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Asignatura: NEUROPSICOLOGIA
Año de la carrera: 1°
Blog: www.catedradeneuropsicologia.blogspot.com
FUNDAMENTOS DE LA MATERIA:
OBJETIVO GENERAL:
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
UNIDAD 1.
TEMAS:
• Introducción a la psicofisiologia: el cerebro, comprendiendo la
conciencia humana, naturaleza de la psicología
• Estrategias para aprender
• Breve descripción: Sistema Nervioso Central (SNC) y Sistema
Nervioso Periférico (SNP).
• Grandes divisiones del cerebro
UNIDAD 2.
TEMAS:
Neuropsicoanatomía funcional. Estructuras implicadas en el
campo de estudio de la neuropsicología. La neurona, neuroglia y
tipos celulares. Fibras nerviosas
• Neurotransmición
UNIDAD 3.
TEMAS:
• Estructura y localización funcional de la corteza cerebral.
• Estructura de la corteza cerebral. Capas de la corteza cerebral.
• Mecanismos de la corteza cerebral. Areas corticales.
UNIDAD 4.
TEMAS:
• Neuropsicoanatomía funcional. El cerebro y su
funcionamiento.
• Tálamo, subtálamo, hepitálamo, hipotálamo, sustancia gris,
sustancia blanca, ven trículos.
Unidad 5.
TEMAS:
Las clases
Las clases estarán a cargo del profesor titular y/o del profesor adjunto tanto
para lo teórico como para lo práctico.-
En cada clase se especificará el tema que deberá ser conocido por el alumno
en la tutoría siguiente.-
Evaluación:
A tener en cuenta:
UNIDAD I
Introducción a la psicofisiologia: el cerebro, comprendiendo la conciencia
humana, naturaleza de la psicología
Desde los tiempos más remotos la gente ha creído que posee algo intangible que
le da la vida, una mente, un alma, o un espíritu. Esta ciencia surge del hecho de
que cada uno de nosotros es conciente de su propia existencia. Cuando pensamos
o actuamos, sentimos como si algo en nuestro cuerpo interior estuviera pensando
o decidiendo actuar. ¿Pero cual es la naturaleza de la mente humana? Tenemos un
cuerpo físico, con músculos que lo mueven y órganos sensoriales, como los ojos y
los oídos, que perciben información del mundo que nos rodea. En nuestro cuerpo,
el sistema nervioso juega un papel central, recibiendo información de los órganos
sensoriales y controlando los movimientos de los músculos. Pero ¿qué papel juega
la mente? ¿Controla al sistema nervioso? ¿Es una parte del sistema nervioso? ¿Es
algo físico y tangible, como el resto del cuerpo, o es un espíritu que siempre
permanecerá oculto?
Este enigma se ha denominado históricamente el problema mente-cuerpo. Los
filósofos han intentado solucionarlo durante muchos siglos, y, en épocas más
recientes, los científicos han asumido esta tarea. Básicamente, se han seguido dos
enfoques diferentes: el dualismo y el monismo. El dualismo defiende la doble
naturaleza de la realidad. Mente y cuerpo son distintos; el cuerpo está compuesto
por materia corriente, pero la mente no. El monismo sostiene que todo en el
universo se compone de materia y energía y que la mente es un fenómeno deri-
vado del funcionamiento del sistema nervioso.
La mera especulación sobre la naturaleza de la mente no nos lleva a ninguna
parte. Si pudiéramos resolver el problema mente-cuerpo simplemente
reflexionando sobre ello, los filósofos lo habrían hecho hace mucho tiempo. Los
psicólogos fisiológicos adoptan una postura empírica, práctica y monista ante el
estudio de la naturaleza humana. La mayoría de nosotros cree que una vez que
sepamos cómo funciona el cuerpo humano (y, en particular, cómo funciona el
sistema nervioso) el problema mente-cuerpo se habrá resuelto. Podremos explicar
cómo percibimos, cómo pensamos, cómo recordamos y cómo actuamos. Podremos
incluso explicar la naturaleza de la consciencia de nosotros mismos. Desde luego,
estamos lejos de comprender el funcionamiento del sistema nervioso, de modo
que sólo el tiempo dirá si esta creencia está justificada. En cualquier caso, no hay
manera de estudiar los fenómenos que no son físicos en el laboratorio. Todo lo que
podemos detectar con nuestros órganos de los sentidos y nuestros instrumentos
de laboratorio son manifestaciones del mundo físico: materia y energía.
¿Llegará a comprender totalmente el cerebro humano su
propio funcionamiento? Grabado del siglo XVI de la primera edición de De Humani
corporis fabrica (Acerca del funcionamiento del cuerpo humano), de Andreas Vesalius.
(Cortesía de La National
Library ofMedicine).
Sobrevista del SNC humano (2) que consiste del encéfalo (1) y la medula espinal
(3)
Las células que forman el sistema nervioso central se disponen de tal manera que
dan lugar a dos formaciones muy características: la sustancia gris, constituida por
los cuerpos neuronales, y la sustancia blanca, formada principalmente por las
prolongaciones nerviosas (dendritas y axones), cuya función es conducir la
información. En resumen, el sistema nervioso central es el encargado de recibir y
procesar las sensaciones recogidas por los diferentes sentidos y de transmitir las
órdenes de respuesta de forma precisa a los distintos efectores. Y se puede decir
que el sistema nervioso central es uno de los más importantes de todos los
sistemas que se encuentra en nuestro cuerpo.
- Sistema nervioso somático: Activa todas las funciones orgánicas (es activo).
- Sistema nervioso autónomo o vegetativo: Protege y modera el gasto de energía.
Está formado por miles de millones de largas neuronas, muchas agrupadas en
nervios. Sirve para transmitir impulsos nerviosos entre el S.N.C y otras áreas del
cuerpo.
• Nervios espinales, que son los que envían información sensorial (tacto,
dolor) del tronco y las extremidades hacia el sistema nervioso central a
través de la médula espinal. También envían información de la posición y el
estado de la musculatura y las articulaciones del tronco y las extremidades a
través de la médula espinal. Reciben órdenes motoras desde la médula
espinal para el control de la musculatura esquelética; y son 31 pares de
nervios cada uno con dos partes o raíces una auditiva y otra motora.
Auditiva: Es la que lleva los impulsos desde los receptores hasta la médula
espinal. Motora: Es la que lleva los impulsos desde la médula espinal hasta
los efectores correspondientes
Raíces:
• Raíces cervicales
• Raíces torácicas = Raíces dorsales
• Raíces lumbarehhd
• Raíces sacras
Plexos:
• Plexo cervical
• Plexo braquial
• Plexo lumbosacro
Nervios:
• Pares craneales
• Nervios de miembros superiores
• Nervios de miembros inferiores
Neocorteza
Ganglios basales
Cerebro anterior Telencefalo Cerebro
Ventrículos
laterales anterior
(procencefalo) Sistema límbico
Tálamo
Diencefalo
Epitálamo
Hipotálamo
Glándula pineal
Tercer ventrículo
Mielencéfalo
Bulbo Raquideo
Cuartio ventriculo
Unidad II
ESTRUCTURAS IMPLICADAS EN EL CAMPO DE ESTUDIO
DE LA NEUROPSICOLOGÍA
En el SNC existe una separación entre los cuerpos celulares de las neuronas y sus
prolongaciones. Esto hace que se reconozcan en el encéfalo y en la médula espinal
dos porciones distintas denominada sustancia blanca y sustancia gris.
La sustancia gris se llama así porque muestra esta coloración cuando se observa
macroscópicamente, formada principalmente por cuerpos celulares de las
neuronas y las células de la glía conteniendo también prolongaciones de neuronas.
La sustancia blanca está constituida por prolongaciones de neuronas y por células
de la glía, con gran cantidad de un material blanquecino, la mielina, que envuelve
a los axones de las neuronas.
Las neuronas responden a las alteraciones del medio en que se encuentran
(estímulos) con modificaciones en la diferencia de potencial eléctrico existente
entre las superficies externa e interna de la membrana celular, llamado impulso
nervioso.
Las funciones fundamentales del sistema nervioso son:
Neuronas
Las células nerviosas o neuronas, están formadas por
un cuerpo celular o pericarion, que contiene el núcleo
del cual parten las prolongaciones. En general el
volumen total de las prolongaciones de una neurona es
mayor que el cuerpo celular.
Presenta 3 componentes:
SINAPSIS
Neuroglia
Son varios tipos celulares presentes en el SNC junto a las neuronas, en las
que hay diferencias morfológicas, embriológicas y funcionales. No se observan
bien y necesitan técnicas especiales de tinción.
Se calcula que en el SNC hay 10 células de la glía para cada neurona, pero
debido al menor tamaño ocupan más o menos la mitad del volumen del tejido.
Existen tres tipos de neuroglías. Se caracterizan por ser células no
excitables, forman una cuarta parte del volumen del tejido encefálico. Estas
células se caracterizan por mantener su división celular durante toda la vida, los
tres tipos existentes son:
1.- Los Astricitos
2.- Los Oligodendrocitos
3.- La Microglías
1 -Astrositos
Son las mayores células de la neuroglia y se caracteriza por la riqueza y
dimensiones de sus prolongaciones citoplasmáticas que se dirigen en todas
direcciones. Los astrocitos poseen núcleos esféricos y centrales.
Entre sus prolongaciones muchas aumentan de grosor en sus porciones
terminales, formando dilataciones que envuelven la pared endotelial de los
capilares sanguíneos. Estas dilataciones se llaman pies vasculares de la neuroglia.
Los astrocitos orientan sus prolongaciones en el sentido de la superficie de los
órganos del SNC donde forman una capa.
