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Doble Imprimación Retroalimentada (DIR): Un modelo simplificado de Interacción Compleja Donante/

Receptor.

I......... DIR, una primera aproximación matemática simplificada: Funciones Báthory/Schreiber de Doble
Transferencia

II........ Estados de Pseudoequilibrio o Equilibrio Metaestable DIR (METEDIR). Casos Significativos:

II.1....... Transferencia Directa Absoluta:


Predación Selectiva,Vampirismo Real, Canibalismo

II.2....... Transferencia Inversa Absoluta:


Infestación, Parasitismo, Fagotrofismo,Trasplante de Órganos “estándar”

II.3....... Doble Transferencia Parcial:


Transferencia Genérica, Endosimbiosis Dominante, Síndrome Post-Trasplante

II.4....... Doble Transferencia Equipotente:


Endosimbiosis Cooperativa, Hibridación Codominante, Co-Evolución

DIR, una primera aproximación matemática simplificada: Funciones Bathory/Schreiber de Doble


Transferencia

Como ya se afirmó en varias ocasiones a lo largo del texto de mi trabajo anterior sobre los fenómenos
psicobiológicos de Transferencia, el equilibrio lineal DJR de Transferencia Máxima hacia el Receptor según
el sentido indicado – basado a nivel inter-individual en el Método Báthory y en el modelo de relación
Presa/Depredador a escala ecológico-evolutiva – tan sólo constituye el caso más elemental posible dentro
de la termodinámica de los procesos de Transferencia de energía útil e información codificable entre los
organismos.

En general, los procesos epigenéticos y de transmisión de memoria celular implicados en estos fenómenos
son mucho más complejos e interactivos.

De hecho, cuando en dicho ensayo se abordaba el problemático mecanismo evolutivo de la especiación


diferencial, este modesto autor citó con admiración los pioneros y sugerentes enfoques realizados por la
Profesora Nieves López Martínez, destacada paleontóloga de la Universidad Complutense de Madrid, quien
ha publicado un modelo explicativo de dicho proceso fundamentado en la la teoría física de las estructuras
disipativas o termodinámica de los procesos irreversibles del doctor Yya Prigogine.

Similares planteamientos sin duda darán buenos resultados al ser aplicados a otros casos de semejante
dificultad, como los “puntos oscuros” de la Teoría de la Evolución Celular por Endosimbiosis
Seriada/Fagotrofismo de Margulis y Cavalier-Smith, referentes al intrincado “reajuste” o “acoplamiento”
genético ulterior de entidades semiautónomas como la mitocondria o los plastos en el seno de la “progenota
receptora” al formarse la nueva “eucariota primordial”, o a los fascinantes, turbadores y sorprendentes
síntomas sufridos por algunos pacientes receptores de órganos trasplantados.

No obstante, la potente maquinaria conceptual, teórica y matemática-formal de la Termodinámica de No-


Equilibrio en los Sistemas No-Lineales abiertos y complejos resulta bastante difícil de asimilar para los no
especialistas, incluyendo entre éstos a la mayoría de los bioquímicos, expertos en biogenética y otros
profesionales de primer nivel dentro de las diversas ramas del frondoso árbol de las Ciencias de la Vida y la
Biomedicina. Además, desarrollar protocolos adecuados de tipo analítico y empírico a la hora de contrastar
los modelos que ofrezcan dichos estudios teóricos con los resultados de experimentos reales llevados a
cabo in vivo o incluso in vitro tampoco se antoja sencillo. No olvidemos que estamos tratando con sistemas
biológicos y psicobiológicos de enorme complejidad en interacción sutil, profunda y multivariable a nivel
genético-molecular a la par que orgánico-fisiológico...

Por todo ello, quizás sea recomendable llevar a cabo una primera aproximación más modesta al problema,
con objeto de al menos clarificarlo un poco y establecer ciertos protocolos básicos de verificación, aun a
costa con toda seguridad de sacrificar precisión a cambio de comprensión y utilidad analítica-práctica
operativa.

Con dicho propósito, me atrevo a proponer este modelo matemático simplificado sobre la Biofísica de la
Doble Transferencia por Retroalimentación, al cual denomino “Modelo de Doble Imprimación
Retroalimentada”, o “Modelo DIR”.

