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EL PORTAL EDUCATIVO COMO GÉNERO DISCURSIVO MULTIMODAL

SVENSSON Viviana Corina


CURZA – UNCo.
vivianasvensson@hotamil.com
Eje Temático: aspectos metodológicos

Sabemos que la comunicación no es un proceso lineal: primero está la necesidad de


expresarse de un enunciador, luego la concepción de un sentido, después la elección de
un soporte y un género, la redacción, la búsqueda de un modo de difusión para,
finalmente, encontrarse con el destinatario. El modo de transporte y recepción del
enunciado condiciona la constitución misma del texto, es decir, moldea al género
discursivo. (MAINGUENEAU: 2007)

El objetivo de esta ponencia es presentar los aportes teóricos de algunos especialistas


en el análisis crítico del discurso - Maingueneau, van Leeuwen, Alicia Entel, Gutiérrez
Martin, Rodney Williamson – que nos brindan herramientas y metodologías para el
análisis de ciertos tipos de textos que se configuran con el advenimiento de Internet.
Aquí me referiré específicamente al portal educativo como un género discursivo.

El interés por la lectura de imágenes, sonido, mensajes visuales ha ido creciendo, ya


no en función de códigos adecuados para cada vía de comunicación (verbal o visual o
auditiva) sino de las interconexiones que se dan entre estas vías o modos de
comunicación. Esta preocupación por la intersección es la que ponen en evidencia los
autores mencionados y parten de disciplinas como la Pragmática, la Teoría de la
Enunciación, la Semiótica y el Análisis Crítico el Discurso. Han sentido la necesidad
teórica de dar cuenta que estas disciplinas no sólo trabajan el lenguaje sino también la
gestualidad, el habla, las imágenes, la escritura, objetos tridimensionales, colores,
música, entre otros modos de expresión. Por lo tanto, sus aportes brindan herramientas y
metodología de análisis acerca de los nuevos géneros multimodales. El portal que
servirá para ilustrar es del Ministerio de Educación de España, Instituto de Tecnologías
Educativas. http://www.isftic.mepsyd.es/profesores/
El Portal como acto de enunciación asimétrico

Cada enunciado es portador de un sentido estable, el que puso ahí su locutor. Este
sentido sería el que descifra el destinatario, que dispone del mismo código que el locutor
pues hablan la misma lengua. En esta interacción, el sentido se encuentra inscrito en el
conocimiento del léxico, la gramática de la lengua; y el contexto desempeña un papel
periférico, sólo sirve para suministrar datos que permitan salvar las ambigüedades de los
enunciados. Pero en este análisis, el contexto no está simplemente colocado alrededor
de un enunciado. Maingueneau sostiene que todo acto de enunciación es asimétrico, es
decir, el que interpreta el enunciado reconstruye su sentido a partir de indicaciones
dadas en el enunciado producido, pero no garantiza que lo que reconstruye coincida con
las representaciones del enunciador. Comprender un enunciado no es solamente
remitirse a la gramática y a un diccionario, es movilizar saberes muy diversos: hacer
hipótesis, razonar, construyendo un contexto que no es un dato preestablecido y estable.

Tomemos el portal del ITE. Su interpretación no es inmediata, debemos movilizar


conocimientos previos para atribuirle un sentido. En primer lugar, lo que se encuentra
en la portada (parte superior de la página) lo consideramos como una secuencia de
signos, como un enunciado, un sujeto que recurre a la lengua española con la intención e
transmitir cierto sentido a un destinatario. Por eso, las condiciones materiales de
`presentación desempeñan un papel fundamental para que el enunciado reciba valor
pragmático, es decir que instituya cierta relación con su destinatario; que se muestre,
que sea evidente ese valor pragmático; porque si el usuario no logra determinar cuál es
ese acto no adoptará un comportamiento adecuado en relación con el enunciado.

