ChileGolf

Revista oficial
Federación Chilena de Golf

ÁNGEL FERNÁNDEZ
TOCÓ EL CIELO EN EL
ABIERTO DE CHILE

Marzo
2008
 Torneo
LOS BUENOS GOLPES GANARON
LA COPA
Abierto de Cachagua
Los mejores exponentes del golf nacional
hicieron sus maletas y se subieron al auto para comen-
zar el tour en las mejores canchas de la Quinta Región.
Como es tradición, la primera parada fue en el Club
de Golf Cachagua, que cada año espera a los jugadores
con una cancha espectacular. Esta vez no fue la excep-
ción. Si hay algo que atrae en este campo son los hoyos
acompañados de los enormes eucaliptos que dificultan
el juego de muchos, pero todo se compensa con la es-
tupenda vista al mar y a la playa de Cachagua. Los atar-
deceres son imperdibles, con los jugadores caminando
por el fairway del 18, mientras el sol se acuesta sobre el
mar, haciendo de esta cancha un lugar soñado.
Arrancó el torneo con varios profesionales que logra-
ron bajar el par de cancha, pintando la pizarra de co-
lor rojo. Sólo un par de golpes se diferenciaban entre
4 Marzo 2 0 08
unos y otros. La segunda jornada ocurrió lo mismo y
el liderato lo ocupaba Guillermo Encina. Caminaba
tranquilo, estudiaba el golpe, sacaba el palo adecuado
de la bolsa y en el momento del impacto su pelota se-
guía el camino correcto. Pero “El Maestro” no estaba
solo. Una salida antes un jugador que estuvo ausente
del golf un par de años, se hacía notar por la seguidilla
de birdies que anotaba. Bajó la exigencia de los hoyos
2, 7 y 8 de ida.
Víctor Bueno entró a la pelea del torneo y en cada ban-
dera que concluía la pizarra anotaba menos golpes. El
penquista embocaba, realizaba estupendos putts sin
dificultad y entraba en competencia, buscando aguar
el campeonato donde muchos apostaban a Encina
como el ganador.
Pasando el hoyo 9 Encina anotó en su tarjeta un aplau-
dido águila y sumó -12 mientras Bueno finalizaba el
hoyo 10 y escribía otro birdie, su score era de -8 y se
acercaba al Maestro.
El campeonato estuvo más tenso en los segundos nue-
ve hoyos. El público no tenía claro a qué grupo seguir,
ya que los puntajes de los dos cambiaban cada green
que pisaban. En el hoyo 11 Víctor Bueno ejecutaba
otro birdie y en el 14 repetía la jugada, quedando -10.
Mientras que Encina se caía en el hoyo 12 con un doble
bogey y en el 13 repetía el putt y ejecutaba un bogey. Se
estaban dando las posibilidades para que un sorpresi-
vo Bueno se apoderara del torneo. En el 17 todo estuvo
claro y con otro birdie bajó a -11 impactos. El Maestro
no alcanzó a su adversario. En 18 embocó su último
putt para quedarse con 69 golpes y 206 golpes en las
tres jornadas. Paralelamente Bueno se encontraba en
F OTO G R A f Í a S d e / r o d r i g o s o t o
 Torneo
LA BATALLA ENTRE
DOS GRANDES DEL GOLF
Abierto Rocas de Santo Domingo
Los mejores exponentes del golf na-
cional hicieron sus maletas y se subieron al auto
para comenzar el tour en las mejores canchas de
la Quinta Región. Como es tradición, la primera
parada fue en el Club de Golf Cachagua, que cada
año espera a los jugadores con una cancha espec-
tacular. Esta vez no fue la excepción. Si hay algo
que atrae en este campo son los hoyos acompa-
6 Marzo 2 0 08
ñados de los enormes eucaliptos que dificultan el
juego de muchos, pero todo se compensa con la
estupenda vista al mar y a la playa de Cachagua.
Los atardeceres son imperdibles, con los jugado-
res caminando por el fairway del 18, mientras el
sol se acuesta sobre el mar, haciendo de esta can-
cha un lugar soñado.
Arrancó el torneo con varios profesionales que
lograron bajar el par de cancha, pintando la pi-
zarra de color rojo. Sólo un par de golpes se dife-
renciaban entre unos y otros. La segunda jornada
ocurrió lo mismo y el liderato lo ocupaba Gui-
llermo Encina. Caminaba tranquilo, estudiaba el
golpe, sacaba el palo adecuado de la bolsa y en el
momento del impacto su pelota seguía el camino
correcto. Pero “El Maestro” no estaba solo. Una
 Torneo

Encina y Alvarado frente a frente. Ambos

animaron una vuelta final llena de emociones
en el trazado de Rocas de Santo Domingo.