Descripción del Modelo DIR

Tal y como se establecía en el ensayo precedente, el Sistema estudiado debe hallarse – en general –
formado por los siguientes elementos:

• Subsistema Donante (o emisor, D): Entidad psicobiológica de donde fluye en principio el


flujo de energía, información biomolecular codificada y su soporte/transporte de biomasa asociada
que origina la Transferencia. Ejemplos: Factores alimentarios de la dieta portadores de inductores
epigenéticos, víctimas adecuadas idóneamente “condicionadas” en el “Método Báthory”, órganos
trasplantados, orgánulos o vectores microbiológicos “capturados” en los procesos endosimbiótico-
fagotróficos, “presas” seleccionadas en los términos del Modelo de Turbo-Evolución por Transferencia TET
desarrollado por este autor.

• Subsistema Receptor ( R ) : Entidad psicobiológica que recibe dicho flujo bioenergético y sus
códigos biomoleculares, por absorción/ingestión de sus unidades de soporte/transporte de biomasa,
capacitado además para integrar su energía e insertar su información a nivel genómico activo en las
células de sus tejidos-diana. Ejemplos: Zonas multivariables de alta metilación en el ADN durante los
reajustes epigenéticos, la autora del “Método Báthory”, pacientes que reciben un órgano trasplantado,
progenotas primordiales en la Teoría de Lynn Margulis, “depredadores” estimulados por grandes cambios
medio-ambientales en el contexto de la Teoría TET.
• Interfase (I) : Frontera o "borde" interno entre D y R. Obviamente, ha de ser "porosa"
respecto al intercambio de masa-energía y las moléculas portadoras de código. Es decir, D y R han
de constituír "subsistemas abiertos" en términos termodinámicos. Ejemplos: Sistemas de membranas
y micro-conductos retículo-endoteliales endocíticos en los procesos de epigénesis y
endocitosis/fagotrofismo, tejidos labiales, epidérmicos y aparato digestivo del Receptor/Predador en el
Protocolo Báthory y en el modelo evolutivo TET, límite “ideal” entre el órgano trasplantado y el organismo de
su receptor, a nivel de la superficie que conforma la “barrera antigénica de histocompatibilidad” de las
células del tejido “intruso”.

• Medio o Canal (M) : Entorno ambiental que define la interfase y "envuelve" a D y R,


incluyendo los flujos y biomoléculas inductoras, promotoras, inhibidoras o transmisoras de
información que la atraviesan. Su propiedad "aislante" o "conductora" de los flujos bioenergéticos
es, junto al poder “imprimante” de estos sistemas en D y la sensibilidad/ receptividad específicas de
R, uno de los tres factores fundamentales que permiten o no la efectividad del proceso de
transferencia. Ejemplos: Factores desencadenantes de los mecanismos de reajuste epigenético,
biomoléculas transductoras/reguladoras de éstos o de la memoria celular, protoplasmas primigenios,
sangre, linfa...

• Frontera, Límite o "Borde" (B): Alcance máximo del fenómeno, a partir del cuál éste resulta
indetectable. Puede corresponder o no a una superficie o volumen físico definido. Ejemplos: Entorno
o película acuosa inmediata que recubre, baña o sumerge las células endosimbiontes implicadas, superficie
externa de la piel del par D/R en el método Báthory, idéntico límite en el paciente trasplantado o receptor de
los cambios epigenéticos...

• Sistema (S): Evidentemente, la unión interactiva de todos los componentes anteriores. Por
simplicidad, supondremos en nuestros modelos que S se halla "aislado" respecto al exterior en lo
referente al intercambio de biomasa transferente, y que el Par "D/R” – y su Interfase – forman un
sistema "cerrado" dentro de él. Dicho de otro modo, entre D y R hay flujos netos de materia
portadora de biomoléculas codificadoras y también de energía, pero no de dicha biomasa entre D/R
y el resto de S. A su vez, el conjunto global estudiado S no absorbe ni libera corrientes ni de materia
ni de energía asociadas al proceso de transferencia.

