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Curacién emocional do que mis colegas psiquiatras y psicoanalistas desconffen, como me ocurié a mf al principio, de un método a la vez tan nuevo y diferente. No obstante, jeémo negar la evidencia ‘cuando se manifiesta tanto en mi consulta como en los numé= ros0s estudio publicados a lo largo de los lkimos aos? Séde pocas cosas en medicina tan impresionantes como el EMDR- fen accién, ¥ de eso me gustaria hablar a continuacién, 98 6. ELEMDR EN ACCION Tilian era sctriz y ensefiaba su arte en un teatro de fama na- cional. Habfa actuado un poco por todo el mundo y sabia ‘obmo-dominar el miedo. A pesar de ell, si ahora se hallaba ffente ami, en mi consulta, era porque en esta ocasin ese vie- {oenemigo se habia apoderado de ella. Estaba aterrada desde (que le habian diagnosticado un cdncer de itn. Hablando con | ella me-enteré de que habia sido violada en varias ocasiones ‘por su padre cuando todavia era una nifa, La impotencia que ahora senfa frente a su enfermedad era posiblemente un eco 4elaimpotencia conocida de nifa, cuando ya entonces le re- "sali6 imposible escapar a una sitacin terrible y sin salida. Recor perfectamente el dfa en que, alos seis aos, se hizo tncorteen la cara interna del musio a caerse en el jardin. Su "padre Ia llev6 al médico, que le dio algunos puntos de sutura ‘quele Hegaban hasta el pubis. El médico le dio os puntos ante “supadre,y sin anestesia. Una vez en casa de nuevo, su padre Iihabfaechado en la cama, boca abajo, inmovilizandola colo- ‘ando lamano sobre la nvca y la viol6 por primera vez. Lilian "_eipez6 diciéndome que habia hecho psicoandlisis varios aftos durante os cuales ya habia hablado mucho del incesto y de su ‘relici6n-con el padre. Crefa que no serviria de nada repasar ‘505 viejos recuerdos que crefa finalmente resueltos. Pero la ‘elaci6n entre esa escena —que concetaba entre ellos los temas ” Curacién emocional de Ia enfermedad, de Ia impotencia absoluta y del miedo ya angustia que viviaen la actualidad frente a su edncer me pare- cicton muy intensos como para dejar de explorarlos més. Aca b6 por estar de acuerdo y, desde Ia primera serie de movi- ‘mientos oculares,revivi el terror de la nitia de seis aos, que se manifest6 por odo su cuerpo. Tarmbiéa le vino una idea ala ‘cabeza, una idea que habfa tenido en ese momento: «; si fue- se culpa mfa? :No ha sido mi caida en el jardin y el hecho de ‘que mi padre ha visto mi sexo donde el médico lo que le ha ‘empuijado a hacer eso. Como casi todas las victimas de: 50s sexuales, Lilian se sentfa en parte responsable de esos ae- tos atroces. Le ped simplemente que continuase pensando en lo que acababa de decir y que realizase otra serio de movie ‘mientos oculares. AI cabo de teinta segundos, en la siguiente Pausa, me dijo que ahora se daba cuenta de que no habia sido culpa suya, No era mis que una nifty el papel de su padre cra ocuparse de ella, cuidarla y protegerla, Ese razonamienla se impuso en ella como una evidencia: no haba hecho abso- Tutamente nada que pudiera justificar tal agresin. Sélo seha- caido, ;Qué podifa ser mis normal en una nifia activa yeu riosa? La conexi6n entre el punto de vista del adulto y a vieja dlistorsin conservada en su cerebro emocional estaba a punto de establecerse ante mis propios ojos. ‘Tras a siguiente serie de movimientos oculares su emociéa se transform6. EI miedo se convirtié en e6lera justficada: ««,Cémo pude hacer algo semejante? ;Cémo es posible que mi madre le dejase hacerlo durante aflos?», Las sensaciones-eor- porales, que parecian tener tanto que decir como sus palabras, también cambiaron, Cambié la presién sobre Ianuca que habia ‘vuelto a revivir unos minutos antes, y el miedo que habia sen- Lido en su vientre cambié: ahora seni una intensa presiGn en el pecho y la mandibula, como suele producit a