salida antes un jugador que estuvo ausente del
golf un par de años, se hacía notar por la seguidilla
de birdies que anotaba. Bajó la exigencia de los
hoyos 2, 7 y 8 de ida.
Víctor Bueno entró a la pelea del torneo y en cada
bandera que concluía la pizarra anotaba menos
golpes. El penquista embocaba, realizaba estu-
pendos putts sin dificultad y entraba en compe-
tencia, buscando aguar el campeonato donde mu-
chos apostaban a Encina como el ganador.
Pasando el hoyo 9 Encina anotó en su tarjeta un
aplaudido águila y sumó -12 mientras Bueno fina-
lizaba el hoyo 10 y escribía otro birdie, su score
era de -8 y se acercaba al Maestro.
El campeonato estuvo más tenso en los segundos
nueve hoyos. El público no tenía claro a qué grupo
seguir, ya que los puntajes de los dos cambiaban
cada green que pisaban. En el hoyo 11 Víctor Bue-
no ejecutaba otro birdie y en el 14 repetía la juga-
da, quedando -10. Mientras que Encina se caía en
el hoyo 12 con un doble bogey y en el 13 repetía el
putt y ejecutaba un bogey. Se estaban dando las
posibilidades para que un sorpresivo Bueno se
apoderara del torneo. En el 17 todo estuvo claro y
con otro birdie bajó a -11 impactos. El Maestro no
alcanzó a su adversario. En 18 embocó su último
putt para quedarse con 69 golpes y 206 golpes en
las tres jornadas. Paralelamente Bueno se encon-
traba en la terraza del club revisando su tarjeta
para introducirla en el buzón. Automáticamente
se transformó en el nuevo campeón del Abierto
de Cachagua con un total de 205 impactos y 66
golpes (-6) para la jornada de clausura.
EL JUEGO VERDADERO
Victor Bueno, con su juego alrededor de green y
en él, se consolida como un profesional que sabe
manejarlo. El desplante y facilidad que tiene con
el putt, lo compensa con su limitación en el mo-
mento de pegar, ya sea en el tee de salida o en el
fairway. Con ese golf, golpeando la pelota baja,
logró mantenerse en la punta e ir avanzando cada
vez más, hasta ganar el torneo. Un profesional que
estuvo ausente del golf nacional varios años pero
cuyo talento sigue en pie. Gracias a esto, el pen-
quista estampó su nombre en la Copa del Abierto
que da el golpe inicial a los torneos de verano.
Además de ganar, Bueno se dio el lujo de hacer
durante la tercera jornada un hoyo en uno en la
bandera del hoyo 2.
Por otro lado, pese al excelente golf que mostró
Encina, con uno de los swings más lindos del país,
no pudo obtener el título, pero quedó entre los
favoritos.
La apuesta de Cachagua es la de siempre, premia al
jugador inteligente. Los pegadores normales que-
dan “out o bounds” en este campo, por lo que tiene
que controlarse ya que se encuentran tentados a
correr riegos, que finalmente castigan… y mucho.
Por eso, Cachagua es un negocio muy riesgoso que
recomienda principalmente ser amigable con cada
hoyo. Una suerte de esperanza y mucho dolor para
quien busque un juego extremo.
 Torneo
EL DUEÑO
DE LOS ELOGIOS
Abierto de Valle Escondido
F OTO G R A f Í a S d e / r o d r i g o s o t o
COMO ES TRADICIÓN, LOS EXTRANJEROS se hicieron presentes en
este torneo. El club cada año invita a profesionales para dar un mayor realce a la
competencia y además propicia la oportunidad de poder ver buen golf. Competi-
dores provenientes de Colombia, Perú, Estados Unidos y Costa Rica decoraron
las instalaciones de Valle Escondido con la bandera de sus respectivos países. Para
muchos, la primera jornada estuvo fácil y se reflejó en la cantidad de resultados
con números rojos. Los greens blandos y la escasez de viento ayudó a obtener este
score. Francisco Cerda se apoderaba del primer lugar de la tabla con 62 impactos
(-8). Lo escoltaban Gonzalo Orfila y Luis Figueroa con 64 golpes (-6). Pero lo mejor
estaba por venir.
Mark Tullo escalaría en la segunda jornada y saldría al ataque con su drive para que-
darse con el título, aprovechando la cancha corta para poder realizar approach y
dejar la pelota muy cerca de la bandera. De ida el Escocés completaba birdies en
los hoyos 1, 2, 4, 5, 6 y 9, y para darle color a la vuelta sumó 2 más en el 10 y 11. No le
bastó y culminó con un águila en el hoyo 12, cerrando la jornada con -10.
8 Marzo 2 0 08
Con este resultado estaba en el primer lugar con 127 palos (-13), al igual que el profe-
sional del club, Vicente Rojas. Sus adversarios eran Francisco Cerda con 128 golpes
(-12) y Hugo León Jr. con 130 (-10).
Comenzaba la tercera vuelta y el grupo final lo constituían los profesionales Vicente
Rojas, Francisco Cerda y Mark Tullo. Un par de golpes de diferencia tenían los ju-
gadores y cualquiera se podría llevar esta versión del abierto. Recorrían los 9 hoyos
de la cancha mientras el viento comenzaba a soplar con más fuerza. Los jugadores
cortaban pasto con la mano y lo lanzaban al aire para ver la intensidad y buscaban
el fierro adecuado para llegar al green. Las banderas en posiciones complicadas di-
ficultaban el campo y algunos anotaban más golpes en su tarjeta. Pero para los que
están acostumbrados a jugar en canchas internacionales más complicadas, esto no
fue un problema.
Mark Tullo en el hoyo 9 acumulaba -18, mientras que Rojas -14 y Cerda -12. Una
salida más adelante el profesional Hugo León Jr. marcaba birdie y el aficionado San-
tiago Russi le ganaba sin problemas a la cancha.
Ya en el 16 Tullo tenía el juego en sus manos, estaba confiado y buscaba bajar la
exigencia del campo. El score de -18 lo mantuvo hasta la bandera final y cerró su
participación con 192 golpes, adjudicándose el segundo título consecutivo de esta
temporada.
Se fue a Argentina con las dos victorias, buscando la esperanza de lograr un buen re-
sultado. Primero el Abierto del Litoral y posteriormente El Abierto de la República.
Ambas fechas válidas para el Challenge Tour.
Mientras tanto Hugo León Jr. logró el segundo puesto, adelantándose sobre sus más
cercanos, con un total de 197 impactos (-13). El profesional jugó por primera vez un
torneo bajo esta categoría en nuestro país y pudo demostrar que su paso por el Ga-
teway Tour no fue en vano. Además, participó en la primera etapa del Q-School del
PGA, donde finalmente no logró la clasificación. Pero está recién empezando su ca-
rrera y ha obtenido resultados en poco tiempo. Tiene talento para llegar muy lejos.
En varones, Santiago Russi logró lo que ningún aficionado ha hecho estos últimos
años. Destronó del primer puesto en un abierto al mejor amateur nacional, Juan
Carlos Cortés. Russi, que lleva un par de meses en nuestro país después de haber
estudiado en Estados Unidos, llega para complicarle el paso a muchos. Su juego
ordenado, su maestría en los tiros cortos y su putt preciso, dan como resultado un
complemento perfecto en este competidor que busca con ganas adjudicarse los
abiertos de Chile, logrando una competencia de golpe a golpe con los mejores ama-
teurs de nuestro país. La excelente tercera vuelta de 66 impactos (-4) fue clave para
que consiguiera el título. La suerte no estuvo del lado de Cortés quien lideraba con
136 golpes (-4), mientras que Russi lo escoltaba con 138 impactos (-2). Pero los 69
palos de la última jornada no fueron suficientes para Cortés, que con un golpe de
diferencia se quedó con el segundo puesto.
Es interesante que lleguen aficionados que puedan hacerle la pelea a los mejores,
aunque sabidos es que para ellos en su mente hay sólo una meta: quedarse con el
abierto y ganarle a los profesionales en competencia.
 Canchas

GOLF DIFERENTE...