Esta serie de componentes básicos y presupuestos son – como pueden apreciar – esencialmente los
mismos que contemplaba el Método Báthory, en el cuál se cimentaba mi sencillo modelo anterior. Pero a
este esquema se añadía una limitación más: Se postulaba a priori, que, dadas las condiciones empíricas
especiales desarrolladas mediante ensayo/error durante los “experimentos” de la célebre Condesa
Erzsébet, el flujo de la imprimación máxima de energía y contenidos de memoria celular codificable
era prácticamente unívoco y absolutamente dominante en un único sentido: Desde el Donante al
Receptor, lo que podemos simbolizar como DJR. Esto equivale a postular que, bajo determinadas
manipulaciones de las variables de control del proceso, el fenómeno de “Imprimación Biomolecular” o
Transferencia de unidades de energía y “sintones” codificables de memoria celular, alcanza su máximo
rendimiento posible en dirección a las células-diana de los tejidos del Receptor, que “fagocitan” e integran
todos ellos con alta eficiencia en su sistema metabólico-fisiológico y genómico, sin entregar a cambio
ninguna fracción significativa de sus propias reservas de energía y biomoléculas de código de memoria
celular análogas al Donante.

Asumiendo tal escenario por Hipótesis, se demostraba matemáticamente con bastante facilidad el
establecimiento de un Equilibrio Lineal Unidireccional de Máxima Transferencia Bioenergética e informativa
favorable al Receptor.

Y, de hecho, tal tratamiento era adecuado en aquel caso, pues las específicas condiciones operativas del
Protocolo Báthory se encargaban de imponerlo de tal manera.

Ahora bien, estas condiciones particulares no son, desde luego, ni generales ni demasiado usuales en la
Naturaleza... Si pensamos en fenómenos complejos como la endosimbiosis fagotrófica, u otros todavía más
sofisticados, cual la especiación o el trasplante de un órgano vivo completo entre un ser humano y otro,
resulta obvio que el grado de posible inter-actividad entre los subsistemas D y R es enorme e infinitamente
más elevado, respectivamente: Es decir, que el grado de relativa autonomía mutua y correspondiente
capacidad de “imprimación” biomolecular/celular del Donante hacia el Receptor, pero también del Receptor
sobre el Donante, es muchísimo mayor..., llegando a ser de orden comparable y, en algunas ocasiones,
incluso superior o muy superior en el sentido RJD sobre el DJR. A escala orgánica evolutiva, en el marco
de la Teoría TET, el modelo Depredador(Receptor)/Donante(Presa) puede quizás representar una primera
aunque rudimentaria aproximación al problema, aunque ni tan siquiera se cumple en rigor en la mayoría de
las ocasiones; Es evidente que tanto la Selección Natural “clásica” como los mecanismos de adaptación
“acelerada” de tipo epigenético y de transferencia de memoria celular descritos cualitativamente en mi teoría
funcionan asimismo en ambas direcciones: Las “presas”, o al menos algunas de ellas, también desarrollan
estrategias, conductas y nuevas “contra-armas” y sistemas defensivos más eficaces y específicos durante
los periodos de Crisis Globales de modo rápido y satisfactorio..., hecho del que existe abundantes y
variadas muestras tanto derivadas de las observaciones directas como a través de pruebas fósiles.

La situación de una Presa/Víctima/Donante completamente inerme, indefensa, condicionada al extremo


máximo concebible a nivel conductivo o psíquico e incluso fisiológico para “ofrecerse fascinada” a su
Depredador/Receptor en una suerte de “Síndrome de Estocolmo Supremo” no es algo común ni
espontáneo... De hecho la propia Báthory, a pesar de gozar durante diez largos años de impunidad total y
poder absoluto sobre sus escogidas Donantes, perfeccionó su Método de forma lenta y tortuosa... Bien es
cierto que existen algunos que otros ejemplos de situaciones similares en la Naturaleza – me vienen a la
mente el opíparo banquete post-coital de la hembra de la Mantis Religiosa o la mosca inmóvil en medio del
fino telar de la araña – mas no constituyen de ningún modo la pauta general.

