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No oyes ladrar los perros nos relata como un padre replica a su hijo por sus
malos actos y le hace reflexionar al punto de que le caen lgrimas. En este
caso Ignacio era un delincuente que iba matando y robando a gente
inocente solo por tener una vida fcil.
El narrador toma dos posiciones el de testigo y protagonista. Lo fascinantes
de esto es que el autor juega con ellos dos y os presenta de manera
comprensible. El primero narra con detalle el lugar donde se encuentran los
personajes y los gestos de estos. El segundo se presenta en la forma del
padre.
En la narracin se presentan dos personajes: el progenitor y el joven. El
padre es el tpico mexicano, trabajador y resentido. Se puede intuir que es
un campesino pues se dice que la madre esperaba que el joven sea su
sostn. El jovenzuelo es de una clase social bajo por lo que tuvo que recurrir
al bandolerismo.
Los lugares donde se sita los hechos son muy bien explica por el narrador.
El primero es en el monte y el segundo en el pueblo de Tonaya.
Los sucesos ocurrieron de noche pues " All estaba la luna en frente de ellos.
Una luna colorada que les llenaba la luz de los ojos y que estiraba y
oscureca ms su sombra sobre la tierra. Tras una pelea de delincuentes.
Presenta analepsis en especial con el narrador protagonista pues este
recuerda pasajes importantes en la historia.
En conclusin "No oyes ladrar los perros" presenta un juego de narradores
muy bien trabajado, relacionando los personajes con la forma de vivir de un
pueblo y los padres decepcionados con un hijo que recurri a la vida fcil.
Adems, se utilizaron recursos literarios como la analepsis que le dieron
"vida" al texto y facilitaron su comprensin.