Jueves, 6 de mayo 2010
Sobrepasando Haciendo mi máster en
las Tormentas “Madreología”
(conclusión)
Por: Pastor Hemel Jiménez
La enseñanza que hoy con-
cluimos se basa en un epi-
sodio de la vida de San Pa-
blo en el que naufragó por
el mar Adriático (Esto lo na-
rra la Biblia en Hechos 27).
Creo que si Dios guardó a
su siervo de una tormenta li-
teral, también nos guardará
de las tormentas de la vida
sí confiamos en Él.
10. Actúa con precaución.
Cuando enfrentamos un de-
sastre natural o cualquier si-
tuación peligrosa es muy im-
portante no perder la calma.
No es momento para actuar
por instinto o a la ligera. De-
bemos ser precavidos en
cada paso que damos.
En las tormentas de la vida,
es importante no irnos de
bruces detrás de la primera
“solución aparente” que se
nos presenta. Eso nos libra-
rá de endeudarnos innece-
sariamente, o de malgastar
el tiempo de la familia, entre
otros peligros.
11. No pienses ni por un
instante en huir.
En el relato de Pablo, los
encargados del barco corta-
ron los esquifes (botes sal-
vavidas) para evitar que la
Experimenta el poder de Dios
cada Domingo
en Luna Blou (Otrabanda)
Horario: 8:00 AM
y 10:30 AM
gente escapara sola en alta-
mar. Ellos debían permane-
cer unidos, como debe ser
en cualquier situación de
peligro.
Nunca pienses en salir co-
rriendo del problema, la deu-
da, o la familia problemática.
Si escapas no sabes cómo
puedan verse afectados tus
seres queridos. Enfrenta la
tormenta, en compañía de
los tuyos. No abandones el
barco.
12. Espera en Dios.
Buscando algunas definicio-
nes de “esperar” encontré
estas dos: 1) Creer que ha
de suceder alguna cosa; 2)
Ilusionarse con algo que lo
cual se está a la expectati-
va.
Los náufragos siempre es-
tán a la expectativa de en-
contrar tierra firme. Eso les
da la fuerza para resistir la
prueba. Tú tienes que creer
que encontrarás la salida
a tu problema, que tus pies
estarán nuevamente en tie-
rra firme. Sea una situación
familiar, emocional o finan-
ciera, Dios es quien te va a
guiar a la tierra firme.
Para terminar, te recordaré
los principios que vimos du-
rante estas semanas para
que salgas siempre victo-
rioso: No se guíe por las
circunstancias; pon tu fe en
Dios, busca su consejo; des-
hazte de las cargas; apren-
de del pasado y mantén el
buen ánimo. Sirve a Dios, y
reconoce quien eres gracias
a Él; no dejes que el temor
te controle, pero precavido.
Nunca huyas de la tormen-
ta, espera en Dios y saldrás
de ella.
Por: Pastora Yirama Jiménez
Imagínese que fuera
posible para una madre
hacer una especialización
o postgrado para ser una
mejor madre.
Tal vez en el diccionario
no existe tal cosa como
“madreología”, pero si es
posible para nosotras ob-
tener un “máster” en esta
hermosa carrera que Dios
nos permitió iniciar.
La Palabra de Dios nos
da pautas para hacer de
nuestros hijos personas
de bien y exitosas (que es
la meta de toda madre).
A continuación comparto
algunas de estas:
Centro
Cristiano
Internacional
Vida Nueva
Horarios
de Servicios:
Viernes:
Lugar: Iglesia Bida Nobo (Río Canario)
Domingos:
Lugar: Teatro Luna Blou (Otrabanda)
Horario: 8:00 AM y 10:30 AM
1. Haz realidad tus pro-
mesas.
La Biblia nos habla de
una mujer llamada Ana,
a quien Dios le dio el hijo
que tanto le pidió. El niño
resultó ser un gran profe-
ta, porque ella prometió a
Dios educarlo para que le
sirviera de por vida.
Si haces promesas o “vo-
tos” a Dios, es importantí-
simo que cumplas. De otra
forma ¿Cómo va Dios a
responder tus oraciones?
Cumple siempre lo que
prometes… a Dios, y a tus
hijos. ¡Hazlo realidad!
2. Provee para las nece-
sidades de tus hijos.
Una madre debe velar por-
que tus hijos estén presen-
tables delante de Dios. No
me refiero a cómo se viste
los domingos en la iglesia,
sino a cuál es su compor-
tamiento y actitud ante las
cosas espirituales.
Si un niño o niña respeta
a Dios desde sus primeros
años, entonces respe-
¡Feliz Día de las Madres!
Humor Cristiano: reir, sin herir
11
tará a sus padres, a sus
mayores, y a su prójimo.
Nuestros hijos necesitan
aprender a relacionarse
correctamente con los de-
más, principalmente con
Su Creador, esa debe ser
tu prioridad.
3. Declara sobre tus
hijos palabras de bendi-
ción.
Como padres tenemos
autoridad espiritual sobre
nuestros niños. Debes
erradicar de tu vocabulario
toda palabra negativa u
ofensiva, pues lo que di-
gas de tus hijos eso serán.
El gran profeta Samuel (el
de la Biblia) fue un per-
sonaje muy amado por el
pueblo de Israel, y Dios
estaba con él en lo que
hacía. Su madre fue esta
mujer Ana, que lo dedicó
al Templo aún antes de
que naciera. Sus palabras
de bendición marcaron su
futuro, así como tu bendi-
ción marcará la vida de tus
hijos.