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HISTORIA DE LA TECNOLOGIA Volumen 1 Autores: T. K Derry T.I. Williams 162 HISTORIA DE LA TECNOLOGIA SIGLO xx1 Volumen 1 DESDE LA ANTIGUEDAD HASTA 1750 HISTORIA DE LA TECNOLOGIA 4 Siglo veintiuno © | Volumen 1 ‘Todos los derechos reservados. Prohibida la reproduccién total ° i de esta obra por cualquier pean (ya sea DESDE LA ANTIGUEDAD fico, electxénico, 6ptico, quimico, mecénico, fotocopia, Pee ees eee oa) HASTA 1750 Soportes magnéticos, sonoros, visuales 0 de cualquier otro tipo ‘sin permiso expreso del editor. i Por i T. K. DERRY y TREVOR I. WILLIAMS Primera edicién en castellano, octubre de 197 \ 4 Decimosexta edicién (5.* de Espatia), abril de 1995 | © SIGLO 200 DE ESPANA EDITORES, S.A. Calle Plaza, 5. 28043 Madrid En coedicién con } | © SIGLO xx1 EDITORES, S.A. | Avda. Cerro del Agua, 248. 04310 México, D. F. \ Primera edicién en inglés, 1960 © OXFORD UNIVERSITY PRESS Titulo original: A short bistory of technology. Front the earliest times t0 A. D. 1900 Esta obra fue impresa por primera vez por The Clarendon Press Oxford en 1960 | DERECHOS RESERVADOS CONFORME A LA LEY \ Impreso y hecho en Espafia | Printed and made in Spain | México historia de la ISBN: 84-323-0282-1 (obra completa) Espafia tecnologia ISBN: 84-323.0279-1 (volumen 1) Depésito legal: M. 12.333-1995 Impreso en Closas-Orcoyen, S. L. Poligono Igarsa Paracuellos de Jarama (Madrid) Siglo XXT ‘TRADUCTORES Carlos Caranci José Palao Taboada MariCarmen Ruiz de Elvira e Hidalgo Juan Alfonso Ruiz de Elvira y Prieto Magdatena Ruiz de Elvira y Zubizarreta Mari-Carmen Ruiz de Elvira y Zubizarreta Carmen Séez Diaz DISERO DE LA CUBIERTA Santiago Monforte UNIVERSIDAD NACIONAL BE SAN Jian Foculicd de Filosofia Humanice BIBLIOTECA DR. IVAN 105: NOTA EDITORIAL El lector encontraré al final del tercer volumen de esta obra unos cuadros cronolégicos, una bibliografia escogida, cl origen de las ilustraciones seleccionadas, un indice tematico y un indice de nombres, correspondientes a los tres primeros voliimenes de esta coleccién, Indice PROLOGO ... .. PRIMERA PARTE DESDE LA ANTIGUEDAD HASTA 1750 sa (4. ‘PANORAMA HISTORICO GENERAL gh El hombre antes de la civilizacién, 9—Las civiliza- ciones de Egipto y Mesopotamia, 13—El surgimiento de Grecia y de Roma, 23—El Imperio romano, La Alta Edad Media, 40.—La Baja Edad Media, 50.— El Renacimiento, 57—El surgimiento del mundo mo- derno, 61. ( 2.)LA PRODUCCION DE ALIMENTOS . \— La domesticacién de los animales, 68.—Origenes de la agricultura, 73.—El regadio, 78.—Desarrollo de la agricultura en Europa, 83—La preparacién de la comida y de la bebida, 8%—La pesca, 94—Conse- cuencias de los descubrimientos geograficos, 99.—E] Progreso de la agricultura (entre 1500 y 1750), Los terrenos ganados al mar, 108, 3. PRODUCCION PARA FINES DOMESTICOS La alfareria de los primeros tiempos, 111—Los prime- ros textiles, 116—Marfil, madera, cuero, vidrio, 121.— La contribucién del mundo griego y romano, 128—La Edad Media, 135—Los textiles medievales y el tra bajo del cucro, 142—Ebanisteria, 151—Textiles y vi drio, 1500-1750, 153. . EXTRACCION Y LABRADO DE LOS METALES .. El uso primitive de los metales: la Edad del Bron- ce, 167—La primera Edad del Hierro en Grecia y Roma, 176—El labrado de metales en la Edad Me- dia, 188—La extensin del uso de los metales, 1500- 4750, 204—Ulteriores avances en la industria del hierro, 209—EI armamento, 215—La fabricacién de instrumentos de medida, 223, . LA CONSTRUCCION ... Los antiguos Imperios, 229—La construccién en Gre- cia y Roma, 238—La Edad Media, 251—La construe. cién desde el Renacimiento hasta el siglo xvi, 261. EL TRANSPORTE Los comienzos: la rueda y el caballo, 275.—El perfodo greco-romano, 282—El transporte en la Edad Me- dia, 287—El periodo de los grandes descubrimientos geogréficos, 293—Evolucién desde 1600 a 1750, 300. COMUNICACION Y PROCEDIMIENTOS DE RE- GISTRO . Reaction EI lenguaje y los procedimientos de registro, 309— La medicién, 316—La cartografia, 331—El papel, 335.— Los orfgenes de la imprenta, 339—Evolucién, 1500- 1750, 347. . FUENTES PRIMITIVAS DE ENERGIA ... Energia humana y animal, 351—La rueda hidréuli- ca, 361—El molino de viento, 367. . LOS ORIGENES DE LA INDUSTRIA QUIMICA La industria quimica en los tiempos antiguos, 376.— La quimica y la industria textil, 382—La fabricacién de Ja pélvora, 387.—Los alquimistas y los yatroquimi. cos, 391—El comienzo de la quimica moderna, 392. 167 215 351 314 PROLOGO Este libro es la consecuencia de una obra mucho més amplia, una Historia de a tecnologia en cinco voltimenes, costeada por la Imperial Chemical In- dustries Limited y publicada por Clarendon Press, de Oxford. Cuando se aprobé en 1949 la compilacion de esta extensa obra se contaba con que a su debido tiempo legaria a existir demanda suficiente para un libro més pequefio que abarcara el mismo campo. Esta expectativa ha sido cumplida: muchos criticos de los primeros volimenes solicitaron explicitamen- te con ahinco la publicacién de una version abrevia- da que diera a conocer la materia a un numero més amplio de lectores. En vista de ello, la 1c1 acordé proporcionar la nueva dotacién econémica necesa- ria y Clarendon Press se encargé de la publicacién: el presente libro es el resultado de todo ello. Al planear esta obra se ha pensado mucho en la mejor forma de hacer frente a las necesidades tan- to del lector comin como de los estudiantes intere- sados en los aspectos técnicos. Desde el principio era evidente que cualquier intento de resumir sim- plemente los cinco voltimenes de la Historia era por completo impracticable, no slo a causa de la enor- me condensacién de materias que se necesitarfa ha- cer, sino también porque el plan de la obra original no se prestaba a un tratamiento de este género. Se necesitaba, evidentemente, un libro distinto, y aun- que ello hizo mucho ms ardua la empresa, propor- cioné una feliz oportunidad de enfocar el tema en una nueva forma. Con esta libertad de accién, se de- cidié intentar la realizacién de un libro en el que la historia del desarrollo tecnolégico fuera estrecha- mente relacionada, en cada época, con su perspecti- 2 Prélogo va histérica. Este libro pretende ser tanto una histo- ria tecnolégica como una historia de la tecnologia, y al seguir este derrotero creemos estar en la linea de una importante tendencia moderna. A pesar de las obras de Lecky y Buckle y de interludios tan brillantes como el tercer capitulo de Macaulay —por citar sdlo ejemplos ingleses—, los historiadores del siglo xx se limitaron por lo general a la historia politica y constitucional. En el siglo xx reaparecié una interpretacién més liberal del sentido de la his- toria, y los factores sociales y econémicos comenza- ron a recibir la debida atencién por parte del histo- riégrafo. Sin embargo, la importancia de los facto- Tes tecnolégicos esté todavia muy poco reconocida, y es de esperar que este libro ayude a lamar mds la atencién hacia ellos. La decisién de escribir un libro de otro tipo otor- ga nuevas ventajas, Aunque la gama de materias tec- nolégicas examinadas caen naturalmente, en su ma- yor parte, dentro de los limites de la obra principal, se han hecho algunas adiciones interesantes y se han consultado muchas fuentes nuevas; por las razones dadas en el parrafo anterior, se ha introducido una gran cantidad de material histérico enteramente nue- vo. Al mistno tiempo que se han tomado de la obra primitiva muchas de las ilustraciones, se ha aprove- chado también la oportunidad para introducir aqui muchas nuevas. A la vez, debemos dejar constancia de nuestra enorme deuda de gratitud hacia la obra original, y hacia aquellos que tomaron parte en ella, por su autorizada vision general de la materia en su conjunto y por ser una fuente de informacién de los hechos. El presente libro ha aprovechado de mu- chas maneras la experiencia obtenida por uno de nosotros (T. I. W.) como responsable de la edicion de los ultimos voltimenes de la Historia de la tec- nologia original; es para nosotros un gran placer re- cordar los afios de estimulante colaboracién en el proyecto con el fallecido doctor Charles Singer —que Jo inicié—, el también fallecido doctor E. J. Holm- Prélogo 3 yard y el doctor A. R. Hall. En la obra original, y a través de sus extensas listas de referencias y biblio- grafias, pueden encontrar mucha informacién adicio- nal aquellos que deseen profundizar més en aspec- tos particulares de la historia de la tecnologia. La descripcién, aunque breve, de la forma en que est4 ordenado el texto quizd pueda ayudar al lector a usar este libro con el mayor provecho. Existen evidentes dificultades en la ordenacién de las carac- teristicas sobresalientes de una materia tan vasta a lo largo del periodo total de civilizacién, sin limita- cién a un solo pais o pueblo. Para nuestro objetivo de proporcionar una descripcién amena y coordina- da de la evolucién de la industria moderna no es apropiada una ordenacién meramente cronolégica, geogrdfica 0 tecnolégica. Forzosamente hemos teni- do que intentar hallar una formula de compromiso, Cronolégicamente, el texto est dividido en dos par- tes: la primera de ellas abarca hasta 1750 —el co- mienzo de la revolucién industrial de Inglaterra— y la segunda contintia la exposicin hasta 1900. En la creencia de que la mayoria de nuestros lectores se interesan mas por los acontecimientos que tuvieron lugar durante y a partir de la revolucién industrial, hemos concedido un mayor espacio a este ultimo pe- riodo. La decisin de terminar nuestra historia en 1900 estuvo inspirada en dos consideraciones prin- cipales: la primera, que la verdadera significacién histérica de los descubrimientos mas recientes es dificil de determinar, y la segunda, que la gran com- plejidad técnica de la moderna industria cientifica hace virtualmente imposible contar adecuadamente su historia en los términos no técnicos del presente texto. Para algunos, la divisién que hemos adoptado pue- de parecer artificial, porque actualmente existe una tendencia a desestimar la importancia, o incluso la realidad, de lo que durante mucho tiempo se ha llamado Ja revolucién industrial. Si bien es cierto que aquellos cambios que se extienden a lo largo de + Prélogo dos 0 tres generaciones dificilmente pueden ser lla- mados revolucionarios —en especial cuando forman Parte de un proceso ininterrumpido antes y después de dicho perfodo—, sin embargo es indiscutible que durante el periodo 1750-1830 el progreso tecnolégico mostré una marcada y sostenida tendencia ascen. dente que resulté de fundamental importancia para la civilizacién moderna. Geograficamente, nuestra historia esté en gran Parte limitada al antiguo Oriente Proximo, a la Eu. Topa occidental y a Norteamérica. Por lo que respec- ta al Oriente Lejano, esta limitacién es un reflejo de la carencia de fuentes apropiadas para los eruditos Occidentales: Science and civilization in China, del doctor Joseph Needham, podria en gran medida re- mediar esta deficiencia, pero faltan varios afios para que este libro se termine. Nuestra deuda con el Orien- te Lejano puede muy bien revelarse mucho mayor de Io que en general se supone ahora. También la Europa oriental figura relativamente poco. Aunque la carencia de fuentes facilmente accesibles consti- tuye también un problema en este drea, podemos aducir como consideracién adicional que, durante el periodo de nuestro estudio principal, los cambios fueron generalmente paralelos y consecutivos de los de la Europa occidental. La eleccién de lo que hay que incluir en un libro de este tipo y de lo que hay que omitir tiene que Ser necesariamente subjetiva: esperamos que nues. tra eleccin sea estimada como una aceptable com- binacién de aquellas ramas de la tecnologia que han cambiado decisivamente el curso de la historia, con los mis sencillos oficios del mayor interés humano Pero de escasas consecuencias. La bibliografia selec. cionada intenta ayudar al lector a proseguir su estu. dio siguiendo las directrices de su propia eleccién, Nuestra intencién subyacente, como hemos manifes. tado, es la de relacionar la historia de la tecnologia con Ia historia de su época: por ello, cada seccion esté precedida por una introduccién histérica y el € Prélogo 5¢ libro concluye con una serie de cuadros destinados a mostrar la interrelacién de los acontecimientos ( mencionades en el texto. C Nos consideramos realmente sforeunados por la da que hemos recibido para este trabajo, y nos Sle eae eRBTEM ePenlaad de dar las gracias ( a quienes nos han ayudado. La carencia de sintesis , de esta indole nos ha impedido contar con elemen. | tos que nos sirvieran de guia en nuestra pretension de urdir un texto aceptable tanto para el historiador ( y el tecndlogo como para el lector comtin. Por ello, ¢ nos consideramos muy afortunados por el hecho de ( que el profesor R. R: Betis, Masaryk projessor de Historia de Europa central en la Universidad de Londres, haya dado una lectura completa al texto ( antes de que entrara en prensa. Sus amplios cono- ¢ cimientos nos permitieron corregir numerosos pun- tos de detalle e importancia histéricos; al mismo ( tiempo atrajo nuestra atencién hacia pasajes donde nuestra descripcion de materias técnicas parecia que habia de presentar dificultades para los lectores no técnicos. De los errores y oscuridades de este tipo que permanezcan en el texto s6lo somos nosotros, naturalmente, los responsables. i Durante nuestra busqueda de material para el li- bro visitamos —entre otras colecciones relacionadas con Ia historia de la tecnologia— el Museo de His- toria de la Ciencia y Ia Tecnologia de Estocolmo, y queremos dejar consignado nuestro agradecimiento al director del mismo, doctor Torsten K. W. Althin, tanto por mostrarnos su espléndida coleccién como ( por las estimulantes discusiones que con él mantu- vimos sobre varios problemas relacionados con nues- tro trabajo. Querriamos también agradecer la ayuda y los consejos del sefior A. Stowers, del Museo de ( Ciencias de Londres, para determinar el disefio de la primitiva m4quina de vapor de Watt. ai Existen grandes dificultades para la descripcién clara y breve de procedimientos y maquinas con las que no est4 familiarizado el lector comin, Lo mejor 6 Prétogo que pudimos hacer para clarificar nuestras propias ideas fue visitar unos cuantos talleres y fabricas a fin de observar.los ejemplos modernos de algunos Oficios tradicionales tales como los de alfarero, he- rrero, calderero, ‘hilandero, minero y vidriero. A este Tespecto estamosen@euda particularmente con la British Railways (Derby Locomotive Works); la Min- tons Limited, de Stoke-on-Trent; la Combined English Mills (Spinners) Limited, de Manchester; la Salt Di- vision de la Imperial Chemical Industries Limited, y la Pilkington Brothers Limited, de St. Helens. La mayor parte de los dibujos que se hicieron para la Historia de la tecnologia fueron realizados por el sefior D. E. Woodall. En vista de ello, nos alegré mu- cho que también pudiera encargarse de todos los nue- vos dibujos necesarios para la presente obra; los tres mapas del capitulo 1 fueron dibujados por el sefior T. Hilditch. Estamos también especialmente agradecidos a Ia sefiorita M. Reeve, que, ayudada por Ia sefiorita Y. Pyke, ha sido la responsable del riguroso trabajo administrativo relacionado con la preparacién del texto y las ilustraciones, y con la supervision de la edicién. El libro debe mucho a su cuidado y pa ciencia. Como ya hemos hecho constar, este libro no hu- biera podido realizarse sin la dotacién financiera de la Imperial Chemical Industries: Limited. Debemos agradecer en particular el apoyo activo y el estimulo que el proyecto recibié de Sir Walter Worboys, uno de Ios directores de la compaiifa, hasta su jubilacién en octubre de 1959, T. K. DERRY TREVOR I. WILLIAMS Julio de 1960, PRIMERA PARTE DESDE LA ANTIGUEDAD HASTA 1750 1, PANORAMA HISTORICO GENERAL. r c La tecnologia, por el hecho de englobar_un_conjun- ( ‘toextraordinariamente yariado de conocimientos_y hallazgos por medio de los cuales el hombre ha ido dominando progresivamente su medio natural, posce ‘ una historia cuyo campo tiene amplias ramificaciones ( de limites mal definidos. El