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1 DOCUMENTO POLITICO
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5 ÍNDICE
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8 1. Asumir, incorporar y desarrollar los documentos del XVIII Congreso.
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10 2. Reafirmar y actualizar el compromiso comunista.
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12 3. Asturias: particularidades de una realidad económica y social.
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14 4. Asturias, marco político singular.
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16 5. Clase, movimiento obrero y sindicato: reconquistar el carácter referencial del PC.
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18 6. Lucha ideológica y hegemonía cultural.
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20 7. El Partido y los movimientos sociales.
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22 8. El compromiso con un modelo de Estado: República y federalismo.
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24 9. Reconstruir la memoria democrática del pueblo.
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26 10. El bloque social antagonista: la convergencia y sus instrumentos.
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28 11. El PCA, partido solidario, antiimperialista e internacionalista.
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30 12. El PCA y la inmigración.
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32 13. El PCA, partido de la igualdad de género.
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34 14. El PCA en defensa del medio ambiente.
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36 15. El PCA y los jóvenes.
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1 1. ASUMIR, INCORPORAR Y DESARROLLAR LOS DOCUMENTOS DEL XVIII CONGRESO.


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5 El XVIII Congreso del Partido Comunista de España constituye por los documentos en él
6 aprobados, un nuevo hito significativo dentro del proceso de recuperación política y
7 recomposición orgánica iniciada a partir de 2004 que tuvo otros hitos importantes, sobre todo
8 en el XVII Congreso del PCE y en las Conferencias federales celebradas en 2008 y 2009. El
9 PCA asume en su integridad la línea política aprobada en el XVIII Congreso, no sólo por
10 obligada fidelidad y corresponsabilidad con una estructura federal de la que forma parte, sino
11 también porque, en aquel marco federal que tanta solidaridad y sintonía generó con los
12 comunistas asturianos, el PCA participó muy activamente en la redacción de los documentos y
13 otras tareas congresuales.
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15 En efecto, los documentos aprobados en el XVIII Congreso del PCE, si el partido es capaz
16 de llevarlos a la práctica, constituyen un nuevo paso en el camino para su reconstrucción como
17 un partido organizado de manera mucho más rigurosa, transparente en sus censos, con un
18 deslinde claro de las diferentes competencias orgánicas, con un concepto de su federalidad
19 más cohesivo y una expresada voluntad de unidad de acción, en todos los ámbitos sociales
20 donde actúe. El PCE recupera en aquellos textos una definición nítida de su propio ser como
21 partido, de sus señas históricas de identidad, reafirma su soberanía política y su capacidad de
22 intervención organizada, como vector de propuesta política en cualquier ámbito y sobre
23 cualquier tema, rescata el concepto de disciplina y, a la vez, asume y define el método de
24 síntesis política, asume la aspiración, como partido de clase, a convertirse en referente y
25 vanguardia de la clase trabajadora.
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27 Los documentos aprobados reiteran el compromiso del Partido con una política unitaria de
28 convergencia político-social con claros contenidos anticapitalistas, federales y republicanos y
29 renueva su apuesta por IU como instrumento de esa convergencia, entendida como algo que
30 es preciso refundar, abriendo y ampliando su composición e implantación en un proceso que
31 conduzca a un instrumento con naturaleza de movimiento político y social, ligero de estructura,
32 de tipo asambleario y participativo y, por tanto, esencialmente ajeno a la naturaleza y estructura
33 de los partidos políticos.
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35 Los documentos del XVIII Congreso apuntan a la necesidad de recuperar una presencia
36 organizada en el movimiento obrero y sindical en el que, conservando como referente a CCOO,
37 el PCE pueda trasladar sus análisis y sus propuestas, previamente debatidas y acordadas en el
38 Partido, con el propósito de que se abran camino e influyan en la práctica y la acción
39 sindicales.
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41 Por otro lado, los documentos aprobados plantean una nueva política internacional del
42 Partido que, sin abandonar sus compromisos con el PIE y los institucionales con el GUE,
43 amplíen el espectro relacional del Partido con el conjunto de partidos comunistas y obreros de
44 Europa y del resto del mundo e incrementen los vínculos con partidos comunistas en el poder y
45 la acción solidaria con respecto a los procesos de cambio revolucionario que hoy se dan en el
46 mundo, especialmente en América Latina.
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48 Todos estos planteamientos, bien significativos entre otros muchos que se acordaron en el
49 XVIII Congreso del PCE, se enfrentan ahora al difícil reto de la práctica no sólo por parte de la
50 Dirección federal elegida, sino por el conjunto del Partido, es decir por todas sus federaciones.
51 El PCA los asume e intentará desarrollarlos de la manera más cabal posible en el ámbito
52 de sus competencias, consciente de las dificultades excepcionales que en Asturias conlleva la
53 aplicación de alguno de ellos. Sin embargo, en la mayoría de los retos, las dificultades que
54 encontrará el PCA no tienen por que ser mayores que para otras federaciones, especialmente
55 en todo lo que atañe a la construcción orgánica del Partido, a su implantación social y al
56 desarrollo de las iniciativas y campañas que se acuerden desde el plano federal. En todo ello el
57 Partido Comunista de Asturias continuará desplegando su empeño y derrochando todo el
58 entusiasmo de que sea capaz.
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1 El PCA, por otro lado, como parte integrante del PCE, en cuyos órganos de dirección
2 participa, tratará de aportar también al máximo para poner en marcha en el conjunto del Estado
3 cuantas iniciativas federales se incardinen en los acuerdos del XVIII Congreso del PCE,
4 trasladando los puntos de vista de esta federación y contribuyendo a que el proceso de
5 recuperación del Partido no se detenga y que todos los avances que nutren los documentos
6 consigan durante el presente mandato hacerse carne de la realidad.
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1 2. REAFIRMAR Y ACTUALIZAR EL COMPROMISO COMUNISTA.


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3 Reafirmar una vez más nuestro compromiso comunista y plantearlo en las condiciones
4 actuales supone al menos tener presentes dos tipos de cuestiones: la fuerza y vigencia de
5 nuestras ideas, y la necesidad histórica de la lucha por el socialismo.
6
7 El PCA, como parte integrante y federación del PCE, asumiendo las tesis políticas
8 aprobadas por éste en su XVIII Congreso, pone de manifiesto la firmeza de los principios que
9 configuran su identidad política. El PCA aspira a una sociedad donde no exista la explotación
10 del hombre por el hombre, a una realidad económica, social, política, cultura e ideológica que
11 supere el actual marco capitalista. Luchamos por un sistema social en el que la mayoría de la
12 sociedad –la clase trabajadora junto a las capas populares más desprotegidas-, tome las
13 riendas del poder político y económico, contra la voluntad de opresión de una minoría.
14
15 El PCA confirma y sitúa de nuevo las teorías del “socialismo científico” como base de
16 su propuesta política e ideológica alternativa al ideario burgués, recordando y haciendo suya la
17 vieja máxima de que sin teoría revolucionaria no hay cambio revolucionario. Hemos de situar
18 como nudo gordiano de nuestro discurso la centralidad de la contradicción capital-trabajo
19 asalariado. El estudio de la Economía política y los procesos sociales de las últimas décadas,
20 junto a los desarrollos del materialismo histórico y dialéctico son las bases del marxismo
21 revolucionario actual.
22
23 Sin embargo, no podemos confundir la defensa de nuestras bases teóricas con el
24 despliegue de una serie de dogmas o una especie de libro de recetas inmutables. Debemos
25 analizar la realidad concreta del momento histórico que nos toca vivir y sintetizar la esencia de
26 nuestros planteamientos con los nuevos escenarios que nos presenta una realidad en las que
27 las fuerzas de la reacción capitalista aparecen nuevamente a la ofensiva.
28
29 El Partido debe centrar una parte importante de sus energías en la lucha ideológica
30 contra el “pensamiento único”. La importancia de esta batalla, conquistando conciencias y
31 labrando la hegemonía entre la mayoría social, constituye un termómetro fundamental para
32 calibrar en cada momento la correlación de fuerzas en la guerra de largo aliento contra el
33 capital y sus representantes.
34
35 Igualmente, los comunistas debemos despojarnos de los prejuicios que,
36 intencionadamente, las fuerzas ideológicas del capitalismo no dejan de difundir y que hacen
37 mella en nosotros mismos. Tenemos que combatir el “pensamiento débil” que tanto, daño nos
38 ha hecho y aún nos sigue haciendo. No hemos de tener complejos a la hora de plantear
39 nuestras ideas a la sociedad. No podemos seguir pensando que, en el fondo, nuestra
40 propuesta está trasnochada y es inservible, porque de esa manera difícilmente podremos
41 dilucidar con acierto el camino más correcto que nos guíe a la transformación social.
42
43 El PCA tiene que situar en el centro de sus debates el problema de cómo reconstruir un
44 partido que, tras largas décadas de hibernación, vuelva a enarbolar la bandera revolucionaria.
45 El Partido debe abordar urgentemente debates sinceros sobre su reconstrucción, sobre la
46 base de seguir siendo parte esencial de la clase obrera. Es importante reflexionar sobre cómo
47 seguir considerándoos un partido obrero sin caer en la lamentación y la impotencia de no tener
48 una implantación real entre la clase a la que decimos representar y defender. Abordar esta
49 situación y tratar de modificarla es una tarea clave para la reconstrucción del Partido, sin que
50 ello signifique caer en desviaciones “obreristas”.
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52 El PCA debe iniciar también un debate con la sociedad, para interrelacionarnos con ella
53 y elaborar objetiva y eficazmente nuestras campañas y trabajos entre la gente. Tres deberían
54 ser nuestros ángulos de intervención fundamentales:
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56 a) El económico, incidiendo sobre reestructuraciones, deslocalizaciones, cierres de
57 empresas, despidos, destrucción del tejido social de la región, desempleo masivo, etc.
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1 b) El político, cuestionando las insuficiencias del actual sistema democrático-burgués,


2 el auge cada vez más patente de la corrupción como “modus operandi” de la llamada “clase
3 política” y el régimen de la monarquía como clave de bóveda del Estado de las clases
4 poseedoras en España, exigiendo una democracia participativa.
5
6 c) El ético, proponiendo los valores de la colectividad frente al individualismo, así como
7 los de la solidaridad y el internacionalismo. Hay que conseguir que las instituciones del Estado
8 estén al servicio de la mayoría social, del interés público frente al particular.
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10 Los comunistas asturianos necesitamos poner a punto nuestro arsenal teórico, lo que
11 no significa que reneguemos de nuestro pasado. Tenemos que sentirnos orgullosos de la
12 historia de que formamos parte, sin dejar de ser críticos con los errores que se hayan cometido.
13 En todo caso, reivindicar con fuerza la vigencia de nuestras ideas es un deber revolucionario.
14
15 El PCA parte de la convicción de que el modelo capitalista imperante hoy en día de
16 manera hegemónica en la mayor parte del mundo, a pesar de haber supuesto históricamente
17 un gran desarrollo de las fuerzas productivas y de la tecnología a nivel global, no es capaz de
18 dar una salida humana y racional a las necesidades de la mayoría de los más de 6.000
19 millones de personas que viven hoy en el planeta.
20
21 La explotación y la lógica del beneficio a cualquier precio se han intensificado en las
22 últimas décadas de este capitalismo que, en su fase agonizante, polariza aún más las
23 contradicciones intrínsecas al propio sistema. Además, después de la caída del socialismo en
24 los países del Este, las potencias imperialistas han entrado en un estado de euforia cainita que
25 los ha empujado a una “conquista de los mercados” y una especulación sin precedentes, sin
26 importar para nada las funestas consecuencias sociales que están produciendo en nuestras
27 sociedades y aún más en los países dependientes.
28
29 La división internacional del trabajo y su organización (fordismo, postfordismo,
30 toyotismo...) se han ido reestructurando a lo largo del tiempo. Las formas en las que el capital
31 extrae las jugosas plusvalías del trabajo ajeno se organizan en distinto grado, en función de la
32 correlación de fuerzas y la agudización de la lucha de clases en cada momento. Pero las
33 características esenciales del capitalismo no han cambiado. Su lógica explotadora y
34 depredadora, su recurso permanente a la violencia y a la guerra preventiva como defensa de
35 sus intereses económicos está a la orden del día. Por tanto mientras el capitalismo y el
36 imperialismo sigan existiendo seguirán generando, como diría Marx, el germen de su
37 destrucción: esa clase oprimida de la que formamos parte y que configura el ejército
38 fundamental de las fuerzas de progreso, de las fuerzas de la transformación, que tendrán que
39 construir la futura sociedad socialista a la que aspiramos.
40
41 El Partido Comunista debe ser capaz de conjugar las luchas concretas que tengan
42 lugar en cualquier ámbito con el conjunto de los movimientos sociales y populares de masas,
43 proyectándolas en un marco más global de lucha por el socialismo. Es nuestra tarea definir con
44 propuestas concretas una alternativa socialista que dé respuesta a los graves problemas que
45 atraviesa la humanidad, desde los que afectan a la estructura socioeconómica hasta los
46 relacionados con el estado, la política o la cultura.
47
48 Es imprescindible presentar el socialismo como un proyecto de sociedad viable,
49 porque la historia nos ha demostrado que no es una quimera. Debemos ser capaces de
50 contribuir como elementos de vanguardia a la construcción de se modelo social como paso
51 previo al objetivo último de una sociedad sin clases, una sociedad comunista. Esa en la que,
52 como diría Marx, cada uno reciba en función de sus necesidades y reciba en función de sus
53 capacidades.
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1 3. ASTURIAS: PARTICULARIDADES DE UNA REALIDAD ECONÓMICA Y SOCIAL.


