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Entre imperios y nacionalismos. Geopolitica de los hidrocarburos amazénicos Efrain Leén Hernéndez* Resumen Este documento contiene un examen del complejo geopolitico que se despliega durante la apropiacién material —técnica y productiva— que el capital hace de los hidrocarburos ama- z6nicos, De manera especifica, atiende los planes de proyecci6n territorial de cada pafs ama- 26nico y la planeacién territorial conjunta que se configura para toda la regién. Proyecciones nacionales y regionales que se encuentran en estrecha correspondencia al grado de subor- dinacién de cada pafs amazé6nico respecto a la politica energética de Estados Unidos, a su nivel de independencia tecnolégica y a la politica econémica que despliegan. Este trabajo pone especial atencién a las tensiones y contradicciones que surgen entre las propuestas loca- les de acumulacién de riqueza. Palabras clave: Geopolitica petrolera, Amazonia, Estados Unidos, Brasil, Comunidad Andina de Naciones. Abstract This paper does an analysis of the geopolitical forces involved during the capitalist material appropriation —productive and in practice— in the Amazon oil resources. It focuses speci- fically on every country’s territorial design and the region's collectivity. U.S. energy policies determine national and regional projects, and also subordinate the economic and techno- logical developments in the Amazon region. This work highlights some contradictions aro from local capital accumulation of capital. Keywords: Oil geopolitic, Amazon, United States of America, Brazil, Andean Community. Resumo Este documento contém um exame do complexo geopolitico que se desdobra durante a apro- priagéo material —técnica e produtiva— que o capital realiza através dos hidrocarbonetos amazénicos. De maneira especifica, procurando atender aos planos de projegio territorial de cada pafs amazénico e o planejamento territorial conjunto que se configura em toda a regido. Projec6es nacionais e regionais que se encontram em estreita correspondéncia com o grau de subordinagéo de cada pais amaz6nico no que diz respeito & politica energética dos Estados Unidos, a seu grau de independéncia tecnolégica e a politica econdmica que se desdobra. Es- te trabalho enfoca especialmente as tensdes e contradigées que surgem entre as propostas lo- cais de acumulacéo de riqueza. Palavras chave: Geopolitica petroleira, Amazénia, Estados Unidos, Brasil, Comunidade Andina das Nagées. * Ge6grafo mexicano. Maestro y doctor en Estudios Latinoamericanos por la UNAM. Becario del PROFIP. Correo electrénico: Estudios Latinoamericanos, nueva época, nim. 25, enero-junio, 2010 94 EFRAIN LEON HERNANDEZ stados Unidos se consolidé como potencia hegeménica mundial conforme asegur6 el sustento material del hemisferio occidental. Las garantias que le otorgé su traspatio americano —abasto de riquezas materiales y mano de obra barata, asi como emplazamiento privilegiado para el control geopolitico de la produccién y el comercio mundial— colocaron a este pafs en una posicién favo- rable frente al resto de las potencias hegeménicas. De manera particular, la segu- ridad que a Estados Unidos le brindaron los hidrocarburos americanos le permitié extender por todo el mundo su propuesta petrolera de acumulacién de riqueza, muy especialmente y de manera hegeménica, a partir de la segunda mitad del siglo Xx. En este siglo, ya consolidada la civilizacién petrolera mundial, y en un con- texto de escasez energética también de magnitudes globales, la dependencia imperial de la energia americana es atin més profunda. El control histérico de los hidrocarburos que mantiene Estados Unidos se extiende cada vez mas en la region, ademés de dirigirse a otras fuentes de energia que alargan la vida de la matriz tecnolégica petrolera, como los combustibles agroindustriales y la hidro- electricidad. Sin embargo, la estrategia imperial se enfrenta a una América Latina fortalecida por el resurgimiento de nacionalismos y propuestas locales de acu- mulaci6n de riqueza. La mayoria de ellas, basadas en el uso auténomo de sus recursos energéticos, que pese a mostrar tensiones y contradicciones entre si y a mantener grados diferenciados de subordinacién a la estrategia estadouni- dense tienen también fortalezas nacionales y regionales propias, de acuerdo al grado de autonomia tecnolégica, a lo diversificado de sus fuentes energéticas, a su apuesta de politica econémica y, en general, a la manera de incorporarse a la dindmica del mercado petrolero mundial. Este trabajo presenta el examen puntual del complejo geopolitico que se despliega durante la apropiacién material que el capital hace de los hidrocar- buros de la Amazonia.! De manera especifica, atendiendo las estrategias esbo- zadas en los planes de gestién territorial de Brasil y de cada uno de los paises que conforman la Comunidad Andina de Naciones (CAN), las cuales, sin estar libres de tensiones y contradicciones, se encuentran en estrecha corresponden- cia con la planeacién territorial que se proyecta para la regién conjunta. Ade- més de valorar la vigencia de los hidrocarburos amazénicos para cada una de las propuestas nacionales involucradas en su apropiacién, este andlisis con- tribuye a la mejor estimacién de su potencial como sustento futuro para cada 2 Para este trabajo la Amazonia es la regin internacional conformada por las demarcaciones territorial-administrativas que a ese nombre gestiona cada uno de los Estados amaz6nicos contem- plados en este estudio Brasil, Venezuela, Colombia, Ecuador, Peri y Bolivia. Estas no deben con- fundirse con las provincias que llevan el nombre de Amazonas —estado o provincia de Amazonas— y que respectivamente hacen parte de la Amazonia de cada uno de estos pafses. Por lo anterior, esta delimitacién tampoco coincide con la de la cuenca ni con la de la selva amaz6nica. ENTRE IMPERIOS Y NACIONALISMOS, 95 una de ellas, para la regién en su conjunto y para el proyecto hegeménico es- tadounidense. Los hidrocarburos en el mercado mundial La importancia que los hidrocarburos tienen como fuerza motriz y como fuente de energia luminica, calérica y eléctrica que dinamiza el mercado mundial es abrumadora. Seguin el BP Statistical Review of World Energy 2009, en 2008 se produjo y consumié energia primaria equivalente a 11,294.9 millones de toneladas de petréleo, es decir, 82,791.6 millones de bartiles, de los cuales 58.9 por ciento fue de hidrocarburos —34.8 por ciento y 24.1 por ciento de petré- leo y gas, respectivamente. Mientras que 29.3 por ciento se obtuvo de carbén mineral, 6.4 por ciento de hidroelectricidad y 5.5 por ciento de energia nuclear (BP Statistical Review of World Energy, 2009). Pero el papel esencial de los hidrocarburos en nuestra civilizacién va més allé de su presencia mayoritaria en la matriz energética mundial, incluso con- siderando que su uso estrictamente energético alcanza 93 por ciento de la pro- duccién total (Chow, 2003). Ademés de ser fuerza motriz primaria y fuente de luz, calor y electricidad, el siete por ciento restante juega un papel fundamental como materia prima insustituible de la cual se desprenden millones de valores de uso intermedios y finales. Presente de manera s6lida, liquida y gaseosa, su importancia estratégica puede identificarse tanto en su consumo productivo di- recto —materias primas en general—, como base de miltiples componentes del sistema de maquinas y herramientas de la gran industria —materias auxiliares, herramientas, maquinarias, etcétera— y para su consumo final como mercan- cfas directamente puestas para el disfrute. Por ello, la base tecnolégica que im- puls6 a los hidrocarburos como fuente energética esencial y como materia pri- ma estratégica, permitié por vez primera delinear a escala mundial los rasgos materiales esenciales de todo un modo de producir y consumir en nuestra civi- lizacién: la civilizacién material petrolera (Casifop, 2004; Barreda, 2005). 