JOSE CAru.
{}S }TARIÁITGUI
YIlI'GMI}ELNOW
C{sar Gctmaná es Dutor
en Saciolog{a } hofesor
Principal en Io UNMSM
autor de ¿r$úflas y trafoios
sobre Mwi&egai y su obra
tffi
E, prdo do putida del
proyecro socialisra de José
Cados Müiátogui ñre' la
crltica de b sooietr penn-
na. Esta crltica b pmlitírf¿
descubrir las car¿cterlgicas
particubrcs del paft y h
lógba de su d€sarollo,
premims $le le sirvieroo de
b¿se p¿ra p€osar efl las
condicimes mcesaias pua
l¡ cwtucción de una oueva
sociedad. Teniendo en
ctrenta esta perryectiva €s
posibb comprender el enor-
me esfiszo desphae pq
Jcé Carlos lrrfeióteg$i par¿
€shdia con rigor loe probla-
m¡.s sociales del Perú fude
el sqguDdo s€mesEe &
1974: kyó o rekyó libros y
aillculocr revisó e$¡dlSicos,
ealrevistó' a todoe aquelloe
qte le podfe oftecer rma
información de fuilerlé$. g
rcsult¿do de e*a invesfiga-
cióo b fue plamoando en los
a¡tisuloe publicados en el
eemeario Mundial enüe 106
&s 1925 y l/29. ta publi-
c¡ción en 192& de los T
Fnsayas & hterpretrción dz
le realidad peruar.a, la
primera sfntesi¡ de lc
conocimienfos mbre el perú
eo los dos veiotq ñp h
coüseclmcia de ese trabajo.
Más allá del e.nvejecimiento
de algunos aoálisís putrtua-
les, el übro oftece h úztiz
básica de ura p€rlpectiva
teórico-metodológica ñMa-
da e.n el recoaocimiento de
la nxunleza eryec.lfrca de h
33 Scquilaor Año
CáüGcrrn{
lfrind ltryFdr Sr ffur¡o¡
ocie&d p€mm¡ y en el
r¡mproüi$o con el pmyeclo
mcialiga.
Ciertamedq Joeé Carlos
iilüiftegú m empezaba stls
& la mcie-
inve*ígacioaes
dad p€n¡m¿ en ut rracb
tdrico abmhfo. [Iacb flmes
del siglo )0X rm conjrmto
de escritores ll@da
"geoemcidn -lanovecien-
del
t6"- inici¡ h publicacíón de
divensc trábq¡os de historia,
mcbbgfa y polttica qr¡e
l¡ cultrra pen¡ana
domin¿mn
durde 106 dos pimeros
deccoios del ¡O(. Ese ñle el
clim¡ igehctual en el qrr
srgft5 Jo6é Culos Lfriá-
tegui y ñ¡¿ tambfuh erl ooe
c¿npo sultmal donde pole-
mizó cm bo intelectmles
del novecfonloo mbre ta
n¡tu¡abza de h mciedad
peruana El debate efa para
á la forma mCs segua de
llega a conch¡siones tus¿s.
?ues el üabajo de propug-
na¡ ideas ouerrEs -esqibfti en
respue$a a h acuoaclln de
que $¡s artfuulos periodf*i-
cos 8e ibao convirtixdo en
rm'muólogo indpido,,- trae
aea¡ejaCo el de coümlarb
y oponerhs a bs viejas, vale
decir &.polemizar con ellas
para procbmar su caducidad
y m falercb. Cl¡mdo es{u-
dio, o emayo de e$rdi¡r,
wra cu€sión o lm t€mt
mcisnal, polemizo nocesa-
rírm€ole conel idearb o el
frasearb de hs pamdas
generaciom"(l).
FÁ este se|llido, bc T
&rsaym pnden ser Hdc
II, Nruo 4-5, f99g
 Esútfu

como el fibro de la polfuica con la "gmer- positiviga, h sosft)dad p€ruana e le pre-

ación del mveciecosp. Y elb eo doble nivel: ml¿ba com layrntaposición de diverss ele-
en prirer ltryc, como el debate co¡ bs inte- m€dos destrhculdoe edre s[ b qn b iryc
lectrnlg del novecients afededor de la sibilii¡ba una erplicación cabat de la ¡ealidad
posibilidad de la modernización de l¿ sociedad mcíal. Por es, la clar¡e para comprender la
oltgárEúca; y, @ segundo lugar, como la polfuica de José Carlos Mafiütlgui con la
srúic¿ de las estnrcturas maferi¿Ies &l Penl "generacidn del mveciedos' se @rmüra 6
que e$os intelecnnles r€p¡est¿baú" Desde el pas del málisis atomlstico de hs intelec-
es[a ótrica, no epuede rcducir la polfuica & trnles conservado¡€s al andtbis totalizador del
Iosé Carlos ilfariúegui cm la "geme*ación del Amail¿.
novocienosp únicmerre a la scción DL En el pemte artlculo sxrrnino alg¡m de
?iva Agüero y su infhreocia. ta generacióo bs l€m¡s princbales del debae de Joñé Carlos
'ñtlxfsÍa'o, del eosayo 'El ploceso do l¿ tt€ra- MuiátAui cotr la "gonenación del nove-
hra"(2) com b haoe l¡dc loayzap). Si e$a chdos", eo putiorlar coo Frmcim Garfa
inerpaación ñrcra ciertE, el lrryu do los Ca¡derÚo, quíen +4rfo el crltíco $ci¿liga-
@riloÍes del novocienoc serla m4giml en "e6fidó el Perú cotr üo critÉtrb ÍrÉs realisa
loo TElsa¡ns. Sin embugo, si se era¡nina ooo que el de las derbres geiremaciones fute,
rn¿yor det€úini€nto €cte libro €Í¡ posibb bctt¡aH(5).
cotrststar laperme rcferenci4 direci¿ o
idircct8, a las ideas de loc 'novec€Nrtislás', en
pardsubtr, l¿s de Fracisco Ga¡c.ia Calderón,
hocho E¡e han adv€rtido diversos estrdiocc
del pensmieoo de Jo6é Carlos Mariát€gui
(4). Peeo, nás arh" a lo largo de los 7 fursa-
Jms s wueúha la rcguisitoría mds ¡adical
que s baya bocho dc los ñmda¡mdoa mde-
riales, pollticos e eryirituales de h scidad
oligáquim.
Ambos nive.ks, ceofahs en los 7 nwayc
tro s les prcde Bepsrar sino co¡ pogA*m
maKicos" En h crfic¿ de la socldd ohg¡Ír-
Ericq José Caflos Mariótqui prxn €n evidon-
cia los llnit€s y he vulos de 106 trrdlisb de
loe escrfores del noveckntos" Una mcldad
orgmizada mbne tra bap de h erchnión de lc
campesinos indlgenas - la pobhción mayorita-
rí¿ del Feni en ee perfudo - no podla r$no
genprar ma visión de gi mi(lmn,
ircapsz de conpender los mecanismos En le
p€milfan rcg¡oOrcirse. Los Íovooeútistñ
wribierw mbre los ary€ctos institrpionales
&l Esado, sobre la eú¡cacion y la cuttura; I. EL PTN.Ú VISTO FON I.A
pero fueron incapaces de edder el ñm- "GEIITNACIÓN IIEL NO\IIECIENTOS-
ciomiento de l¿ organización económic¿ de
esfa sciedd. F.n los 7 Ensuyos m solarnente Se conoce con el nombre de "generación
se exa¡nín¡u¡ los aryectoe culturales, ed¡cati- del novecieúos" -o '&ieüsfa" o 'firtmid¿'- aI
vos y polfricos del P€nf', sino que s les expli- gnryo de es¿ritores qrc, empieza a publicor srn
ca on ñmpión de l¿ sociedad en su coqfudo. Ércipal€s obras a comiensos del siglo )0(6).
Esúe librc tftne como preocupación prircipat Este mvimiento se caracterizó por su iderés
la comprmidn de la socldad penn¡a somo en eI €shdio de bs poblem¡s del Pent de su
un¿ ta¿li&d hisérica complqia yes alll pr€seiüe y de su pasado, y pc b búoqueda de
donde r6ide la diferen i¡r pnn pat on ls solucionos pra alcanzar el 'plogreoo {oF
ln4líds de F. Garsla Catderó,n, por qiempto. @o ñmdmemal €n $E refleximes" Este
k¡a ege escritorr folluido por la filosofla tipo de peocupaciones inelearnles les lbvó a