En términos globales, podemos suponer que el organismo Donante y el Receptor “intentan


imprimarse” al máximo el uno al otro al mismo tiempo desde el inicio de su interacción, guiados por
el Instinto Maestro o “Primordial instrucción en el software profundo del Código Universal de los
Seres Vivos”: La supervivencia individual y, enmascarada tras ella, la pulsión fundamental de
propagar sus genes en el futuro. De modo que, como primera aproximación al fenómeno real de la
Transferencia, establecemos que ésta consiste, en esencia, en una Doble Imprimación
Retroalimentada entre dos entes psicobiológicos, donde ambos actúan a la par como Donante y
Receptor con “intensidades” o “potenciales imprimantes” más o menos desiguales. Lo
simbolizaremos como D'R. Este es el Postulado Fundamental de Acción y Reacción Transferente,
la base conceptual del modelo DIR.

Siguiendo a partir del citado punto de arranque – sin duda también simplificador pero bastante más cercano
a la realidad empírica y completo que el esquema anterior – las intensidades de imprimación
biomolecular/celular experimentadas en cada instante por los dos entes biológicos afectados vendrán dadas
por:

Id = ksbd σr νd

Ir = ksbr σd νr

Donde:

• Id=Intensidad de imprimación recibida por el Donante en cada instante del proceso de


Transferencia,
• Ir=Intensidad de imprimación sufrida por el Receptor en dicho instante.
• ksbd=Constante de permeabilidad psicobiológica específica de los tejidos diana del Donante.
• ksbr=Constante de permeabilidad psicobiológica específica de los tejidos diana del Receptor.
• σr=Densidad de descarga bioenergética imprimante del Receptor sobre el Donante.
• σd=Densidad de descarga bioenergética imprimante del Donante sobre el Receptor.
• νd=Frecuencia media de actividad de “recarga” o realimentación recibida por el Donante desde el
Receptor.
• νr=Frecuencia media de actividad realimentadora del Donante sobre el Receptor.

Las unidades y significados biofísicos de estos parámetros y magnitudes siguen siendo idénticos a los ya
definidos en el modelo precedente, claro está, y se omiten por abreviar, pues se sobreentienden ya
conocidos por el lector.

Sin duda, es fácil deducir que la Intensidad Total de Imprimación generada en el conjunto del par D/R
estudiado vendrá entonces determinado por:

I = Id + Ir

Y, desarrollando según las apropiadas funciones de extinción y realimentación mutuas respectivas,


obtenemos:

I = Ido exp (αrd t) + Iro exp (αdr t)

A la que denotaremos como “Función Báthory/Schreiber de Doble Imprimación Retroalimentada” o


“Función DIR”.

Definiendo:

• αrd=Coeficiente de Amplificación de la Imprimación del Receptor sobre el Donante, equivalente a la


diferencia entre el Coeficiente de Realimentación del Donante y el de Extinción del Receptor.
• αdr=Coeficiente de Amplificación de la Imprimación del Donante sobre el Receptor. Análogamente,
es igual a la diferencia entre el Coeficiente de Realimentación del Receptor y el de Extinción del Donante.
• Ido=Intensidad inicial de imprimación experimentada por el Donante por acción del Receptor. Se
obtiene como producto de tres factores, a saber, Constante de Permeabilidad Psicobiológica del Donante,
densidad inicial máxima de descarga de energía psicobiológica recibida por éste desde el Receptor y
frecuencia inicial de realimentación del Donante, esto es: Ido=ksd σro νdo.
• Iro=Intensidad inicial de imprimación sufrida por el Receptor por acción del Donante. Por idénticos
razonamientos, equivale al producto de la Constante de Permeabilidad Psicobiológica del Receptor por la
densidad inicial de energía psicobiológica inyectada sobre este último por el Donante y por la frecuencia
inicial de realimentación del Receptor: Iro=ksr σdo νro.

Si ahora consideramos cada término de esta suma de imprimaciones por separado a nivel de cada partícula
elemental transferente de energía y unidades mínimas de información codificable, podremos formular:

d(Id) = ksbd d(νd σr) = ksbd d(νd) σr + ksbd νd d(σr)

d(Ir) = ksbr d(νr σd) = ksbr d(νr) σd + ksbr νr d(σd)

Despejando en ambas expresiones la variación elemental de densidades energéticas:


d(σr) = (1 / νd ksbd) d(Id) – (1/νd) d(νd)

d(σd) = (1 / νr ksbr) d(Ir) – (1/νr) d(νr)

Integrando las dos ecuaciones de forma independiente:

∆σr = - σro [ 1 – exp(- εr t) ]

∆σd = - σdo [ 1 – exp(- εd t) ]

Es patente que, entonces, la energía total intercambiada entre los dos subsistemas D y R durante el
proceso de Doble Transferencia Retroalimentada obedecerá a la relación:

∆σ = ∆σd – ∆σr = σro [ 1 – exp(- εr t) ] – σdo [ 1 – exp(- εd t) ]

Esta es – pues – la Función Báthory/Schreiber de Doble Transferencia Bioenergética


Retroalimentada (DIR).