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3 En lo fundamental, la realidad económica y social de Asturias es en gran medida
4 común con la de España o la Unión Europea, en cuanto producto de la política del capital
5 monopolístico y de la actual crisis del mismo. De hecho la mayoría de las agresiones o
6 amenazas actuales para Asturias proceden de ámbitos nacionales o supranacionales
7 (pensiones, regulación laboral, iniciativa Bolkenstein, reformas tributarias, ajustes
8 presupuestarios, flexiseguridad...). En todo caso, en nuestra región sí existen algunos rasgos
9 peculiares, como es el mayor peso de las prestaciones sociales (más de 250.000 pensionistas),
10 presencia del sector industrial y grandes monopolios medio-alta, menor incidencia de la
11 inmigración, emigración juvenil y peores indicadores básicos como consecuencia de las
12 transformaciones y el declive de Asturias (en tasa de actividad y paro -especialmente juvenil-,
13 temporalidad, etc.).
14
15 Desde el anterior Congreso del PCA, celebrado hace poco más de 3 años, la situación
16 socio-económica de Asturias sigue la misma tendencia declinante, aún más acentuada si cabe
17 por la situación económica mundial y por la denominada “crisis económica”, cuya causa
18 fundamental reside en la especulación financiera y del ladrillo. El capital privado ha continuado
19 recibiendo incentivos de las Administraciones sin lograr la reducción del desempleo, que ha
20 experimentado en estos años una subida alarmante, especialmente entre los jóvenes, mujeres
21 e inmigrantes. La crisis sistémica que padecemos ha abocado al cierre a numerosas empresas
22 en la región, al ajuste de plantillas tolerado por parte de un Gobierno regional que sigue al pie
23 de la letra la receta neoliberal de no intervención en los asuntos privados, de no injerencia en la
24 economía privada cuando afecta a la pérdida de empleo, interviniendo en cambio para
25 solucionar los problemas de los especuladores.
26
27 En lo que se refiere a los sectores industriales públicos tradicionales, la minería, en
28 otros tiempos pilar básico de nuestra economía, sigue su hoja de ruta hacia la liquidación a
29 medio plazo, siendo las prejubilaciones las que aún hoy, aunque cada vez menos,
30 contrarrestan la destrucción de un empleo que ni siquiera algunas escasas inversiones
31 realizadas han logrado reemplazar.
32
33 El producto interior bruto asturiano decreció un 3,7% en 2009, un retroceso sin
34 precedentes, al menos desde 1980. Las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística
35 señalan que los daños de la recesión en la economía regional son peores que los
36 experimentados por buena parte de las demás comunidades autónomas, y que ha ocurrido así,
37 principalmente, por el gran impacto de la crisis en la industria. Los números del INE contrastan
38 con los discursos que se sostienen desde el Gobierno regional. En 2009, Asturias soportó un
39 retroceso tan intenso del sector industrial que alcanzó el -17,2%. Con la industria gravemente
40 tocada, Asturias también sufrió por el lado de la construcción, sector que cayó un 6,9 %. La
41 economía de la región se está comportando en esta llamada crisis con el patrón propio de un
42 territorio donde el peso de lo público ya no es singular; lo público en Asturias representa ahora
43 un 16% del PIB.
44
45 La necesidad para Asturias de un modelo económico alternativo al actual se hace cada
46 día más perentorio. La falta de alternativas desde las instancias económicas del capitalismo y
47 sus servidores políticos a la critica situación regional, se hace patente con los más de 80.000
48 parados/as, sin que se prevea a corto y medio plazo un cambio de tendencia, ya que las
49 medidas de política económica tratan de salvar las pérdidas millonarias de los que han
50 provocado la crisis en vez de solucionar el problema de miles de trabajadores/as. El Naval,
51 hasta épocas recientes otra fuente importante de empleo regional, ha cerrado; otras PYMES se
52 han visto abocadas a su desaparición en estos años. Trabajadores de contratas y
53 subcontratas, de empresas auxiliares, de empleo precario, del sector servicios, han
54 desaparecido del mercado de trabajo engrosando las filas del paro.
55
56 El Gobierno regional debería tener en cuenta, para frenar la destrucción de empleo, el
57 mecanismo de la nacionalización y la cogestión, potenciando la economía social, a través de
58 las cooperativas y a través del control de la economía privada. Es necesario además
59 profundizar en la diversificación económica e industrial para crear empleo y reforzar la
60 protección social, así como una política activa en I+D+I. Esa apuesta, ante la falta de
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1 compromiso de un sector privado cuyo sólo interés es el beneficio a costa de lo que sea, debe
2 ser dirigido desde lo público.
3
4 En la actualidad, la economía regional se basa cada vez más en el sector público de al
5 Administración, la Enseñanza y la Sanidad, una vez realizadas las transferencias del Estado. A
6 su lado cumple un importante papel la industria, con ARCELOR- MITTAL como principal
7 protagonista, tanto por el empleo directo e indirecto que sostiene, como por las múltiples
8 relaciones mercantiles con otras empresas, talleres que trabajan para ella, sector del
9 transporte, etc. El HUCA, que ha venido generando empleo en su construcción, las obras de
10 infraestructuras, el turismo, los planes de empleo locales, el Plan de emergencia, el “Plan
11 Areces”, aunque en escasa medida, han supuesto y suponen pequeños porcentajes de
12 actividad económica que solo palían provisionalmente, sin llegar a resolverlos, los graves
13 problemas de empleo de la región.
14
15 Se argumenta por parte del Gobierno autonómico que, para potenciar la industria, es
16 necesaria la instalación de la central Lada-Velilla, negando otras posibilidades de fuentes de
17 energía alternativas por las que apostamos los comunistas. Coherente con esta política
18 medioambiental, la apuesta por la incineradora es otro caso de actuación que niega la
19 posibilidad de profundizar en las enormes posibilidades que supone el reciclaje.
20
21 En estos momentos se plantea en el conjunto del Estado una reforma laboral en línea
22 con las anteriores, donde son objetivos fundamentales la rebaja de las indemnizaciones por
23 despido improcedente y la ampliación en años de cotización para el cálculo de las jubilaciones.
24 Al mismo tiempo, se renuncia a gravar las rentas altas, a potenciar la progresividad del sistema
25 impositivo, y se decide obtener los recursos necesarios, una vez más, de las trabajadoras y
26 trabajadores que aún tienen la suerte de tener ocupación laboral.
27
28 El Gobierno regional para dar salida al stop de viviendas, se ha comprometido a que
29 una parte de las viviendas libres vacías sean adquiridas con el pretexto social de servir de
30 acceso a familias sin poder adquisitivo medio, cuando la realidad que esconde es la de
31 beneficiar a los especuladores del ladrillo.
32
33 La Ley de Dependencia, su aplicación y desarrollo, debería ser uno de los factores de
34 empleo estable y con derechos, y no se puede permitir que el empleo creado en el sector
35 vinculado a los servicios sociales sea temporal y precario.
36
37 Asturias está necesitada de un Plan Industrial, de un Plan estratégico a corto y medio
38 plazo. Es necesario el cambio de filosofía económica, ya que las actuaciones de los poderes
39 públicos hasta ahora hacen real la expresión “el mejor plan industrial es el que no existe”.
40
41 Con todos estos ejemplos, es evidente que la política neoliberal del Gobierno asturiano
42 debe ser para las y los comunistas motivo de una permanente movilización, una denuncia de
43 lo que significan esas propuestas para la mayoría y un motivo para profundizar en nuestras
44 alternativas políticas, económicas y sociales. Demostrar las mentiras del gobierno es complejo,
45 pero necesario. Para los comunistas no es cierto que se este recuperando la economía, como
46 nos dicen continuamente; la situación puede llegar a empeorar, con mayores cantidades de
47 pobreza si cabe.
48
49 Es cierto que Asturias recibe del Estado un trasvase de fondos por vía de la Seguridad
50 Social cercano a los 1200 millones de euros de más en prestaciones frente a las cotizaciones
51 que realizamos. Ello es síntoma de una economía dependiente e incapaz de revitalizar la
52 riqueza perdida en la reconversión industrial, minera y agraria. Datos como el hecho de que la
53 gran mayoría de los concejos del Caudal, del Nalón y del Occidente asturiano recibe aún en
54 concepto de pensiones, prejubilaciones y otros subsidios sociales cantidades que superan el
55 40% del conjunto de las rentas familiares, hacen adivinar un futuro muy negro si se sigue sin
56 intervenir en la economía desde lo público, ya que a partir del 2012 dejamos de ser
57 oficialmente comunidad autónoma de primer grado, con lo que ya no van a llegar los recursos
58 que veníamos recibiendo de fondos europeos y que atenuaban los efectos sociales y
59 territoriales de las distintas reconversiones.
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1 La economía asturiana está lastrada por la falta de iniciativa política. Las grandes
2 infraestructuras y el turismo han sido en estos años las respuestas de un gobierno obsoleto y
3 sin ideas más allá del uso irresponsable de nuestros recursos naturales y la solicitud incesante
4 de más fondos públicos. La construcción de grandes infraestructuras crea una ilusión de
5 inversión y generación de empleo que, a partir de este año 2010,va a ir desapareciendo
6 progresivamente, provocando el mismo efecto que en las zonas mineras: una Asturias con las
7 manos vacías para afrontar su futuro, pero con grandes carreteras para salir de ella siguiendo
8 las líneas de alta tensión.
9
10 Al mismo tiempo, el Gobierno regional abre la puerta a una reducción del gasto en el
11 sector público empresarial con la contención de las retribuciones del personal de acuerdo con
12 lo que marca el Gobierno central, y la extensión para los próximos años de la congelación o
13 reducción de la oferta pública de plazas que ya se empezó a aplicar este año del 2010, así
14 como impulsando reorganizaciones administrativas que supongan una reducción del gasto real.
15
16 En el PCA estamos convencidos que las únicas medidas que de verdad ayudarían a
17 invertir esta tendencia son las que constituyen un cambio en el sistema que ha generado la
18 crisis: intervención desde lo público, distribución de la riqueza entre todas y todos, control del
19 beneficio de la banca, etc. En se sentido, lo que se reuiere en Asturias es que CAJASTUR
20 cumpla una verdadera función social, que se incremente la presión fiscal sobre los beneficios
21 empresariales, que se establezca el control de las empresas estratégicas y energéticas, etc.
22
23 Con frecuencia se visualiza como solución a los problemas industriales existentes en la
24 región la firma de los acuerdos de concertación social y su desarrollo. La experiencia de la
25 actual concertación, ACEBA, como de los anteriores, nos muestra que han servido más bien
26 escasamente para asentar industria, y el análisis de la realidad habría que realizarlo sobre lo
27 que se ha destruido en puestos de trabajo y lo que se ha creado, no pudiendo servirnos sólo
28 las estadísticas de creación de empleos, ya que con que un trabajador trabaje aunque sea una
29 hora a la semana, ya se considera alta en la Seguridad Social.
30
31 Es verdad que nos tenemos que preocupar por impulsar la industria, pero debemos
32 incidir especialmente en lo político, y no asumir los problemas de las empresas, privadas
33 mayormente, y hacer de éstos nuestros problemas propios, entrando como cualquier
34 capitalista a hacer análisis al déficit en el comercio exterior, a la captación de nuevas
35 inversiones extranjeras, a la falta de modernización de las empresas privadas, a la cultura
36 emprendedora, a la escasa inversión en I+D+I, al escaso desarrollo de las TIC..., porque todo
37 ello está pensado desde la lógica del sistema capitalista. Las empresas se han acostumbrado a
38 quejarse de la situación con el claro objetivo de verse beneficiadas por subvenciones y
39 bonificaciones y con contrapartidas mínimas, con el menor control por parte de lo sindicatos,
40 que no obstante bendicen estas peticiones a través de la concertación social.
41
42 El Gobierno Regional no ha demostrado su interés por un Plan industrial. Los servicios
43 pueden tener ciertamente una vinculación importante con la industria, con los puestos de
44 trabajo y con los ingresos de la ciudadanía. Pero sucede que esta vinculación indirecta a la
45 industria, que además se dice pretender, no se ajusta a la realidad, ya que se están dando
46 fenómenos alternativos, fomentados además por las instituciones regionales y municipales,
47 como son la creación de un sector servicios fuerte y consistente, con grandes centros
48 comerciales entre otros, que posee carácter propio para intentar sustituir –y no complementar-
49 como motor económico a la industria. Hoy en día el comercio supone un número tan importante
50 de trabajadores como los vinculados al sector industrial. Es un ejemplo que demuestra que
51 desde el Gobierno regional no se apuesta por la locomotora económica de las empresas
52 vinculadas al tejido industrial. La consecuencia de esta realidad alternativa es lo que ha ido
53 generando durante los últimos 25 años la pérdida estructural del arraigo industrial, con la
54 desaparición en su momento de lo que fue la fuente económica del empleo estable.
55
56 El abandono de políticas de defensa de ese tejido industrial, fundamentalmente público,
57 nos ha llevado a consecuencias socia-laborales muy negativas, ya que los sectores alternativos
58 por los que apuestan las instituciones políticas regionales y municipales, han generado sobre la
59 clase obrera precariedad en el empleo y desprotección social. Es sabido que existe alrededor
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1 de estos sectores una economía sumergida importante, y un notable fraude en la contratación


2 por encadenamiento de contratos, vulneración de derechos laborales, etc.
3
4 Los cambios estructurales que esta sufriendo nuestra economía son los procesos de
5 ajuste en nuestra comunidad impuestos por la economía mundial, a través de la Unión
6 Europea, y asumidos por las estructuras políticas estatales y de Asturias, sin que las
7 contrapartidas, como los Fondos estructurales y de Cohesión, hayan supuesto asentamiento
8 industrial cualitativo importante.
9
10 En cuanto a las medidas sociales, el salario social supuso un avance sobre el IMI, pero
11 estamos lejos de un sistema de protección universal e individual de derecho subjetivo, por el
12 que tenemos que seguir peleando. Sobre el papel de la atención a la dependencia existe el
13 peligro real de la gestión por parte de las empresas y residencias privadas, que de ninguna
14 manera debemos admitir; desde el PCA defendemos a ultranza de la gestión por las empresas
15 públicas en todo el desarrollo de la Ley de dependencia
16
17 En materia de vivienda, para quienes no tienen posibilidades reales de adquisición ni
18 siquiera con las actuales ayudas públicas, hay que impulsar la promoción de viviendas
19 públicas de alquiler, cuyo precio de arrendamiento no sobrepase, en ningún caso, un 20% de
20 los ingresos de la unidad de convivencia, y con el límite de no aplicabilidad de precio en los
21 casos de que la unidad de convivencia no supere el 80% del SMI.
22
23 Los comunistas defendemos un sistema de enseñanza estrictamente público. Es
24 necesario desarrollar un Plan para que desde lo público se pueda progresivamente cubrir todas
25 las necesidades educativas. Plan que debe fijar fecha para la exclusión de la enseñanza
26 privada o concertada de cualquier subvención, contrariamente a la política llevada a cabo por
27 los gobiernos central y asturiano.
28
29 También defendemos un sistema sanitario exclusivamente público. A semejanza de lo
30 dicho para la Enseñanza, es necesario llevar a cabo un Plan para que desde lo público se
31 pueda progresivamente cubrir todas las necesidades sanitarias de la población, fijando fecha
32 de finalización para la sanidad privada de cualquier tipo de concierto o subvención. Debemos
33 demandar, asimismo, la inclusión de necesidades (aunque tenga rango estatal) no
34 contempladas en las coberturas sanitarias.
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1 4. ASTURIAS, MARCO POLÍTICO SINGULAR.