Para construir una interpretación el destinatario debe hacer la hipótesis de que el


productor del enunciado respeta ciertas “reglas de juego”. Por ejemplo, que el enunciado
es serio, que fue producido con la intención de comunicar algo que concierne a aquellos
a quienes está dirigido. Aunque este carácter de seriedad no está en el enunciado de una
manera tan visible, es una condición de su buena interpretación. Nos enfrentamos con
un saber mutuamente conocido. Esta problemática es conocida como leyes del discurso
y desempeña un papel muy importante en la interpretación de los enunciados pues
constituyen un conjunto de normas a las que los participantes supuestamente se adaptan
no bien participan en un acto de comunicación-Grice las hace depender de un ley
superior que denomina principio de cooperación.
El principio de cooperación es una de las maneras de expresar algo que es
constitutivo de la comunicación. Por ejemplo, P Charaudeau ve en el fundamento de
todo enunciado, un “contrato de comunicación” que implica: 1) la existencia de normas
de convenciones aceptadas por los participantes para regir la comunicación; 2) un
reconocimiento mutuo de los participantes, de sus roles y del marco de su comunicación;
y 3) la pertinencia del discurso a múltiples géneros discursivos que definan la situación
de comunicación. De esta manera, se configura la competencia comunicativa –tanto del
enunciador como del enunciatario.

Un discurso siempre se presenta en la forma de un género discursivo particular: un


boletín meteorológico, un informe de reunión, o en el caso que nos ocupa, un portal de
internet. En cada sociedad no se encuentran los mismos géneros discursivos, por eso
aquí tratamos el portal como un género discursivo particular. Aunque no dominemos
algunos géneros, somos capaces de identificarlos y conducirnos de manera conveniente.
Todo enunciado forma parte de una categoría de discursos, de un género discursivo. Los
locutores del portal organizan los textos que se producen en este espacio discursivo
virtual orientados hacia un fin, por ejemplo los “Recursos educativos” están organizados
por áreas curriculares y niveles educativos y ubicados en los márgenes izquierdo y
derecho, respectivamente; los “destacados para profesores” ocupa el sitio central de la
página; y sobre el margen derecho “destacamos”, es decir, utilizan el “nosotros inclusivo”
con el fin de destacar el contenido de esa zona del portal para apelar al destinatario. En
resumen, disponen de una multiplicidad de términos para categorizar la variedad de
textos que se producen. Estas categorías varían en función de los usos que se hace de
ellos: tienen en cuenta el oficio del destinatario, los intereses, gustos y las necesidades de
la vida cotidiana.
A partir del momento en que identificamos un enunciado como “recursos educativos”,
“nivel: Bachillerato”; “asignatura: Lengua y Literatura”; “recurso “Narradores actuales”
nos preguntamos ¿cuál es la escena de la enunciación de este texto? Maingueneau nos
habla de tres escenas de enunciación que envuelven a todo enunciado: la escena
englobante, la escena genérica y la escenografía. En el ejemplo del portal, la escena
englobante es la de un portal de Internet (tipo de discurso); la escena genérica es la de un
portal educativo para ciertos diferentes actores sociales (género discursivo); y por último,
la escenografía es la que ofrece recursos para distintos niveles educativos con opciones
de lectura, análisis de textos, actividades prácticas, novedades y zona de descarga. La
escenografía tiene por objeto hacer pasar el marco escénico al segundo plano, pues todo
discurso –por su mismo despliegue- pretende convencer instituyendo la escena de
enunciación que lo legitima. Por ejemplo, si entramos al portal educativo y elegimos un
recurso para el Bachillerato como narradores actuales, nos damos cuenta de que la
escenografía no es simplemente un marco, un decorado, como si el discurso emergiera
en el interior del un espacio ya construido e independiente de dicho discurso; sino que al
desarrollarse valida la escena misma a través de la cual surgen dichos contenidos. La
escenografía legitima un enunciado. Para ello, la escenografía debe estar adaptada al
producto: debe existir una conveniencia entre “El portal educativo” y las características
atribuidas a los “recursos para el profesorado”

