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Ser o no ser
NACIONALISTA
El 30 por ciento que
Ollanta Humala obtuvo
en la primera vuelta
AQUÍ Y AHORA
electoral pone sobre
la mesa política un
debate a propósito
del nacionalismo.
Nacionalismo
¿Realmente ha calado
el mensaje nacionalista
entre los sectores más
postergados del Perú?
Y si fuera así, ¿de qué
tipo de nacionalismo
se trata? Este debate
remite, a su vez, a una
revisión de la imagen
de nación que circula
entre los peruanos
y su representación
en el Estado. Hemos
invitado a varios
expertos para que
exploren, en concreto,
las propuestas
del movimiento
etnocacerista,
la formación del
periódico Ollanta y
los reservistas, y lo
que entendemos por
nacionalismo desde
América Latina.
20 nº 176 mayo 2006
>>> La autora, antropóloga peruana moderno” como condición de ciudadanía es requisito legí-
y profesora de la Universidad timo, no ser moderno y ser ciudadano es impensable.
de California-Davis, reflexiona, a Lo que hace posible esta dinámica es lo que Aníbal Quijano
propósito del proceso electoral, denomina “colonialidad del poder” 2: una forma de conocer
sobre las fracturas de la nación. (y de vivir) que, explicándose a sí misma por medio de la
idea de raza, legitima la dominación de las instituciones y
Hace tres años publiqué un comentario a propósito de maneras de ser de los autoidentificados como superiores
la entrega del Informe final de la Comisión de la Verdad sobre los que ellos denominan inferiores. Desde la colo-
y Reconciliación (CVR) cuyo título repito ahora1. Insisto nialidad del poder, la modernidad es superior y punto
en esta frase porque quiero enfatizar la continuidad entre —lo que hay que hacer es generalizarla y mejorarla—;
el proceso de la CVR y la dinámica del proceso electoral poco importa que sea producto de relaciones geopolíticas
actual, cuyas relaciones de poder lo exceden largamente, de larga duración que continúan naturalizando la discri-
pues están inscritas sobre el equivalente histórico de una minación de formas de vida que se resisten a desaparecer
falla geológica que está produciendo un terremoto que la contraviniendo los planes de la modernidad.
sensibilidad política dominante (de izquierda y derecha;
pero, ojo: dominante) no puede registrar, no solo por La colonialidad/racialización del poder en América Latina
prepotencia social sino por agotamiento conceptual. organiza las geografías nacionales según supuestas jerar-
quías culturales y distribuye las formas de presencia del
Las categorías con las que pensamos y hacemos la Estado diferencialmente desde los espacios “más cultos”
política de todos (izquierdistas y derechistas) surgen hacia los menos cultos (menos educados). El acceso legíti-
de un contrato social excluyente, naturalizado como el mo a las instituciones de gobierno sigue el mismo patrón.
único posible, y que ignora las relaciones de poder que La consecuencia de este contrato social que privilegia a los
lo permiten. Ese contrato social está siendo cuestionado educados y excluye a los no educados (¡naturalmente!) es
en todo el mundo, y las respuestas nuevas requieren la colonialidad de las instituciones políticas.
imaginar otros conceptos y otras maneras de pensar.
En las comunidades campesinas la colonialidad de la
En tanto espacios públicos de encuentro entre los mar-
política se manifiesta en el gamonalismo de Estado
ginados del país y las instituciones políticas oficiales,
(personificado en la Policía, los jueces, la posta médica,
la CVR y el actual proceso electoral son escenarios
los extensionistas de los ministerios) y de la sociedad
privilegiados para el análisis social porque revelan los
civil (personificada en los comerciantes y las comer-
sentimientos que articulan una cultura política en la
ciantes, los maestros y las maestras, los chóferes). En
que la discriminación social es la norma, y en la que
la sierra sur los campesinos nombran al gamonalismo
los outsiders son más y obedecen (aunque con muchas
con la categoría misti, generalmente (pero no necesa-
murmuraciones), y los insiders son menos pero man-
riamente) seguida del adjetivo “abusivo”. En quechua,
dan (sin dudas ni tribulaciones). Y entre estos últimos
el misti abusivo es el munayniyoq, esto es, el que no
incluyo al comandante-candidato.
entiende otra razón excepto la propia. Pero esta idea
Ambos eventos también indican que la demanda históri- es más interesante aun: si hacemos una traducción
ca por inclusión —y en contra del abandono social— se desde la perspectiva campesina, todos “nosotros” (los
manifiesta de forma cada vez más generalizada y tiene de fuera) somos potencialmente munayniyoq, porque
la capacidad de cuestionar el contrato social vigente. La nuestra razón es la única que vale en última instancia.
urgencia histórica consiste en reconocer este cuestiona- Esta es una crítica conceptual a la colonialidad del po-
miento e imaginar un contrato social diferente. der desde el punto de vista campesino: todos somos,
potencial o realmente, gamonales. ¿Cómo respondemos
La CVR reveló que el acceso a la ciudadanía en condiciones a esa crítica? La respuesta es difícil, porque tiene que
de igualdad pasa, en última instancia, por la renuncia a inscribirse en otra historia del Perú.
maneras de ser no modernas. Los criterios para acceder
a la ciudadanía discriminan a favor de formas de vida
consideradas mejores. Lo crucial es que mientras que “ser
2 “Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina”,
en Edgardo Lander, compilador: La colonialidad del saber:
1 “Escribir otra historia del Perú”, en Cuestión de Estado n.º Eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas.
32, 2003. Buenos Aires: Clacso, 2003.