2
3 En lo que concierne a las principales opciones políticas, los ciudadanos y ciudadanas
4 de Asturias asistimos a un espejismo que podríamos denominar del tiovivo. Los principales
5 actores parecen luchar entre ellos, pero todo es un mero movimiento circular que dura ya unos
6 años: el caballito negro persigue al caballito blanco, que a su vez persigue al caballito verde,
7 que persigue al caballito negro, etc. etc. Según el negro (Areces, por ejemplo), la situación de
8 Asturias es maravillosa, impresionante en su gestión y única en sus logros. Según el blanco
9 (Ovidio Sánchez, de momento) todo está mal, es oscuro, retrógrado y rancio. El caballito verde
10 vota con el blanco (en el Parlamento) para seguir con el negro (en el Gobierno). Todos dicen
11 perseguirse, pero nadie quiere bajarse del tiovivo.
12
13 El PP asturiano es un nido de enfrentamientos en el que ni la probable llegada al poder
14 parece ser suficiente como para que por lo menos las querellas internas no trasciendan. Es
15 “vox populi” que Álvarez Cascos quiere volver y que amplios sectores de PP (en Gijón
16 especialmente) no lo desean. El fracaso de liderazgo regional de Gabino de Lorenzo en las
17 anteriores elecciones (es un diputado nacional que no ejerce) demostró que el alcance de su
18 proyecto político es municipal. Sin embargo parece hacer más oposición que la oposición
19 parlamentaria, prácticamente desaparecida salvo para soltar la misma retahíla de
20 negatividades que caracteriza su discurso, por otra parte, vacío de contenido dado que su
21 política es la del PSOE. Esta oposición tan radical desde el PP de Gabino (“el cerco a Oviedo”)
22 no impide que se hagan negocios que requieren la colaboración de las dos partes, aunque no
23 sean precisamente grandes avances para los ciudadanos: por ejemplo, el edificio de Calatrava,
24 construido en un suelo municipal cedido gratuitamente y comprado generosamente con el
25 dinero público gestionado por el principado; o la recalificación por parte del Ayuntamiento de
26 Oviedo de los edificios de la Calle General Elorza para hacer pisos propiedad del Principado.
27
28 Por su parte, la FSA carece de proycto propio para Asturias, como por ejemplo sucede
29 con los socialistas catalanes o como sucedió con los extremeños en ciertos momentos (por
30 ejemplo con la puesta a disposición de los ciudadanos del software libre). Por no tener, ni
31 siquiera tienen un claro control del propio Presidente, que no es el candidato de la mayoría de
32 la FSA, pero a quien se ven forzados a soportar porque el líder disponible (Javier Fernández)
33 sufre graves problemas de liderazgo y la mayora socialista es muy exigua. Asturias se deja
34 llevar por la política general del gobierno de Zapatero y hace lo mínimo para seguir en una
35 lógica del teatro de la confrontación y la realidad del tiovivo. El nuevo líder del PSOE asturiano
36 es desconocido y anti-carismático, y es posible que pierda las próximas elecciones. Este
37 contexto general puede exacerbar el ya profundo bipartidismo asturiano, perjudicando a la
38 tercera fuerza política: IU.
39
40 IU es el proyecto estratégico de convergencia del PCE, pero en Asturias los comunistas
41 no podemos participar en su construcción por haber sido laminados y expulsados por la
42 dirección y, como consecuencia, nos encontramos con una IU integrada en el sistema y
43 perfectamente adaptada a las necesidades de los socialistas asturianos. El PCE ha liderado
44 desde el XVII congreso y lo ha ratificado en el XVIII el intento de refundar IU, pero Asturias es
45 la excepción. En Asturias no existe la IU de Cayo Lara, no hay refundación. Asturias es el
46 refugio de la IU fracasada. Aquí la crisis sigue.
47
48 Las crisis en IU han sido cíclicas, porque en su seno siempre crece la posición política
49 que pretende convertirla en el apoyo necesario de la opción socialdemócrata. La crisis de la
50 dirección de Gaspar Llamazares se inició cuando Julio Anguita sufrió su segundo ataque
51 cardiaco en plena campaña de las elecciones generales del año 2000. En ese momento
52 comienza la batalla por el control de IU y Gaspar Llamazares aparece en el escenario estatal
53 como líder emergente. Desde el principio se detecta que Llamazares tiene un proyecto
54 diametralmente opuesto al de Anguita. Si a éste se le «quemó» al calificarle de «iluminado»,
55 «doctrinario», «dogmático», «comunista trasnochado», etcétera, muy especialmente por el
56 aparato mediático del PSOE, Gaspar quería ser visto como el líder de un «nuevo renacer» de
57 IU como movimiento político social, que aglutinara a las izquierdas periféricas, definido de
58 manera light para poder abrirse a fuerzas nacionalistas, pacifistas, ecologistas y feministas. El
59 proyecto de Gaspar, por tanto, era premeditadamente desideologizador y, para algunos,
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1 suponía el riesgo de desdibujar la identidad política de IU. El objetivo, según palabras del
2 propio Gaspar Llamazares era “abandonar la estrategia de pactos basados en programas
3 rígidos, que no conducen a nada y definir una geometría variable de acuerdos”. “Definir una
4 geometría variable” es una frase que explica muy bien el proyecto político de Gaspar: es como
5 gritar un susurro o imponer un consenso, es decir, un círculo cuadrado, o sea, literalmente, un
6 sinsentido. Sólo cobra sentido cuando se comprobó que todas esas bellas palabras justificaban
7 simplemente que IU mantuviera, en el ámbito de las comunidades autónomas, un pacto con el
8 nacionalismo vasco de derechas, otro con los socialistas catalanes y la izquierda nacional-
9 republicana, y otro con los socialistas asturianos. Gaspar consiguió convertir a IU en una fuerza
10 política bisagra, y el experimento en Asturias se plasmó en la incorporación de dos
11 organizaciones que no representan nada pero ocupan mucho. (además de diversos cargos en
12 el Gobierno, hay un diputado del Bloque en el parlamento asturiano, lo cual es un fraude a la
13 democracia).
14
15 Defender ese espacio político es legítimo, pero hacerlo desde IU es la crónica de una
16 nueva traición anunciada. Antes que Gaspar, Santiago Carrillo apostó por la misma posición
17 política. Como no consiguió acabar con el PCE, fundó la Mesa para la Unidad de los
18 Comunistas y finalmente entregó a todos los militantes que había arrastrado a las fauces del
19 PSOE. En el segundo episodio de esta cíclica huida, Cristina Almeida y Diego López Garrido,
20 muy bien amplificados por el aparato propagandístico del Grupo Prisa, estuvieron varios años
21 haciendo la política contraria a la mayoría de la organización, ganándose diversos puestos en
22 el PSOE. Si Gaspar Llamazares hubiera dicho claramente que defiende ese espacio político y
23 hubiera convencido a una mayoría suficiente para llevar a cabo ese giro en IU, no habría nada
24 que reprochar, y quienes pensamos de otra manera (entre otros, los comunistas) seríamos los
25 que deberíamos abandonar IU porque sus objetivos no serían los nuestros. Pero el problema
26 es que Gaspar no hizo ninguna de las dos cosas. Llegó al poder engañando a un porcentaje
27 importante de militantes que no le habrían votado si hubieran sabido que éste era su proyecto.
28 Su respaldo fue disminuyendo y el PCE decidió actuar. Fruto de esa actuación fue la llegada a
29 la dirección de IU de Cayo Lara.
30
31 La nueva dirección de IU de España, coordinada por Cayo Lara, supone un avance de
32 las posiciones del PC y, consecuentemente, el debilitamiento de las posiciones mantenidas
33 hasta ahora por Gaspar Llamazares y la dirección de Izquierda Xunida de Asturias.
34 Sintéticamente puede decirse que el PC defiende que IU tenga su propia política y que no esté,
35 como hizo Llamazares, definiéndose en función del PSOE. Otro objetivo básico de la nueva
36 dirección es la superación de los duros enfrentamientos internos. Asturias está siendo el banco
37 de pruebas del proyecto del PCE para IU. Pero IU, en esta situación de crisis, en la que los
38 ciudadanos más pobres y los trabajadores en general sufren injustamente el robo de su dinero
39 auspiciado por los gobiernos (incluida IX) desviando fondos como subvenciones públicas a la
40 Banca o a la compra de pisos excedentes a los constructores. En Asturias, la compra de pisos
41 con dinero público, una medida netamente de derechas y una auténtica estafa institucional, es
42 “gestionada” por una de las consejerías de IU. Es muy probable que estas medidas agraven la
43 situación de los más débiles del sistema, aumentado con ello la contestación social la cual no
44 podrá ser liderada desde un pacto de gobierno con quien ejecuta dichas políticas beneficiosas
45 para los ricos y los especuladores. En consecuencia, estamos asistiendo a una suavización de
46 la oposición del PP, a una derechización del PSOE y al desconcierto generalizado de IU.
47
48 Pieza esencial de dicho desconcierto será la política de IU en Asturias, porque la nueva
49 mayoría de IU, forjada en torno al PCE, se ha posicionado claramente contra esa estrategia,
50 encarnada actualmente en el gobierno del PSOE, mientras IX de Asturias ha preferido
51 compartir gobierno autonómico. Esta doble faz está dañando la credibilidad del nuevo proyecto
52 político para quien más cómodo sería que en Asturias no hubiera pacto alguno. Así pues la
53 nueva dirección acrecienta las contradicciones de los “gasparistas” asturianos que siguen
54 haciendo lo mismo, como si nada hubiera cambiando en IU federal. El pacto tuvo dos
55 ediciones, uno con la dirección de IU en manos de Gaspar y el segundo con la dirección de IU
56 en manos del proyecto del PCE. Sin embargo el juego sigue siendo el mismo.
57
58 En Asturias ese primer gobierno de la izquierda plural, contó con el respaldo de
59 muchos militantes que hoy nos aglutinamos en torno al PC. Dos fueron las razones: la
60 construcción de 15.000 viviendas de protección oficial y la implantación de un salario social
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1 para las rentas más bajas. El primer asunto fue negado explícitamente por el Presidente del
2 Principado, y se empezó a hablar de 15.000 “actuaciones” en vivienda. El politiqueo más
3 descarado, el engaño típico de los “políticos”, esa era la lógica en la que nos íbamos a mover.
4 Sobre el salario social, ya hemos dicho que está aún muy lejos de ser el derecho subjetivo al
5 que se aspiraba inicialmente. Muchos miembros de la minoría vimos los problemas evidentes
6 que implicaba esa debilidad, pero no pudimos hacer la oposición interna para romper ese pacto
7 porque rápidamente fuimos expulsados. Al tiempo que se renunciaba a los acuerdos ya muy
8 mínimos que justificaban con mucha buena voluntad el pacto, se escenificaban grandes
9 desavenencias políticas, amplificadas en la prensa, sobre asuntos mucho más nimios
10 (veterinarios, presidente de la Universidad Popular, etc.) y se tragaba con actuaciones
11 claramente contrarías a la trayectoria de la izquierda (encarcelamiento de Cándido y Morala por
12 denuncia del Gobierno Plural de Gijón, instalación de una subestación eléctrica en Grado). Tras
13 ese papelón, y una campaña en la que los dirigentes de IX se hartaron de decir que no
14 renunciarían a la oficialidad del asturiano, que no permitirían bajo ningún concepto la
15 construcción de una incineradora, que estarían en contra de la obra eléctrica Lada-Vellilla, y
16 que se mantendrían en el Gobierno solo para hacer política de izquierdas, las elecciones
17 arrojaron una pérdida de 16.000 votos, incluso con la coalición de los Verdes. Sin embargo el
18 porcentaje otorgó a IU la misma representación parlamentaria y pudo presentarse como igual
19 de “exigente” e “influyente”. El supuesto éxito, la torpeza, un error de cálculo o la ambición, hizo
20 que las negociaciones se rompieran y que IU volviera al frío de la calle durante unos meses.
21 Ello provocó una prórroga presupuestaria durante le primer año que se resolvió posteriormente
22 con un nuevo pacto en el que IU quedó claramente debilitada (obtuvo dos medias consejerías).
23 En ellas una de las actuaciones más emblemáticas, porque refleja lo que es IU Asturias y su
24 carácter de empresa gestora de la política del sistema, fue la subvención para la rebaja de los
25 pisos de venta libre que los constructores con la crisis no pueden vender. El dinero público se
26 pone al rescate de la iniciativa de los delincuentes-constructores mediante la eficaz gestión de
27 la consejería de vivienda liderada por IU. Pero hay otras muchas actuaciones del Gobierno que
28 son claramente conservadoras. Por ejemplo la gestión privada de las entidades de las políticas
29 de bienestar social. Pero sobre todo es la patente y constante incapacidad de IU para impedir o
30 tan siquiera minimizar las políticas propias del arecismo (el asunto del Musel, la errática política
31 de la carrera profesional de los enseñantes, la reconversión sanitaria) lo que demuestra que
32 este pacto es un pacto de conveniencia para quienes lo ostentan y contrario a los intereses de
33 la ciudadanía.
34
35 Ante esta situación, el PCA adquiere el compromiso de construir diariamente una
36 nueva convergencia política, un nuevo movimiento político y social con la izquierda real de
37 Asturias.
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1 5. CLASE, MOVIMIENTO OBRERO Y SINDICATOS. RECONQUISTAR EL CARÁCTER


2 REFERENCIAL DEL PARTIDO COMUNISTA.
3
4 Es nuestra tarea fundamental que el Partido Comunista avance en la lucha contra las
5 políticas capitalistas dominantes que sufren los trabajadores y trabajadoras. Es nuestra
6 obligación poner de relieve las contradicciones que se dan en la sociedad, con una clase
7 poseedora de los medios de producción, la capitalista, y el resto de la humanidad que depende
8 de la venta de su fuerza de trabajo para sobrevivir.
9
10 No podemos obviar la realidad de que la clase trabajadora no es un ente homogéneo,
11 pues en su composición existen sectores que, siendo clase obrera “en si”, tienen su conciencia
12 de clase diluida, indefinida, y mantienen una actitud conservadora, reacia al cambio, temerosa
13 e insolidaria. Tenemos un sector de la clase obrera más precarizada, caracterizada por la
14 inestabilidad en el empleo, victima de la inestabilidad laboral más sangrante, que sufre la
15 mayor tasa de accidentes laborales, que depende para sobrevivir del encadenamiento a
16 contratos laborales temporales (en su mayoría fraudulentos), que es vapuleado por la
17 externalización de actividades (contratación / subcontratación). Dentro de este grupo están los
18 jóvenes (que soportan altísimas tasas de temporalidad), los trabajadores en paro de más de 40
19 años, los más de 4 millones de parados según estadísticas oficiales, los inmigrantes, las
20 mujeres (que a día de hoy siguen cobrando menos que los hombres por igual trabajo) y lo que
21 se denomina “exclusión social “: aquellos que el sistema capitalista ha marginado hasta el
22 punto de la pérdida de su propia identidad como seres humanos, siendo esta la subclase social
23 que más ha crecido en los últimos años.
24
25 El Partido debe estar presenten en el movimiento sindical, en el mundo del trabajo, allí
26 donde más patente se muestra la lucha de clases. Allí debemos dirigir nuestras propuestas
27 elaboradas, nuestras resoluciones políticas, laborales, sociales y sindicales, con la intención
28 aplicarlas y de defenderlas en las asambleas de trabajadoras/es, en CCOO, en el movimiento
29 sindical; con nuestra presencia en todas y cada una de las movilizaciones que se convoquen
30 contra la política de los Gobiernos, contra la agresión de los empresarios; con nuestros análisis
31 de la situación, con nuestras alternativas a la precariedad, a la crisis, y al injusto, inhumano y
32 salvaje sistema capitalista, que hace de cada trabajador y cada trabajadora simples
33 mercancías, instrumentos cuyo valor económico representa para el sistema un coste laboral
34 más que una necesidad de supervivencia de la sociedad en su conjunto.
35
36 A nivel político, no existe un referente que defienda claramente los intereses de la clase
37 obrera. Debemos, por tanto, avanzar en el carácter referencial del Partido para los
38 trabajadores. Para ello se requiere un discurso general claro, y propuestas o soluciones que,
39 además de ser realizables, muestren los efectos de las contradicciones capital-trabajo. Este
40 discurso general y particular debe hacerse llegar a través de todos los medios posibles al
41 mayor número de personas, en especial a las grandes concentraciones de trabajadores
42 urbanos. En este sentido, una cuestión importante es el trabajo en los sindicatos, siendo
43 flexibles en cuanto a la adscripción sindical de los militantes en función de la realidad concreta
44 de su ámbito de trabajo, y no renunciando por ello a tener voz propia como Partido en todos los
45 temas importantes.
46
47 La centralidad de la contradicción capital-trabajo hace del movimiento obrero
48 instrumento principal para el cambio y la transformación. No podemos hacer dejación de
49 participar en él con nuestra elaboración y nuestro trabajo militante. Estamos ideológicamente
50 comprometidos con el futuro, con la liberación de la humanidad; de ahí la necesidad de confluir
51 en la misma dirección todos los que pertenecemos al Partido y trabajamos en este ámbito.
52
53 Una labor prioritaria de los comunistas en el movimiento sindical es la de centrar el
54 debate sobre la propia existencia, composición y estructura de la clase obrera. Es una
55 necesidad para los comunistas combatir firmemente aquellas posturas que defienden
56 posiciones como la “disolución” o “desaparición” de la clase obrera, dando a entender que la
57 lucha de la izquierda debe centrarse en el llamado “precariado”, abandonando la cuestión
58 fundamental, que es la de la emancipación de la clase trabajadora, no por “precaria” (que
59 también lo es), sino por ser la clase explotada.
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1
2 Hay que priorizar la elaboración de propuestas propias, para que sean conocidas por
3 la militancia y trasladadas al movimiento sindical. Debemos influir decisivamente en las
4 estructuras sindicales, afirmando nuestra pertenencia comunista, reiterando hasta la saciedad
5 nuestras propuestas, participando activamente; es una obligación colectiva de toda la
6 militancia. Es fundamental que cada afiliado y afiliada a las organizaciones sindicales actúe en
7 consecuencia; que quienes ocupan cargos en las direcciones sindicales intervengan y se
8 movilicen en los órganos del sindicato, en las asambleas de afiliados/as, en las asambleas de
9 trabajadores/as.
10
11 Estamos obligados a defender abiertamente nuestras propuestas, abogando por
12 profundizar en la democracia interna en los sindicatos, movilizándonos contra los recortes
13 democráticos en las organizaciones. Existe la tendencia de concentración del poder sindical en
14 círculos cada vez más reducidos, y la apuesta cada vez más evidente por la tecnificación y
15 despolitización del sindicato, que hace más fácil la concentración de la capacidad de decisión
16 en un pequeño grupo dirigente. Hoy día es costumbre endurecer las condiciones de
17 presentación de candidaturas, de fácil acceso a quienes dirigen la organización; preparar antes
18 de los debates las fórmulas integradoras de las candidaturas, aparentemente de filosofías
19 diferentes, con el objetivo de mantener cuotas de poder, evitando con ello confrontación de
20 posicionamientos sindicales o de política sindical, evitando por tanto la diversidad, y
21 penalizando a quienes discrepan de esta forma de estos procedimientos o a quienes se
22 manifiestan en desacuerdo con lo que se aprueba en los órganos confederales o federales.
23
24 Los comunistas tenemos que discutir un modelo sindical que en vez de impulsar el
25 papel activo de las secciones y la toma de decisiones de abajo a arriba y de arriba abajo, en
26 relación dialéctica, lo que pretende es controlar la organización de arriba abajo, manteniendo al
27 afiliado y a la afiliada como meros receptores de sus decisiones. Es necesario y obligado que
28 en los Congresos, en cada estructura, haya candidaturas donde las y los comunistas vayamos
29 juntos, al lado de otros compañeros/as con los que estemos en sintonía, simpatizantes y
30 trabajadores/as que piensan sindicalmente como nosotros, que defiendan métodos plurales y
31 participativos y posiciones sindicales análogas.
32
33 Es necesario y obligado que la Comisión Regional del Movimiento Obrero funcione
34 adecuadamente, y que también lo hagan las secretarias del Movimiento Obrero de las
35 organizaciones locales. Que las comisiones sean abiertas a todas/os los camaradas que lo
36 deseen en cada ámbito. Hay que recordar que los responsables locales son miembros de pleno
37 derecho y obligación de la Comisión regional, así como todas/os los que militan activamente en
38 el Movimiento Obrero y los que tienen responsabilidades en las estructuras sindicales.
39
40 La Asamblea Regional del Movimiento Obrero del PCA celebrada el 20 de marzo del
41 2010 trató y debatió sobre todo un conjunto de medidas que, como mínimo, debemos defender
42 en el movimiento sindical y ante la ciudadanía. Pero nada de ello es posible si los objetivos que
43 se plantean, con los que estamos de acuerdo, no suponen una exigencia diaria por parte de las
44 y los comunistas en el movimiento sindical, en los movimientos sociales. Nuestra obligación es
45 la de tensionar permanentemente en el sindicato con nuestras posiciones, en sus órganos, y, lo
46 que es fundamental, ante los trabajadores y trabajadoras. Estamos obligados a defender como
47 Partido las propuestas sobre la negociación colectiva que aprobamos en la organización, en
48 cuanto al llamado diálogo social y en cuanto a los instrumentos de presión que defendemos,
49 como son la movilización y la huelga general.
50
51 Debemos priorizar la defensa de nuestros posicionamientos como Partido, en todo caso
52 por encima de la práctica político-sindical de las organizaciones sindicales, siempre que entre
53 en contradicción con los planteamientos y el pensamiento comunista.
54
55 La campaña contra la crisis llevada a cabo por nuestra organización plantea la necesidad
56 de utilizar los instrumentos de presión adecuados a las circunstancias graves que viven los
57 trabajadores/as. La huelga general es cada vez más necesaria para confrontar con un
58 Gobierno central y regional que aplica políticas neoliberales contra los de siempre y beneficia a
59 los sectores empresariales regalando dineros, que en muchos casos, se destinan al pago de
60 despidos y reestructuraciones o ajustes de plantilla.
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1
2 Vivimos inmersos en una compleja realidad productiva con incidencia social y territorial
3 dentro de un mundo de globalización y permanente reestructuración capitalista. Las y los
4 comunistas estamos obligados a defender unitariamente en el sindicato y en el movimiento
5 sindical otras formas de actuar y organizar a los trabajadores/as, como las que vienen
6 contenidas en las tesis de organización aprobadas en el XVIII Congreso. Adecuándolas a las
7 nuevas formas de organización del trabajo y la producción, podremos ser más útiles en la lucha
8 para la mejora de las condiciones de vida y trabajo y elevar la conciencia colectiva de la clase
9 obrera. Es necesario hacer una reflexión en profundidad sobre la evolución que se está
10 produciendo en el seno del Movimiento Sindical y sobre lo que hay que hacer para fortalecer el
11 proyecto de sindicalismo de clase que nos ha caracterizado históricamente y que de alguna
12 manera se está desdibujando. Necesitamos un cambio de estrategia.
13
14 Debemos conseguir que el sindicato conecte con las preocupaciones de los
15 trabajadores/as, parados/paradas y en ello somos parte fundamental los que decimos tener
16 una ideología de transformación de la sociedad en la que vivimos. Hemos de definir cuales son
17 las respuestas necesarias en cada momento para avanzar en la conquista de nuevos
18 derechos, a la vez que ejercemos y hacemos cumplir lo que ya hemos conseguido.
19
20 La ofensiva del capitalismo se dirige contra los derechos de los trabajadores/as. El
21 proceso de reestructuración capitalista, la “globalización de la economía” ataca directamente
22 las condiciones sociolaborales de los trabajadores y trabajadoras así como su capacidad de
23 organización y movilización. Los procesos de transformación en la producción y en la
24 organización del trabajo han supuesto grandes beneficios a las empresas y multinacionales y
25 paralelamente una injustificada precarización de la ocupación, de los salarios, de la
26 contratación, de la seguridad y de la salud. Han supuesto un ataque a los sistemas de
27 protección social, especialmente en el recorte a las pensiones (ahora se avecinan otros
28 nuevos) y contra el carácter progresivo y redistribuidor del sistema fiscal, un proceso de
29 fragmentación de los trabajadores/as y un intento de minimizar la fuerza de la cultura del
30 trabajo. Todo ello, lógicamente, tiene consecuencias directas sobre la capacidad de
31 organización y lucha.
32
33 La globalización de la economía está pensada para facilitar la ganancia del gran
34 capital, tanto especulativo como industrial, a costa de las malas condiciones de trabajo y la
35 degradación del medio ambiente. Las decisiones de las grandes empresas, también de las
36 pequeñas, en otro sentido, escapan al control democrático de los países donde se instalan y se
37 marchan cuando quieren. El fundamento de la competitividad y el beneficio empresarial está
38 por delante de los demás aspectos sociales y políticos. La deslocalización obedece al beneficio
39 inmediato, con la garantía de producir a costes bajos, artículos que después se consumen en
40 el “primer mundo”, sin tener en cuenta que la capacidad de consumo generalizada de los
41 trabajadores/as de Europa procede en parte de que la ciudadanía tenga capacidad económica.
42 Las empresas, con los dineros públicos regalados, subvenciones y facilidades de todo tipo, se
43 van cuando les interesa, para hacer lo mismo en otros lugares.
44
45 Los sucesivos acuerdos confederales y la concertación social, en Asturias, de
46 sindicatos, patronales y gobiernos de turno, no han alcanzado el objetivo de bajar la tasa de
47 temporalidad, ni de que haya más creación que destrucción de empleo, aunque las patronales
48 si se han beneficiado y van a seguir beneficiándose de las subvenciones para hacer contratos
49 indefinidos, por transformación de temporales, que se hubieran tenido que hacer desde el
50 principio, además de abaratar el despido de estos trabajadores.
51
52 En política económica se aplican recetas que mantienen la situación de agravio de la
53 clase trabajadora, y que han sido incapaces de afrontar adecuadamente el Gobierno regional
54 en lo que le toca y el Gobierno estatal en lo que le corresponde, y que supone en Asturias:
55
56 -Pérdida continuada del poder adquisitivo de los salarios; mejora insuficiente de las
57 pensiones y las prestaciones sociales; precariedad en el empleo que se crea a través de las
58 residencias geriátricas, a través de la Ley de Dependencia; por tanto, deterioro progresivo de
59 las condiciones materiales de los trabajadores/as.
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1 - Una economía basada en altísimos niveles de precariedad sostenidos en el tiempo y