estudio se complica por , el hecho de que, hasta legar a los tiempos modernos, Ja historia de la tecnologia no goza_ Jogo_al de Ja historia del desarrollo politico_o.inte- ( lectual. Al limitar nuestra atencién a la evolucién.de la tecnologia occidental, rehuimos dificultades tales como las que se refieren, por ejemplo, al gran papel | desempefiado por Ia inventiva del Oriente Lejano en los primeros tiempos:- ésta es una materia que reque- rirfa, en realidad, un amplio espacio en toda exposi- cién global equilibrada, pero que sdlo hoy comienza “ a ser debidamente investigada en Occidente. Aun den- ( t r EL HOMBRE ANTES DE LA CIVILIZACION Traslado de un obelisco de 327 toneladas en Roma, afio 1586, to, de Este cape, ons, restungidos Im civeteotican co Por medio de energia humana masiva y diestramcnte orga: tre la historia tecnolégica y la historia convencional fimilares en el Egipto de I ecie eo, Pas empresas es tal que se hace necesario un esbozo hist6rico pre- de tres milenios antes: 6 jnckeer srs cinastia (fig, 11), mas liminar con el fin de situar en un marco cronoldgico ( era los grandes proyectos de ingenieria civil todavia contabas los pueblos y perfodos de mayor significacién para ( con la energia humana masiva, utilizando s6lo un equips font nuestro fin y facilitar as{ la observacién de la evolu- (“ cénico muy elemental (fig. 223), ; cién de cada rama principal ‘de Ia tecnologia desde i una perspectiva apropiada. El presente capitulo, y el ( i capitulo 10, por lo tanto, presentardn al lector algunos ( | hechos de la historia general que pueden ser de in- ( terés para nuestro estudio. | Por ello deberemos recorrer brevisimamente un ‘ i gigantesco lapso de tiempo que corresponde al me- ( nos a los diecinueve veinteavos de la historia del , 10 Desde ta antigiiedad hasta 1750 hombre. Los hombres de la Edad de Piedra antigua (© Paleolitico), pocos y disper: lcanzaron un desarrollo tal que les permitiera conquistar su entor- no; Jas cuatro glaciaciones, que marcaron su historia, Produjeron en todo caso cambios en el entorno que afectaron a vastas_regiones dificilmente conquist bles incluso por la tecnologia del. hombre del glo xx. Como recolectores debieron haber estudiado sonfusamente los fenémenos del clima, del suelo y de las estaciones, que determinaban si sus estéma- 0s iban a estar Ilenos 0 vacios, Mds susceptibles al frio que muchos animales, improvisaron refugios, frecuentaron cuevas e hicieron uso del fuego.-Domi. narlo, limitando el combustible del que vefan alimen. tarse la llama; difundirlo por medio de teas improvi- sadas o de corrientes de aire; apagarlo con agua, fue- ron artes aprendidas de la naturaleza. Incluso encen. der fuego por medio de 1a friccién de dos maderas quiza haya derivado de la observacién del efecto del roce de dos ramas secas entre si a causa del viento, Entre sus muchos usos, el fuego sirvié para endu.— tecer_la_madera empleada para fabri ientas.. Como carecfan de los fuertes caninos de los verdaderos carnivoros, los hombres tuvieron que @ptender, desde muy pronto, @_manejar_habilmente palos.y_piedras. para desgarrar Jos animales muertos hallados ry llar y recoger utensilios ya hechos de forma nataral pasaron gradualmente a fabricarlos empleando un ~tmartillo.de piedra para desmenuzar y lascar el sflex. otras piedras de grano fino para conseguir un filo cortante o la forma deseada. Tras muchas generacio. nes, de imitacién cuidadosa y mejoras esporddicas Surgié un antecedente reconocible del hacha de pic. dia, que —ahora de metal—circula atin por los bos. ques. ELhacha de mano, fabricada con arenisca, cuar- 70.0 lava, asicomo_con silex, fue utilizada por el gé- ~nero-humano-al- se-extendié_por_casi_un_quinto.de, la superficie del Elgbo. Estos objetos nos son bien conocidos gracias als Panorama histérico general u a su durabilidad; pero aquéllos, hechos con materia: Jes menos duraderos, tales como la madera o el asta, aunque a veces se han conservado en arena, turba 4 incluso en hielo, sélo son conocidos generalmente de manera indirecta. Con el desarrollo del propulsor y el arco, el hombre tecnoldgico comenzé a ser el ver cedor en la larga lucha por la supremacia humana, oponiendo ‘su destreza a la fuerza animal. Por otro lado, sus logros estéticos, como pone de manifiesto Ja extraordinaria calidad de las pinturas y grabados (fig. 1) que el hombre del Paleolitico dejé tras de sf en cuevas y en remotas, superficies rocosas, no sélo sirven para evocar ante nuestros ojos un pasado le- jano, sino que nos recuerdan de modo desafiante que la irregularidad del desarrollo tecnolégico es parale- 1a a la evolucién histérica del hombre. 1. Reno al galope. Grabado de Ia Edad de Piedra, La Edad de Piedra media (0 Mesolitico) es el nom- bre que recibe el periodo de transicién entre el fin de la Ultima glaciacién y el comienzo del periodo de asentamiento y cultivo. Deberia denominarse mas bien una etapa, ya que su cronologia varia segin lap gayor o menor proximidad del casquete polar en re” ceso. En Europa puede decirse que abarca del 12 Desde 1a antigiiedad hasta 1750 noveno u octavo milenio hasta cerca del cuarto a.C,; fue testigo de la elevacion del nivel del mar, que se- paré a Suecia de Dinamarca y a Gran Bretafia de Francia, y del crecimiento de los bosques septentrio- nales. Ain més importante por sus efectos sobre el habitat humano fue el aumento de las zonas desérti- cas en el Oriente Préximo como resultado de los pro- nunciados cambios de clima. El hombre del Neolitico emerge del salvajismo, una vez resuelto ¢l problema basico de su alimenta. cién, gracias a su creciente, aunque no total, confian- za en el pastoreo o en cl laboreo, o en una combina- cién de ambos. Sabe pulimentar y esmerilar e incluso taladrar utensilios de piedra dura; s6lo necesita Ile- ar a Conocer él trabajo del metal para levar a cabo una conquista mucho més efectiva de su ee “Sico_ El resultado inmediato fue, al parecer, un répi do crecimiento de la poblacién, sin paralelo con’ a cas anteriores: es lo que se denomina revohucién neo- litica. La_consecuencia a largo plazo, que coincidié ‘aproximadamente con las primeras utilizaci de Jos metales, fue el surgimiento de_la civilizacion tal como nosotros la conocemos. En su aspecto material, la historia de la civilizacién es Ta historia de la tec. nologia, por lo que el interés basico del perfodo neo litico, incluso para los europeos occidentales, se cen- tra en las regiones del sudeste de Europa, donde este estadio parece haberse alcanzado mas pronto, donde condujo con mayor rapidez al surgimiento de una vida civilizada y donde las condiciones climéti- cas han permitido conservar los vestigios mAs claros de un pasado remoto. Probablemente el pastoreo aparecié en los valles de los grandes rios del este, donde se concentraria la vida animal a medida que el desierto iba avanzan- do. Eso sucedié en los valles inferiores del Nilo, del Tigris y del Eufrates, y del Indo. Asimismo, el rico ~limo de sus deltas proporcioné un medio ideal para descubrir el hecho de que las plantas de crecimiento, esponténeo, tan laboriosamente buscadas, podian ser Panorama histérico general B ( reemplazadas por cosechas de vegetales plantados por el propio hombre, No hay duda de que el paste. reo fue lo primero que aparecié, pues podia ser prac. ticado por los némadas. La agricultura, aun cuando se cligiera un nuevo lugar en cada estacién, implica. ba por lo menos un asentamiento temporal, y preci samente el hecho de volverse sedentario hizo al hom. bre consciente de nuevas necesidades, que podian ser \satisfechas gracias a la nueva fuente de alimentos. Las necesidades del estémago no acaparaban ya todo el tiempo y todas las energias, porque el agticultor, a diferencia del cazador, puede disponer de tempora. das de relativo ocio y construir viviendas permanen- tes. La sociedad podia hallar un lugar para la arte sanfa y el comercio. - Esta cultura neolitica se difundi6 en lentas etapas desde las regiones orientales hacia Europa. Al norte del Mediterraneo hallé una regién de clima més 4s- “pera, donde los progresos habrian sido incluso mas Ientos de lo que fueron sino hubiese sido por la préc- tica de la agricultura extensiva, que requeria Ia elec. cién cada pocos de nuevos lugares para el la- boreo, los cuales, por sti misma prodigalidad, fomen- taron la penetracién gradual en nuevas regiones. De ahi que los milenios sobre los que carecemos de una cronologia adecuada de la Europa neolitica duraran, en el caso de Gran Bretafia, hasta el 2000 a.C. Entre Sus escasos restos figuran numerosos yacimientos de silex y tumbas megaliticas, las cuales por su aureola de misterio y sus orfgenes inciertos nos sugieren, con una visién retrospectiva, una oscuridad que contras- ta fuertemente con el esplendor de la civilizacién que estaba surgiendo entonces en el este. LAS CIVILIZACIONES DE EGIPTO Y MESOPOTAMIA Hacia mediados del cuarto milenio a.C. la sociedad neolitica desarrolla, en los grandes valles de los rios orientales, las primeras fcrmas de civilizacién. Si 6 ¢ € ¢ « te “ -sumeria crecia en torno al t 14 Desde 1a antigiiedad hasta 1750 -consideramos.la. invencién_de la escritura como-sig- ~no del fin de la barbaric, podemos. afirmar_que_el hombre civilizado_hace_su primera aparicién en. Me- sopotamia, si bien_el_més_antiguo estado civilizado de alguna importancia y con una evolucién continua- da_fue el_que aparecié poco después en.el valle dei ilo, donde no era dificil mantener _alejados a los barbaros_intrusos; el curso de los atontecimientos en el valle del Indo es todavia poco conocido. La existencia_de alfareria y tejidos en el periodo neolitico. presuponeun. cierto_grado_de_especializa- el _artesano especialista sélo puede mante- alimentos est4n organiza- " Puedan prover con regularidad. sun excedente, lc - des. significativas fuera de las de los. grandes. tgs, donde las cosechas eran mas abundantes y mas facil la acumulacién de un excedente. Las inundacio- -hes_naturales-ensefiaron_al_hombre. Jas. ventajasde irri | obstaculo principal a su practica si tematica y ordenada era la na ndife- rencia del hombre frent jetivos.a.largo_plazo. Los_hallazgos arqueolégicos indican que la_ciu cement eerie ieron la primera jllaban ent sa ‘honor marcaron el comienzo de 1a civilizacién y_del es0 técnico. Por otro lado, € pees ofiginario procedi al parecer, no-del Til eee la divinidad, sino de Ta forzada” i wistador humano y dela natural aparente que real. El jefe del clan del Halcén, que unificé por primera vez ¢l valle del Nilo, se convirtié en. dios, en el origen de la fertilidad,.don del rio,y. como tal, habilitado para recibir tributos de los habi, tantes de sus orillas. Al_no existir un templo que sir viese de micleo, las cieron en un princi- as_ciudades crecieron en un pr. pio mas lentamente, aunque el papel de los funciona- Panorama histérico general 15 rios del faraén, consistente en acumular y administrar los excedentes del producto de la tierra, fue esencial. mente el mismo que el del clero sumerio. Para comprender cémo se Ilevaron a cabo los im- presionantes logros tecnolégicos de las primeras ci- Yilizaciones es importante saber que, aun cuando el que trabajaba la tierra era considerado més como hombre libre que como siervo, se exigia habitualmen- te.el trabajo forzado en las obras publicas, costum- bre que se mantenfa atin en Egipto cuando Less¢ comenz6 las excavaciones del canal de Suez (p. 648). Asimismo, podemos trazar, a partir de esta época, la evolucién de la esclavitud, que tiene su origen en el momento en que por pri, oz ‘re e mantener vivos a los cautivos, ya que su trabaj sultaba més valioso que su mantenimiento. Las gue- ras producfan su cuota de botin humano; pronto los mercaderes comerciaron con un articulo que podia “ir por su pie al mercado; y en él seno de la comuni- dad la esclavitud fue, habitualmente, el destino del Giminal o del deudor, Los esclavos del dios o de su templo, asi como los del rey o de su Estado, propor- cionaron una gran masa de trabajadores, a veces bien adiéstrados y con frecuencia cruelmente explotados. Asimismo, a lo largo de la historia antigua casi todas las referencias a la agricultura o a la industria en allado de los campesinos y artesanos que gozaban de diferentes grados de libertad personal, Se_afirma que el cobre fue el primer lujo que se convirtié en necesidad. Por consiguiente, la evolucién de la civilizacién durante el tercer milenio aC. trae consigo un lento incremento en el_uso del cobre y del bronce, aleacién este ultimo de cobre y estafio. Des- pués del descubrimiento del arado tirado por.bueyes _¥.de la irrigacién de los campos entre los producto- tes de alimentos del Neolitico, asi como de la nave de remos, el mas importante sistema de ahorrar fuer- za de trabajo inventado por el hombre civilizado fue, Desde 1a antigiiedad hasta 1750 Panorama histérico general Fig. 2. Los imperios antiguos y Ia Grecia clAsica, con Ia ubicacion de los lugares mencionados en el texto. 18 Desde Id antigiiedad hasta 1750 probablemente, ¢lcarro de ruedas y la vela,(p. 277). En cuanto a la maestria artistica del artesano ocupa- do en trabajos delicados, Egipto, aun antes de su uni- ficacién, producia magnificas tallas de marfil, mien- tras que las tumbas reales de la Ur sumeria muestran que la mayoria de las téenicas empleadas a lo largo de la historia del trabajo artistico del metal se usa- ban ya hacia el 2500 a.C. Respecto a la construccién, también los sumerios, ya por aquel entonces, habjan erigido templos de ladrillo de medidas muy } 1 feriores a las de los famosos ziggurats, cuyas ruinas sobreviven a partir del periodo siguiente. De todos modos, las primeras dinastias de Egipto, como quie- ra que contaban con piedra para trabajar, dejaron un monumento que no necesita la ayuda del anqued- logo para interpretar su esplendor: han pasado cer- ca de cincuenta siglos desde que se erigié la Gran Piramide de Gizeh sobre el cuerpo momificado de Keops, y sin embargo sigue siendo la tumba més-im- presionante del mundo. Tanto en Mesopotamia como en Egipto, el tercer milenio, que habia comenzado con tan brillantes perspectivas para la humanidad, finalizéen_un_desastre politico y en un estancamie! to tecnolégico. El primero de los grandes jefes se tas, Sargén el Grande de Akkad (fig. 3), trajo consigo al primero de una serie de pueblos conquistadores (acadios, amoritas, kasitas) desde el hinterland del delta del Tigris y del Eufrates. Todos ellos constru- yeron su civilizacién sobre bases sumerias, si bien Hammurabi, el gran legislador y administrador amo- rita, hizo de la ciudad de Babilonia la mas importan- te de toda la regién..Un cilindro de piedra, de dos metros y medio de altura y de apretada escritura, conserva su cédigo legislativo, y sus cartas nos pre- sentan al propio hombre. Pero los invasores hititas, provenientes del noroeste, y los kasitas, del nordes- te, derrocaron a sus sucesores, tras lo cual Babilonia, bajo dominio kasita, volvié a caer durante muchos siglos en Ja barbarie. Mientras tanto, en Egipto, la Autocracia altamente centralizada de los faraones Panorama histérico general 19 que habian erigido las primeras piramides dio paso a una época feudal, que para nosotros se caracteriza por las bellas tumbas nobiliarias excavadas en la “roca. Los faraones del Imperio Medio condujeron sus huestes feudales Nilo arriba con el fin de con- quistar Nubja, y en las proximidades de sus fronteras nacionaleS*Se apropiaron de nuevos territorios por 4nedio. de vastos trabajos de irrigacién, aprovechan- do Jas aguas del lago Qarun, en El Fayiin. Hacia el 1700 aC. el reino cay6 bajo el dominio de los hic- sos © reyes pastores, jinetes némadas provenientes del Asia occidental; con su expulsién, hacia el afio 1580 a.C., se inicié el Imperio Nuevo. Fig. 3. Cabeza de bronce de Sargon. Este Imperio, que controlaba numerosas naciones, se extendia desde Ja cuarta catarata del Nilo hasta.el Eufrates. Fue también un imperio en el sentido de que dependia del poderio militar, del poderfo de los carros de guerra, que se afirmé, con fortuna desigual, 20 Desde la antigiiedad hasta 1750 contra enemigos tan poderosos como los hititas. Para nosotros, con todo, su interés radica principalmente en sus triunfos estéticos. Entre los templos de Tebas, que sé habia convertido ya en la capital de Egipto, se halla, por ejemplo, el Gran Vestibulo de Karnak, unica nave de 100 x 52 metros, tan amplia como la catedral de Notre Dame, que sigue siendo atin hoy el mayor recinto con columnas del mundo, Junto a ella, la tumba de Tutankhamén marca el nivel de los Jogros conseguidos en las bellas artes en la Edad del Bronce, y no sdlo en el trabajo del oro.y de Ja plata, en el de los metales semipreciosos y en el del_marfil, sino en el de los maravillosos muebles torneados que alli se han encontrado, los cuales no tienen rival en la técnica europea hasta el Renacimiento, Al mismo tiempo, un nuevo estilo realista del retrato nos mue?