EL GOLF
DE SIEMPRE
Abierto de Magallanes

10 Mar zo 20 08
 Canchas

Foto de apertura: a la derecha, el acogedor Club House; al centro, la

Casona del Club Naval del Campo “Río de los Ciervos”; al fondo, el
estrecho de Magallanes y la isla de Tierra del Fuego. Un paisaje único.
Foto detalle: vista del green del hoyo 11, el más lindo y difícil del trazado.

F OTO G R A f Í a S d e / rodrigo soto

 Torneo
Abierto de Magallanes
El aterrizaje nocturno fue talvez la mejor manera de
acercarse a Punta Arenas. Mientras el vuelo LA 291
de Lan buscaba el mejor ángulo para tocar tierra se
podía ver la serie de luces que la ciudad desparrama en
medio de una oscuridad total que no permitía descu-
brir que ahí nomás el estrecho de Magallanes domina
toda la zona.
El motivo del viaje, la celebración de los 90 años del
Magallanes Golf Club, cuya directiva tuvo la gentile-
za de hacer partícipe a GolfDigest en esta fecha tan
importante. Se trata de una institución pionera en el
desarrollo del golf en Chile que ha mantenido inalte-
rable su nombre a lo largo de su historia, hecho que
enorgullece a sus socios y los motiva a sostener el pres-
tigio que los caracteriza. Antecedentes bien conoci-
dos en los distintos clubes del país; a quienes les co-
mentábamos de nuestro viaje al sur nos advertían de la
amabilidad y el cariño con que reciben a las visitas.
Muy cómodos en el recién inaugurado Hotel Diego
de Almagro de Punta Arenas, de instalaciones ele-
gantes y excelente atención, desde su magnífica vista
del estrecho pudimos deleitarnos con el temprano
amanecer: a las 5:00 ya había aclarado y el sol arrasaba
con las cortinas. Luego de un completo desayuno en el
comedor del hotel, recorrimos los 5,5 km de costane-
ra que nos separaban del Club Naval de Campo “Río
de los Ciervos”. Con el estrecho a nuestra izquierda,
tranquilo y manso bañando los puertos y las costas;
con la ciudad levantándose acogedora a nuestra de-
recha. Mañana de viernes, horario escolar, día laboral.
Sin embargo, no había excusas para varias familias que
paseaban por las playas admirando aquel paisaje úni-
12 Mar zo 20 08
1 2
co. Aquel recorrido sirvió también para encontrarnos
con otro elemento característico y dominante en la
zona: el viento. Con fuertes ráfagas que pueden ha-
cer caer a algún despistado, el viento sopla fuerte de
forma permanente, aunque los locales digan que “es
normal”.
El sol, el estrecho, el viento. Es imposible obviar algu-
no de los factores que marcan la forma de ser de los
puntarenenses, que más bien gustan de ser conocidos
como magallánicos, su “primera nacionalidad” como
se encargan de explicar. Es su particular amabilidad,
su conexión total con el entorno en el que viven y el
entusiasta modo de ganarle al clima, lo que permite
reconocerlos y entender la alegría con la que enfren-
tan cada día.
Fundando el 8 de octubre de 1917 por iniciativa de
Edgard T. Price y Francis D. Paton, el Magallanes Golf
Club consolidó el deporte que los inmigrantes britá-
nicos habían traído consigo a fines del siglo XIX. Ya se
jugaba desde 1905 en una cancha de seis hoyos situada
detrás del Cerro de la Cruz y conocida como “Cancha
de la Policía”. Pero al año siguiente de su creación, el
Club construyó su cancha y un club house a orillas del
estrecho de Magallanes. Ernesto Fernández de Cabo,
historiador magallánico y gran jugador del Club, se
encargó de recopilar cada uno de los pasos que el golf
ha dado en la región. Junto con el Club coordinó la in-
formación histórica de una muy linda revista publica-
da con motivo de este aniversario. Fernández de Cabo
nos contó sus grandes esfuerzos por recabar archivos
históricos de prensa en los que fue encontrando foto-
grafías, relatos y crónicas que le permitieron armar la
historia del golf de Magallanes. Uno de esos detalles
tiene que ver con las aguas del estrecho, a donde caye-
ron muchas pelotas que iban dirigidas al hoyo 1 que,
por otra parte, debió cambiarse de lugar cada vez que
era socavado por las mismas aguas. La vida deportiva
y social del club continuó en este ambiente hasta me-
diados de los cincuenta, exclusivamente animada por
familias británicas. Fue entonces cuando se permitió
el ingreso de familias magallánicas no británicas.
El siguiente gran cambio del club se produjo en 1973,
cuando se decidió vender el terreno donde tenía la
cancha para pasar a ser parte del Club de Campo de la
Armada de Chile, manteniendo su personalidad jurí-
dica, su larga historia y su tradicional club house. Allí
se construyó, hoyo por hoyo, la actual cancha que, 90
años después, acoge este Abierto de aniversario, una
verdadera fiesta de golf.
GOLPES CALCULADOS
Dicho está, el viento es el actor protagónico en Punta
Arenas. Imagínese cómo actúa en una cancha que de
por sí ya es complicada. Tanto desde el diseño como a
la vista aparece como un típico campo escocés, incluso
por el tipo de corte que se le da al pasto en los fairways
y en cada green. Justamente, a la izquierda del fairway
del 2, un búnker estilo escocés, de dos metros de pro-
fundidad, 6 de largo y paredes de madera, anuncia
que el campo será un verdadero desafío. Fue en este
hoyo donde Felipe Aguilar recuerda haber pegado la
madera 3 más corta de su carrera: el viento levantó la
pelota y la devolvió ¡-20 yardas! Y, como si estos ante-
cedentes no fueran suficientes, valga recordar que en