De esta manera, el lector de este portal se ve envuelto simultáneamente por tres


escenas. Cuando el lector-navegante entra a un sitio en Internet es capaz de determinar
el tipo de discurso al que se enfrenta: religioso, educativo, político, etc.; en otras
palabras, sobre qué escena englobante debe ubicarse para interpretarlo, de qué manera
lo interpela, en función de qué finalidad está organizado. La escena genérica se
corresponde con los géneros discursivos (académicos, literarios, periodísticos, etc.) pues
cada género discursivo define sus propios roles, por ejemplo, en el portal tenemos
asignaturas, textos, actividades para docentes, alumnos y la familia. Estas dos escenas la
englobante y la genérica, definen el marco escénico del texto. Si el lector-navegante elige
un recurso, por ejemplo narradores actuales,
sabe que un enunciado como éste satisface las
obligaciones que impone el género porque
contrasta esa escenografía sobre otros textos del
mismo género. En síntesis, el lector lee el portal
con este marco presente en la mente.

Narradores actuales constituye uno de los marcos escénicos del portal educativo. Es
un recurso semiótico que plantea una metodología para el análisis del relato:
contenido, lenguaje, tema, estructura, interpretación, mecanismos narrativos y
actividades, forman parte de los saberes curriculares orientados a la producción de un
comentario de texto y al dominio del análisis crítico del discurso orientado a un género
discursivo particular: la narración.

Hasta aquí se ha presentado los enunciados como el producto de una enunciación que
implica una escena. Pero no debemos descuidar que todo acto de enunciación viene de
un enunciador encarnado; aunque el enunciado sea escrito es sostenido por una voz que
implica un sujeto que va más allá del texto.

Retomando la idea planteada al inicio, diseño, palabra, imagen se entrecruzan en el


portal dentro del ciberespacio; allí se producen intersecciones entre elementos verbales y
visuales. La teoría multimodal (Kress & van Leeuwen 2001) nos propone un enfoque
sobre el discurso en el que éste no se ve como un objeto de estudio aislado, sino como
parte de un proceso. La teoría multimodal nos habla de discursos en plural porque su
única existencia real es a través de actos de comunicación, en los que cada discurso entra
en combinación con otros. Foucault nos enseña que el discurso es una construcción
social, pero la significación social del discurso sólo se puede apreciar enfocando todo el
proceso comunicativo, desde su concepción hasta las condiciones materiales y técnicas
de su distribución.

El portal, entonces, no es un simple medio de transmisión de un enunciado o


“recursos educativos”; la forma textual del portal educativo como género discursivo
multimodal, también es contenido. Por lo tanto, en la selección y análisis de materiales
educativos no solo debemos atender a los temas sino también a los canales semióticos a
través de los cuales se transmite esa información.

Cuando el lector se enfrenta a un género multimodal es interesante analizar las


formas en que los distintos “recursos” textuales se hacen visibles y le proponen una
interacción en ese espacio virtual y por consiguiente, una
valoración. Buckingham nos propone considerar los
géneros multimodales teniendo en cuenta tres
modalidades de inclusión predominantes: la primera,
como fuente de información para tratar ciertos
contenidos curriculares; la segunda, como objeto de
estudio en sí; y la tercera, como portadores de cierta
gramática o principio.

La primera modalidad privilegia la dimensión del


contenido. Se trata de producciones que son realizadas
por expertos en ámbitos ajenos a lo educativo y que son recuperadas por su claridad en la
exposición, por la profundidad del contenido o por presentar nuevas perspectivas en su
tratamiento. En el portal educativo, se trata de contenidos que coinciden con los
curriculares. Esta modalidad de integración está muy difundida y responde a la
necesidad de incluir múltiples voces en los escenarios educativos.