- tra al faraén, no solamente como gobernante divini- zado, sino como hombre y amante cuya-suerte es tan frdgil como la nuestra. Asi podemos participar por un instante del pathos de una civilizacién que habia alcanzado tal perfeccién ya antes del nacimiento de Moisés y que, si bien sus treinta dinastias se prolon- garon hasta la época de Alejandro.Magno, tuyo su apogeo hace mas de 3.000 afios; Al ser el progreso la excepcién, y no la regla, en las comunidades humanas, no tiene tanta importan- cia que especulemos sobre las razones de su deten- cién entre los antiguos egipcios, como que observe- mos de qué modo los avances tecnoldgicos Mevados a cabo en el Oriente Préximo fueron difundiéndose por grados, cada vez mas ampliamente, hasta pene- trar en Europa. Ni Mesopotamia ni Egipto posefan unos tecursos suficientes que les hubiese permitid desarrollar sus civilizaciones sobre la base_de_la au- tarqufa. Nunca se habjan autolimitado en lo que res- pecta ala madera, a los metales o incluso al marfil: en_el segundo milenio a.C. el desarrollo de barcos amas grandes y de un transporte terrestre organizado alenté un ulterior estuerzo para satisfacer sus nece- sidades por medio de importaciones. Al intercambiar ~ Panorama histérico general 2 los productos de su tecnologia superior por materias primas estimularon la imitacién. Ademés, tanto en Ia antigtiedad como en los tiempos modernos las ne- cesidades comerciales estimularon también con fre- cuencia las-ansias de conquista, las_cuatesjasimismo, dejaron“$0"séllo cn la vida higigggpnctles vecinas aun mucho después de que conquistadora hubiera retrocedido, La agresién provocé la contra- agresién: algunos invasores barbaros fueron absorb dos, en ocasiones, por las sociedades de ambos impe- _ rids (pp. 18 y 313); otros chocaron con ellos, apren- dieron de ellos y conservaron su independencia. “Entre estos Ultimos, los més. importantes para nuestro estudio son los hititas de Asia Menor, el pri- mero de los pueblos indoeuropeos que salié a la luz de la historia. Oponiendo armas de hierro a las de bronce, arrebataron provincias enteras a ambos. im- “perios, y durante varios siglos, hacia _mediados del segundo milenio, erigieron el tercero de los grandes Estados civilizados, que se extendia_por-el sur_basta Palestina y por el este hasta el Eufrates. Su centro fue Bogazkoy, en las montafias de Anatolia, que en sus mejores tiempos fue una ciudad mayor, con mu- cho, que Babilonia, y que fue construida.alli donde Ja madera y la piedra eran abundantes. Como dispo- ‘nian de considerable aprovisionamiento de plata, que desde hacia largo tiempo habia sustituido al grano como medio de cambio, es evidente que los_hititas acufiaron las primeras monedas, y difundieron esta técnica hacia el oeste. Asi, la civilizacién lleg6 hasta las proximidades de Europa por tierra, aunque, como veremos, su difusién en ese continente estaba destinada a hacerse basicamente por mar. i Pero serfa conveniente continuar con la historia de los imperios orientales, al menos hasta el primer revés sufrido a manos de Occidente. Hacia el 1200 aC. la_cafda del reino hitita coincidié aproximadamente con el surgimiento del poderio asirio —y en parte fue consecuencia de éste—. Durante un cierto tiempo.su eclosién fue contrarrestada, pero finalmente los asi- 2 Desde la antigiiedad hasta 1750 tios se apoderaron de Babilonia, arrasaron a las diez tribus de Israel y mantuvieron cautivas a las tribtis de Jud4 y Benjamin. En la época del llamado S: gon II (722-ca. 670 a.C.) —la eleccién de su nomb és significativa— se fundé en Ninive el imperio més extenso de los que surgieron nunca en Asia occiden- tal. Los asirios hicieron amplio uso de Ja piedra, tan- to para revestimientos de mamposteria en sus colo- sales edificios de ladrillo como para sus esculturas en relieve. Las figuras de animales que crearon fasci- nan atin hoy a los occidentales, aunque fueron sus ejércitos, provistos de armas de hierro, y sus arietes (fig. 4) los que més impresionaron.a sus contemporé- neos. Llevaron a cabo un inmenso intercambio con Oriente y Occidente, utilizando el idioma de un pue- blo conquistado, los arameos de Siria, como lengua comercial. De la India trajeron la planta del algodén para adornar el parque de Senaquerib; gracias a su comercio con Asia Menor Ilegaba la plata de Cilicia, empleada por ellos como medio de_cambio. Cuando Ninive cayé ante los medos y los caldeos en el 612 a.C. dej6 una tradicién de imperio mundial cuyos efectos perdurarian hasta el surgimiento de Roma. Fig. 4. Ariete sobre rue- das. Ninive, siglo vir a. C. Panorama histérico general 23 El Imperio neobabilonio 0 caldeo, que le siguié, fue el de Nabucodonosor, que condujo a los judios cau- tivos a Babilonia, ciudad adornada con los jardines colgantes, con el templo que inspiré la torre de Ba- bel y con la puerta de Istar, atin visible (fig. 64). Re- cuerdo de mayor duracién fueron, con todo, los datos astronémicos obtenidos de manera muy cuidadosa, acumulados durante muchos siglos sin utilizar el te- lescopio u otro tipo de cronémetro, sobre los que iba a basarse ampliamente la astronomia griega. La_de- cadencia de Babilonia comienza con su conquista en el 539 aC. por Ciro el Grande, fundador del Imperio persa, que habia llegado hasta el rico reino de Lidia, en el Asia Menor occidental. El segundo de su dina: tia .conquisté Egipto, el tercero extendié la domina- cién persa hasta el Danubio. Su poder se fortalecié con la institucién de una famosa red de rutas posta- les y de estaciones. Los persas, que se hallaban tam- bién en su elemento en el mar, enviaron sus barcos al océano Indico, intentaron poner de nuevo en fun- cionamiento un antiguo canal egipcio con el fin de unir el mar Rojo al Mediterraneo y oiganizaron la gran invasién de Europa por mar descrita por He- rédoto. El Imperio persa, que eclipsé a todos sus predecesores tanto por su extensién como por su poderio y por la gloria de los enormes complejos ar- quitecténicos de Persépolis y Susa, dio a Oriente casi dos siglos de paz. No sufrié una nueva sacudida has- ta la penetracién de los ejércitos de Alejandro Mag- no, el cual, cuando la misma Grecia habia pasado su cenit, gast6 la fuerza de su juventud contra civiliza- ciones que ya eran viejas cuando Grecia era ain joven. EL SURGIMIENTO DE GRECIA Y DE ROMA Si nos remontamos al pasado con el fin de trazar la historia de los comienzos de Ja civilizacién en Eu- ropa en el segundo milenio a.C., quizA podamos dete- 24 Desde la antigiiedad hasta 1750 nernos para resaltar este ultimo punto. El periodo mejor conocido de la historia antigua, y que por tal raz6n recorreremos brevemente, es la historia del surgimiento de Grecia y Roma. En el campo de la politica y la literatura hay, en verdad, razones obvias Para aceptar esta preeminencia tradicional; pero des- de el punto de vista tecnol6gico las glorias de Grecia y Roma han sido a menudo exageradas. Cuando los griegos y los romanos, sucesivamente, vencieron a las antiguas civilizaciones del Oriente Préximo se apro- piaron —y heredaron— muchas cosas, pero también destruyeron mucho, y lo que crearon para sustituir- lo fue pocas veces mejor, y a menudo inferior, a los logros técnicos de los primeros tiempos. —— Tales técnicas inclufan, ya desde los tiempos més remotos de la historia egipcia, la construccién de bar- cos para la navegacién de altura, que transportaban alfareria y otras mercancfas a lo largo de la siria a cambio de cedros del Libano y de otras mu chas materias primas que escaseaban en el valle del Nilo. De alli una breve pero importante. escala los levaba a la boscosa isla de Creta, donde-las importa. ciones egipcias —y quiz también las ensefianzas de Jos refugiados procedentes de Egipto en la época de su primera unificaci6n— permitieron por primera vez aun pueblo europeo intentar un modo civilizado de vida. A comienzos del segundo milenio a.C. los cre. tenses exportaban ya vasijas y jarros a Egipto, a me- nudo en barcos propios. Pero el apogeo. de la civili- zacién minoica se sittia entre el 1600 y el 1400 a.C., cuando Cnosos era una metrépoli de ladrillo que al. bergaba‘probablemente una poblacién de unos 80.000 habitantes. El palacio de Minos, famoso en la leyen- da griega, fie el primer gran logro arquitecténico del Mediterraneo septentrional; fue a la vez un impo te centro industrial y la séde de la administr: real. Alfareros, orfebres del metal y del marfil, res y vidrieros, todos ellos altamente especializados, Proporcionaron Jas bases del comercio ultramarino, que se expandié en todas direcciones por el Medite- Panorama historico general 25 rrneo oriental. Del oro espafiol al estafio britdnico, del Ambar del Béltico a las pieles rusas, todos los ueblos barbaros tenian algo que ofrecer; y lo que ellos obtenian a cambio eran mercancias que estimu- aban el lento paso de las regiones occidentales a la Edad del Bronce. No poseemos datos directos sobre Jos artesanos que trabajaban el bronce, los cuales quizd tuvieran que recorrer largas distancias en bus- ca de clientes; pero la figura de una daga esculpida hallada en Stonehenge (p. 237) tiene su paralelo mas préximo en las dagas de bronce de la Grecia micéni- ca, avanzada, en el continente, de la cultura minoica. La caida del Imperio hitita en Asia Menor, el_sa- queo de Cnosos, que parece haber estado sometido a dominadores griegos en sus ultimos tiempos, el_fin de Ja cultura minoico-micénica en Tirintoiy en la misma Micenas y el declive del Imperio Nuevo.en Egipto son acontecimientos que sefialan, a finales del segundo milenio a.C,, el inicio de la acometida. con- ffa el mundo mediterréneo de los invasores indo- europeos del norte.\Entre ellos se hallaba el grupo principal de los griegos, los dorios, que durante va- rios siglos después de su Iegada a la region que iban a hacer famosa vivirfan a un nivel cultural bastante més bajo que el de la edad heroica descrita por Ho- mero. Mientras tanto, .con la decadencia de Creta, los fenicios de Tiro y de Sidén, pueblos semitas, llegaron a ser la primera potencia maritima del Mediterraneo a fundar grandes colonias, tales como Cartago -¥. Cadiz, Por la misma época, un pueblo que llamamos etrusco se habia lanzado al mar desde su patria, ort ginaria en Asia Menor, para trasplantar finalmente su rica cultura oriental al norte de Italia. As{, cuando los griegos comenzaron,a su vez a desarrollar su ci- vilizacién y a unir el comercio a la colonizacién, a lo que les empujaba un pafs improductivo, el Mediterré- neo occidental estaba ocupado ya por dos. grandes Fivales. La consecuencia principal fue que, pese a la gran importancia de Siracusa, que lleg6 a ser la se- gunda ciudad griega, y de otras muchas colonias grie- ] 26 Desde la antigiiedad hasta 1750 gas en Sicilia y en el sur de Italiay la Grecia clésica dejo su huella més directa ¢ inmediata en el mundo oriental, Hacia el 600 a.C. los técnicos griegos habian alcan- zado en ciertos aspectos el nivel de sus maestros orientales, superéndolos en cuestiones de gusto. Ho- mero describe el hierro en sus poemas, pero no como material para armamento, En los. tiempos clAsicos._ los griegos crap-expertos en diversos. modos de tra- bajar los juetales) y llevaron adelante su comercio con la ayuda de la moneda acufiada —enorme estimu- lo para el comercio en pequefia escala—, a imi de los lidios, que habian sido vecinos de Ios-hititas. Sus importaciones bsicas eran_grano y pescado de las colonias del mar Negro y de su hinterland; im- portaban también esclavos_y numerosos objetos de_ | lujoy que iban desde los tesoros de arte etruscos a los tapices y ricas vasijas de plata de Oriente. Se ne-__ cesité un colosal desarrollo industrial para producir. metales, iejidos, alfareria, aceite y vino, que Grecia, especialmente él Atica, exportaban a su yez. Se han hallado anforas aticas del siglo V en Renania y a ori- las del Marne, si bien fue el vino griego, vendido principalmente en pellejos, de los cuales no quedaron huellas, el que tuvo mayor aceptacién entre los bar- baros celtas. La_derrota final de los invasores persas.en_el-479. ante los griegos guiados por Atenas marca la°ascen- dencia de los griegos entre las naciones y la de Ate- nas entre los estados griegos. Durante dos genera- ciones fue la cabeza de un Imperio tributario: Jos atenienses alcanzaron su época dorada, aquélla ent Ia que la estatua crisclefantina de Palas Atenea, debida a Fidias, presidia una capital embellecida como nin- guna otra. Mas para la historia de la. tecnologia es quizd mAs ingportante sefialar que Ia posicién de Ate- / 285,.como principal centro comercial y_metrépoli virtual del mundo mediterréneo, sobrevivié durante mucho tiempo a su declive politico. Industrializada hasta un punto que entonces constitufa una verdade- ine | | | i Panorama histérico general ra novedad y ayudada por el hecho de que la cuna de la democracia tenia una poblacién compuesta jen un cincuenta por ciento por esclavos, Atenas habria muerto de hambre a no ser por la perduratle repu- tacién de su alfareria, de sus bronces y de otros tra- bajos en metal, asf como de sus muebies, que permi- tian Ia legada de los barcos cargados de grano al Pireo. | Incapaces de llegar a un acuerdo en sus querellas, los griegos iban a caer pronto bajo la férula de los. montajieses de Macedonia, en su propio hinterland, La secuela inmediata fue la década de conquistas de Alejandro (333-322 a.C.), durante la cual la civilizacién de los griegos sometidos se extendié por Asia‘con su conquistador. Si bien el avance militar fue detenido en el Indo,"el arte griego penetr6 en toda la India e incluso en China, mientras que las sucesivas Alejan- drias, fundadas en lugares tan lejanos como.Kanda- har, en Afganist4n, proporcionaron el modo de vida eriego a toda una serie de nuevos puntos de apoyo. Alejandro, en efecto, hizo que el corhercid superara las barreras nacionales: si el tesoro estatal, equiva- lente hoy a cuarenta millones de libras esterlinas, que ‘aquél habfa capturado en Persia y puesto en circula- cién fue tan sdlo un aliciente temporal, la difusién de la lengua griega a través de sus vastos dominios result6 més duradera que la mayorfa de los éxitos politicos. Cuando, ‘tras su inoportuna muerte, la he- rencia fue-dividida entre los tres Estados que le su- cedieron, ninguno rechazé la tradicién griega, y uno de ellos, el Egipto de los Tolomeos, entré en una nueva etapa de su historia, con la mayor de las Ale- jandrfas como capital, La época helenfstica que siguié fue de gran.activi- dad industrial, facilitada por la existencia de rutas comerciales que cruzaban toda Asia. Fue una época que se distinguié por su planificacién urbana, por sus Duenos-aprovisionamientos de aguas y por sus sis mas_de drenaje. Se erigieron bellos edificios de.go- bieme, con ventanas altas y arcos traidos de Oriente; i ON a a A 28 Desde la antigiiedad hasta 1750 Jas_viviendas.disfrutaban-de-mayores.comodidades-¥—_ los muebles eran a menudo lujosos.Los importantes jandria una gran biblioteca reunfa todg"el saber del mundo conocido] mientras que su enorme faro vigi- laba por encima de una masa de barcos que daba a la ciudad el aspecto de un gran puerto moderno./Ale- jandria tenia también su museo, que ejercié las fun- ciones tipicamente griegas de una universidad) Pero no hay que exagerar el grado de helenizacion. Si bien ‘Alejandro habia acabado con el poder militar de los imperios del Oriente Préximo, la huella de sus anti- guas civilizaciones, a lo largo de numerosas genera- ciones, no podia desvanecerse tan facilmente. La re- ligin no fue més que una de las grandes fuerzas autéctonas que continuaron desplazandose principal- mente de Oriente a Occidente. Si Alejandro hubiese vivido mas tiempo habria proseguido probablemente su carrera de conquistas hacia Occidente, de tal modo que la totalidad del mundo mediterrdneo, tanto oriental como occidental, podria haber sido unificada unos tres siglos antes de lo que en realidad lo fue. Los tiempos estaban ma- duros, porque el impulso de las civilizaciones que se habfan desarrollado y extinguido en otras partes ha- bfa penetrado ya por estas fechas, hasta lo més re- c6ndito de la Europa barbara, por el valle del Danu- bio y a través de los mares interiores. En la mayoria de las _regiones los instrumentos Jiticos habian.sido | finalmente sustituidos por los de bronce,s.. desde los... comienzos-del ‘iltimo milenio.a.C-po hierrog que tenia su centro en los ee ofientalss y ha bTanOniensauteivaleitinaicse entretlaserctia! ger- ménicas y célticas. Estas tiltimas(se)hallaban-en_ple- ng_movimiento, y-su.penetracién.en Italia-quebranté* clnoderio ctrusco, Pero en vida de Alejandro Magno fue el oscuro Estado de Roma, que habia permaneci- do largo tiempo bajo el control etrusco, el que se “desarrollado.por.medi Panorama histérico general 29 situé en primera fila, a la cabeza de las tribus latinas de su inmediato entorno, preparandose, sin saberlo, para el destino que el macedonio no habia sido capaz de llevar a término{“A mediados del siglo 1m a.C.