Pueden observar que, en ella, si asignamos de modo arbitrario el signo (+) para la densidad
energética absorbida por el Receptor procedente del Donante ( ∆σd), lógicamente hemos de imponer
el signo (-) para el correspondiente flujo bioenergético liberado por el Receptor hacia el Donante, al
tratarse de corrientes de transferencia de sentidos claramente opuestos dentro del par D/R a través
de su frontera común B. Como es obvio, he aplicado el convencional “Criterio Egoísta” de los Signos
habitualmente empleado en Termodinámica, desde el punto de referencia del Receptor. Esta última
elección es libre. Puede hacerse justo lo contrario y, naturalmente el sentido biofísico de las fórmulas no
varía. Defino ésto como el “Convenio Bioenergético de Báthory/Schreiber”, o “Convenio del
Depredador”.

II

Estados de Pseudoequilibrio o Equilibrio Metaestable DIR (METEDIR). Casos Significativos:

En rigor, tal y como se ha formulado el modelo DIR, el sistema formado por el par D/R y su entorno
inmediato no alcanzaría en general el estado de Equilibrio Dinámico Estable propiamente dicho, al no
tratarse de un auténtico y simple sistema lineal de predominio relativo unidireccional. Ahora bien, al tratarse
de un sistema aislado respecto a la Transferencia Bioenergética-Informacional analizada, puede tender en
algunos casos – más o menos lentamente, eso es otra cuestión – a evolucionar a un nuevo Estado
Metaestable, o de Pseudo-equilibrio, en el que los flujos opuestos de extinción y realimentación mutuamente
retroalimentados entre el Donante y el Receptor se acoplen de tal modo que la variación de energía libre
total del sistema se haga mínima, y por ello la descarga de energía útil máxima, como obligan los Principios
Fundamentales de la Termodinámica. Denominaremos a esta situación “Equilibrio Metaestable DIR”, o
“METEDIR”. Esto implica que al situarse en el METEDIR, el nivel de la suma de entropía global de ambos
organismos ha de aumentar lo más posible dentro de lo permitido por las condiciones del proceso, por
supuesto, lo cual no impide que uno de los entes psicobiológicos no pueda incrementar notablemente
su orden interno o neguentropía, regenerando sus tejidos decadentes o acumulando reajustes
epigenéticos o factores retrocombinantes adaptativos de memoria celular, por ejemplo, aunque siempre a
costa de provocar un aumento todavía mayor de desorden degenerativo o impactos genómicos
negativos o neutros en el otro... Cuando el flujo de inyección de energía y unidades sintónicas positivas
de código sea favorable al Receptor, éste se beneficiará de la Transferencia, y viceversa. En la última
situación, podemos hablar de “Inversión Relativa de Transferencia o Contra-Transferencia Parcial, ya que el
resultado de la interacción aporta una ventaja neta al Donante, que adquiere, así, el papel de Receptor y al
revés. En los extremos de dicho espectro continuo de predominios relativos de un sentido u otro de la Doble
Transferencia, nos encontraremos el modelo lineal presentado por este humilde autor en su primer trabajo,
donde tan sólo uno de los miembros del par interactivo D/R se apropia, integra y aprovecha de los factores
biológicos favorables del otro a costa de su destrucción más o menos gradual, pero ahora se trata de un
ejemplo-límite particular, con lo que el modelo teórico gana muchos puntos en potencia, realismo y amplitud
explicativa.

