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POLITICA EXT RIOR a TA ere GRUPO EDITOR LATINOAMERICANO Coleccion Estupios IxTEaNACIONAL=S eign, Esrupios 1NTERACIONSLE 4 i ecicién ISBN 9504812692 2. os Jove Paraiso a Oo Jt Pe? Lacnoamencano SRL, Bucs Aish queda nec ek depésito que isons la fey 117 Argentina Imprese y hecho en te Argentina. Printed and macs s= ena praporacidn de ete ore: fn eo Compoouin ¥ semace: artes, Grfcas in varril Impresores. Impres oe are tapes Fotocromes Roce, Enewacerna Grates Sen Carlos S Tiparm el necor pope Obra CE de 7 3%. para glen: Pros lag Oreplus de 240 gx. provisos por Copass St Colavoraron Pisin. Imoresién interior: Del Introduccion Quien esté medisnamente familiarizedo con la actividad antelectusl arzentina de las iltimas décedas no puede dejar de sorprenderse por ia escasa cantidad de trabajos dedicados af anilists gloval de Ia politica exterior. Si se computa 1o publicado desde fines de fa Guerra, sdlo merecen mencionarse dos obras: Politica exterior argentina 1930-1962 de Alberto Conil Paz y Gustavo Ferrari, apsrecida en 1964 y De Cha. pultepec al Beagle, de Archibaldo Lanus, editads veinte afics despues de Ja anterior. Aun cuando se sumaran a este registro titulos tales como Politica internacional de ia nacidn argentina, recopilacion comen tada de textos y documentos hecha por Carlos Alberto Silva, Elementos de politica mrernacional ae Lucio Moreno Quintana, Argentina en 2 mundo de Sergio Bag, 0 105 ensayos de Juan Carlos Pung y Gustavo Ferrari, seguisia siendo una produccién noteblemente tmezquina para tun periodo de casi medio siglo. El panorama sélo mejora si se coniabillza aquella bibliogratia ub ‘cada entre el derecho mternacional y ia histona diplomatica Historia ae las relaciones extertares argentinas de Isidoro Ruiz Moreno, Histo- ra de las relaciones nernacionales argentuias de Roberto Etchepare- _ ~borda o Cilestiones internactoneles 1852-1966 de Ricardo Cailiet Bois— yuna buena cantidad ce estudios referidos a temas puntuales, muchos de ellos frecuentemente examunados desde una Optica geopolitica —re- laciones con Chile, con Brasil, con los Estados Unidos, Cuenca del Plata cuestion ce las Malvinas, Antartida, etc— 0 concentrados en el andlisis ela gestion exterior en las distintas etapas por las que atraves6 la vida polfico inssitucignal del pais —radicalismo, peronismo, gob.ern0s militares, ete estos ultimos mas cercanos a las modernas perspec tuvas de ia diseiplina de las relaciones internacionales. \ Juan Carlos Puig, "La politica exterior argentina: iacongruencias epi- uermicas y coherencia esuuctusal”, en America Letina: politieas exteriores comparadas, Grupo Editor Latinoamenceno, Buenos Aires. 1984. Gustavo Ferran, Esquema de la politica exterior argentina, Eudeva, Buenos Aires. 1981, —— | | i Tose Parediso Esta falta de estudios globules sobre In poliuea exterior 920 e un Cig de televancrs sociolégiea que seguramente Pus<> “o come, un, dato A fenomencs mas profundes. Pareceris nefurel FOr ‘ejemplo. rndieador o¢ Tygencras neoasiacronistas que Se TUSteroy 68 ‘manifiesto fina; sin embargo, este UP ge algunos momentos ce Ia historia ar Sb mybocesis debe aaministrarse con cautela. si no 5° GOT ‘abomar pur de ipovee demasiado simplistas que fan prosperade > Te ‘imos tempos sobre las complejas articulaciones politcss ‘economicas ¥ cu! queales dei pais con su ambito externes ede fa literatura a fa que se ha hech tod In de orientacion histonco-geopolitica, apareciO © Pt de fa se ~ fenda mitad de los afos sesenta, Este hecho ne fend Mer de sorpren: onta, ‘quarda estrecha relscién con la reactvacion Ge ccontlictos term dente: uafjentiones de soberanin que se produyo #52 $9°°% En tal tories ¥ eetraell entender que se hubiers retormado =i pasado TetO contesto, 65 Foye ascuciéa en torno de a continuided ¥ cOnersnele de ig politica extenor. Toe juicios sobre imeonsistencia ¥_errancidad ®t desempeio diplomatico reconocian una large tradicién elonada por opiaiones de cconewTraonalidaces, 1 que, con frecuencia. 56, Habit Sig victoria no ca derechos", pronunciala re tariano Varela al conciuit la Guerra del Paraguay, ore el antece- ao raring actitud en exceso idealista y displicenre "SSPeC de los eritvses. politicos de fos estados. Seguramente, ellos fueron sjen0s imrereses Jieadog de los procesos arbitrales @ que se able sometido ef puis y.al tono encendice de-los debates susctsds Pt tas grandes cect- Pas Yer Goliuea exterior. De alin modo se condensaean un cate Sonco comentario aparecise én el diane La Pree curance el pr \_ met afio del siglo: "No creemos que B37 pueblo civilizado alguno de 12 mer aigue euide menos su representacion diplorsstics Ot fe nuestro” menciba de citas ae este tenor podria Vener mc paginas, ‘En 1902, en ocasién del debate perlamentenio sobre 10% tratados de paz eo readie Toaguin B. Gonzalez sefalaba: "Nosotros, > parte, 10s aan ge mi generacion, nos hemos educado, nos Heme formado en hombres oe Te gue en este pais ng existe una politics internacional” 1 creer ge. para el enonces ministro jnterina de Resetee exe: Preeisame pectos cuya defensa asurma en nombre dei gobierno, veaian Gran parte Jo mencién, sobre muy prestigio femitido 2 Ja célebre frase sor, Hyspamenice, Buenos Aires. 