2 Los datos estadisticos mundiales cuyas fuentes no se expliciten han sido calculados a partir del BP Statistical Review of World Energy 2009 y corresponden a la produccién y consumo mun- dial de 2008. Los porcentajes que se presentan han sido redondeados para facilitar su tratamiento. Estos porcentajes contempian s6lo las fuentes energéticas que conforman el citcuito comercial mundial. Queda fuera la energfa primaria obtenida por métodos tradicionales o de alta tecnologia como el tito de animales, la bioenergfa tradicional —obtenida principalmente de la quema de lefia, bagazo, estiércol o cualquier otro tipo de biomasa—o las fuentes aisladas al circuito energético como aerogeneradores, energfa solar, etcétera. También queda fuera de esta estadistica la produccién de bioenergia con base en nuevas tecnologias, principalmente los biocombustibles sélidos, lfquidos y ‘gaseosos, que en muchos casos hacen parte esencial del circuito comercial y que, de acuerdo a la Agencia Internacional de Energia (Cunningham, 2003), para 2003 representaron 11 por ciento del total mundial de energfa primatia. 96 EFRAIN LEON HERNANDEZ El imperio estadounidense y los hidrocarburos amazénicos La familia técnico-productiva estadounidense, que hoy resulta hegeménica, se definié y se ha mantenido vigente gracias a la garantia de abasto de gas y pe- tréleo que le proporciona el control productivo de los yacimientos americanos. Esta se ha configurado espacialmente durante la planeacién territorial mundial que forma parte de la politica de seguridad energética nacional de Estados Unidos, y que se estructura desde una doble légica espacial: mientras distribuye el origen territorial de sus fuentes de hidrocarburos en yacimientos de todas las regiones productoras del planeta, al mismo tiempo las concentra abrumado- ramente en los yacimientos emplazados en el hemisferio americano. Los hidrocarburos americanos y la estrategia imperial El poder que a Estados Unidos le otorgé el control y manipulacién material de los hidrocarburos se encuentra en estrecha relacién a su capacidad de instaurar su imperio planetario. Los instrumentos técnicos que Estados Unidos desarroll6 para la explotacién y aprovechamiento energético y no energético del petréleo impulsaron y difundieron la primera matriz tecnolégica capaz de extender redes productivas de objetos técnicos funcionales e interconectados a escala mundial (Casifop-Oilwatch, 2004; Barreda, 2005; Leén y Rosas Landa, 2006). Matriz tecnolégica petrolera estadounidense que durante su emplazamiento territorial permiti6 la “geografizacion” —es decir, la existencia espacial concreta— del pri- mer proyecto productivo imperial de magnitudes globales en la historia de la humanidad. Por ello, el poder hegeménico de Estados Unidos se mantiene en estrecha relacién no sélo con su poderio militar, politico e ideolégico sino, so- bre todo, con su supremacia productiva fundada en los hidrocarburos y su capacidad técnica para mantenerla, extenderla y profundizarla en el planeta. Por lo anterior, el poder material mas intimo de la estrategia imperial de Esta- dos Unidos encuentra su justa medida en el grado de dependencia que nuestra civilizaci6n mantiene respecto a los hidrocarburos, tanto en su condicién de fuente energética —motriz, calorifica, lumfnica y eléctrica—, como de materia prima estratégica que teje la base material de nuestra civilizacién (Leén y Rosas Landa, 2006). De esta manera, la edificacién de la hegemonta mundial estadounidense se ha eslabonado conforme se implementaron los pasos tecnolégicos necesarios para desartollar y extender su complejo petrolero en cada uno de los momen- tos del proceso productivo general, es decir, para su exploracién, extraccién, transporte y refinacién primaria y secundaria, y en su tejido fino a la red de ramas y sectores industriales que de ellos dependen. ENTRE IMPERIOS Y NACIONALISMOS o7 Come complemento, un componente territorial de la estrategia imperial que es sustento material de.la propuesta tecnolégico-productiva global de Es- tados Unidos: el control productivo, politico y militar de los hidrocarburos ame- ricanos. Sin que este pais dejara de ocuparse de los hidrocarburos de Medio Oriente, al igual que el resto de las potencias hegeménicas de la época, los hidrocarburos americanos se constituyeron en recursos fundamentales que le dieron garantia de abasto durante sus periodos de expansién y consolidacién mundial. Asi, el suministro asegurado de gas y petréleo que a Estados Unidos le oftecen sus propios yacimientos y los de su traspatio continental —prin- cipalmente los de Canada al norte y de México y Venezuela al sur de sus fron- teras— fue esencial incluso antes de que se constituyera como potencia hege- ménica planetaria.t Un componente gecestratégico de garantia de abasto de hidrocarburos con el que no cuentan las otras potencias hegeménicas del pla- neta, con excepci6n de Rusia, y que atin en nuestros dias le brinda mayor capacidad de accién y reaccién durante la disputa mundial por la hegemonfa. Estados Unidos, responsable del consumo del 22.3 por ciento de los hidro- carburos de la produccién total del planeta, territorializa su estrategia imperial de seguridad energética desde una doble y complementaria légica espacial, en este caso, para garantizar su consumo de hidrocarburos. Ya que, mientras dis- tribuye el origen territorial de las fuentes de gas y petréleo en practicamente todos los rincones del planeta, al mismo tiempo las concentra mayoritariamente en yacimientos emplazados en su traspatio continental. Si se contemplan los hidrocarburos que Estados Unidos extrae de’ su propio territorio vemos cémo este pais obtiene del hemisferio americano el equivalente a 83.8 por ciento de su consumo total —56.4 por ciento de su propia produc- cién y 27.4 por ciento de importaciones canadienses y latinoamericanas—, por lo que sélo requiere cubrir el 16.2 por ciento restante de los hidrocarburos que obtiene de otros continentes. Situacién que si se contempla desde la perspec- tiva de sus importaciones, es decir, de los hidrocarburos que Estados Unidos tiene que comprar fuera de sus fronteras, resulta que 55 por ciento provienen de yacimientos de su traspatio americano, mientras que el 45 por ciento res- tante lo obtiene de otras regiones petroleras del planeta. Esta situacién es ain 4A partir de la perforaci6n de los primeros pozos petroleros a mediados del siglo XIX (en Bakti, hoy capital de Azerbaiyén, y Pennsylvania, Estados Unidos) la disputa por los campos petro- leros entre las potencias mundiales desencadené miltiples conflictos nacionales e internacionales. Aiin sin consolidarse como la potencia hegeménica en el mundo, Estados Unidos se confronté con el capital petrolero briténico y holandés una vez que John D. Rockefeller fundara la empresa petro- lera que con el tiempo se volverfa la més poderosa del mundo: Standard Oil. En los albores del siglo XX, Estados Unidos, a través de esta empresa, comenz6 su politica petrolera imperial en Amé- rica con Ia expulsién de las petroleras inglesas, primero, arrebatando el petréleo mexicano a los i gleses, y después, con su expansién hacia el sur del continente mediante el control de los hidro- carburos de Venezuela, Colombia y Ecuador” (Leén y Rosas Landa, 2006:61). 98 EFRAIN LEON HERNANDEZ més clara si contemplamos cada hidrocarburo de manera independiente, ya que 48 por ciento del petréleo que Estados Unidos importa proviene del he- misferio americano, mientras que en el caso del gas alcanza 98 por ciento.® Situacion por la que se evidencia mayor vulnerabilidad estrictamente petrolera. Esta estrategia espacial de distribucién y concentracién de sus fuentes de hi- drocarburos, al tiempo de disminuir su vulnerabilidad ante situaciones de pre- sién e inestabilidad, asegura un mfnimo de suministro de hidrocarburos me- diante el control de su traspatio, regién que ademés no cuenta con paises que confronten su hegemonfa, como sucede en otras regiones petroleras del planeta. Como ya se dijo anteriormente, mientras que en 2008 Estados Unidos produjo mas de la mitad de los hidrocarburos que consumi6, el total de sus importa- ciones provinieron 29 por ciento de Canad, 8.9 por ciento de México y 17.1 por ciento de Centro y Sur América, mientras que de Medio Oriente se importé 16.2 por ciento y 16.7 por ciento del continente africano.