1997 se suspendió la primera ronda del Abierto luego
de que ráfagas de 110 km/h botaran al suelo a Guiller-
mo Encina.
La belleza del paisaje, no obstante lo anterior, es capaz
de equilibrar cualquier aprensión a los factores climá-
ticos. El estrecho de Magallanes, claro y magnífico,
dominando el entorno y cercando la isla de Tierra del
Fuego. El verde campo subiendo y bajando en cada
hoyo. Y el club house lleno de socios esperando el
momento de sus salidas. Como es habitual en todos
los clubes, allí se desarrolla gran parte de la vida social
del club. Para los que llegábamos desde Santiago, las
sabrosas sopas de los almuerzos fueron ideales para
combatir los cambios climáticos que propiciaba el
viento. Allí también descubrimos otro lindo detalle.
La salida del 8 -un par 3 con árboles en el camino y el
viento amenazando desviar la dirección- está frente a
la terraza del club house. Antes de que cada jugador
pegue, se acerca un garzón para apuntar qué querrá
cada uno en la pasada del nueve.
Fueron más de cien los inscritos en el Abierto, entre
ellos 14 profesionales -cuya fotografía se puede ver
4 en la sección Gente de golf-. Acompañamos en la
primera vuelta al vicealmirante Edmundo González
Torneo
Robles, presidente del Club Naval de Campo “Río de
los Ciervos”; Leonardo Castex Cruz, presidente del
Magallanes Golf Club; Jorge López Bain, presidente
de la Federación Chilena de Golf; y Hugo Contreras,
profesional del golf y uno de los más destacados ins-
tructores del país. Tanto Edmundo González como
Leonardo Castex fueron muy gentiles en explicarnos
los secretos de este campo.
La segunda y tercera vuelta tuvo el mismo grupo en el
liderato. El aficionado Antonio Costa, Hugo Contre-
ras, el profesional local José Jeria y el profesional Ma-
nuel Morales. Los cuatro eran seguidos de cerca en la
tabla por Pedro Faúndez, Dionisio Morinigo y Luis
Faúndez. Observar a Jeria fue clave para reconocer las
dificultades del campo, particularmente del hoyo 11:
par 4 de 398 yardas, construido en 2002, una verda-
dera obsesión para quienes lo juegan. Fuera de cancha
pegado al fairway por la derecha y la ladera de un ce-
rro por la izquierda. Matas de calafate y un riachuelo
rodeando el green. Bello y complicado, son sólo 7 los
birdies de los que se tiene registro desde su creación.
Vueltas parejas, golpes calculados para “ir de a poco”,
como recomiendan los golfistas magallánicos. Así fue
el sábado, así ocurrió el domingo.
 Sociales

Abierto Rocas 1

de
Santo Domingo
Fue un evento a la altura de su
historia. En una de las canchas
más tradicionales del país, el
masivo público pudo disfrutar
del mejor golf del país. La vuel-
ta final de los últimos grupos
fue seguida en cantidad y con
mucha atención. Inolvidable.

2 3

6 1. Tomás Domínguez /
2.Leaderboard del Club / 3. Paz
Echeverría y Alejandra Shaw /
4.Alex Rocha / 5. Tomás Aravena
y Ladislao Geyger / 6. Guillermo
y Andrés Benenati.

14 Mar zo 20 08
 Sociales

1
Abierto de
Granadilla
Los aficionados, profesionales y
asistentes concordaron al momento
de hacer el primer comentario del
Abierto: la cancha brilló. Presentado
en excelentes condiciones, el traza-
do de Viña del Mar volvió a deslum-
brar y a complicar el juego, que sólo
se definió en un desempate.

2 33 4

1. Patricio Valenzuela y Alberto Giannone / 2. Erika Durán y su hijo Antonio / 3.

Daniel Barbetti / 4. Constanza Fuenzalida y Pilar Cerda / 5. Mark Tullo y Raúl
Fretes / 6. Carlos y Domingo Russi.
 Sociales

Abierto Rocas 1

de
Santo Domingo
Fue un evento a la altura de su
historia. En una de las canchas
más tradicionales del país, el
masivo público pudo disfrutar
del mejor golf del país. La vuel-
ta final de los últimos grupos
fue seguida en cantidad y con
mucha atención. Inolvidable.

2 3

6 1. Tomás Domínguez /
2.Leaderboard del Club / 3. Paz
Echeverría y Alejandra Shaw /
4.Alex Rocha / 5. Tomás Aravena
y Ladislao Geyger / 6. Guillermo
y Andrés Benenati.

16 Mar zo 20 08
 Sociales

1
Abierto de
Granadilla
Los aficionados, profesionales y
asistentes concordaron al momento
de hacer el primer comentario del
Abierto: la cancha brilló. Presentado
en excelentes condiciones, el traza-
do de Viña del Mar volvió a deslum-
brar y a complicar el juego, que sólo
se definió en un desempate.

2 3 4
3

1. Patricio Valenzuela y Alberto Giannone / 2. Erika Durán y su hijo Antonio / 3.

Daniel Barbetti / 4. Constanza Fuenzalida y Pilar Cerda / 5. Mark Tullo y Raúl
Fretes / 6. Carlos y Domingo Russi.
 Torneo
LOS BUENOS GOLPES GANARON
LA COPA
Abierto de Cachagua
Los mejores exponentes del golf nacional
hicieron sus maletas y se subieron al auto para comen-
zar el tour en las mejores canchas de la Quinta Región.
Como es tradición, la primera parada fue en el Club
de Golf Cachagua, que cada año espera a los jugadores
con una cancha espectacular. Esta vez no fue la excep-
ción. Si hay algo que atrae en este campo son los hoyos
acompañados de los enormes eucaliptos que dificultan
el juego de muchos, pero todo se compensa con la es-
tupenda vista al mar y a la playa de Cachagua. Los atar-
deceres son imperdibles, con los jugadores caminando
por el fairway del 18, mientras el sol se acuesta sobre el
mar, haciendo de esta cancha un lugar soñado.
Arrancó el torneo con varios profesionales que logra-
ron bajar el par de cancha, pintando la pizarra de co-
lor rojo. Sólo un par de golpes se diferenciaban entre
18 Mar zo 20 08
unos y otros. La segunda jornada ocurrió lo mismo y
el liderato lo ocupaba Guillermo Encina. Caminaba
tranquilo, estudiaba el golpe, sacaba el palo adecuado
de la bolsa y en el momento del impacto su pelota se-
guía el camino correcto. Pero “El Maestro” no estaba
solo. Una salida antes un jugador que estuvo ausente
del golf un par de años, se hacía notar por la seguidilla
de birdies que anotaba. Bajó la exigencia de los hoyos
2, 7 y 8 de ida.
Víctor Bueno entró a la pelea del torneo y en cada ban-
dera que concluía la pizarra anotaba menos golpes. El
penquista embocaba, realizaba estupendos putts sin
dificultad y entraba en competencia, buscando aguar
el campeonato donde muchos apostaban a Encina
como el ganador.
Pasando el hoyo 9 Encina anotó en su tarjeta un aplau-
dido águila y sumó -12 mientras Bueno finalizaba el
hoyo 10 y escribía otro birdie, su score era de -8 y se
acercaba al Maestro.
El campeonato estuvo más tenso en los segundos nue-
ve hoyos. El público no tenía claro a qué grupo seguir,
ya que los puntajes de los dos cambiaban cada green
que pisaban. En el hoyo 11 Víctor Bueno ejecutaba
otro birdie y en el 14 repetía la jugada, quedando -10.
Mientras que Encina se caía en el hoyo 12 con un doble
bogey y en el 13 repetía el putt y ejecutaba un bogey. Se
estaban dando las posibilidades para que un sorpresi-
vo Bueno se apoderara del torneo. En el 17 todo estuvo
claro y con otro birdie bajó a -11 impactos. El Maestro
no alcanzó a su adversario. En 18 embocó su último
putt para quedarse con 69 golpes y 206 golpes en las
tres jornadas. Paralelamente Bueno se encontraba en
F OTO G R A f Í a S d e / r o d r i g o s o t o

