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Los directivos de las empresas que mueven sus productos a través de las fronteras
del país saben muy bien que no es lo mismo el movimiento logístico doméstico que
el internacional. La Cadena de Suministro Internacional no es una simple extensión
de la Cadena de Suministro Doméstica; una serie de factores adicionales a los típicos
de cualquier cadena de suministro hacen la tarea más difícil. Si bien la expansión del
comercio internacional en el ámbito global ha propiciado importantes adelantos en la
infraestructura logística de los países, particularmente en lo que se refiere a medios
de transporte, desregulaciones y en la simplificación de los procesos aduanales, la
realidad muestra que muchas de las dificultades inherentes al comercio internacional
aún no se han resuelto.
Diferentes culturas, idiomas, monedas, regulaciones y prácticas logísticas son
factores que dificultan el movimiento de productos; estos factores están en su
mayoría fuera de la competencia de las empresas, entonces ¿qué puede hacer la firma
para enfrentarse con estas dificultades?
En este artículo nos proponemos analizar tres factores que competen al ámbito de la
empresa y que tienen alto impacto en el buen desempeño del movimiento logístico
internacional: la estructura de la cadena de suministro, los recursos humanos y el
manejo del riesgo y la incertidumbre.
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operaciones; en consecuencia se opera sobre la misma como si las operaciones
internacionales sólo fueran una extensión de las domésticas.
La apertura a mercados internacionales ofrece muchas ventajas, pero también costos,
complejidad y mayor riesgo. La Cadena de Suministro tendrá un mayor número de
componentes —no todas bajo el control de la firma— que deben coordinarse para
lograr un movimiento eficiente, sin interrupciones. Estos componentes almacenan
inventario, y a través de ellas fluye el producto desde su origen hacia los diferentes
destinos. La longitud y amplitud de la cadena dificulta el control del inventario en el
ámbito internacional1: valuación en diferentes divisas, otras estructuras de costos,
prácticas logísticas y sistemas de administración e información, implican mayor
riesgo y menor visibilidad. Estos factores deben ser tomados en cuenta antes de
iniciar cualquier tipo de operación internacional. Para minimizar el efecto deben
lograrse relaciones de colaboración y mutua confianza con proveedores,
distribuidores y terceros logísticos (3PL). La estructura de la Cadena de Suministro
no se inscribe dentro de los dominios y el control de la firma, menos aún cuando se
tienen operaciones internacionales. Un análisis de los nuevos flujos de producto
permitirá reconocer qué parte de la estructura actual tiene capacidad y condiciones
suficientes para aprovecharlas en las nuevas operaciones y qué nuevas instalaciones
serán requeridas. Aun si el producto a exportar es el mismo que el que se ofrece en el
mercado doméstico o si los insumos de importación serán incorporados al mismo
proceso de producción local, existen características que requieren un manejo
especial: envases, embalajes, etiquetado, códigos. El almacén de producto terminado
puede mover varias cajas al día en el ámbito local, pero el producto destinado a la
exportación requerirá ser entarimado, codificado y etiquetado de otra manera; porque
se mueve en diferentes volúmenes y tiempos se requiere, entonces, destinar un área
especial para este propósito.
Cuando no se dispone de instalaciones o personal para estas operaciones la solución
puede ser contratar el servicio de un tercero logístico, con experiencia en los
procesos que la firma quiere implementar. Hoy, existen empresas especializadas en
el manejo de categorías específicas de productos. Aun cuando la empresa disponga
de los recursos para realizar estas operaciones2 otro componente de la Cadena de
Suministro que se encuentre estratégicamente localizada en el ámbito internacional
puede hacer mejor una labor de distribución, manufactura o almacenamiento,
agregando valor al producto, transfiriendo nuevas tecnologías, reduciendo costos o
2
aportando el conocimiento necesario del nuevo mercado. Visitar las instalaciones y
analizar la estructura financiera, la capacidad y la experiencia de los intermediarios y
terceros logísticos es la regla primera antes de iniciar cualquier tipo de operación con
ellos. Son muchos los ejemplos de operaciones internacionales frustradas por
alianzas establecidas al vapor.
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En operaciones internacionales, los tiempos de proceso y las entregas de fuentes
globales3 dependen de muchos factores incontrolables que provocan variabilidad o
incertidumbre.