-tos... romanos habjan sometido a las ciudades griegas ‘del’ sir de Ttalia, cuyos barcos habfan puesto los cimien- tos del comercio romano, y habian expulsado a los cariagitieses de Sicilia: En el’ siglo siguiente fueron los vencedores en.una Tucha titdnica por el control~ del Mediterraneo occidental _al_someter..a—Cartago, Giudad tres Veces mayor que Roma’ y que se habia, -del transporte comercial has- ta llegar a ser_el p més préspero. del mundo.co- nocido, aunque limitado, como no lo estaba la Roma republicana, por el peso de la dependencia de un sis- tema de propiedad esclavista. ‘Cuando los romanos, en el 146 aC,, arrasaron completamente Cartago, su poder se extendia ya desde la Espafia meridional has- ta Macedonia y Siria; y el incendio de Corinto, en el mismo afio, mostré ademas su habilidad para impo- ner su voluntad despiadada a los belicosos domina- dores del mundo mediterrdneo oriental. Al igual que Alejandro, que se habia hecho inven- cibTé gracias a su bien adiestradas falanges de infan- teria, flanqueadas por caballeria pesados somangs i fomaron..de 10 griegos ‘del-sur ionamientos del principio del ar: catapulta para lanzar_fle- chas y la balista pesdda‘~Pero Jas conquistas de la Reptiblica-se.debieron sobre todo a las. legiones,en- trenadas-muy-cuidadosamente, que marcharon hasta el Eufrates y el mar Caspio, sometieron a los celtas de la Galia, salvaron el Rin y cruzaron el tempestuo- so canal de la Mancha hasta llegar a Gran Bretafia: Finalmente, con la absorcién del Egipto de Cleopa- tra, la. tecnologia militar romana completé.launion entre. Oriente-y.Occidente. El_periodo-de-las-conquistas_exteriores fue a su vez un_perfodo de Iuchas internas, en las. que la-Re- publica-iba_aperecer. Sus dirigentes politicos se 30 Desde ta antigiiedad hasta 1750 habfan enriquecido y corrompido por el. saqueo-de provincias que habian sido durante largo tiempo el centro de la civilizacién occidental: en este tiempo, ‘Roma atrafa el comercio del mundo y pagaba en-mo- neda mds que en mereantias. La agricultura tradi nal de Italia decayé en gran parte, y las pequefia’ granjas dierom paso a vastas propiedades, donde. se créaba ganado y se cultivaban la vid y el olivo por grupos de esclavos importados. Ep la misma Roma las _tiendas pertenecientes a romanos y las residen- cias de campo de los grandes estaban Ilenas de es- clavos: 150.000 prisioneros fueron capturados en una sola campaiia; y de la isla de Delos, que los romanos__ habian transformado en un depésito general, dice Estrabén que en un dia se habjan llegado a subastar 10,000 esclavos, a precios que oscilaban entre 20 y 60 libras esterlinas de hoy por cabeza. En_el siglo de yiolencia-y-confusién .con.que termina la la Roma tepublicana, las revueltas de esclavos, repri- midas con gran dureza, atraen nuestra simpatia més facilmente quizA que las amargas luchas por el po- der entre los grupos politicos rivales. Su corolario, de todos modos, fue la victoria de un gran estadista y fundador del Imperio romano, Augusto, el cual, en 130 a.C., en una misma campaiia, acabé con su tilti- mo enemigo, Marco Antonio, y se apoderé de Egipto- EL IMPERTO ROMANO\ Asi, el mundo mediterréneo pudo gozar, por pri-+ mera y tinica vez, de dos siglos de paz (fig. 5). Pese a que resulté imposible conservar las antiguas regio- nes mesopotdmicas més alla del Eufrates y que no hubo tampoco conquistas duraderas en la Germania al este del Rin, o en la moderna Rumania, al norte del bajo Danubio, el hecho més importante es la s¢- guridad de la regién interior, que formaba una_uni- storia_de._ dad econémica de una amplitud jams vista en Euro— pa posteriormente, a lo largo de todo un periodo tan_ Panorama histérico general 31 largo como el que nos separa a nosotros mismos de_ ‘Pitt el Viejo y de George Washington. Las sombras comenzaron a cernirse de nuevo durante el reinado del emperador filésofo Marco Aurelio Antonino, pero, Ia edad de org no finaliz6 definitivamente hasta la’ muerte de sti hijo, el emperador Cémodo, en el 192" después de Cristo. Mientras tanto, Roma habia sustituido a Alej dria como la més espléndida ciudad del mundo oc- cidental, coronada por la suntuosa residencia de Au- gusto en la colina del Palatino, de la que deriva nuestra palabra ) » ) ) ) ) ) ) ) , ) ) ) ) 50 Desde ta antigiiedad*hasta 1750 armas defendian los intereses de la religién, y las migraciones preparaban la via al comercio. Tal. ve, el arado de desfonde fue el instrumento més im’. portante que los germanos introdujeron en las tie rras eslavas al este del Elba, donde hasta entonces el suélo habia sido tmicamente escarbado con el. uncus curvo; pero tambign introdujeron el hatha pesada, las ovejas, la vifia y la rueda hidréulica..S6lo en Silesia y Prusia, por no contar a Polonia, Bohemia y Hungria, se fundaron nuevas ciudades a un ritmo de una docena por afio; los mirieros y los salineros siguieron Jas huellas de los agricultores. Hacia 1250 —mientras las tierras eslavas menos afortunadas, situadas més al este, quedaban sometidas a la férula de los mongoles— el trigo de Brandemburgo se ex- portaba a Inglaterra, y el Baltico se convertia répi- damente en la segunda via comercial del mundo | medieval. LA BAJA EDAD MEDIA ‘Se ha afirmado que la Baja Edad Media represen- ta, probablemente, uno de los mas decisivos giros de Ja historia de la civilizacién de la Europa occiden- tal. Durante los doscientos afios que precedieron al estallido de la Peste Negra en 1348 hubo una expan- sién comercial comparable, por sus profundos efec- tos, a la revolucién industrial de fines del siglo xvii. El papel que desempefié Inglaterra en esta tiltima revolucién fue idéntico al que representaron en la primera los Estados italianos; sera por ello conve- niente considerar en una breve panorémica su po- sicién dominante como caracteristica final. Tal vez el aspecto més sorprendente del perfodo sea el crecimiento de la poblacién, la cual se elevé répidamente hacia su punto de saturacién bajo las condiciones existentes en toda Europa, al menos has- ta el oeste del Elba. Paris era la metropoli indiscu- tible del norte, y rivalizaba en tamafio con las ciu- Panorama histérico general 51 dades del norte de Italia; la mitad de los habitantes de Flandes y Brabante vivia en ciudades. Hacia 1300 la presién Sobre la produccién de alimentos habia la. desaparicién del barbecho en muchas feof fotalidad de Francia, soportaban ‘affe el mérimo de poblacién —cerea de 38 habitan- tes por km*— de que era capaz la agricultura me- dieval. Debe recordarse que el rendimiento medio del centeno y del trigo era entonces de sdlo un quin- tuplo; el de la avena y cebada, de algo menos del cuddruplo; la ganaderia estaba limitada todavia por la escasez de pastos de buena calidad, y sdlo en el siglo xv los progresos en el trabajo del hierro per- mitieron usar un instrumento agricola adicional tan sencillo como la horquilla de tres puntas. Por lo que concierne a las técnicas industriales, existe un marcado contraste con la sociedad agraria primitiva de los siglos oscuros. Se construyeron grandes iglesias géticas (fig. 8), en las que las figuras esculpidas parecian observar desde las alturas, 0 des- tacaban entre las sombras, y la luz del sol que se filtraba a través de las vidrieras parecfa exhalar un brillo espiritual y fisico a un tiempo. Asimismo, y por Jo que respecta a Ja arquitectura secular, la maestria de los albaiiiles iba Menando el paisaje de castillos de piedra, aunque los nobles hingaros del siglo xm atin vivian en chozas de cafias, y los castillos de madera no desaparecieron de Escocia hasta el xv. Tras los albafiiles venian los constructores de moli- nos. La Inglaterra del Domesday Book (1086) ya mo- lia el grano en unos 6.000 molinos de agua; hacia mediados del siglo xit los molinos de viento habian Megado también a Europa, y la fuerza hidrdulica se aplicaba a nuevas finalidades, en especial para bata- nar los tejidos. Pero los avances probablemente mas importantes, al menos por lo que respecta a Europa, fueron los nuevos métodos de explotacién de minas, extraccién y a oe oe de w 52 Desde 1a antigiiedad hasta 1750 Fig. 8. Edificio eclesidstico en construccién. De una minia- tura de 1460, Panorama histérico. general 53 plata conocieron gran auge en Hungria, Bohemia, Sajonia y el Harz, mientras que comunidades de mineros libres, muy dispersas, trabajaban también los metales basicos: Colonia y Dinant, por ejemplo, .-se hicieron famosas por sus campanasy*oth@s: pro- ductos de cobre y bronce, y el valle del -Mosa, por... su cuchilleria, ferreteria y armas. seimpiy ~ En la Edad Media el comercio dominaba a la in- dustria, y, como hemos visto, los italianos domina- ban el comercio. Las seis ferias de Champajia, que en el siglo x1 se sucedian a lo largo del afio, de ene- To a octubre, y Iuego las tres grandes ciudades texti- les de los Pafses Bajos, fueron los primeros centros a los que legaron los comerciantes italianos. Por ello la ruta del sur, a través de Francia, era de importan- cia fundamental, aunque de las regiones situadas al este del Rin Iegaban otras corrientes comerciales a Italia, a través de los puertos alpinos. Hacia fines del siglo xmr, sin embargo, el condado de Champafia fue anexionado por el reino de Francia, cuya politica puso trabas al comercio, de tal modo que gran parte de éste hubo de hacerse por mar: las grandes gale- ras genovesas y venecianas iniciaron una serie de viajes anuales desde el Mediterraneo a los puertos de los Paises Bajos y de Inglaterra, donde, por su eslora, predominaron sobre los barcos del norte. Imitadores suyos fueron los mercaderes de la Liga Hansedtica, que en el siglo siguiente unieron los puertos del Baltico y la costa occidental de Escandi- navia con los mercados de Alemania, de los Paises Bajos y de Inglaterra: sus depésitos londinenses del Steelyard no se clausuraron hasta 1597. Con todo, es significative que la Hansa no intentase penetrar ha- cia el oeste més all de Brujas, punto donde se de- tenfan las galeras italianas. Es probable que los dos hechos menos conocidos respecto a Italia en este periodo sean su control financiero sobre Inglaterra, que atestiguan atin los nombres de florin y Lombard Street, y su relacién con China, iniciada con los viajes de la familia Polo: 54 Desde la antigiiedad hasta 1750 el primero es una muestra de la sociedad burguesa, que aparecié en Italia por primera vez, y que ha in- fluido en Europa hasta el dia de hoy; el segundo nos ilustra sobre la enorme expansién de los intere- ses comerciales italianos (fig. 9). Pero hubo otros muchos aspectos en los que los italianos se antici- paron ya al mundo moderno. La ensefianza de la me- dicina ‘en la Universidad de Salerno fue una de las bases principales de la ciencia del Renacimiento, y Ia primera de las cartas maritimas que han legado hasta nosotros proviene de Pisa. Se produjeron tam- Fig. 9. Caravana de Oriente, tal como aparece en el Atlas catalan de 1375, bién grandes mejoras en la tierra: el Gran Canal de Lombardia, por ejemplo, irrigaba cerca de 35.000 hectéreas. La confeccién, el tefiido y el acabado de las telas més bastas, provenientes de la Europa sep- tentrional, asi como su comercializacion —que ser- vian para pagar los productos alimenticios que se importaban con destino a una poblacién en continuo aumento—, se Ievaban a cabo utilizando métodos modernos; ya en el siglo xvr los Fugger de Augsbur- go fueron a Italia para llevar a cabo su aprendizaje financiero. Los italianos eran famosos como fabri- cantes de papel y como armeros, vidrieros y torce- dores de seda, por avanzadas técnicas. Venecia se adelanté a varias de las reformas de épocas poste- Panorama histérico general 55 riores con una disposicién sobre el trabajo infantil en las industrias peligrosas y por la institucién de una linea de carga maxima para sus envios. mariti- mos. Mil4n y Venecia podian mantener a una pobla- cién de unos 200,000 habitantes cada una, y Floren- cia, Génova, y probablemente Palermo y Népoles, de unos 100.000, mientras que en esa época no habia surgido ninguna gran ciudad en el norte, salvo Paris (tales estimaciones se refieren al periodo inmediata- mente anterior a la Gran Peste). Ademés, no es arriesgado decir que el nivel de vida medio de estas grandes concentraciones humanas era més alto que en el norte, atin fundamentalmente agricola. Esta Italia conocié —entre otros aspectos— las vidas y ylos escritos de Tomés de Aquino y de Dante. Con todo, hacia mediados del siglo x1v, la Alta Edad Media de la Europa occidental dio paso a un periodo de declive. La Gran Peste de 1348 fue una catéstrofe social sélo parangonable a las dos guerras mundiales de nuestros dias, y éstas, como es preciso recordar, se produjeron en una época en la que es posible reparar las pérdidas materiales en una me- dida inconcebible para el hombre medieval. Si en dos afios murié un tercio de la poblacién —ésta pa- rece ser la cifra més proxima a la realidad—, es facil comprender que la agricultura, base de las de- més industrias, debié de sufrir un tremendo deterio- ro. Hacia 1348 la superficie cultivada habia alcanzado niveles que no se ampliaron de modo apreciable hasta los afios de la revolucién industrial, salvo en ciertos aspectos menos importantes, como Ia susti- tucién, en Alemania, de buena parte de los pastos de los grandes bosques por prados cultivados; pero el terreno perdido por la agricultura a causa de la Pes- te Negra tardé por lo menos un siglo en recuperarse. Este siglo, asimismo, coincide con la Guerra de los Cien Afios (1337-1453), en la que Inglaterra, y mas atin Francia, consumieron y agotaron sus recursos. Asi, los informes aduaneros ingleses de 1350-1450, que nos proporcionaron nuestros mejores compro- 56 Desde la antigiiedad hasta 1750 bantes estadisticos, muestran que el aumento en la exportacién de tejidos, produccién derivada de la guerra, no compensé el declive de las exportaciones inglesas de lana. Un declive similar puede observar- se en otras grandes industrias europeas, tales como la pesca, la minerfa y las industrias metdlicas, con la excepcién significativa del hierro y del armamento. Si observamos lo que ocurrfa més al sur, en las regiones mediterréneas, hallamos que estaban en- trando en el ocaso de su larga edad de oro. El Impe- rio oriental no se habia récuperado de los afios de dominacién latina que siguieron al saqueo de Cons- tantinopla en 1204, y que dejaron a la dinastia res- {aurada de Oriente muy resentida por las brutalida- des que padecié a manos de Occidente. Al desaparever su poder, los venecianos, los