2 una altísima tasa de accidentes laborales.
3
4 - Una continuada política de privatizaciones de servicios esenciales, como sanidad,
5 educación, energía y servicios públicos.
6
7 -Pérdida de peso de la industria en nuestro tejido productivo, con una falta de políticas
8 para afrontar las reestructuraciones de sectores tradicionalmente importantes, minería,
9 metalurgia, naval, agraria, entre otras, etc.
10
11 - Una pretendida reforma de la seguridad social pública y una reforma laboral
12 beneficiosas para el gran capital, que exigen que nos movilicemos. Se pretende nuevamente
13 aumentar los periodos de cómputo para la pensión de jubilación, la más numerosa del sistema.
14
15 - La reforma fiscal que continua favoreciendo las grandes rentas del capital y penaliza
16 las rentas del trabajo asalariado.
17
18 Los sindicatos, como instrumentos para la mejora de las condiciones de vida y trabajo,
19 la defensa de los derechos conquistados y la conquista de nuevos derechos, tienen que buscar
20 (y nosotros como comunistas dentro de ellos) el máximo de participación de la afiliación en la
21 toma de decisiones, combinando la negociación y la movilización en la solución de conflictos.
22 La fuerza del sindicato la da su capacidad de organizar el conflicto, incluso en la mesa de
23 negociación con el Gobierno Regional y la Patronal. No podemos firma acuerdos que sugieren
24 la moderación salarial, como el acuerdo de rentas firmado para el 2010, 2011 y 2012 por UGT
25 y CCOO y la CEOE para la negociación colectiva; o acuerdos que dificultan o endurecen el
26 acceso a las prestaciones sociales. Debemos luchar contra ello, tensionando en el interior del
27 sindicato y fuera del mismo. Es objetivo de los comunistas en el sindicato al que pertenezca,
28 trabajar por exigir al mismo que trasladen a los organismos y poderes públicos la exigencia de
29 una más justa redistribución de la riqueza que creamos entre todos y todas.
30
31 Debemos actuar unitariamente, porque es nuestra obligación política y sindical, para
32 conseguir una influencia real. No vale eso de “cada uno, cada una depende de su situación
33 personal en el sindicato”. En el sindicato los comunistas estamos porque es necesario hacerlo
34 de manera organizada, y el frente ideológico que somos y representamos debe estar a su vez
35 organizado para la lucha, también en lo interno del sindicato.
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1 6. LUCHA IDEOLÓGICA Y HEGEMONIA CULTURAL.


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3 La batalla ideológica, con todas sus particularidades, forma parte de la lucha de clases
4 y como tal debe ser abordada por los/las comunistas. Nuestro proyecto revolucionario requiere
5 insoslayablemente conquistar las conciencias de la mayoría, imponiendo la hegemonía de las
6 ideas transformadoras sobre la ideología de las clases dominantes y sobre el pensamiento
7 conformista o apologético del sistema en sus diversas variantes y manifestaciones. Para ello
8 los comunistas del PCA nos inspiramos en las ideas del marxismo revolucionario, entendidas
9 de manera abierta y no dogmática, enriquecidas con las aportaciones de otras tradiciones
10 emancipadoras críticamente filtradas y demás elementos aprovechables de las distintas
11 corrientes filosóficas y los desarrollos científicos en cada momento aplicadas a los fenómenos
12 nuevos que la sociedad capitalista va generando. Del mismo modo que Marx supo utilizar,
13 sintetizar e incorporar los principales desarrollos intelectuales de su tiempo, el marxismo de hoy
14 y del futuro debe proceder de manera semejante si aspira a convertirse en inspirador y guía de
15 la transformación social.
16
17 La primera tarea de la lucha ideológica consiste en enfrentarse al pensamiento
18 dominante, y muy particularmente a sus axiomas impuestos y difundidos con la supuesta lógica
19 implacable del “sentido común”. Aceptar las ideas y hasta la terminología ideológicamente
20 “contaminada” del enemigo es ya colocarse en una posición subalterna. Tal sucede cuando se
21 asumen por ejemplo los dogmas del mercado o los principios del llamado “pensamiento único”,
22 que en el campo político, constituyen un patrimonio ideológico compartido –matices aparte- por
23 todas las fuerzas del sistema. Moviéndose dentro de las coordenadas intelectuales del
24 enemigo es imposible la construcción de un pensamiento crítico que fundamente un proyecto
25 emancipador. Eso no significa que debamos encerrarnos temerosamente en viejos dogmas o
26 replegarnos defensivamente hacia un lenguaje ritualista desconectado de la realidad,
27 soslayando los necesarios debates con otras posiciones, que siempre pueden resultar
28 enriquecedores.
29
30 Particular interés para la renovación del pensamiento antagonista han tenido, en las
31 últimas décadas, algunas aportaciones del pensamiento feminista o del ecologismo, que han
32 venido a problematizar determinadas visiones, propias de nuestra tradición, excesivamente
33 escoradas hacia posiciones “economicistas”, enfoques “clasistas” mal entendidos o una cierta
34 idea ingenua de progreso muy eurocéntrica y hoy difícilmente sostenible. El diálogo con estas
35 corrientes hay que abordarlo sin miedos ni prejuicios paralizantes, pero debe hacerse
36 partiendo de nuestras posiciones materialistas, y deja de ser fructífero cuando se basa en la
37 aceptación acrítica de postulados que en muchos casos incorporan, conscientemente o no,
38 componentes “esencialistas” (por ejemplo en ciertos feminismos), místicos (por ejemplos en
39 movimientos indigenistas o determinados ecologismos) e incluso postmodernos.
40
41 Como ya percibiera y analizara Gramsci, la lucha cultural necesita del concurso de los
42 intelectuales. El trabajo entre los intelectuales, sector que requiere formas de aproximación
43 muy particulares, ha sido una tarea abandonada por el Partido durante mucho tiempo, que es
44 necesario abordar ahora de manera seria y permanente. Las épocas más brillantes de la
45 historia del PCE coinciden con períodos de fuerte proyección del Partido entre los intelectuales
46 y creadores culturales, como la Guerra civil o los años que van desde 1956 hasta el final del
47 Franquismo, cuando el PCE se convierte en “el Partido” de la lucha antifranquista y se habla
48 entre otras cosas, con mejor o peor fortuna, de las “fuerzas de la cultura” como un elemento
49 estratégico fundamental.
50
51 La influencia del Partido en el mundo académico y entre los creadores y divulgadores
52 culturales contribuye de manera decisiva a la difusión de nuestras propuestas y permite llevar
53 al debate público las ideas anticapitalistas y críticas. Es cierto también, en todo caso, que el
54 sector intelectual está sometido a fuertes influencias y políticas de cooptación y halago por
55 parte del sistema, que controla fuentes de financiación y mecanismos de reparto de
56 compensaciones económicas y simbólicas fundamentales para este sector. Asimismo, es
57 conocido el espíritu individualista y las concepciones elitistas que la ideología del sistema
58 tiende a insuflar en quienes son tipificados como “trabajadores intelectuales”. Pero también es
59 verdad que, históricamente, los procesos de movilización y radicalización social han sido
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1 capaces de arrastrar o incluso “desclasar” a una parte de ellos, sensibles a las contradicciones
2 e injusticias de la sociedad en que se mueven y abiertos a la capacidad que posee la cultura
3 para desbordar constantemente los límites restrictivos impuestos por el pensamiento
4 dominante. El trabajo en la Universidad, la labor de la Fundación del Partido y de nuestras
5 asociaciones y plataformas culturales, así como de las agrupaciones y colectivos que podamos
6 ir implantando en sectores profesionales, debe ser el punto de partida de la recomposición de
7 nuestra influencia en este ámbito.
8
9 El PCA debe abordar también una crítica seria y rigurosa de la cultura en sus
10 dimensiones artísticas (cine, literatura, teatro, música, etc.). Esta crítica tiene que insertarse en
11 la perspectiva de una cultura políticamente implantada y beligerante en lo ideológico, contraria
12 a la lógica mercantil que el capitalismo impone, pero sin pretensiones de homogeneización ni
13 de imposición de dogmas o cánones estéticos que encorseten la capacidad creativa. Es
14 voluntad del PCA favorecer o impulsar la constitución de grupos o colectivos de intervención
15 artística (poesía, teatro, música, etc.) que faciliten nuestra incidencia en este campo, de
16 acuerdo con los criterios de libertad y compromiso creativo señalados.
17
18 El Partido fomentará el estudio y la difusión de las distintas manifestaciones de la
19 “cultura popular” asturiana, contribuyendo a su conservación en la medida de lo posible y lo
20 razonable y al rescate de los elementos enriquecedores y críticos que transmite y comporta.
21 Lejos de cualquier concepción del folklore, la artesanía u otras expresiones artístico-culturales
22 de carácter popular como manifestación de una supuesta “alma del pueblo”, y por tanto de su
23 sacralización, estos productos de la sabiduría y la experiencia de las clases laboriosas y del
24 pueblo merecen ser conservadas como muestras de la capacidad creativa de “los de abajo”, y
25 en la medida de lo posible, preservados de su mercantilización y desnaturalización.
26
27 La lucha ideológica no sólo se desarrolla en torno a la elaboración de ideas y la
28 creación artística, sino también a su difusión. Si no defendemos el derecho de acceso y disfrute
29 de los productos culturales por parte de los trabajadores y los sectores populares, de nada
30 servirá la elaboración de una cultura crítica y creativa.
31
32 En una sociedad capitalista y, particularmente, en la situación actual que vivimos en
33 nuestro país, de fuerte concentración de los medios de comunicación y difusión de la cultura,
34 no resulta fácil hacer llegar nuestro mensaje ni podemos acceder en condiciones de igualdad a
35 los foros de debate público y de intervención cultural. EL PCA, desde las instituciones en las
36 que esté representado y desde los ámbitos de la sociedad civil, desarrollará una política
37 informativa que atienda a dos frentes distintos pero complementarios. Por una parte, la
38 creación de medios y la apertura de cauces informativos propios (prensa, recursos
39 informáticos, etc.), que permitan paliar la desigualdad que sufrimos en este terreno. Por otra
40 parte, el desarrollo de estrategias de incidencia en los medios de comunicación, asegurando la
41 mayor presencia posible de nuestros/as militantes en la prensa, radio, televisión y otros medios
42 comunicativos de incidencia social.
43
44 Para afrontar con mayor eficacia el combate ideológico, el Partido se compromete a
45 llevar a cabo una labor de formación permanente de sus miembros, facilitando su mejor
46 conocimiento de los problemas políticos y sociales generales y de Asturias en particular, y su
47 capacidad de análisis de los mismos. Esta tarea incluirá un esfuerzo especial para familiarizar a
48 los/as militantes con las exigencias y los problemas de la lucha ideológica fuera del Partido, en
49 los medios de comunicación y en el mundo de la cultura, en los movimientos sociales y demás
50 ámbitos de la sociedad donde se produzca la confrontación con las manifestaciones de la
51 ideología dominante.
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1 7. EL PARTIDO Y LOS MOVIMIENTOS SOCIALES.


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3 El fructífero campo de la globalización neoliberal se ha visto abonado por la hegemonía
4 imperante en el mundo tras la caída del Muro de Berlín, la desaparición de la URSS y la derrota
5 del campo socialista europeo. Se inicia un nuevo período histórico, al aparecer la especie
6 humana encuadrada dentro de un mismo y único patrón de poder mundial, sustituyendo la idea
7 de socialismo o comunismo por la existencia de un “mundo perfecto” que los dominantes y
8 beneficiarios y sus fieles vasallos –el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la
9 Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y la Organización Mundial del
10 Comercio- bautizaron como “globalización”, pues el “globo entero” era, por fin, de su dominio.
11
12 Esta globalización neoliberal que genera capital financiero especulativo, debilita la
13 capacidad de financiación y de control por parte del Estado, multiplica el desempleo y las
14 distintas formas de precarización de las relaciones laborales, produce cambios radicales en la
15 relación de fuerza entre las clases sociales a favor del capitalismo financiero y en contra de los
16 trabajadores, fragmenta los sectores vinculados al mundo del trabajo, no genera empleo, no
17 distribuye renta, no amplía los derechos sociales. En consecuencia, crecen el desempleo, la
18 falta de recursos para la educación, la salud, los problemas sociales, la marginalización, el
19 desarrollo del medio ambiente...
20
21 Este patrón se ve deslegitimado por la actual crisis financiera internacional. El modelo
22 de crecimiento basado en la industrialización, el endeudamiento de las familias, de las
23 empresas, el petróleo barato, la complicidad de la llamada clase política, la privatización de
24 todo lo que rinda beneficios poniendo la economía ficticia y especulativa por encima de la
25 economía real, supone la evidencia de que es más necesaria que nunca una alternativa
26 económica basada en la capacidad de producción y en el reparto equitativo de la riqueza.
27
28 Se ha impuesto el discurso político hegemónico de difícil superación que pregona el fin
29 de la lucha de clases, del socialismo, del comunismo, que pone el acento en la debilidad de la
30 idea de “revolución”, que evidencia la dificultad de plantear una alternativa al neoliberalismo
31 global. Ante esta situación, multitud de movimientos populares, grandes y pequeños, más o
32 menos organizados, están en marcha. Grupos anticapitalistas, movimientos ecologistas a favor
33 del desarrollo sostenible o del decrecimiento, grupos pacifistas y antimilitaristas, grupos
34 preocupados por la pobreza y la justicia Norte—Sur, movimientos obreros, sindicatos,
35 organizaciones estudiantiles, grupos feministas, movimiento gay, movimientos indigenistas,
36 movimientos por una vivienda digna, movimientos contra el trabajo precario, movimientos en
37 defensa de los inmigrantes, movimientos por la Memoria, movimientos ciudadanos de todo
38 tipo... alzan la voz contra los desmanes e injusticias que se producen en este sistema
39 capitalista.
40
41 El Partido no puede ser un movimiento social y los movimientos sociales no son
42 partidos ni necesitan serlo. Ambos tienen diferentes funciones y es bueno saber distinguirlos y
43 articularlos.
44
45 Desde el PCA debemos trabajar y conectar con esta parte de la sociedad que aún
46 conserva algo de masa crítica, con aquellos/as que denuncian la precariedad, los abusos, las
47 injusticias... Acercarse a los movimientos sociales puede constituir una tarea de alcance
48 estratégico para repensar las bases mismas del Estado. Aspirar a llegar a este momento puede
49 formar parte de las tareas prioritarias, en aras de superar la fractura provocada por la acción
50 institucional separada de la calle, de recuperar la sintonía de la movilización compartida con
51 distintos sectores, porque separara la lucha social de la lucha política nos ha llevado al
52 empequeñecimiento del conjunto de la izquierda. Debemos contribuir a organizar y coordinar a
53 los que tratan de dar respuesta colectiva a aquellos que les impiden la satisfacción de sus
54 intereses, construyendo una forma común de entender el mundo, compartiendo unas maneras
55 de vivir la realidad, independientemente de cuál sea nuestra política de alianzas, buscando
56 consensos para que nadie sienta violentada su voluntad individual.
57
58 Para ello debemos apostar por impulsar, como comunistas, la movilización como
59 instrumento de cambio social, las luchas y resistencias populares, la consecución de otro
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1 mundo posible dando continuidad a la lucha antiimperialista y a la contestación de la


2 globalización neoliberal. El Partido debe estimular el movimiento social para articular su lucha
3 reivindicativa evitando aislarse y dejar el camino libre a oportunistas que desarrollan sus
4 prácticas burocráticas, deshonestas y utilitarias. Debemos hacer visible, a través de la
5 interlocución respetuosa y de la movilización conjunta, que la alianza entre Partido y
6 movimientos sociales tiene ventajas para ambos y que podemos cooperar para lograr sus
7 objetivos. Es necesario convocar “de igual a igual” a los movimientos sociales para debatir
8 preocupaciones comunes en busca de acciones comunes.
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1 8. EL COMPROMISO CON UN MODELO DE ESTADO: REPÚBLICA Y FEDERALISMO.


