El documento discute diferentes concepciones antropológicas del cuerpo y la corporeidad. Según la antropología bíblica, el hombre es tanto cuerpo como alma y ambos forman una unidad. La concepción griega, influenciada por Platón, ve al cuerpo y alma como entidades separadas en conflicto. La visión de Aristóteles es que el cuerpo y alma son incompletos por separado y forman una sustancia única cuando unidos. La teología cristiana adoptó inicialmente elementos dualistas platónicos pero Tomás de Aquino rec
El documento discute diferentes concepciones antropológicas del cuerpo y la corporeidad. Según la antropología bíblica, el hombre es tanto cuerpo como alma y ambos forman una unidad. La concepción griega, influenciada por Platón, ve al cuerpo y alma como entidades separadas en conflicto. La visión de Aristóteles es que el cuerpo y alma son incompletos por separado y forman una sustancia única cuando unidos. La teología cristiana adoptó inicialmente elementos dualistas platónicos pero Tomás de Aquino rec
El documento discute diferentes concepciones antropológicas del cuerpo y la corporeidad. Según la antropología bíblica, el hombre es tanto cuerpo como alma y ambos forman una unidad. La concepción griega, influenciada por Platón, ve al cuerpo y alma como entidades separadas en conflicto. La visión de Aristóteles es que el cuerpo y alma son incompletos por separado y forman una sustancia única cuando unidos. La teología cristiana adoptó inicialmente elementos dualistas platónicos pero Tomás de Aquino rec
Por corporeidad se entiende, en general, todo aspecto material
captado por los sentidos, es decir, todo grupo de cualidades que nos representamos como estables, independientes de nosotros y puestas en el espacio. Con este trmino se designa tambin la dimensin material del ser humano. Para comprender el significado del cuerpo humano hay que referirse a la concepcin antropolgica. Segn sea la antropologa, variar el modo de entender el cuerpo, as como variarn las concepciones morales.
Segn la antropologa bblica, que se caracteriza por ser
acentuadamente unitaria y global, el hombre es tanto cuerpo como alma. Una yuxtaposicin o una contraposicin de cuerpo y alma es algo intrnsecamente extrao a los escritos de la revelacin, El cuerpo designa al hombre como totalidad, como persona, y equivale por tanto al yo concreto (cf. Rom 6,12; 12,1). Cuando se habla de un conflicto entre "cuerpo" y espritu esta frmula no refleja na hostilidad natural entre el cuerpo y el alma como dos elementos de la naturaleza humana, sino que expresa la situacin en que el hombre, aprisionado en el pecado y esclavo del egosmo, se opone a la voluntad espiritual y salvfica de Dios.
Por eso mismo en la Escritura se percibe repetidamente la dignidad
y el valor del cuerpo. En el Antiguo Testamento, el cuerpo del hombre lleva la huella de la accin de Dios (Gn 1-2). Lejos de ser despreciado y de ser un obstculo para la perfeccin, se le reconoce una dignidad eminente : el cuerpo mismo (mediante el corazn, los riones, los ojos, etc.) produce, lo mismo que el alma, afectos, pensamientos, deseos, decisiones (Sal 16,910; 63,21 84,3; etc.). El Nuevo Testamento, aportando una nueva luz sobre el destino ltimo del hombre, que es la vida eterna en comunin con Dios, eleva ms todava la dignidad del cuerpo, que ser llamado igualmente, mediante la resurreccin de los muertos, a compartir la suerte del alma (Mt 25, 31-46; Lc 6,20-261 etc.).
La
concepcin antropolgica griega, por el contrario, est
caracterizada por el dualismo, que se concreta en la afirmacin de la conflictividad entre el cuerpo y el alma. Segn Platn, el alma y el cuerpo son dos substancias completas,
cada una por su cuenta, unidas accidentalmente durante la
vida terrena sin formar efectivamente una substancia nica. El alma por s sola constituye la esencia verdadera del hombre. sta se encuentra en el cuerpo como en una crcel. En consecuencia, el ideal del hombre consiste en sustraerse de lo corporal y alienarse del mundo sensible para conducir de nuevo al alma a su perfeccin y a su felicidad original.