Los astrocitos forman el principal tejido de sostén del sistema nerviosos
central, tienen forma de estrellas con finas ramificaciones, en los extremos libres
de algunas de ellas existen pequeños abultamientos llamados Pies Terminales.
Este tipo de células se ubica cercano a los vasos sanguíneos conformando con
estos la llamada Barrera
2 -Oligodendrocitos
3 - Microglia
Células ependimarias
Estas células derivan del revestimiento interno del tubo neural embrionario y
se mantienen en disposición epitelial mientras que las otras células de allí
originadas adquieren prolongaciones transformándose en neuronas y células de la
neuroglia.
Las células ependimarias revisten las cavidades en encéfalo y la médula y
están en contacto inmediato con el líquido cefalorraquideo encontrándose en estas
cavidades. Son células cilíndrica con la base afilada y muchas veces ramificada,
dando origen a prolongaciones largas que se sitúan en el interior del tejido
nervioso. Sus núcleos son alargados. En el embrión las células ependimarias son
ciliadas y algunas permanecen así en el adulto. La función del número variable de
cilio presentes en la superficie luminal es propeler el líquido cefalorraquideo, así
mismo las células ependimarias tienen importancia en los procesos de absorción y
secreción.
Fibras nerviosas
Están constituidas por un axón y por sus vainas envolventes. Los grupos de fibras
nerviosas forman haces o tractos del SNC y los nervios del SNP.
Todos los axones del tejido nerviosos adulto, están envueltos por pliegues únicos o
múltiples formados por una célula envolvente. En las fibras nerviosas periféricas
esta célula se denomina célula de Schwann. En el SNC las células envolventes son
los oligodendrocitos. Los axones de pequeño diámetro están envueltos por un
único pliegue de cada célula envolvente, constituyendo las fibras nerviosas
amielínicas. En los axones de mayor calibre, la célula envolvente forma un
repliegue envolviendo en espiral el axón. Cuando mayor es el calibre mayor es el
número de repliegues provenientes de las células de revestimiento. el conjunto de
estas envolturas concéntricas se denomina vaina mielínica y las fibras se llaman
fibras nerviosas mielínicas. La conducción del impulso nervioso es
progresivamente más rápido en axones de mayor diámetro y con vaina de mielina
más gruesa, esta vaina se denomina neurilema.
El proceso de mielinización comienza durante el desarrollo fetal y continúa aun
después del nacimiento. Comienza con una invaginación de una sola fibra nerviosa
en una célula de Schwann luego el axón es envuelto con un estrato citoplasmático
en espiral de la célula de Schwann, continúa el proceso y el citoplasma es
excluido, en la maduración los estratos formados por las membranas plasmáticas
se fusionan uno con otro constituyendo la membrana mielínica.
La vaina mielínica de un axón individual es formada por varias células de
Schwann, existen cortos intervalos a lo largo del axón que no son cubiertos por la
mielina, estos puntos son conocidos como nódulos de Ranvier. En las fibras
amielínicas no existen nódulos de Ranvier.
La sustancia gris de SNC es rica en fibras nerviosas amielínicas, estas están
envueltas por expansiones terminales de los oligodendrocitos.
Ilustraciones del tejido nervioso. University of Kansas Medical Center. (Internet requerido).
Nervios
En el SNP las fibras nerviosas se agrupan en haces dando origen a los nervios. Los
nervios son blanquecinos (mielina).
El estroma, tejido de sostén de los nervios, está constituida por una capa más
extensa de tejido conectivo denso, el epineuro que reviste el nervio y rellena los
espacios entre los haces y fibras. Cada uno de estos haces está revestido por una
vaina de varias capas de células aplanadas yuxtapuestas, el perineuro. Las células
de la vaina perineural se unen unas a otras por uniones íntimas o uniones Tight,
constituyendo una barrera a muchas macromoléculas. Dentro de la vaina
perineural se hallan los axones cada uno envuelto por una vaina de células de
Schwann, con una capa basal y una cubierta conjuntiva de fibras reticulares el
endoneuro.
Los nervios poseen fibras aferentes y eferentes en relación al sistema nervioso
central (sensitivos y motores).
NEUROTRASMISORES.
El concepto de neurotransmisores es central con el conjunto de las
neurociencias. Desde que Cajal mostrara la auténtica textura del sistema nervioso,
formado por neuronas individuales pero relacionadas entre sí por interconexiones
específicas y altamente estructuradas, quedó planteada la necesidad de un
vehículo para la transmisión nerviosa. En la actualidad la transmisión química se
acepta como el sistema principal de comunicación entre neurona y neurona, o
entre neurona y órgano efector, sea éste músculo o glándula.
Cuando un impulso nervioso, propagándose por una neurona, llega a una
terminación nerviosa, la siguiente neurona resulta influida de manera que la
probabilidad de que a su vez genere impulsos se modifica. De la membrana
presinática se libera una substancia química, neurotransmisor, que se difunde en
el espacio que separa ambas células y se fija en la membrana postsináptica.
En la sinapsis exitadora el transmisor produce una disminución del potencial de
membrana y evitar la formación de nuevos impulsos o reducir su frecuencia. El
que una sinapsis sea excitadora o inhibidora depende del transmisor químico
sintetizado o almacenado por la célula presináptica y de los receptores existentes
de la membrana postsináptica. Dado que una neurona recibe impulsos de
numerosas sinapsis será estimulada o no según sea la suma de los numerosos
efectos que determinará su velocidad de emisión de estímulos.
En la última década se ha progresado considerablemente en la identificación de
distintas substancias transmisoras, su distribución neuroanatómica y en la
elucidación de los mecanismos moleculares implicados en su función sináptica.
También se ha puesto en evidencia qu muchas de las substancias que poseen
acción sobre el sistema nervioso, y en particular sobre el comportamiento, sean
fármacos o neurotoxinas, deben su capacidad a interferir ciertos aspectos dela
transmisión química y existen datos que surgieren que la causa de las
enfermedades mentales podría atribuirse a defectos en la transmisión química del
cerebro.
Aspectos Generales.
Neurotransmisores, neuromoduladores y neuromediadores.
En las conexiones entre la neuronas o entre neuronas y órganos efectores,
llamadas sinapsis, el mensaje nervioso debe atravesar el espacio que las espera.
Por regla general, la propagación del impulso nervioso a través del espacio
sináptico está a cargo de un mecanismo químico: los impulsos que llegan a la
terminación nerviosa provocan la liberación de un transmisor químico que,
atravesando el espacio sináptico, se dirige a la membrana de la neurona
postsináptica, en donde se combina con unas moléculas específicas llamadas
“receptores”. Como consecuencia de esta interacción se originan los procesos
bioeléctricos que dan lugar a la respuesta característica en la célula postsináptica.
Esta respuesta, debida a la alteración de la permeabilidad de los iones de la
membrana postsináptica, puede ser una despolarización (excitación) o una
hiperpolarización (onhibición). A medida que se produce una despolarización,
aumenta la posibilidad de que se desarrolle una respuesta del tipo “todo o nada”
en forma de potencial de acción, que se propaga a través del axón de la neurona
postsináptica. El transmisor químico se encuentra generalmente en la terminación
del axón de la célula presináptica, y el receptor está situado o una dendrita
(conexión axón-dendrítica) o el soma neuronal (conexión axo-somática) de la
célula postsináptica, o bien en un músculo o glándula en el sistema nervioso
periférico. La estructura de la sinapsis es tal que los impulsos sólo pueden
transmitirse en una dirección de una célula a otra (transmisión unidireccional).
Los compuestos que propagan la información química entre células nerviosas
adyacentes reciben el nombre de neurotransmisores.
Existen algunos criterios que permiten establecer la identidad de un
nerotransmisor:
1. La substancia debe hallarse presente en los elementos presinápticos
del tejido neural.
2. En la neurona deben hallarse los precursores y las enzimas de
sintesis, generalmente en estrecha vecindad con el lugar en el que se
presume que se desarrollará la acción.
3. La estimulación nerviosa (química, eléctrica) presináptica debe
producir una liberación de la substancia en cantidades de fisiológicamente
significativas.
4. La aplicación directa de la substancia en la sinapsis debe producir
unas respuestas idénticas a las que produce la estimulación de neurona
presináptica.
5. Deben encontrarse presentes receptores que interactúen con la
substancia, y deben hallarse en estrecha vecindad con las estructuras
presinápticas.
6. La interacción de la substancia con su receptor debe inducir cambios
en la permeabilidad de la membrana que conduzca a la aparición de
potenciales postsinápticos excitatorios o inhibitorios.
7. Deben existir mecanismos de inactivación específicos que sean
capaces de detener las interacciones de la substancia con su receptor.
Los neuromoduladores serían aquellas substancias que pueden modificar la
excitabilidad de las células nerviosas, amplificándola o disminuyéndola, pero que
se origina fuera de la sinapsis, y por tanto actuarían transinápticamente. Ejemplo
de tales substancias podrían ser las hormonas esteroideas circulantes y las
prostglandinas, así como el CO2 y el amonio. También se ha aplicado el término de
neuromodulador para definir a ciertos compuestos de origen neural que modifican
el nivel general de excitabilidad neuronal sin alterar el potencial de membrana o la
conductancia iónica, pero si la capacidad de otros neurotrasmisores para provocar
estos cambios. Algunos neuropéptidos tienen esta actividad: substancia P.,
encefalinas, hormona liberadora de tirotropina (TRH).