® Es con esta doble estrategia territorial imperial —de diversificacién y con- centraci6n simultanea de sus fuentes de abasto de hidrocarburos— que a fina- les de los setentas los hidrocarburos americanos y el desarrollo tecnolégico de exploracién y explotacién petrolera en aguas marinas profundas y regiones de dificil acceso dieron a Estados Unidos la capacidad de minar la importan- cia de los paises de la OPEP y la Unién Soviética. Ya en los noventas la nece- sidad de garantizar el abasto petrolero impulsé una nueva ocupacién militar en Oriente Medio que de antemano se sabia desencadenaria un periodo de ines- tabilidad. Por ello, hoy que la crisis econémica mundial corrobora una vez mas la importancia que el control productivo y territorial de los hidrocarburos tiene en la definicién y estabilidad de la hegeménica mundial, Canada y América Latina se reafirman como fuentes estratégicas de abasto de hidrocarburos para Estados Unidos, sin importar que gobiernos nacionalistas como el venezolano mantengan un discurso antiimperialista. No es casual que, pese a las declaracio- nes de Hugo Chavez, Estados Unidos mantenga a Venezuela como su segundo > Es necesario advertir que el déficit neto de hidrocarburos se calcula por la diferencia entre la produccién y el consumo de un pafs 0 regién, y que el volumen de las importaciones no lo refleja fielmente. Para 2008 el déficit estadounidense de hidrocarburos fue de 43.6 por ciento, pero sus importaciones alcanzaron el equivalente a 49.8 por ciento de su consumo. Esta diferencia surge porque Estados Unidos es también un pais exportador, aunque la mayor parte sea de productos refinados. Ir6nicamente, en 2009, exports un volumen de hidrocarburos semejante al que importé de Medio Oriente. © Esta proporcién se ha mantenido relativamente estable desde hace més de una década gra- cias a que Colombia, Ecuador y Brasil vienen incrementado sus participaciones como abastece- dores netos de hidrocarburos para Estados Unidos; s6lo en 2008 Brasil aumenté en més det doble ‘sus exportaciones de hidrocarburos al pais del norte, mientras que Ecuador y Colombia lo hicieron hasta en una quinta parte. Asimismo aumentaron las importaciones de Estados Unidos prove- nientes de Africa y Medio Oriente, principalmente de Angola ¢ Irak, y disminuyeron las de México. Lo anterior ha contrarrestado el paulatino incremento del déficit de hidrocarburos de Estados Ur dos (REUTERS, 2009). ENTRE IMPERIOS Y NACIONALISMOS: = abastecedor americano, sélo por debajo de Canada e incluso, de acuerdo a cifras oficiales del Departamento de Comercio estadounidense, por encima de Arabia Saudita en lo que va de la administracién de Barack Obama (Milenio, 2009). El rol de los hidrocarburos amazénicos para Estados Unidos Ademéas de Canada y México, la regién americana més importante en el abasto de gas y petréleo para Estados Unidos es la Comunidad Andina de Naciones (CAN), © los también llamados paises andino-amazénicos, una regién con supe- rAvit productive de hidrocarburos cercano al 2 por ciento del consumo mun- dial, el cual se destina casi por completo al consumo estadounidense (Leén Hernandez, 2007). Entre ellos, adem&s de Venezuela, sobresalen Ecuador y Colombia como los siguientes abastecedores suramericanos de hidrocarburos para el imperio estadounidense, ambos sélo por debajo de Brasil. No obstante, hay que subrayar —para precisar mejor el papel de los hidrocarburos amazé- nicos— que la mayor parte de las actividades extractivas de los paises de la CAN se emplazan fuera de sus porciones amazénicas nacionales. El mapa 1 muestra la concentracién espacial de hidrocarburos més impor- tante de América del Sur y la porcién de ésta que se emplaza en la Amazonia, regién que en estudios anteriores denominamos como Anillo Suramericano de Hidrocarburos. Esta regién, que forma parte del llamado Anillo Mundial de Hi- drocarburos, se extiende desde los yacimientos gasiferos submarinos del Caribe, en Trinidad y Tobago, y los yacimientos supergigantes del Valle del Orinoco venezolano, se contintia por la totalidad de la Orinoqufa y el pie de monte orien- tal de la Cordillera de los Andes de cada uno de los pafses de la CAN, hasta précticamente la punta sur del continente, ya en territorio argentino (Ibid.). No obstante, y pese a la enorme riqueza de hidrocarburos en el pie de monte andino oriental y a que, con excepcién de Pert, todos los paises de la CAN son productores y exportadores netos de hidrocarburos, s6lo Ecuador centra su produccién en los yacimientos de su pie de monte andino-amazénico. En realidad, la porcin ecuatoriana es la tinica regin amazénica del Anillo Sura- mericano de Hidrocarburos que hasta ahora cuenta con voltimenes importan- tes de produccién —a la que, en menores magnitudes, se le incorporan la de los extremos sur de Colombia y norte de Peri—, por lo que el resto se encuen- tra practicamente en estado de reserva potencial. Venezuela, primer abastecedor latinoamericano de hidrocarburos para Es- tados Unidos (Milenio, 2009), tiene sus principales reservas y actividades ex- tractivas fuera de su Amazonia, en la Faja Petrolera del Orinoco, ademés de que en su porcién amazénica no existen reservas petroleras probadas ni expec- 100 EFRAIN LEON HERNANDEZ Mapa 1 Hidrocarburos e infraestructura petrolera en la Amazonia Fuente: Elaboracién propia con base en los planes y programas nacionales de desarrollo ener- genco e infraestructuras con datos al 2008. tativas serias de encontrarlas. En situacién parecida se encuentran Colombia y Bolivia. La primera concentra su produccién de hidrocarburos en su Orinoquia y en la Cuenca del Magdalena, mientras que Bolivia la concentra en la regién de Los Llanos, principalmente en las areas pantanosas de Santa Cruz y en El Chaco. Aunque, a diferencia de Venezuela, la Amazonia colombiana y boli- viana cuenta con importantes yacimientos probados y probables de hidrocar- buros que hasta ahora no han sido suficientemente explorados ni explotados, con excepcién de la cuenca del Putumayo, en el extremo sur colombiano, y la reciente exploracién que realiza Bolivia en la zona amazé6nica del Departa- mento de la Paz, pero sin importancia cuantitativa frente al total de su pro- duccién. Después de esta primera aproximacién que atiende la configuracién espa- cial del recurso, tenemos que, con excepcién de Ecuador, el aprovechamiento de la riqueza del Anillo Suramericano de Hidrocarburos de los paises de la CAN se concentra fuera de la Amazonia. Al norte, en la Orinoqufa venezolana y ENTRE IMPERIOS Y NACIONALISMOS 101 colombiana, y al sur, en el pie de monte andino boliviano de la regién sur de Los Llanos. Sin embargo, la regién petrolera de la Amazonia ecuatoriana deja ver el potencial que posee la totalidad de las planicies del pie de monte an- dino-amazénico, la cual, de la mano de Estados Unidos, comienza a explorarse de manera ms intensa en el centro de Peri —especialmente en el Area de Re- serva Estratégica ntimero 2, indicada en los mapas 1 y 2. Apropiacién petro- lera que se realiza en la Amazonia ecuatoriana que —si se le ve de manera conjunta— muestra ademds cémo las actividades petroleras implican un alto costo ambiental, econémico y social.” Pareciera entonces que los hidrocarburos ecuatorianos y colombianos, e incluso bolivianos y peruanos, no tienen impottancia de cardcter estratégico para Estados Unidos —de acuerdo a sus relativamente pequefias magnitudes en produccién y exportacién frente a las que mantienen Canada, Venezuela y México—, menos atin si se contempla e! aporte de gas y petréleo estrictamente amazénico y el relativo distanciamiento de Venezuela, Ecuador y Bolivia con la politica imperial. Sin embargo, su valoracién debe incluir, ademas de su partici- pacién absoluta en el abasto estadounidense, el papel estratégico que en con- junto juega la CAN y, sobre todo, la proyeccién futura que le dan los yaci- mientos emplazados en el pie de monte andino-amazénico. Hay que recordar que la doble estrategia territorial imperial se actualiza con el ya mencionado aumento de las importaciones netas de crudo venezolano y con el reciente anuncio ptblico de Estados Unidos de la creciente importancia de Colombia y Brasil para su politica de abasto de hidrocarburos. Ello responde a la disminu- cién de las exportaciones mexicanas —pais que por mucho tiempo se mantuvo como primer abastecedor latinoamericano y segundo mundial para Estados Unidos, sélo por debajo de Canada. Al anilisis de la territorialidad de la exploracién y explotacién de hidrocar- buros en la regién hay que agregar el de la presencia efectiva de las empresas que mantienen el control material del proceso. Eslabén que encadena material- mente en una gran proyeccién territorial conjunta, la politica de ocupacién militar, la politica econémica de libre mercado, la apropiacién productiva in situ y el consumo productivo y consuntivo de los hidrocarburos amazénicos por parte del imperio estadounidense. Esta observacién nos confirma la importan- cia que Colombia tiene como su principal aliado en la regién, asi como el pa- pel que el imperio proyecta y tertitorializa para Pera, hasta ahora tinico pais 7 Para una revisién puntual de los impactos sociales y ambientales en la regi6n petrolera de la ‘Amazonia ecuatoriana, véase Atlas amaz6nico del Ecuador: agresiones y resistencia, Inventario de impactos petroleros-2 elaborado por Accién Ecolégica (2006). La importancia politica que este tra- bajo tiene para la regi6n radica en que, al inventariar de manera puntual y rigurosa la devastacién social y ambiental de las 4reas petroleras m4s activas de la Amazonia, anuncia —para quien quiera escucharlo— la devastacién que esté en marcha en toda la regidn petrolera de la Amazonia a causa de las actividades de prospeccién, extracci6n y transporte de hidrocarburos. 