You are on page 1of 3

LA PRUEBA MÁS GRANDE DE NUESTRO CRISTIANISMO

Por Pastor Hemel Jiménez

Texto Bíblico: Lucas 10:25-37

Un día un intérprete judío se acercó a Jesús. Era un estudioso de la Ley de Moisés que
pasó su vida en las sinagogas interpretándola y enseñándola. Este sincero buscador de la
verdad puso a prueba a Jesús, buscando una revelación magistral del Maestro: “¿Haciendo
que cosa heredaré la vida eterna?” - preguntó, y obtuvo dos respuestas: 1) Ama a Dios y
2) Ama al prójimo.

Pero nuevamente pregunta al maestro: “¿Y quién es mi prójimo?” A lo que Jesús contesta
con una parábola, dejando en claro que el amor al prójimo es la más grande prueba de
que nuestro cristianismo es verdadero.

I. EL PUNTO MAS ALTO DE LA ESPIRITUALIDAD (Lucas 10:31-32)

En ese tiempo las posiciones más altas en cuanto a la representación de Dios en


la tierra eran los sacerdotes y levitas. Jesús los presenta a ambos evadiendo al
hombre maltratado, herido y robado por ladrones, aun sabiendo que si tocaban
un “cadáver” (que era lo que parecía el hombre) se hacían inmundos según la
ley. ¿Porque los presenta como personas que no amaron a su prójimo? Porque al
ayudar a este hombre habrían demostrando a Dios el punto más alto de
espiritualidad, más allá de las expresiones externas de la religión:

A. Amar al prójimo es el sacrificio espiritual más importante para Dios.

Muchos piensan que predicarles a multitudes, ayunar más que todo el


mundo, llorar delante de Dios es lo máximo que podemos ofrecer. Pero no es
así. El acto más espiritual que podemos hacer para Dios es amar a nuestros
semejantes. Por eso Jesús decía:

“El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el
Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu
alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal
mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo…” A lo que un escriba respondió: “Bien, Maestro, verdad has dicho,
que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; y el amarle con todo el corazón,
con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar
al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios”
(Marcos 12:29-34)

II. EL NIVEL MÁXIMO DEL SERVICIO A DIOS

Ahora en cuanto al servicio a Dios ocupar el cargo de sacerdote y levita era lo


máximo. Tu puedes ser pastor, tu puedes ser monseñor, tu puedes profeta
poderoso en señales, pero lo que realmente demuestra que eres un genuino
siervo de Dios no es posición, sino el amor que das a los demás.
A. Un siervo es aquel que ama aun a sus enemigos.

Jesús da una cátedra de amor a los demás utilizando en su parábola a un


Samaritano (éstos eran aborrecidos por los judíos). El hombre herido al
parecer era judío puro, porque venía de Jerusalén a Jericó. Sin embargo
vemos al Samaritano ayudándole. En otras palabras este hombre le tendió la
mano a su enemigo.

Los religiosos, los “espirituales” pasaron de largo, pero el Samaritano mostró


ser un siervo verdadero amando a quien le aborrecía.

III. EL QUE AMA A LOS DEMÁS DA SIN ESPERAR NADA A CAMBIO. (Lucas
10:34-37)

Una de las más grandes muestras de que una persona es cristiana es “dar sin
esperar nada a cambio”. El Samaritano es ejemplo de misericordia y de
cristianismo porque invirtió vino, aceite, tiempo para llevarlo al mesón y hasta
dispuesto a usar su dinero si era necesario.

A. Amar es invertir.

A continuación, veamos lo que invirtió el Buen Samaritano (¿Estamos


dispuestos a invertir?)

 Vio al hombre herido al lado del camino, y no fue indiferente ni duro ante
las cosas crueles y males en la vida. No seas indiferente a la necesidad de
los otros

 Sintió compasión y se identificó con aquel hombre en ese momento. No


niegues tus sentimientos.

 Fue hacia el hombre, dispuesto a arriesgarse su propia seguridad.


¡Además, cuando él avanzó él se dio cuenta que el hombre medio muerto era un
judío y que era un enemigo jurado! Ve más allá de los prejuicios raciales y
religiosos.

 Vendó sus heridas, coloco en el herido su vino y el aceite. El vino y el


aceite es simbología del Espíritu Santo, véndale las heridas a otros con
la unción que tienes.

 Puso al hombre en su propia bestia y caminó, buscando un lugar de


refugio. Está siempre dispuesto a darle el consuelo y atención a un
enemigo necesitado.

 Lo llevó a una posada, atrasando sus propios planes y su viaje personal.


El mesón es simbología de la iglesia, la iglesia tiene autoridad para
ayudar a todo necesitado.
 El tomó el cuidado personal del hombre herido y permaneció esa noche
en la posada. Invierte tiempo en los necesitados.

 El dio el sueldo de dos días al mesonero y le pidió que mirara al hombre, y


si el costo fuera más él personalmente lo pagaría. Está siempre dispuesto a
invertir tus recursos.

*Adaptado del sermón “La prueba más grande de nuestro Cristianismo” por Pastor Hemel Jiménez.
Junio 14, 2009

You might also like