expectativa. En un zigzagueante ir y venir de lo investigado a la investi- ‘gaci6n surgen nuevas miradas para acontecimientos como el ‘temblor de 1985, enla voz de Judith, una de las sobrevivientes; {a simbolizacién del discurso en la guerra contra el narcotré- oo er ee eam eee ed ees ea ea eu os ecient ee ner eed hhechos de trascendencia social y su elaboracién narrativa es fine Care ccees é 3 4 H i Ft g 9 fa d tr 9 A i < fd ra if t on Bi Wai Or COMO HECHO SOCIAL pease) ete celmelcle Mottin) ya Ree Rec ecm LCC sag od Reo) La experiencia como hecho social Ensaygs de sociologia cultural Santiago Carassale Real Liliana Martinez Pérez (Coordinadores) 116 Gs Legpeaccamolc elses desl al Seniage Cre ‘a La nin he curds ~ Ment PLACSO Non 316 pagan, Ison ore sorsars.s4s 1.Chtun~ Ase Scie 2 Pofince- Agence 5 Sl Cab ‘Cu Inept’ end hope ches peer Apc Sees {Chany Ss sera Mae Poe Ll coe aad nina deo Soca Sele eins sss Primer eicdn: noviembre de 2036 DR. 2016, Fault Latinoamericana de Ciencias Sociales Sede México (Canrcea al Ajuso 377, Heres de Pedizena,Talnn, 14200 Cindad de México win laced m|publicgMacen dame ISBN 978-607-9275-94-5, ‘Ets libro ie somes aun proceso de dictaminadba por acadénicos externas de acueed cot et nocmasertablcidas pr el Consejo Bizoral dela Faeso México. Queda prohibids Is reproduecin parcial o rocahirestao indicecta del conzenido de la presente obra sin cntar previamente con li acrzaciém por ecrito de fos edirres, en terminos dela Ley Federal del Derecho de Autor en su eat, de los raados incernacio- rales aplcables. mpresoy hecho en Mésico. Printed and made in Mexico Eseudio introducroio: experiencia, culeuraycbservacibn Sentigo Caresle Real Liliana Martha Pie. oosssseccesnenseessseeee 9 La culeura como operacién y acci6n simtélica 10 Laculeura como estuctara de signifiadosy performance B Exc oma epesecicemporsns n-ne n 7 Eeploaine dee la soil cular 2 Referencias. s 24 Primera parte La cultura como operacién y accin simbslica 2. La stn prpnts Ensayo bee. mtodo Federico Gobato. fetes 129 Preludio... ee Lapartcipacign enlos modos oedehapes denela (ga) eves cece 34 Code... f ; Referencias. 2 Ocalan pimcda y expeienla Jorge Lavin Gaeta AS Tntroducciéa +45 Las identidades heridas.... Serres 46 Laces eras bambalnas el if acceso als identidades heidas. 00.0. 48 Sobre la éica de los métodos abiectos y encubierts. Experiencia del estigma y personas desacredicbles. Madees solas y grados de participacin ex la observacién patticipance .. 1. La obsesién participante. Ensayo sobre el método Federico Gobato Acaso el lenguafe no tiene como condicién, no solo implica sino roner como an otro distinto de dl mis- ‘moyala realidad de que habla? suicitat a caRTEAU (195 ) Preludio La citcatad més elocuent, de tds las queaftont este capo re side en las escutridizas propiedades de Ia nocién de experiencia’ Esca implica enfrentar lo inédito, ya veces mediante el mismo acto, con la re- cuperacin —inexcusablemente critica— de aquello que ha sucedido y sucede, Al mismo tiempo, posee una virtud transformadora. Nos cam- bia,en tanto que al asignar al suceso experimentado una novedad propia de to inexplorado exige la acvualizaci6n de nuestros esquemas interpre~ tativos en un sentido imposible de determinar a priori, Nos transforma, cn tanto que por el mismo acto selectivo lo istinguido en el continuo experiencial ya no simplemente acon:eci6 0 acontece, sino que nos ha acontecido ‘Las ideas de Walter Benjamin y Reinhardt Koselleck acerca de la ‘experiencia histévica, invocadas en estas lineas iniiales, interpelan los lentes difvsos de la nocién aproximando la conquista de su pacticulari- dad, por lo demas siempre evasiva, Singulas,in-anticipabley testimonial {a experiencia, como advierte Oyarai, ‘no solo enteega el material para ‘nuestro conocinientot es la condicién en la cual este mismo se cumple. 