Los mecanismos a través de los que los transmisores neuroquímicos y otras
señales extracelulares producen las respuestas biológicas en las células “diana”
son muy complejos. La interacción del transmisor químico con su receptor produce
una serie de modificaciones comparables a las que se observan un sistema de
transductores. El receptor se comporta como un discriminador cuya activación
produce un estímulo inicial que, a través de la correspondiente trasducción,
amplificación o modulación, pone en marcha un sistema efector que da lugar al
efecto observado. Numerosos datos experimentales sugieren que la regulación de
la fosforilación de las proteínas es la vía final común de las acciones de muchos
neurotransmisores y neuromoduladores sobre las células nerviosas.
La secuencia de eventos podría ser la siguiente: las señales extracelulares
producidas por diferentes transmisores químicos o “primeros mensajeros”, o por el
propio impulso nervioso, evocarían las respuestas correspondientes regulando las
concentraciones intracelulares de adenosina 3’5’ -monofosfato cíclico (AMPc),
guanosina 3’5’ -monofosfato cíclico (GMPc) o calcio, que actuarían dentro de las
neuronas como “segundos mensajeros”. A estas substancias intracelulares se las
denomina neuromediadores de la respuesta nerviosa.
Probablemente, las acciones de estos neuromediadores (casi todas del AMPc o
del GMPc, y muchas del calcio) en el interior de la neurona se deben a la
activación de proteincinasas cuya actividad depende de la APMc, del GMPc y del
calcio. El cerebro contiene virtualmente un solo tipo de proteincinasa dependientes
del calcio, que formarían dos subclases: una, activada en conjunción con la
proteina fijadora del calcio llamada calmodulina, se denomina proteincinasa
dependiente del calcio/fosfatidilserina.
Aún quedan numerosos interrogantes que resolver para poder comprender las
complejas características de la fosforilación de proteinas dependientes del calcio.
En cualquier caso, parece claro que la activación de diferentes proteincinasas
da lugar a la fosforilación de proteínas substratospecificas, que producen, a través
de uno o más pasos, las respuestas biológicas correspondientes. Así, la
fosforilación de las proteínas puede estar implicada en actividades tan variadas
como la biosintesis de los neurotransmisores, el transporte axoplásmico, la
liberación del neurotransmisor, la generación de los potenciales postsinápticos, la
conductancia de los canales iónicos, la conformación y movilidad neuronal, la
elaboración de prolongaciones dentríticas y axónicas, y el desarrollo y
mantenimiento de las características diferenciales de las neuronas.
Hasta hace muy pocos años se conocían muy pocas substancias que pudieran ser
candidatas para la transmisión neuroquímica. En la actualidad se conocen más de
cuarenta de ellas que pueden actuar como transmisores.
Esencialmente, estas substancias pueden clasificarse en tres grupos distintos,
de acuerdo con su estructura química:
- Monoaminas.
Catecolaminas. Se denominan así a aquellos transmisores que derivan de un
mismo núcleo química, el núcleo catecol (o pirocatequina, o dihidroxibenceno).
Son la dopamina, la noradrenalina y la adrenalina (fig. 1).
- Indolaminas. La más importante es la sertonina o 5-hidroxitriptamina.
- Acetilcolina.
Histamina. (véase “La histamina como neurotransmisores en el Sistema Nervioso
Central”).
- Aminoácidos.
Excitatorios. Glutámico, aspártico, cisteico, homocisteico.
Inhibitorios. Gammaaminobutirico (GABA), glicina, taurina, B-alanina.
- Péptidos.
Hormona del
crecimiento
Sistema nervioso Ganglios vegetativos
vegativo
(inhibición)
NEUROTRANSMISOR ¿Qué hace? ¿Dónde?
noradrenalina Intelecto Locus ceruleos
(mesenc)
Vigilancia Corteza
Sueño REM
Sistema nervioso Ganglios vegetativos
simpático (incl. Receptores simpáticos
regulación presión
sanguínea)
Funciones motoras Médulas
cerebrales Células de Purkinaje
a) Intestino delgado
Además de su presencia en las células enterocromafines del intestino delgado,
la 5-HT se encuentra también en el plexo de Auerbach, donde probablemente
interviene en el peristaltismo. Los tumores de las células enterocromafines
(tumores carcinoides) producen 5-HT y otras substancias que provocan crisis de
rubor facial (“flushing”) y diarrea.
b) Cuerpo pineal.
Las grandes cantidades de 5-HT del cuerpo pineal sirven de precursor para la
síntesis de melatonina (5-metoxi-N-acetiltriptamina). La sintesis de 5-HT y de
melatonina en este órgano depende de la luz ambiente y sigue un ritmo diurno.
UNIDAD III
con las dendritas de células piramidales. Las células de Martinotti son pequeñas
células multipolares que están presentes en todos los niveles de la corteza). La
célula tiene dendritas cortas, pero el axón se dirige hacia la piamadre de la
corteza, donde termina en una capa más superficial, comúnmente la más externa.
El axón en su trayectoria da origen a algunas ramas colaterales cortas.
AREAS CORTICALES.
Estudios clinicopatológicos en el ser humano y estudios electrofisiológicos y con
ablación en animales han proporcionado evidencias de que las diferentes áreas de
corteza cerebral están funcionalmente especializadas. Sin embargo, la división
precisa de la corteza en diferentes áreas de especialización, como lo describiera
Brodmann, es una sobresimplificación y lleva a errores al lector. La simple división
de las áreas corticales en motoras y sensitivas es errónea, ya que muchas de las
áreas sensitivas son mucho más extensas de lo que se había descripto
originalmente y se sabe que pueden obtenerse respuestas motoras al estimular
áreas sensitivas. Hasta que se hayan dispuesto una terminología satisfactoria para
describir las diversas áreas corticales, las principales serán denominadas por su
ubicación anatómica.
Lóbulo frontal.
El área precentral se ubica en la circunvolución frontal ascendente e incluye la
pared anterior de la cisura de Rolando y las partes posteriores de las
circunvoluciones frontales superior, media e inferior; se extiende sobre el limite
superointerno del hemisferio hacia el lobulillo paracentral. Histológicamente, el
aspecto característico de esta área es la ausencia casi total de capas granulosas y
el predominio de células nerviosas piramidales. Las células piramidales gigantes
de Betz, que miden hasta 120 vm de largo y 60 vm de ancho, se concentran sobre
todo en la parte superior de la circunvolución frontal ascendente y el lobulillo
paracentral; su número disminuye hacia adelante en el circunvolución frontal
ascendente o hacia abajo hacia la cisura de Silvio. La gran mayor de las fibras
corticoespinales y coricobulbares se origina en pequeñas células piramidales en
esta área. Se ha estimado que hay entre 25.000 y 30.000 células de Betz que
representan sólo aproximadamente un 3% de las fibras corticoespinales. Es
interesante notar que la circunvolución pariental ascendente y la segunda área
somatosensitiva, así como los lóbulos occipital y temporal, también dan origen a
haces descendentes; intervienen en el control del ingreso sensitivo hacia el
sistema nervioso y no están implicados en el movimiento muscular.
El área precentral puede dividirse en regiones posterior y anterior. La región
posterior -conocida como área motora, área motora primaria o área 4 de
Brodmann- ocupa la circunvolución frontal ascendente que se extiende sobre el
límite superior hacia el lobulillo paracentral . El área anterior se conoce como área
premotora, área motora secundaria o área 6 de Bordmann y partes de las áreas
8,44 y 45. Ocupa la parte anterior de la circunvolución frontal ascendente y las
partes posteriores de las circunvoluciones frontales superior, media e inferior.
El área motora primaria, si es estimulada eléctricamente, produce movimientos
aislados en el lado opuesto del cuerpo, así como contracción de grupos musculares
vinculados con la realización de un movimiento específico. Aunque no ocurren
movimientos ipsilaterales aislados, se producen movimientos bilaterales de los
músculos extraoculares, los de la parte superior de la cara, la lengua y maxilar
inferior, y la laringe y faringe.
Las áreas de movimiento del cuerpo está representadas en forma invertida en
circunvolución ascendente. Comenzando desde abajo y pasando hacia arriba están
las estructuras que participan en la deglución , lengua, maxilares, labios, laringe,
párpados y cejas. La siguiente área es una región extensa para los movimientos de
los dedos de la mano, especialmente el pulgar, mano, muñeca, codo, hombro y
tronco. Los movimientos de la cadera, rodilla y tobillos estám representados en las
áreas más altas de la circunvolución frontal ascendente, los dedos del pie se
ubican en la cara interna del hemisferio cerebral en el lobulillo paracentral. Los
esfínteres anal y vesical también se ubican en lobulillo paracentral. El área de
corteza que controla un movimiento en particular es proporcional a la habilidad
necesaria en la realización del movimiento y no está relacionada con la masa de
músculo que participa de aquél.
Así, la función del área motora primaria consiste en llevar a cabo los
movimientos individuales de diferentes partes del cuerpo. Como ayuda para esta
función recibe numerosas fibras aferentes desde el área premotora, la corteza
sensitiva, el tálamo, el cerebelo y los ganglios basales. La corteza motora primaria
no es responsable del diseño del patrón de movimiento, sino que es la estación
final para la conversión del diseño en la ejecución del movimiento.
El área premotora, que es más ancha hacia arriba que en la parte inferior y se
estrecha hacia abajo hasta quedar limitada a la parte anterior de la cincunvolución
frontal ascendente, no tiene células piramidales gigantes de Betz. La estimulación
eléctrica del área premotora produce movimientos musculares similares a los
obtenidos por estimulación del área motora primaria; sin embargo, es necesaria
una estimulación más intensa para producir el mismo grado de movimiento.
El área premotora recibe numerosos ingresos desde la corteza sensitiva, tálamo
y ganglios basales. La función del área premotora consiste en almacenar
programas de actividad motora primaria. Participa en especial en el control de
movimientos posturales groseros a través de sus conexiones con los ganglios
basales.