la terraza del club revisando su tarjeta para introducir-
la en el buzón. Automáticamente se transformó en el
nuevo campeón del Abierto de Cachagua con un total
de 205 impactos y 66 golpes (-6) para la jornada de
clausura.
EL JUEGO VERDADERO
Victor Bueno, con su juego alrededor de green y en
él, se consolida como un profesional que sabe mane-
jarlo. El desplante y facilidad que tiene con el putt, lo
compensa con su limitación en el momento de pegar,
ya sea en el tee de salida o en el fairway. Con ese golf,
golpeando la pelota baja, logró mantenerse en la punta
e ir avanzando cada vez más, hasta ganar el torneo. Un
profesional que estuvo ausente del golf nacional varios
años pero cuyo talento sigue en pie. Gracias a esto, el
Torneo
1. VÍCTOR BUENO Y SU MAESTRÍA PARA GANAR EN
CACHAGUA / 2. JUAN CARLOS CORTÉS OYE LOS CON-
SEJOS DE SU CADDIE. fUE EL MEJOR AFICIONADO Y
VOLVIÓ A ESTAR CERCA DE LOS PROFESIONALES / 3.
EL MAESTRO ENCINA PEGÓ FUERTE HASTA EL FINAL.
penquista estampó su nombre en la Copa del Abierto que
da el golpe inicial a los torneos de verano.
Además de ganar, Bueno se dio el lujo de hacer duran-
te la tercera jornada un hoyo en uno en la bandera del 2
hoyo 2.
Por otro lado, pese al excelente golf que mostró Encina,
con uno de los swings más lindos del país, no pudo obte-
ner el título, pero quedó entre los favoritos.
La apuesta de Cachagua es la de siempre, premia al ju-
gador inteligente. Los pegadores normales quedan “out
o bounds” en este campo, por lo que tiene que contro-
larse ya que se encuentran tentados a correr riegos, que
finalmente castigan… y mucho. Por eso, Cachagua es un
negocio muy riesgoso que recomienda principalmente
ser amigable con cada hoyo. Una suerte de esperanza y
mucho dolor para quien busque un juego extremo.
3
 Torneo
LA BATALLA ENTRE
DOS GRANDES DEL GOLF
Abierto Rocas de Santo Domingo
Los mejores exponentes del golf na-
cional hicieron sus maletas y se subieron al auto
para comenzar el tour en las mejores canchas de
la Quinta Región. Como es tradición, la primera
parada fue en el Club de Golf Cachagua, que cada
año espera a los jugadores con una cancha espec-
tacular. Esta vez no fue la excepción. Si hay algo
que atrae en este campo son los hoyos acompa-
20 Mar zo 20 08
ñados de los enormes eucaliptos que dificultan el
juego de muchos, pero todo se compensa con la
estupenda vista al mar y a la playa de Cachagua.
Los atardeceres son imperdibles, con los jugado-
res caminando por el fairway del 18, mientras el
sol se acuesta sobre el mar, haciendo de esta can-
cha un lugar soñado.
Arrancó el torneo con varios profesionales que
lograron bajar el par de cancha, pintando la pi-
zarra de color rojo. Sólo un par de golpes se dife-
renciaban entre unos y otros. La segunda jornada
ocurrió lo mismo y el liderato lo ocupaba Gui-
llermo Encina. Caminaba tranquilo, estudiaba el
golpe, sacaba el palo adecuado de la bolsa y en el
momento del impacto su pelota seguía el camino
correcto. Pero “El Maestro” no estaba solo. Una
 Torneo

Encina y Alvarado frente a frente. Ambos

animaron una vuelta final llena de emociones
en el trazado de Rocas de Santo Domingo.