célera.Algu- nas escuelas de psicoterapia consideran que el objeto del tata. miento de las vicimas de violacién es precisamente acompa- 100 ELEMDR en accion eras hasta que se produce esta tansformaci6n det miedo y la Jnpotencia en colera legitima. En EMDR, el tratamiento con- {nda simplemente dela misma manera, durante tanto tiempo omo‘l pacente sient transformaciones internas. En efecto, algunas series de movimientos oculares més tarde, Lilian se ‘io vomo una nf sola, emocionalmenteabandonada y abusa- dasexualmente Sinté una profanda tristeza y una gran com- sion por esa pobre nia. Al gual queen Tos estados de due- Jo deseitos por Elizabeth Kibler-Ross, la eélera se torn teste Después comprendié que in aduta competent en la dese habia convertido podiacuidar de ania Eso lx hizo nsaren a frocidad con a que haba protegido asus propos Iijosacomo una leona, dijo Finalmente, evoes progresi- Yameate la historia de su padre, Durante la segunda guerra ‘una en Holande, su pare habia entrado muy joven en la Resistencia, Fue arestado y torturado, Durante todas infu Gia Lilian haba doa su made asus abuelos decir que nun cahabia vuelto a ser el mismo. Sintié una olead de edad y ampasién por él, Incluso de comprensiéa, Le veia como un Jombre-que habia tenido una gran nevesidad de amor y com- asin, que su esposs, dura y seca, mune le haba proporco- ado nitampoco sus pares, atrapados en una tadicioncult- fal que-no concedia ninguna imporancia a las emociones Lian le eia ahora como un hombre desoientado y perdido, ‘amoalguien que habia vivid cosas tan duras que «no era de ‘xtra que se hubiera vuelto loco». ahorale eta como er: Un pobre anciano, tan débil que le estaba caminar Ha tni- uma vida muy dificil. Me siento wist pr > Ensesenta minutos pas del terror de una nifaviolada a a aceplcién ¢incuso a la comprensin de su agresr, el punto de vistas adulo posible. ¥no se habfa omitido ninguno de Tes estado habituales del abajo de duelo, como son desct- tos porelpsicoandisis. Era como si meses, incluso aio, de sicoteropa se hubieran condensado en una tnica ssién, La 1 Curacién emocionat BIEMDR enaccién cestimulacion del sistema adaptativo de tratamiento de infor: ‘mucida parecta haberla ayudado a establecer todos los vineu- Jos necesarios ene fos acontecimientos del pasado y su pes pectiva de mujer adulta. Una vez que dichos, vinculos se cstablecieron, la informacién disfuncional fue digerida —ame- tabolizada, dicen los bidlogos— y perdi6 su capacidad de de- seneadenar emociones no apropiadas. Lilian pudo incluso cevocar el recuerdo de la primera violacién y mirario cara a ‘cara sin el menor tastorno: «Es como si fuese una simple ob- setvadora. Lo miro desde lejos. Solo es un recuerdo, unaimae igen». Privado de su carga «limbiea» disfuncional, el recuerdo | pierde su vitalidad, Su influencia se difumina. Eso ya es mi cho. ¥ no obstant, la resoluei6n de viejos traumatismos que levamos en nosotros como heridas no cicatrizadas no finaliza ‘con la neutalizacién de los recuerdos antiguos.. Resuelto este raumatismo, asf como algunos otros, Lilian. escubrié una fuerza interior cuya existencia nunca habia sos-_ pechado, ni que un dia podefa legar a disponer de ella. Affon= {6 su enfermedad, y la posibilidad de la muerte, con mucha més serenidad, Se convirié en la compatiera a tiempo com: pleto de sus médicos, pudo explorar numerosss formas deta: famientos complementarios para el céncer, que uilizé condis- ccernimiento e inteligencia, y, lo que ain es més important, pudo continuar viviendo plenamente durante Ia duracidade st enfermedad. Su psicoanalista, ala que segufa viendo una vez al mes, queds tan sorprendida dela transformacién tan repen- tina de Lilian que un dia me lamé para preguntarme qué habia. ‘sucedido. ;Qué habfamos hecho de manera distinta, ctandoen principio toda esa historia del incesto habfa quedado