Analicemos ahora las condiciones y naturaleza de estos Casos Significativos, clasificando así los diferentes
Estados de METEDIR, a la luz de la Función Báthory/Schreiber de Doble Transferencia Bioenergética
Retroalimentada, cuya expresión matemática recordamos, utilizando de momento una primera aproximación
cinética al problema:

∆σ = ∆σd – ∆σr = σro [ 1 – exp(- εr t) ] – σdo [ 1 – exp(- εd t) ]

II.1

Transferencia Directa Absoluta:


Predación Selectiva,Vampirismo Real, Canibalismo

• Definición: La dirección de descarga bioenergética y flujo biomolecular codificable de memoria


celular o factores epigenéticos está desplazada en el sentido Donante hacia Receptor casi al 100%. La
Imprimación de las células-diana del Receptor es máxima, la del Donante, aproximadamente nula.

• Símbolo: DJR

• Condición Matemática y su significado: εd>>>>>>... >εr , (εr 0) ; El Coeficiente de Extinción de


la Imprimación biomolecular/celular del Donante es inmensamente mayor al del Receptor: Es decir, los
efectos bioenergéticos e inserciones genómicas transferidas por el Donante sobre el subsistema Receptor
casi no decaen o lo hacen de modo tan desmesuradamente lento que, en la práctica, puede considerarse se
producen e integran al máximo muchísimo antes de que se inicie tan siquiera el proceso contrario sobre los
tejidos-diana del Donante imprimados por el Receptor mediante Contratransferencia. Consecuentemente, si
llevamos al límite cuando “t infinito” a la función de Doble Transferencia DIR (Condición Cinética de Estado
de Pseudo-Equilibrio Metaestable METEDIR), la densidad bioenergética total transferida equivale muy
aproximadamente a la descarga inicial de energía máxima por unidad de volumen del donante absorbida
por el Receptor, pues:

∆σ (máx) = lím (t “infinito”; εr 0) ∆σ = - ∆σdo

• Consecuencias Empíricas: El Receptor absorbe y asume todos los factores biológicos


beneficiosos, regenerativos o adaptativos del Donante, descargándolo de energía útil e información
biomolecular codificable ventajosa con rápida eficiencia, sin aportarle apenas nada a cambio. El Donante
suele morir en el proceso. Revisar Protocolos del Método Báthory a modo de excelente ilustración.

• Ejemplos: Predación Selectiva en el contexto de la Teoría TET, vampirismo real, canibalismo.


II.2

Transferencia Inversa Absoluta:


Fagotrofismo,Trasplante de Órganos “estándar”

• Definición: Se trata del caso opuesto al anterior; El sentido de Contra-Transferencia o flujo


bioenergético e informacional desde el Receptor al Donante predomina absolutamente sobre el contrario: La
Imprimación Biomolecular/Celular es máxima sobre el Donante y prácticamente nula en el seno del
Receptor.

• Símbolo: RJD

• Condición matemática y su significado: Ahora εr>>>>>>>>.....>εd , (εd 0) ; Evidentemente, nos


hallamos en la situación justamente contraria a la anterior: En el estado METEDIR, podremos suponer sin
error apreciable que la descarga bioenergética y transferencia inversa de información biogenética máxima
tiende a ser lo más completa posible y estable en el seno de las células-diana del Donante
incomparablemente antes que se insinúe tan siquiera el primer infinitésimo del proceso en los
correspondientes tejidos análogos del Receptor. Por consiguiente:

∆σ (máx) = lím ( t “infinito”, εr 0) ∆σ = ∆σro

• Consecuencias empíricas: El Donante se comporta como el Receptor de la situación precedente


y viceversa; Por ello, el Donante drena y asimila el máximo posible de energía y unidades de información
biomolecular codificable procedentes del Receptor. Si esta información representa ventajas adaptativas o
factores regenerativos, el Receptor se debilita, enferma o muere (Infestación, Parasitismo). Si el código que
expresa es meramente regulador y funcional, el ente Donante se integra como una unidad morfo-funcional
plenamente integrada y operativa en el seno del organismo que lo recibe, sin alterarlo apenas en términos
fisiológicos ni genéticos (fagotrofismo, trasplante de órganos “estándar”, incluyendo este último el adecuado
tratamiento convencional de fármacos anti-rechazo).

• Ejemplos: Infestación, Parasitismo, Fagotrofismo, Trasplante de Órganos “estándar”.