salida antes un jugador que estuvo ausente del
golf un par de años, se hacía notar por la seguidilla
de birdies que anotaba. Bajó la exigencia de los
hoyos 2, 7 y 8 de ida.
Víctor Bueno entró a la pelea del torneo y en cada
bandera que concluía la pizarra anotaba menos
golpes. El penquista embocaba, realizaba estu-
pendos putts sin dificultad y entraba en compe-
tencia, buscando aguar el campeonato donde mu-
chos apostaban a Encina como el ganador.
Pasando el hoyo 9 Encina anotó en su tarjeta un
aplaudido águila y sumó -12 mientras Bueno fina-
lizaba el hoyo 10 y escribía otro birdie, su score
era de -8 y se acercaba al Maestro.
El campeonato estuvo más tenso en los segundos
nueve hoyos. El público no tenía claro a qué grupo
seguir, ya que los puntajes de los dos cambiaban
cada green que pisaban. En el hoyo 11 Víctor Bue-
no ejecutaba otro birdie y en el 14 repetía la juga-
da, quedando -10. Mientras que Encina se caía en
el hoyo 12 con un doble bogey y en el 13 repetía el
putt y ejecutaba un bogey. Se estaban dando las
posibilidades para que un sorpresivo Bueno se
apoderara del torneo. En el 17 todo estuvo claro y
con otro birdie bajó a -11 impactos. El Maestro no
alcanzó a su adversario. En 18 embocó su último
putt para quedarse con 69 golpes y 206 golpes en
las tres jornadas. Paralelamente Bueno se encon-
traba en la terraza del club revisando su tarjeta
para introducirla en el buzón. Automáticamente
se transformó en el nuevo campeón del Abierto
de Cachagua con un total de 205 impactos y 66
golpes (-6) para la jornada de clausura.
EL JUEGO VERDADERO
Victor Bueno, con su juego alrededor de green y
en él, se consolida como un profesional que sabe
manejarlo. El desplante y facilidad que tiene con
el putt, lo compensa con su limitación en el mo-
mento de pegar, ya sea en el tee de salida o en el
fairway. Con ese golf, golpeando la pelota baja,
logró mantenerse en la punta e ir avanzando cada
vez más, hasta ganar el torneo. Un profesional que
estuvo ausente del golf nacional varios años pero
cuyo talento sigue en pie. Gracias a esto, el pen-
quista estampó su nombre en la Copa del Abierto
que da el golpe inicial a los torneos de verano.
Además de ganar, Bueno se dio el lujo de hacer
durante la tercera jornada un hoyo en uno en la
bandera del hoyo 2.
Por otro lado, pese al excelente golf que mostró
Encina, con uno de los swings más lindos del país,
no pudo obtener el título, pero quedó entre los
favoritos.
La apuesta de Cachagua es la de siempre, premia al
jugador inteligente. Los pegadores normales que-
dan “out o bounds” en este campo, por lo que tiene
que controlarse ya que se encuentran tentados a
correr riegos, que finalmente castigan… y mucho.
Por eso, Cachagua es un negocio muy riesgoso que
recomienda principalmente ser amigable con cada
hoyo. Una suerte de esperanza y mucho dolor para
quien busque un juego extremo.
 Torneo
EL DUEÑO
DE LOS ELOGIOS
Abierto de Valle Escondido
F OTO G R A f Í a S d e / r o d r i g o s o t o
COMO ES TRADICIÓN, LOS EXTRANJEROS se hicieron presentes en
este torneo. El club cada año invita a profesionales para dar un mayor realce a la
competencia y además propicia la oportunidad de poder ver buen golf. Competi-
dores provenientes de Colombia, Perú, Estados Unidos y Costa Rica decoraron
las instalaciones de Valle Escondido con la bandera de sus respectivos países. Para
muchos, la primera jornada estuvo fácil y se reflejó en la cantidad de resultados
con números rojos. Los greens blandos y la escasez de viento ayudó a obtener este
score. Francisco Cerda se apoderaba del primer lugar de la tabla con 62 impactos
(-8). Lo escoltaban Gonzalo Orfila y Luis Figueroa con 64 golpes (-6). Pero lo mejor
22 Mar zo 20 08
estaba por venir.
Mark Tullo escalaría en la segunda jornada y saldría al ataque con su drive para que-
darse con el título, aprovechando la cancha corta para poder realizar approach y
dejar la pelota muy cerca de la bandera. De ida el Escocés completaba birdies en
los hoyos 1, 2, 4, 5, 6 y 9, y para darle color a la vuelta sumó 2 más en el 10 y 11. No le
bastó y culminó con un águila en el hoyo 12, cerrando la jornada con -10.
Con este resultado estaba en el primer lugar con 127 palos (-13), al igual que el profe-
sional del club, Vicente Rojas. Sus adversarios eran Francisco Cerda con 128 golpes
(-12) y Hugo León Jr. con 130 (-10).
Comenzaba la tercera vuelta y el grupo final lo constituían los profesionales Vicente
Rojas, Francisco Cerda y Mark Tullo. Un par de golpes de diferencia tenían los ju-
gadores y cualquiera se podría llevar esta versión del abierto. Recorrían los 9 hoyos
de la cancha mientras el viento comenzaba a soplar con más fuerza. Los jugadores
cortaban pasto con la mano y lo lanzaban al aire para ver la intensidad y buscaban
el fierro adecuado para llegar al green. Las banderas en posiciones complicadas di-
ficultaban el campo y algunos anotaban más golpes en su tarjeta. Pero para los que
están acostumbrados a jugar en canchas internacionales más complicadas, esto no
fue un problema.
Mark Tullo en el hoyo 9 acumulaba -18, mientras que Rojas -14 y Cerda -12. Una
salida más adelante el profesional Hugo León Jr. marcaba birdie y el aficionado San-
tiago Russi le ganaba sin problemas a la cancha.
Ya en el 16 Tullo tenía el juego en sus manos, estaba confiado y buscaba bajar la
exigencia del campo. El score de -18 lo mantuvo hasta la bandera final y cerró su
participación con 192 golpes, adjudicándose el segundo título consecutivo de esta
temporada.
Se fue a Argentina con las dos victorias, buscando la esperanza de lograr un buen re-
sultado. Primero el Abierto del Litoral y posteriormente El Abierto de la República.
Ambas fechas válidas para el Challenge Tour.
Mientras tanto Hugo León Jr. logró el segundo puesto,
adelantándose sobre sus más cercanos, con un total de 197
impactos (-13). El profesional jugó por primera vez un tor-
neo bajo esta categoría en nuestro país y pudo demostrar
que su paso por el Gateway Tour no fue en vano. Además,
participó en la primera etapa del Q-School del PGA, don-
de finalmente no logró la clasificación. Pero está recién
empezando su carrera y ha obtenido resultados en poco
tiempo. Tiene talento para llegar muy lejos.
En varones, Santiago Russi logró lo que ningún aficionado
ha hecho estos últimos años. Destronó del primer pues-
to en un abierto al mejor amateur nacional, Juan Carlos
Cortés. Russi, que lleva un par de meses en nuestro país
después de haber estudiado en Estados Unidos, llega
 Canchas

GOLF DIFERENTE...

EL GOLF
DE SIEMPRE
Abierto de Magallanes

24 Mar zo 20 08
 Canchas

Foto de apertura: a la derecha, el acogedor Club House; al centro, la

Casona del Club Naval del Campo “Río de los Ciervos”; al fondo, el
estrecho de Magallanes y la isla de Tierra del Fuego. Un paisaje único.
Foto detalle: vista del green del hoyo 11, el más lindo y difícil del trazado.