resulta mediante su andlisis? Al igual que la mayoria de psicoanalis- tas franceses y estadounidenses que han tenido una expesien- cia similar eon uno de sus pacientes, inici6 rpidamente la fore mmacién en EMDR, que desde enfonces pasé a formar parte ff * Efdanosedo qe finde EMDR no al cst Nocitan sqe ba sistematica de su trabajo psicoanalitico. a _somapaneinprante des eau, cme el Be oe macs pats ‘pe seetean sens nemo rl ‘Tres aos después de esas pocas sesiones, y a pesar de ha- boersuftido intervenciones quirirgicas, quimioterapia y radi teria, Lilian est4 més viva que nunca. La experiencia de la enfermedad y su fuerza vital le han proporcionado una cierta, luminosidad. Vuelve a actuar en piblico y ha reanudado sus sos, Espera que todo eso todavia dure mucho,* Los nitios de Kosovo £E tabajo del sistema adaptativo de tratamiento de infor- | mucin todavfa es ms ripido en los nifios. Todo sueede como -siesincturas cognitivas més simples y canales asociativos | mdsrregulares permitieran quemar etapas. | __Algunos meses después del final de Ia guerra de Kosovo, ‘me tasladé alf como consultor para problemas de traumatis ‘mosemocionales, Un dia se me pidi6 que visitase a dos j6ve- ‘es adolescentes, hermano y hermana. Durante la guerra, su __ cast habia sido rodeada por milicianos. A su padre le mataron "thisu presencia. La chica fue violada mientras la amenazaban "son revlver en la sien en su propia habitacién. Después de __exoyamo pudo volver a poner los pis all, En cuanto al chico, + hny6 con su to por el tejado, pero les lanzaron una granada, _ quemai6 asu toy aét le hirié gravemente en el abdomen. Los _lieianos le dieron por muert. _ Desde entonces, los dos chiquillos vivian en un estado de _tsieded permanente. Dorman muy mal, comian poco y se ‘negaban a abandonar su\casa, El pediatra que les habia visita- ‘doen numerosas ocasiones se inguietaba por ellos y no sabia uéhacer para ayudarlos. Se sentia especialmente preocupado voz 103 Curacién emocional porque era un viejo amigo de la familia. Una parte de mit bajo consista en ensefar a los médicos a diagnosticar el ; y este pediatra en particular me pid que hiciese algo por los chavales. ‘Al escucha la historia de boca del médico, me dije que me ibaa resultar dificil ayadarles, sobre todo en una lengua extra Y ullizando un intérprete. La intensidad de las emociones que Sentfan cuando evocalan esos recuerdos era muy fuerte. Noobs ‘ante, me sorprendid, desde la primera sesién, constatarque, 2 partir de la primera serie de movimientos oculares, ni uno ita parecieron sacudidos. Recuerdo haber pensado que pudiera de- berse tal vez a que la presencia del intérprete bloqueaba sus aso ciaciones, oa que el traumatismo haba sido tan intenso-que no podian acceder alas emociones (lo que en psiquistfa se denon ha fendmeno de «disociacién»). Con sorpresa por mi part alt= nal de esta primera sesin, me dijeron que ahora eran capacesde ‘evocar las imagenes de la agresidn sin sentir el menor rastome. “Me pareci6 algo imposible: estaba seguro de que al cabo devsnas cos dias verfamos que no se haba resueto nad. Regresé una semana despues, con Ia intencién de reanudar el talamiento y de volver @ intentatlo, tal vez partienda de otras escenas. Me quedé estupefacto al enterarme através de su tfa de que, Ia misma noche de nuestra primera sesiéa, los dos chiquillos habian cenado con normalidad por primera vez ‘y que a continuacién habfan dermido toda la noche sin probl- ‘mas, también por primera vez desde marzo. ;La chica incluso habia dormido en su habitacién! No me lo podia erect. Sin 0 una «téeniea de mérketing>.