Del autor Nan José de la Cueva H.*
En este momento el tema del texto es vigente para quienes estudian el lenguaje desde diversas disciplinas pues, cuando se lo examina, es fuente de muchas problemáticas relacionadas con su constitución y su interpretación.
En el ámbito filosófico, el tema del texto resulta un campo privilegiado para plantear y discutir problemas. Aunque es propiamente un objeto de la hermenéutica filosófica, sus implicaciones pronto se ramifican hacia prácticamente cualquier disciplina filosófica, muy señaladamente hacia la filosofía del lenguaje, la antropología filosófica, la ontología e, incluso, la teoría del conocimiento y el problema de la verdad.
Del autor Nan José de la Cueva H.*
En este momento el tema del texto es vigente para quienes estudian el lenguaje desde diversas disciplinas pues, cuando se lo examina, es fuente de muchas problemáticas relacionadas con su constitución y su interpretación.
En el ámbito filosófico, el tema del texto resulta un campo privilegiado para plantear y discutir problemas. Aunque es propiamente un objeto de la hermenéutica filosófica, sus implicaciones pronto se ramifican hacia prácticamente cualquier disciplina filosófica, muy señaladamente hacia la filosofía del lenguaje, la antropología filosófica, la ontología e, incluso, la teoría del conocimiento y el problema de la verdad.
Del autor Nan José de la Cueva H.*
En este momento el tema del texto es vigente para quienes estudian el lenguaje desde diversas disciplinas pues, cuando se lo examina, es fuente de muchas problemáticas relacionadas con su constitución y su interpretación.
En el ámbito filosófico, el tema del texto resulta un campo privilegiado para plantear y discutir problemas. Aunque es propiamente un objeto de la hermenéutica filosófica, sus implicaciones pronto se ramifican hacia prácticamente cualquier disciplina filosófica, muy señaladamente hacia la filosofía del lenguaje, la antropología filosófica, la ontología e, incluso, la teoría del conocimiento y el problema de la verdad.
En este momento el tema del texto es vigente para quienes estudian el lenguaje desde diversas disciplinas pues, cuando se lo examina, es fuente de muchas problemticas relacionadas con su constitucin y su interpretacin. En el mbito filosfico, el tema del texto resulta un campo privilegiado para plantear y discutir problemas. Aunque es propiamente un objeto de la hermenutica filosfica, sus implicaciones pronto se ramifican hacia prcticamente cualquier disciplina filosfica, muy sealadamente hacia la filosofa del lenguaje, la antropologa filosfica, la ontologa e, incluso, la teora del conocimiento y el problema de la verdad. En efecto, si atendemos a que la comprensin de un texto requiere una interpretacin, qu garanta tenemos de que una interpretacin es verdadera y otra no? O ms an es la verdad un predicado de la interpretacin?, hay alguna razn para que una interpretacin deba ser verdadera? Y si sostenemos que no hay razones para considerar que una interpretacin es verdadera, no ofrecemos un fundamento al relativismo? (desde luego, si el lector es relativista no encontrar nada objetable en lo anterior). Ya en 1914, Jos Ortega y Gasset llamaba la atencin del pblico europeo hacia lo que llam el tema de nuestro tiempo. Este tema, como l lo miraba, era el principal pendiente en el orden del da del mundo occidental. Era una cuestin urgente el ejercer una razn vital que conciliara justamente dos contrarios extremos y equivocados: el relativismo y el objetivismo. Un siglo transcurri desde que Ortega se asumiera como moderador de la filosofa occidental y propusiera ese tpico de reflexin. En ese lapso, dos guerras mundiales -pero sobre todo una guerra civil- se entremetieron en la discusin ortegueana. Ortega se mantuvo fiel a su imperativo y dedic su labor intelectual a proponer y elaborar una filosofa de la razn vital. Mientras esto haca, en el mundo germano se gestaba una reflexin paralela centrada en el problema del lenguaje y de la interpretacin: la filosofa hermenutica de Hans-Georg Gadamer. Gadamer fue discpulo de Martn Heidegger y se asume como su continuador (si bien no su repetidor). Por cuestin de temperamento, Gadamer se resisti a plegarse a la filosofa de la ciencia y se ocup de plantear filosficamente problemas relacionados con las disciplinas humansticas, cercanas a su sensibilidad, como los de la interpretacin de textos.