El área motora suplementaria se ubica en la circunvolución frontal interna en la
cara interna del hemisferio y por delante del lobulillo pracentral. La estimulación
de esta área da como resultado movimientos de las extremidades contralaterales,
pero es necesario un estímulo más fuerte que cuando se estimula el área motora
primaria. La eliminación del área motora suplementaria no produce una pérdida
permanente de movimiento.
El campo ocular frontal se extiende hacia adelante desde el área facial de
circunvolución frontal ascendente hacia la circunvolución frontal media (partes de
las áreas 6, 8 y 9 de Brodmann). La estimulación eléctrica de esta región causa
movimientos conjugados de los ojos, especialmente hacia el lado opuesto. La vía
exacta seguida por las fibras nerviosas desde esta área no se conoce, pero se cree
que pasan hacia el tubérculo cuadrigémino superior que está conectado con los
núcleos de los músculos extraoculares por la formación reticular. Se considera que
el campo ocular frontal controla los movimientos de rastreo voluntarios del ojo y es
independiente de estímulos visuales. El seguimiento involuntario con los ojos de
objetos que se mueven comprende el área visual de la corteza occipital con la cual
está conectado el campo ocular frontal por fibras de asociación.
El área motora del lenguaje de Broca se ubica en la circunvolución frontal
inferior entre los ramos anterior y ascendente y los ramos ascendente y posterior
de la cisura de Silvio (áreas 44 y 45 de Brodmann). En la mayoría de las personas,
esta área es importante en el hemisferio izquierdo o dominante y su ablación da
como resultado parálisis del habla. En aquellos individuos en quienes el hemisferio
derecho es dominante, tiene importancia el área en el lado derecho. La ablación
de esta región en el hemisferio no dominante no tiene efecto sobre el habla.
El área del lenguaje de Broca produce la formación de palabras por sus
conexiones con las áreas motoras primarias adyacentes; son estimulados
apropiadamente los músculos de la laringe, boca, lengua y paladar blando y los
músculos respiratorios.
La corteza prefrontal es una área extensa que se ubica por delante del área
precentral. Incluye la mayor parte de las cincunvoluciones frontales superior,
media e inferior, las cincunvoluciones orbitarias, gran parte de la cincunvolución
frontal interna y la mitad anterior de la circunvolución del cuerpo calloso (áreas 9,
10, ll y 12 de Brodmann). Gran número de vías aferentes y eferentes conecta el
área prefrontal con otra áreas de la corteza cerebral, tálamo, hipotálamo y cuerpo
estriado. Las fibras frontoprotuberanciales también conectan esta área con el
cerebro a través de los núcleos de la protuberancia anular. Las fibras comisurales
del fórceps en menor y rodilla del cuerpo calloso unen esta áreas en ambos
hemisferios cerebrales.
El área prefrontal está vinculada con el carácter y la personalidad del individuo.
Como resultado del ingreso desde muchos sitios corticales y subcorticales, esta
área desempeña un papel como regulador de la profundidad de los sentimientos
de una persona. También influye en la determinación de la iniciativa y criterio de
una persona.
Lóbulo parietal.
El área somatoestésica ocupa la circunvolución parietal ascendente en la cara
externa del hemisferio y la parte posterior del lobulillo paracentral en la cara
interna (áreas 3, 1 y 2 de Brodmann). Histológicamente, la parte anterior de la
circunvolución parietal ascendente es el área que limita la cisura de Rolando (área
3), es de tipo granuloso y contiene sólo células piramidales dispersas. La capa
externa de Baillarger es ancha y muy obvia. La parte posterior de la
cincunvolución parietal ascendente (áreas 1 y 2) posee menos células granulosas.
Las áreas somatoestésticas primarias de la corteza cerebral reciben fibras de
proyección desde los núcleos ventral posterolteral y ventral posteromedial del
tálamo. La mitad opuesta del cuerpo está representada en forma invertida. La
región faringea, lengua y maxilares está representados en la parte más inferior de
la circunvolución parietal ascendente; esto va seguido por la cara, dedos de la
mano, brazo, tronco y muslo. La pierna y pie se hallan en la cara interna del
lobulillo paracentral. Las regiones anal y genital también se hallan en esta última
área. La proporción de la corteza para una parte del cuerpo en particular está
relacionada con su importancia funcional más que con su tamaño. La cara, labios,
pulgar e índice tienen áreas especialmente grandes.
Aunque muchas sensaciones llegan a la corteza desde el lado contralateral del
cuerpo, algunas desde la región oral van hacia el mismo lado y aquellas desde la
faringe laringe y perineo van hacia ambos lados.
El área somatoestética secundaria está en el labio superior del ramo posterior
de la cisura de Silvio. El área de la cara se ubica más hacia adelante y el área de la
pierna es posterior. El cuerpo está representado bilateralmente, con el lado
contrateral dominante. Las conexiones detalladas de esta área no se conocen,
pero se cree que los haces espinotalámicos está asociados con ella. Se desconoce
el significado funcional de esta área.
El área somatoestética de asociación ocupa el lóbulo parietal superior
extendiéndose hacia la cara interna del hemisferio (áreas 5 y 7 de Brodmann).
Esta área tiene muchas conexiones con otras áreas sensitivas de la corteza. Se
cree que su principal función consiste en recibir e integrar diferentes modalidades
sensitivas. Por ejemplo, permite reconocer objetos colocados en la mano sin ayuda
de la vista. En otras palabras, no sólo recibe información acerca del tamaño y
forma de un objeto, sino que relaciona esta información con experiencias
sensitivas pasadas de modo que la información puede ser interpretada y se
produce el reconocimiento del objeto.
Lóbulo occipital.
El área visual primaria (área 17 de Brodman) se ubica en las paredes de la parte
posterior de la cisura calcarina y en ocasiones se extiende alrededor del polo
occipital hacia la cara externa del hemisferio. Macroscópicamente esta área puede
reconocerse por la delgadez de la corteza y la estría visual y microscópicamente
se ve que es un tipo granuloso de corteza con sólo algunas células piramidales.
La corteza visual recibe fibras aferentes desde el cuerpo geniculado externo. Las
fibras pasan primero hacia adelante en la sustancia blanca del lóbulo temporal y
luego giran hacia atrás hacia la corteza visual primaria en el lóbulo occipital. La
corteza visual recibe fibras desde la mitad temporal de la retina ipsilateral y la
mitad nasal de la retina contralateral. Asi la mitad derecha del campo de visión
está representada en la corteza visual del hemisferio cerebral izquierdo y
viceversa. También es importante notar que los cuadrantes retinianos superiores
(campo inferior de visión) pasan hacia la pared superior de la cisura calcarina,
mientras que los cuadrantes retinianos inferiores (campo superior de visión) pasan
hacia la pared inferior de la cisura calcarina.
La mácula lútea, que es el área central de la retina y el área de visión más
perfecta, está representada en la corteza en la parte posterior del área 17 y
constituye un tercio de la corteza visual. Las partes periféricas de la retina en la
región de la ora serrata están representadas en la parte anterior del área 17.
El área visual secundaria (áreas 18 y 19 de Brodmann) rodea el área visual
primaria en las caras interna y externa del hemisferio . Esta área recibe fibras
aferentes desde el área 17 y otras áreas corticales, así como desde el tálamo. La
función del área visual secundaria consiste en relacionar la información visual
recibida por el área visual primaria con experiencias pasadas, permitiendo así al
individuo reconocer y apreciar aquello que está viendo.
Se cree que existe un campo ocular occipital en el área visual secundaria en el
hombre. La estimulación produce desviación conjugada de los ojos, especialmente
hacia el lado opuesto. Se cree que la función de este campo ocular es refleja y se
asocia con movimientos de los ojos cuando se está siguiendo un objeto. Los
campos oculares occipitales de ambos hemisferios están conectados por vías
nerviosas y también se cree que están conectados con el tubérculo cuadrigémino
superior. Por el contrario, el campo ocular frontal controla movimientos de
seguimiento voluntarios del ojo y es independiente de estímulos visuales.
Lóbulo temporal.
El área auditiva primaria (áreas 41 y 42 de Brodmann) incluye la circunvolución
de Heschl y se ubica en la pared inferior de la cisura de Silvio. El área 41 es
homotipica y principalmente es un área de asociación auditiva.
Las fibras de proyección hacia el área auditiva se originan principalmente en el
cuerpo geniculado interno y forman la radiación acústica de la cápsula interna.
Aunque algunos autores creen que ciertas regiones del área auditiva están
vinculadas con la recepción de sonidos de una frecuencia específica, otros
investigadores lo niegan. Una lesión unilateral del área auditiva produce sordera
parcial en ambos oídos, con la mayor pérdida en el lado contralateral. Esto puede
explicarse sobre la base de que el cuerpo geniculado interno recibe fibras
principalmente desde el órgano de Corti del lado opuesto así como algunas fibras
del mismo lado.
El área auditiva secundaria (corteza de asociación auditiva) se ubica por detrás,
del área auditiva primaria en la cisura de Silvio y en la circunvolución temporal
superior (área 22 de Brodmann). Se cree que esta área es necesaria para la
interpretación de sonidos.
El área sensitiva del habla de Wernicke se ubica en el hemisferio dominante
izquierdo, principalmente en la circunvolución temporal superior, con extensiones
alrededor del extremo posterior de la cisura de Silvio hacia la región parietal. El
área fe Wenicke está conectada con el área de Broca por haz de fibras nerviosas
denominado fascículo uniforme. Recibe fibras desde la corteza visual en el lóbulo
occipital y la corteza auditiva en la circunvolución temporal superior. El área de
Wenicke permite la comprensión de la escritura y lenguaje hablado y que una
persona pueda leer una frase, comprenderla y expresarla en voz alta.