102 EFRAIN LEON HERNANDEZ amazénico no exportador neto de hidrocarburos, pero de gran potencial petro- lero y gasffero en sus planicies amazénicas, el cual, de la mano de Estados Unidos, recientemente extiende e intensifica la exploracién de sus yacimientos con fines de incrementar su produccién. Mapa 2 Paises de origen de empresas petroleras en la Amazonia Venezuela simBo.osia eaeee| ss Wied Estados Unidos ‘Canadi, Espasa, Reino Unido, oi Malia, Austra y Francia aasil ‘venezuela ecuador tran, China, india y Rusia orems Colombia y Pers toques peraotsnos | tmexpotaciéno expioracin ofertas Brasil 1 cereservesintéza Fuente: Elaboracién propia con base en los planes y programas nacionales, paginas WEB ofi- ciales de empresas, con datos al 2007. Una mirada de conjunto al mapa 2 muestra, en primer lugar, la presencia mayoritaria en la regién hidrocarburifera andino-amaz6nica de empresas esta- dounidenses y procedentes de paises tradicionalmente aliados en su proyec- cién hegeménica, como es el caso de Canad, Espafia, Reino Unido, Australia ¢ Italia. Ademas de evidenciar la apuesta territorial inmediata de las empresas estadounidenses y aliadas por las que extienden sus actividades de exploracién y explotacién en las planicies amazénicas centrales de Perti, en los departamen- tos de Loreto y Ucayali, que como ya se mencioné, es el Area de Reserva Es- “tratégica nimero 2 que corresponde a la mitad norte de la porcién peruana del ENTRE IMPERIOS Y NACIONALISMOS 103 Anillo Suramericano de Hidrocarburos y que hasta hace poco se mantenfa como reserva potencial. La porcién sur de esta regién hidrocarburifera amaz6- nica se identifica en este trabajo como Area 3, en tertitorio peruano, y Area 4 en el boliviano, mientras que en la regién amazénica norte, en territorio colom- biano, se encuentra emplazada la ntimero 1. Con excepcién del Area de Re- serva Estratégica namero 2, el resto se mantiene en estado potencial, con poca o nula presencia de actividad prospectiva. El papel estratégico de la CAN en la estrategia imperial queda evidenciado ademas en la importancia militar que el Comando Sur de Estados Unidos le confiere a esta regién, que es denominada por sus fuerzas armadas como “Sis- tema Andino” y a la que se destinan bases, divisiones y efectivos de manera permanente. Pero la estrategia militar que Estados Unidos despliega en la re- gién es sélo uno de los componentes de la proyeccién territorial conjunta que extiende para apropiarse de manera efectiva de los hidrocarburos de la regién. El control militar que imprime es s6lo una pieza del complejo mecanismo con el que Estados Unidos territorializa su proceso productivo petrolero, es decir, s6lo un momento del proceso general que define materialmente la subordina- cién del espacio petrolero concreto de los pafses amazénicos. El proyecto terri- torial imperial se despliega mientras se realiza el ciclo completo: produccién, circulacién y consumo, dentro y fuera de la regién. Independientemente de que el control se realice de manera directa durante la prospeccién, la extraccién, la distribuci6n y el refinamiento, o de que subordine el que realizan otras empre- sas privadas 0 estatales de los propios paises amazénicos. La presencia estadounidense en las actividades petroleras de la Amazonia, si bien resulta hegeménica, no implica el total sometimiento de los proyectos energéticos de cada nacién, aunque se trate de paises exportadores o con pretensiones de serlo. Existen fortalezas nacionales y regionales propias que tespaldan proyectos nacionales de aprovechamiento de los hidrocarburos amazénicos, mismos que se encuentran en tensién y contradiccién con el pro- yecto imperial, pero también entre ellos. La estrategia bolivariana y los hidrocarburos amazénicos Desde la llegada de Hugo Chavez a la ptesidencia de Venezuela comenzé el impulso de una propuesta propia de acumulacién de riqueza basada en apro- vechar sus enormes yacimientos de hidrocarburos, la cual se ha extendido mas all de sus fronteras hacia la CAN y, en general, al espacio latinoamericano en su conjunto. Al impulso venezolano por territorializar una propuesta regional de desa- 104 EFRAIN LEON HERNANDEZ rrollo le corresponden otras emergencias de gobiernos andino-amazénicos que por caminos diferentes convergen en su apuesta de aprovechamiento y desa- rrollo nacionalista de sus hidrocarburos. Con la llegada de Evo Morales al go- bierno boliviano se inicié la estrategia de nacionalizacién de los hidrocarburos y su reactivaci6én productiva en manos estatales, mientras que con la llegada al poder de Rafael Correa y su anunciado Plan de Soberania Energética en Ecuador también se ha iniciado el aprovechamiento de sus recursos petroleros en beneficio nacional. Sin renunciar a la tendencia exportadora que caracteriza a la regién y con el respaldo técnico y financiero venezolano y de otras potencias petroleras ale- jadas de la estadounidense, estas propuestas buscan desarrollar capacidades técnicas propias para producir, transportar y refinar sus propios hidrocarburos. Estrategia por la que en 2006 se propuso la conformacién de la comtnmente llamada OPEP del gas suramericana —OPEGASUR— y con la que se intenta con- trarrestar el enorme dafio ocasionado a las empresas petroleras estatales con el monopolio en tefinacién y en el comercio de combustibles que las grandes transnacionales obtuvieron con la puesta en marcha de la llamada integraci6n vertical.? Sin embargo, como ya se mencioné, de estos tres paises s6lo Ecuador concentra su actividad petrolera en su porcién amazénica. La estrategia energética venezolana y los hidrocarburos amazénicos Venezuela es sin duda la potencia energética mas importante de América del Sur y una de las més importantes del planeta. Las enormes reservas de petré- leo y gas natural distribuidas en distintas partes de su territorio han potenciado y alimentado las pretensiones de la actual gestién de Hugo Chavez por im- pulsar una propuesta propia de acumulacién de riqueza, incluso expandiéndola a otras naciones latinoamericanas y caribefias. Su principal fortaleza econé- mica y politica se funda en el poder técnico, productivo y financiero de su empresa estatal Petréleos de Venezuela S. A. (PDVSA) y en las enormes reservas de hidrocarburos principalmente concentradas en la Faja Petrolifera del Ori- noco, ubicada en el pie de monte norte del Macizo de las Guayanas, en la Cuenca Oriental, aunque también cuenta con importantes yacimientos locali- zados en las cuencas de Maracaibo, Falcén y Barinas-Apure, ast como las gran- 8 Desde la crisis petrolera de la decada de los setentas, generada por la creacién de la OPEP y la ola de nacionalizaciones de las petroleras de los paises productores, se promovié la llamada estrategia de integraci6n vertical para contrarrestar la fuerza de las empresas estatales. En los no- ventas, ésta permitié a las transnacionales petroleras el control monopélico de momentos completos del proceso productivo de muchas de las empresas nacionales, como el control de la refinacién y el comercio de combustibles (Carrara y Scheimberg, 2001). ENTRE IMPERIOS Y NACIONALISMOS 105 des reservas marinas de gas