genoveses y otros lu- charon por convertirse en sus herederos occidenta- les, sin preocuparse por el avance de los turcos otomanos, cuya conquista de Asia Menor y gran parte de los Balcanes prefiguré la cafda final de Constantinopla como capital cristiana mucho antes de 1453. Las ciudades de Ia Italia meridional, como las del sur de Francia, se encontraban en decadencia desde hacfa largo tiempo. Las de Italia septentrional —Florencia, Mildn y otras—, como las grandes ciu- dades marftimas mercantiles —Venecia y Génova—, todavia mantuvieron su preeminencia en la industria, el comercio y las artes. Financieramente eran muy fuertes, pero, como Gran Bretafia en el tltimo cuar- to del siglo xx, se vefan impulsadas por la inercia de sus éxitos pasados ms que por nuevos progresos econémicos. Mientras tanto, el surgimiento de Bar- celona como competidora comercial anuncié el creci- miento del poderio espafiol. De mayor significacién atin fueron los viajes de las nuevas carabelas portu- guesas, que hacia 1450 habfan legado a la desembo- cadura del rio Gambia, en direccién al océano Indico, y la intercepcién de ese comercio terrestre prove- niente de Oriente que habia confirmado al Medite- rrdneo y a sus ciudades en su larga preponderancia. ee pS 7 Panorama histérico general 37 EL RENACIMIENTO La apertura por los europeos de las rutas ocedni- cas al comercio y a la conquista, que se inicié cuando el portugués Bartolomé Diaz doblé el cabo de Bue- na Esperanza en 1487, es solamente el tltimo, y quiz el més dramtico, de una larga serie acumulativa de cambios. Entre éstos, la introduccién de la imprenta en Europa hacia 1450 es, con mucho, el mds impor- tante; la rapida difusién de lo que se conocia como «arte alemén» —hacia 1500 existia un centenar de imprentas alemanas en Italia y treinta en Espafia— nos muestra una Europa que estaba ya madura para un ulterior e inmenso desarrollo. Los logros artisti- cos del Renacimiento, y atin mas la tecnologia y los conocimientos de los que dependian el arquitecto, el escultor y el pintor, podfan describirse por medio de Ja imprenta. El interés por las obras y las ideas de Ja Antigiiedad, en la que se inspiré personalmente el Renacimiento, habia ido aumentando lentamente du- rante los tiltimos siglos de la Edad Media. La men- talidad de la época se hallaba preparada ya para pasar de la imitacién a la creacién y de los estu- dios humanistas a la investigacién cientffica indepen- diente. El enorme y persistente impacto que todo ello tuvo sobre la Europa occidental, en conjunto, fue en bue- na parte el resultado de los nuevos medios de difu- sién de los conocimientos. Esto es importante, sobre todo, para la historia de la tecnologia, ya que los ge- nios italianos del Renacimiento se situaron por enci- ma del antiguo esnobismo que habia menospreciado las artes mecAnicas. Basta mencionar los nombres de Verrocchio, escultor y anatomista, platero, inge- niero y lapidario; de Alberti, con su interés por todo Io referente a las ciencias aplicadas; de Miguel Angel, defensor de Florencia con su maestria en el arte de Ia fortificacién, y sobre todo de Leonardo de Vinci, que investigé las verdades uiltimas de la mecdnica, a 58 Desde Ia antigiiedad hasta 1750 la vez que condescendia a llevar a cabo invenciones tales como una practica sierra para mérmol, 0 una méquina para fabricar maromas. Al mismo tiempo la imprenta resalt6 la necesidad de un sistema de patentes, que fue introducido por primera vez en Venecia en 1474. De aqui pasé a Florencia y a otros estados italianos, y fueron en su mayor parte vidrie- ros italianos (p. 161) los que en el siglo siguiente Hevaron su practica a otros lugares de Europa. En Inglaterra la primera patente data de 1552; el abuso que de ella hizo la Corona mediante la emisién de concesiones de monopolio, a fin de recaudar dinero, provocé la importante ley de 1624, que acabé con Jos abusos, pero dejé ala Corona en libertad para conceder derechos exclusivos bajo patente de privile- gio por no més de veintitin afios al «primero y ver- dadero inventor (o inventores) de manufacturas», De este modo Inglaterra, y después de 1707 Escocia, co- menzaron a conceder un franco estimulo legal a los inventores, en tanto que otros estados, incluyendo los italianos en decadencia, frecuentemente otorga- ban derechos exclusivos, basados en los favores prin- cipescos, més que en la innovacién técnica. La decadencia, de la que la patria del Renacimien- to no se ha recuperado nunca del todo, data de las guerras de Italia entre Francia y Espafia, que dura- Ton dos tercios de siglo. El hecho de que Carlos VIII de Francia lanzase en 1494 la primera de estas inva- siones sucesivas de Italia con lo que se ha Iamado el primer ejército moderno, excelentemente pertre- chado con artilleria, nos recuerda que Ia introduccién de explosivos en la guerra es el segundo cambio tec- nolégico caracteristico de este periodo (fig. 10). Pero las armas de fuego, al contrario que la imprenta, tardaron cierto tiempo en alcanzar su plena eficacia: el cafién entré en combate en Ja batalla de Crécy, en 1346, si bien el arco no fue descartado definitiva y oficialmente por los ingleses hasta 1595. El des- arrollo de la nueva arma estaba estrechamente re- lacionado con el incremento de la mineria y de la Panorama histérico general 59 industria metaltirgica, progreso que dio a la Europa central, y en particular a la Alemania meridional, un contrapeso a los logros del Renacimiento italiano en el sur. La’ explotacién mis intensiva de las minas de plata hizo que los suministros alemanes de este ma. terial casi se quintuplicasen entre 1460 y 1530, con- virtiendo a los Fugger de Augsburgo en la familia més rica del mundo occidental. De modo semejante, los trabajos metalirgicos descritos en estas fechas por el alemén Agricola (p. 205) representaban con- centraciones hasta entonces desconocidas de capital y trabajo en una sola instalacién industrial. Fig. 10. Colocacién de cafiones para un_ase- dio, Ramelli, 1588. Agricola (Georg Bauer) nacié dos afios después de que Colén descubriera América y abriera nuevos y amplios campos a la explotacién europea, cuyos ins- trumentos no eran tan sélo los barcos que surcaban el océano y los nuevos aparejos nduticos, sino el ca- fidn, el fusil de chispa y la hoja —perfeccionada— de acero occidental.|En dos generaciones, los nave- gantes, bajo los auspicios de Portugal y Espafia, die- ron la vuelta al mundo, organizaron jas ricas rutas comerciales desde el Oriente Lejano ly destruyeron Jos imperios azteca © inca. Las consecuencias inme- diatas fueron impresionantes, |Afluyeron a Europa 60 Desde ta antigiiedad hasta 1750 nuevos productos alimenticios y nuevas materias pri- mas,)en tanto que el conocimiento de horizontes remotos estimulaba enormemente la vida intelectual _ e imaginativa./Hay que afiadir el tremendo impacto de los tesoros arrebatados en la conquista o toma- dos més tarde de las minas peruanas y mejicanas. Entre 1521 y 1660 las importaciones oficiales espa- fiolas fueron de 200 toneladas de oro y 18.000 de pla- ta, lo que asfixio a la produccién europea, que decayé después de 1550, y a los contingentes africanos de estos metales. Ayudada en parte por devaluaciones de la moneda, como las practicadas por Enrique VIII y el protector Somerset en Inglaterra, la difusion de los tesoros espafioles por Europa o¢asioné una revolucién en los precios, que duré hasta 1650 apro- ximadamente. En el segundo cuarto del siglo xvt los precios del trigo en la Europa central y occidental eran cuatro veces més elevados de lo que registraba la media cien afios antes. El enorme y persistente aumento de precios causé gran dafio a los indivi- duos, pero la tendencia de los salarios a rezagarse ofrecié un amplio incentivo a la expansi6n industrial, tal como se conocié, por ejemplo, en la Inglaterra isabelina. En la misma Espajia el atraso fue menor que en otros lugares, y la expansidn, légicamente, ams lenta; con todo, se sabe de ciudades tfpicamente industriales que duplicaron su poblacién entre 1530 y 1594, ‘mientras que el puerto de Amberes, bajo do- minio espafiol, llegé a su cenit como mercado mun- dial antes del estallido de las luchas religiosas de los Paises Bajos en 1566. De todos modbs, los estados de la peninsula ibéri. ca no retuvieron su primacia por largo tiempo. Por- tugal, con una base territorial y una poblacién me- nores que las de Espafia, cayé répidamente de la posicién que habia mantenido en 1493, cuando el Papa intenté repartir entre los dos pafses el mundo recién descubierto, dividiéndole en dos mitades, una al este y otra al oeste, Hacia 1540 el bloqueo portu- gués del mar Rojo, que aseguraba el monopolio del Panorama histérico generat 61 comercio de especias a través de la ruta del cabo de Buena Esperanza, se mostré ineficaz, y la pimien- ta y otras mercancias orientales volvieron a entrar en Europa por las costas del este del Mediterraneo, en provecho de Venecia y de otros puertos italianos y franceses. Cuarenta afios después Portugal y su imperio del este fueron incluidos (hasta 1640) entre las posesiones de la Corona espaiiola. Respecto a Espafia, inmediatamente después de su Siglo de Oro vino un siglo de decadencia, marcado por un descen- so de la poblacién, disminucién de industrias e in- estabilidad financiera, mientras que los viajes de Colén y Magallanes, y las campafias de Cortés y Pi- zarro, ayudaron al surgimiento de otras potencias, en su mayorfa herejes. EL SURGIMIENTO DEL MUNDO MODERNO Espafia habia estado en primera linea durante las guerras de religién, que empezaron cuando el Rena- cimiento contribuy6 a avivar la chispa de la Reforma luterana en la Alemania de Carlos V, y alcanzaron su maxima ferocidad en los Paises Bajos espafioles, que quedaron divididos de manera irremediable en una Holanda ampliamente calvinista y una provincia espafiola catélica, la futura Bélgica, con su puerto de Amberes ya en declive. Hacia 1600, los holandeses habfan cons¢guido précticamente ser independientes, y por la misma época sus correligionarios calvinistas de Francia, los hugonotes, consiguieron, al término de nueve durisimas campafias militares, ser benefi- ciarios de una tregua religiosa. La lucha comenz6 a perder su cardcter religioso, si bien el destino de la Reforma, en Alemania, s6lo se determin6 en la Gue- rra de los Treinta Afios (1618-1648). En el campo de la tecnologia estas guerras no pro- dujeron importantes progresos| si bien la interven- cién de los suecos en Alemania bajo Gustavo Adolfo, con artilleria de campajia mévil y mejores mosque- a a NN a li 62 Desde 1a antigiiedad hasta 1750 tes, nos recuerda que el poco conocido pais del que venian estos defensores del protestantismo era rico en hierro y cobre, aunque no en muchas cosas més. Pero un hecho notable respecto a estas guerras)y @ la dura confrontacién de ideas de las que habian surgido es que no mostraron ser incompatibles. co: wii crecimiento simultaneo de la poblacién y dela eri Después del gran retroceso de la Peste Ne- * gral poblacién europea habia comenzado a aumen- tar de nuevo hacia fines del siglo xv; hacia 1600 se cree que Ileg6 a los 95 millones, y hacia 1700, a los 130 millones, habiendo disminuido el ritmo de cre- cimiento a mediados de siglo. En la historia particu- lar de cada pais la evidencia del progreso econémico, que no acompaiia necesariamente al aumento demo- grafico, es igualmente considerable.’ En Inglaterra, por ejemplo, la disolucién de los monasterios por Enrique VIII, que puso la tierra répidamente a dis- posicién de los empresarios, y que coincidié con el comienzo.de una fase ascendente en el aumento de precios, sefialé el principio de un periodo de rapido desarrollo en la mineria, en la fabricacién de vidrio, de jabén y de otras industrias) Las guerras civiles supusieron un fuerte freno, aunque en tiempos-de la revolucién de 1688 la produccién anual de carbén —articulo muy significativo— se acercaba.a-los.tres_ millones de toneladas, lo que representa un aumento_ de catorce veces en 140_afios..En Francia la tregua religiosa de 1598 fue seguida ‘tamente de grandes _progresos_en la agricultura, las. yunica- ciones y el comercio, asociados a los nombres de Enrique IV y de su ministro Sully. En Holanda, una poblacién de menos de dos millones y medio de ha- ditantes erigié el tinico nuevo Estado de la época sobre la base de la riqueza comercial acumulada durante su lucha por la independencia. ‘Ahora los holandeses eran los primeros en lo referente a cons- trucciones navales, transportes mercantiles, organi- zacién de mercados de redistribucién y adaptacién de nuevas ideas a la industria. Incluso Alemania, que Panorama historico general 63 habia sido combatida de modo tan duro y repetido, parece haber padecido sus peores pérdidas a causa del desvio de las ruta8 comerciales europeas, aun- que logré conservar energfa y recursos suficientes para hacer resurgir al puerto de Hamburgo inme- diatamente después de la Guerra de los Treinta Afios. La segunda mitad del siglo xvi lleva el sello de la monarquia de Luis XIV, con su palacio de Versalles como modelo de los reyes y cortesanos de cada pais, y con su ministro Colbert, esforz4ndose por activar todas las industrias y comercios al servicio del Es- tado, como ejemplo de sabidurfa polftica. Sin embar- go, la magnificencia de los tapices gobelinos y los conocimientos que difundieron desde Francia los hu- gonotes expulsados en 1685, no deben ocultarnos los logros més sdlidos, aunque también a veces mds monétonos, de las tenaces sociedades burguesas de Inglaterra y Holanda: ningiin resultado decisivo de- riv6 de Jas tres guerras anglo-holandesas, pero como aliados, ambos paises fueron capaces al fin (1713) de imponer su voluntad al monarca francés. Esta fue. la época del primer contacto eficaz de Rusia con la tecnologia mas avanaada de Occidente, cuando Pedro el Grande hizo sus célebres visitas a los mercaderes de Amsterdam y a los constructores de buques de Deptford, Y fue asimismo la época en la que la tec- nologia mas avanzada estaba intentando ponerse en contacto con la ciencia; y aunque la Royal Society de Londres tuvo su paralelo en la Académie des Sciences francesa, fundada por Colbert, y en algunas otras instituciones europeas més antiguas, tales como la Accademia dei Lincei en Italia (1603), no existié nadie igual a Isaac Newton, que eviajaba en solita- rio por extrafios mares del pensamiento». Aun asi, debemos tener cuidado para no caer en la tentacién de sobreestimar los comienzos del acerca- miento entre la ciencia y la tecnologia, a causa de la enorme importancia de sus consecuencias aun en nuestros djas./El nacimiento del espiritu cientifico fue una caracteristica notable del Renacimiento; los 64 Desde ta antigiiedad hasta 1750 hombres dejaron de aceptar a ciegas las opiniones de los antiguos referentes al universo y a las leyes que rigen el mundo natural; el dogma fue sometido_ a la experiencia, y cuando no superé la prueba, fue rechazadg..yse formularon nuevas teorias. Habia nacido, asi, 1a ciencia en el sentido moderno de la’ ~ palabra, y se hicieron rapidos progresos en matemé- ticas, fisica, quimica y biologia. Pero las consecuen- cias inmediatas para la tecnologia permanecieron confinadas a unos pocos campos especializados; de modo principal, el progreso técnico dependia toda- via de la utilizacin de métodos empiricos por hom- bres practicos. En conjunto, hasta 1750 la ciencia, probablemente, obtuvo més de la tecnologia que ésta Ge aquélla. Algunas de las excepciones mas notables, que consideraremos en capitulos préximos, fueron los instrumentos nduticos, que desempefiaron un im- portante papel en los grandes viajes de exploracién, en la topografia y en la cartografia; la aplicacién. del principio del péndulo para medir el tiempo; y, en particular, la utilizacién creciente de la quimica. ‘Aun asf, el nuevo enfoque de los fenémenos natu- rales fue tan sélo una manifestacién de un sano es- cepticismo: los procesos técnicos que con frecuen- cia habfan cambiado muy poco durante siglos, fueron cuidadosamente escrutados para ver qué mejoras po- drian introducirse. La Royal Society, fundada en 1660 para llevar