Corteza de asociación.
Las áreas sensitivas primarias con su corteza granulosa y las áreas motoras
primarias con su corteza agranulosa forman sólo una pequeña parte del área de
superficie cortical total. Las áreas restantes tienen las seis capas celulares y por
ende se denominan corteza homotípica. Clásicamente, estas grandes áreas
restantes se conocían como áreas de asociación, aunque que no se sabe qué
asociaban precisamente. El concepto original, según el cual la corteza de
asociación recibe información desde las áreas sensitivas primarias, la integra y
analiza y la pasa a las áreas motoras, no hasido confirmado. Ahora es evidente,
como resultado de estudios clínicos y de experimentación en animales, que estas
áreas de la corteza tienen múltiples aferencias y eferencias y están muy
vinculadas con nuestra conducta, discriminación e interpretación de experiencias
sensitivas. Se reconocen tres áreas de asociación principales: prefrontal, temporal
anterior y parietal posterior.
Se cree que la corteza temporal anterior desempeña un papel en el
almacenamiento de experiencias sensitivas previas. Su estimulación puede hacer
que el sujeto recuerde objetos vistos o música escuchada en el pasado. En la
corteza parietal posterior, el ingreso sensitivo del tacto, presión y propiocepción es
integrado en conceptos de tamaño, horma y textura. Esta capacidad se conoce
como estereognosis. También forma la apreciación de la imagen corporal en la
corteza parietal posterior. Una persona podría desarrollar un esquema corporal
que es capaz de apreciar conscientemente. El lado derecho del cuerpo está
representado en hemisferio izquierdo y el lado izquierdo está representado en el
hemisferio derecho.
Cara externa
Cara interna
VER ATLAS INTERACTIVO
Ya dijimos como se forma la vaina de mielina a nivel del SNC y del SNP.
Recordemos que las celulas formadoras de mielina se enrrollan alrededor del axon
para formar la vaina de mielina. En las fibras nerviosas mielinicas la vaina esta
interrumpida regularmente por los nodos de Ramvier. La membrana del axon solo
puede ser estimulada a nivel de estos nodos y por ende el potencial de acción que
se genera, va saltando de un nodo a otro con gran velocidad (conducción
saltatoria). En las fibras nerviosas amielínicas, el impulso nervioso viaja más
lentamente ya que el axon no tiene mielina y el potencial de acción debe recorrer
toda la longitud de su membrana.
El cerebro y su funcionamiento
El Cerebro es la parte más grande del encéfalo y se ubica en las fosas craneales
media y anterior del cráneo, ocupando toda la concavidad de la bóveda del
cráneo. Puede divirse en dos partes: el diencéfalo, que forma el centro, y el
telencéfalo, que forma los hemisferios cerebrales.
Partiremos de un concepto frecuentemente dejado de lado, hasta olvidado, en la
participación del cerebro en la conducta humana y más aún en la patología.
No podemos olvidar que todo comportamiento y experiencia es mediado por el
cerebro. No existe comportamiento, pensamiento o emoción que sea posible sin
una correspondiente reacción cerebral.
Las anormalidades del comportamiento humano, son frecuentemente reflejos
de una función cerebral anormal, expresión, muchas veces de una estructura
cerebral anormal.
Esta premisa no niega la influencia de aprendizajes, educación, hechos
cotidianos o de la dimensión sociocultural de la existencia humana.
Estos factores crean el contexto del comportamiento y ejercen poderosas
influencias evolutivas y situacionales.
En todos los casos, sin embargo, los efectos socioculturales son mediados por
funciones cerebrales.
De este modo, un acercamiento al comportamiento humano demanda,
necesariamente, comprensión acerca de las bases neurológicas del conocimiento,
emoción y por supuesto de la psicopatología.
Describir la anatomía neuroendocrinológica implica una tarea relativamente
sencilla, en razón de que contamos con muchos aportes en relación con el sistema
hipotálamohipofisiario.
Sin embargo caeríamos en el torpe reduccionismo de "disecar" a estas estructuras
aislándolas del resto de cerebro, atribuyéndole sólo un papel homeostático, aunque
relevante para la vida; por el contrario, "integradas se perfeccionan", constituyendo
entonces centros emocionales y motivacionales.
Como veremos, nuestro protagonista seguirá siendo el hipotálamo, pero ahora,
trataremos de explicar como este participa en rendimientos de estructuras
jerarquizadas que repercuten en la toma de decisiones, en definitiva en la conducta
humana.
Mirando desde esta perspectiva, al agregar los aspectos emocionales y
motivacionales, desde el hipocampo a la corteza y centros subcorticales y desde
estos al hipotálamo, entramos en el terreno de la psiconeuroendocrinología.
Se supone que el sistema inmunitario es sensible a circunstancias externas
captadas por mecanismos neuronales receptivos. Sabemos de potentes fuerzas, no
inmunológicas, que influyen en el desarrollo y la expresión de la inmunidad (ciclos
biológicos, estados de ánimo, sentimientos, etc.). Se describen respuestas
inmunitarias fortalecidas a partir de situaciones mentales favorables encauzadas a
través del hipotálamo.
Para la descripción anatómica del sistema neuropsicoinmunoendocrinológico,
no usaremos una anatomía topográfica y/o descriptiva (descarnadamente estática y
cadavérica), por el contrario trataremos de describir una neuropsicoanatomía
funcional, que se aproxime a la conducta por la significación antropológica que
tiene, al ser desarrollado por un "ser en el mundo". En suma, una anatomía en
acción, sencilla y comprensible.
Para nuestro cometido, dejando sentada la noción
de unidad e integridad del sistema nervioso,
didácticamente nos limitaremos al estudios del sistema
nervioso central y dentro de éste, a la porción alojada
dentro de la caja craneana, es decir, no estudiaremos
los nervios periféricos ni la médula espinal.
Haremos un repaso de la porción del sistema
nervioso central, alojada en la caja craneana para
definir algunos términos admitidos en la
nomenclatura anatómica clásica.
Durante el desarrollo nos familiarizaremos con las
distintas estructuras cerebrales haciendo hincapié en
aquellas que se encuentran directamente relacionadas
con nuestro tema.
Denomínase encéfalo a la porción del neuroeje
alojado en la caja craneana. Comprende todo el
sistema nervioso central, menos la médula espinal.
Dentro de la caja, el encéfalo está dividido en dos grupos de elementos unidos entre sí por una
unión mas estrecha: los pedúnculos cerebrales. Estos elementos, superior e inferior están separados por
un tabique meníngeo o tienda del cerebelo. Su borde libre forma un orificio o foramen o vale de
Paccioni, por el que pasan los referidos pedúnculos cerebrales.
Estación activa de
relevo o paso
informativo.
Filtro sensorial.
Asiento de una
conciencia
elemental.
Diremos que el tálamo otorga un tono vital talámico que tiene características
de inconciencia, indeterminación
y no vinculado a ningún estímulo concreto. A este nivel se está consolidando
la percepción (es aún una intelección fría, tímida) ya que sólo tiene el matiz
afectivo talámico. La auténtica formalización perceptiva se da en áreas corticales
prefrontales, sólo éstas están en condiciones de alcanzar la autoformalización, de
modo que relacionemos con nosotros mismos el significado de las cosas y de los
hechos.
Ocupa el hipotálamo una antigua región diencefálica central en la base del
cerebro. Relacionado íntimamente con las funciones viscerales, autonómicas y
endocrinas; ellas están estrechamente vinculadas con la conducta emocional y
motivacional.
Situado en las paredes del III ventrículo, formando su piso, en su cara inferior
emerge el infundíbulo, el cual está unido a la hipófisis. Una porción ligeramente
abultada detrás del infundíbulo es el ttubercineruium.
Los tubérculos mamilares se encuentran en posición posterior, próximos a la
fosa interpeduncular.
La saliente ventral del hipotálamo y el receso del III ventrículo, forman el
mencionado infundíbulo.
La porción más distal del proceso infundibular es la neurohipófisis, el resto se
denomina tallo o tronco infundibular.
La eminencia media representa el punto final de convergencia de las vías del
sistema nervioso central en el sistema endocrino periférico, considerándose la
interfase anatómica entre el cerebro y la hipófisis anterior.
Es importante destacar que este centro anatómico y funcional de primer
orden forma parte de la más alta encrucijada entre la corteza cerebral y los centros
subcorticales, el sistema neuroendocrino, y el sistema vegetativo, contribuyendo así
a lograr la unidad funcional orgánica, manteniendo interconexiones que aseguran
la armonía homeostática individual.
Se ocupa pues (como un homeóstato) del equilibrio del medio interno, gracias
a su regulación automática, para los desequilibrios pasajeros, pero informando a la
corteza cuando deban instalarse conductas adecuadas de satisfacción o
compensación.
Esta acción sobre la corteza, siempre a través del tálamo, está relacionada
como veremos con el circuito límbico.
La conducta es siempre motivada y el hipotálamo es un centro motivacional,
ya que las exigencias (rendimientos instintivos) de hambre, sed y libido entre
otras noticias que el mismo recoge y transmite, son indudables motivos para la
conducta personal. Estos impulsos de saciedad preparan al organismo para el
esfuerzo e incluso la lucha si fueran precisos a través de sus decisivos resortes
endocrinos y vegetativos.
En relación con lo que acabamos de apuntar, el hipotálamo interviene en dos
tipos innatos de comportamientos dirigidos a la satisfacción o saciedad
homeostática de necesidades, muchas de ellas instintivas.