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3 La identidad republicana forma parte histórica inseparable de la tradición obrera y
4 socialista. El republicanismo radical y jacobino, con sus múltiples manifestaciones, constituyó
5 un ingrediente fundamental, en su momento, en los orígenes y los primeros desarrollos del
6 movimiento obrero, y el componente republicano aparece persistentemente en los movimientos
7 revolucionarios del siglo XIX, incluida la Comuna de París, a la que Marx aludiera como “el
8 heraldo glorioso de una nueva sociedad”. Aunque con algunos desencuentros en el siglo XX,
9 por la necesaria afirmación del componente de clase (obrero) del movimiento socialista y la
10 evolución hacia posiciones más institucionalizadas y conservadoras de una parte de la tradición
11 republicana, la lucha por la emancipación social ha ido unida casi siempre a la defensa de las
12 libertades democráticas, constantemente amenazadas por las clases dominantes, que
13 entienden la “democracia” como mero relevo de las élites gobernantes al servicio del
14 mantenimiento del sistema social imperante y no como poder y participación del pueblo en
15 sentido genuino.
16
17 Los comunistas hemos luchado contra dictaduras como la franquista y por las
18 libertades más que ninguna otra fuerza política, pero defendemos una concepción de la
19 democracia amplia y extensa, más allá de los límites de su carácter exclusivamente “formal” o
20 meramente institucional, entendiéndola como democracia política, económica y social. Esa
21 tradición democrática, si se aproxima a alguna otra –aunque va más lejos que ella- es, en
22 definitiva, a la republicana, con la que el movimiento comunista volvería a converger en la
23 práctica desde la época de los frentes populares y la resistencia antifascista. Además de ello, la
24 unión de las aspiraciones socialistas con las nacional-populares, tan ligadas al espíritu y el
25 sentimiento “republicano”, ha estado presente en todas las revoluciones posteriores, de China
26 a Cuba, de Vietnam a Venezuela, dando a estos procesos un carácter “nacional” imprescindible
27 para incorporar a la lucha por el cambio social a muchos sectores del pueblo. Todavía hoy en
28 día, pese a los cambios y mistificaciones y la diversidad de sentidos que ha ido adquiriendo,
29 cuando algunos intelectuales o politólogos actuales abogan por la recuperación de la tradición
30 republicana, suelen distinguirla claramente de la liberal-individualista, en cuanto que la primera
31 (la republicana) recoge, entre otras cosas, un sentido de la ciudadanía basado en la primacía
32 de los derechos colectivos y una idea fuerte de comunidad, y la necesidad de la igualdad social
33 como condición para el ejercicio real de las libertades.
34
35 Es esta vertiente del republicanismo la que hoy nos interesa rescatar, y que coincide en
36 lo esencial con la tradición republicana española. En nuestro país, la monarquía siempre
37 estuvo relacionada con los intereses de las oligarquías, el militarismo o el clericalismo, mientras
38 que la república se asocia a democracia avanzada y libertades, ética y austeridad de la vida
39 pública, sentido profundo de ciudadanía, laicismo, igualitarismo y reforma social o
40 descentralización del Estado.
41
42 Todo ello nos permite enraizar la reivindicación de la República en el contexto de lo
43 mejor de nuestra historia, y en ese sentido parece oportuno recuperar el impulso de la tradición
44 republicana española y de las dos breves experiencias de ese tipo que ha vivido nuestro país.
45 Las tradiciones democráticas y emancipatorias de un pueblo no pueden estar inventándose y
46 creándose continuamente sino, en todo caso, recuperarse y readaptarse a las nuevas
47 necesidades.
48
49 De cualquier modo, para nosotros la República es, sobre todo, un horizonte de futuro:
50 es la III República de la que hablamos, no una reedición de la Segunda que, como todo
51 momento histórico, tenemos que analizar con sentido crítico, como ha hecho nuestro Partido a
52 lo largo del tiempo, aunque partiendo siempre de la identificación profunda con algunos de sus
53 aspectos básicos y, en general, con lo que significó de aspiración de progreso y cambio social.
54
55 Suscitar hoy el tema de la República es, entre otras cosas, hablar de democracia
56 participativa y de un régimen de amplias libertades con un fuerte contenido social, que los
57 comunistas insertamos en una perspectiva y dentro de unos objetivos socialistas. La República
58 no es en sí misma el socialismo, pero sí el marco en el que mejor puede desarrollarse nuestra
59 tarea política transformadora, la de conseguir la hegemonía social e ideológica que nos permita
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1 ir avanzando hacia la superación de un marco en el que, como el actual neoliberalismo


2 demuestra, el capitalismo (el mercado) tiende cada vez a vaciar de contenido la democracia.
3 Frente a la “democracia de consumidores” de la que tanto se habla, de “clientes satisfechos” o
4 individuos pasivos, defendemos una “democracia de productores”, de ciudadanos activos y
5 conscientes; una democracia que logre impregnar todas las instituciones y formas de la vida
6 social (de la familia a la economía, pasando por todos los ámbitos de la sociedad civil), basada
7 no en el derecho a elegir “en el mercado”, sino a gestionar y dirigir la vida colectiva.
8
9 La lucha por la República hoy significa denunciar los déficits del actual sistema político
10 y denunciar el falso consenso de la Transición, que no fue sino imposición o hegemonía de las
11 fuerzas y sectores herederos del régimen anterior. La República que deseamos y por la que
12 luchamos no puede llegar si no es mediante una amplia movilización popular, único medio
13 posible para dotar al nuevo régimen de los contenidos que estamos señalando. En caso
14 contrario, el cambio sería superficial, tal vez próximo en las formas pero ajeno en los
15 contenidos sustanciales a la tradición republicana tal como la entendemos y como la
16 deseamos.
17
18 Retomando la tradición de lo que pretendió ser la efímera Primera República y a
19 diferencia de lo que temió ser la Segunda, la Tercera República española debe recuperar el
20 modelo federal. Un federalismo solidario, con caja única de la seguridad social, sin privilegios
21 fiscales, con igualdad de derechos para todos los ciudadanos y ciudadanas. Una República
22 eficazmente descentralizada, con amplia autonomía de las instancias inferiores empezando por
23 los municipios, con una administración más próxima a los ciudadanos, y que dé solución al
24 histórico conflicto de la organización del Estado en nuestro país; conflicto en el que se ha
25 enraizado, a lo largo del tiempo, las reivindicaciones federales, regionales y nacionales. El PCA
26 considera que los derechos políticos tienen que derivarse de la condición igualitaria de la
27 ciudadanía, no de peculiaridades lingüísticas y culturales que, en la medida en que existen,
28 deben ser contempladas, valoradas e incorporadas a la vida colectiva, sin que por ello deban
29 prevalecer sobre los intereses de clase que defendemos o los derechos generales de los
30 ciudadanos.
31
32 La lucha por la República implica, en la Asturias y la España de hoy, acciones efectivas
33 encaminadas en los siguientes términos:
34
35 - Situar cada vez más los valores y principios republicanos en la acción política
36 cotidiana, no relegándolos a una mera reclamación utópica proyectada en un futuro indefinido.
37 Hay que difundir la idea y el sentimiento de que la “cuenta atrás” para la III República ya ha
38 comenzado, disipando miedos e inhibiciones, y convenciendo a la ciudadanía de que más
39 temprano que tarde nuestro país puede ser nuevamente una democracia republicana.
40
41 - Llevar la batalla por la República a las instituciones. Impulsar, donde sea posible, la
42 red de ayuntamientos republicanos. Introducir mociones y propuestas en ese sentido, con el fin
43 de propiciar el debate público y la sensibilización ciudadana. Manifestar nuestras posiciones
44 críticas con la monarquía tanto en relación con los elementos simbólicos o las ceremonias
45 apologéticas de la institución (como los Premios Príncipe de Asturias), como en otros aspectos
46 más profundos o de mayor calado ideológico.
47
48 - Inscribir el tema republicano dentro de nuestra política de alianzas, tanto en el ámbito
49 social y cultural como en lo electoral.
50
51 - Contribuir, desde nuestras posiciones y con respeto a las ajenas, a la convergencia
52 con otros grupos y colectivos republicanos que poco a poco empiezan a implantarse en nuestra
53 región, e impulsar plataformas unitarias, políticas y culturales, que normalicen y difundan en la
54 vida pública la idea republicana y contribuyan a la formación de una conciencia cívica
55 republicana, desde la idea de que “no habrá República futura sin republicanos”.
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1 9. RECONSTRUIR LA MEMORIA DEMOCRÁTICA DEL PUEBLO.


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3 Asistimos en los últimos años al desarrollo de un amplio y diverso movimiento social
4 que cifra sus objetivos en lo que se ha dado en llamar la “recuperación de la memoria
5 histórica”. El fenómeno, que no es exclusivo de nuestro país, se ha centrado principalmente en
6 reivindicar la memoria de las víctimas de las dictaduras fascistas o similares y de su represión
7 contra los sectores populares y los movimientos emancipadores. Paralelamente, se han
8 producido algunos progresos importantes en el terreno jurídico, con las iniciativas en favor de
9 una “justicia universal” y la no prescriptibilidad de los delitos de genocidio y “crímenes contra la
10 humanidad”. El planteamiento del caso español y las críticas a lo que se ha dado en llamar
11 “modelo español de impunidad” no pueden por menos de encajar en esa tendencia, que ha
12 tenido especial resonancia internacional con las movilizaciones y los avances en la lucha
13 contra las duras secuelas de las dictaduras latinoamericanas, en especial las del Cono Sur.
14
15 El actual movimiento memorialista en nuestro país, en el que los comunistas hemos
16 tenido un papel muy relevante, se inserta además en un proceso de replanteamiento de la
17 Transición española que hoy resulta imprescindible para recuperar un espacio y un
18 protagonismo político que las concesiones hechas entonces a la hegemonía de la derecha nos
19 hicieron perder. Más allá de ello, la lucha por la memoria democrática se enfrenta con las
20 fuertes resistencias mantenidas por unas fuerzas políticas, sociales e ideológicas que se
21 sienten, de forma más o menos confesa, herederas de los vencedores en la Guerra civil y del
22 Franquismo; grupos y sectores que, precisamente invocando el “espíritu de la Transición”, se
23 niegan a aceptar los cambios en las políticas de memoria imprescindibles para la construcción
24 de una sociedad democrática que merezca ese nombre.
25
26 La memoria del pasado se dirime, como tantas otras cosas, en el terreno de la lucha de
27 clases y el conflicto social. La conservación y reconstrucción de las tradiciones obreras y
28 populares, elemento fundamental de nuestra identidad comunista, no es ni puede ser un
29 ejercicio de nostalgia, sino una tarea enfocada hacia el futuro. Debe hacerse, entre otras cosas,
30 combatiendo, en el terreno de la lucha ideológica y cultural, contra las tergiversaciones
31 históricas de quienes justifican un pasado de opresión e ignominia y recuperando –y
32 adaptando- los proyectos de cambio social que nuestros antecesores nos legaron y los valores
33 en los que se inspiraron. Asturias ofrece, en ese sentido, un campo de acción privilegiado, por
34 la riqueza de su tradición obrera y revolucionaria y por la dureza y amplitud que la represión
35 franquista llegó a alcanzar en nuestra región.
36
37 La recomposición no de cualquier memoria (la derecha y las clases dominantes, o la
38 Iglesia católica, por ejemplo, también tienen “su” memoria, que cultivan y difunden de manera
39 constante), sino de la memoria democrática del pueblo, no implica necesariamente idealizar o
40 mitificar radicalmente el pasado, porque ello nos impediría analizarlo crítica y auto-críticamente
41 y evitar así incurrir en los errores entonces cometidos. La formulación de un proyecto de
42 transformación social requiere, en cambio, del análisis crítico y riguroso, y por tanto del estudio
43 histórico objetivo. Pero la construcción de la subjetividad revolucionaria también precisa la
44 recuperación de una parte de ese pasado en términos de memoria colectiva, haciéndolo vivo y
45 operativo en el presente, en esa combinación de “sentir” (ligado a la memoria) y “saber”
46 (vinculado a la historia) de la que hablaba Gramsci, rescatando los elementos del mismo que
47 nos sirvan para cimentar las bases de la futura emancipación. No se trata de recrearse en la
48 memoria del pasado como una forma de escapismo de los problemas del presente, ni del
49 cultivo de mitos consoladores al margen de la historia, sino de incorporar la historia a las
50 vivencias y los recuerdos colectivos, armándonos con ello ideológicamente para la lucha.
51
52 En España, como en otros países, los movimientos por la memoria democrática y
53 popular han centrado su atención, desde los primeros momentos, en la reivindicación de las
54 victimas (muertos, fusilados y paseados, desaparecidos), adquiriendo una doble dimensión: por
55 un lado, la reivindicación del derecho de familiares y parientes al conocimiento de las
56 circunstancias de las muertes de sus deudos y la eventual excavación de las fosas para
57 recuperar sus restos; y por otra parte, la puesta en pie de “lugares de memoria” propios,
58 contrarrestando las abundantes pervivencias de símbolos, monumentos y ritos conmemorativos
59 del Franquismo. Poco a poco, la parte más “humanitaria” (respetable y que sin duda debe ser
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1 contemplada) va dando paso a un componente más político, de solidaridad con los que fueron,
2 antes que “víctimas” en el sentido estricto, “combatientes” por la causa de las libertades, el
3 progreso social y la emancipación humana; o que fueron víctimas precisamente por su
4 condición previa de combatientes.
5
6 La actitud del actual partido gobernante en este proceso se ha caracterizado por la más
7 absoluta ambigüedad. Por una parte, el PSOE, en los últimos años, se ha esforzado en
8 contentar a una parte de su militancia apoyando algunas de estas reivindicaciones,
9 utilizándolas de manera circunstancial y oportunista contra el Partido Popular. Por la otra, ha
10 intentado limitar sus objetivos y encauzarlos dentro del “espíritu de concordia de la Transición”,
11 al que nunca ha renunciado. La mal llamada “Ley de Memoria Histórica” (en realidad, “Ley por
12 la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes
13 padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil o la Dictadura”) no sólo debe ser
14 criticada por sus insuficiencias (no declarar la ilegalidad de los procesos, su escasa
15 contundencia o precisión en la eliminación de vestigios del Franquismo, etc.), sino también por
16 la reafirmación del “espíritu de reconciliación y concordia”, base de la Transición postfranquista
17 que –se dice en el preámbulo de la Ley- “da sentido al modelo constitucional de convivencia
18 más fecundo que hayamos disfrutado nunca”.
19
20 Los comunistas debemos impulsar los movimientos por la memoria democrática,
21 orientándolos políticamente hacia la recuperación de la tradición republicana y revolucionaria
22 aplastada por la represión franquista. No sólo tenemos hablar de nuestros muertos, sino
23 también de las luchas, las ideas, los valores, los anhelos y las esperanzas que los impulsaron.
24 Hemos de contribuir al desarrollo de foros por la memoria y de movimientos amplios y unitarios
25 (como lo que representa FAMYR en Asturias), insertándolos en la lucha por la recuperación-
26 actualización del proyecto republicano, todo ello con una triple perspectiva.
27
28 - En primer lugar, apoyándonos en el estudio histórico serio y riguroso y en los avances
29 que sobre ese pasado aporta la investigación actual. Sólo sobre esa base, como demuestran
30 procesos de otros lugares y países, seremos capaces de contrarrestar, en el terreno de la
31 lucha ideológica, los argumentos de la derecha y de los historiadores “revisionistas” o los
32 “negacionistas” de la represión franquista. Aquí, como en otros aspectos, la verdad es
33 revolucionaria, y la falta de solvencia o la impericia en el manejo de datos y testimonios que
34 afecta a algunos de estos movimientos, o incluso las políticas institucionales poco reflexivas,
35 por el contrario, nos restan credibilidad.
36
37 - En segundo lugar, dotando a las reivindicaciones de una orientación claramente
38 política, que, más allá del esclarecimiento y la exigencia de responsabilidades y la lucha contra
39 el “modelo de impunidad” impuesto en la Transición, oriente la actividad hacia la construcción
40 de una memoria alternativa que aspire a ser hegemónica en la sociedad española frente a la
41 ideas, desgraciadamente tan difundidas, de la “culpabilidad colectiva” o la equiparación de la
42 violencia de “los dos bandos”, o frente a la imagen distorsionada y demonizada de lo que
43 representó la República. Eso exige la consolidación de políticas de memoria propias (ritos y
44 celebraciones, placas y monumentos; difusión de libros, documentales o exposiciones, etc.) y
45 el esfuerzo constante porque, desde las instituciones, se consoliden políticas democráticas en
46 ese sentido (en la enseñanza, en los medios de comunicación, etc.) y se erradique cualquier
47 tipo de tolerancia o aceptación sobre la pervivencia en el espacio público de símbolos de
48 apología o recuerdo cómplice del Franquismo.
49
50 - En tercer lugar, enfocando el desarrollo del movimiento hacia el doble objetivo de
51 deslegitimación política en este terreno de los herederos del Franquismo (el PP y su entorno) y
52 de ruptura con un discurso apologético de la Transición modélica (PSOE, PP y otras fuerzas
53 del sistema) que aún bloquea la posibilidad de una salida progresista y de izquierdas a la
54 actual situación.
55
56
57
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59
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1 10. – El bloque social antagonista: La Convergencia y sus instrumentos


