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Bertone relaciona la pedofilia con la

homosexualidad

En su reciente visita a Santiago de Chile, el cardenal Tarcisio Bertone, número dos del
Papa, explicó que la pedofilia tiene más que ver con la homosexualidad que con el
celibato, lo que le ha valido un alud de críticas en el país sudamericano. El cardenal
anunció que el Vaticano tomará nuevas iniciativas “sorprendentes” contra la pedofilia.

“Han demostrado muchos psicólogos, muchos psiquiatras, que no hay relación entre
celibato y pedofilia, pero muchos otros han demostrado y me han dicho recientemente
qua hay relación entre la homosexualidad y pedofilia. Esto es verdad, este es el
problema”, dijo Bertone durante la conferencia de prensa en Chile.

Intentando apagar un fuego, el Vaticano podría estar encendiendo otro. Al número dos
del Papa le han llovido las críticas tras estos comentarios. "Me gustaría conocer los
estudios científicos que él dice tener porque no comparto ese juicio... La pedofilia es un
trastorno mental de índole sexual que afecta tanto a homosexuales como a
heterosexuales", dijo el senador demócrata cristiano, Patricio Walker.

Como una nueva estrategia para hacer frente a una oleada de críticas por sus errores y
negligencias ante las denuncias en Europa y Estados unidos por casos de curas
pedófilos, el Vaticano divulgó este lunes por primera vez en su página de Internet un
documento con las medidas para luchar contra la pedofilia que obliga a denunciar ante
la justicia a los curas que cometen abusos contra menores.

Miembros de la Santa Sede aseguraron que el Papa “tomará otras iniciativas


sorprendentes”, como sorprendentes han sido las declaraciones de Bertone en Santiago
de Chile sobre el tema de la homosexualidad.
El texto enfatiza que los abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes “siempre”
deberán ser denunciados ante la justicia. El escrito deberá servir como guía para todas
las diócesis del mundo y recalca que las denuncias de abusos “a las autoridades
competentes deben respetar siempre la ley ordinaria” de cada país.

En estas denominadas “líneas directrices” el Vaticano recordó que para los casos más
graves de pedofilia, el Papa inmediatamente puede despojar de sus hábitos al sacerdote
acusado, sin esperar a que se concluya el proceso canónico.

La oficina de prensa de la Santa Sede dijo que se trata de un resumen de las medidas
establecidas en un documento interno del 2003 y que no habían sido divulgadas a la
prensa e incluye las indicaciones del “Motu Propio” o decreto promulgado por el papa
Juan Pablo II en el 2001 sobre el tema, titulado “Delicta Graviora” (delitos graves).

Observadores en asuntos del Vaticano estiman que Benedicto XVI está estudiando la
posibilidad de introducir la pedofilia como un delito que no prescribe, ya que ahora
prescribe 10 años después de que la víctima haya cumplido 18 años.

Polémica visita del Papa a Inglaterra

Benedicto XVI quien debe visitar Gran Bretaña del 16 al 19 de septiembre próximos,
podría ser acusado por “crímenes contra la humanidad” en ese país. Dos ateos militantes
lo acusan de haber ayudado a encubrir abusos de curas pedófilos.

Los demandantes, el científico Richard Dawkins y el periodista Christopher Hitchens


tienen la intención de entablar las acciones pertinentes ante la justicia británica y la
Corte Penal Institucional (CPI) de La Haya.

Mark Stephens, abogado de Dawkins afirmó en sus declaraciones para el diario The
Guardian, que esperan que el Papa explique “cómo parece que antepuso la reputación
de la Iglesia católica al bienestar de los niños”. Por su parte Hitchens afirmó que “el
Papa no está por encima de la ley”.

El experto en derecho Internacional de la Universidad de Oxford, aclaró que esta


tentativa no tenía “ninguna posibilidad” de resultar puesto que el Papa goza de
inmunidad “en tanto que jefe de Estado”. A lo que el abogado de los denunciantes
respondió que El Vaticano no es un Estado propiamente dicho, por lo que el Papa no se
beneficia de la inmunidad inherente a los jefes de Estado.

Entre tanto, voceros del sumo pontífice anunciaron el martes que Benedicto XVI está
“siempre” dispuesto a reunirse con las víctimas de abusos sexuales cometidos por
sacerdotes, pero a condición de que no sean fruto de “presión mediática”.

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