34

qüivar dbciplinas vinculadas con el an¡f,lbb
social md" bien q¡e l8 sleación lilemia. De
alll ge l¡s obr6 mds repesedativas de los
escrlores de €s¿ gemación ñrcralr I¿ Pérou
Cotttctnprain (190?) de Frmcisco Garcla Cal-
derdn -tm esrdio histórice,mciológico- y La
historia en el Perú (1910) de José de la Riva
Agthro -una investigación hi$oriográüca. E¡l
la aaualidad, con hs p¡oñ¡ndos cambic ocu-
rridos en la mciedad p€man¡ y cm hs nuevos
enfoqro t€óricos desarrolladoc en loe estrdioe
mcialeq hs ideas y las propuedas de lc
esctilor€s del "noveciedos" han perdido ine-
¡és; lo gue obviamente m fi¡e el caso de l¿
generación siguiente - b de José Crlc
MarÍltegui- para la ctul co!$ildan un¡ refe-
r€ncb obligada
Como ha señalado L. I-cn.yza la pimora
gemación mfunista del Peni ñ¡e la del
mveciedo{7). la tüdl¿ rccepción del mo-
defnismo en el Pe¡rl e$¡vo virculada a la
derrda del Perii en la "gueira del PacÍfico" y
al turbulenlo p€riodo de la pryuerra. MbNr-
l¡as eo el rdo de Am&foa látioa se vivla l¡
ploeperidad de lio de sigb, eI Peni p€nosa-
m€de büscaüa recñn¡ir nr ecomlr y su
Esado. Cieúameot& no €ran ésüas las cirwns-
tmcias adecuada.s para el trabajo intelectual y
l¿ creación arlJsica" Hacia fines del siglo XIX,
l¿ siturcidn econ¡m¡ca, social y polfica cam-
bia Se inicia uo perido de proqeridad
malerial y de edabilidad social. It¡e este el
mbieiile popicio para $p los intelechnles e
iderrogarm soüre las cauns de la derota y
mbre el des[ino del pals; quizds por ello su
"tooo ñ¡e, desde m principio, idelectual,
grave, meditdivo", como ha esqito L. Imy-
za(8).
Fmmados en la nadicftín del positivimo,
qu€riao conocer 'objr*ivanenle" la realidad;
sin e,mbugo,ra.ng,fuz de nr sociolqh cons-
titul¿ tma vendadera limiüacióo a ss ideales de
cmbio. Procis@€nte, en €ste edado de
eryfrin¡" la influencia &l Ariel de Jocé hri-
que Rodó ñ¡e av¡salladora(9). Ia presencia de
los temas de este líb¡o fue tan importaole eo
los escrfores p€n¡snos del noveciedoe como
para denomináreles "arielis6". Pr¡os arielístas
fr¡elm bs dos as?ectos primipabs de ur refle-
xióo En primer lrryar, el señalmiedo dol rol
deteminade de las ideas en la tranafom¡cftin
de la realidad mcial. Rede a las coñriccio-
nes ecooómiüs y mderiales oponlm el poder
del eqlrlu y de los ideales áicos. Por eso,
Gqnat át Marifflegui y los Novceatistas
tm¿ de sE preoqpaciones princ¡pal€s fue el
problem de la eó¡cacióO pues velan en la
ebvaciúr del nivel cultural de los p€nmos
m¿ barc sólida para alcanzar el "glogrm".
h squndo fugar, cm onsecureia del
tema ml€ríG, tr¡ ireistercía en el papel rye
deb€rl@ t€ner las "Ít'morlas sleclas" en la
conú¡cción de los gobiernoo democdticos.
Csmiderabm qtn el pofu polfico d€beria
ser ejereido por los 'mqfoirrs" Erieires fc-
nrlan rma verd*¡a arisoüacia de la iaeli-
gwía. ES¿ élite t€úü{a las capacftlades
inebctuabs nec€sarias para crear rma arl&ti-
ca sutum latinoomericaoe lo snficiedeorcste
poderom corm pa¡¡ opooere al ma6¡¡"¡¡*
üilitari¡t¡ de b Amáica del Norle(l0).
¡Vocesri¡men€, estas feocr¡pacimes de los
rielisas p€n¡ams les llevaria a la poHtica.
"Desde un ¡lrim€r momedo €ribe L
Lnayza- los homh¡es del Novecienloe se
hallabm marcados por el signo de la poUfica,
ed€ndfola cüm ut¿ modilación crftica E¡e.
debla co¡ducir a una mejor mganízación del
Esado y a uB modernización del pafs, sin
cambios mry radicahs de los qw dwoofia-
b6n"(11). Sin embrgo, estos ineleshnle
irian mucb mÁs alll de la mera nediüacidn"
En 1915, ñmdarm un partido poütico +,1
Partido Nacional Democr&bo- Ero teda cm
objetivo lbvar a la pr&ica l¡s ifus modemi-
zadcas. Srn opositorcs irúnicmene lo de¡¡o
minaron pErtido "futurista'(12). Años rnás
ü¡rde, José Cafbs i\Áaríátqui r€tonó es¿
apelrcifo y m referiria a ellc cmo a la
nfuturisúa", por
el sedido paradóji-
co y rbihario del t&nino aplicado a rm
gn¡po de esitores ge á conñid€rabs ihe-
rderoo de la colonia"(13). El partido de loe
escrito¡es rovecedistas no logró ningum is
fluemcia signilicafiva en la vida polltica de ese
üom€do ! desapareció discretamente etr
19t9, cumdo s inicia, con ul gobe de
Es{arb, el $im€n del pr€sidenfe Legula
(1919-1930).
Cmo queda dicbo, los "hmbnes del nove.
cieútos" srryieron en rur mommlo de crisb y
desamolla¡m $s diagnóetfoos y popusieron
s¡s pfograürs co¡ el objetivo de sryerarla.
Esa crisis habh signíficado ol fm de m perie
do y el inicio de ot¡o. Le 'guema del hcifico"
habia clausrado la podbilidad de unr de,s{m-
llo ecodmico basdo en el conrol del eeclm
exportador por l¡a oligarqula ücio'nal. El
perbdo de la rcconsln¡ccft}n de la ecmda y
Sequileoa Año tr, Nl'os. 4-5, 1993 3f
&¡útd¡or.
del Esado - que se inicia en la rúltina década
del siglo )ilX- dio com ¡esltado l¿ s¡bmdi-
¡ación económica de la oligarqda al capital
efirqioo. Etlo les pemitió reclry€r¿r el poder
perdido durade la infar¡st¿ guena. Ew aúos
ñ¡e¡on b belle époqu pennoa: Ia paz y la
ploryeridad pareclan no tener fin
El problema $¡e se les phdeó a loo estiüo-
res del mveciedoe m eerla el ds la nodifica-
ción del patlón de c¡ecimie¡nto mómico, al
En coreidenaban l¿ base de la proryeridd; at
coútrario, proeonm ampliarlo y coreolidulo.
hra ello, juzgabm $re ura tmea fimdmental
era la modqnizasión del sisema politico y
cultural, €s decn, propoúlan el logro de la
plena vigencia de las instituciones
demcrático-liberales y el desrrollo de un¿
idedidad cultual prqpia qt¡e p€rü¡tiem la
incoryoracióx a la vida mciooat de b pobla-
ción indgena. Esas propuestas se mostmror
teórica y prá*icane,oe invi¡bles I¿ stb-
sisreocia en eÍmsas árcas ¿el palq de iwitu-
ciotr€s ferúl* o semifh¡dales mod¡aba la
ircmpatibilidad de la realidad p€ruma con el
modelo europeo de democracia, que los
essritores novecentistas t€nlao como neta
Esa realidad p€ruma ponla en evidemcía cómo
uo cierto trogteso mderial podla convivir con
l¡s insrfuciones tradicionales lvláxime si esas
bsitrriones se robr¡sfecian con el crecimie¡rto
capitalista"
Desde 1918, f¡eote a rm pal^s gobernado por
un¿ minorla de t€crateoíedes ideresados
lhicfln€nte €n incremed¿r sts fbrtuoas y
f¡eirte a 1r Hnopa de todas sus espEraüzñ
denstada por la Gao Glrerrq los writores
del novecienf,os @erísn s¡s ih¡siones en el
progr€s. Sin una altemativa Ele ofrecer mf,e
la ¡ueva situacióe llegrim a convertirs en
'ma genoación ñ¡srada por una bnsca
acele¡acién de l¡r bistori¿"(14). Desde oe
mmedo, ningmo de es pomelelores
intelecünles pubticarla rm libro importmte. L.
I"oayza cmal¡ bien la decryción que produjo
eota gemacióu
Los dos a;srs. anivvrcit¿¡ias de Riva
Agiünq los prfuwrx ü,b¡os d.e Francisca
Garc{a CalMn Íueron verdabrc
d¿ la ütermra y & la higaria
sr¿nr{Lr
Wrullunaa dc b sianciór, &, Pe¡ú o el
Wsado & Anérica lÁtina. Ninguru otra
gencruün Wrwtu sc lmbh iniciado
con tanfa múicün ni sobr¿ t&, con
tffita seriedad, Lo promev, era si¡
3ó
tu& esptffiih Hrcia 1918 lN honb
res d¿t Nwecie*og qtu ún estaban por
camplir los caareña afu, habhn esrito
uu serie d¿ obras qu., crr gran nudi@
retwvafut ,trsúra cahra, Era wfrral
pewnÍ qu las obras nás vastas y plb
rtnd*t etufun aút por venb, que la
cwecha d¿ la mútcz srb nt& rica
qac lo de b prineros años. No ¿s
exager& &cir qae es pronesa tN, sc
cut¡pli415l.
En h actmlidad, ¿tiemen algo que decirnos
bs writorcs del novecientos? L. Looyzn
sryiere flue d. Pon ello recoñtruye me
ro6Me el pensmiento & eÉlos intelocün-
les apareirtemente imcruales En el optimismo
lib€rat de los prireros libros & Riva Agtiero
o de Ga¡cfa Calderón el critico pareceria
@ontrar ma salida a l¿ crisb actml del Pffil
y de América t¿tha. En lo fidme¡tal, ello
signiücaria proponeñp co'mo objeüivo alcanzar
ta modernidad €tuopea" Su rupirr, ura voz
m{t -como mstiene J. Fraaco- esa arraigada
cosumbre en bs intelectules latircme-
ricanos, desde los tiempos colsniales, de
la cultura europea como el nivel
"considerar
s¡p¡emo al que poda aspirarse"(16). Preci-
saffite este ñ¡e rno de lc ¡ricleos de la
critba de José Crbs Mariüegui a la tesis de
la generacio,n 'fiturisüao. Sin drgo, ade$
de eraminar la recepción en Jd Carlos
Mariál€gui de esas idere, quirúera presedar
algms de los principales ternás des¡r¡ollados
pr Francisco era¡cta Calderó,n ptles restme
bien las preocupaciones de lm escritoc
oovecenli$¡s.
IL EL PERÍI EN LA OTRA DE
FRANCISO GANCÍA CALI}ERÓN
k Pérca conterrparain es tmo de los libros
más reprmlativos de b "generación del
¡oveciedosp. Para Augtr$o Salazar Bondy
consitnye "r¡na sffiesis notable de ñidoria y
socblogb p€mmaq Émer ensayo de csü-
prmidn iúqgr¿l de la vida nacimal(l?). Sin
embaryo, a p€sar de s¡ impqtancia, la ir
fhrcnsia de ese libro e¡r el Peni ñp mr¡y limi-
tda. Escrito en frmcés y prülicado en Parls
en 1907 bajo bs atryicios de lN Socíedad e'
Socblogla e P&fi! no mrf¡ üaducilo al
ca$eltam sino mrr;boa afuc deqptés y e
marlsna pucia(l8). Este desenstrcffio, a
prirera yira paradójicoo no lo s€ria tado si se