La segunda modalidad se centra en los medios de comunicación como objeto de


estudio, de manera de formar ciudadanos críticos que sean capaces de desnaturalizar los
mensajes que los medios de comunicación masiva proponen. Para ello debemos prestar
atención a: la producción, el lenguaje, la representación y la audiencia (Buckingham,
2005). Analizar la producción implica reconocer que son elaboraciones de un grupo
económico o político (en nuestro ejemplo, es el Instituto de Tecnologías Educativas del
Ministerio de Educación de España) quienes generan mecanismos de control e influyen
en la accesibilidad y en la participación social de grupos minoritarios. El estudio de los
lenguajes requiere considerar las escenas de la enunciación de las que ya hemos hablado
y analizado. La noción de representación es básica cuando analizamos medios de
comunicación porque nos enseña a distinguir la realidad de las construcciones que los
medios realizan sobre ella. Dichas representaciones nos invitan a ver el mundo de
determinada manera y no de otra. Esta dimensión está relacionada con las ideologías y
los valores que el medio busca transmitir. El realismo, los estereotipos, las presencias y
también las ausencias son algunos de los aspectos que no escapan al análisis. Y con
respecto a la audiencia debemos prestar atención a los procesos de elección y medición
de la misma; las formas que tienen los individuos y grupos sociales de dar sentido y
responder a estos enunciados (edad, clase social, colectivo étnico, etc.).

Por último, la tercera perspectiva supone recuperar la gramática o los principios


que subyacen en el diseño de estos recursos para ser transferidos. La transferencia puede
darse por dos vías: baja o alta. La vía baja es producto de un aprendizaje que se logra a
través de una práctica reiterada; propicia un tipo de pensamiento casi automático. La
transferencia por vía alta supone un aprendizaje que se logra a partir del desarrollo del
pensamiento de orden superior, es decir, la capacidad de formular generalizaciones sobre
la base de la evidencia. (Eggen, 2000).

Para resumir, la teoría multimodal plantea el discurso como una realidad cambiante,
evolutiva, histórica, que sólo se puede captar a través de un diseño y un contexto
comunicativo. El ejemplo del Portal educativo es útil para comprender e interpretar el
acto comunicativo. Los detalles materiales y técnicos de la producción y distribución del
portal como género discursivo multimodal cobran una especial importancia, pues para
comprender su naturaleza y asignarle una valoración debemos tener en cuenta las tres
modalidades de interacción planteadas por Buckimgham –contenido, objeto de estudio
del medio de comunicación y gramática subyacente). Los aportes de la teoría multimodal
son esenciales para un análisis verdaderamente crítico del discurso.
REFERENCIAS

BUCKINGHAM, D. (2005) Educación en medios. Alfabetización, aprendizaje y cultura


contemporánea, Buenos Aires: Paidós.

ENTEL, Alicia. Ideando. En Revista Constelaciones. Fundación Walter Benjamin. Año II,
Nº 2, 2005. [ Alicia Entel es profesora titular de Teorías de la Comunicación, FCS-
UBA y de Comunicación y Cultura en la UNER.. Investiga actualmente la relación
entre Imagen y Cognición y temas de cultura urbana]

MAINGUENEAU, Dominique (2009) Análisis de textos de comunicación. 1ª ed. Buenos


Aires: Nueva Visión. ISBN: 978-950-602-587-8.

Módulo: Análisis de materiales digitales. “Los recursos educativos en la enseñanza”, en


FLACSO VIRTUAL, Diplomatura en Educación y Nuevas Tecnologías. Cohorte 6,
2009.

VAN LEEUWEN, Theo (1998) Heteroglosia programada: análisis crítico de un interfaz de


ordenador. En FLACSO VIRTUAL, Diplomatura en Educación y Nuevas
Tecnologías. Cohorte 6, 2009.

WILLIAMSON, Rodney (Universidad de Ottawa) “¿A qué le llamamos discurso en una


perspectiva multimodal? Los desafíos de una nueva semiótica”. Ponencia en
Santiago de Chile, septiembre 2005.

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