natural del litoral venezolano. Asi, su potencial petrolero se encuentra emplazado précticamente fuera de su Amazonia. Venezuela es el principal impulsor de la integracién energética de hidro- carburos en América del Sur y el Caribe. Envuelta en una encrucijada que se define entre el amor y el odio a Estados Unidos, principal comprador de sus hidrocarburos, la propuesta bolivariana busca disminuir su dependencia frente al imperio estadounidense mediante la construccién de un mercado alterno y la obtencién de mejores precios en el mercado mundial formando un frente sura- mericano de productores de hidrocarburos. La creacién de la Union de Nacio- nes Suramericanas (UNASUR) y el Consejo Energético Suramericano son algu- nos de los avances que Venezuela obtuvo durante la! Cumbre Energética de América del Sur de Isla Margarita, convocada para abril de 2007 por el go- bierno de Hugo Chavez, aunque Venezuela también sufrié algunos reveses en esta Cumbre como la negativa de Brasil para conformar la Organizacién de Paises Productores y Exportadores del Gas del Sur (OPEGASUR), 0 el poco in- terés que este pais mostré en mantener e! impulso al proyecto del Gasoducto del Sur,” megaducto de gas natural que en la Amazonia se propone conectar las reservas venezolanas, bolivianas y brasilefias con los principales centros de consumo del subcontinente.” Resulta evidente que el interés venezolano en la Amazonia esté dado mas por su potencial de regién de transito de hidrocar- buros, que por su potencial productivo de gas y petréleo. Los grandes proyectos de infraestructuras de transporte y refinaci6n —entre los que se encuentran el Gasoducto de Sur y el Transcaribefio—, su interco- nexién petrolera con Colombia, asf como el impulso de alianzas entre empresas estatales suramericanas para desarrollar capacidades de tefinacién de hidro- carburos en cada uno de los paises, son la apuesta de Hugo Chavez por colocar a Venezuela como polo energético del subcontinente, a contrapelo del dominio ° El Proyecto Rafael Urdaneta es la apuesta venezolana por desarrollar su sector gastfero. Con- siste en un programa para incorporar el 4rea “Costa Afuera del Golfo de Venezuela” y la zona no- reste del estado de Falcén a la exploracién y produccién de hidrocarburos gaseosos no asociados. © Lai Cumbre Energética de América del Sur trascendié por evidenciar el creciente distancia- miento entre las propuestas energéticas andinas bolivarianas y la brasilefia. Comandada por Vene- zuela, Bolivia y Argentina, la propuesta andina, a la que hoy se suma Ecuador, apost6 por generar tuna alianza suramericana de productores y exportadores de gas natural —OPEGASUR— basada en el pacto firmado por estas tres naciones en marzo de 2007 y en el impulso del Gasoducto del Sur. Sin ‘embargo, Brasil no acepté participar de esa alianza, pero llevando a los biocombustibles como pro- puesta general consiguié que los pa(ses andinos la aceptaran e impulsaran (Le6n, 2007). Sin em- ‘argo, aunque actualmente se encuentra suspendida, la constitucién de esta alianza suramericana de productores y exportadores de gas no est descartada por ninguno de ellos. ™ Desde 2007 Venezuela promueve la exportacién de gas natural licuado al sur del continente. En palabras del propio Hugo Chavez, esto representa sélo la suspensién temporal del proyecto det Gasoducto del Sur y no su cancelacién definitiva. 106 EFRAIN LEON HERNANDEZ hegeménico de Estados Unidos." De esta manera, Venezuela pretende erigirse como la principal abastecedora de hidrocarbures en la regién, como abande- tada de una alianza suramericana de productores de gas y como promotora del desarrollo energético nacionalista suramericano. De ahi que esta nacién petro- lera también sea la principal impulsora del Banco del Sur, institucién financiera con capitales suramericanos encargada de financiar la construccién de infra- estructuras, principalmente energéticas, para apoyar el desarrollo nacional. Con todo, la regién amazénica de importancia petrolera para Venezuela se localiza fuera de sus fronteras, pero el pais tiene presencia directa en la regién amazénica de otros paises, como el caso de la selva boliviana, o en el empla- zamiento estratégico del Gasoducto del Sur en la porcién amazénica de Brasil y, en menor medida, en las porciones de Bolivia y Peri. Sin embargo, su pre- sencia en la selva amazénica sigue siendo secundaria y no parece que esta tendencia pueda revertirse a corto o mediano plazos. Mas atin si se considera que las condiciones para construir el Gasoducto del Sur se resquebrajan, tanto por el creciente distanciamiento de la politica energética de Brasil con Vene- zuela, Bolivia y Ecuador, como por los altos costos financieros —profundizados con la actual crisis econémica mundial—, sociales y ambientales que supone. La estrategia energética ecuatoriana y los hidrocarburos amazénicos Ecuador es un pafs que desde hace al menos cuatro décadas funda su estrate- gia energética en el aprovechamiento de los hidrocarburos. Sélo que, a dife- rencia de Venezuela y Bolivia que centralizan su actividad fuera de la Ama- zonia, desde el principio Ecuador emplaz6 espacialmente la mayor parte de su produccién y exploracién en el pie de monte y planicies selvaticas, aunque en la actualidad su produccién se extienda hasta su litoral pacifico. Desde el boom exportador de peiréleo en 1972, y en un marco de politicas que priorizaron sus yacimientos amazénicos, Ecuador entré de lleno al mer- cado mundial petrolero con un gran control estatal gracias a la creacion de la Corporacién Estatal Petrolera Ecuatoriana (CEPE), hoy Petroecuador.' Sin em- ® Como parte de su politica de Plena Soberanfa Energética, en 2007 el gobierno venezolano nacionalizé las empresas Petrozuata, Sincor, Ameriven y Cerro Negro —con participacién accio- naria mayoritaria de Total, Statoil, ExxonMobil y ConocoPhillips— para crear empresas mixtas bajo control mayoritario de PDVSA, hoy Petro Anzodtegui, Petro Cedefio, Petro Piar y Petro Monagas. El Proyecto Magna Reserva, que impulsa Venezuela en la Faja del Orinoco, ha demostrado ademas que PDVSA cuenta con capacidad técnica para producir petréleo pesado, ha exhibido la falsedad de la version de las antiguas empresas mayoritarias de que la reserva era una faja principalmente de bi- tumen y, como tal, sin concentraciones importantes de gas natural (Leén, 2007). * Como sucedi6 con muchas de las apuestas petroleras de los pafses exportadores durante los setentas, en el mismo grado que Ecuador vio crecer sus ingresos producto de las exportaciones de ENTRE IMPERIOS Y NACIONALISMOS 107 bargo, con la caida mundial de los precios del crudo en la década de los ochen- tas y la apertura de actividades petroleras para el capital privado internacional, el suefio nacionalista ecuatoriano se vino abajo (Accién Ecolégica, 2000). No fue sino hasta 2007, con el inicio de la administracién de Rafael Correa, que inicié una nueva etapa nacionalista en las actividades energéticas del pais, en un escenario suramericano de miltiples emergencias nacionalistas fundadas en su potencial energético. EI Plan de Soberanfa Energética, anunciado por Correa el mes de abril de 2007, contempla la reestructuracién de la empresa estatal petrolera ecuatoriana con intencién de que se convierta en el eje del desarrollo nacional. La apuesta consiste en la apertura de Petroecuador a alianzas estratégicas con otras empre- sas con capacidad de aportar capital y tecnologia que permita aumentar los volimenes de extraccién y optimizar la frontera petrolera. No hay que olvidar que actualmente 80 por ciento de las reservas petroliferas ecuatorianas se en- cuentran en manos de Petroecuador y sélo 20 por ciento lo controlan empresas extranjeras. Otra de sus apuestas la constituye la intencién de incrementar su capacidad de almacenamiento y refinacién mediante la rehabilitacién y poten- ciacién de la capacidad ya instalada y la construccién de una nueva tefineria (Secretarfa Nacional de Planificacién y Desarrollo (SENPLADES), 2007)."* Pro- yecto para el cual Ecuador prevé asociarse con Venezuela y que, hasta antes de su alejamiento con Brasil y la crisis econémica de 2008, se perfilaba como uno de los primeros proyectos financiados por el Banco del Sur.'