2s Federico Gobaro “Tended, pues, a vierad de atinar a su indole aquel concepto que la pien- se, digimoslo as, intensivamente,en su véxtigo alterador® (1997: 18).No es propésito de este capitulo perseguir tal concepto, pero tampoco seria posible el ejercicio sin enunciar la turbacién a la que nos expone la idea de experiencia. En estas péginas pretendo explorar los modos patticipativos de tra- duccién de la experiencia y de construecién de lo experimentado, a partie de verficar una obsesién, en particular zatopoligica pero que se expande hacia otros reritorias, por la"pasticipacién” come modo de capeura de la experiencia de otro, bien sea este un otro investigado, bien sea un otro recep- for de lo investigalo, Peco ha de advertirce que’en tanto se participa, seex- periments’: como sugicre Koselleck recuperando a Grimm,"la experiencia receptiva dela realidad y la investigacin te esa realidad vivida se condicio- ‘nan mutuamente, son inseparables’ (Koselleck, 2006: 45). Bajo esta premisa de la co-implicacén entre"la realidad y su proce- samiento consciente’, Koselleck identifica tres tipos de experiencias que prefiguran también modos de relatarlas,es decir, de traduciras. El pei- ‘met tipo, la “experiencia originaria enf-enta a la conciencia con lo sor- prendente, lo inédito y Jo original. Es uaa experiencia instantinea, cuya sensibilidad es asequible paca el individu, constructors de una recipeo- idad relacional entee la singulavidad del hecho y la singularidad de la persona, Deeste momento inaugural se erivan otros que configuran nuevos tipos de experiencia. En el mediano plazo “las experiencias también se recogen —sefiala Koselleck (2006: 50-51)— y son el resultado de un proceso de acumulacién en la medida en que se confitman o se asien- tan corrigiéndose encresf (..] pues ninguna experiencia puede traducie- se inmediatamente’ En su: segundo tipo, la experiencia es fruto de una + Tamedintamente a ess cit, Korelleck ams gue Crim scebelaba cont la sep cacién analicca dela peecepcién sensible, del yer y dal og renee ala stvidad cons lente del reconocer ¥ del investigar, que ya Herddoto habla elevado al concepta de “hiscors y para lo que el alerin ofc el de bxperencit activa y pasva a misma temps (Koslleck, 2006: 45}. Una lineas nie adelante, Koselleck nos advice in ‘embargo, que"To que a a vds est unido hata el punto de no poder disingeire ne~ cei de una separacén analita, aunque sl ea ara aclarar ol ensamblajedela ex: peviencia y a invesigacia” (2006: 46) 30 1LLa bes patcipante. Base sobre lanétodo articulacién, mediada temporalmente, que ya no es la experiencia origi- nara, pero qué persiste rearticuilada intea-generacionalmence. ero la experiencia atin puede cransformarse ene! largo recorrido del tiempo histério, aguel que atraviesa a cada sujeto aun cuando este no se sienta afectado. Mientras la experiencia originaria y aquella que ema- na de su traduccién en el tamiz del tiempe generacional son sinerSnicas, “ese tetcer caso de cambio de sistema a largo plazo es estrictamente dia- cexénico, se inscribe en secuencias que retasan a una sola generacién y cescapa a Ia experiencia inmediaea’ (Koselleck, 2006: 54). Se trata de la resignificacién y apropiacién de experiendas ajenas y, en tal sentido, de experiencia histrica per se Ladistincién entreel procesamiento sixcrbnico o diacrénico dela ex- periencia, en clave historiogréfica, permea también la reflexién de Hyden ‘White acerca de la narrativa hisedriea. White especifica esa distincién como ‘una diferencia de énfasis en ef ecatamiento entre continuidad y cambio en determinada representacién de. proceso hist6rico en su con- junto” (1992: 21), Sefialard para las narrativas diaerénicas,vinculadas al «cambio las formas arquetipieas del relato :igicoo sattico, y para ls na- rrativas