onside¡a con ü¡yot atenció¡r b di*mci¿
fhi"¿ y eqpiritrnl {rn tro c€só de agrandare
dede el €gtabbcimi@to del writor ea Parts
en 1906- ente el intelectual eliti*a y la nrda
reatid¿d social p€n¡am. Bieu es verdad que
Ga¡ch Calderón mduvo rm grm interés por
el Peni y por America l^dins e inchsive vela
coo optimíw sr futrro. Sin eobargo, oo €6¡
tnenos cierto grc tenia rma profirnda descorn-
ftmza r€specto de nts bbifad€s a los que
deecibia con ura ton¡lidul sombrh y ¡lesi-
misl¡. No eq por es, süpúerrderile que cuaü-
do m migo J. Riva Agüero b escribió pidiin-
dole gue rcgresaÍa al pafi, le reqondió tajan-
t€m€úte: '!Y yo t€ngo tan sinc€ro pesimfumo
mbre el Perú! ¿QrC s prede hacer sin homb-
r€s, sin dinero, sin raza? Napoleón hubb,ra
ftacasado en el Penl"(l9). Pero, por otra parte,
la p¡opt¿ clase domimne p€n¡ma desd€ñaba
sls propuestaq com lo hizo con el programa
modemizador del eflmero Partido Nacirnal
Democrúico. Et poqitiviw libenal de lc
troyec€dist¿s to podla cnmpaginarse con uo
orden mcíal que m t¿bla rcno srs amrr¡as
con las estrusturas sociales tradiciomles y
gffi¡les.
En parte el pesimismo de F. C¿¡c{a Ca¡de-
rún ñ¡e coosecuensia de $r Froeia ill€rp¡eta-
ción de los "he hos" de la tidoria del Pent
republicmo. En lo esencial. la r€alidad scial
del Peni leoosrabs la ircAaci&d de h cl¡e
dominde republicma para curylir con los
"idea.l6 generosos de l¡ Revolrrción para
f@mü m gobierm de lE clas ideloctrnles
y sryerioreq rhico posibb en uü pafs de gnn
mestízaje €n $¡e lro razas sxr muy variadas,
sin capacidad poHticq y donde Ia lqa trúela
y las tendencias hacia la dvelación y la mr-
quia habfm desruido toda apitud de gobier-
no"(20). necismente ésa fue la sluacfoin del
Feni en el perlodo posterior a la Revolrrión
de la Indepecia entre bs tu 1824 y
1851 comaa el writor la arrenci¡ de rm
gobiemo ñ¡erüe o de rma perp¡a¡i¿ad pod€so-
sa que tubiera si& capaz de ostablecer un
gobierno es¡ble. En este sdfrb escribió:
"pasividad e¡r las clres socialeq rsurpación
de todoe los poderes por loe jefes naciloc en
l¡ misne anarqda: tal eua el ma¡co inr¡ari¿ble
de la vida polfica'(21).
En la segmda mit¿d del siglo ¡(D(, Gascft
C¿lderdo constata h existencía de fuerzas
cryaces de lh¡ar al Pent pot lss sendas del'
progr€s. Pa¡a é1, el perlodo l&t1-1868 rnarcr
Gcrnon& Muúúteguiy b NoroantiMrs
el inicb & la organizacidn juidica del Es¿-
do. Yeia Ere ése esaba en proceso de cmso-
lidasid,o cmro consectrc¡rcia de la exphación
del gmo y del saline. Además, perpibfa rm¡
r&ida trmdomasión de l¿ vida polftica y
eocial del pals" Chefa que todc estos c+'mbios
se hable cristalizado en la elec¡ión del primer
presidedo civil del PenL en tt7z, Maouet
Pado (1S72-1870. D¡¡ra¡le este régim, te
parecla a Ga¡cla Calderón Ere ta Reprtblica
po&ia baber comeozado a crrylir con la
promesa de la revoñrción de h iepeúdtria"
Sobre estos afus de progfeso eecribió:
Ftt 1874 dcryu* & un
movimiato mütr,, la esperarw dc todas
b ho¡ttür:u.s & or&n d¿ tafu ,as
eV{rius rcformúores, panecc realiza&"
Pa¡ú es el jefe úel p&r, el organiz*
fur d¿l régimen civil el mds reformador
de tae lamhres e éWe, de oügarqúa y
& trúicüry el anás prufuntc ¡le t8
hunolmúrcs, Un gran nrrvimirlitro de
ophión lo |nce pp¿hr; el corcuno d¿
tds lasÍuerzrc tru'ciotlr,l¿s, h tradic@
ta rQacza y et talenta b r&a €n uno
{vne y d¿frn¡ttva colabración Ya tw se
piarsa en los de Ia wurqufu
dz Ia evrganiwión y el llrilitarisrrln Y
panece qu¿ *n orda rrltwo y logantnte
eryerado va a rehur en el pensuúcttto y
en la üd422).
Fe[o €sl¿ €ql€raÍza e ftuS¡arfa uüa vez
ñ¡s. L¿ der¡ota del Fenl en lr "gnerra del
P¿ciñco'y sr secuela de desórdenes econG
micoq pollticoa y sociales imgidieron $p ese
proy€cno modernizador pdiese er codimndo.
El útim p€dodo coreifuú po Gaocira
Calderdn corespmde al qrn s inicia en 1895
cm la imrrucióü de Nicolds de Piáola y
cm el fm de un decenio de militarísmo. t¿
esabilftbd polltica y ta erpmsidar ecmómica
b p€rnitierm ver con un "opimimo pn$en-
te' el futuro del pafe For eso prdo escribir
a¡gunas pógims llenas de eryeranza soüre el
porveoir del PeNú, de las cuates el siguienre
telto €s r¡ua mles[ra:
Des& 1895, ln vido nuional tonn
üreccbtt¿s que parcccrr efiúivas. Iln
id¿al se pl*nw en la reaMad y cn ln
vid4 las tradtcianr¿s d¿l miütarislrrr', de
la dtsoht¿ión int¿na x picrde4 y sc
úsryu ya de elnpnts pua buqaejar
lw &stittos de la nrcionaMú perurb
ne(23).
Sequilaol Año II, Nros d-5, 1993 gi
 Esú¿tlfu