Ambos casos representan extremos particulares en los que la Doble Imprimación por Transferencia
mutuamente Retroalimentada deviene en un proceso de Cuasi-Equilibrio Lineal unidireccional.

II.3

Doble Transferencia Parcial:


Transferencia Genérica, Endosimbiosis Dominante, Síndrome Post-Trasplante

• Definición: Constituye el caso más genérico posible, el modelo general de Transferencia entre dos
entes psicobiológicos intercambiando energía y sectores más o menos amplios de sus dotaciones de código
biomolecular integrable en sus proteomas y genomas; Tanto el Donante como el Receptor reciben y
asimilan cantidades apreciables de densidad bioenergética libre y paquetes sintónicos de código
retrocombinante a nivel epigenético y/o de su memoria celular en determinados tejidos celulares
significativos, de forma que los dos se comportan al mismo tiempo como Donante y Receptor a lo largo de la
Doble Transferencia, retroalimentándola mutuamente. Sin embargo, una vez logrado el Estado Metaestable,
uno de ellos puede haber conseguido una “ganancia” algo mayor, aunque nunca extrema. Es el escenario
más común en los procesos naturales de Transferencia.
• Símbolo: D'R

• Condición matemática y su significado: εr y εd presentan valores de semejante orden de


magnitud pero claramente diferentes. Ello conduce a que ambos sentidos de la Doble Transferencia se
producen de modo extenso, aunque uno de ellos puede hallarse relativamente favorecido. Representa el
caso general de la Termodinámica de la Transferencia real, del cual todos los demás son variantes
particulares. Cinéticamente esto impone que, en el límite, los dos términos exponenciales de la función
Báthory-Schreiber de Doble Transferencia de Densidad Bioenergética tienden a anularse, en la práctica,
casi a la vez. Por ende, la variación total de densidad bioenergética interna en el Sistema aislado formado
por D/R en su Estado de Pseudo-Equilibrio METEDIR vendrá dada por:

∆σ (máx) = lím (t “infinito”) = ∆σro – ∆σdo

• Consecuencias Empíricas: La cantidad de energía por unidad de volumen intercambiada a través


de la interfase porosa que comunica al subsistema Donante con el Receptor es igual a la suma algebraica
de densidades bioenergéticas máximas movilizadas por ambos durante la Transferencia. O sea, en la
práctica, a la diferencia entre la energía absorbida por el Donante procedente del Receptor (de signo +)
menos la cedida por el Donante y asimilada por el Receptor (de signo –). Si en la Doble Transferencia
predomina el sentido Directo, el Receptor sale beneficiado, y el signo del total de densidad bioenergética
intercambiada es negativo (lo que indica que el Donante pierde energía a favor del Receptor) y si prevalece
el sentido Inverso, el Donante cobra ventaja, pues ocurre lo contrario. Naturalmente, aquí sólo
consideramos los valores de las porciones de energía intercambiadas entre Donante y Receptor a través de
su interfase porosa a los flujos bioenergéticos y biomoleculares vinculados a la Transferencia, pues la suma
global de energía interna total del par D/R y su entorno inmediato hasta la Frontera B permanece siempre y
en todos los casos constante, al conformar un Sistema Aislado en referencia a las unidades bioenergéticas
y biomoleculares codificables transferidas.

• Ejemplos: Doble Transferencia Genérica de factores adaptativos de índole epigenético o


vinculados a la Memoria Celular en el contexto de la Teoría Evolutiva Neosintética TET, Endosimbiosis
Dominante (usualmente a favor de la célula hospedadora, pero de manera moderada, conservando notables
grados de autonomía morfo-funcional/genómica en el neo-orgánulo asimilado), Síndrome Post-Trasplante
(mayoritariamente favorable al final hacia el organismo receptor, aunque con intensos y a veces graves
efectos secundarios de orden psicosomático e incluso en ocasiones fisiológicos, ver Ensayo anterior).