adelante la investigacién de los fenéme- nos naturales por medio de la observacién y de la experimentacién, concentré, en sus primeros dias, buena parte de su atencién en la mejora de las ar- tes e industrias existentes, ast como en el progreso del conocimiento cientifico fundamental. Entre las primeras actividades de la Royal Society figuré la fundacién del Observatorio de Greenwich, en 1675, con el fin, estrictamente practico, de «averiguar la longitud, para una perfecta navegacién». Sélo dos generaciones separan la «maquina de fue- go» de Newcomen —que, como veremos (p. 452), debe algo al menos al estudio empirico de la presin Panorama histérico general 65 atmosférica realizado por los miembros de la Royal Society y por sus colegas del continente— de la mé- quina de yapor de Watt, mucho mas perfecta, Entre- tantoyle ‘escena politica habia cambiado desde la ~destrucci@f-de las ambiciones francesas por la Gran Alianza de Gran Bretaiia, Holanda -y-Austria, en la Paz de Utrecht (1713), hasta la consumaciOn de las ambiciones briténicas en la Paz de Paris (1763). La Gran Bretafia que habia conquistado Canada y Ben- gala estaba tomando la delantera répidamente a una Holanda estancada, limitada por su escasez de ma- terias primas y de poblacién; Austria, a cuyas manos habian pasado los Paises Bajos espafioles, no fue nunca un serio rival comercial; y Francia era el ene- migo al que Gran Bretafia acababa de derrotar en ambos hemisferios. No obstante, es erréneo considerar los reinados de los dos primeros Jorges como la etapa en la que Gran Bretafia se gané el derecho por adelantado a los beneficios de un progreso técnico mas rapido en el perfodo siguiente. En verdad, si un contemporaneo hubiese hecho suya nuestra idea de una revolucién industrial inminente, habria tenido buenas razones para anticipar el lugar de su eclosién en cualquier lugar que no fuera Gran Bretafia, Francia, con una poblacién tres o cuatro veces mayor que la britdnica, seguia obteniendo grandes beneficios del algodén y del hierro; en la construccién de buques de guerra, en la que tenian ambos sumo interés, la técnica fran- cesa era tan superior que un barco francés de cin- cuenta y dos cafiones se estimaba igual a uno britd- nico de setenta cafiones. Rusia producta ms hierro fundido que Gran Bretafia, y esto sin hablar de Sue- cia, que estaba entonces a la cabeza de los paises fundidores de hierro de Europa, tanto en cantidad como en calidad. Holanda segufa siendo el principal pais acreedor y una importante fuente de recursos para los adelantos agrfcolas briténicos; de fuentes holandesas procedian también los progresos de las universidades escocesas, principalmente en medici- “industrial? na y quimica. Las. sociedades_para.el. desarrollo_in, dustrial que habian surgido en Londres, Birmingham yy Marichester facia miediados de siglo t jnologas en Paris y Hamburgo. Francia coi “Gam Bieta op le Fabricarion 2 falas igeras, destinadas a complacer a los refinados com- pradores de las ciudades y a remotos mercados tro- picales, como los del Oriente Lejano. Por lo que con- cierne a las exportaciones globales, mientras las de Gran Bretafia aumentaron de ocho a quince millones de libras esterlinas cada afio entre 1720 y 1763, du- rante el largo periodo comprendido entre 1716 y 1787 el total del comercio exterior francés aumenté casi tan répidamente como el briténico. {Cudles-eran-los factores que-sefialaban-ya-a-Gran Bretafia, més que a cualquier otro pafs europeo, como el pais, destinado a ser-la.cuna,de.la.revolucion La respuesta depende en parte de.hechos muy alejados, de la tecnologia, como la libertad reli- losajque introduisron los hus jomotes y.otres refuse” en SS que dio animos. a los capitalistas puritanos. Se respiraba una actitud de confianza, natural en un pueblo insular que habfa dejado de pensar seriamente —salvo a lo largo de unas pocas semanas de tensién en 1745— en la pers: pectiva de una invasion. En Ja isla hi les estimulos_para_el.comercio: “a.su. lars asus ri .navegables: la importancia Solas ecnics exile seferenie al fansporte terres, tre puede juzgarse por el hecho de que no se espera- ba que un ejército del contistente, en estos afios, pu- diese operar a més de quince millas de distancia de las, orillas de un rio. Ademés, la Union Act de 1707 habia hecho de Gran Bretafia_una-sola-unidad~eco- némica,mucho antes que cualquier otro pais de'ri- quezas y recursos comparables dejara de estar divi- ” dido por numerosas barreras aduaneras. Bero, aun tras la integracién de los escoceses, la _exigitidad de la poblacién, si la comparamos con la de Francia, Desde la antigiledad hasta 1750 | 4 ' ; Panorama histérico general 67 fue_al_mismo tiempo-un-incentivo-importante-para el uso de, sistemas.que_ahorrai i Finalmente, existia gr mente accesible, que. sé las reservas nacionales de madera; sdlo en ¢l caso del hierro.era.dificil aplicar el.nuevo..combustible. a .una.producciénelimitada,oy esta limitacién es! Desde “1660 las min: ais, pues, podia.aspirar.a.competir.con Gran lo de.una.nueva.forma.de.ener- lino, .de_agua..0..in¢luso, _Podia en todas.partes.e.invariablemen-_ te ser puesta exclusivamente_a dispasicién-del-duesio © comprador de carbén? La era del vapor dio.comien- 20 poco a poco;. pero durante un siglo o mas sus di- yersas_aplicaciones. €nas_industrias, isporte, e incluso la .agriculturay-sirwi © eae ee la antigua historia de Occidente,. LA DOMESTICACION DE LOS ANIMALES terranes fundamental —e incluso teeta deciao, eka raaee al avanicé fundamental— en la tecnologia. Cada nuevo uso que aprendemos a hacer de nuestro mundo ma- téfial depende de nuestra capacidad de producir.ali- mentos destinad poblacién dada a través de medios que no“agoten completamente Ia energia ¥ el Tempo de dicha poblacién.'E] cazador no poseia este excedente; fueron_el pastor-de_rebafios-y-hatos-y-el labrador de la tierra quienespor..primera vez acu- niularon fe.que ha sido siempre la base nto_en los tiempos~antiguos 9s modernos la dieta del productor ha pro- cedidostirectamente ple sus“cosechas as_y de la.carne.o leche de los animales qua en la mayorfa de los casos él mismo Stia.conguna parte. detlos vegétales que cul- tiva: la proporcién de los alimentos que sé toman. de cada una de estas fuentes varia mucho, tanto en el marco de una misma comunidad como entre dos co munidades diferentes. Aunque esta interaccién entre cosechas_y_rebafios data_del-periodo-neolitico, seria conveniente_considerar_primero-la-domesticacién de. los animales, porque.comenz6 algo antes que la agri- cultura y, lo que es més importante, porque lo fun- damental de su historia tecnolégica-se-complet Timur cho antess 5s Dado que los animales_domésticos_son_no_sélo fuente de_alimentacién-sino-de_materias—industria- le transporte, recursos energéticos y pro; -. wt para Ja caza, fue la af “* porcioné los primeros_alicientes_de cierta_entidad La produccién de alimentos 69 teccién para el hombre, es facil ee ge foaliged de_los—priméros—contacios--A-los ojos*el_salvaje spr Oi ed) nico eaual (fii, salina muerto; sin <¢ ‘animales por el hombre fue resultado,natural de la coexistencia. En las mismas regiones que Boer primitivo vivian ciertos animales que no solian ata- des podian alimen- ‘Jos despojos y las sobras de osamentas, céscaras y pieles de frutas, y todo aquello que se perdia o desechaba cuando el hombre se trasladaba. A la-inversa;- jas_jaurias_de perros. salyajes_empujabanaJacaza hasta ponerla a su_alcance, y_la cietva situada junto, a Jos campamentos. gieron “experimentos de domesticacién? Efpero 9 int ta sl buen seme de os hos -se.capturaban facilmente en au- sencia_de la madre, se.criaban_sin_problemas y —en principio al menos— eran_inofensivos,—divertidas y déciles. En el caso del reno, en el que la diferencia “entre el salvaje y el doméstico sigue siendo en nues: tros dias relativamente pequefia, su temprana domes- ticacién puede ser atribuida afotro factor mésilaé funciones naturales del hombre le convirticron_ éi proyeedor-de.sal, que faltaba en el agua de nieve, pero que podia conseguirse alrededor de los asenta- mientos humanos. Por tempranos que fueran los intentos y los pro- \gresos en el camino de la domesticacién, en especial non Jo que respecta al perro, que podia ser utilizado ftica la que pro- para experimeatar-la do ima- Jes a gran escala. Las nuevas residencias fijas de los umanos facilitaron Ja_proteccién-del-ganado_y de OO OO WEY UUYUUYUUUY UY UUU YY YEU UU UY 70 Desde la antigiiedad hasta 1750 este modo pudieron obtenerse plenos beneficios de Ja multiplicacién del nimero de animales. El_barbe- 10 y el rastrojo, eran buenos para el pasto, y pronto el hombre cultivé ademés de cereales para su propia alimentacién, plantas forrajeras de facil obtencién pars gana Apate de eee y carne, las ovejas, Tabras y los bueyes proporcionaban materiales para cubrirse, abrigarse y fabricar _recipientes. No Baibo, desde « que el hombre utilizé al perro como ayu-_ dante en sus cacerias, una larga transicién hasta la utilizacion de animales mayores para evitar que los hombros humanos siguiesen soportando cargas. Del transporte de cargas en general se pasé a la traccién y al transporte dena cares, yeni el jinete. To- dos estos usos de Tos animales domésticos: pertenecen a una remota antigiiedad; y esto también es vélido para usos menos practicos, es decir, como objetos de veneracién y \como animales de compaiita, Bajo ambos aspectos,@I gat ocupé un lugar destacado en el antiguo Egipto tras haber sido relevado de su ta- rea originaria como guardién de los grancros; Por ello es posible ofrecer una panordmica general tanto del proceso de domesticacién como del campo que éste abarca en la vida animal. La domesticacién de cada_especie_animal.debe_de haber comenzado con una fase en la que fue tan ca- sual y parcial, que el cruce con individuos salvajes siguié siendo algo corriente. Cuandoel_ganado éstico se separd totalmente del salvaje-y se aparet. énire sf, su aspecto sufrié una modificacion y dio lugar a especies domésticas distintas, De ahi las di. ferentes tazas de ganado lanar, vac que los emigrantes neoliticos Ievaron ‘consigo a Eu- ropa, Comenz6 entonces la etapa, que atin perdura, del control consciente del cruce de animales, con la esperanza, no siempre satisfecha, de desarrollar las caracteristicas mas utiles: la enorme variedad de perros que resulté es un excelente ejemplo de las consecuencias de la hibridacién de las-especies. Du- rante un tiempo, con el fin de obtener un ganado ‘ La produccién de alimentos 1 més productivo y perros guardianes més fieros, qui- z4 e intenté cruzar las especies domésticasJcon las salvajes; pero pronto se supo que las cualidades como el color, \ia presencia, la fuerza_y Ja velocidad, 0 como la produccigs lante de Teche, Jana y carne podian conseguirse por medio de la creacion. le Tazas_estandarizadasy Esta étapa sé habia alca zado hace ya cinco mil afios en el Oriente Proximo, y a medida que la diferenciacién entre las especies salvajes y las domésticas del mismo animal se hizo més evidente, todo cruce con aquéllas acabé por ser considerado como una seria desventaja. En el ultimo perfodo las especies salvajes dismi- nuyeron en ntimero incluso desaparecicran. Esto “pudo deberse en paite a cambios en el medio y en la disponibilidad de alimentos, provocados, bien na- turalmente, bien por la actividad del hombre, y con- tra los cuales las especies domésticas estaban prote- gidas artificialmente. En parte, asimismo, pudo ser una consecuencia natural de la indiscriminada, como la que acabé_con Jos millones de hisontes de las grandes praderas norfeamericanas hace menos dle un siglo. Existen también algunos casos conocicos de exterminio deliberado en beneficio de las especies domeésticas, particularmente en el caso de los caba- llos salvajes, demasiado méviles y por tanto moles- tos: de este miodo fue exterminado el tarpan por los ‘campesinos de la Europa sudoriental, pues sus ye- guas se fugaban con los sementales salvajes. Mas hacia el norte, los wltimos caballos en libertad de Po- lonia fueron capturados y entregados a los campesi- nos en 1812, en tanto que los némadas de Mongolia, segtin se dice, se apoderaron hace muy pocos afios de las ultimas manadas de caballos en libertad, mi- misculas ya, pues no estaban formadas mas que por diez o quince individuos cada una. Parece ser que el Geta) ‘en nuestros dias, el tinico animal que el ROMBTE todavia utiliza —aunque ya no en Europa— como animal de sin que las manadas domesti ‘cadas sean hoy, en conjunto, mds importantes nu- 2 Desde la antigiiedad hasta 1750 La produccién de alimentos 3 méricamente que las salvajes. En este tiltimo caso, Ja ciencia moderna con fines experimentales. Por el y con todo, el nimero de Ios elefantes domésticos to- davia depende directamente del de los salvajes para su mantenimiento, ya que el elefante en general no se reproduce en cautividad. Los restos hallados en las grutas nos ofrecen una confirmacién del orden en que se produjo la domes- ticacion, que, tedricamente, parece verosimil. [Los animales _que se alimentan de despojos fueronlos Drimeros en ser domesticados, por las razones ya expuestas anteriormente, y ello concede un lugar des- oe ee cal. Luegd Vino el grupo de los animales que en su ‘stado natural llevan a cabo migractones, periddicas, Y que pudieron por esto haber entrado en contacto con el hombre cuando éste era todavia némada. Este grupo incluye Yl reno, a la cabra y a la oveja, De to- das _maneras, fomesticacion del ganado _vacuno —que requiere, al menos en sus fases iniciales, una vida sedentaria— pertenece sin duda al_periodo agri- cola, cuando la domesticacion de las primeras espe- cies podria, asimismo, haberse. vuelto mucho mas co- rriente. Este fue también el periodo en que la(abeja) que hasta los tiempos modernos suministré el mejor edulcorante de la alimentacién humana, fue induci- da por primera vez a fijar su residencia en colmenas hechas con paja procedente de la siega. El ultimo grupo esté compuesto por los animales qUe“Se do- mesticaron fundamentalmente parayutilizarlos_¢ transporte, mello; el parecen haber sido los Ultimos en entrar al servicio del hombre, al. ser su utilizacién imposible de fechar antes del segundo mi- lenio aC. Desde entonces hasta hoy, sin embargo, el progre- so de este instrumento tecnolégico ha sido extraor- dinariamente exiguo en numerosos aspectos. Por un lado, no es facil encontrar nuevos usos importantes para los animales domesticados, a menos que con- sideremos como tales su creciente importancia para otro, (el niimere de especies seteccionadas para su de jesticacion regular parece haber disminuido en vez aSamptiae Las conejeras de las granjas medieva- les, asi como los criaderos de animales empleados en peleteria actualmente, no se han sumado atin de manera total a la lista. Por otro lado,,en el 2500 a.C. los egipcios hacian, al parecer,.uso doméstico de ank males tales cot a gacela, la cabra_montes YE ‘BlSpe,“domesticaban monos y engordaban pata Ia mesa, como si fuesen ocas de strasburgo. ra ea a eee Medeor naarelcctiado grandes avances en la cria de especies para fines de- terminados, como el suministro de leche, carne, pic- les 0 fuerza de traccién. Sobre esto volveremos mas adelante (capitulo 24). ORIGENES DE LA AGRICULTURA El cultivo de plantas, como la domesticacién de animales, (tuvo sin duda comienzos accidentales on las zonas donde acampaba el hombre primitivo) Las s y las Faices de los vegetales récoléctados por el hombre y transportados hasta sus viviendas fue: ron quizd observadas mientras germinaban y reiofia- ban_en condiciones favorables; quizé se produjo en ‘ocasiones un retorno del hombre para ver lo que habia brotado, como por arte de magia, en algunos de sus campamentos anteriores: Pero [el cultivo sis- temAtico del suelo dependié del conocimiento de_los procesos de la naturaleza y de sus como de Ta cleccién de zonas adecuadas} como las que la natufaleza proporcionaba en los valles de los grandes rfos del Oriente Préximo, para realizar un acto mds o menos deliberado de experimento social. El resultado fue la garantfa, excepto en las épocas malas, de un excedente alimenticio mucho mayor que el que el hombre, como simple recolector 0 domesti- cador ocasional de animales, pudo sofiar jams: cl VME YEU UUUUUUYUVUNYUUUYUUMUMUYUYUUY _ completamente desconocidas.