Hay dos tipos de motivaciones: unas (animales) innatas (instintivo-
impulsivas), comer, beber, dormir, tener relaciones sexuales, construir el nido,
cuidar a la cría; y otras, propiamente humanas, socioculturales, lograr la aprobación
social, conquistar el éxito.
Las primeras están íntimamente vinculadas al hipotálamo, en cuyo lecho
palpitan las necesidades imperiosas para seguir siendo materia viviente y especie.
En las segundas ocurre algo semejante, pero en su instauración influyen el
juicio y la reflexión, de modo que, aunque puedan ser impulsivas, no son instintivas
y requieren de sistemas neuronales más complicados.
Los impulsos instintivos surgen de los registros de receptores del hipotálamo,
incitando primero a la reparación de los equilibrios, pero de no satisfacerlo,
comprometiendo otras instancias (conciente ya, corticales) para las demandas.
Relacionados estrictamente con las motivaciones están los fenómenos
emocionales, haciendo causa común con las vivencias íntimas en satisfacerlas, por
lo que podemos considerar al hipotálamo como un centro de la emoción.
El término emoción es difícil de definir, porque a veces no tenemos idea clara
de lo que abarca. Podríamos decir que es un estado de conmoción afectiva con claro
componente de participación somática, de súbita presentación y cierta intensidad.
La emoción es una expresión somática, casi material de la afectividad y puede
considerarse esta última como el componente psicológico o la sublimación de
aquélla.
Cuando la emoción se instaura, el hipotálamo eleva su temperatura y se
pueden registrar variaciones eléctricas de potencial. La emoción se centra en el
hipotálamo, aunque este se integre a un amplio circuito coordinador que la regula,
y que más tarde veremos en el circuito límbico.
La ambivalencia entre necesidad y saciedad, de exigencia y recompensa y los
consecuentes estados emocionales, se sitúan en una zona ergotropa o simpática
(aportando necesaria energía para la acción), y otra trofotropa o parasimpática que
procura la recuperación y el descanso. También el hipotálamo interviene en la
regulación de ciclos vitales (como un reloj biológico) y como un centro
inmunológico a través de una importante relación neurolinfoide.
El hipotálamo está constituido por una serie de núcleos rodeando al epitelio
ependimario del III ventrículo en estrecha relación con la hipófisis. De la profundidad
a la superficie existe una primer región o capa gris periventricular subependimaria,
seguida de una capa nuclear intermedia y de otra lateral.
El sistema
periventricular, es íntimo, difuso, con un papel a medio camino entre lo humoral y lo
neural, establece conexiones de fondo reticular que pueden llegar, vía tálamo, a la
corteza prefrontal, se continúa con la sustancia gris periacueductal del
mesencéfalo.
Los grupos de núcleos de la parte intermedia o medial (la más importante),
están repartidos en tres regiones: hipotalámica anterior, media y posterior. La
primera o anterior, se compone de los núcleos preóptico, supraóptico y
paraventriculares. La media, por los núcleos dorsal, medial y posterior; y la
posterior está constituida por núcleos que integran el cuerpo mamilar.
Los núcleos laterales están vinculados con cierto número de fenómenos
relacionados a funciones de nutrición.
En primer lugar destacamos las informaciones que los centros hipotalámicos
reciben a través de captación de señales humorales, mediante receptores
especializados.
El hipotálamo recibe también información general que asciende por el tronco
encefálico, desde los resquicios de la corporalidad y así, antes de hacer estación
talámica, el sistema leminiscal, des gaja un contingente llamado pedúnculo mamilar
con destino al cuerpo mamilar. Mediante él, el hipotálamo tiene una amplia
información general (entrada directa). Un haz de primera magnitud cruza y
compromete al hipotálamo; es el fascículo proencefálico medial o fascículo medial
del telencéfalo. Se extiende entre la corteza anterior (orbital, basal, área olfatoria y
septales) y el techo o segmento del mecencéfalo, filogenéticamente muy antiguo.
Posee fibras ascendentes y descendentes. Las ascendentes (monoaminérgicas)
llevan innervación monoaminérgica, desde núcleos situados en el segmento
tecmental del mecencéfalo hasta núcleos diencefálicos y del telencéfalo.
Las vías descendentes son de fundamental importancia en animales
macrosomáticos, en los que estímulos olfativos (que transporta con preferencia) son
primordiales para el rastreo de la comida, enemigo o pareja, de tal modo que el
citado fascículo está enraizado en lo mas profundo del sustrato instintivo.
En el hombre, el papel olfativo o es tan importante, pero a través de él, se
expresa la modalidad instintiva y/o la expresión emocional originadas en neuronas
piramidales de las cortezas subcallosas.
Corresponderían a las vías de expresión motriz instintivas asemejables a las
vias piramidales, que conducen la información de las neuronas alojadas en la
circunvolución frontal ascendente (encargadas de la motilidad voluntaria).
Existen conexiones hipotalámicas con el sistema límbico, del cual es "pieza
fundamental", sobre todo a través del fascículo mamilotalámico. La importancia de
esta conexión cortical, es enorme como vía para incorporar a tan importante
sistema coordinador y equilibrador del psiquismo superior. A través de él se dará la
corticalización de las vivencias emocionales en cuanto a su impresión emocional.
En el terreno endocrino, el hipotálamo establece estrechas relaciones con la
hipófisis a través del sistema portahipofisiario. En el terreno vegetativo se relaciona
con los centros específicos a través de los fascículos longitudinales ventral y dorsal,
que difunden en el tronco cerebral y llegan a la médula.
Es importante destacar las conexiones hipotalámicas con la formación
reticular, de gran significación funcional homeostática, a través de los fascículos
hipotálamo mesencefálico anterior, posterior y dorsal.
Por otro lado tiene una entrada indirecta a través del circuito límbico en sus
dos sistemas: hipocámpico y amigdalino, que analizaremos más adelante.
A la saludable combinación del conjunto de sustancias y ambiente humoral
donde viven las células, y donde se crean las circunstancias que permiten el
mantenimiento de la vida del organismo, llamó Claude Bernard, medio interno.
Al constante equilibrio físico-químico de ese ambiente vital Walter Canon
denominó "homeostasis".
No es el medio interno algo que automáticamente se regula, sino que depende
de muchas circunstancias de las que el hipotálamo es rector.
Junto a los fenómenos típicamente nerviosos, la neurosecreción es uno de
los más importantes del hipotálamo, de hecho fundamental para la homeostasis.
Existe un eje hipotálamo-hiposifisario que consiste por un lado en que
determinadas neuronas hipotalámicas tienen actividad secretora y realizan su
acción a través de gotitas de secreción, desplazándolas a lo largo de sus axones
hasta la hipófisis posterior (neurocrinia).
La otra manera, fabricando prehormonas que llegan a ella por especiales
sistemas de conducción sanguíneo (sistema Porta).
Nos estamos refiriendo básicamente a los sistemas supraóptico hipoñsiario y
tuberohipofisiario.
El supraóptico hipositario se establece entre los núcleos de la capa media
supraóptico y paraventricular del hipotálamo y el lóbulo posterior de la hipófisis.
Los axones de las células de esos núcleos que conducen su secreción,
constituyen el fascículo hipotálamo hipofisiario. Aquí se concentran las hormonas
llamadas oxitocina y vasopresina. Mal llamadas hormonas del lóbulo posterior de la
hipófisis, ya que aunque allí se depositen, son producidas en el hipotálamo, son
neurohormonas. A través del sistema tuberohipofisiario, se completa la
coordinación de este sistema.
La producción de tropinas en el lóbulo anterior de la hipófisis (STH, TSH, LH,
FSH, ACTH, MSH) que estimulan a las glándulas endocrinas periféricas para que
segreguen las verdaderas hormonas, está regulada por la acumulación en la
eminencia media (región hipotalámica ) de sustancias precursoras llamadas
factores de liberación o de inhibición.
Las también llamadas liberinas hipotalámicas, pasan a la hipófisis anterior por
el ya mencionado sistema porta hipofisiario.
A través de su rica vascularización, el hipotálamo tiene un registro de la
concentración de hormonas que él hizo verter.
El hipotálamo además ejerce influencias neurógenas sobre la frecuencia
cardíaca, peristaltismo digestivo, ritmo respiratorio, calibre de las vías aéreas, vasos
sanguíneos, etc. Estas influencias funcionales se denominan sinergia o tono
neurovegetativo.
Desde los centros hipotalámicos, a través de vías neuronales, puede influir en
la mayor parte de las funciones orgánicas en el sentido de activarlas o frenarlas.
De un lado dilatación de pupilas, incremento de la frecuencia cardíaca y de la
ventilación, descenso de la actividad digestiva, etc y del otro, lo contrario, es decir
miosis, enlentecimiento del ritmo cardíaco y respiratorio, incremento o activación
de la función digestiva.
A su vez estas acciones que el hipotálamo genera, adquieren una percepción
cenestopática que sostiene las experiencias emocionales.
Como centro superior del sistema neurovegetativo, sus dos componentes
funcionales simpático y parasimpático, significan: acción y reposo, trabajo y
descanso.
Clásicamente se sostiene que el simpático presupone gasto de energía y el
parasimpático, procesos de recuperación y nutrición.
Si estimulamos la zona ergotropa se obtienen manifestaciones diversas de
actividad simpática, con reacciones de inquietud psicológica, actividad exploratoria,
incertidumbre, que pueden -de persistir- elevar al terror o furor.
La estimulación de la zona trofotropa produce efectos opuestos, con
conductas de mansedumbre y sueño.
Estas zonas se encuentran bien diferenciadas en el hipotálamo, la anterior
recompensa trofotropa, la posterior de castigo ergotropa.