Si eir h interpUac{on de h historia de F.
Carcfa Calderón se percibe h hfitreia
de l*
ñb$ofla poeitivida, rc oq¡rrIa lo misn¡o en
relación a su proyecüo de modernizr la socie-
dad peruana En sl bosqr¡ej,o de lo Ere él
demmin¡ "los ddims de la nacionalidad
pem&a' se apoyq mrs bien, eo el idealimo
áico del Ari¿l &, Rodó - "rm positivísa tan
cauto y nüil que no pmocla ¡nsilívi$a', al
decir de un crftico(Z)- progm¡eodo dos
re.fomas principales para la tradomación del
Peni: Ia ¡eforma de las intilrrciones politicas y
la reforma del sirema edr¡cativo.
[¿ reform¿ polfrica tmia pot objefo la
nrperación de la contradipión existente enüe
l¿ realidad flrldica del Esado -organizado
segh el modelo democrático-lib€nal de los
pafses eurcpeos. y la realidad social, domin¿-
da ésta todavla por in$ifrrionos seM¡les. Su
p¡opueda conñistla en el establecimiento del
gobiecno de rma "oligarEría". Pa¡a Gacl¿
Catdedrt' éga no sería r¡n¡ "aris¡toc¡acia de
tradición, cuya formación es iryosible €n lm
medio tan mezclado', ni um "plutocacia",
sino "la mión del talento, de la riryea y de
la tf,adición definiüiva'. En rma palabra, "um
oligrgda abierta" que "hnla ta grmdeza del
paJs"(25). Fa este s€dido, eúlonces, la refm-
ma l¿ inicia¡ía b clase dming¡fe cmvertida
por ta fuerza mtr¿l de ss ideates en clase
ürigede capaz de inlluir sbre las clases
dfuigidas por medio de "la srgeSiónr y la
imitacióü" evitmdo la demagoglr y "hs
mbiciones de cabecillas peligrom"(2é). Se
trataba" pueq det gobierno de m¿ "oliguqufa
ihrdrada3, cuya ñrcrza eryirifual ñÉ dessrita
por Garcla C¿Heúdn de la siguiene mpñ€ra:
eI idcal inUrior cs, a tuesro
'4s{
Wreceq Ia crerci&t de un gobierno
rctiw y fucru, n¿úant¿ el concuwo
organiraú d¿ ufu lw lnmhres d¿ éAitu,
anifus confra la anwph y el jwgo
plftico, pra dw m farmidnbte inpulso
a wrr,úrac riEnzas, creat una patia y
preryrar la realizncün &l idcal d¿n*
crático atvfulaú cn Nagra vida rcady
conxgrab n h Carta(ZT.
I¿ segtda gran refoma soeenida por F.
Garcil¡ Calderdü era h del sisema eú¡cativo.
El meia posibh la cogitrpirín de mn clas
dirigede mediante la formación de minor{as
selectas en las uiversidades con rna prepara-
ción más cíedlfica En hmanista y dolrde
deb€rfan predominar los ingenieroo y ro los
3E
abogafu. Inchuivg p€osabs gre bs esfadistas
deü€rlm tetrcr rma p,leparación tmiversitaria
para tecoiñcarlc y evitr qw srrrjao de ?r
mediocridad plebeyan por accién de las revolu-
cftrm o ircapacidad de las digrras clases
dírigedes, adminígracbres igt¡trc, incultos
pedagogos! hac€ndistas que sélo dirigieron
estecias o fazznfu{(28). Por eg¿ razón el
escritor ebgia al presidene lámuel Pardo,
pues ése habla creado ta Fasultad de Ciencias
Pollticas en la Universidad e Lin¿ s,1872,
para fomn allí las nuevas generaciores de
afuinig¡admes y bombres de Esado(29).
Por oüa parte, F. Garcia Caldemón prqpone,
además, m tipo de €ducaciÍr eryecffho para
las clases poplar€s. Ega e, reducirla a las
escuelas & üte y oficios. Pmba qr¡e €sta
formación b p€rmitirfa ebvar $u nivel
ideloctual y moml, con lo crral tendrlan má-s
posíbilidades de pcticipar en l¡¡ cosolidación
de ur régim democrático. Ga¡pla Caldqdn
reswne su kh¿l educúivo cumdo afrma:
E¿r sftfcslc, m dobl¿ ttwtmienu d¿
cthra & I# cl¿sas *perbrcs y de la
cútcuiótt popul,ar trm$ornmrd las a
nadones hirytwnuricanas, Ia itrsfrrrc-
cüin & fu nschefumbres en c.g;wlgr' &
afies y ofuim, la *perioriM rútmárica
& ixgenir'tos, dgricultorcs y contrcb*
tes sbrc abogfu y mé&os; eryeei*
üsfas en todas lN órdencs de Ia aúnin*y
t¡ací&t lwcendíf¡a d¿ seño ala$q u$a
éüte prepwúa en lN wiverciM¿*
Wtu y proúres ¡sttú d¿ utw
srrem wüeccün Tal es el i&al d¿
ü.cúr.as d¿nurrciu{30},
Et rrtáIffi y las progueslas de Rranciso
Ciafcfa C¡ldendrn erpG¡an bieN¡ las orieirlacio-
nos idelectuales de bs sectores más mode¡noo
de la slase &minane pemana y consfituyó,
sin &dq la referencia de l¡s ¡ellexftrnes de
José Carbs Mariffegui. I¿ Pétou (vntcfiryt
rain fw 1m¿ do las principales claves de los
7 Ertwyos.," ha señalado R. hris. Cffiidso
que &a €ñ¡ ula idea acertada y nocesiün ser
explsada; perc no por las razor¡es flue p¡opo-
ne el hiÉnciúr frarcés. Para é1, bs sieile
t€mas del libro de Ctarcla Calde¡ón habrlan
prefigurado los siae ensayos de José Carlos
Mriátqui, o tambien la idea ryrin la crnl el
mayisa perireo h¡bfi¡ uilizado algunos de
fos rrdrisis purtrules del €fitor oovocedis.
tá(31). Se trAa, rnás biee del debate q¡e el
aulor de los 7 &asams sostr¡vo cm los t€mas