sincrénicas, vinculadas a la contiruidad estructural, los modos del romance y Ia comedia. Mienteas Koselleck enfatiza la relacién entre In experiencia y su método de traduecién —o, en sus términas, de proce- samiento consciente—, White pone el acento sobre [os modos literarios aque asume el relato, la forma en que la trama se construye con génesis ‘poética e intencionalidad narrativa, Bn miinterpretacién, ambos esfuct- ‘208 se complementan y abren, en especial a partic de White, un vaso co- rmunicante con los problemas expresivos y de disefo argumentative que son centrales para Ia sociologia y la ancropelogta, Asumiendo cierts riesgos, una hipéteis interpretativa podtia otor- garalaantropologia el registro de l experiencia originaria, aa sociologta el afin interpretativo del cambio de experiencia acumulativa generacio~ nal yaa historiogratia, tal como determina Koselleck, a teansformacién de largo plazo, la reescricura que hace emerger una nueva historia, que da a conocer una inesperada experiencia? Sin embargo, os exuces disciple nates y metodolégicos que abundan —y flizmnente pertarban— en las * Gp Rowe (2006: 54-55) a Fedesi Gobsro ciencias sociales contemporineas, 2onen en jaque esta pretension y dan, lugar a una segunda hipécesis interpretativa, Como las fronceras disc plinares no construyen compartimentos estaneos, sino que son porosas y frdgiles, al interior del campo qu2 se expande alrededor de cada advo- «cacién —sea ancropologta,sociologia o historia— es posible hallar miil- tiples versiones de sf mismas que zbordan, bajo la impronca general ala «que responden, cada tipo de experiencia, retendo resguardat las dos interpretaciones. La primera porque per- mite recuperay al modo de formulzciones arquetipicas y de ilustraciones, ejemplos clisicos de aproximaci6n a la experiencia que portan cardinal- advierte, en su promiscuidad, la condici6n contemporinea de impensabi- lidad de la"verdad” ciensifica. Asi convoca De Certeatt ala prudencia,ex- hhortando a descreer que el discus histGrico seal todo —jeomo si el saber diera la realidad o la hiciera aceeder a su grado més elevado! Esta ma- nera exagerada de considerar al conocimiento ha sido superada. Todo el movimiento de la epistemologfa contemporénea, en el campo de las cien- cas Hlamadas humanas, la contradize y mas bien humillaa fa conciencia’ (1993:65). Como sea, De Certeau mismo ratifica Ia confianza en el valor de la tatea, alin devaluada, de la inteepretacién y reescritura de la experiencia, porque ese texto, "siempre sujeto a evisi6n, duplica el obrar como si fue~ 1a su hula y su interrogante, Apoyado sobre lo que él mismo noes la agitacién de una sociedad, pero también la prictica cientifica en sf mis ma—, arriesga el enunciado de un sentido que se combina simbética- mente con el hacer, No susttuye ala praxis social, pero es su testigo frig y su critica necesavia’ (De Certeau, 1993: 65). Con sus advertencias es preciso volver a Koselleck para interrogar hasta qué punto la reeseritura de la historia, en tanto apropiacién resignificante —frigil y eitica— de Ia experiencia pasada, no se constitaye en tna nueva experiencia origina- ria. ¢Bs posible pensatl, asi, como novedad reintroducida, tan insta ¢ instanténea como [a original? Benjumin nos provee de aliento para per seguit esta conjetura, sefalando que la verdadera imagen del pretécito pasa fugazmente. Solo como imagen que relampaguea en el momento de su cognosebilidad para no ser vista ya ms, puede el pretérto ser aferra- do. A su fugacidad le debe el ser auténtica, En ella estriba su Gnica chan- ce’ (Benjamin, 1997: 102) 2 1 La obsesin paricipante. Enayo sabre el mécodo hasta aqut he introducido someramente una via de comprensién de lanocién de experiencia, siempre vinculada alos modos en que puede ser ccapturada, relatada y veintroducia. En adelante, este