En la práctica, ambas zonas se inhiben mutuamente, hacia un equilibrado
"estado" tímico, regido por el sistema límbico, del cual el hipotálamo es pieza,
como vimos fundamental.
Este lábil equilibrio alterna circadianamente, con períodos de predominio
trofotropo (descanso) centros ergotropos (vigilia - trabajo).
No podemos dejar de mencionar el primordial papel del hipotálamo en el
estrés; éste asegura la homeostasis de nuestro medio interno frente a cualquier
intento externo o interno de alterarlo. Cuando aparecen circunstancias
excepcionales de ataques extremos o anormales, el organismo debe poner en
marcha una serie de recursos a lo que denominamos "Síndrome general de
adaptación".
Frente a una situación grave, el organismo reacciona a partir del hipotálamo.
Sobreviene una respuesta rápida, inmediata, denominada "reacción de alarma",
donde se pone en marcha el mecanismo neurovegetativo, a través de su
componente simpático.
Son características de la reacción de alarma el estado de hiperalerta, el
aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, la vasoconstricción periférica con
movilización de sangre hacia el corazón y los pulmones, el incremento del tono,
fuerza y contracción de la musculatura esquelética, la movilización de reservas
glucogénicas hepáticas, la aparición de sudoración tendiente a descender la
temperatura corporal y la inhibición del proceso digestivo y de la actividad renal.
Si la agresión continúa, sobreviene una segunda fase llamada "reacción de
resistencia"; su instauración es más lenta pero más persistente. Aquí se activa el
mecanismo neuroendocrino del hipotálamo, poniéndose en marcha una amplia
movilización hormonal.
Con el incremento del CRH hipotalámico, se eleva la tasa de producción de
ACTH, que estimula a la corteza suprarrenal a producir hormonas que faciliten y
conserven recursos energéticos. A partir de aquí, si el agente estresante ha sido
vencido, se vuelve a la normalidad; o en caso contrario, a un derrumbamiento de las
defensas con la aparición de enfermedades de la adaptación y aún la muerte.
La fase de agotamiento se produce cuando el organismo pierde sus recursos
defensivos, aparecerá la claudicación de algún o algunos órganos, ya sea por
presentar un debilitamiento previo y/o porque han estado muy comprometidos en
la participación de la resistencia.
Debemos agregar que en este manto cortical externo, se destacan dos áreas:
una anterior (prefrontal) y otra posterior (de la encrucijada parieto-témporo-
occipital), que no están vinculadas a ningún sistema de proyección, tanto aferentes
como eferentes, sino que son cortezas puramente asociativas, heteromodales, que
"dialogan" entre sí, vinculadas por el descrito fascículo longitudinal superior.
En las cortezas heteromodales, se produce la mediatez entre objeto y acto,
donde se deliberan estrategias en la elección conductual, en relación con nuestro
momento histórico personal, estado emocional, experiencias previas, pero además,
de nuestras necesidades interiores aportadas por el hipotálamo.
Es de notar, cuan profundo calan nuestras necesidades hipotalámicas, en
distintos momentos de nuestra historia en la toma de decisiones responsables
emanadas de nuestras cortezas heteromodales.
Con ellas somos capaces de conocer las consecuencias de nuestras
conductas, que no es más que futurizar y hacernos responsables de nuestros actos.
En ellas además palpitan nuestros máximos logros, que son la reflexión, capacidad
de abstraemos y la autoconciencia.
Podemos comprender hasta aquí, cómo nuestras necesidades más
elementales, recogidas desde los rincones más alejados de nuestro organismo y
nuestras vísceras, transmitidos por vía humoral, hormonal, interoceptia y aún
inmunológica, encuentran en el hipotálamo un centro capaz por sí mismo de
mantener la homeostasis; pero también desde él como centro motivacional y
emocional, alcanzará la corteza para deliberaciones más complejas.
Diencéfalo
El diencéfalo consiste en el tercer ventrículo y las estructuras que forman sus
límites. Se extiende posteriormente hasta el punto donde el tercer ventrículo se
continúa con el acueducto de Silvio y anteriormente hasta los agujeros
interventriculares). Por ende, el diencéfalo es una estructura en la línea media con
mitades derechas e izquierda simétricas. Obviamente estas subdivisiones del
cerebro se hacen por conveniencia y desde un punto de vista funcional las fibras
nerviosas atraviesan libremente los límites. (ver figura atlas interactivo)
Aspectos Macroscópicos
La cara inferior del diencéfalo es la única área expuesta a la superficie en el
cerebro intacto. Está formada por estructuras hipotalámicas y otras estructuras
que incluyen de adelante hacia atrás: el quiasma óptico, con la bandeleta óptica a
cada lado; el infundíbulo con el tuber cinereum, y los tubérculos mamilares.
La cara superior del diencéfalo está oculta por el trígono o fórnix, que es un
grueso haz de fibras que se origina en el hipocampo del lóbulo temporal y se
arquea posteriormente sobre el tálamo para unirse con el tubérculo mamilar. La
pared superior real del diencéfalo está formada por el techo del tercer ventrículo.
Consiste en una capa de epéndimo que se continúa con el resto del revestimiento
ependimal del tercer ventrículo. Está cubierto en su parte superior por un pliegue
vascular de piamadre denominado tela coroidea del tercer ventrículo. Desde el
techo del tercer ventrículo un par de prolongaciones vasculares, los plexos
coroideos del tercer ventrículo, se proyectan hacia abajo desde la línea media
hacia la cavidad del tercer ventrículo.
La cara externa del diencéfalo está limitada por la cápsula interna del diencéfalo
(es decir, la pared externa del tercer ventrículo) está formada en su parte superior
por la cara interna del tálamo y en su parte inferior por el hipotálamo . Estas dos
áreas están separadas por un surco superficial, el surco hipotalámico. Un haz de
fibras nerviosas forma un reborde a lo largo del margen superior de la cara interna
del diencéfalo y se denomina estría medular del tálamo óptico
El diencéfalo puede dividirse en cuatro partes principales:
1)el tálamo
2)el subtálamo
3)el epitálamo
4)el hipotálamo
Tálamo
El tálamo es una gran masa ovoidea de sustancia gris que forma la mayor parte
del diencéfalo. Es una región de gran importancia funcional y sirve como una
estación celular para todos los sistemas sensitivos principales (excepto la vía
olfatoria). El tálamo se ubica a cada lado del tercer ventrículo (ver figura atlas
interactivo).
El extremo anterior del tálamo es estrecho y redondeado y forma el límite
posterior del agujero interventricular. El extremo posterior se expande para formar
el pulvinar, el cual cuelga por encima del tubérculo cuadrigémino superior y el
brazo conjuntival anterior. El cuerpo geniculado externo forma una pequeña
elevación en la cara inferior de la porción externa pulvinar.
La cara superior del tálamo está cubierta internamente por la tela coroidea y el
trígono y externamente está cubierta por el epéndimo y forma parte del piso del
ventrículo lateral).
La cara inferior se continúa con la calota del mesencéfalo .
La cara interna del tálamo forma la parte superior de la pared externa del tercer
ventrículo y habitualmente está conectada con el tálamo del lado opuesto por una
banda de sustancia gris, la comisura intertalámica.
La cara externa del tálamo esta separada del núcleo lenticular por la banda de
sustancia llamada cápsula interna.
Debe considerarse como una estación donde gran parte de la información es
integrada y hace relevo en su camino hacia la corteza cerebral y muchas otras
regiones subcorticales.
También desempeña un papel clave en la integración de diversas funciones
viscerales y somáticas.
Subtálamo
El subtálamo se ubica por debajo del tálamo y por ende se sitúa entre el tálamo
y la calota del mesencéfalo; en sentido craneomedial se relaciona con el
hipotálamo.
Le estructura del subtálamo es extremadamente compleja y aquí sólo se hará
una breve descripción. Entre los grupos de células nerviosas halladas en el
subtálamo están las terminaciones craneales del núcleo rojo y la sustancia negra.
El núcleo subtalámico tiene la forma de una lente biocovexa. El núcleo tiene
importantes conexiones con el cuerpo estriado; como resultado de ello interviene
en el control de la actividad muscular.
El subtálamo también contiene muchos haces importantes que pasan desde la
calota hacia los núcleos talámicos; son ejemplos las terminaciones craneales de
los lemniscos medial, espinal y trigemina.
Epitálamo
El epitálamo consiste en las habénulas y sus conexiones y la epífisis o glándula
pineal.
La habénula es un pequeño grupo de células nerviosas situado exactamente por
dentro de la cara posterior del tálamo. Recibe fibras aferentes desde el cuerpo
amigdalino en el lóbulo temporal. Se cree que la habénula es un centro de
integración de vías aferentes olfatoria, viscerales y somáticas.
La epífisis o glándula pineal es una pequeña estructura cónica que está unida al
diencéfalo por el tallo pineal.
En un corte microscópico se ve que la glándula pineal está incompletamente
dividida en lóbulos por tabiques de tejido conectivo que se extienden hacia la
sustancia de la glándula desde la cápsula. Se hallan dos tipos de células en la
glándula, pinealocitos y células gliales. Progresivamente con la edad se acumulan
concreciones de material calcificado denominadas acérvulas o arenilla cerebral
dentro de la glándula pineal .
La glándula pineal no posee células nerviosas, pero fibras simpáticas
adrenérgicas derivadas de los ganglios simpáticos cervicales superiores ingresan
en la glándula y corren en asociación con los vasos sanguíneos y los pinealocitos.