e ideas de la gmeración del noveci¡fios, crryo
nicleo cedral giraba aft*dor de la viabilidad
de h modemizacídn oligárqr¡ica.
IIL üT "GENIRACIÓN DEL NOVECITN-
TOS" EN LOS 7 ENSAYOS T¡E INI3R.-
PNETACIÓN IIE I"|. REALIITAIT PE.
NUANA
Jd Carlos ldadátqui estuvo vir¡amte
interesado por el nsvimieoto idelectr¡al del
Perú poderior a la "glrrxa det Pacffico'.
Siguió l¿ evolución de hs conieúes de ideas
filosóficas, llerúias y politicas do esa época
con el objeto de compender los mbios que
s €staban prodwieúfu en la medalidad del
pafs. Se ref,¡ríó a ctat¡o generaciones que
tuvieron meneras diferedes de percibir la
rcafidad peruf,¡a y que no correrymdlan oon
tn detemin& perlodo crmologico: lrr gene-
ración ladical, la generación 'ñüurisila", la
generacid'n "colónida" y la 'rueva g€úera-
ción{32). De gas üufio gmaciones, la del
novecientos ñp cmsidemda en los T bwayos
como expresión del eqfritu aolonial de la
clas dominare p€ruan¿ y pm ello sometida a
nna cr{ti€ radicaL
Pam José Carlos Mariúteguü la'goeración
del noveciedoo" rcp[esed¿ la reacción de los
intebctules de la clase donninaato fteme a la
"generacidn radical" que aparecfti en el perlo-
do imodial¿meote posterior a la "guerra con
Chib". I¿ der¡ota del Peni en esfa guena no
slamente babla provocado la dosruccido de
l¿s bases materiaks sobre las que s @ntaba
el poder de la oligarqr¡f4 sirc En tmbién
hahfu eroeiomdo sr poder mral. Ese frrc el
clim¿ adecuado para el derrollo de un
movimiedo polltico e ideológico radical el
Ere two en Mmuel Gmz¡¡lez Prada su rqrre-
sentade rnayot Con reryecto al papel del
radicalimo en ese pecío&, Iosé Carlc
Muititegui en el e¡¡s¡ryo "El procm de h
lileratwa" elird:
In autoridad sntinenul e ideohígba
& l8 h¿rc&rx dc la Cobnb se etuon-
t¡afu compowtifu ) warmda por
qúrce años de prédica rúicdl hspués
& un pcr{odo & eaudilbje midt&lr aaá-
Iogo aI qae siguió a la r*vhtcün & b
lo clav. la{fundkta hab{a
fud.ependercia
restablecido s
bminio plftico p€rv no
lnbh regablccib istralnente s bminio
búel¿cünl El radi¿alist¡p, alimcntú
Gqmon& Mo¡úilegaiy b Nwccltúirtcrs
por la ¡crcción moral d¿ ls d¿rraa d¿
Ia caal el pueblo senla reryonsable a Ia
pfutocraci* habh cncontrado nn ant-
búerrtc fawrahtz a la propgrcih det
verbo r*ofucbnarb, Su popagatúa
|nbh rarclúo, sobre tdo a las pruvin-
ci*r, Urn nnrejú de id¿as ovutzfu
lrah{ti pasado par h Rcptlbtica(33).
Sin enbargo el r¿dicalimo no llegó a
cmvertínp en ü[r verdadero ¡xogr@¿ poütb.
José Cütos Mridtegui lo mideraba sobre
fodo como el qiritu de rma plotesta: h
delnucia de los m¿les de h sociedad p€nno¿
¡ en particular, del cobnialimo de s¡ cl¿se
dominante. E¡r ege sedido, eo Mmuel furrÁ-
k Prada, en su€dm los signos del nrgimier
to de rm mpvo eryfritu nacional. Sin embargo,
et llfu radical oo ñre cqaz ni de realizar un
an¡ilisis ds los problemas del Peni ní de
proporer un¡ doc{rina qn cieotala la acción
de su genecacirÍn. 'IrIo pudo hazar a su falange
rm plan de acción ---essribié José Carlos
M&iátegui & Gwffuz Pra&-. Sn eryfriru
individnlista, anfuquico, oolilarioo no era
adeqndo para la dñección de rma ob¡a colec-
tiva"(34). El movimiedo radisal, sin ffiim
y sin progrma, s agdó en ur "verüaliso
¡nnfHarb" que 1o condenó a la egerilidad. El
vacb e{ado por el radicaliw eria ocrryado
por h 'gwacfu del noveclnloor.
En los 7 Flrmyos los esritones del ¡ove-
cÍenfos ryar€c€n vinculados al proceso de ¡sle-
gfimsción del sist€ma pollüco oligárquieo. De
ellos dice loqí Carlos Mariátegui: ,Ln genera-
ción "filr¡risa" {rtro paradójicameoúe se le
apoda- señala rm momenlo de resfarnación
coloialista y civili$a en el peomiento y en
la literatura del Perú"(3S). Es¿ restauración
impticaba b rmvación de or*ld¿cioffs
valoraüv¡s y modetos de coryortamiedo de
ta sciedad p€ruaoa. Por ello, la miffn de l¿
'generación dol novocientos" habrla sido "Ia
¡econquida inegst de la ineligencia y del
mtimirnto'(3Q. U¡a tfr€a de esla n¡fr¡¡aleza
solme,de poda m rcalizad¡ pon bombres
capace{¡ do idegrr hs nuevas ideas a las
cmdiciones particulares det Perú de comien-
zoe de sigb y no por aquellos escdlorcs que
pemanecfu atados a los fubolos del pasado.
Se pede decr, por €so, flue la rebgitimación
det poder oligáquico r€{¡rc¡fa urn rqfura con
eI pasado peno, al mimo tieryo, esfaba
deginada a mA¡feúer la tadición. Se f¡ataba
det proyeclo orienlado a logfar la m(F
Scquilaol Año tr, Nros.4-5, 1993 gJ
F,s/úrdiog
demizacióo del palg bkn qre de rma rnañela
incompha y &fomada Cm rcryec{o al
papel que solamente bs iivenos intelestl¡al€s
de la oligarqufa podao desqeñr, José
Carlos Muiátegui escribió: "la aotigua guardia
idelectr¡al del civilismo, envejecida y debilita-
da, no poda reaccimr eücameirte corüra la
gemración radical. I¿ restarnación tenla qw
ser realizada por rma falangc de hmbres
jóveoed(37).
José Carlos Mri&egui r€ptr¿ba en Ere los
bombres iivenes de-l ¡ovecieolos m sólo
t€olm rma misión comfu, sino En partici-
pban de rtna misna ciedación teórica: el
positivirmo. El qogoo de ega conierúe lilo-
sólica se dio effie loe atu 18t5 y 1915(38) y
marcó indeleblemente a bs mcrlores de ee
periodo, t¿do a los de ta generacitÍn rdical
sono a la rovecdist¿. Alli tambifu José
Carhs Mariátegui eocmffi un Pmñmda
difffencia, ent¡e el positivimo radic¿l de tmoo
y el pocitivimo cmervador de los ot¡os
Javier hú, Garch CdUer&+ Riva
Agiten diwlgan an positivistto con'
xrvúr, Gonzálcz Prda enseia ,.n
pasifivi:t rro r*vfuiaurio, L8 i&óbgos
del civilisn, m perfecfo actnrfu con
w sentimienbs d¿ clwe, n$ spirtuúienon
a la moriM & Taine; cl i&óbgo &l
rúicalícrna se reclanó siemprc &l pcn-
smú¿nu *prbr y dl;*inb &l pte,
cwrcomitatrfr- ! canrsllcl,aruir,l an F¡dn-
cb can el núvimi¿rrÍo & la ¡ewün
Wlfticq sirvü qu{ a la apolngh de las
oligwqt{w ih,$ú¿s;(39}
En la "gemeracftln del novecientm' los
mil,os positivigas del "hogrcso", la "Cietr-
cia", h \azff , les serviri¡n pra justificr el
crecienfe dominio del capilal mb¡e la sociedad
pen¡ao& el pryel dfuigcúte de le ol[mqufa
"ihrslrada" y Ia srbordinación y erchuidn de
cmpesinos indios. Uo pals odenado y en
ma¡cha hacia el "progte$o" sa la imagen del
Perú qrn t€üla Ia clase domhde p€nnúe y
encod¡ó $r fmmulación ideológica en lm
esüitoúes novecedistas y en sl filosofla
positivisa. I¿ realidad sociat de ese periodo
parecfa En les dsba lN razdn pues se empez¿-
ba a vivir €ú paz y proryeridad. Pero esa
imagen recubrfa al P€nt proñmdo: el mundo
del "gamonralimro' con $ts formas bárba[as ds
explotación de tos indios. I-a modernización
bt¡scada por bs novecedistas se entedaba al
mr¡ndo prccapitalisa. Es ége el sedido de la
40
afirnacktn de José Cados Mariátegui de cómo
'rm frreeario mds o ú€tros idealisa y prcg¡e-
sisa dislmul¡ el idorio Eadici6al"(40).
Además, José Caflos l\Atiüegui cond¿taba
que los escrfores de Ia "generación &'l nove-
ciedoso no formaban m movimiedo hmo-
géneo. "Si la gwración ds Riva Agilero
eribe en el "hoceso de La literafina"- m
pnede desdoblarss y dividire en dos ba¡doq
€n dos gn¡pos anlagónioos, no cmsfituye
tmpoco rm gmación üiforme y wáni-
me"(41). L¿ lfooa Éncipal de diferenciación
que s escrmfr¿ esbozada a lo largo de los 7
F.nsayu cor¡eryonde a los r¡Irculos de los
novecedistas con los dos rectces prircipales
qne fbmabm la clase domioade: la burgtreia
capitalira y lc terralenftides prec¡p¡tal¡stas.
Si bien ro fonnaban dos üendercias ñeob,gi-
c¡rs sm programas defuitloe, ena posible
separulos en doe grupos flue coúresp@dh a
dos sereibiliilades pollticas diferedes: aquellos
writores má,s claram€úte identificados cm los
ideale de la democracia lib€ml {M. V. Villa-
dn y el joven V. A. BebtÉnde) y, aquellos
oriedados en lm sentido tndir:iomlisla (Riva
Agitro). En rma pmición intermedi¿ €eidall
sih¡ados F. Gucla Calderón y J. Prado(4z),
lvlanrre.l Vto:€ote Vill¡rdn (1t?3-1958Xa3) es
quien, pra Jd Cülos lvtr¡¿tegui, r€pres€nts
mejor el eqfritu capitaüsa de l¡ clase dmi-
nade peruana En el ensayo "El plocem do la
imnción pública" lo dessribe com el aban-
derádo de nprmtoe de viga ortodoramente
hugueees' sobre la ed¡cación, freoüe a las
poeiciws de Alejanño Deustt¡¡ (1849-1945)
Erien "reprcedó Ia reacción del vbjo 6p&ihl
aristocr&ico"(44). Vilt¡rán es el crltico del
coloni¿lismo flltmal y, en €ste sedftlon e¡rp€.
saba el eryúitu modem. h'El poblema de
la universidd, ülisulo pttblicado en 1928,
Joeé CErloñ Maridfegui cmidera positivo el
papel deseryeñado por Vilhán po sll srtind
lib€ml en el rectmado & 14 t niv€rsidad de
Lima:
El rectorú &, doctor Villarán
canesponü a uila cstrción en h quz x
fitañteflh vigifa* y ferwrcso c'n el
ahtrnú el eqfti& rcn*ubn Los
antccc&ntesdc slts canpaiws safue b
eütcacün nrcional obligaba4 ahrrb,
persnalnwt4 al Rectot, a esfotzwse
por alcawu algutw ,rlrltm *cquüles a
lo nod¿sn rct'nd & una dmercia
rennbtn Mx ptwtfo la rewstcb d¿l