Su posicin puede conocerse en lengua espaola en una obra asequible en
dos tomos: Verdad y mtodo (Salamanca, Ediciones Sgueme, 1994). En el primer tomo se exponen los fundamentos de una hermenutica filosfica que sintetiza la ontologa de Heidegger y otros filsofos con la tradicin hermenutica. En el segundo, se compilan distintos escritos suyos relacionados con la problemtica del lenguaje y sus manifestaciones, escritos que son coherentes con los fundamentos de la obra principal. En seguida resear algunas de las tesis que presenta Gadamer en Texto e interpretacin, un artculo de 1984 compilado en el segundo tomo (pp. 31947), tesis que buscan explicar cmo se fundamenta la interpretacin textual en la ontologa. El artculo se escribi en el marco de un dilogo con la filosofa francesa posterior a Sartre. Presento las tesis porque permiten sostener una postura media entre el objetivismo y el relativismo en la interpretacin textual. Aclaro al lector que mi papel es el de glosador, por lo que si desea incorporar estos argumentos en su reflexin debe dirigirse al artculo mencionado. En su artculo, Gadamer seala que la comprensin de un texto, cuando es problemtica, requiere de un medio de interpretacin, de una hermenutica. La hermenutica tuvo su origen en la resolucin de los problemas prcticos de la jurisprudencia y la teologa, pues se requera de una tarea de interpretacin cuando la letra de los textos legales o revelados no expona su sentido semntico o pragmtico de modo indubitable. En su evolucin posterior, la hermenutica como es natural en occidente- adquiri pretensiones cientficas, mismas que, sin embargo, se sustentaron en muchos casos en supuestos que mostraron ser cuestionables a la luz de la reflexin filosfica, como la creencia de que el hermeneuta podra hacerse de la interpretacin adecuada mediante la aplicacin de tcnicas basadas en el anlisis gramatical o filolgico. Se ignoraba as que toda interpretacin es circular, es decir, que el intrprete es producto de determinadas condiciones que estn previamente dadas y que determinan su interpretacin tanto como la tcnica de anlisis que se emplee. Ante esta pretensin, Gadamer recuerda que el romanticismo, con su ideal de fusin con el pasado y el espritu de otras pocas, alent igualmente el ejercicio hermenutico, pero lo hizo de modo lcido: entendi que la comprensin y la interpretacin no se circunscriben slo a los textos, sino que caracterizan la relacin de los hombres entre s y con el mundo. De mejor manera que el romanticismo, dice Gadamer, la filosofa de Heidegger mostr que la comprensin es una categora existencial del ser humano, un modo inherente de ser en el mundo que, como una de sus formas, trasciende y contiene el mbito de la comprensin de los textos. Hacerse de
esta enseanza, constituy para Gadamer segn lo afirma l mismo- una
verdadera salvacin del ejercicio ingenuo de la hermenutica. Gadamer asumi la filosofa de Heidegger y la vincul con la tradicin hermenutica para desarrollar su hermenutica filosfica. Particularmente, hay un sealamiento de Heidegger cuyas implicaciones Gadamer desarrolla especialmente y hasta sus ltimas consecuencias: el carcter lingstico de la aprehensin del sentido del ser, la lingisticidad. La lingisticidad significa para Gadamer el carcter inherentemente lingstico de la comprensin, significa que la comprensin plena del sentido del ser siempre es en el lenguaje (y en una lengua). Gadamer, sin embargo, encontr en la filosofa francesa de los ochenta, particularmente en Derrida, una objecin a esto. Segn Derrida, Heidegger tropez con la misma piedra que los metafsicos griegos, pues su comprensin del ser, entendida como una bsqueda del sentido del ser, habra supuesto que el sentido ya estaba