2
3 El Partido, desde su papel de intelectual orgánico y colectivo de la clase por la que
4 aspira a ser reconocido o, al menos, por sus sectores más conscientes, como vanguardia y
5 referente, no ha de esforzarse sólo en organizar y formar militantes activos, articulando una
6 estructura viva y eficaz para el traslado a la mayoría social y a sus diversos frentes de masas
7 de las ideas revolucionarias, asumiendo el papel de levadura de sus movilizaciones con una
8 voluntad convergente de suma y un horizonte anticapitalista, sino que debe trabajar para
9 promover la cohesión de la clase trabajadora en torno a sus fracciones más combativas,
10 difundir su ideología en otros ámbitos populares, con la pretensión de convertirla en
11 hegemónica, y tejer la articulación de esos ámbitos en un bloque social anticapitalista.
12
13 Estas últimas tareas dimanan de la constatación de que hoy, como ayer, la clase
14 trabajadora precisa de aliados para cambiar la naturaleza socioeconómica del Poder. La misma
15 constatación, trasladada hoy a otros escenarios, que motivó la implicación del Partido
16 Comunista de España en muy diversas instancias unitarias, con diversos objetivos según la
17 coyuntura histórica, desde el Frente Popular hasta Izquierda Unida. Otras veces las alianzas
18 revestían otras características, como fue el caso de la Junta Democrática del tardofranquismo,
19 que lejos de encarnar un bloque social, era simplemente la expresión de una alianza política.
20
21 Construir el bloque social antagonista frente a sistema sigue siendo hoy una tarea de
22 primer orden. Tras la propia reconstrucción del Partido se sitúa en el más alto nivel de
23 prioridades.
24
25 Ahora bien, la tarea general de construcción del bloque social antagonista, destinado a
26 enfrentarse al modelo de formación social existente y al modo de producción que lo nuclea
27 constituye un empeño que se manifiesta en multitud de líneas de actuación.
28
29 En primer lugar y con carácter transversal hay que abordar la lucha ideológica,
30 imprescindible en cualquier frente y que supone, de entrada, la formación generalizada de la
31 militancia, la promoción de cuadros y el incremento de su preparación. Sólo cumpliendo
32 suficientemente estos retos estaremos en condiciones de llevar acabo un trabajo ideológico en
33 los frentes de masas, empezando por el movimiento obrero y sindical para contribuir al tránsito
34 de los trabajadores a partir de la condición de “clase en sí” a la de “clase para sí”. Ello, a su
35 vez, implica medidas partidarias de carácter orgánico, como son priorizar una iniciativa para
36 construir organización en centros de trabajo o, al menos, en polígonos industriales o sectores
37 de producción, y, desde luego, debatir y acordar en los correspondientes órganos del Partido
38 las líneas de propuesta y actuación que los militantes deben poner en práctica organizada y
39 cohesionadamente dentro del ámbito sindical, empezando por CCOO, como referente general
40 del Partido en el movimiento obrero.
41
42 Este tipo de trabajo aúna la lucha ideológica permanente y sin concesiones frente a la
43 ideología prevaleciente con la actuación cotidiana en defensa de los intereses de clase,
44 comprobable en el empuje por las reivindicaciones mucha veces más concretas e inmediatas
45 incluso de un pequeño colectivo de trabajadores y resulta imprescindible para invertir, a lo largo
46 de un proceso lento y árido, la hegemonía ideológica entre las masas.
47
48 Pero este trabajo no se detiene en los confines de la clase trabajadora como tal, sino
49 que necesita extender su alcance a ese conglomerado social no muy bien definido en el que se
50 sitúan las capas más empobrecidas de la pequeña burguesía, los pequeños autónomos, parte
51 del funcionariado, sectores de la burguesía ilustrada y progresista, del estudiantado y la
52 juventud, etc., así como, singularmente, a los ámbitos más o menos organizados que
53 enarbolan reivindicaciones específicas o desarrollan movimientos particulares, tales como los
54 ecologistas, feministas, pacifistas, etc.
55
56 En todo ese complejo y vasto entramado social es menester el trabajo conducente a
57 invertir la actual hegemonía ideológica y a su sustitución por la hegemonía ideológica de la
58 clase trabajadora consciente, propiciando con ello la convergencia de reivindicaciones y
59 movilizaciones con un sentido histórico determinado que reconoce su centro de gravedad en la
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1 contradicción capital-trabajo y su horizonte en otro mundo posible, otro modelo de sociedad


2 que es la sociedad socialista.
3
4 En esa dirección son muchos los instrumentos en los que el Partido debe funcionar
5 organizadamente, a través de sus militantes, y desde los que, a su vez, debe actuar
6 socialmente. Pero además del movimiento sindical, empezando por CCOO, y otros
7 instrumentos de clase organizados, como pueden ser asambleas de parados, círculos de
8 trabajadores inmigrantes, etc.; además del asociacionismo vecinal en los barrios, del
9 movimiento estudiantil, de las plataformas ciudadanas de diverso contenido y significación, de
10 las asociaciones de amistad y solidaridad internacionalista, de los grupos y movimientos
11 feministas o ecologistas, donde el Partido debe funcionar y tratar de orientar con las ideas que
12 se han dicho, y desde las que debe actuar socialmente, debe existir un ámbito unitario
13 específicamente político, sin abandonar su condición de social, en el que la presencia y
14 actividad del Partido es necesaria.
15
16 Desde hace más de veinte años y hoy, por acuerdo del XVIII Congreso del PCE, ese
17 ámbito es Izquierda Unida. Una Izquierda Unida que el Partido entiende no como partido
18 político, sino como un movimiento político y social con un contenido anticapitalista, republicano
19 y federal y que debe servir de base para llevar adelante un amplio y ambicioso proyecto de
20 refundación de la izquierda en este país.
21
22 El PCA se cohesiona en su política de convergencia con la del PCE y reconoce en IU el
23 instrumento en el que se articula ese proyecto, haciendo suya la iniciativa de refundación.
24 Ello, no obstante, no despeja el camino para que la participación del PCA en IU de
25 Asturias pueda ahora mismo darse con normalidad, pese a la posición manifestada
26 públicamente por el PCA en ese sentido.
27
28 En efecto, como consecuencia del no reconocimiento de la Dirección del PCA emanada
29 de su VIII Congreso, los antiguos dirigentes de éste (que no habían sido excluidos y se
30 negaron ellos mismos a participar) se atrincheraron en IU de Asturias y utilizaron sus mayorías
31 en ella para liquidar organizaciones enteras de IU discrepantes con ellos y candidaturas
32 democráticamente elegidas. En seguida continuaron con la no convocatoria de miembros del
33 PCA a los órganos de dirección de IUA, con expulsiones de camaradas, con la “desaparición”
34 de centenares de comunistas de los censos de IUA y con la embestida frente a la organización
35 local de Langreo y su grupo municipal. Todo ello amparado por la Dirección federal de IU,
36 encabezada por Llamazares.
37
38 Hoy, tras los cambios operados en IU con la IX Asamblea federal, aunque con una
39 lentitud difícil de explicar y ciertos movimientos y actitudes reprobables o desafortunados de
40 alguno de sus dirigentes, se han dado algunos pasos desde la Dirección federal conducentes a
41 normalizar la situación de IU de Asturias, a superar el conflicto existente y consiguientemente la
42 excepcionalidad que viene padeciendo el PCA.
43
44 Sin embargo, esos pasos, además de lentos y todavía insuficientes, no han encontrado
45 eco efectivo en IX de Asturias que, por su parte, no ha puesto en marcha ningún movimiento
46 realmente efectivo y práctico que permita colegir que, verdaderamente, está por la labor de
47 recuperar en Asturias la normalidad de unas relaciones que se dan en la mayor parte del
48 Estado, con las excepciones, también hay que decirlo, de aquellos territorios donde direcciones
49 de IU no pocas veces afines ideológicamente a la de Asturias o, a veces, por otros motivos,
50 mantienen actitudes arbitrarias y excluyentes contra los comunistas del territorio respectivo y su
51 organización.
52
53 Pese a todo ello, el PCA, que sí ha dado pasos concretos públicos e internos para
54 recuperar la normalidad, continuará apuntando en esa misma dirección de tal modo que no
55 pueda adjudicársele ninguna responsabilidad si la normalización resultase inviable.
56
57 El PCA, a la vez que no tiene el propósito de instalarse en ninguna excepcionalidad y
58 hará cuanto le sea posible, dentro de los principios, para poder trabajar con normalidad y sin
59 restricciones desde IU, tiene clara también la voluntad de poder llevar a sus militantes a las
60 instituciones, para lo que, en caso de encontrar impedimentos que antidemocráticamente lo
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1 inviabilicen, solicitará la intervención del PCE en el marco de los Estatutos. En cualquier caso y
2 con los elementos de que dispone o que le son próximos, el PCA está dispuesto a participar
3 activamente en el proceso de refundación de la izquierda convocado desde IU federal. El
4 propio PCA, como organización política, la Asamblea de Ciudadanos por la Izquierda, que en
5 cuatro localidades de Asturias plasmó en 2007 una convergencia (entonces imposible desde
6 una IU de Asturias que liquidó sus propias candidaturas democráticamente electas), inspirada
7 en los contenidos políticos propuestos desde el PCE y determinados espacios de encuentro
8 que hoy ha conseguido articular el PCA, son otros tantos vectores de propuesta que desde
9 Asturias pueden participar en el proceso refundador.
10
11 Un proceso refundador que, en lo que atañe al ámbito desde donde se formula, la
12 propia IU Federal, va a encontrar innumerables e importantes obstáculos, más allá de
13 ideologías, contradicciones o confrontación de propósitos entre las diversas corrientes o
14 “sensibilidades” internas. En efecto, la propia estructura que, en un marco mayor y más abierto,
15 se trata de refundar, constituye por su misma condición de estructura una realidad
16 objetivamente reacia al cambio, si es, como se pretende, un cambio estructural. Es conocido
17 que cualquier estructura está dotada de una especie de inercia que procura su propia
18 conservación y su estatismo. Por tanto, si la estructura de partido político convencional, que
19 hoy posee IU, se trata de cambiar por otra de movimiento político y social, que además está
20 por definir de manera cabal y rigurosa, pero que, en todo caso, difiere sustancialmente de la
21 estructura de partido político, es obvio que la contradicción estructural entre lo existente y lo
22 pretendido se va a dar como un obstáculo natural e ineluctable.
23
24 Pero además de todo lo relacionado con los instrumentos de la convergencia y su
25 refundación, que debieran llegar a ser la expresión organizada del bloque social antagonista en
26 Asturias y en España como crisol de un sujeto plural de la transformación socioeconómica,
27 política y cultural articulado en torno a una centralidad de la clase trabajadora y sus intereses,
28 es necesario señalar dentro de este capítulo lo que el PCA entiende como política de alianzas
29 de ese sujeto con otras fuerzas políticas presentes en la comunidad autónoma. El PCA debe
30 dejar clara ante la opinión pública asturiana una serie de cuestiones que sin duda bullen en las
31 cabezas de la ciudadanía. De entrada hay que subrayar que el PCA no es un partido
32 electoralista, que entiende que el trabajo y la implantación social es lo primero, pero que
33 igualmente atribuye importancia a su presencia en las instituciones, sobre todo, por lo que
34 tienen de amplificador social de su propuesta política. Así, en primer lugar, el PCA sólo será
35 partidario excepcionalmente de alianzas estables o pactos de gobierno con otras fuerzas de
36 izquierda, dotados de medidas concretas y con plazos asignados, que sean revisables y
37 denunciables y que cuenten con el apoyo refrendatario del ámbito pactante.
38
39 En segundo lugar, a poca duda que exista acerca del carácter de izquierda de los
40 programas, de la concreción de sus medidas o de la fiabilidad de su aplicación, el PCA es
41 partidario de situarse en la oposición, dejando abierta la posibilidad de acuerdos puntuales,
42 cada vez que proceda, sobre medidas concretas. Ello deja mucho más libres las manos al PCA
43 y al ámbito convergente en que funcione, si es posible IU, para articular sin trabas las
44 movilizaciones sociales necesarias.
45
46 El PCA, por lo demás, tiene interés en garantizar que, por razones de higiene
47 democrática, no favorecerá ni por acción ni por omisión gobiernos municipales ni autonómicos
48 del PP, aunque la razón de higiene democrática no conlleva en absoluto la participación en
49 gobiernos que no aseguren la aplicación efectiva de un programa rotundamente de izquierda,
50 con medidas concretas y plazos acordados.
51
52 En definitiva, la posición del PCA sobre su participación en las instituciones parte de la
53 consideración de éstas como un frente más de lucha. Un lugar donde se pretende estar, sobre
54 todo, para denunciar el sistema con más audiencia y mayor eficacia y donde tiene sentido
55 gobernar para cambiar políticas pero nunca cambiar las políticas del Partido para gobernar.
56 Finalmente, las políticas con respecto tanto a las alianzas o acuerdos, como a los movimientos
57 en los que se actúe y al instrumento de convergencia político-social habrán de ser acordadas
58 colectiva y democráticamente por los órganos del Partido competentes en cada caso, y
59 desarrollados organizadamente por sus militantes ateniéndose fielmente a lo acordado.
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1 11. EL PCE, PARTIDO SOLIDARIO, INTERNACIONALISTA Y ANTI-IMPERIALISTA.


2
3 En su esencia y definición, el Partido Comunista es un partido internacionalista. Para
4 los comunistas, no existen las fronteras geográficas o nacionales en sentido patriotero o
5 chovinista. Es una de nuestras señas de identidad defender las luchas populares y obreras en
6 cualquier parte del mundo. El internacionalismo anti-imperialista debe ser entendido como una
7 conjunción de intereses y aspiraciones de nuestra clase y de los pueblos en general que
8 luchan contra este modelo social injusto. Entendiendo por tanto que para nosotros, desde
9 Asturias y España, la lucha de los trabajadores griegos o de los revolucionarios venezolanos es
10 también nuestra, ya que se enmarca dentro de una perspectiva de cambio social global y de
11 lucha por el socialismo como alternativa al imperialismo actual. Sigue por tanto vigente la
12 consigna “ni guerra entre los pueblos, ni paz entre las clases”.
13
14 Para los comunistas, la solidaridad con el conjunto de los pueblos que luchan por su
15 libertad y contra el imperialismo es fundamental y enlaza con una estrategia más amplia de
16 darle una respuesta organizada desde los movimientos populares y obreros de los distintos
17 países a las agresiones de los centros internacionales del imperialismo, hoy encarnados por
18 Estados Unidos y el bloque emergente europeo. Asimismo para el Partido es una de las tareas
19 más importantes de su trabajo político, ya que además, debemos ser capaces de transmitir
20 esas ideas de solidaridad y de compromiso con las fuerzas progresistas de otros países a
21 nuestro propio pueblo. Para nosotros la patronal española o la chilena forman parte de la clase
22 explotadora, a la que debemos despojar de sus ingentes privilegios actuales.
23
24 Lejos estamos de practicar una solidaridad caritativa o puramente económica como la
25 de numerosas ONGs o la Iglesia católica; la nuestra es y debe seguir siendo en el futuro
26 claramente política y de clase.
27
28 Además el PCA entiende que el contacto con otras experiencias revolucionarias que
29 tenga lugar en el mundo es ampliamente enriquecedor a la hora de transmitirnos
30 recíprocamente, y de manera respetuosa, sin injerencias ni recetas mágicas de cómo se tiene
31 que “hacer la revolución”, aportaciones muy interesantes para la praxis política en nuestros
32 países y regiones.
33
34 Queremos reafirmar dentro de nuestra política internacionalista el destacado lugar que
35 ocupa nuestra solidaridad y afecto con la revolución socialista en Cuba, más aún cuando se ha
36 desatado una campaña brutal de acoso mediático contra este pueblo hermano que lleva más
37 de cincuenta años resistiendo los envites de un genocida bloqueo impuesto por los yanquis.
38 Cómo no, seguir con especial atención todos esos procesos que fundamentalmente en
39 América Latina se están abriendo camino. Países como Venezuela, Bolivia o Ecuador que
40 están quebrando de manera efectiva el poder fáctico omnímodo que los Estados Unidos
41 ejercían sobre esta región del mundo, denominándola su “patio trasero”, desde la práctica
42 desaparición de España como potencia colonial a fines del siglo XIX. Asimismo, mencionar
43 también nuestro apoyo a otros pueblos como el palestino, saharaui, iraquí, que resisten de
44 manera heroica los ataques, incluso en forma de incursiones militares, de un imperialismo que
45 sólo busca dominar sus riquezas y recursos naturales.
46
47 Por último, el Partido Comunista de Asturias apuesta por extender y profundizar las
48 relaciones con otros partidos comunistas y movimientos revolucionarios que tengan como
49 horizonte el socialismo, con el fin de establecer una coordinación cada vez más fuerte, amplia y
50 enriquecedora.
51
52 El PCA lanza la propuesta a todos los movimientos, grupos y asociaciones de
53 solidaridad, de crear una plataforma única y amplia que sea capaz de aunar esfuerzos y limar
54 lo más posible las diferencias que en este campo existan, sobre la base del respeto mutuo a la
55 autonomía de las asociaciones que lo compongan. El fin es desplegar un trabajo
56 internacionalista más eficaz con todos aquellos pueblos, países o movimientos emancipadores
57 que requieran nuestro apoyo y solidaridad. No podemos seguir en la dinámica de crear grupos
58 y plataformas cerradas con participación siempre de los mismos, y que además responsan en
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1 ocasiones a los intereses de determinados grupos en función de su participación cuantitativa


2 en ellos.
3
4 El PCA, desde su histórico criterio de unidad, se compromete a poner todos los
5 mecanismos posibles para que este proyecto se haga realidad, y que de una vez por todas
6 podamos hacer del internacionalismo un frente en el que la izquierda transformadora de
7 nuestra región trabaje con una unidad de acción que favorezca no sólo a los pueblos a los que
8 apoyamos sino que mejore nuestra reputación de cara a la sociedad asturiana.
9
10 Es necesaria la creación de un movimiento popular de solidaridad. Debemos alejarnos
11 de la creación de plataformas que sean una suma de organizaciones y elevar la conciencia del
12 pueblo trabajador de nuestra región y de España, llevándolos a la conclusión de que la lucha
13 de los trabajadores y de los sectores populares de otros países también es la suya. De poco
14 servirá nuestro trabajo internacionalista si no somos capaces de crear un movimiento de masas
15 real y nutrido por los sectores más combativos en Asturias.
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1 12. EL PCA Y LA INMIGRACIÓN.