futor Vill#án restaaró det tob ¿n eI
gobiürc de Ia uniwrsidad el vieja
eq{rin&S}.
ts idestes de rcnovrción t@hfrh lc
encmfr¿ba José Carlos Mciáegui en lc
escritos y €n la acción de Vbor Anü&
Belatude (1883-1966)(46) de inicios de siglo.
En eqocial t€satt¡ su inerés por el esh¡dio de
los problemas del Fent y ur activitad aima-
da a la refonna de la urivetsidad. SoDre él
wribió .[osé Cerlos tr{ariflegui en rm artlsulo
de 1915:
V{ctor Anh¿s Eelníndc, en su jwen-
ú.d, ¡eaaciotwttfu an poco confra lo
nndbcvidad miwrsitariq rechwí ana
oriantrcün más realista y nú Wraana
d¿ Ia enseñanzs $peñor. pero Belathde
to petseveró cn ese camirc, kspués &
algtttlos csatqnstr#, dcsieió & es ac-
ftud bclig¿rffite(47).
Villarán y Belarhde apüec€n en los T
&myos cw los escritorc novecelrlistas mls
cerc¡[bs a los ideales democráicos y liberaks,
en particulrr en relrción con bc sspoctos
sulftrakq peno Mailegui vb ss limitasio-
nes en w incaprcidad para coryrder la
inyi¿bilidad de es.as p¡o¡lueslas en una mcie-
dad donde so nr¡rúenf¡n cmdicionos económi-
cas y eocialeg peosaba en que era imposíble
"democrafizar la ensdmza de un pafu sitr
demc'ratizat ot ecottornia y, por ende, su
qp€r€s|ructura poUtica'(a8). Esto $¡e decla
de ln educación tmbi& podla aplicarse
plenmente a loe otros aspectos cultum¡es del
pft"
Mad¿tegui descubrf¡ en José de la Riva
Agü€ro(a9) una pcición mfu coherente con el
ordeo oligárquico, pr¡es él r€pres€dab a
cabalidad el erylritu colmialisa. En loe Z
Ertscyas se ¡neserü¿n sus ideas polfticas y s
le caacleriza como a uo inlelesnnl iCIerdo
en logrc h completa restanación det predo-
minio ideoLógico de lr ofigarqrda. El ensayis¿
m egd irfecesado m dissl¡tir cm Riva Agikro
sr málisis hisilórico-literüios, Se pleocupa
ce¡rhafuneirüo por el p¡oyecto polltico implica-
do en esoe tabajos. I¿ oüra de Rin Agilero
lraú¡ce para José Cs¡los Mariátegui "vin y
since¡am€nte el eryfritu y el seotimierto del
aüor" prresto que se trda de una obra jwenil
y por ello nts intencimes sm más núftlas y
a$€a:
Riva Agfuva e4@io la tr¿rafrpa con
sidente criterio ncivilistrlar, Su enwyo
Ganwú: Mariátegui b Novca nüfus
sbre 'el carácter dc b t*rmra en el
Pení indepaúieate, cSá cn tdas ss
¡nfies, ircqúvocanunb fransib no sólo
dz corceptos pol{tins sirú d¿ un sati-
nicrúo dc cdga. Es sinl¡lt/g,uanunie wu
pieu de hisbrilrgrúa tncraria y dc
reivitúicaciótt p olttica(fi},
Ciertmente a Joeé Carlos Muiátqui le
idenesaba más e¡erniner el prOgrama polüico
qr¡e h oüra hústoriográflrca. Estas mn, obre
todo, pnopleslas qrB toc¡ur ¡ la edr¡cación, a
la miv€rsidad, a la fibsofia y a l¿ [teratura
Pero todas esas reflexlnes apruan a rm
objetivo comrin: rwablecs h aUoridad
olig&gica en campos ffi, h gmación
radical hab{a logre iffidlar tm eryftitu de
rcnovación; fue un esñszo desryerado para
salva el eryftnu coloniaüsta aoe el empuje de
lre ruevr foleas.
Armrye ro refesenté con la nitidez de Riva
Agtlero el eryfritu de la clase dminade, F.
Ga¡ch CaUenén es cmider¿do por Jo$é
C¿rlos Mariffegui como el ffiilor áel nove-
cfrnos ge ofució ma viqión mfu realist¿ de
bs probkmas del Pmt. Es cierto Ere en la
polémica e@ Villarán y Deu$ua mbre la
edwacim lo consilem como ut "ecñctico y
conciliado/(51) y eir el baleoe de la gene.
ración 'fi¡furisfa' lo jrugaba solidario co,n las
ideas de Rina Agüero; sin embugq faobie
es verdd que le tieoe rm t€sp€to ídelectuat
mayor que a loe ot¡oo esctito¡es de nr genera-
cióa Aslo pq ej€mplq en el a¡tlculo'Il¿cia el
estrdio de los problemas penranos" &, ly}s
edaló:
Le P*ou cotúenporain & Fralr:is;o
Garch CatMn estttdü el perú con urr
crite¡io tnás realiúa qu el de Iu antc-
rb¡es gercrrcion* irztele¿Úllalcs, pero
Garc{a Cald¿tón esqaivó en I¿ pérca
cont¿rrpndn tda twestigrción a$da?,
tdo cmnen úevida Su übro se limiü
a corstoda¡ c(m un optimis;lln civili,sta,
Ia el;isteruia en d Penl & fuqzas d¿
progrc&, Las cotufusbws & este tthro
to fruúeran en caenta b ge yo mislln
insisfo cn llutlrr h reaüdod pr$anda
&l pa{s. Gscb Cal&rúrr v cuttaúafu
an 19ffi, cant recetarn* el gobúcrno de
rnlc oligarqrla ihtrfr:ada y pr&tiea(SZ|.
Se tiene la iryresión Ere, púa Joaé Carlos
Mriátegui, Garcla Calderón no podla sobrepa-
sü los lnites de 1¿ visión del mundo de la
oligarqda agroe:rpoüdor¿, ineresada en la
Sequllao: Año II, Nros. {-S, f993 4.
 FsA¿dfu.