II.4

Doble Transferencia Equipotente o en Bio-Resonancia:


Endosimbiosis Cooperativa, Hibridación Codominante, Co-Evolución

* Definición: Los Coeficientes εr y εd , además de tener un orden de magnitud comparable, son de valor
muy parecido o idéntico: Así, las dos direcciones de la Doble Transferencia y su mutua capacidad de
Retroalimentación se encuentran perfecta o casi perfectamente ajustadas entre sí en un entorno próximo al
50% en cada sentido posible de intercambio entre el Par D/R. Cada uno de los organismos implicados
recibe y dona cantidades significativamente equivalentes o cuasi-equivalentes de energía e información
biomolecular al otro, resultando para ambos un beneficio igual o muy similar.

• Símbolo: D R
• Condición matemática y su significado: εr=εd ; En el marco evolutivo, encarna el conjunto de
casos en los que los mecanismos cooperativos predominan sobre los puramente selectivos o competitivos
en términos clásicos darwinianos. Esto es, las ocasiones en las que la Naturaleza se torna “socialista” y la
Teoría de la Dra. Margulis parece llevar razón. Dentro del Modelo TET, tan sólo conforman una de las
posibles vías de Aceleración Evolutiva a través de la Hiperactivación Epigenética y de Transferencia de
Memoria Celular, y no la más habitual, por cierto. En principio, la mayor parte de los procesos de Turbo-
Evolución Adaptativa desencadenados por las Macro-Crisis Ambientales corresponderían al tipo anterior,
mucho más “central” y genérico. La densidad bioenergética intercambiada entre D y R al alcanzar el Estado
METEDIR será ahora próxima a cero, pues, además de situarse ambos organismos de forma
infinitesimalmente casi simultánea en tal estado, las descargas iniciales de energía y cantidad de
información biomolecular de cada uno de ellos sobre el otro serán también de orden prácticamente
equivalente ( ∆σro y ∆σdo casi idénticas en valor absoluto pero de signos opuestos)

∆σ (máx) = (lím t “infinito”) ∆σ  0

* Consecuencias empíricas: Como las magnitudes de energía y unidades biomoleculares de código


transferidas son casi iguales en los dos sentidos opuestos de flujo de Transferencia, tanto el Donante como
el Receptor asimilan o integran cantidades casi idénticas de densidad bioenergética. Esto equivale a
suponer que el acoplamiento o Retroalimentación mutua entre ellos es tan perfecto y equitativo que pasan a
poder ser contemplados como “un sólo organismo” engendrado por endosimbiosis cooperativa ideal tras la
Doble Transferencia. Así, desde el punto de vista termodinámico, observamos un simple reajuste de niveles
de energía interna dentro de ese “nuevo” sistema “D=R”, ya no tiene mucho significado seguir diferenciando
entre ambos entes biológicos, al menos en lo referente a sus tejidos-diana u orgánulos afectados por el
fenómeno. Por ello, al constituir junto a su entorno-límite inmediato un sistema aislado, es lógico que, como
unidad, su energía interna no varíe, según el Primer Principio de la Termodinámica.

• Ejemplos: Endosimbiosis Cooperativa (en teoría, el neo-orgánulo y su célula primigenia


hospedadora fusionan sus principales rasgos morfo-funcionales y genéticos produciendo un nuevo
microorganismo altamente eficiente o adaptado a los cambios ambientales severos inductores del
mecanismo evolutivo en cuestión), Hibridación Codominante (esencialmente lo mismo, pero a escala
orgánica superior), Co-Evolución TET (dos especies o poblaciones adquieren series de nuevos factores
ventajosos ante una elevada presión del entorno de modo que los mecanismos de tipo TET que aceleran
sus cambios evolutivos se acoplan entre sí por mutua inducción perfectamente sinérgica o resonante, ya
sea en términos de una suerte de “carrera de armamentos” ofensivos-defensivos – relación ecológica
depredador/presa – o por convergencia competitiva ante la explotación de similares recursos cada vez más
escasos (desarrollo rápido de caracteres morfo-funcionales semejantes aun partiendo de orígenes
filogenéticos muy diversos por necesidad apremiante de adaptarse a idénticas alteraciones en el mismo
nicho ecológico) o a través de una relación interespecífica de índole simbiótica o cooperativa (mimetismos,
modificaciones insecto-flor promotoras de mayor eficacia polinizadora, evolución intraespecífica de
variedades especializadas en insectos u otros seres sociales..., etc).

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Por:
Juan R. Schreiber.

(Bioquímico y librepensador).

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