2
3 No resulta fácil hacer llegar a una sociedad con débil conciencia de clase propuestas
4 solidarias en temas como el de la inmigración. Deberíamos hablar de las causas que llevan a
5 millones de personas a abandonar sus países de origen, sus costumbres, muchas veces
6 arriesgando su vida y la de sus familias, para llegar a los países “desarrollados” en busca de
7 una vida más digna; de cómo multinacionales del llamado primer mundo, con la ayuda de sus
8 Gobiernos, saquean los recursos naturales y explotan a las poblaciones de los países
9 “subdesarrollados”, casi siempre con ayuda de gobiernos corruptos puestos por los primeros
10 para defender sus intereses. Debemos denunciar cómo se permite el libre comercio y la libre
11 circulación de capitales contrastándolo con las trabas (legales y de persecución) que se ponen
12 a la libre circulación de las personas. Y debemos recordar que los inmigrantes dan más de lo
13 que gastan y contribuyen de manera importante a los ingresos de la seguridad social y a la
14 consolidación de las pensiones y son de los primeros que salen del mercado laboral con la
15 crisis.
16
17 En el sistema capitalista todas y todos somos mercancía, una herramienta para el
18 incremento del beneficio empresarial. Los inmigrantes lo viven con mayor dureza, y en época
19 de falta de empleo, parte de la sociedad rechaza cada vez más a los de fuera, pensando que
20 los culpables de sus problemas son los inmigrantes y no los verdaderos responsables, los
21 capitalistas; sin olvidar el papel que juegan algunos medios de comunicación del sistema y su
22 influencia para generar ideas erróneas, escondiendo información, manipulando otra y
23 exagerando el alarmismo con el impacto que tiene la inmigración.
24
25 Ocasionalmente el discurso puede variar e impregnarse aparentemente de solidaridad
26 y comprensión, como sucede con el PSOE, que mientras tanto militariza la frontera y encierran
27 a los inmigrantes, cuando no los deporta y niega asilo político. Por tanto no debemos
28 quedarnos en las buenas palabras; nuestra obligación es analizar y denunciar las políticas de
29 los gobiernos respecto al tema y la realidad que viven día a día los que integran este colectivo
30 tan vulnerable.
31
32 En Asturias el colectivo de inmigrantes es todavía, en términos comparativos,
33 relativamente pequeño. Los últimos datos sobre el número de afiliados extranjeros a la
34 seguridad social se situó, en la región, al finalizar febrero del 2010, en 15.370. La mayoría,
35 10.050, se concentran en el régimen general, seguidos de empleados del hogar (2.268),
36 autónomos (1.924), agrarios (469), en la minería (435) y trabajadores del mar (226). Dentro del
37 régimen general, se dedican en su mayor parte a la hostelería (2.713), la construcción (2.251),
38 al comercio (1,193), la industria manufacturera (904), y el transporte y almacenamiento (335).
39 Además, trabajan en actividades administrativas y servicios auxiliares otros 830. En general,
40 las tareas que desempeñan son de baja cualificación y se ven afectadas por un peso
41 importante de la subcontratación y la pequeña empresa, lo que unido a otros factores favorece
42 unas condiciones laborales peores que las del resto de trabajadores.

43 En cuanto a su procedencia, la mayoría vienen de países no comunitarios (9.610),


44 mientras que los restantes proceden de la Unión Europea (UE). Entre los primeros, los más
45 numerosos son ecuatorianos y colombianos, con 1.380 y 1.149 afiliados en la región,
46 respectivamente, seguidos a más distancia de marroquíes, 823, Brasileños, 681, y paraguayos,
47 597. De los europeos, la mayoría de los cotizantes en Asturias en febrero procedían de
48 Rumania (2.122), seguidos de Portugal (1.312), Polonia (577), Italia (386) y Reino Unido (314).
49
50 Estos datos corresponden a los cotizantes. Si contamos el total de la población
51 inmigrante con permiso de residencia, alcanza los 40.000. Están luego los “sin papeles”,
52 número sin cuantificar con exactitud, pero próximo a los 6.000 inmigrantes, que pasan por un
53 largo periodo de supervivencia basado exclusivamente en la economía sumergida y a la vez
54 permanecen ocultos el mayor tiempo posible. La enorme vulnerabilidad jurídica, personal y
55 social de los sin papeles coloca a este colectivo en una situación de debilidad frente a quienes
56 les explotan en la economía sumergida. Este amplio colectivo, o bien trabaja en el mercado
57 asalariado completamente des-regulado, sin ningún tipo de derecho ni garantía (“Cubo
58 Express”, entre muchos otros por ejemplo); o bien se encuentran en el paro, la venta
59 ambulante, etc… lo que genera una importante desprotección y bajos o nulos ingresos.
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1
2 Otro dato importante es que, numéricamente, predominan las mujeres, que sufren una
3 doble problemática a la hora de trabajar, por ser extranjeras y por su condición femenina. La
4 mayoría se dedican al servicio doméstico y al cuidado de ancianos y niños, muchas de ellas sin
5 contrato y con salarios muy bajos. Más de un 85% de la prostitución corresponde a estas
6 mujeres inmigrantes.
7
8 Nuestra papel como comunistas es denunciar la situación de estas personas y
9 concienciar a la sociedad, pero ¿cómo podemos unir la lucha de los trabajadores nativos y
10 extranjeros? Es muy complicado, ya que la inmensa mayoría no están sindicados y muchos de
11 ellos, evitan, por miedo, meterse en cualquier tipo de problemas. Además, las instituciones
12 alimentan esta indefensión, como pudimos observar en el caso de Cubo Express, empresa que
13 prestaba servicios al Ayuntamiento de Oviedo y donde un trabajador senegalés perdió su vida,
14 lo cual destapó una trama de uso de inmigrantes ilegales a los que se les asignaba nombres de
15 otras personas cuyos papeles estaban en regla. La primera medida fue una orden de
16 expulsión contra otro senegalés al que la empresa habría utilizado para cambiar la identidad
17 con otros trabajadores. La empresa, que carga con una muerte sobre su espalda, sigue
18 funcionando con absoluta normalidad, mientras que la tinta se cargó contra los trabajadores,
19 que entre otras muchas cosas, eran intensamente explotados, llegando a obligárseles a
20 trabajar enfermos.
21
22 También este año hemos visto cómo dos inmigrantes paraguayos que denunciaron al
23 empresario que les daba trabajo de manera ilegal, cansados de esperar que este les pague el
24 sueldo, eran detenidos al salir del Juzgado, y se les aplicaba una orden de expulsión en tiempo
25 record (orden de expulsión actualmente paralizada y pendiente de juicio).
26
27 Vemos, por tanto, que no basta con denunciar la situación, y que a pesar que la Ley
28 protege teóricamente al trabajador ilegal que actúa contra su explotación, la realidad es que
29 muchas veces juega en contra de la persona que denuncia. La policía efectúa controles de
30 identidad de manera arbitraria cuando el que denuncia es un inmigrante sin papeles, y a pesar
31 de que la propia Ley de Extranjería establece que la expulsión es una medida extraordinaria,
32 en el caso de estos dos trabajadores paraguayos, el expediente de expulsión se efectuó con
33 una rapidez espectacular. Esta manera de actuar de las instituciones alimenta el miedo y la
34 inseguridad entre las personas de este colectivo.
35
36 Es, por tanto, necesario involucrarnos políticamente con los inmigrantes, abrir debates
37 y adoptar posiciones claras en los temas de la inmigración, porque ningún ser humano es
38 ilegal, y nuestra estrategia como Partido parte de la idea que tanto trabajadores autóctonos
39 como venidos de otros lugares del mundo pertenecen a la misma clase obrera, y debemos
40 fortalecer la unidad de clase y movilizarnos para mejorar las condiciones de venta de la fuerza
41 del trabajo.
42
43 Es necesario que los inmigrantes, con nuestra ayuda y solidaridad, luchen con
44 nosotros/as para mejorar la situación de explotación laboral. El enemigo común de ambos es el
45 mismo, el Capital, que se aprovechan de la situación de división existente. Nuestra tarea como
46 comunistas no puede ser otra que oponernos a la estrategia del capital en todas sus formas de
47 explotación y perfilar acciones e iniciativas que inviertan la tendencia actual. Los comunistas
48 tenemos claro que la única solución definitiva a las desigualdades de cualquier tipo y a la
49 explotación, sólo vendrá de la mano de la construcción de un modelo social antagónico del
50 actual, pero entretanto debemos hacer propuestas concretas que permitan abordar la situación.
51
52 Estas propuestas del Partido deben orientarse en dos frentes. Por un lado, conectar
53 con los inmigrantes más conscientes de la situación, incrementando el nivel de organización de
54 los trabajadores extranjeros y potenciando su asociacionismo, para confrontar contra la
55 represión y las expulsiones, y conseguir mejoras en sus condiciones de vida y trabajo. Por otro
56 lado, llevar a cabo acciones tendentes a desplegar la solidaridad de los trabajadores
57 autóctonos desde una posición no asistencialista, y pasar a tener como objetivo la lucha
58 decidida por la libertad sindical, los derechos laborales, la disminución de la jornada de trabajo
59 y el incremento del salario, o sea, la equiparación y normalización de todas y todos los
60 trabajadores con independencia de su origen.
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1
2 El PCA, en este ámbito y en coherencia con el principio del internacionalismo proletario
3 que le caracteriza, debe defender siempre los intereses del conjunto de la clase por encima de
4 la nacionalidad de origen de los trabajadores, y prestar atención a la problemática específica de
5 este colectivo y sus formas específicas de organización social (asociaciones, etc). Además de
6 tener un discurso propio para los trabajadores inmigrantes, el PCA debe trabajar
7 conjuntamente con las asociaciones y organizaciones de todo tipo en que se impliquen los
8 inmigrantes en la región para luchar por sus problemas específicos (Ruta contra el Racismo,
9 Asturias Acoge, SOS Racismo, sindicatos, etc…).
10
11 Otro aspecto específico importante es el del acceso de la población inmigrante a los
12 servicios sociales de todo tipo. En este sentido es necesario combatir el discurso populista y
13 neonazi en auge en España, que se fundamenta en dos pilares: la escasez de recursos del
14 Estado y la prioridad de los nacionales a la hora de acceder a las prestaciones públicas. La
15 falsedad del discurso radica en que el problema no es la falta de recursos para atender todas
16 las necesidades sociales, sino su propiedad y distribución. Además, los inmigrantes ya aportan
17 más a las arcas públicas de lo que “gastan” en servicios sociales, por lo que en ese sentido, los
18 “nacionales” ya tienen prioridad en el acceso. La posición del PCA en este sentido deber ser la
19 defensa de la ampliación de las coberturas y derechos sociales y servicios públicos de todo
20 tipo, con carácter universal y sin distinción de nacionalidad, cargándolo sobre los beneficios y
21 privilegios empresariales y de las grandes fortunas.
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1 13. EL PCA, PARTIDO DE LA IGUALDAD DE GÉNERO.


2
3 Durante años el Partido ha ido avanzando, aunque de forma insuficiente, en la inclusión
4 de la igualdad de género en sus debates, en la participación de las mujeres en los diferentes
5 órganos, en las luchas por la igualdad. Posicionándose y emprendiendo acciones tomadas
6 desde una visión de clase, desde un feminismo marxista. Y seguimos intentando aportar ideas
7 que, producto del debate y de la lucha en los últimos años, sirvan para que la mujer se
8 convierta en punto prioritario del debate político y social de nuestro partido, otorgándole la
9 importancia, el tiempo y la intensidad que requieren. Actualmente, éstos viene reduciéndose a
10 veces al ámbito de la Secretaría de la Mujer, o a los debates que las camaradas han mantenido
11 dentro del ámbito feminista, y debe haber un cambio sustancial a partir del IX Congreso del
12 PCA.
13
14 Tras el VIII Congreso, el PCA ha tomado decisiones importantes de cara a introducir
15 cambios que nos permitan ser un referente real de las organizaciones de mujeres y del
16 movimiento feminista. Cambios que nos conviertan en un referente real también den la práctica
17 para un gran número de mujeres de izquierdas. Cambios que nos permitan ser un lugar de
18 referencia afiliativa feminista.
19
20 Resulta por tanto imprescindible que, desde nuestro Partido, se apoye de forma
21 efectiva la perspectiva de género como punto clave para que desde esta perspectiva se integre
22 a las mujeres, no sólo como parte del discurso político, sino para construir nuevas líneas de
23 actuación que de una manera categórica resulten eficaces y sirvan para ayudar a paliar los
24 graves problemas con los que la mujer se enfrenta.
25
26 Algunos de estos problemas se refieren al aborto, la violencia machista, la desigualdad
27 de la mujer en el ámbito laboral, etc. Leyes como la Ley de igualdad y la Ley contra la violencia
28 de género, son avances producto del debate y de la lucha de las mujeres, aunque a día de hoy
29 estas leyes no están siendo eficaces, debido a la deficiente aplicación (principalmente por su
30 baja dotación presupuestaria) por el gobierno del PSOE.
31
32 Otro de los grandes problemas es la feminización de la pobreza que es, hoy como
33 ayer, una terrible realidad. En un mundo globalizado, el 70% de las mujeres viven en el umbral
34 de la pobreza absoluta. Un 70% son víctimas de los conflictos armados, por su situación de
35 doble precariedad como trabajadoras y como mujeres.
36
37 Las mujeres vienen arrastrando desde su incorporación al mercado laboral, una
38 situación de precariedad y temporalidad innegable y, a pesar de los avances conseguidos con
39 la lucha y la movilización de las mujeres, las características de su situación socio-laboral son la
40 discriminación y la desigualdad. La mayoría de los contratos que se ofertan a las mujeres son
41 contratos temporales, a tiempo parcial, en la economía sumergida, y en sectores en los que
42 queda patente la división sexual del trabajo: hostelería, ayuda a domicilio, atención de
43 dependientes, limpieza, trabajadoras en hipermercados, sanidad.
44
45 La actual crisis económica capitalista marca el trabajo del PCA en lo inmediato, en
46 todos los aspectos. Uno de ellos es la mujer trabajadora y el trabajo a realizar en este ámbito.
47 Ante la situación de crisis global es necesario que, desde el Partido, planteemos diferentes
48 soluciones y políticas alternativas que disminuyan las cifras de desempleo que estamos
49 sufriendo. Algunas serían:
50
51 -Desterrar definitivamente la Directiva de las 65 horas, reducir la jornada a 35 horas
52 semanales sin reducción de salario, consiguiendo la jubilación a los 60 años para repartir el
53 trabajo entre todas y todos. Tal vez así fuera posible la tan manida conciliación laboral y
54 familiar.
55
56 -Ampliación de las prestaciones por desempleo que dé cobertura al 100% de los
57 trabajadores. Esta medida afectaría de forma importante a las mujeres, que como ya
58 comentamos debido a las contrataciones que se les realizan la mayoría de las veces no tienen
59 acceso a las mismas.
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2 -Planes públicos de empleo específicos para mujeres.
3
4 - Salario social que cubra a todas y cada una de las personas que lo demanden.
5
6 - Subir el Salario Mínimo Interprofesional hasta los 1000 euros (muchas mujeres, por
7 las condiciones ya explicadas, llegan como mucho a cobrar éste).
8
9 - Control por parte de las instituciones laborales de los contratos en el servicio
10 doméstico (que los contratos se realicen por las horas que se trabajan y que se equiparen con
11 los contratos del Régimen General).
12
13 -Legislaciones y mecanismos de control efectivos que realmente garanticen la igualdad
14 laboral de las mujeres.
15
16 - Igual salario para igual trabajo. El 84,7% de los contratos a tiempo parcial se realizan
17 a mujeres. Los salarios son, de media, un 32,6% inferiores a los de los hombres. El porcentaje
18 de parados de larga duración es considerablemente mayor en las mujeres.
19
20 - Desarrollo de un fuerte sector público, sin dejar de lado la nacionalización de los
21 sectores estratégicos, pero haciendo especial hincapié en la necesidad de gestionar eficaz y
22 públicamente aquellos que tienen que ver con el cuidado de la población dependiente,
23 reclamando una Ley de Dependencia realmente pública y universal, garantizada en la práctica
24 con recursos suficientes para todas aquellas personas que lo necesiten. Este punto es muy
25 importante a la hora de liberar a la mujer de la segunda y tercera jornada.
26
27 - Desde el PCA no podemos olvidarnos de la mujer trabajadora inmigrante, que es
28 quien en estos momentos (como todo el colectivo inmigrante) más está padeciendo la actual
29 crisis económica, sobre todo por su papel en la economía sumergida. Este aspecto debe
30 incluirse en el análisis sobre la nueva Ley de Inmigración, análisis que el Partido debe abordar.
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1 14. EL PCA EN DEFENSA DEL MEDIO AMBIENTE.