erpansión capitaliSa pem hcapcit¿da estáica - el mvimie,no "colónida", por qiem-

mat€riahcde para abolir las refacioes de
podncción f€Ndat€s o semifeudales. Por eso
erarc{¿ Caldqón pudo cmplenda el Penl
hasa dordc b ñrc,poeible sin poner elr sue{¡-
üón el orden oligárqnico en cmjunto Ir otr
conmcuenci4 efu lograr peiretrü e¡r la "real-
idad profimda" del pafs. Esta serla la trea de
la m¡eva generación: al mper con la menta-
lfrl¡d colonialisa pudo "enjuiciar libremenre la
rolilad peruma{S3).
En esúa p€rseectiya morndma & b cufrr¡na
peruan edriba la ¡ove&d fadical de la gene-
ración de Jooé Carlos Maíúegui. Si bien sr¡
pudo de paftfth fi¡e rma odeotacion critica
dirfiida a la fradomaciól dol erylritu de la
liter¡tr¡¡a y a la nodificacftln de la ssbilidad
plo- ro se quedó en esle nivel MCs bien
aranzó hacil la srftica polltica e ideotogica
para llegar, fmaMe, a la crflio¡ de la so-
cftdad y comprder ad la'realidad prroñmda
del P€ni'. Iosé Crlos Mri&egui percibe con
nitidez esta difemensía de enfoqrr de b ruer¡a
gemacftm reqec|o de las geoeracimes müe-
riores: ?ertemoce a mredra época la tdeocia
q
a pe¡retÍar, con rn¡yor éIa¡¿ hs coeas y loe
proble,mas peruanod(fi). I"os 7 Fn ayo cw
tituyen lm¡ buena mMa de este progr¿m¿
de tf,abajo; sefulm los lfòs a los Ere habla
Ilegado la "generacióm del noveciedod y los
s¡pera baga abrsar h reali&d social p€n¡so¿
como um tdalidad corylqia y con$adistoria

NOTAS

I. I. C. lvfariúegui, Idcolog{ay pol{tica [19691, t im$ Aüauta, l9t?, p. 219.

2.
l._9.-yadátegsi, 7 enwyar dc intcrpretuün de b rcaW peruarw ttgzSl Lima, l98l, pp.
n5-28r.
3.
\.I,*lryr, Sobrc cl nowcientrc,Lin¡, Hueso Hrheoo, LiüA lg90, p. g?.
4. Por qi€mplo R. htis y A. Fbrc Gatindo. Del pdm€ro véase s¡ dt6do 'hra una lectrna de
lre' 7 fillsays..', or J. fuicé (ú.), Marütegai y tx or{gcnrs &l nsxinp latbnantricaro,
México, c\¡admos de pasado y prwde, 1984, 310-913. Del segundo, nr lüre In agonla &
Mwiüegei" I imn, Iditl¡to de Apoyo Agrario, 1989, p. 16a.
J. C. Ivfariátegui, 'I{acia el esrdio & los problemas peruanoe', q. Peruaaicemx al perú
[19701, LimA Amura, 1986, p. 70.
Adffiás del lib¡o de L. Loayza cfrafu, vére: A. Sat¿zar Bmdy, Historia & bs id¿as cn el
Perú contenporáreo, Lima, Frrei¡co Morcloa Edittr, 196?o t. I, Primra parts ,El apogeo
del poeitivimo' y L. A. Sánchez, Balanee y liquid.rción d¿l novecbntos ¿Tuvi7¡¿g ,t1a¡cg¡ras
en ,rusre Anérba?,3¡a edickln, Lima, U.N.M.S.M., 196E. El exmen de ege g¡¡po de infe-
tectuales pennnoe en el codexto l¡linoamericano de la éprr;a se puede emcodr¿r 6: J. Itan-
@, L4 cultura ro&rna en Ansériee Latirn, Máico, Joa{rdn Mútiz, W\ Capft¡lo 2: ,'I;¿
mimrh selecüa: arielimro y criollimo" y I. Chavarrla, José Carl* Mariátegui ard t E riri,- of
npdern Pera, [8WI93Q Albuqrerqrn" University New Mexico Press, 1g79, Capftllo i
doúde exar¡ina el srgimienúo del problema nacional en el Perú y el papel de bs inelear¡atee
mbre la 'gerenación del ¡ovecidoe", en pcticul¡r, pp. %42.
7. L, Loxya OP. cit ., p. 10. E. Andsson Imbert se refiere al perfodo 1895-1910 eomo el de b
'plenihd del mode,misro'; pero señala la relafividad del con@o de modecnimo Refirién-
doe a loc escritores do ese momerúo señala: "kan los "mde¡noef de Hispanoamáica La
qalabra 'modef,no" apmta a rna tnansitoriedad. Pero, m loe manuales, a l¿ literatr¡¡a de aquo
llos trasitorios "modemod de 1885-1910 se la sigue adjetivando como "modemida" o sr¡sa¡r=
tivando oomo 'decnismo" El Modernisno, en realidad, m exisle. Es sélo ura forma mental
g!3 m8 sirve pana sompreafu hechos srcltos". Iligorin de h tit¿rafrsa hisparcaneriearw,
Mérico, Fotrdo de Ctúma Ecodmica, t. I, p. 399.
8. úffi.,p.9.
9. Sobre b
inflrc'rcia del librc de ¡. E Rodó en Adcica látin¡ véae de I. Fnanco, h cula¿ra
np&rta en Anérica latiru, op. clt., pp. 6063. Pa¡a E Aesm Imbert Rodó es el esüitor
que ryio'€ryfoilualizó, la proea de ileay, op. cit. t. I, p. 473.