Entre la primera y la segunda vuelta 21
Otra manifestación de la colonialidad de la política es el Hace ya cinco años que visito comunidades en las alturas
abandono en el que se encuentran todas las comunida- de Quispicanchis, y desde entonces me encuentro con
des campesinas, quizá con algunas excepciones debidas los reservistas de Antauro Humala caminando en los
a ONG voluntariosas o a curas de fe tenacísima. Este mercados dominicales, repartiendo su periódico, con-
abandono no es fácil de cambiar: es una condición his- versando con la gente. Ollanta ha ganado la primera
tórica que no resulta solamente de la falta de carreteras
vuelta electoral gracias a la presencia de los reservistas
o escuelas, de la pobreza y, mucho menos, de la incapa-
en las comunidades; y los reservistas también son
cidad de esas poblaciones para integrarse. Es al revés: la
campesinos, ex soldados en busca de trabajo, muchos
falta de carreteras y demás es resultado de políticas en las
de ellos movidos por el ideal de incluir a sus comu-
que esas poblaciones no cuentan y, por tanto, se las puede
dejar morir. El abandono es política pública. Sin embargo, nidades en la política, y quizá desde allí deshacer su
la verdad que la CVR y el proceso electoral de hoy revelan (y colonialidad. Los reservistas no son Ollanta, a quien,
que se interpreta como ignorancia del pueblo en el caso de estoy segura, los campesinos calificarían de munayniyoq,
las elecciones) es que esas poblaciones no se dejan morir. pero también de “mal menor”, porque con él como
Y ahora la lucha por la vida sigue, y desde estas razones Presidente quizá se pueda conversar con el Gobierno
votan por Ollanta Humala aunque su figura coincida con la y los representantes del Estado.
del gamonal local, y a pesar de las acusaciones de violador
de derechos humanos que pesan sobre él. Las razones de los campesinos para elegir a Ollanta no
son fruto de la ignorancia política; estas razones están
La verdad que la CVR y el proceso electoral han revelado es
fundadas en una memoria diferente y en una esperanza,
que los derechos humanos, tal como nosotros los conoce-
lejana, pero que García Pérez o Flores Nano de ninguna
mos, valen para las poblaciones en abandono en condiciones
de emergencia nacional; y muy tenuemente, por cierto. manera representan. Esa esperanza es por la de-colo-
Cuando pasa la emergencia nacional, vuelve el abandono. nización de la política, en contra del abandono y por la
La noción de derechos humanos no interpela simultánea- vigencia permanente de otros derechos humanos: unos
mente, ni de la misma manera, ni por las mismas razones, derechos que, a pesar de la modernidad que representan,
ni con las mismas valencias, a los grupos sociales que en propongan y defiendan formas plurales de ciudadanía,
estas elecciones han emergido como antagónicos. Mientras que hagan vivir otras maneras de ser y que no deman-
que hoy, desde las instituciones políticas centrales, muchos den que “los otros” (cualquiera sea la diferencia) dejen
califican de “incomprensible”, “ignorancia”, “clientelismo” la de ser lo que son. Por esos derechos humanos hay que
decisión campesina del voto por Humala, desde mi punto de-colonizar la política, y eso empieza por dejar de ser
de vista tiene una lógica contundente. insider del círculo que excluye.
>>> La autora cuenta lo que conoció lo que los etnocaceristas llaman “La Gesta”, la sublevación
sobre las escuelas nacionalistas y la del 2000 en Locumba, y a fines del 2001 se reencontró con
comercialización del periódico Ollanta los compañeros que conoció entonces.
conversando con Pedro, seudónimo
Juntos habían lanzado el primer número del periódico
con el que ella llama a un reservista.
Ollanta con titulares que, algún tiempo después, re-
Pedro lideraba un batallón de reservistas en Lima y era tumbarían de un modo escandaloso en los medios de
una de las personas de confianza del líder del Movimiento comunicación: “Invasión chilena amputa 200 millas
Etnocacerista, Antauro Humala. Nacido en Apurímac, peruanas”, o “¡Deuda externa! Atahualpa la pagó y aún
sexto de catorce hermanos, había llegado a Lima doce años nos siguen cobrando!”. Probablemente fueron esas pa-
antes, a los 16, para trabajar con sus hermanos mayores. labras, así como la incipiente seguridad que les ofrecía
A los 18 años fue levado en una batida en el puente Alipio un movimiento en organización, las que convencieron a
Ponce, y sirvió en el Ejército durante dos años. Participó en Pedro de volver a la causa nacionalista y etnocacerista.
22 nº 176 mayo 2006
>>> Tres analistas de la realidad mente, el nacionalismo en el Perú ha sido muy débil;
nacional y un periodista español la vigencia del racismo ha impedido una identificación
opinan sobre el nacionalismo y su común entre los peruanos.
vigencia en los discursos electorales
de esta segunda vuelta. Hoy la apelación al nacionalismo brota de los sectores
más pobres y pone en evidencia deseos de orden y de
El nacionalismo supone un sentimiento de comunidad reconocimiento, de vigencia de la ley y de redistribución
que impulsa a las personas a sentirse iguales y solida- de ingresos. Las Fuerzas Armadas han sido marcadas por
rias. Facilita la vigencia de un orden estatal y tiende a la ideología nacionalista, pues en los cuarteles conviven
poner freno a la inequidad y la diferenciación social. distintos sectores sociales bajo el mandato de impulsar
Apacigua los conflictos sociales. Muchas veces, sin el sentimiento nacional. Cuando el nacionalismo se
embargo, el nacionalismo implica una actitud belicosa exacerba, la sociedad se cierra y se concibe como rea-
hacia el extranjero, pues los enfrentamientos internos lizando una tarea en función de la cual los individuos
se desplazan hacia un “enemigo exterior”. Tradicional- tendrían que postergarse.