Dios aterriz y lo hizo de una forma extraordinaria y humana. Sin dejar de ser Dios, Mara, en la pista de sus entraas acoge el aterrizaje ms arriesgado del Creador en la humanidad. Cmo ser posible? Cmo lo har? Lo grande, lo nunca visto, de repente aparece en el horizonte desciende y, en las dos alas del Espritu Santo, su bondad, su amor y su entrega sin condiciones cae pausadamente en la pista de Mara Virgen. Gracias, Mara! Gracias por ser un aeropuerto en el que, Dios, ha logrado maniobrar para venir a recogernos. Porque, gracias a tu "si", podremos, nosotros, ascender hacia el cielo. Porque, gracias a tu "si" podremos ver descender por la escalerilla de tu sencillez al Verbo Encarnado, al que hasta ahora habitaba en lo alto. Porque, gracias a tu "si" vivir tendr un componente ms: La esperanza! Gracias, Mara, por sealizar el camino a Dios, por facilitrselo con las balizas de tu pobreza, generosidad, alegra, obediencia y fe sin condiciones. Gracias, Mara, porque desde la torre de control del cielo Dios valora tus riesgos y tus renuncias tus desvelos y tu dedicacin sin reloj ni calendario. Gracias, Mara. Te honramos, en este mes de mayo, porque por ser aeropuerto para el descenso de Dios hemos conocido el amor que Dios nos tiene. Porque, gracias a tus pistas limpias y puras tambin nosotros podremos acercarnos al cielo. Aydanos, Mara, en tu aeropuerto de Madre,
a no olvidar que -tambin nosotrostendremos un vuelo que despegar
no sabemos cundo ni dnde en direccin a esa eternidad donde te veremos. Amn. Javier Leoz. Mes de mayo 2015.