La incertidumbre se refleja en la predicción de la demanda; con tiempos de
suministro más largos, el pronóstico será menos preciso, con mayor error, lo que
resultará en la necesidad de tener mayores inventarios de seguridad para evitar
desabasto por cambios bruscos en la demanda. Pero el mayor impacto en el
inventario no es resultado del tiempo de suministro per sé, sino de la incertidumbre o
variabilidad del tiempo de suministro. Si la política del proveedor indica entregas en
30 días, siempre es posible adecuar los niveles de inventario para no tener faltantes
ni inventario en exceso; pero si esos 30 días con frecuencia resultan en 35, 38 o más
los resultados pueden ser desastrosos. Las distancias y el mayor número de puntos
por donde el producto debe pasar agregan incertidumbre al tiempo de suministro que
de no tomarse en cuenta puede resultar en un deterioro importante en los niveles de
servicio.
En la Tabla 1 se muestra el inventario de seguridad requerido para un producto con
una demanda promedio de 1000 unidades semanales y una desviación de 100
unidades para mantener un nivel de servicio del 95 por ciento (2 por ciento de
probabilidad de tener faltantes en el ciclo).
La variabilidad en el tiempo de suministro se representa con la desviación estándar.
Se observa que el aumento en la variabilidad del tiempo de suministro tiene un
efecto mayor en el inventario que un aumento en el tiempo del suministro mismo.
Estos efectos no necesariamente se minimizan con una reducción en los tiempos de
entrega, sino logrando confiabilidad y menor variabilidad. Nuevamente, para ello, se
requiere relaciones de confianza y visibilidad en todos los eslabones de la cadena de
suministro.
Un mayor inventario resulta, además, en mayores costos que podrían ser superiores a
los ahorros derivados de compras internacionales a mejor precio. Estos costos deben
ser estimados antes de iniciar una nueva operación, de lo contrario las ventajas
esperadas podrían verse seriamente disminuidas.
Las operaciones a mayor distancia y a través de un número superior de eslabones en
la cadena disminuyen la visibilidad en el seguimiento de los productos y agregan
más puntos vulnerables que deben ser identificados: riesgos climáticos,
epidemiológicos, políticos, económicos, ataques terroristas, cambios en los precios y
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en las condiciones de envío, huelgas portuarias, etcétera. La firma y sus asociados en
la cadena de suministro deben evaluar estos riesgos, tomar precauciones y asegurarse
para que el impacto de estas situaciones sea mínimo.
La extensión de la Cadena de Suministro a través de fronteras internacionales4 y
distintos hemisferios ha permitido la reducción de costos de mano de obra, pero ha
aumentado el costo de la seguridad. La firma debe considerar la seguridad como una
función importante dentro de cada una de sus actividades que realiza. Es menos
costoso diseñar estrategias de seguridad en la cadena de suministro que tratar de
mitigar las consecuencias5.
Conclusión
La Logística Internacional tiene otras reglas. Si bien es cierto que la eficiencia de las
operaciones depende en gran medida de la infraestructura logística de los países
involucrados, sus regulaciones y políticas de comercio, existen factores que
competen a la firma y a las organizaciones que componen la Cadena de Suministro
Internacional.
Un diseño adecuado de la Configuración de la Cadena de Suministro, recursos
humanos con gran experiencia en comercio y movimiento logístico internacional, así
como una administración adecuada del riesgo son elementos fundamentales para el
éxito de cualquier proyecto de operación internacional.
Referencias
1. Wood, D.; Barone, A.; Murphy, P. Wardlow, D. (2002) International
Logistics. Second Edition. Amacom. NY
2. Simchi-Levi, D.; Kaminsky, P. Simchi-Levi, E. (2003) Designing and
managing de Supply Chain. Second Edition, McGraw Hill.
3. Harper, B. (2006) “How Global Supply Chain Management has changed in
the Past 10 Years”, World Trade, Jun 2006, Vol.19, Iss. 6, pg. 24, 2 pgs.
4. Blanchard, D. (2006) “Protecting the Global Supply Chain”, Industry Week,
Dec. 2006, Vol. 225, Iss. 12, pg.43, 2 pgs.
5. Sarathy, R. (2006) “Security and the Global Supply Chain”, Transportation
Journal, Fall 2006, Vol. 45, No 4. pg. 28-51.