* Esta acttud resulta sorprendente por parte de cientficos respetados, pues no esté basada en los hechos. Creo’ gue se debe principalmente a que no se acaba de comprender 1 mecanismo responsable de Ia eficacia particular del EMDR. Es un fenémeno corriente en Ia historia de la medicina. Cuan: do se realizan grandes descubrimientos antes de que los pueda explicar una teoria se enftentan sisteméticamente a una ¥io= lenta resistencia por parte de las insttuciones. Sobre todo sie ‘ratamiento es natural o parece demasiado simple. El caso a la vez més iluste y sin duda més cereano al del :étodo EMDR es la historia del doctor Philippe Semmelviis, el que trat6 la tesis de medicina de Louis-Ferdinand Céline, Semmelweis fue el médico hiingaro que demostré la importan- «ia de Ia asepsia (la ausencia de gérmenes) en los partos, vein- te alios antes que los trabajos de Pasteur. En.esa época, en acl nica obstétrica donde el joven Semmelweis habia sida nombrado profesor adjunto, mis de una mujer de cada tres m= ra de fiebre puerperal en Ios dies posteriores al parto.* Las mu jetes mis pobres de Viena, las tinicas que podfan acudira tales clinicas, no iban mas que obligadas y forzadas, pues sabian muy bien los resgos a los que estaban expuestas. Semmeleis ‘yo la extraordinariaintuiciGn de proponer el experimento = _uiente: todos los médicos dela clinica, que solfan practicard secciones con las manos desnudas inmedistamente antes d& asistir a una mujer en el parto, deberfan lavarse Tas manos con ‘agua de cal clorada antes de tocar la partes gentales de susp cientes. Le costé lo suyo imponer esa idea: todo ello sucedia antes del descubrimiento de los gérmenes, no existia ninguna 1az6n gic para que algo invisible e inodoro pudieratransmni- tise por las manos. No obstante, los resultados del experimen- to fueron extraordinarios: en un mes, ila tasa de mortalidad bujé deuna paciente de cada tres a na de cada veinte! ‘Laprincipal consecuencia del experimento de Semmelweis fue. su'despido! Sus colegas, alos que lavarse con agua de -calclorada les resultaba fastidioso, organizaroa un motin y ob- {vieron su despido. Como en aquella época no se conoeia "ninguna explicacin plausible, Semmelweis fue ridiculizado @ pest desu clarisima demostracién. Murié casi loco unos po- Cosafios antes de que los descubrimientos de Pasteur y Lister ‘pemitieran, por fin, comprendercientiicamente lo que él ha- Diadescubierto de manera empiric. Mas recientemente, en psiquiati ha hecho falta que pasa Sen mide veinteafios para que el Gobiemo estadounidense eeonotera la eficaca del litio en el tratamiento de a aect ‘maniaco-depresiva.* Como no se trata mds que de una «sal "nel natural» sin beneficios conocidos para el sistema nervio- __socentra'y como no se comprendia su mecanismo de accién, | liso deito se enfents a una considerable resistencia en los "mins psiquistricos convencionales, Otro ejemplo todavia "mis reciente, el descubrimiento, a principios de la década de 1980, de que as lceras de estémago podian estar eausadas por ‘un bacteria -H. Pylori~ y ser tatadas mediante antibisticos ueridicalizado en todos los congresos cientficas hasta que f- ~ talmente se acept6 al cabo de mas de diez ios." "lus Join 71. Cad ein la demas ea 88, ero spas abutes aan ata ie el cad 1M, yon Inspec il aan 1974, En 200, cca easel com eno reavannsmistron,nfes ace pct aan inci uns las de oetignen rota tS deuce Inti de gees enn ini Ge pote gis C NH Zot a 195), “Sgn tne hays oligo Aisa hes of Geral Pho, 53, pp S359) | Qrosnerlin! dar Bary Mardell en etna. Exp Unde ada es, yn neve decals ces cms mesons Ce con ago ps Inhiptole qu ya mano on en ee 106 107 Curacién emocional ELEMDR én accién | ts ytmbid se observan contacciones muscular involunta | is emfazona superficial de lapel Por ota pate, algunos me legs ines ulizan, por ejemplo, sonidos presentados ater -—tvamente a dercha y a izguieda mediante auricles, © _ iteluso a estimulacién de lapel mediante plmaditas 0 vibra __Gioesaltemadas. De echo, en el capitulo 8 veins e6mo la _simslcién dea pel puede modular drectamente a actividad ‘loetir emacional Reals evidente que fata mucho po desubre acerca del | Semaadaptativo de tratamiento de nformacién y sobre los i- ‘eos miodos de ayudarle a realizar su tabgjo de digestion, 0 El método EMDR y el dormir de los sueitos EI hecho es que no siempre comprendemos e6mo el meéo- do EMDR produce resultados tan espectaculares que imee- sionan incluso alos que lo utlizan. El profesor Stickgald, dl laborario de neurofisiologia y de estudio sobre el domiry los suedios de Harvard, ha emitido la hipétesis de que los me- Vimientos ocularesu otras formas de estimulacién que evocan una orientacén de la atencin desempettan un importante pie pel en la reorganizacin de los recuerdos en el cerebro. Tanto durante el dormiry en fos sueRos-, como durante una see de EMDR. En un articulo publicado en la revista Science Sticke fe acelerarlo. Mientras tanto, el EMDR gana terreno rida gold y sus colegas han propuesto que estas formas de este aa acumulacin de estudio cenificos que de- Tnciéa pueden actvar los vinculos asociatvos ene reewerdos | mestan su-utidad, En la actalidad, el metodo EMD esta aque estn conectados entre sf mediante emociones Stkgold fF ofimentereconocido como tratamiento eficaz en el EEPT. xe que la estimulacin sensorial ue se produce en el meéic- | porlaAmetican Psychological Associaton, cl organismo oficial do EMDR podrfa activar mecanismos similares. Owosiinves- dela profesién en Estados Unidos,’ la Sociedad Internacional tigadores han mostrado que los movimientos oculares también _| el Estudio del Esués Traumatico (STSS, que selecciona inducen una «respuesta de relajacién obligatoriay desde las | srecomendaciones de tratamiento para el EEPT baséndose en primeras series lo que se traduce en una reduccién inmedints ents cinticos establecidos) y por el Ministero de de la frecuencia cardiaca y en un aumento dé la temperatura Salud de Gran Bretafia." En Francia, Alemania y Holanda, el corporal.’ Todo ello permite pensar que Ia estimulaciga del fF modo EMDR empieza a ensedarse cn a universidad. imiodo EMDR refuerza la actividad del sistema nervioso pe- En Ftanciael EMDR deberia integrarse de manera progre~ ‘asimpétio, como ocure con la préctica dela coberensinca- f» — statnioen a pricticg del psicoandisis com en la dels te ra : rps copnitivas y behaviorist, con las que compartenume~ La teorfa de Stickgold explicaria por qué es posible obtener "o'8s ideas. El método EMDR y el psicoandlisis no se oponen resultados en EMDR con otras formas de estimulacién de la aire si. Al contrario, un psicoanalista freudiano, lacaniano 0 atencién aparte de 1os movimientos oculares. En efecto, elite: mo puede encontrar en el EMDR wna eficaz herramien- ‘ma augitivo también es estimulado durante el dormir delossie- P= * emotion ees sobs nc, oni e202 Fancne Sapo FesSpwenl tent cares ojetarcpaa oceania 3 conceicnimtamen as Asc at. ‘tei aca ene ms * ‘ncaa dela etna es coleg, on gure ce ns ea ‘Sc acabtporagase en wn ode concen bc ad ‘our qo econ les 4 108 109 Curacién emocional Los “pequefios” traumatismos dejan una huella profunda Es posible que el descubrimiento del EMDR transformela practica de la psiquiatrfa y del psicoandlisis. A finales del glo xIX, Pierre Janet, y Sigmund Freud més tarde, presentaron Ja audaz hip6tesis de que una gran parte de los trastornos psi- coldgicos que aparecen a diario en las consultas de los'médi- cos clinicos ~depresién, ansiedad, anorexia, bulimia, abuso de alcohol o de drogas-, tenfan su origen en sucesos traumiticos. Fue una contribueién inmensa, pero a la que no le ha seguido un método de tratamiento que permitiese aliviar répidamente a las personas que los suftfan, No obstante, cuando la huella dis- funcional de las emociones es al fin eliminada por el método EMDR, los sfntomas desaparecen a menudo por completo, y ello da paso a una nueva personalidad. Como se