2 Hugo R. Satas, Une politica page 163. a darie a fa politica externa, “una nueva direcciéa gener hasta ahora ha carecide de modo permanente ¥ continue’ TH comentario de Joaquin V. Gonzélez resulté, a Ia tex ce los aco tec eee iereniores, demasiado opumista, al menos en iO qe 8 fe weetpeln ce fos provios argentinos respects, Las critices © rage pererpciat erencia ce le Cencilleria —por lo general acompafacas 0¢ ieee Snes a [a eficscia de fas de Chile y Brasil— reaparecerian ont 2 aaanciee, ea como resultado d& Ta légics a2 12 opasicion que ha (ete oer ee se politica cei pais, s€8 como sosten de planteos especiticos en esa matena se mgid, durance el sranscurso de una célebre discusién en ts CS mara ve Diputados, Estanisiao Zeballos, una de las personsliéades rine ha contribuide al surgimiento de esa perspectiva critica, GS" wie Republica Argentioa en materias snternacionales es la nacién Tt nos posastada del universe. Su pueblo, sus hombres pablices. tus 0h ree Prades, sus excuelas, no se ocugan oe estes cosas sino al PASAr: Nanos hemos procured jlustrarnos a fonao sobre esas aitas cuestenes saree acon que tanto interesan al pais, ¥ hemos oreferico le police sRiarne ce personolismos, de asumtos elecioraics ¥ otras Ge minis Importancia... Nogoieos no sebemos negoctar. carecemes <2 Saree y por eso iemo 2 veces cuando se micia wn tratado nist ional Xgbneras los EE.UW. han aumentado en mas ae 7 millones de Kr! come carceuencie de negociades diplomatices y en 15 millones sus fab /e0” fon, mientras #1 Brasil ba ensenchago su ternitorso én um siglo SEE ve oon.000 kn y ganado varios millones de habstantes sin disparae 0 tro, Ia Republics argentina ha perdido 64.000 tre fy Rallones de naoitantes curane el mimé laps de iemBe, sabemos negociar, no sabemos diptomacia: y nos han arrancado te Mies y habitentes por tratacos pusilénimes, porque si la Repdolice Af os ¥ MMubiera asumigo una actitud mds recia y de mayor carscier Soando negociaba con sus Tivales, estos hubieran cedide ‘higo mis de tres décedas despuss, en el musmo resinto, el minisire de Releciones Extenores del primer gobierno peronista censurzba ® S05 sr ibsesares inmediatos argumentando: “Creo que Tos poderes ejeculy sat anteriores po han tenido una verdadera politica anternacionsl, ¥ no ‘carlos A Silva, La Politica Intemacional de ta Nacién Argentine, Mimstano uel Interior, Subseeretaria ce Jaformaciunes, Duenos Aires, ote se es Plebegarebords, Zebellos y (@ politica exteror’ argentine, Pleamar, Buenos Aires, 1982, pag. 50 9 Tose Peradiso EEE EEE Eee eee cere eee reece eee eer le han tenido porque Jes caractensticas esenciales dei desenvolvimiento Ge nuestra politica internacional no se han fijado con claridad”* En él tempo transcusrido entre Zeballos y Bramuslia. muchas les se habia odo a politices, académicos 0 pudlicistas abonar lz tesis de la improvisacion y falta de objetivos. Em ocasiones valiéndose He imagenes efectistas como la empleada por Lucio Moreno Quintana’ “Exiraordineria paradoja [a de este pais argentino que ha ganado jdas. sus querras y ha perdido todas sus cuestiones terniorles! Esiuerzo de los unos, incapacidaa de los otros. Magnifico ejéreito, armada valerosa, diplomacia vacilsnte. Repetidas este tipo de spreciaciones en el sensibilizedo escenario tie Jos afios sesenta » setenta, sin duda obraron como un estimuiante pero abordajes como los de Jusn Carlos Puig y Gustavo Ferrari Bhienes procuracon proporcionar visiones mas sistematicas del pro: Blema a ‘raves de io identificacion de las que se denorminaron “cons: tantes” de la politica extenor. Al precisar esas constantes —todas elas rasgos correspondientes 2 los ahos de vigencia del modelo de insereion en fa division inter- acronal del trabajo de! siglo MIN—, embos autores desestimaban, © al inenos moderaban fos aleances de l2 hipdtesis sobre erraticidad, Ambos Subrayaban los componentes de conunuidad. sin disimular. por cierto, su juicio eritico respecto de algunos de ellos, derivados de la dptica Gesee la que ambos conceptualizaban ¢! interes nacional. Mas adelante Gtros investigadores se encargarian de mostrar la coherencia de 1a politica exterior del pais agroesportador Entre los enfoques de Pulg y Ferrans existian varios puntos de contacto, pero donde se extremaban [2s coincidencias era en relacién fon 12 ceracterizacién de wna tradicién de postergacién de las valora- Goués' feferidas al territono, apreciacion

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