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PRDIDA Y RECUPERACIN DE LA FE
Sin embargo, lleg un momento en que ese mundo lgico e ideal del poeta se hizo aicos. El alejamiento de su
trabajo como director del boletn de la Universidad de Chile, el golpe militar de 1973, el fracaso de dos
relaciones conyugales (con Sybilla Arredondo y Beatriz Zrate), sumergieron a Teillier en una grave crisis que
sobrellev con poesa y alcohol, rindose de s mismo y reconocindose como un morador de la irrealidad. A
pesar de que la nostalgia y la obsesin tieron sus ltimos escritos, la melancola creciente no le impidi ser
optimista y siempre trat de contagiar con su precaria felicidad los corazones de sus semejantes como en un
intento de transformar a la sociedad. De hecho, es comn verlo en fotografas sonriendo y brindando junto a sus
amigos en el bar La Unin Chica o conversando animadamente con algn predicador de la Plaza de Armas. Y es
que en Teillier siempre se agit el espritu de la poesa, el mismo impulso interior que en uno de sus ltimos
poemas invita a su nieto Daro a regresar a Lautaro, A la casa de madera de los antepasados/A lado de la lnea
frrea/Remars en el Cautn an no contaminado/Son los deseos de quien no teme repetirse/Vuelve al pasado.
En sus ltimos das, Teillier se reconciliaba consigo mismo.
LTIMOS VERSOS
En abril de 1996 el poeta de Lautaro comienza a presentir la inminente llegada de la muerte. Teillier, con su
sensibilidad natural, saba que la llama de su alma se extinguira pronto, por lo que inicia un registro de
anotaciones llenas de delirio y retrospeccin que constituiran gran parte de su libro pstumo En el mudo
corazn del bosque. En uno de esos escritos, la revelacin adquiere tonos inquietantes: Tal vez esto va a
terminar luego/Estoy cansado de relectura de vivir de nuevo.
El 22 de abril de 1996 se conoce la trgica noticia del deceso de Jorge Teillier.
El poeta lrico no ser olvidado. Eso es un hecho, ms si se considera que su obra est siendo rescatada y
discutida y que siempre hay nuevo lector que aborda el tren de poesa de Teillier para emprender el viaje al Pas
de Nunca Jams, el reino de la inocencia del cual alguna vez todos fuimos habitantes. La voz de Teillier seguir
escuchndose, ya que cmo el mismo escribi Si alguna vez mi voz deja de escucharse/ piensen que el bosque
habla por m/con su lenguaje de races.