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¿Cómo se puede hablar de persecución

religiosa?

¿Cómo se puede hablar de persecución religiosa cuando se retransmiten actos religiosos y


programas confesionales en las televisiones públicas?

¿Cómo se puede hablar de persecución religiosa cuando existe una cadena de emisoras
radiofónicas y otra de televisiones locales que son propiedad de la Iglesia Católica?

¿Cómo se puede hablar de persecución religiosa cuando hay símbolos religiosos en edificios
públicos e imágenes en lugares públicos?

¿Cómo se puede hablar de persecución religiosa cuando el calendario laboral marcado por las
fiestas religiosas?

¿Cómo se puede hablar de persecución religiosa cuando el matrimonio religioso tiene plena
validez civil y la legislación civil reconoce las sentencias eclesiásticas en materia matrimonial?

¿Cómo se puede hablar de persecución religiosa cuando se enseña religión católica en los
centros públicos y cuando buena parte de los centros religiosos de enseñanza son financiados
por fondos públicos?

¿Cómo se puede hablar de persecución religiosa cuando la Iglesia Católica se financia a través
de la Declaración del IRPF?

¿Cómo se puede hablar de persecución religiosa cuando la religión católica mantiene


privilegios fiscales como la exención del IBI de las residencias de sacerdotes, religiosos y
religiosas?

¿Cómo se puede hablar de persecución religiosa cuando existen capellanes pagados por el
Estado en los centros sanitarios y en la Fuerzas Armas y además se mantienen sus lugares de
culto en los centros sanitarios y en las instalaciones militares?

¿Cómo se puede hablar de persecución religiosa cuando la Iglesia tiene inmunidades legales
tales como la inviolabilidad de archivos y registros?

¿Cómo se puede hablar de persecución religiosa cuando el Estado le otorga validez de los
títulos universitarios expedidos por universidades eclesiásticas en carreras estrictamente
religiosas como Teología o Derecho Canónico?

¿Cómo se puede hablar de persecución religiosa cuando las entidades religiosas se encuentran
excluidas del Derecho común sobre asociaciones?
Esta entrada nace del hastío que me produce tanta mentira sobre la inexistente persecución
religiosa que dicen que los malísimos ateos y laicistas estamos realizando (como la cartita al
ABC que Mario García comenta). Hay gente que consideran agresivas nuestras legítimas
aspiraciones de realizar una verdadera separación entre Estado e Iglesia. A la vez mantienen
que la imposición de su discurso, su simbología y su confesión sobre los que no los
compartimos es deseable, ya que creen que ellos tienen la verdad y que nosotros nos
empecinamos en un consciente y voluntario error.

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