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UNIVERSIDAD

DE PIURA
Facultad de Educación

Trabajo de Psicología Educativa.


Profesor: Dr. Pablo Pérez

Integrantes:
Pamela Benavente
Límberg Chero
Walter Espinoza
Guillermo Lazo
Gabriela Piccone
Manuel Rodríguez
Lenny Urbina
Daniel Valencia

Lima, setiembre de 2007


ACTIVIDADES QUE SIRVEN PARA TRABAJAR LA MEMORIA SEMÁNTICA

Introducción:

Cada profesor tiene su propio estilo de enseñar. La posibilidad de que los conocimientos
queden en la memoria semántica dependerá, entonces, tanto de las características de las
actividades en sí, como de las personales del alumno, que le hacen “atender” a esa
situación de una forma determinada.

Antes de presentar nuestras sugerencias, especificaremos el concepto de memoria


semántica que trabajaremos.

Según la clasificación de la memoria basada en el tipo de fenómeno que se recuerda y


en los diversos tipos de sentidos y efectores que realizan la acción que se evoca, existe
una memoria en la que se almacenan los recuerdos de tipo intelectual (conceptos,
relaciones y cualquier otro conocimiento abstracto) a la que se le denomina memoria
semántica. Además de ésta, existe una memoria ligada a la evocación de lo que
perciben los sentidos, denominada sensitiva o episódica; y otra memoria de las
actividades mecánicas realizadas, cuyo recuerdo es poder repetir esa acción,
denominada mecánica o procedimental.

Según Atkinson y Shiffrin (1971) existen tres etapas de almacenamiento de la memoria,


la primera –muy corta- corresponde al momento de acción del estímulo sensorial, y por
ello denominada memoria sensorial; una segunda, que permite la interacción en el
presente, pues aloja conocimientos por 15 o 20 segundos de cualquier vivencia antes de
olvidarlos o pasarlos a una memoria de largo plazo o remota, que es la tercera, en la
cual se almacena el conocimiento de largo plazo, y es lo que comúnmente se entiende
como memoria. Precisamente esta memoria de largo plazo, para autores como Tulving
(1972 y 1983), tiene dos tipos. El primero con información de acontecimientos
relacionados temporalmente, denominada memoria episódica; y el segundo, con
información necesaria para la utilización del lenguaje, es decir, ideas y relaciones
abstractas, denominada memoria semántica.

Teniendo en cuenta ambos conceptos, podemos decir que la memoria semántica es la


memoria de los conceptos abstractos que permite mediante la evocación la acción
diaria.

Actividades para el desarrollo de la memoria semántica:

Para desarrollar la memoria semántica es necesario fomentar los siguientes factores que
permiten la retención de conceptos: atención, comprensión, interés (motivación y
generación de participación activa), organización (relacionar, deducir, resumir,
clasificar).

Asumiendo que la información que se le presenta al alumno debe relacionarla con lo


que ya conoce (conocimientos previos) y que la actividad a desarrollarse debiera estar
perfectamente graduada (según edad, grupo y particularidad de cada alumno) podemos
mencionar las siguientes actividades:

• Hacer uso de mapas conceptuales para los distintos temas de clase, de modo
que el alumno sea capaz de integrar los conceptos y desarrollar su capacidad
de organización.
• Usar el Método del caso, pues este permite que lo alumnos al leer un caso
varias veces analice una situación y proponga soluciones frente a una
problemática (Pensamiento crítico).
• Desarrollar ejercicios de lectura comprensiva de modo que se analice con
mayor profundidad las ideas que emanan de la lectura.
• Procurar tener un momento de repaso final para afianzar el conocimiento
impartido, de manera que se desarrolle su capacidad de síntesis y se ejercite
su capacidad de evocación.
• Tener un espacio para la participación activa de los alumnos (“lluvia de
ideas”, incentivo a la participación espontánea con ejemplos de la vida
diaria).
• Promover la lectura comentada, en donde un alumno, por turnos, lee las
preguntas o apartados y el profesor, interrumpiendo las veces que haga falta,
explica las ideas principales. Este sistema tiene la ventaja de que los alumnos
puedan obtener una idea precisa de cuáles son los conceptos fundamentales,
sin perderse en los ejemplos.
• Presentarle situaciones contradictorias entre sí y/o contrarias a las propias
experiencias del alumno, ya que a partir de ellas, y a través del método
hipotético deductivo, se pueden generar hipótesis de solución. (conflicto
cognitivo).
• Desarrollar preguntas inferenciales más que literales, en clase para estimular
la comprensión lectora.
• Motivar cualquier otra actividad que genere que el alumno pueda elaborar y
personalizar la información que le transmiten, logrando que el alumno
organice el material de aprendizaje, reconozca su estructura o imponga una
nueva.

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