capitulo buscar re- erie ceticamente a esos métodos: thcteas, ténieas,disposiciones, fbrmu- Ia, ritos,.en suima, pricticas de deteccién, formalizacién y reinsccipcién dea experiencia,"L.os modos de la expariencia humana —dice Koselleck (2006: 81)— preceden formalmente a todas las adquisiciones coneretas de experiencia. Solo asi pueden hacerse experiencias concretas,acumular- se y ser modificadas, Hn la medida en que se reflexiona conscientemente sobre este hecho puede legarse 2 métodos que lo desarrollen racional- mente” (Koselleck, 2006: 81), Entre esos modos hay dos —estrictamente vinculados— sobre los que la ceflexiin se hace includible, Por un lado, la idea de"participaciérs por el otro, una serie de nociones que aueden remitiese, como estrategia de simplificaci6n, a la de"texto’ La primera da cuenta de una coaccién intelectual dela modernidad: no hay ecperiencta referible ni construible, en tanto no haya inmersin, interveneién y comuni6n profundas del in- vestigador o narrador en los sucesos que presenta, Sin embargo, la propia nocién de participacién no se pone tecréticamente en crisis, sino apenas ‘como reflexi6n técnica de la metodologia instramentalista, Reconsiderar el alcance conceptual de la categoria "participacién"im- plica 2vanzar en una distincién analiti do concustence:"Si, pues ef eelao de'lo que pas desaparece de la historia cienlica (para excendese, por el contario, ea la historia vulgarizada)o ala narracin de los hechos trmalaaparencia dena cir! propia de cierto ipo de dicurt, no ee Arfanoe derecho a conciais que fa efnenca 2 o teal comienaa a dewanecerse, Mis bien a referencias ha desplacada, Yano ns ds inmediatamente con lo objetos narradoso reconstituides: Es implicada en a creacin de odels (destnados a ‘elvapenssbesaloobjetos)proporcionadas a prctcas en la eonfontzcién con fo ‘queles esses los limita yhace alsin a ots modelos, fsalmente en la eicdacisn elo queha voelea postbleaexa actividad al neebila en una economa prccular (ehisabrca) dela produccin social” (De Ceteau, 1993358), Fa Federico Gubato Es quizis on la cifta ricceuriana donde la “lescripcién participant” encuentra su definicién mis parsimoniosa al entenderse como “a des- cripcién del yo pasando por el desvio del otto" el texto coma la expe- tiencia del desenlace de un experimento de participacion, la descripcién como el ejercicio de precisar un esquema de interpretaci6n de la propia experiencia? como experiencia del o:ro. El autor es, en buena parte, un encantador quijotesco, e808 a los que Schiitz otorga la facultad de trocar “ol esquema de interpretacin vigent> en un subuniverso, en el esquema de interpretacin vilido en otto {...] No hay nada que sign siendo inex- plicable, parad6jico o contradictorio, sn cuanto se reconoce alas activida des del encantador como un elemento constitutivo del mundo” (Schiitz, 1974b; 137), Alli parece dirigirse la preocupacion de Geertz sobre el de- venie de la etnografia, coda vez que afirma que su empresa es crear obras aque relacionen unos y otros [los age y los alll] de manera m4s 0 menos ineligible: Pero advierte que en Ios escenarios contemporineos donde lo desconocido y extraii se familiriza en Ia pantalla“Ios etndgrafos tie- ren que vérselas hoy en dia con realidades que ni el enciclopedismo ni el monografismo, ni los informes mundiales,ni los estudins tvibales, pue- den afrontar de manera préctica. Habiendo surgido algo nuevo, tanto “sobre el cerzeno” como en la “academia es algo nuevo también lo que debe aparecer en la pégina escrita” (Geertz, 1989: 157-158). Una vez mas esnecesario volver a Koselleck, para abservar con su prisma amo Geert enhebra el cambio de experiencia con el cambio de método, aunque aho- radatado en el dilema expresivo. © Gf Geer (1988: 101 yee), > Tal eomo advert Sehitez en su adlisis de Don Quijote "Peo