F OTO G R A f Í a S d e / rodrigo soto

 Torneo
Abierto de Magallanes
El aterrizaje nocturno fue talvez la mejor manera de
acercarse a Punta Arenas. Mientras el vuelo LA 291
de Lan buscaba el mejor ángulo para tocar tierra se
podía ver la serie de luces que la ciudad desparrama en
medio de una oscuridad total que no permitía descu-
brir que ahí nomás el estrecho de Magallanes domina
toda la zona.
El motivo del viaje, la celebración de los 90 años del
Magallanes Golf Club, cuya directiva tuvo la gentile-
za de hacer partícipe a GolfDigest en esta fecha tan
importante. Se trata de una institución pionera en el
desarrollo del golf en Chile que ha mantenido inalte-
rable su nombre a lo largo de su historia, hecho que
enorgullece a sus socios y los motiva a sostener el pres-
tigio que los caracteriza. Antecedentes bien conoci-
dos en los distintos clubes del país; a quienes les co-
mentábamos de nuestro viaje al sur nos advertían de la
amabilidad y el cariño con que reciben a las visitas.
Muy cómodos en el recién inaugurado Hotel Diego
de Almagro de Punta Arenas, de instalaciones ele-
gantes y excelente atención, desde su magnífica vista
del estrecho pudimos deleitarnos con el temprano
amanecer: a las 5:00 ya había aclarado y el sol arrasaba
con las cortinas. Luego de un completo desayuno en el
comedor del hotel, recorrimos los 5,5 km de costane-
ra que nos separaban del Club Naval de Campo “Río
de los Ciervos”. Con el estrecho a nuestra izquierda,
tranquilo y manso bañando los puertos y las costas;
con la ciudad levantándose acogedora a nuestra de-
recha. Mañana de viernes, horario escolar, día laboral.
Sin embargo, no había excusas para varias familias que
paseaban por las playas admirando aquel paisaje úni-
26 Mar zo 20 08
1 2
co. Aquel recorrido sirvió también para encontrarnos
con otro elemento característico y dominante en la
zona: el viento. Con fuertes ráfagas que pueden ha-
cer caer a algún despistado, el viento sopla fuerte de
forma permanente, aunque los locales digan que “es
normal”.
El sol, el estrecho, el viento. Es imposible obviar algu-
no de los factores que marcan la forma de ser de los
puntarenenses, que más bien gustan de ser conocidos
como magallánicos, su “primera nacionalidad” como
se encargan de explicar. Es su particular amabilidad,
su conexión total con el entorno en el que viven y el
entusiasta modo de ganarle al clima, lo que permite
reconocerlos y entender la alegría con la que enfren-
tan cada día.
Fundando el 8 de octubre de 1917 por iniciativa de
Edgard T. Price y Francis D. Paton, el Magallanes Golf
Club consolidó el deporte que los inmigrantes britá-
nicos habían traído consigo a fines del siglo XIX. Ya se
jugaba desde 1905 en una cancha de seis hoyos situada
detrás del Cerro de la Cruz y conocida como “Cancha
de la Policía”. Pero al año siguiente de su creación, el
Club construyó su cancha y un club house a orillas del
estrecho de Magallanes. Ernesto Fernández de Cabo,
historiador magallánico y gran jugador del Club, se
encargó de recopilar cada uno de los pasos que el golf
ha dado en la región. Junto con el Club coordinó la in-
formación histórica de una muy linda revista publica-
da con motivo de este aniversario. Fernández de Cabo
nos contó sus grandes esfuerzos por recabar archivos
históricos de prensa en los que fue encontrando foto-
grafías, relatos y crónicas que le permitieron armar la
historia del golf de Magallanes. Uno de esos detalles
tiene que ver con las aguas del estrecho, a donde caye-
ron muchas pelotas que iban dirigidas al hoyo 1 que,
por otra parte, debió cambiarse de lugar cada vez que
era socavado por las mismas aguas. La vida deportiva
y social del club continuó en este ambiente hasta me-
diados de los cincuenta, exclusivamente animada por
familias británicas. Fue entonces cuando se permitió
el ingreso de familias magallánicas no británicas.
El siguiente gran cambio del club se produjo en 1973,
cuando se decidió vender el terreno donde tenía la
cancha para pasar a ser parte del Club de Campo de la
Armada de Chile, manteniendo su personalidad jurí-
dica, su larga historia y su tradicional club house. Allí
se construyó, hoyo por hoyo, la actual cancha que, 90
años después, acoge este Abierto de aniversario, una
verdadera fiesta de golf.
GOLPES CALCULADOS
Dicho está, el viento es el actor protagónico en Punta
Arenas. Imagínese cómo actúa en una cancha que de
por sí ya es complicada. Tanto desde el diseño como a
la vista aparece como un típico campo escocés, incluso
por el tipo de corte que se le da al pasto en los fairways
y en cada green. Justamente, a la izquierda del fairway
del 2, un búnker estilo escocés, de dos metros de pro-
fundidad, 6 de largo y paredes de madera, anuncia
que el campo será un verdadero desafío. Fue en este
hoyo donde Felipe Aguilar recuerda haber pegado la
madera 3 más corta de su carrera: el viento levantó la
pelota y la devolvió ¡-20 yardas! Y, como si estos ante-
cedentes no fueran suficientes, valga recordar que en

1997 se suspendió la primera ronda del Abierto luego
de que ráfagas de 110 km/h botaran al suelo a Guiller-
mo Encina.
La belleza del paisaje, no obstante lo anterior, es capaz
de equilibrar cualquier aprensión a los factores climá-
ticos. El estrecho de Magallanes, claro y magnífico,
dominando el entorno y cercando la isla de Tierra del
Fuego. El verde campo subiendo y bajando en cada
hoyo. Y el club house lleno de socios esperando el
momento de sus salidas. Como es habitual en todos
los clubes, allí se desarrolla gran parte de la vida social
del club. Para los que llegábamos desde Santiago, las
sabrosas sopas de los almuerzos fueron ideales para
combatir los cambios climáticos que propiciaba el
viento. Allí también descubrimos otro lindo detalle.
La salida del 8 -un par 3 con árboles en el camino y el
viento amenazando desviar la dirección- está frente a
la terraza del club house. Antes de que cada jugador
pegue, se acerca un garzón para apuntar qué querrá
cada uno en la pasada del nueve.
Fueron más de cien los inscritos en el Abierto, entre
ellos 14 profesionales -cuya fotografía se puede ver
4 en la sección Gente de golf-. Acompañamos en la
primera vuelta al vicealmirante Edmundo González
Torneo
Robles, presidente del Club Naval de Campo “Río de
los Ciervos”; Leonardo Castex Cruz, presidente del
Magallanes Golf Club; Jorge López Bain, presidente
de la Federación Chilena de Golf; y Hugo Contreras,
profesional del golf y uno de los más destacados ins-
tructores del país. Tanto Edmundo González como
Leonardo Castex fueron muy gentiles en explicarnos
los secretos de este campo.
La segunda y tercera vuelta tuvo el mismo grupo en el
liderato. El aficionado Antonio Costa, Hugo Contre-
ras, el profesional local José Jeria y el profesional Ma-
nuel Morales. Los cuatro eran seguidos de cerca en la
tabla por Pedro Faúndez, Dionisio Morinigo y Luis
Faúndez. Observar a Jeria fue clave para reconocer las
dificultades del campo, particularmente del hoyo 11:
par 4 de 398 yardas, construido en 2002, una verda-
dera obsesión para quienes lo juegan. Fuera de cancha
pegado al fairway por la derecha y la ladera de un ce-
rro por la izquierda. Matas de calafate y un riachuelo
rodeando el green. Bello y complicado, son sólo 7 los
birdies de los que se tiene registro desde su creación.
Vueltas parejas, golpes calculados para “ir de a poco”,
como recomiendan los golfistas magallánicos. Así fue
el sábado, así ocurrió el domingo.
 Sociales