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3 A pesar de su pequeño tamaño, Asturias es una región que por sus características
4 climáticas y geomorfológicas alberga una gran diversidad de ecosistemas de gran valor,
5 comparado con la mayoría del continente europeo. Esto se debe en parte a los usos
6 tradicionales que se desarrollaron por la población durante siglos en las zonas rurales de
7 Asturias, que supusieron una transformación importante de amplias comarcas de la región,
8 pero dejaron otras tantas libres, generando la creación de nuevos sistemas agroforestales en
9 los que se desarrollaron prácticas ecológicamente sostenibles y que permitieron el desarrollo
10 de nueva biodiversidad endémica y el mantenimiento de los ciclos biogeoquímicos necesarios
11 para el mantenimiento de los ecosistemas.
12
13 El desarrollo industrial capitalista en Asturias se llevó a cabo, como en el resto de
14 países europeos, por una burguesía que no tenía en cuenta la necesidad de mantener unos
15 determinados niveles de calidad medioambiental para asegurar los factores productivos
16 necesarios para la producción capitalista se mantuvieran en el tiempo. En otras palabras, la
17 burguesía se lanzó a una acumulación desenfrenada sin tener en cuenta los costes
18 medioambientales de sus acciones y el impacto que éstos tendrían a su vez en la reproducción
19 ampliada del capital. El resultado de este ciclo fueron altos niveles de degradación
20 medioambiental, que sufrieron principalmente aquellos que no tenían la posibilidad de
21 marcharse de las zonas más degradadas, que se veían obligados a trabajar en las zonas
22 contaminadas o cuya subsistencia dependía directamente de la calidad medioambiental, es
23 decir, trabajadores y campesinos.
24
25 En función del país, el sector afectado y la naturaleza del problema medioambiental, los
26 Estados capitalistas (u organizaciones supranacionales como la UE o la ONU) comenzaron a
27 obligar a que se tomen en cuenta los costes medioambientales para asegurar la sostenibilidad
28 en el tiempo de la acumulación ampliada de capital y evitar colapsos ecológicos que la pongan
29 en peligro. En un principio esto se llevó a cabo mediante regulaciones estatales. Tras la
30 ofensiva neoliberal que triunfa a nivel mundial tras el Tatcherismo y el Reaganismo, las
31 políticas neoliberales de mercantilización y privatización de lo que anteriormente se
32 consideraban bienes comunes triunfan, y las regulaciones basadas en límites máximos de
33 degradación medioambiental son sustituidas por la creación de mercados en los que se
34 compran y venden la posibilidad de degradar el medio ambiente (mercado de permisos de
35 emisión de CO2, permisos de pesca, burbujas de emisión en EEUU, etc...). El derecho a un
36 medio ambiente saludable pasa a ser una mercancía que podrán disfrutar aquellos que puedan
37 permitírsela. Este “capitalismo verde” no cambia cualitativamente en ningún aspecto la
38 acumulación ampliada de capital estudiada por Marx; simplemente los capitalistas tienen en
39 cuenta los costes medioambientales de sus actuaciones, crean mercados para competir por el
40 derecho a degradar el medioambiente, como ya hacía con los recursos naturales, y
41 mercantilizan los servicios medioambientales que antes eran bienes comunes en el mercado.
42
43 En Asturias hay ya algunos ejemplos de neoliberalismo medioambiental o capitalismo
44 verde: las eléctricas están en el mercado de emisiones de CO2, se privatizó el agua en algunos
45 concejos, hay un mercado incipiente de agricultura y ganadería ecológica y parques eólicos (si
46 bien es cierto que todos ellos alimentados por las subvenciones), etc. El PCA se opone a este
47 “capitalismo verde” que supone convertir los derechos básicos de disfrute de la calidad
48 medioambiental y a un medio ambiente saludable en una mercancía de cuyo uso se excluirá a
49 aquellos que no puedan pagarla.
50
51 En cuanto a la gestión de residuos, mientras que los países capitalistas más
52 desarrollados apuestan actualmente, en el marco de las políticas del capitalismo verde, por
53 volver a introducir en el sistema productivo como materias primas los deshechos, en Asturias
54 se apuesta por una solución propia de los años 80: La incineración, que destruye cualquier
55 opción de reciclaje de las materias primas presentes en los deshechos, produce compuestos
56 como las dioxinas, muy dañinos para la salud humana y que pueden potencialmente arruinaran
57 la ganadería, agricultura y pesca fluvial. Además, la incineración no elimina la necesidad de
58 vertederos.
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1 El PCA reclama que se apueste de manera inmediata por la reutilización frente a otras
2 opciones de tratamiento de residuos en Asturias. Los asturianos tenemos en la sidra un modelo
3 claro de cómo se pueden reutilizar envases, asegurando también que la industria de
4 elaboración y embotellado se mantienen cerca del punto de consumo. El PCA apoya
5 igualmente que se apueste por el reciclaje frente a la incineración de los RSU, mediante
6 empresas públicas que aseguren que la cantidad 10 veces superior de empleos generados
7 frente a la incineración sean empleos de calidad, y que los beneficios del reciclaje redunden en
8 toda la ciudadanía, cuya colaboración es absolutamente imprescindible para la recogida
9 selectiva. Cualquier coste de tratamiento de los productos o de cualquier embalse o
10 empaquetado que utilicen, una vez finalizado su uso, debe recaer en la empresa que genera
11 dicho desecho, no en el ciudadano por vía de los impuestos municipales.
12
13 La solución definitiva del problema de la gestión de residuos sólo es posible en un
14 modo de producción que rechace el consumismo actual, que requiere del sobreconsumo para
15 intentar paliar la sobreproducción, y que para ello malgasta recursos en generar nuevas
16 necesidades en la población mediante el marketing. En el socialismo las mercancías se
17 producirán para satisfacer las necesidades humanas, y se diseñen para este fin teniendo en
18 cuenta su impacto en el medio ambiente a lo largo de todo su ciclo de vida.
19
20 La naturaleza anárquica de la economía capitalista, el despilfarro de recursos y el
21 impacto medioambiental que produce, y el papel que juegan las administraciones públicas
22 agravando estas problemáticas, queda perfectamente claro en el caso del modelo energético
23 asturiano. Así, en Gijón se está construyendo una regasificadora para importar gas natural a
24 Asturias y transformarlo en un gran número de centrales de ciclo combinado (CCCs)
25 proyectadas (alguna ya en construcción), para generar electricidad muy por encima de la
26 demanda prevista en la región y exportarla a otras regiones deficitarias. Este modelo apuesta
27 por una fuente de energía no renovable, que contribuye al cambio climático y que aumenta
28 nuestra dependencia energética del exterior.
29
30 La política regional de energía es irracional puesto que el transporte de electricidad
31 largas distancias es ineficiente, las líneas de alta tensión provocan problemas de salud e
32 impactos ambientales, y en las zonas deficitarias a las que se les pretende vender la
33 electricidad ya se están construyendo CCCs para satisfacer su propia demanda. Esté plan
34 genera a su vez impactos secundarios, derivados por ejemplo de la necesidad de asegurar el
35 caudal mínimo de agua para la refrigeración de las CCCs, por lo que se plantea construir el
36 embalse de Caleao.
37
38 El desarrollo de las energías renovables para lograr descarbonizar la producción
39 eléctrica se verá pospuesto durante los años de vida útil de las CCCs. Al dejarse a la iniciativa
40 privada el desarrollo de las energías renovables, se opta por la solución más rentable a corto
41 plazo desde un punto de vista puramente económico, ignorando los costes ecológicos y
42 sociales. Por ello, el desarrollo de las renovables suele ir ligado a las suculentas subvenciones
43 estatales que las administraciones conceden para dar una imagen “verde”.
44
45 Desde el PCA reclamamos que el sector energético, incluyendo la generación y la
46 distribución de electricidad, esté en manos estatales y se gestione centralizadamente para
47 todo el Estado, ya que es un sector de vital importancia para la economía y no puede dejarse
48 en manos de la planificación capitalista para la búsqueda del máximo beneficio a corto plazo.
49 La política energética estatal debe promover en primer lugar políticas de eficiencia energética y
50 ahorro, haciendo que la producción eléctrica se lleve a cabo mediante la utilización de las
51 tecnologías de energía renovable más eficientes, sin permitir que las patentes tecnológicas de
52 los grandes monopolios sea obstáculo para la reducción inmediata de las emisiones de CO2 a
53 la atmósfera.
54
55 En Asturias hay un incumplimiento sistemático y flagrante de prácticamente toda la
56 legislación española y europea de evaluación de impacto ambiental, de prevención y control
57 integrado de la contaminación y sobre la presencia de contaminantes en distintos medios. A
58 pesar de que los distintos partidos declaran que apoyan el desarrollo sostenible, e incluso
59 alguno se declara ecologista, la Consejería de Medio Ambiente (nombre actual) carece del
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1 personal, de los medios técnicos, y lo que es más grave, del apoyo político, para hacer cumplir
2 la legislación vigente en defensa de la calidad medioambiental y la salud humana.
3
4 Las empresas asturianas reducen sus costes en capital constante y capital variable
5 mediante el incumplimiento de la legislación ambiental. Siendo así, no es de extrañar que en
6 Asturias tengamos, por ejemplo, alguno de los peores indicadores de calidad del aire de
7 España. Como es comprensible, las administraciones públicas asturianas no han tenido interés
8 en realizar ningún tipo de estudio epidemiológico riguroso sobre los cientos o miles de muertos
9 y enfermos que ha provocado en la población asturiana este beneficio extra para las empresas
10 contaminantes.
11
12 El PCA exige que de manera inmediata se dote de medios y el respaldo político
13 necesario a la Consejería de Medio Ambiente, que se haga cumplir a las empresas la
14 legislación medioambiental vigente, que sea cada empresa la que pague las medidas
15 correctoras y la remediación y compensación por el daño medioambiental causado y que se
16 depuren las responsabilidades penales pertinentes si las hubiera. Si alguna empresa no
17 pudiera asumir las inversiones necesarias para utilizar la tecnología medioambientalmente
18 menos dañina, el estado debe asumir dicha inversión previa expropiación de la empresa y
19 negociación de un modelo de propiedad y gestión entre el estado y los trabajadores. No puede
20 repetirse el caso común en Asturias en el que se otorga subvenciones para que las empresas
21 modernicen sus medios y la empresa deslocalice poco tiempo después sin dar explicaciones
22 de dónde fue a parar el dinero.
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1 15. EL PCA Y LOS JÓVENES.


2
3 Una de las formas en las que los capitalistas definen la presencia de una crisis
4 económica es que se sucedan dos trimestres consecutivos en los que se reduce el PIB. Si
5 aplicásemos una definición similar a la juventud trabajadora asturiana, podemos afirmar que
6 lleva décadas en crisis, reduciéndose la porción de la riqueza que obtiene y sufriendo una
7 pérdida constante de derechos laborales.
8
9 El capitalismo se enfrenta, desde la década de los 70, a una crisis de superproducción
10 en un número cada vez mayor de sectores. Para evitar que dicha crisis se desencadenase en
11 toda su crudeza, se optó, entre otras cosas, por fomentar un consumismo desenfrenado
12 financiado mediante el endeudamiento y por aumentar la explotación de la clase trabajadora
13 para mantener su tasa de ganancia.
14
15 La evolución de la situación de la juventud asturiana sólo puede entenderse teniendo
16 en cuenta estas dos tendencias de la economía capitalista a escala global. Por un lado, a la
17 juventud se la educa en el individualismo, el materialismo y el consumismo. Cada vez más, los
18 jóvenes tienden a definirse más por la marca de ropa que llevan, por las funciones que tiene su
19 móvil o por como “tunean” el coche, que por sus ideas, por sus acciones o su proyecto vital.
20 Por otro lado, el aumento de la explotación se cebó principalmente con aquellos grupos peor
21 organizados y más vulnerables, como los inmigrantes, las mujeres y los jóvenes. Este aumento
22 de la explotación laboral se ve agravado en Asturias por la desindustrialización sufrida en las
23 últimas décadas.
24
25 Las tasas de paro juvenil en Asturias ya comenzaron a crecer a finales de 2005, varios
26 años antes de que los medios de comunicación empezaran a hablar de crisis. Desde 2000 a
27 2005, 18.000 jóvenes abandonaron Asturias en busca de empleo. Tini Areces y el “gobiernín”
28 intentaron sin ningún pudor engañar a la sociedad asturiana sobre la realidad de su juventud,
29 calificando la emigración de los jóvenes de “leyenda urbana”.
30
31 Según un informe del Consejo de la Juventud del Principado de Asturias realizado en
32 2007, los jóvenes asturianos se situaban junto a los gallegos y a los vascos como los segundos
33 a la cola de España en cuanto a la Tasa de Emancipación, con apenas el 25% de los jóvenes
34 emancipados frente al 45% de las Islas Baleares. Resulta importante ver cómo la Tasa de
35 Emancipación menguó en mayor medida durante los últimos 20 años en aquellas regiones
36 donde más se agudizaron los procesos de desindustrialización. El 89% de los contratos que se
37 realizaron en Asturias durante 2006 eran de carácter temporal; a la vez 8 de cada 10 jóvenes
38 trabajaban ya para el sector servicios, que aunque en algunos casos responde realmente a una
39 falsa terciarización (empresas a las que las industrias externalizan ciertos servicios), en otros
40 corresponden al sector de la hostelería, muy fragmentado, sin apenas representación sindical y
41 sobreexplotado. Acceder a una vivienda les suponía a una pareja joven unos 12 años de media
42 de su salario íntegro. Las ayudas al alquiler para jóvenes, al no regular el mercado, no hicieron
43 sino inflar aún más el mercado de alquiler inmobiliario. Podemos ver como ejemplo el caso de
44 Gijón, cuyo Ayuntamiento fue pionero en lo que a ayudas al alquiler respecta; hoy la ciudad
45 tiene los pisos en alquiler más caros de toda Asturias. Con la supuesta intención de ayudar a la
46 juventud, las políticas social-demócratas lo único que consiguieron fue retrasar la ruptura de la
47 burbuja del ladrillo.
48
49 Desde 2008, la situación de la juventud no ha hecho más que empeorar. Según un
50 informe reciente de la Secretaría Confederal de Juventud de CCOO, aproximadamente un
51 tercio de los españoles menores de 30 años lleva más de un año en paro y en búsqueda
52 infructuosa de empleo.
53
54 Ante este panorama los sindicatos mayoritarios han sido cómplices del aumento de la
55 explotación de la juventud y de la degeneración de sus condiciones socio-laborales. A los
56 sindicatos sólo parece interesarles interesa crear comités en las grandes empresas, y dentro
57 de éstas, únicamente las plantillas fijas, dejando desamparados a los trabajadores de
58 pequeñas empresas, de subcontratas o a los trabajadores temporales y en prácticas.
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1 Una televisión estatal emite actualmente un programa llamado “generación ni-ni”. Este
2 programa establece un estereotipo de la juventud apática, apalancada en casa de sus padres,
3 sin interés por estudiar ni un proyecto laboral a medio plazo, trabajando sólo en algún curro
4 temporal para poder cobrar después algo de paro. Si bien estos estereotipos mediáticos son
5 siempre simplificaciones que distorsionan en cierta medida la realidad (hace poco más de un
6 lustro nos hablaban de “la juventud mejor formada de la historia de España” o generación
7 JASP), hay alguna característica del estereotipo “ni-ni” que es interesante analizar.
8
9 Así, resulta comprensible el desencanto de la juventud asturiana con los estudios
10 superiores, ya que actualmente se ha degradado mucho la calidad de los empleos para los
11 licenciados, que sufren igualmente tasas de paro elevadas. El desencanto de la juventud con el
12 trabajo está relacionada con unas condiciones laborales cada vez peores, una temporalidad
13 que hace inútil pensar en cualquier tipo de progreso en el trabajo. La juventud percibe
14 asimismo que los sindicatos mayoritarios son un “lobby” de sus afiliados que no tiene interés en
15 defender a los trabajadores jóvenes y precarios, lo que provoca un rechazo a toda actividad
16 sindical, así como a la actividad política, puesto que percibe que los partidos de izquierda en
17 cuanto llegan a ocupar cargos se preocupan más de mantenerlos que de transformar la
18 sociedad. Por otro lado, los jóvenes demuestran movilizándose contra la guerra o contra el
19 espacio europeo, o limpiando de las playas el chapapote del “Prestige”, que tienen capacidad y
20 voluntad de cambiar las cosas cuando comprenden las luchas y ven que su acción puede ser
21 útil.
22
23 El reto del PCA, junto con la JCA, es demostrar a los jóvenes que sus condiciones de
24 vida sólo mejoraran desde la lucha. Sabemos, por experiencias como la movilización de la
25 plantilla de trabajadores jóvenes en Teletech, que las contradicciones objetivas están ahí, y
26 cuando hay cuadros sindicales coherentes que dirigen la lucha, los trabajadores jóvenes se
27 movilizan. Dentro de nuestra política sindical, debemos plantearnos la necesidad de organizar
28 a los trabajadores jóvenes que se enmarcan en una economía organizada de manera
29 postfordista, para la que la estructura actual de los sindicatos es inadecuada.
30
31 La patronal sabe que hay más de un millón de familias con todos sus miembros en
32 paro. ¿La solución? Los hijos tendrán que comenzar a trabajar. La CEOE, (una organización
33 dirigida por un empresario que no paga a sus trabajadores desde hace meses) ya se adelantó
34 al gobierno para allanar el terreno a la reforma laboral: un contrato para jóvenes cuyo salario
35 sea el mínimo interprofesional y donde el empresario no cotice a la seguridad Social.
36
37 Desde el PCA rechazamos las medidas de la patronal para mantener su tasa de
38 beneficio, empeorando aún más las condiciones laborales de los jóvenes.

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