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 Grr*orrót *farúfrcSaiy lot Novea nüstan

t0 sob¡e las foleas de Rodó véase el lib¡o de J. Frmco, op.

cü,y de E. fude6oo Im6o1, ap. ci',
pp.473-4?8.
11 L, Loayta op. cit., p. St.
12 véase J' Basafreo Historit de b Rcpúblba del Penl, Lim,
Editorial univensitaria 196g, t.
XII, pp. 408410.
J. c. Mariálegui, 7 ensays dc it*rpretrcün de Ia reelidd peruana,
11
14 L.L*ya, op,.ctt.,p. lZ. op. cit w,ns y n6.
15 lhtd p.10.
16 J' Ranco, op' cit', p. 12. Ese es el nuevo mito de las conimtes neoliberales hrinoamsicanas
de bB aios ocheda M. Yargas Uosa ha smenido, por qi€mpb
grn "mdenrizar es emopei-
zar'' Conredario hec$-ror A. Quijaoo a r ^ decbraciones del
esritor ea el a¡tkulo 'Estáica
de l¿ ur¡pfa", Ey* ttÍnuro, Lim, N" z?, dícimbre 1990, p. 41.
17 A' Salazar Body, Eigoria & bs id¿as en ct Peñ corrtenporárco,
l:67, !.1, p. ?fra. Sobre Garcfa cakteón véase tanbién el librc de J.
Lima, Francnrco Mo*h
G, Llos4 En busea d¿t
Perú, I imt, 1962' pp. 2l-29 do¡de sogire este esgritor
$!e del novecfrilos ofrece el "primer
ideoto de una visíón idegral de nrregro pa$; (p. 23).
l8 El libro fue editado Pof Dqiavb et cie. ¿aite¡¡rr en Pa¡b en l9o7.
con el tft'lo ib En torno el
Penf y América s pubücó en Lim¿ m 1954 rma antologh ¿e e¡s-prinrie"leÁ
ohras" ¿1ll se
incluyen cuat¡o cry{tulos del libro de l9O?,
citado pü A' Fto¡es eiaündo en sn¡ ribro La aganh de Mariátegu*
l?
m F. Ga¡€'h Catder&, Fn nrw at peni y At¡úrúa, op. ctt.,p.
op. ú,0p, r6s.
45.
2l lb{d p.4,4.
ZZ lb{d, p.58.
n lb{d., p.79.
a E. Andason Imberü Higoria de Ia literatura hirynoanericam,
25 F. Garcl¿ C¿Herdre h arno al perúy.,*¿ricai op. cü.,p. lE4. op, cit, t.l, p.474.
?Á lb{d, p.l4l.
27 lb{d, yp. t4t-t42.
28 Ib{Á, p.2A3.
29 lb{d, p.59.
30 lb{d, p.205.
31 váse q¡ artlculo ?r¿ m¿ lectr¡¡a de los ? F.,myos.. .', w J. Aricó (d.), Mariátcgui y lw
orígenes del narxismo latbwanwricaw, op. ú.,p.ilt.
32 EsÚas gemaciones aparecen emmeradas en: I. C. Mariritegui, T ensaps dc hterpretacién d¿
h reaüdad peruaw, op. cit,p, Z9l.
33 lb{d., W.275-276.
U lbld, p.2ffi.
35 lbfd, p.275.
% Ib{d, p. T16.
37 lb{d,, p. T16.
38 Sobre el positivism en el Penf, v&s: A. Salaza¡ Bod)r, Hiso¡. de lús ideas en el peú
contenryor&uo, op. cü, t. I, primera pate, "El apogeo del'positiviuo".

39 J'-C' Mariátegurr T enwyos dc htcrpretrción d¿ h realiW peruinq

op. cit p. T11;también
véae, ur juicb semejaoe a,1np.217.
40 Ib{d,9, Tl7.
4l Ih{d,p.293.
42 un prentación de las ideas de estos esfitofes s enc?€dfa en los libros cilados de A.
Salazar Bonúy y de J. Cnavarr{a.
43 De M. v. villarán véa'" púsittw exogidw, Lim4 1962. A. sar¿zar
Bondy
^mariaas¡s itfaas
s' Higoria de l¿ id¿as en cl Perú contenqnr&eo, op. cit., Frime¡a parte, iecdóú III, Cap¡tu-
b IT.

Sequilao: Año II, Nrcs. 4-5, l9g3 43

FÁfrrdfug

4 I. C. Mariátegui,7 ersa¡rc;s dc hurpretwün d¿ ln realidad penanq op. eit, p. 151. Marióte-

gpi analiza el debate entre hrstua y Villardn en bs pp. 151-161.
45 Bl artfoulo se encr¡enha inchrido en Petautkemog al Perú [19?0J, Lima, Anaü4 l9Só, p.
rtz
46 De V. A. Bela¡hde véa*e I"a crisis presenu, 1914-1939, Lima, Macurb Pemrano, 1.94A y La
realidad mcionnl, Lima, Mqcrtrio Pen¡anq 1945. El segudo libro ñ¡e escrito corno r€sprest¿
a bs 7 Easayas de Mariáteguí.
47 J. C, Mariáegui,'Hr,ia el ecndios de los pnoblemas ¡reruüos", en. Peru.anicemos al Perú, op,
cü, P.?1. Véáse tambifu las opinione de Mariátegui sobre B¿lalhde en loc 7 ensayos de
iruerpretacilín de la rc¿üdad pewnu, op. cü., p. 134.
48 lbfd, p.ll9.
49 Sobre J. Riva fuüero véaso el übro de Lwyza, tobre el novecientw, op. cit,, eryecialmonte
hspp.17-110.
50 J. C. IvfariÍ€gui, 7 ensaps fu *úerprctrcün & la reatiM peruana, op, cit, p.231,
51 lb{d., p.152.
52 En: J. C. Ivfadátegui, Perunicemos al Pení, op, crt, p. ?1.
53 Ib{á, pp. 70-71. Véas también la crftfo:a que ltfariátegui hizo de la concepcir5n elitista de 1¿
educación que tala F. Ga¡cla Calderón en "Ewfunzx tinica y e¡señanza & clffio, a Tentx
de eútcación [19701, L¡ma, Amatda" 1986, pp. 55-56.
Y l. C. ldaridtegaa Peruanicc¡tps ol Pcnl, op. cü.,p. TL.

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