Abierto Rocas 1

de
Santo Domingo
Fue un evento a la altura de su
historia. En una de las canchas
más tradicionales del país, el
masivo público pudo disfrutar
del mejor golf del país. La vuel-
ta final de los últimos grupos
fue seguida en cantidad y con
mucha atención. Inolvidable.

2 3

6 1. Tomás Domínguez /
2.Leaderboard del Club / 3. Paz
Echeverría y Alejandra Shaw /
4.Alex Rocha / 5. Tomás Aravena
y Ladislao Geyger / 6. Guillermo
y Andrés Benenati.

28 Mar zo 20 08
 Sociales

1
Abierto de
Granadilla
Los aficionados, profesionales y
asistentes concordaron al momento
de hacer el primer comentario del
Abierto: la cancha brilló. Presentado
en excelentes condiciones, el traza-
do de Viña del Mar volvió a deslum-
brar y a complicar el juego, que sólo
se definió en un desempate.

2 33 4

1. Patricio Valenzuela y Alberto Giannone / 2. Erika Durán y su hijo Antonio / 3.

Daniel Barbetti / 4. Constanza Fuenzalida y Pilar Cerda / 5. Mark Tullo y Raúl
Fretes / 6. Carlos y Domingo Russi.
 Sociales

Abierto Rocas 1

de
Santo Domingo
Fue un evento a la altura de su
historia. En una de las canchas
más tradicionales del país, el
masivo público pudo disfrutar
del mejor golf del país. La vuel-
ta final de los últimos grupos
fue seguida en cantidad y con
mucha atención. Inolvidable.

2 3

6 1. Tomás Domínguez /
2.Leaderboard del Club / 3. Paz
Echeverría y Alejandra Shaw /
4.Alex Rocha / 5. Tomás Aravena
y Ladislao Geyger / 6. Guillermo
y Andrés Benenati.

30 Mar zo 20 08
 Sociales

1
Abierto de
Granadilla
Los aficionados, profesionales y
asistentes concordaron al momento
de hacer el primer comentario del
Abierto: la cancha brilló. Presentado
en excelentes condiciones, el traza-
do de Viña del Mar volvió a deslum-
brar y a complicar el juego, que sólo
se definió en un desempate.

2 3 4
3

1. Patricio Valenzuela y Alberto Giannone / 2. Erika Durán y su hijo Antonio / 3.

Daniel Barbetti / 4. Constanza Fuenzalida y Pilar Cerda / 5. Mark Tullo y Raúl
Fretes / 6. Carlos y Domingo Russi.
 Torneo
LOS BUENOS GOLPES GANARON
LA COPA
Abierto de Cachagua
Los mejores exponentes del golf nacional
hicieron sus maletas y se subieron al auto para comen-
zar el tour en las mejores canchas de la Quinta Región.
Como es tradición, la primera parada fue en el Club
de Golf Cachagua, que cada año espera a los jugadores
con una cancha espectacular. Esta vez no fue la excep-
ción. Si hay algo que atrae en este campo son los hoyos
acompañados de los enormes eucaliptos que dificultan
el juego de muchos, pero todo se compensa con la es-
tupenda vista al mar y a la playa de Cachagua. Los atar-
deceres son imperdibles, con los jugadores caminando
por el fairway del 18, mientras el sol se acuesta sobre el
mar, haciendo de esta cancha un lugar soñado.
Arrancó el torneo con varios profesionales que logra-
ron bajar el par de cancha, pintando la pizarra de co-
lor rojo. Sólo un par de golpes se diferenciaban entre
unos y otros. La segunda jornada ocurrió lo mismo y
32 Mar zo 20 08
el liderato lo ocupaba Guillermo Encina. Caminaba
tranquilo, estudiaba el golpe, sacaba el palo adecuado
de la bolsa y en el momento del impacto su pelota se-
guía el camino correcto. Pero “El Maestro” no estaba
solo. Una salida antes un jugador que estuvo ausente
del golf un par de años, se hacía notar por la seguidilla
de birdies que anotaba. Bajó la exigencia de los hoyos
2, 7 y 8 de ida.
Víctor Bueno entró a la pelea del torneo y en cada ban-
dera que concluía la pizarra anotaba menos golpes. El
penquista embocaba, realizaba estupendos putts sin
dificultad y entraba en competencia, buscando aguar
el campeonato donde muchos apostaban a Encina
como el ganador.
Pasando el hoyo 9 Encina anotó en su tarjeta un aplau-
dido águila y sumó -12 mientras Bueno finalizaba el
hoyo 10 y escribía otro birdie, su score era de -8 y se
acercaba al Maestro.
El campeonato estuvo más tenso en los segundos nue-
ve hoyos. El público no tenía claro a qué grupo seguir,
ya que los puntajes de los dos cambiaban cada green
que pisaban. En el hoyo 11 Víctor Bueno ejecutaba
otro birdie y en el 14 repetía la jugada, quedando -10.
Mientras que Encina se caía en el hoyo 12 con un doble
bogey y en el 13 repetía el putt y ejecutaba un bogey. Se
estaban dando las posibilidades para que un sorpresi-
vo Bueno se apoderara del torneo. En el 17 todo estuvo
claro y con otro birdie bajó a -11 impactos. El Maestro
no alcanzó a su adversario. En 18 embocó su último
putt para quedarse con 69 golpes y 206 golpes en las
tres jornadas. Paralelamente Bueno se encontraba en
la terraza del club revisando su tarjeta para introducir-
la en el buzón. Automáticamente se transformó en el
nuevo campeón del Abierto de Cachagua con un total