dispone de una herramienta que permite trabajar en la causa de los ‘sinto- mas -no s6lo controlarlos— y con mucha rapidez, lo que cam- bia es todo el enfoque acerca del paciente. Sobre todo:porque Jos traumatismos “con t miniscula” son responsables de otros muchos sintomas ademés del EEPT. Un estudio Hevado a cabo en Australia en un servicio de ur- gencias ilustra las multiples consecuencias de las pequefias sa- cudidas emocionales. Los investigadores han seguido durante un afio a las victimas de accidentes de carretera que pasaban por el servicio. Al final del aifo les hicieron pasar una serie de exdmenes psicolgicos. Mas de la mitad habfan desarrollado sindromes psiquidtricos a consecuencia del accidente: De to- dos los sindromes constatados, el EEPT era el menos frecuen- te. De lo que més sufifan esas personas era de depresiones simples, de ataques de ansiedad banales, de fobias. Un buen néimero de ellas habia incluso desarrollado una anorexia, una bulimia 0 un abuso del alcohol o las drogas, sin otros sfnto- mas.” La leccién més importante que puede extraerse de este 110 ELEMDR en accién estudio es que no sdlo es el EEPT, ni de lejos, el tinico estado que necesita la investigacién de sucesos pasados que hubieran podido dejar cicatrices emocionales que todavia hacen sufrir. En todas las formas de depresién o ansiedad es necesario tra- tar de identificar sistematicamente en la historia del paciente Jo que ha podido desencadenar los sintomas que le perturban en la actualidad. Después hay que eliminar el mayor nimero posible de esas huellas emocionales. Anne, la enfermera cuya historia he contado en el capitu- lo precedente, estaba tan preocupada por la imagen de su ‘cuerpo que al principio de nuestra primera sesién estaba con- yencida de que una liposuccién general le permititfa poder volverse a mirar en un espejo. Fue precisamente esta imagen de ella misma en un espejo -que la hacfa rechinar— lo que empezamos a tratar en la primera sesién de movimientos oculares. Con gran rapidez asocié esta imagen al recuerdo de suex marido humillandola durante su embarazo. Durante el tegreso de este recuerdo, lloré todas las lagrimas de su cuer- 0, como si hubiera conservado intacta toda la emocién en el pecho durante los tiltimos tres aiios. Después en su rostro aparecié una fria calma. Me miré un poco desconcertada: 4«,Cémo pudo decirme algo asf cuando lo que levada en mi ‘yvientre era su hijo». A continuacién le ped{ que pensase simplemente en eso y que volviese a iniciar los movimientos oculares. En esta ocasién sonrié: «jQué tipo més inmundo! iNo podria verle ni en pintura!», dijo, riéndose. Después de haberla levado de nuevo a la imagen inicial de su cuerpo desnudo en-un espejo, le pedi que se volviese a mirar ahora: «El cuerpo de un mujer normal de treinta afios que tiene dos hijos...». Sin embargo, el método EMDR no es una panacea. Segiin mi experiencia, esta técnica funciona en menor medida con sintomas que no hunden sus raices en acontecimientos trau- mfticos del pasado. La técnica sigue resultando itil, pero los 1 Curacién emocional resultados no son ni tan rdpidos ni tan impresionantes.* P otra parte, para estas situaciones existen diversos método turales que tratan directamente los ritmos biolégicos del oy nismo. En efecto, el cerebro emocional no esté tin metido a las variaciones del coraz6n y a la influencia | dormir y ios suefios. Esta integrado en un entorno comparte todos los ritmos, el del sol y la alternancia d Ia noche, como el ciclo menstrual cuya periodicidad es asi como el de las estaciones. Como veremos a cont esos ciclos mas largos también representan vias de a bienestar emocional. * El método EMDR no est tampoco indicado para las depres gen claramente bioldgico ni para las psicosis ~esquizofrenia y rmencias. 112

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