dado y que slo se trataba de descubrirlo, con lo que esta filosofa, habra quedado prisionera igual que las anteriores- en el logocentrismo de la metafsica (p. 322). Gadamer difiere de esta objecin, pues sta pasa de largo ante una condicin inherente del lenguaje: su naturaleza comunicativa, su dialogicidad. En efecto, toda lingisticidad es dialgica, pues ninguna expresin de sentido es autista, antes implica necesariamente un interlocutor. El hombre dialoga y se obliga a encontrarse con la comprensin del otro, que puede ser distinta a la suya, que puede incluso contradecirlo. Eso le exige al hombre atender al ser que se retrae y se oculta ms all de lo que sus textos dicen. La lingisticidad es, entonces, una posibilidad real de apertura al ser, ms que una fosilizacin de su sentido. As lo expresa Gadamer: Lo que se manifiesta en el lenguaje no es la mera fijacin de un sentido pretendido, sino un intento en constante cambio, o ms exactamente, una tentacin reiterada de sumergirse en algo con alguien. (p.324). Ahora bien, se pregunta Gadamer, qu relacin guarda el texto con lo anteriormente dicho? Y se responde que el texto es el nudo de un problema que requiere mucho esclarecimiento y que es la relacin entre el pensar y el hablar. El pensar, la comprensin del ser, se expresa en el habla, que produce texto. Si queremos encontrar en el dilogo con ese otro, con ese alguien, una comprensin del ser, debemos entender el texto que ha producido. Y para encontrar esta comprensin, cuando no es clara, se precisa hacer una interpretacin, se requiere de la hermenutica.
Pero a la luz de la temtica expuesta se ver que la hermenutica no puede
trabajar de manera eminentemente gramatical. El anlisis gramatical slo se precisar cuando no se logra la dialogicidad. Mientras sta se d, el lenguaje, la lengua, ser una condicin necesaria para la comprensin, pero una condicin imperceptible: Para la ptica hermenutica la comprensin de lo que dice el texto es lo nico interesante, el funcionamiento del lenguaje es una simple condicin previa. Slo se repara en las palabras, dice Gadamer, en dos casos: cuando su expresin se considera una mera fijacin de lo dicho, sin buscar encontrar al interlocutor, y cuando su fin es literario.[1] Esto no excluye la revisin gramatical o filolgica del texto interpretado, pero cuando la hermenutica se ocupe de interpretar el texto, no empezar por la descripcin gramatical, sino por un planteamiento dialgico: se tratar de determinar lo que el hablante hubiera querido decir si yo hubiera sido su interlocutor originario (p.333). Para estar seguro de que lo entiendo, debo dialogar con el autor en su texto. Debo instaurar ese dilogo como lo hara en la presencia de un interlocutor en una charla, con afirmaciones y rplicas. Si no estoy en posicin de replicar al autor, de llegar a un acuerdo comunicativo con l, no estoy comprendiendo el sentido de su texto. La dialogicidad se convierte en el criterio de la interpretacin y con ello se consigue mostrar que sta no es una prctica relativa absoluta. La otredad del autor, su resistencia a decir lo que yo quiero que diga, como pasa en toda conversacin, pone lmites al sentido que puedo comprender en su texto. El texto adquiere as un principio de realidad: est ante m diciendo lo que dice, aunque me contradiga. Con eso queda salvado el relativismo interpretativo. Pero al mismo tiempo no tengo por qu imitar la comprensin que el texto expresa. Mi propia comprensin del sentido -que nace en mi horizonte, distinto al del texto aunque se funda con l- me otorga un espacio de libertad en la interpretacin al que no puedo renunciar ni siquiera desendolo. Sin precipitarnos en el relativismo, el dilogo, a fin de cuentas, nos hace libres.