Es distinta la concepcin de Aristteles. A su juicio, el alma y el
cuerpo son elementos claramente distintos, pero no son dos substancias completas, sino incompletas (como la materia y la forma): las dos juntas dan origen a una nica substancia completa, el hombre. Sin embargo, el dualismo no desaparece del todo, ya que tambin para Aristteles el Cuerpo es materia extraa y opuesta al espritu; los dos coprincipios del hombre no presuponen realmente un solo origen, ya que la materia es eterna y se contrapone a Dios.
El pensamiento cristiano sobre el cuerpo, en los primeros siglos, se
desarroll sobre la base del encuentro-confrontacin entre la visin bblica del hombre (sinttica y global) y la concepcin antropolgica helenista, dominada por el platonismo (dualista). Muchos Padres de la Iglesia, aunque defendan la bondad del cuerpo en cuanto obra de la creacin de Dios, acabaron acogiendo las ideas platnicas sobre la relacin alma y cuerpo, asumiendo de este modo una actitud asctico-peyorativa respecto al cuerpo.
En particular, la identificacin de la concupiscencia debida al
pecado original con la reaccin espontnea y natural de los instintos (san Agustn) los llevar a una acentuada infravaloracin del cuerpo, destinada a perdurar durante siglos.
Fue con santo Toms, que se sirve de las categoras del
pensamiento de Aristteles, como se asisti a la superacin del dualismo y a la recuperacin del valor positivo del cuerpo. La unin substancial entre los dos constitutivos del hombre,
originados ambos por Dios, est determinada por un nico
acto de ser, el del alma (forma del cuerpo) que mantiene en ser tambin al cuerpo. De aqu se deriva la unidad de la actividad humana, que es siempre fsico-espiritual juntamente.
El hombre acta siempre de forma humana y espiritual, aun cuando
acte con el cuerpo.
La sistematizacin que dio santo Toms al problema de la relacin
alma-cuerpo es imprescindible para los conocimientos alcanzados por la antropologa de nuestros das, de carcter integral, a la que han dado su aportacin diversas tendencias filosficas, especialmente la escuela personalista.
En la concepcin personalista aparece el cuerpo en todo su valor,
ya que no es puramente objeto o "instrumento", sino sujeto. Es encarnacin, epifana espacio-temporal del yo" presencia a los otros y posibilidad de comunin; relacin con el mundo y con la sociedad; expresin y por tanto cultura, etc.
Pero el cuerpo es tambin lmite, signo del lmite espacio-temporal,
que lleva consigo los caracteres de dolor, enfermedad y muerte.
Puesto que el verdadero cumplimiento del hombre es la
personalizacin de la dimensin material que concluye con la resurreccin de la carne" (Rahner), la tarea moral consiste para el cristiano en asumir su propia realidad corporal sin reducciones ni reservas, obrando de tal manera que no se vean reprimidas, sino integradas en su propia identidad personal, las cualidades de las que est dotada la existencia corporal. En la ptica de la teologa de la salvacin, la preocupacin por la formacin y el enriquecimiento de la propia corporalidad es un signo por el que se reconoce la afirmacin del porvenir. Permite presentir ya desde hoy, aunque sea de manera provisional, la plenitud, la grandeza y la belleza del hombre, que algn da ser glorificado.
Pero la consonancia con el ser corporal del hombre exige tambin la
aceptacin de los lmites de su cuerpo actual, unos lmites
marcados en definitiva por el sufrimiento y por la muerte. Esto supone la renuncia a un optimismo irreal, que se comporta como si pudiera realizarse ya en nuestro tiempo terreno la utopa de una corporalidad liberada del sufrimiento y de la decadencia.
G. Cappelli
Bibl.: S, Spinsanti, Cuerpo, en NDE, 3183351 AA, VV , El cuerpo y la
salvacin, Sgueme, Salamanca 1975;-F p, Fiorenza - J. B, Metz, El hombre como unidad de cuerpo y alma, en MS 1111, 661-715,