La glándula pineal, que alguna vez se consideró de poca importancia, ahora se
reconoce como una glándula endócrina capaz de influir en las actividades de la
hipófisis, islotes de Langerhans, paratiroides, suprarrenales y gónadas. Las
secreciones pineales llegan a sus órganos blanco a través del torrente circulatorio
o del líquido cefalorraquídeo. Sus acciones son en su mayor parte inhibidoras y
directamente inhiben la producción de hormonas o indirectamente inhiben la
secreción de factores de liberación por parte del hipotálamo.
En experimentos animales se ha demostrado que la actividad pineal tiene un
ritmo circadiano y que éste está influido por la luz. Se ha hallado que la glándula
es más activa durante la oscuridad. La probable vía desde la retina corre hacia el
núcleo supraquiasmático del hipotálamo, luego hacia la calota del mesencéfalo y
luego a través del haz reticuloespinal hacia el flujo simpático en la parte dorsal de
la médula espinal.
Hay altas concentraciones de melatonina y serotonina en la glándula pineal. La
liberación de noradrenalina desde las terminaciones simpáticas dentro de la
glándula probablemente estimula la liberación de estas sustancias desde los
pinealocitos.
Hipotálamo
El hipotálamo es la parte del diencéfalo que se exitiende desde la región del
quiasma óptico hasta el límite caudal de los tubérculos mamilares (ver atlas
interactivo). Forma la parte inferior de su pared externa por debajo del surco
hipotalámico. El hipotálamo controla e integra las funciones del sistema nervioso
autónomo y los sistemas endocrinos y desempeña un papel vital en el
mantenimiento de la homeostasis corporal. Interviene en actividades tales como la
regulación de la temperatura corporal, los líquidos corporales, los impulsos para
comer y beber, la conducta sexual y las emociones.
HEMISFERIOS CEREBRALES
Los hemisferios cerebrales están separados por una profunda cisura sagital en la
línea media, la cisura interhemisférica (ver atlas interactivo).
La cisura contiene el pliegue con forma de hoz de duramadre, la hoz del cerebro
y los vasos cerebrales anteriores. En la profundidad de la cisura una gran
comisura, el cuerpo calloso, conecta a los hemisferios a través de la línea media).
Un segundo pliegue de duramadre separa a los hemisferios cerebrales del
cerebelo y se denomina tienda del cerebelo.
Para aumentar el área de superficie de la corteza cerebral al máximo, la
superficie de cada hemisferio cerebral está plegada formando circunvoluciones
que están separadas por surcos o cisuras. Para facilitar la descripción es
costumbre dividir a cada hemisferio en lóbulos que se denominan de acuerdo con
los huesos craneales debajo de los cuales se ubican. Las cisuras de Rolando,
perpendicular interna, de Silvio y calcarina son límites usados para la división de
los hemisferios cerebrales en lóbulos frontales, parietales, temporales y occipitales
Cisuras Principales
Para mejor comprensión del texto consulte los esquemas del Libro
“Neuroanatomía Clínica Lóbulos
de Snell”,del
queHemisferio
encontrará en biblioteca.
Cuerpo estriado
El cuerpo estriado se ubica por fuera del tálamo . Está casi totalmente dividido
por una banda de fibras nerviosas, la cápsula interna, en el núcleo caudado y el
núcleo lenticular .
El núcleo caudado, una gran masa con forma de C de sustancia gris que está
muy relacionada con el ventrículo lateral, se ubica por fuera del tálamo. La cara
externa del núcleo se relaciona con la capsula interna, que lo separa del núcleo
lenticular. Con propósitos descriptivos, puede dividirse en una cabeza, un cuerpo y
una cola.
La cabeza del núcleo caudado es grande y redondeada y forma la pared externa
del asta anterior del ventrículo lateral. La cabeza se continúa inferiormente con el
putamen del núcleo lenticualr. Exactamente por encima de este punto de unión,
bandas de sustancia gris pasan a través de la cápsula interna dando a la región un
aspecto estriado; de ahí el nombre de cuerpo estriado.
El cuerpo del núcleo caudado es largo y estrecho y se continúa con la cabeza en
la región del agujero interventricular. El cuerpo del núcleo caudado forma parte del
piso del cuerpo del ventrículo lateral. Aquí está separado del tálamo por un surco
muy bien definido que contiene la estría terminal y la vena talamoestriada.
La cola del núcleo caudado es larga y delgada y se continúa con el cuerpo en la
región del extremo posterior del tálamo. Sigue el contorno del ventrículo lateral y
continúa hasta adelante en el techo del asta inferior del ventrículo lateral.
Anteriormente termina en el cuerpo amigdalino
El núcleo lenticular es una masa de sustancia gris con forma de cuña, cuya
ancha base convexa se dirige externamente y su hoja internamente . Está
enterrado profundamente en la sustancia blanca del hemisferio cerebral y se
relaciona por su cara medial con la cápsula interna, la cual lo separa del núcleo
caudado y del tálamo. El núcleo lenticular está relacionado externamente con una
delgada hoja de sustancia blanca, la cápsula externa , que lo separa de una
delgada hoja de sustancia gris denominada antemuro . El antemuro a su vez
separa a la cápsula externa de la sustancia blanca subcortical de la ínsula de Reil.
Una placa vertical de sustancia blanca divide al núcleo en un porción externa más
grande y oscura, el putamen, y una porción interna más clara, globo pálido. Hacia
abajo en su extremo anterior, el putamen se continúa con la cabeza del núcleo
caudado.
Las conexiones detalladas del cuerpo estriado se consideran en otro capítulo. En
pocas palabras puede decirse que el cuerpo estriado recibe fibras aferentes desde
diferentes áreas de la corteza cerebral, tálamo, subtálamo y tallo cerebral. Luego
fibras eferentes van nuevamente hacia las mismas áreas del sistema nervioso. La
función del cuerpo estriado está vinculada con el movimiento muscular, que ahora
se cree que ocurre por control de la corteza cerebral más que a través de vías
descendentes directas hacia el tallo cerebral y médula espinal.
Cuerpo amigdalino
El cuerpo amigdalino se ubica en el lóbulo temporal cerca del gancho). El cuerpo
amigdalino se considera parte del sistema límbico y se describirá con este.
Comisuras
Estas fibras esencialmente conectan regiones correspondientes de los dos
hemisferios. Son las siguientes: el cuerpo calloso, la comisura blanca anterior, la
comisura blanca posterior, el trígono, y la comisura habenular.
El cuerpo calloso, la comisura más grande del cerebro, conecta a los dos
hemisferios cerebrales .- Se ubica en el fondo de la cisura interhemisférica. Con
propósitos descriptivos, se divide en pico, rodilla, tronco y rodete.
La comisura blanca anterior es un pequeño haz de fibras nerviosas que cruzan la
línea media para arribar a los lóbulos temporales.
La comisura blanca posterior es un haz de fibras nerviosas que atraviesa la línea
media inmediatamente por encima del orificio del acueducto de Silvio hacia el
tercer ventrículo .
El trígono está compuesto por fibras nerviosas mielínicas constituye el sistema
eferente del hipocampo que pasa hacia los tubérculos mamilares del hipotálamo.
Fibras de asociación
Estas fibras nerviosas esencialmente conectan diversas regiones corticales
dentro del mismo hemisferio y pueden dividirse en cortas y largas . Las fibras de
asociación cortas se ubican inmediatamente por debajo de la corteza y conectan
circunvoluciones adyacentes; estas fibras corren transversalmente al eje
longitudinal de los surcos . Las fibras de asociación largas están reunidas en
haces con nombres que pueden disecarse en un cerebro endurecido con formol. El
fascículo unciforme conecta la primer área motora del habla y las
circunvoluciones en la cara inferior del lóbulo frontal con la corteza del polo del
lóbulo temporal. El cíngulo es un largo fascículo curvo ubicado dentro de la
sustancia blanca de la circunvolución del cuerpo calloso .- Conecta los lóbulos
frontal y parietal con la circunvolución del hipocampo y regiones corticales
temporales adyacentes. El fascículo longitudinal superior es el haz más grande
de fibras nerviosas. Conecta la parte anterior del lóbulo frontal con los lóbulos
occipital y temporal. El fascículo longitudinal inferior corre anteriormente
desde el lóbulo occipital, pasando por fuera de la radiación óptica, y se distribuye
hacia el lóbulo temporal. El fascículo frontoccipital conecta el lóbulo frontal con los
lóbulos occipital y temporal. Se ubica profundamente dentro del hemisferio
cerebral y se relaciona con el límite externo del núcleo caudado.
Fibras de proyección
Las fibras nerviosas aferentes y eferentes que pasan hacia el tallo cerebral y
desde éste hacia toda la corteza cerebral deben viajar entre grandes masas
nucleares de sustancia gris dentro del hemisferio cerebral. En la parte superior del
tallo cerebral estas fibras forman una banda compacta denominada cápsula
interna, que está flanqueada por dentro por el núcleo lenticular, como se ve en un
corte horizontal, la cápsula interna se dobla para formar un brazo anterior y un
brazo posterior unidos por la rodilla. Una vez que las fibras nerviosas han salido
hacia arriba de entre las masas nucleares, irradian en todas direcciones hacia la
corteza cerebral. Estas fibras de proyección que irradian se conocen con el nombre
de corona radiada . La mayor parte de las fibras de proyección se ubican por
dentro de las fibras comisurales del cuerpo calloso y la comisura blanca anterior.
Las fibras nerviosas ubicadas dentro de la parte más posterior del brazo posterior
de la cápsula irradian hacia la cisura calcarina y se denominan radiación óptica. La
disposición detallada de las fibras dentro de la cápsula interna se muestra en la
figura.
Hemisferio izquierdo
Hemisferio derecho