® Una de las apuestas més controvertidas del gobierno ecuatoriano la cons- tituye el Proyecto Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT), un bloque petrolero ama- z6nico localizado dentro del Parque Nacional Yasuni y la Reserva Faunistica Cuyabeno.'* El gobierno de Ecuador ha lanzado la propuesta de no explotar el crudo de este campo a cambio de una compensacién econémica de los paises industrializados por no afectar la enorme biodiversidad contenida en esta re- gién y cuidar el ambiente amazénico. Esta medida constituye la primera pro- puesta en el planeta que en el Ambito interestatal se da en este rubro y, de conseguirse, conectaria directamente las actividades petroleras con el potencial hidrocarburos, también vio crecer el monto de su deuda externa de manera vertiginosa (Accién Ecolégica, 2000). ¥ Otro de los objetivos del Plan de Soberanfa Energética es detener el contrabando de com- bustibles hacia sus dos paises vecinos, Colombia y Pera, para lo cual se ha involucrado a los minis- terios de Economfa, Finanzas, Defensa y Gobierno (SENPLADES, 2007). 38 Proyecto que en 2007 se anuncié, contarfa con la participacién de capitales argentinos, bra- silenos, bolivianos, ecuatorianos, paraguayos y venezolanos (ADNMUNDO, 2007) 16Regién que se caracteriza por contener una de las mayores concentraciones de biodiversidad del planeta, ademés de ser casa de la nacién Huaorani donde, entre otros, se encuentran los pue- blos indios de Tagaeri y Taromenane. 108 EFRAIN LEON HERNANDEZ amazénico en servicios ambientales —forma recientemente estructurada por el capital para mercantilizar los ciclos de la naturaleza."” En 2008, Petrobras, em- presa petrolera brasilefia, habia anunciado su retiro del bloque 31 y de la bus- queda de la concesién para explotar el bloque !TT. Sin embargo, el gobierno de Correa lleg6 a un acuerdo con la petrolera brasilefia para realizar sus activida- des en territorio amazénico hasta finales de 2010 (Hoy, 2008). La estrategia energética boliviana y los hidrocarburos amazénicos Bolivia es el pafs de la CAN més al sur del continente. Al igual que sucede con Colombia, cuenta con importantes reservas de hidrocarburos en su pie de monte andino-amazénico que hasta ahora estan practicamente intocadas. Des- de un principio, los bolivianos han concentrado sus actividades prospectivas y extractivas al sur de la regién amazénica, como se mencioné con anterioridad, en la regién pantanosa de Santa Cruz y El Chaco. Desde la nacionalizacién de los hidrocarburos en mayo de 2006 por parte del gobierno de Evo Morales, se manifestaron los limites técnicos y financieros de Bolivia para desarrollar de manera auténoma este sector, lo que atin la mantiene atada a instituciones fi- nancieras internacionales por la necesidad de recursos para cubrir los montos de la nacionalizacién y la reactivacién productiva de sus hidrocarburos (Letizia y Pereira, 2007). Debilidad financiera boliviana que Venezuela ayuda a con- trarrestar otorgando apoyos econémicos al gobierno de Evo Morales.!® Hasta ahora Brasil sigue siendo su principal comprador de gas, aunque en varios mo- mentos esta relacién comercial se ha visto amenazada debido al aumento de las tensiones geopoliticas entre ambos pajses por la nacionalizacién de las refinerfas de Petrobras en territorio boliviano y la renegociacién de los precios del gas. Por su parte, los convenios de Bolivia con Venezuela han permitido el reciente ingreso de sus yacimientos amaz6nicos a los planes de explotacién en el corto plazo. Con la generacién de empresas mixtas —como Petroandina, en la que Ya- cimientos Petroliferos Fiscales Bolivianos, YPFB, tiene 51 por ciento y PDVSA 49 por ciento— se pretende impulsar el desarrollo de las capacidades técnicas de la empresa boliviana de hidrocarburos. Desde el mes de mayo de 2007, Esta propuesta ha recibido gran apoyo por parte de la comunidad internacional ¢ incluso de gobiernos como el alemén y el noruego. Aunque de llevarse a cabo representaria una victoria am- bientalista del gobierno de Correa, también abriria la puerta a la subordinacién capitalista de los ci- clos de la naturaleza que se instrumentan globalmente bajo el complejo y contradictorio esquema de Pago por Servicios Ambientales. 1 El apoyo de Venezuela al gobierno de Evo Morales incluye recursos financieros para cubrir el 50 por ciento del costo de la indemnizaci6n a Petrobras por la nacionalizacién de dos de sus re- finerias en 2007 (INFOLATAM, 2007) ENTRE IMPERIOS Y NACIONALISMOS- 109 Petroandina comenzé actividades de prospeccién petrolera en varias pro- vincias bolivianas, entre las que se encuentran los prometedores yacimientos al norte del departamento de La Paz en la provincia gasifera del pie de monte andino-amazénico boliviano (FEDGLP, 2007). El subimperialismo brasileso y los hidrocarburos amazénicos Desde la década de 1930, durante la primera dictadura militar brasilefia, en el llamado Estado Novo” de Getilio Vargas, fue prioritaria la politica energética basada en el control nacional de los hidrocarburos y la busqueda de auto- suficiencia. En 1938 quedé asentado en la ley de este pais que toda actividad petrolera en su territorio se realizaria s6lo por brasilefios, ademés de considerar patrimonio de la Uni6n todos los territorios con presencia potencial de hidro- carburos. En ese mismo afio fue creado el Consejo Nacional de Petréleo, hoy Consejo Nacional de Petréleo, Gas Natural y Biocombustibles (CNP), 6rgano gubernamental encargado de reglamentar las actividades de exploracién, pro- duccién, transporte, comercio de petréleo y derivados, el funcionamiento de la industria de refinacién y las actividades comerciales internas y externas (Lu- cchesi, 1998). La principal debilidad energética que Brasil tuvo que enfrentar desde ese momento, es que en su territorio no se encuentran yacimientos de fécil acceso con magnitudes suficientes para conseguir su autosuficiencia petrolera y gas{- fera. Pese a ello, Brasil mantuvo esto como un objetivo estratégico en el largo plazo, por lo que aposté por sus sustratos marinos por el desarrollo de tecno- logia propia para acceder a ellos y aumentar su capacidad de refinacion.» A partir de 2002, Petrobras** amplié el area de prospeccién hacia aguas profun- das y ultraprofundas en sus litorales del centro y norte del pais y, sdlo cuatro afios més tarde, en 2006, Brasil ya habia conseguido la autosuficiencia en pro- Periodo de la politica estatal brasilefia de corte fascista en que Getilio Vargas, al frente de la administraci6n, decret6 Estado de excepcién, prohibi la existencia de organizaciones politicas y di- solvié el Congreso de este pals. % El desarrollo técnico de Brasil en exploracién y explotacién de hidrocarburos en aguas marinas profundas y ultraprofundas acompafié su bésqueda de autosuficiencia petrolera y su pro- yeccién estratégica internacional. La capacidad técnica que adquirié Petrobras permitié su ingreso a tegiones petroleras estratégicas para el abasto estadounidense, como el Golfo de México, los lito- rales norte de Colombia y los campos submarinos del delta del Niger. 21 Aunque en la década de 1970 el general Ernesto Geisel abrié las puertas de la exploracién y explotacién petrolera en Brasil al capital privado, fue Fernando Henrique Cardoso quien orquest6 la apertura de Petrobras al capital privado nacional y extranjero. Para el afio 2000, el gobierno bra- silefio todavia controlaba 60.9 por ciento de las acciones de esta empresa, sin embargo, desde 2005 solamente mantiene 39.9 por ciento. El resto del capital es privado, 20 por ciento nacional y 40.1 por ciento internacional (Porto Goncalves y Riveiro, 2006). 