{Las hortalizas y los 3 béreulos son demasiado perecederosjpara dejar abin- 74 Desde 1a antigiiedad hasta 1750 abastecimiento de alimentos que inicié la revolucién neolitica. (La agricultura, en sus formas mas simples, implica el desbrozamiento y la roturacién de superficies nd demasiado Aridas; la_siembra y la protection_de Ja semilla; la destruccién de Ja maleza y la_conserya- im ) piedra, asi como un yugo doble que pasaba por entre los cuernos de los bue- yes y que se ataba fuertemente al timén, lo que pro- porcioné una herramienta mucho més poderosa} Las semillas se sembraban, con frecuencia, esparciéndo- las por delante del arado y luego éste iba cubriéndo- las, o bien se conducia a las cabras 0 a las ovejas hasta el campo y se hacia que éstas pisaran las semi- las hasta introducirlas en los surcos recién abiertos; en cambio el lino se sembraba con sumo cuidado a lo largo de lo surcos, con el fin de que pudiese ser arrancado con mayor facilidad en época de recolec- cién. En lo que respecta a los instrumentos para la siega, la vara de madera, de forma recta, se convirtié en una hoz de cobre o de bronce més curva y cor- tante] yL_ REGADIO Podriamos pasar por alto los métodos de la agri- cultura de los primeros tiempos, ya que poseen un interés fundamentalmente arqueolégico, si no fuese por(las técnicasJtan avanzadas uel desarrollaron_ en Jas cuencas de los grandes ris ¢6m el fin de pro- porcionar agua @ Tos sembr Vibe: Sembration, ES poarble que er” posible que él hombre recolector-aprendiese pronto a estimular el La produccién de alimentos 9 crecimiento de las plantas silvestres rociando con agua las inmediaciones de las fuentes. las orillas de los arroyos; es evidente que@I cigonal) que ain se usa ampliamente, fue empleado para regar los da- rt 1s. de flores Fig. 12. Riego por me- dio del cigonal_ en Egipto. De una tumba de Tebas, hacia 1500 antes de Cristo. (EI cigofial (fig. 12) se construye habitualmente le- vantando dos pilares de un metro o més de altura unidos cerca de su parte superior por un pequefio tablén. Encima de éste esta en equilibrio una larga pértiga, que tiene en uno de sus extremos una vasi- ja para contener agua y en el otro un contrapeso. ‘Ala orilla del agua un hombre llena el recipiente in- clinéndolo, lo sube y lo vacia en un canal de irriga- cién,j Con este aparato un hombre puede levantar unos 2.500 litros de agua hasta una altura de dos me- tros en un dia. Bastante més tarde, los cigofiales se colocaban en serie, y todos, excepto el primero, se inclinaban dentro de la cubeta llenada por el cigofial precedente{'Su primer rival serio fue quizé una ca- dena continua de cangilones(como la que al parecer se utilizaba (para subir agua desde un pozo hasta los famosos jardines colgantes de Babilonia! La rueda hidrdulica tirada por un buey, que podia irrigar 0,2 hectéreas al dia, no se sabe que haya existido an- tes del 200 a.C., cuando comenzé a divulgarse el uso de engranajes para unir un eje vertical al de una rue- da horizontal. | Los hombres hubieron de excavar en busca de 80 Desde a antigiiedad hasta 1750 agua, en los tiempos primitivos, como los beduinos excavan atin hoy en Arabia, ahondando un hoyo en un lugar prometedor hasta que el agua brota o la Paciencia se agota.\Para que hubiera un pozo per- manente era necesario un revestimiento de piedra dura u otro material consistente, y probablemente una cuerda y un aparejo levantado sobre la boca del pozo, de modo que el agua pudiese ser extrafda ti- rando hacia abajo, (Desde el 1500 a.C. a mas tardar, tal tipo de aparejo —=y el cigonal—estaban equipa- dos con frecuencia pena molar ‘pozos de los wadi no tenian”comunmentemas de 4,5 me- tros de profundidad; en las ciudades solian ser més profundos/y en Nimrud las excavaciones del palacio asirio del siglo 1x a.C. han revelado la existencia de un pozo, atin con agua, con una profundidad de més de 300 hileras de ladrillos. Pero es fe suponer pozos profundos se excavaron primiéro mediante sondeo_por percusién, cuando los antiguos egipcios, em sus esfuerzos por éxplotar los oasis del desierto, descubrieron Ja posibilidad de construir pozos-arte- sianos, en los que el agua es forzada a subir por un profundo pozo de sondeo a causa de su propia pre- sign. fue uno _de Jos més precoces trabajos Tumands a So ee Sisten, EI valle del Orontes, en Siria, tiene un dique de piedra de 2,5 kilémetros de longitud que data del 1300 a.C. aproximadamente;) més arriba de Ninive ain subsiste en parte una pre- sa asiria, con restos que alcanzan una altura de cer- ca de tres metros. Existen también innumerables restos de depésitos revestidos de cemento y cister- nas de piedra para acumular agua, e inclusive cister- nas excavadas bajo las rocas para disminuir la eva- poracién, por no mencionar los restos de vastas es- tructuras de ingenieria, tales como acueductos y conductos subterréneos de piedra o barro cocido, que Ievaban el agua a las ciudades (p. 238), con fre- cuencia desde distancias consideratles. La produccién de alimentos al n_Egipto_y Mesopotamia el principal problema del aseni en las grandes cuencas fluviales era + @f de ja irrigacién. La crecida anual del{ Nilo; entre Faulio y septiembre, es un acontecimiento tan puntual y de importancia tan capital que la realizacién de los necesarios clculos sobre la fecha y la altura de aquélla fueron dos funciones técnicas que durante mucho tiempo confirieron gran poder al clero, Se atribuye a Menes, que segtin la leyenda fue el pri- mer faraén, la represa del Nilo; sin embargo, la hi toria es incapaz de localizar el momento en el cual el hombre intenté por primera vez retener las aguas vivificantes con una barrera de piedra. El sistema que se desarrollé fue la divisién del area cultivable del valle del Nilo en presas rectangtilares de 500 a 15.000 hectareas cada una, que se Ilenaban con agua proveniente de las inundaciones anuales por medio de un sistema de -esclusas. Cada una de ellas, por tur- no, era inundada hasta una altura de uno a dos me- tros, y el agua se dejaba alli un mes o mas hasta que hubiese saturado el suelo, después de lo cual el so- brante era drenado a un nivel inferior y finalmente devuelto al Nilo. Las zonas hacia las que las corrien- tes de agua no podian fluir naturalmente eran ali- mentadas por medio de un sistema de canales. El Tigris y el Eufrates )presentaban problemas di- ferentes a los del Nilo, por lo que requerian una solucién diferente, En ambos rfos las inundaciones son peligrosas ¢ irregulares; el Tigris sube antes que el Bufrates, el cual transporta dos veces mas agua y retrocede mas répidamente; y entre ambos transpor- tan cinco veces mas sedimentos que el Nilo, lo que obstruye los canales. Ademés, la inundacién finaliza al comienzo de la estacién cdlida, con lo que no es suficiente para que el suelo se empape profundamen- te, coma en el valle del Nilo. La agricultura depen- dfa, por consiguiente, de un sistema de regadio cons- tante. i Los valles inferiores del Tigris y el Eufrates esta- ban cruzados por una serie de anchos canales, el més ) Desde ta antigiiedad hasta 1750 famoso de los cuales, el Nahrwan, tenfa 120 metros de anchura y probablemente mas de 370 kilémetros de longitud.(De ellos el agua pasaba, a través de ca. nales tributafios, a una red de canales més pequefios ¥ acequias de irrigacién, y de estas ultimas se podia hacer pasar un hilo de agua a cada una de las parce! Ja8 Bara mantener la corriente de agua a lo largo del sistema, el canal principal debia tener un nivel de agua levemente superior al nivel general del suelo, y su caudal habfa de estar tan bien regulado que no debia ni erosionar las orillas, a causa de su excesiva velocidad, ni ser sofocado por los sedimentos y la maleza a causa de su excesiva lentitud) En sus ca- beceras los canales dependian de grandes presas de contencién, construidas con ladrillo, y de las presas del rio.fAdemés del uso del ladrillo y de las barreras de cafias para reforzar las orillas de fango aluvial, el principal requisito para la construccién de este vasto sistema de irrigacién era upa masa de trabajadores Provistos de picos y palas)321 campo, en consecuen. cia, florecié cuando'un goberhante fuerte como Ham. murabi pudo obligar a cada distrito a cumplir con el trabajo asignado, como sus escritos muestran que hizo, y cuando las leyes hicieron respetar escrupulo- samente los derechos de irrigacién de los que depen- dia el valor de unos bienes raices cuidadosamente definidos: Herodoto nos informa de que, por incref. ble que pueda parecernos, los granjeros en Babilonia obtenfan frecuentemente un rendimiento del doscien- tos y a veces hasta del trescientos por uno sobre su grano. Pero un sistema hidrdulico tan complejo y vi- gilado era también extremadamente vulnerable: se dice que la Tierra de los Dos Rios no se ha recupera- do atin de los dafios que sufrieron los canales duran. te las invasiones de los mongoles en los siglos x11 y xiv de nuestra era. La produccién de alimentos 83 DESARROLLO DE LA AGRICULTURA EN EUROPA (La irvigacién fue et factor dominante de Ja agricul- tura en Mesopotamia y en Egipto} s) cuando. se controlaban adecuadamente, suministraban la hu- medad necesaria e incluso transportaban depésitos de un suelo nuevo y-rico que mantenia la tierra en buenas condiciones) (Los romanos también practica- ron la irrigaciéa @ (eran escal en E [os ‘drabes haflan-mas tarde en Espafia y Sici lia,\cuando introdujeron el arroz, el algodén y la cafia de azicar, Pero la cuenca mediterranea en conjunto, y ain mas| los terrenos arcillosos del norte de Europa, reque/ rian la aplicacién de técnicas agricolas bastante di! ferentes. Grecia e Italia tienen por lo general un suelo arijo, rfos torrenciales y un clima que combina sequfas re. gulares en verano con cortas pero abuiidantes Iluvias en invierno, que tienden a hacer desaparecer del sue- lo las materias nutritivas esenciales para las plantas. La tierra para la ganaderia es escasa; de ahi que la fertilidad del suelo no pueda ser prontamente res- taurada con abono animal. El promedio del rendi- miento en la época romana no era de més del cud- druplo, y para obtenerlo la tierra debia ser dejada en barbecho en afios alternos y desmenuzada. antes de cada cosecha. Si los costos del trabajo lo permi- tian, la tierra era cavada y, en todo caso, arada al menos tres veces: en 4ngulo recto sucesivamente y algunas veces de forma oblicua. Se ha calculado que este método de preparar la tierra duplica la cantidad de humedad retenida en los meses secos del verano. Los griegos y los romanos usaban un arado ligero (fig. 13) consistente en un engero al que estaban ata- dos los animales de tiro; un timén curvo que unia el engero a la reja, colocado horizontalmente al sue- lo, y una esteva fijada al final del arado para guiarlo con una sola mano. La parte vulnerable era la reja que dividfa la tierra y pasaba a lo largo del surco, 3 Desde la antigiiedad hasta 1750 pues estaba hecha por lo general de roble, y sus Ja- dos estaban a veces protegidos mediante la insercién de guijarros en unos agujeros practicados en la ma- dera; pero lo més importante era proteger la punta cortante con una contera o calce duro. Se cree que los egipcios usaron sflex para este fin, en todo caso Parece ser que no utilizaron cobre o bronce; las pri. meras rejas de hierro se han encontrado en Palesti- na y datan de fines del segundo milenio a.C. Es bas. tante sorprendente que no se hayan descubierto rejas de hierro de procedencia helénica, pero fueron usa: das ampliamente por los romanos, los cuales tenfan tun tipo de reja embutida y otro, menos corriente en forma de punta de lanza, que Ilegaron a Britania antes que César. — Fig. 13, Arado griego, De una copa del siglo vit a..C. La expansién del Imperio romano coincidié con el punto culminante de la tecnologia agricola en el an- tiguo Mediterraneo, cuando se emplearon por prime- Ta vez métodos avanzados y mejores herramientas en algunas de las grandes haciendas trabajadas por esclavos, que més tarde fueron difundidos en todo el Imperio por los terratenientes. Entre estos méto- dos avanzados se incluia una especial atencién al Grenaje, tanto para contener la desaparicién de los componentes més valiosos del suelo en las estaciones Iluviosas como para hacer cultivables areas pantano- sas tales como la Campania y el valle del Po. Los ro- La produccién de alimentos 85 manos fueron capaces, por consiguiente, de organi- zar el drenaje de regiones anegadas por el agua ‘én los territorios conquistados del norte, como Holanda y la Britania oriental, donde el principal problema no era el de la conservacién del agua, como en las regiones con un régimen de Iluvias escaso, sino los inconvenientes causados por lluvias abundantes e irregulares, De todos modos, el arado que se necesi- taba era de un tipo diferente del adecuado para el Mediterraneo. En el norte la trituracién podia arruinar el terre- no; el método adecuado fue definido sucintamente por James Small en 1784: «Labrar una capa de tie- rra, moverla hacia un lado, volverla hacia el otro.» Los arados romanos, en realidad, estaban dotados de un sistema para apartar el sobrante de tierra, que empujaba hacia los lados los terrones levantados, 0 bien de una cuchilla de hierro colocada en una ranu- ra del timén del arado, que hacia un corte vertical, en contraposicién al corte horizontal de la reja. No obstante, en el norte de Europa se han encontrado restos, quiz prerromanos, que sugieren que cl arado de desfonde se desarrollé de modo independiente en el norte, para adaptarse a las necesidades de los te- rrenos arcillosos que ciertos pueblos como los bel- gas se habian empefiado en arrebatar al bosque. Sus elementos caracteristicos incluyen un armazén pesa- do, de forma cuadrada, con un timén encima y una reja debajo, unido por una esteva en la parte trasera y un soporte o chapa inmediatamente detrés de la reja. Un discutido pasaje de Plinio parece afirmar que habfa sido introducido un par de ruedas para sostener el timén en la regién al sur del alto Danu- bio, y que por estas fechas se usaba también cn la Galia Cisalpina. Pero el uso del arado con ruedas parece haberse limitado, incluso un milenio mas tar- de, a los terrenos arcillosos ganados a los bosques, sin que nunca suplantara completamente al arado de reja reversible. En 1523, Fitzherbert observaba el alto coste de «los arados que se mueven por ruedas». Desde 1a antigiledad hasta 1750 Otra importante innovacién en Europa, desde el si- glo xi en adelante, fue un método en al ee fabian adoptado ya los chinos dos mil afios antes en una modalidad perfeccionada: el uso de una vertede- ra de madera curvada (fig. 14) para dar la vuelta a los terrones que se iban levantando, pues a menudo eran demasiado pesados para ser volteados por el labrador con sus propias manos. La forma variaba notablemente segiin la naturaleza del suelo y del cul- tivo que debia crecer en él. Fig. 14, Arado de comienzos del siglo xv, provis 22 Se uengens | Hasta el siglo xvi se us6 poco el caballo e terra para tirar del arado. El tiro de pees era una unidad de cuenta més que un instrumento de la practica agricola normal, y fue con el tiro de cuatro bueyes, conducido por dos hombres —uno di- rigia el arado y otro, andando de espaldas, de cara a Jos animales, los conducfa con una larga aijada—, con lo’que se conquistaran paulatinamente los terre: nos arcillosos del sur de Britania. El proceso comen- 26 de manera efectiva bajo la influencia de la de- manda del mercado romano de grano, tomé nuevo impulso en los tiltimos siglos de presencia sajona se complet6 en Jo principal hacia 1300, ad ‘To que concierne al resto de los in- ee eee een scatnean en La produccién de alimentos a1 las posesiones de Ja Iglesia, que heredé sus métodos basados en un continuado trabajo del terreno. ‘Los basvanos usaban gradas que al principio fueron sim ples entramados de ramas espinosas. Se usaron pri Pigro para arrancar las malas hierbas, luego Para Tubrir las simientes, y en la Edad Media para row: Cupra terreno dificil y complementar el trabajo de! Tar do; en muchas ocasiones se usaba el mallo pare desmenuzar los terrones. No se usaron rodillos pam apisonar la tierra, salvo un tipo de grada consisten- aPisnun cilindro de madera provisto de puas de hie tro En la Edad Media eran corrientes los rastrillos Te madera, y ya desde la época romana hubo palas oe madera con un regatdn de hierro, asi como picos y horeas de hierro. Una consecuencia atin més portante del uso del hierro fue el desarrollo sucesivo ee una hoz equilibrada, de una guadafia de mango forto y luego de otra mayor que hacia el siglo x tenia ya un mango de tipo moderno. Hay una sor- prendente diferencia entre los métodos manuales 2 Piles y la costumbre entonces corriente de segar 19 espiga por la parte superior; Plinio habla incluso de seer egadora que funcionaba impulsando un ampli astrillo y un recipiente, a la altura del pecho de un hombre, entre las mieses. Fl grano se separaba de la paja trillandolo con las peaufias de los animales, con una tabla tachonada Ge piedras o con el mayal articulado, que cita, Por primera vez San Jerénimo a principios del siglo v. Entonces se eliminaba el tamo por medio de un aver tador, que originalmente no era un utensilio para provocar corrientes de aire, sino una cesta en la qe veragitaba el grano, Otros cuatro aperos de labranza que casi no han cambiado desde el medievo, y, ‘ettidad, de los tiempos de los romanos, son los Zar realde los rediles; los pequefios hornos para secar él grano cosechado atin en agraz o hrimedo; as gratina sola hoja para esquilar ovejas, y la escalera de madera. 