las cosas y los su «esos que ambos (Don Quijote y Sancho Pura] experimentan son nterpretadoe se ‘gimesquemas de incerpeetaci deren, jsiguen send experiencia comunesdelos ‘sms objezos? Nucera elcid con el mundo socal we basa ena hipétesis de que a pessrdoeodse lt variaiones individual nuestros semelantes expesentaa los mis mos objeror de una manera rartncalmese similar a nowbtosy Wzwers, yer ‘quenuesto esquema deimerpretacidn ye de ellos mueseas a sma estructura plea de siguifctivdades. Sc se desploms esa ereencia en la identidad sustancal de In expesincia ineeaubjetiva del mundo, queda anlada Ia posbilidad misma de ests bees comnicsiin con nsestros sarees (Schie, 19746: 139). [a ubiacién raga de esta clea en el content de abajo hace patente los mites del flexi {pttcipar es comaniar pero gal apents pedo enunciar que un imal de conse ‘uencia 7 temisioncs eabrena pari decstsconutatacon fenomenolgica y daar ou cexploracion para el fro 38 | 1. La obesionpartiipante Rosy sobre el mésodo Nocién estimulance, critica realista de la tradicién antropolégica y {juego de lenguaj, la formula ‘descripcidn participants” pone en cestién cLestatus de la observaci6n y el anilisis como problema teérico-metado- Iigico cardinal, asique no logea desplazarlo como sustrato de la opera- cién literaria 0 ciensifica’ que propone como sustituca. La observacion jpeemanece, empero, en tanto participa quien ha observado y solo es vida Ih observacién como construccién —otra vez, ltetaria 0 cientfica, sie ‘que hay alguna diferencia— del que ha participado. Con énfasis distintos, Bourdieu también juega con la herencia. ma- linowskiana para postular su"objetivacién participante’ una nocion q) puede pensarse como un reverso posible de la‘descripcién participant Nose trata de una operacién sabre a escrcuea, sino sobre el escriba? La propuesta implica emprendee"la exploracién no de la expesiencia vivida Un aspecto que Geertz no reeomendartseitaz.rl como clarementeestipla soy delos que crcen en el carder ontlGgicament? automo de os textos y pienso pot tanto quclaseuestones biogrdfcschiteeieas ele may lejos deer eelevantes pars Ininterpecacdn de las obras antropolégiea” (1989 10). 3 ederico Gobato 1999; 121). En la nocién de campo la complejidad del espacio social se operacionaliza en mundos diferenciados definides pot los tipos de capi tal que prevalecen en sus préctcas y las especificdades de sus antagonis- ‘mos, porque’ hay una verdad, es que la verdad es un envite de luchas” (Bourdieu, 1997: 84). En este contexto, intervenie aceprando ese envite equivale a pactici- pat en ha experiencia dela consteuscién contenciosa del espacio social,en este caso el campo cientifco. Ia determinacién de intervenit —y aqui la palabra determinacién es sfntesis dialéctica de sus sentidos: como deci- sidn libre y como condicionalidad externa, para nuestros propdsitos, dos fuentes de la participacién— explicca a estrategia por medio de las dis- posiciones del habitus. Bn las caracteristicas de este reside que tal incer- vencién busque transformar la dstribucin de capital propia del campoo pexpetuarla, La relacin entre posicién objerivaen el campo y disposici6n, es dialéctica y mutuamente teferida,y conforma todo el espectro posible dela participacién objetivable, sa relaciGn, sin embargo, parece permitic ua procesamiento bioges- fico en el marco de una préctica coreebida como esteategia," instancia di- rnémica de un juego social en el que los jugadores plantean sus ticticas y sus movimientos en la, para Bourdieu, permanente, inescindible, vincula- «ign entre biogratia e historias “conoce cada vez mejor al mundo en la me- dida que se va conociendo mejor el propio investigador; el conocimiento clentifico y el conocimiento de uno mismo, y del propio inconsciente s0-

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