110 EFRAIN LEON HERNANDEZ duccién petrolera de manera permanente. Logré que en 2007 esto se repitiera, ya que para febrero de ese afio también se liberé de la necesidad de importar petréleo refinado al alcanzar un volumen de refinacién igual al de su consumo. Por ello, con el descubrimiento de enormes yacimientos en el campo petrolero Japiter,” en el litoral de Rfo de Janeiro, Brasil comenz6 su nueva era como pais productor y exportador de petréleo. Lo anterior no fue resultado de la ca- sualidad, pues ya se venfa anunciando en sus planes de desarrollo energético como el Plan Estratégico Petrobras 2015 y el Plan de Negocios 2007-2011. Pero la carrera por la autosuficiencia petrolera de Brasil ha estado acam- pafiada de su proyeccién subimperial en todos los paises de la CAN. La incur- sién de Petrobras en el Anillo Suramericano de Hidrocarburos demuestra la capacidad de Brasil para proyectar su estrategia petrolera en toda la regién amaz6nica y territorializarla de manera efectiva mediante emplazamientos di- rectos en prdcticamente todas sus areas hidrocarburiferas de importancia. Los hidrocarburos amazénicos brasilerios y Ia estrategia energética brasileria La estrategia petrolera que Brasil despleg6 en su Amazonia comenzé en la década de 1950 con la busqueda de yacimientos en las planicies centrales de los margenes del gran rfo: primero en Nova Olinda y Jurua, y posteriormente en Uructi. Ya en la década de los ochentas fueron descubiertos varios yaci- mientos de importancia local, aunque no fue sino hasta los noventas que co- menz6 su explotacién intensiva. Sin embargo, la prospeccién petrolera en esta regién no ha coneluido, por lo que el grado de desconocimiento de las mag- nitudes reales de sus reservas es muy alto, al igual que otras regiones poten- ciales identificadas dentro de las planicies amazénicas de Brasil” y de los lito- rales del atlantico amazénico. Los actuales descubrimientos de petréleo, calculados en 33 mil millones de barriles de crudo, ubican a Brasil en el noveno lugar de! ranking mundial y uno de los més importantes de América. Reservas a las que hay que sumar los 20 mil millones de bartiles de petrleo més que este pais ya tiene certificados (Clarin, 2008). En el resto de América Latina, Venezuela contiene reservas certifi- cadas de 152 mil millones (ABN, 2008) y México de 43 mil millones —sin considerar las riquezas en aguas profundas de las que no se conocen estimaciones publicas— (EI Universal, 2009), mien- tras que en Medio Oriente, Arabia Saudita contiene 260 mil millones de barriles de petr6leo de re- servas certificadas, Irén 125 mil millones e Irak 115 mil millones (Klare, 2005). ® La prospecci6n petrolera en la Amazonia constituye un desaffo para Petrobras ya que no se ha asumido de manera intensiva. La inaccesibilidad de la regién durante la prospeccién y produc- cién, los costos que implica hacer frente a este cometido y, sobre todo, el éxito de sus operaciones en aguas ultraprofundas del litoral brasilefio central hacen de la apropiaci6n de los hidrocarburos de las planicies centrales de la Amazonia brasileria una tarea no prioritaria para Petrobras. ENTRE IMPERIOS Y NACIONALISMOS 11 Por lo anterior es que la regién amazé6nica de Brasil se mantiene fundamen- talmente como reserva potencial de hidrocarburos, aunque no con grandes ex- pectativas. Situacién que no impide que el petréleo y el gas extrafdos de esta regién sean utilizados para su propio consumo, en varios casos para impulsar actividades extractivas de otros recursos naturales amazénicos como los mine- ros, y para impulsar su potencial productivo-industrial, como en el caso del polo industrial emplazado en la capital del estado brasilefio Amazonas en el corazén de la selva tropical, la Zona Franca de Manaus. Es por ello que el volumen ac- tual de produccién de hidrocarburos amaz6nicos brasilefios le confiere impor- tancia estratégica de escala local. Ademés de pequefios volimenes que se diri- gen hacia el centro y sur de Brasil, su produccién es suficiente como para justificar la creacién de centrales termoeléctricas —que cuentan con importan- tes ventajas econémicas respecto a otras fuentes de generacién de electricidad como la hidroeléctrica—** que abastecen sus principales ciudades y sus gigan- tescos polos mineros y, muy recientemente, pata construir ductos de gas y pe- tréleo que conectan sus yacimientos a los rios principales y asf facilitar su transporte dentro y fuera de la regién.* El imperialismo petrolero brasilefio y la regi6n amazénica conjunta ‘Como ya se mencion6, la estrategia brasilefia dirigida a los hidrocarburos ama- z6nicos no se restringe a su territorio. Desde el afio 2000 Petrobras ha incur- sionado en la porcién amazénica del Anillo Surameticano de Hidrocarburos, principalmente en territorio peruano y, en-menor medida, ecuatoriano —aun- que también tiene presencia en Bolivia, Colombia y Venezuela, pero fuera de sus respectivos territorios amazénicos. Actualmente es accionaria principal y operadora de dos bloques en la selva ecuatoriana, mientras que en la peruana participa como accionista principal y operadora de cuatro bloques més, dos como accionista minoritaria y siete en los que participa en partes iguales con Petropert, la petrolera estatal de Pert. El mapa 3 muestra la proyeccién territorial internacional que Brasil instrumenta en la Amazonia a través de Petrobras, En Pera se descifran dos estrategias terri- 2A principios de la década de los noventas se inicié el aprovechamiento del gas en la regién amaz6nica, se construyé la Unidad de Procesamiento de Gas Natural (UPGN) con capacidad para generar 600 mil m3/d de gas natural y 157 mil m3/d de GLP —produccién que se transporta a gra- nel para Tefe y Manaus donde se redistribuye para el abasto de la regién norte. De esta forma, la creciente demanda de energia en esta reaién impulsa proyectos de prospecci6n y de explotacién de hidrocarburos como fuente energética barata, aunque no para su produccién intensiva destinada fuera de la regién (Leén, 2005). % A diferencia de los oleoductos y gasoductos andino-amaz6nicos que comenzaron a cons- truirse en los afios setentas, no fue sino hasta 1998 que Brasil construyé el primer gasoducto en su territorio amazénico. ae EFRAIN LEON HERNANDEZ toriales diferenciadas: su apuesta gasifera en el pie de monte andino-amazénico central, en el departamento de Cusco, y la construccién de un eje petrolero al norte del departamento de Loreto. Ambas pretenden emplazar en los margenes del gran rfo, el Amazonas, entre los cauces de los rios Napo y Putumayo en conexién al Solimées, el cual busca enlazar en una linea continua, bajo control de la petrolera brasilefia, un corredor que vincule los yacimientos de las plani- cies amazénicas del centro de Brasil con el norte de Peri ya en frontera con Colombia, y los yacimientos del Parque Nacional Yasuni en Ecuador, ahora bajo control de Petrobrés, mismos que estan interconectados al Océano Pacf- fico a través del Oleoducto de Crudos Pesados Transandino. Este eje es el ramal norte del Corredor del Amazonas, uno de los corre- dores interocednicos propuestos en el proyecto de Integracién de Infraestruc- turas Regionales de Sudamérica (URSA), y que Brasil impulsa como una de sus posibles salidas comerciales-productivas al Océano Pacffico. No obstante, con el anuncio de ampliacién del puente transocednico del Canal de Panama y los descubrimientos del campo petrolero Jupiter, habr que esperar para saber si Brasil mantiene sus esfuerzos por establecer este paso a través de territorio andino, y la correspondiente activacién del eje petrolero,” y de ser asf, cudl de sus ramales sea el que priorice. La tendencia que se observa, desde el aleja- miento entre Lula y Correa, es de un mayor acercamiento entre Brasil y Pert. De mantener la politica de activacion de este Eje, se puede esperar un giro en la prioridad brasilefia hacia su ramal sur donde Petrobras ya tiene. presencia en el Bloque 112, también con salida al Océano Pacifico a través del Oleoducto Norperuano. % En realidad, el plan brasilefio de logistica y transporte (Ministétio dos Transportes y Minis- tério de Defesa, 2007) no contempla en el horizonte temporal de 15 afios una integracién pro- ductiva y comercial efectiva entre Brasil y el resto de los pafses amaz6nicos que responda a los ejes de integracién propuestos en la IIRSA, por més que este pafs sea su principal impulsor y finan- ciador y que varios de sus proyectos estén en marcha. Ver Leén (2007). ENTRE IMPERIOS Y NACIONALISMOS 113 Mapa 3 Petrobras en la Comunidad Andina de Naciones y en la Amazonia brasileia Fuente: Elaboracién propia con base en los planes y programas nacionales, pagina WEB ofi- cial de Petrobras, con datos al 2007. Geopolitica de los hidrocarburos amazénicos y algo mas Este escenario nos permite entender que existen diferencias cualitativas en las estrategias de las naciones amazénicas para apropiarse materialmente de sus hidrocarburos: en primer lugar, la colombiana y la peruana, que se entretejen més {ntimamente a la politica imperial de Estados Unidos; en