88 Desde 1a antigiiedad hasta 1750 LA PREPARACION DE LA COMIDA Y DE LA BEBIDA La historia de la tecnologia no s6lo se int la produccién de sfliieriony EinOfarn id oral wits" rior proceso de preparacién, a la cual la humanidad ha consagrado cada vez més ingenio y habilidad. En las primeras civilizaciones Ja dieta de las masas pro- _venia en su mayor parte de Tos cereales o de fore gumbres, y se hacia mds variada, hasta cierto punto, con Ia adicién de pescado (p. $4): {la carne de los animales no estaba al alcance de los pobres, excepto en ocasiones especiales. Hoy en dia el alimento ani- mal es més importante: una gran proporcién de nuestros cereales se emplea, consecuentemente, en forrajes. Pero la economia romana, por ejemplo, de- pendia de la importacién de trigo barato por via'ma- ritima, y la poblacién —que en la época de Augusto comprendia a cerca de un millén de personas— se alimentaba principalmente de una harina de baja ca- lidad proveniente de un trigo bastante molido y tos- camente tamizado, y limpiado no muy a fondo. La trituracién del grano con el fin de desembara- zarlo de la cascara, y posteriormente la molienda del grano limpio para fabricar harina, fueron procesos que originariamente se Ievaban a cabo de manera separada en cada hogar.(El almirez y el mortero fue- ron sustituidos por la muela de mane usadaspor las mujeres egipcias hace cuatro mil afios (fig. 15). La segunda etapa del desarrollo de la muela, que tuvo -lugar en Ja Grecia clasica, corresponde al llamado Fig, 15. Uno de los pri meros modelos de muela de mano. Egipto, hacia 2500 La produccién de alimentos 89 molino a prise el que ambas piedras eran planas y estriadas y el'grano se introducia por una cavidad de la superficie externa de la piedra situada encima, a través de una canaleta, hasta la piedra que molia, situada en la parte inferior. Més tarde vino el moli- no manual giratorio, una de las primeras y mas im- portantes aplicaciones del principio de la rotacién desde la rueda de alfarero (pp. 112-113)./Por medio de un mango se hacia girar la piedra de arriba, que tenia una cavidad en el centro con el fin de introducir. por alli el grano y un puente de madera o hicrro fijado a través del agujero, con el fin de trasladar el peso de la piedra superio, a un eje situado en el medio de la piedra inferior) Estos molinos giratorios, que Hegaron a Roma desde el Oriente Préximo, se halla- ban asociados al crecimiento de la clase de los moli- neros profesionales, pero en su difusién intervinie- ron los ejércitos romanos, habituados a moler su propio grano, ya que cada grupo de diez hombres contaba con un molino. Los molinos de mayor tame- fio recibfan el nombre de molinos de sangre, pues estaban movidos por fuerza animal; su supervivencia en Pompeya sugiere que eran un elemento habitual de la civilizacién urbana. Hasta el siglo 1v 4.C. no co- menz6 a abrirse paso el molino hidréulico (p. 361). Los imperios del Oriente Préximo y del Mediterra- neo hicieron gran uso de la higuera, el olivo y la vifla, plantas que tardaban varios afios en Megar a su ple- no rendimiento, pero que por la profundidad de sus raices, que buscaban la humedad del subsuelo, eran capaces de resistir las sequias y producir en abun: dancia a lo largo de muchos ajios. La higuera, por ejemplo, puede producir dos o tres.cosechas al afio, y fue siempre un alimento basico para las clases. mas pobres, incluyendo a los esclavos. El olivo fue la prin- cipal fuente de aceite de todo tipo: asi, 1a palabra inglesa oil se cree que procede, a través del latin (olewm) y del griego, de la antigna palabra semita que designaba al aceite de -oliva; Sin embargo, Jos aceites y las grasas de origen animal Tlegaron a pre- 90 Desde la antigiiedad hasta 1750 dominar en el norte de Europa, donde el olivo no se daba y el alto costo de la importacién del aceite li- mitaba su uso, en buena parte, a fines eclesidsticos. Existian dos procesos principales para preparar el aceite. El primero consistia en separar la pulpa del hueso sin romper este tiltimo, para lo cual los roma- nos utilizaban un molino de aceite formado por dos piedras cilindricas que giraban sobre un eje central a una distancia suficiente (y variable) para separar la pulpa de las aceitunas y luego verterla enteramen- te en un depésito que habfa debajo. El segundo pro- Fig. 16, Prensa de alfargo simple para aceitunas y uva. De un 4nfora griega del siglo 1v a. C. ceso consistia en extraer el jugo de la pulpa, lo que en los primeros tiempos se hacia simplemente retor- ciendo la parte superior de un saco poroso hasta ex- primir su contenido. En el ultimo milenio a.C. co menzé a aplicarse el principio de la palanca, por el que se ataban pesos de todas clases al extremo libre © tenaza de un alfargo que giraba hasta que se ex- trafa el jugo de la pulpa, que se hallaba colocada en un saco bajo el alfargo (fig. 16). Plinio conocié cuatro tipos de prensas, accionadas por alfargos que medfan hasta 15 metros de longitud o mediante tornillos. El principio del tornillo, que se relaciona con Arquime- des, se aplicé primero para hacer que bajase el alfar- La produccién de alimentos 1 -g0; y un poco més tarde para presionar directamente sobre la parte superior de la prensa. La prensa se utiliz6 también para las uvas, pero el proceso inicial de la viticultura era mucho mas com- plejo que el del cultivo del olivo. Se trataba de un arte que llegé a Grecia desde el Oriente Préximo, aunque en él los griegos alcanzaron la maxima per- feccién. El vino que exportaban hacia Occidente fue un factor decisivo para el desarrollo de 1a cultura celta, y se afirma que la cultura helenistica se difun- dié por Oriente hasta donde se extendié la vid. En Jos vifiedos griegos las plantas se extendian general- mente a lo largo del terreno, y a su crecimiento ayu- daban las numerosas sachaduras, la poda de las hojas innecesarias durante el verano y la utilizacién ocasio- nal de abono verde, En septiembre se pisaban las cestas de uvas sobre un suelo de cemento o madera, siendo mejor‘el primer jugo, especialmente el expri- mido por el propio"peso de las uvas. La prensa ex- trafa luego el jugo de peor calidad. Una vez hecho esto, el mosto era almacenado durante seis meses, para que fermentase, dentro de inmensas vasijas de barro del tipo de las lamadas cubas, como aquélla en que Didgenes hizo su casa. Tales vasijas gigantes- cas eran untadas por dentro y por fuera con resina, lo cual daba un gusto caracteristico al liquide que contenian, que finalmente se filtraba y, envasado en Anforas, se llevaba al mercado. Los vinos griegos si- guieron siendo los mejores, si bien respecto a la can- tidad —que rondaba los 18.000 6 19.000 litros por hectérea— Italia legé a ser durante un tiempo el principal centro de esta industria, seguido por Es- pafia. Los romanos colocaban puntales o espaldares en sus vifias, y se tomaban mucho trabajo para variar las condiciones de fermentacién de los diferentes tipos de uva y para modificar su sabor. Pero el ma- yor cambio lo constituy6 la introduccién del barril ‘de madera con flejes de metal, de origen celta, que llegé a Italia a comienzos de nuestra era y que con- servaba mucho mejor el vino que las anforas cerra- 92 Desde la antigiiedad hasta 1750 das con arcilla. A cambio, los romanos introdujeron el cultivo de la vifia en Francia, en Renania e incluso en el sur de Britania. El vifiedo, como muchas de las buenas cosas de la vida, experiment6 una lenta recuperacin a partir de la Alta Edad Media, En tiempos de Carlomagno co- menz6 su resurgimiento, al que contribuyé el deseo de tener vino para el ritual religioso y con fines mé- dicos. A falta de azticar, el mosto de uva era muy apreciado como edulcorante en tiempos de escasez de miel, y la viticultura fue promocionada por los grandes monasterios; hacia fines del siglo x11 se ha- bian plantado vifiedos en regiones tan orientales como el valle del Oder. La preparacién de la malta para producir una be- bida fermentada a partir de los cereales fue practica corriente en los primeros imperios: los sumerios, por ejemplo, contaban con diecinueve tipos de cerve- za, Sin embargo, los griegos y los romanos la consi- deraron una bebida barbara, tipica de los celtas y, posteriormente, de los germanos. Fueron estos tilti- mos quienes, hacia el siglo xm d.C., introdujeron el tipo de cerveza actual, sazonada y conservada por medio del hipulo, que no se cultivé en Inglaterra hasta el afio 1400 aproximadamente. Hasta la intro- duccién de la cerveza negra, a principios del si- glo xvirr, no hubo ninguna otra innovacién importan- te en Ia elaboracién de esta bebida. La sidra de pera y de manzana se fabricé en fecha temprana con fru- tas silvestres, pero la elaborada con manzanas culti- vadas se difundié de Normandia a Inglaterra en el siglo xx11, proporcionando a las diversas regiones del pais una bebida que no obligaba a disminuir las va- liosas reservas de grano. Los alquimistas estaban muy versados en los pro- cesos de destilacién (p. 379) en épocas tan tempranas como el siglo 1 4.C., pero parece ser que transcurrie- ron mil afios antes de que se comenzase a aplicar'a la elaboracién de bebidas espirituosas. Una conse- La produccién de alimentos 93 cuencia de este avance fue la preparacién de licores, producto con frecuencia de los herbolarios de los monasterios, que adquirié nueva importancia en tiem- pos de la peste negra (1348), cuando los médicos, se dice, recetaban habitualmente bebidas alcohdlicas fuertes, quiz4 ms por razones psicolégicas que pu- ramente fisicas. Asi se legé a la destilacién de la ginebra a partir de la nebrina, del brandy a partir del vino y finalmente del aqua vitae, el «agua de la vida» 0 aguardiente, mucho mas barata, Este térmi- no parece haber significado originariamente alcohol casi puro, pero posteriormente se aplicé al brandy hecho con la cebada fermentada con levadura, que en el siglo xv se convirtié en el medio caracteristico y habitual de aliviar los inviernos nortefios. Las or- denanzas contra el abuso de las bebidas fuertes nos dan testimonio de la existencia de un serio problema social incluso antes de 1300, La literatura anterior a la época de la moderna novela realista apenas habla de la dieta de las masas. Sin embargo, parece evidente que en los primeros tiempos de la Edad Media seguia siendo harinosa y pesada, y cuando se variaba la dieta era més gracias al pescado que a la carne. Pero hacia el siglo xr1t los trabajadores de las ciudades al menos tuvieron acce- so con mis frecuencia a la carne y a otros comple- mentos de su feculenta comida. La introduccién de una dieta mas variada debié contribuir a que dismi- nuyera Ja incidencia de enfermedades tales como el raquitismo y el escorbuto, que se producfan, no por la carencia de alimentos, sino por la ausencia de ele- mentos esenciales (vitaminas) para el mantenimiento de la salud: estas enfermedades carenciales eran realmente comunes en todas las clases sociales. Alli donde el centeno constituia el cereal bésico, sobre- venian terribles plagas de ergotismo durante las es- taciones himedas y célidas, que favorecian la infec- cién del grano por un moho venenoso. En el 994, por ejemplo, se dice que murieron por esta causa 40.000 94 Desde la antigiiedad hasta 1750 personas sélo en Aquitania, y todavia en fechas tan tardias como el siglo xviii se produjeron dos impor- tantes epidemias en seis afios. LA PESCA La pesca es la més importante de las técnicas des- tinadas a acumular alimentos que atin sobrevive des- de los tiempos mas remotos; y, ep principio, los mé- todos utilizados no han cambiado[La captura directa, a mano y por medio de arpones, fle sin duda la que primero se intent6. Mas tarde quiz4 se utilizaron trampas fijas y se experimentaron diferentes tipos de cebos; después el hilo cebado se hizo mas eficaz cuando se le afiadié un anzuelo de espina o de hue- so, y finalmente se empled la trampa mévil o red, apropiada para aguas profundas y capaz de atrapar gran cantidad de peces. Se cree que la red estaba ya en uso durante el Mesolitico. Las primeras experien- cias del hombre como constructor de barcos y mari- no estuvieron impulsadas por la busqueda de pesca, si bien en algunas regiones situadas a orillas de un rio o de un lago la pesca de agua dulce podia ser su- ficiente para una poblacién no muy numerosa y dise- minada. La utilidad del pescado como alimento tiene una limitacién: su carne se descompone rdpidamente. En los primeros tiempos, pues, normalmente el pes- cado era comido recién capturado, excepto cuando podia ser conservado en hielo. Pero el secado, Ia sa- Iazén y el ahumado de la pesca se practicaron en-la Edad del Bronce] y cuando se inicié la civilizacién el pescado se corivirtié en un importante artfculo de comercio, que los pueblos primitivos cambiaban por manufacturas. Fenicios y griegos comian mucho pes- cado salado, en especial atin, proveniente del mar Negro y de las desembocaduras de los rios rusos, mientras que los romanos importaban existencias de Espafia y Egipto, e incluso del norte de Europa. La produccién de alimentos 95 Los cartagineses, que precedieron a los romanos en las aguas costeras del Atléntico, fueron alli en busca de focas y ballenas, asi como de pesca; pero es po- sible que, por lo menos hasta la Edad Media, la car- ne, el aceite y los huesos de ballena provinicran més corrientemente de los ejemplares que encallaban. Los habitantes de las islas Feroe tienen atin un sis- tema para pescar pequefias ballenas, que consiste en conducirlas hacia la orilla. Fig. 17. Trampas para peces en la alberca de un molino que alimenta a una rueda hidréulica de arcaduces. Del salterio de Lutrell. La pesca se desarrollé répidamente durante la dad Media‘\Los dias de abstinencia —miércoles, viernes y Cuarésma— suscitaban entre las clases so- ciales mAs acomodadas, incluidos los miembros de las influyentes y numerosas érdenes mondsticas, un real interés por las existencias de pescado fresco: por ello abundaban las nasas para salmones y otros tipos de trampas (fig. 17), asi como los viveros para peces, cuidadosamente abastecidos. Por supuesto, las clases m4s humildes podian hacer abstinencia sin comer pescado, pero hacia el siglo x11, el creci- miento de las ciudades, superior a su capacidad de abastecimiento local, torné imperiosa la necesidad de importar alimentos baratos y facilmente trans- portables. La solucién fue la captura a gran escala de arenques y bacalaos —peces no mediterréneos, pero que abundan en las aguas del norte—, y su in- )

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