segundo lugar, las que se vinculan a la estrategia venezolana en su esfuerzo por contrarrestar el dominio imperial, es decir la de Ecuador y Bolivia; y en tercer lugar, la estra- tegia subimperial brasilefia que con esfuerzos técnicos y financieros propios se ha instalado como potencia energética que compite con Venezuela por la hege- monia energética regional. Para la politica de seguridad energética de Estados Unidos, la regién conjunta no ha dejado de tener importancia estratégica, ni mucho menos ha disminuido su participacién, independientemente de las contradicciones entre las estrategias petroleras de los paises amazénicos y las emergencias nacionalistas de algunos 114 EFRAIN LEON HERNANDEZ de ellos. Por el contrario, tanto los miembros de la CAN como la Reptiblica Federativa de Brasil no sélo han mantenido su papel de abastecedores netos de hidrocarburos para el imperio estadounidense sino que todos registran incre- mentos en el volumen de sus exportaciones para el norte del continente, donde incluso Brasil, un pais tradicionalmente importador de gas y petréleo, ha ini- ciado su era de exportador teniendo a Estados Unidos como su principal destino. No obstante, los hidrocarburos amazénicos no estén incorporados masiva- mente en estos flujos, ya que de los paises amaz6nicos s6lo Ecuador, y en mu- cho menor grado Peri y Colombia, mantienen actividades productivas impor- tantes en la regién amazénica del Anillo Suramericano de Hidrocarburos. Si bien los hidrocarburos amazénicos no constituyen un volumen de reservas comparado con las venezolanas 0 las del Golfo de México, si se mantienen co- mo reserva estratégica para la estrategia petrolera imperial. Las reservas ama- z6nicas de gas y petréleo se mantienen practicamente integras en su porcién colombiana, aliado histérico de Estados Unidos en la regién; en el caso de Pert s6lo comienzan a incorporarse en las planicies centrales, también de la mano de empresas estadounidenses, y en Bolivia se mantienen practicamente {nte- gras. Por ello, la regién del Anillo Suramericano de Hidrocarburos del pie de monte andino y las planicies amaz6nicas se mantiene como reserva estratégica que, sumada a las reservas canadienses, venezolanas y mexicanas, dan largo aliento a la estrategia imperial para cubrir la mayor parte de su suministro de hidrocarburos de yacimientos propios y de su traspatio continental, mientras profundiza el control en Medio Oriente y lo extiende por los litorales africanos y del sureste asiatico. Sin embargo, la regién no representa una reserva potencial para el con- junto de las estrategias bolivarianas. Ecuador actualmente ocupa casi la tota- lidad de su potencial petrolero en su porcién amazénica, regién altamente pro- ductiva con horizontes de agotamiento cercano, mientras que la enorme ti- queza petrolera de Venezuela no se encuentra en su Amazonia sino en el Valle del Orinoco. Sélo Bolivia mantiene reservas importantes en su porcién ama- zénica, las cuales, de continuar su apuesta nacionalista de acumulacién de riqueza, junto con las reservas ya incorporadas de la regién de Los Llanos, otorgarian el sustento material necesario para mantener su alternativa en el largo plazo. Por su parte, Brasil, sin poser grandes reservas de gas y petréleo en su porcién amazénica, las que tiene las mantiene como reservas futuras al tiempo de acompafiar a Estados Unidos en su proyecci6n petrolera en territorio ecua- toriano y peruano. Asi, al permancer en Bolivia dos de sus refinerias, después de la nacionalizacién, Brasil se consolida como el tinico pafs de la regién con presencia petrolera en todas las naciones amazénicas —aunque en territorio ENTRE IMPERIOS Y NACIONALISMOS us venezolano y colombiano lo haga fuera de sus respectivas Amazonias—, y con capacidad para instrumentar en toda la regién una planeacién territorial pe- trolera propia, la cual forma parte de su proyeccién imperial regional con la que pretende incorporar el conjunto de las riquezas amaz6nicas a su propuesta regional de acumulacién de riqueza.2” No obstante, y pese a la importancia que tienen los hidrocarburos para las estrategias de los paises amazénicos y para la estrategia estadounidense, el patrén técnico sustentado en ellos parece aproximarse a su fin, por lo que, en ‘iltima instancia, segtin se tenga la capacidad de superar este patrén se juega la permanencia, en el largo plazo, de las propuestas de acumulacién de riqueza sustentadas en él. La devastacién social y ambiental que acarrea la prospeccién, extraccién y transporte de hidrocarburos, asi como su agresivo consumo, muestra limites materiales concretos a la civilizaci6n petrolera mundial. La destruccién local de suelos y bosques, la contaminacién de agua y aire, la subordinacién y expul- sién violenta de comunidades, as{ como la destruccién de sus saberes y formas de vida comunitaria en las regiones de prospecci6n, extraccién y transporte, se suman en todas las escalas a los miltiples contaminantes que resultan de la petroquimica, la contaminacién y destruccién de suelos, agua y ambiente por actividades agroindustriales, el deterioro de la calidad de vida en las megaurbes del automévil, el aumento de basura pléstica y diversos residuos téxicos, el derretimiento de los casquetes polares y la elevacién del nivel del mar. Todos ellos son rasgos indiscutibles que indican la urgencia por modificar de raiz la matriz tecnolégica contemporénea, incluso antes del inminente agotamiento de las reservas de gas y petréleo. Pareciera, sin embargo, que el imperio petrolero estadounidense padeciera de una ceguera que le impide mirar sus propias contradicciones y Ifmites mate- riales, mismos que hasta ahora s6lo ha conseguido desplazar en el tiempo y extender en el espacio. Contradiccién general de la civilizacién petrolera mun- dial de la que no escapan las apuestas nacionalistas amaz6nicas. Si nos ins- talamos en el largo plazo, y de acuerdo a la urgente necesidad mundial de transformar la matriz tecnolégica petrolera dominante, es posible definir estas emergencias nacionalistas como propuestas fundadas en un desarrollo tecno- légico tardio. 7 Una valoracién integral de la estrategia imperial de Brasil para la Amazonia debe contemplar sus divisiones en cuanto a politicas de poblamiento, industrializacién, militarizacién y vigilancia de la Amazonia, las cuales cuentan con expresiones en el resto de la regién, como el caso del “Sistema de Proteccién de la Amazonia Nacional” de Perd, que en realidad es la incorporacién de la porcién peruana al programa brasilefio de vigilancia de su Amazonia. Centro Gestor e Operacional do Sis- tema de Protegao da Amazénia (CENSIPAM) (Leén, 2007). 116 EFRAIN LEON HERNANDEZ La Amazonia es entonces una regién frontera de reserva potencial que alarga la vida de la estrategia petrolera imperial y que potencia en el corto y mediano plazos las emergencias nacionalistas e intereses imperiales de Sur- américa; al mismo tiempo participa en la cada vez mas profunda crisis material de nuestra sociedad conforme su riqueza petrolera y gasffera se incorpora al mercado mundial de hidrocarburos. Proceso contradictorio de produccién de riqueza petrolera que a su vez acarrea devastacién ambiental y genera miseria social local y regional que se repite en la apropiacién de sus miiltiples riquezas materiales. Estamos muy lejos de los tiempos en que por verdad o fantasia era posible pensar la Amazonia como regién indémita de recursos infinitos. La codicia mundial por la apropiacién de sus hidrocarburos ha hecho de esta regién una reserva de riquezas materiales en constante apropiacién y destruc- cién puesta al servicio de diferentes intereses imperiales y nacionales, dentro y fuera de sus fronteras. Bibliografia ACCION EcoLdécica (2000), “El Ecuador Post Petrolero”, en Accién Ecolégica, Ecuador, . ACCION ECOLOGICA (2006), Atlas amazénico del Ecuador: agresiones y resistencia. Inventario de impactos petroleros-2, Ecuador, Accién Ecolégica/CONAIDE. AGENCIA BOLIVARIANA DE NOTICIAS (ABN) (2008), “Venezuela aumenta sus re- servas certificadas de petréleo a mas de 152 mil millones de barriles”, en Agencia Bolivariana de Noticias, 29 de octubre, . ADNMUNDO (2007), “El primer proyecto del Banco del Sur podria ser una refi- nerfa de petréleo”. 17 de julio, . 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