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En el presente documento interesa analizar el rol de las políticas públicas frente a una de
estas carencias. Específicamente, nos enfocaremos en políticas orientadas a elevar el
nivel del capital humano del sector a través de la transferencia de información,
conocimientos y capacidades relevantes a los agricultores de la costa peruana y a sus
explotaciones. Interesa indagar qué restricciones en términos de la calificación de la mano
de obra enfrenta el sector de la agricultura comercial costeña e identificar qué políticas
para impulsar el desarrollo de los recursos humanos son las más apropiadas en términos
de levantar tales restricciones, a la luz de la literatura local e internacional, opiniones de
expertos y actores involucrados en el tema. El foco geográfico se justifica, por un lado,
para acotar un tema de por sí ya bastante amplio en un sector bastante heterogéneo, y,
por otro lado, por el potencial que encierra esta región para el desarrollo de una
agricultura comercial dinámica.
1
gestionar un negocio agrícola. Mayor información y mayores capacidades para
procesarla permiten mejorar las decisiones de qué (para qué mercados) y cómo (con qué
tecnología) producir y comercializar, elevando así la productividad y rentabilidad de las
explotaciones.1 El efecto de este tipo de proceso sobre el empleo no es claro. Por un
lado, hay un efecto ambiguo, tendiendo a negativo, producto de la adopción de
tecnologías más intensivas en capital. Por otro lado, se podrían obtener efectos positivos
sobre el empleo a través de dos vías. Uno, una mayor orientación al mercado, producto
de mejor manejo de la información, puede acercar a la estructura de cultivos de la costa
peruana a lo que dictan sus ventajas comparativas, que reside en productos más
intensivos en mano de obra.2 Adicionalmente, un impacto decididamente positivo tiene
que ver con el efecto dinamizador de los mercados de trabajo rurales no agropecuarios de
los mayores ingresos de las familias rurales, que pueden ser particularmente importantes
cuando vienen acompañados de un esfuerzo de provisión de infraestructura, y servicios
educativos y financieros.3
2. Enmarcando el problema
1
Ver Birkhaeuser, Evenson y Feder (1991) para una revisión de investigaciones empíricas sobre el impacto
de la extensión agrícola.
2
Cannock y Chumbe, 1993; Jaramillo, 1999.
3
Escobal y Agüero, 1999. Sobre la importancia de estos mercados en la costa, véase también Francke,
2001.
2
Dentro de un país sumamente heterogéneo y caracterizado en general por bajos niveles
de capital humano, el área rural sobresale por sus deficientes indicadores. En efecto,
como se muestra en la Tabla 1, más de dos tercios de la PEA rural en el mejor de los
casos apenas ha alcanzado a completar la primaria y un porcentaje significativo (15.8%)
no ha asistido a la escuela para nada. En el otro extremo, apenas poco más del 5% han
tenido estudios más allá de completar la secundaria. Ciertamente, no toda la PEA rural
está dedicada a la agricultura, tres cuartos es el dato que arroja la Encuesta Nacional de
Hogares (ENAHO) de 1999. Sin embargo, de acuerdo a esta misma fuente, el 89.1 por
ciento de la PEA rural sin ninguna educación y el 83.6 de la que tiene primaria incompleta
está dedicada a la agricultura, mientras que sólo uno de cada cuatro personas con
educación mayor a la secundaria ocupadas en el campo se dedican a la agricultura. En
resumen, la PEA agrícola presenta niveles educativos inferiores incluso a aquéllos ya
gravemente pobres de la PEA rural.
Dentro de esta lamentable situación, la costa rural muestra indicadores un tanto mejores
que aquéllos de sierra y selva, aunque bastante inferiores a aquéllos de áreas urbanas.
Más de un tercio de la PEA ocupada no ha completado la primaria, mientras que sólo un
2.1% ha asistido a una universidad. La relativamente mejor (o menos mala) situación de
la costa se debe, en parte, a que la porción de la PEA rural ocupada en la agricultura en
esta región es inferior a la de las otras regiones. No obstante, es claro que, medido en
función del nivel de educación formal, el capital humano ocupado en la agricultura costeña
es bastante pobre.
Tabla 1
PERU: PEA POR NIVEL EDUCATIVO, 1999
Urbana Rural Costa rural Sierra rural Selva rural
Sin nivel 2.2 15.8 10.0 19.4 7.9
Primaria incompleta 8.2 31.4 24.6 33.6 29.5
Primaria completa 9.7 21.0 19.1 19.9 26.7
Secundaria incompleta 17.4 15.2 18.5 13.4 19.0
Secundaria completa 31.4 11.1 20.4 8.9 11.1
Superior no universitaria 12.8 3.9 5.3 3.4 4.4
Superior universitaria 18.2 1.5 2.1 1.4 1.3
Fuente: INEI-MTPS, Encuesta Nacional de Hogares 1999.
3
Esto, como se puede observar en el Gráfico 1, tiene su correlato en los niveles de
ingresos de la PEA rural. Claramente, la tendencia de los ingresos conforme se
incrementa el nivel educativo es creciente, particularmente a partir de la culminación de la
secundaria. Esto, por supuesto, está en línea con las predicciones de la teoría y es
consistente con innumerables estudios sobre la relación entre educación e ingresos tanto
en el Perú como a nivel internacional. Para darle la rigurosidad requerida a esta
proposición se realizó un ejercicio econométrico de estimación de los retornos a la
educación diferenciando sus efectos a nivel urbano y rural y controlando por otras
características de los trabajadores rurales que pueden también estar afectando sus
niveles de ingresos. Como es habitual en este tipo de ejercicio, se usó la llamada
ecuación de Mincer.4 Dados los problemas habituales para recoger información precisa
de ingresos, se trabajó con dos variables dependientes: el ingreso laboral real y el gasto
per-cápita del hogar. Las variables de control incluyen la edad, género y la lengua
materna (en el caso de la ecuación de gasto, del jefe del hogar), y el número de miembros
del hogar. Los resultados se presentan en la Tabla 2. Como se observa, en ambos casos
el nivel educativo es relevante y estadísticamente significativo. Sin embargo, el retorno a
la educación en el ámbito rural es significativamente inferior a aquél del ámbito urbano,
sugiriendo una deficiente calidad de la educación rural vis-á-vis la educación urbana.
Gráfico 1
Perú rural: Ingresos por nivel educativo
(soles de agosto 1999)
1000
900
800
700
600
500
400
300
200
100
0
Sin nivel Primaria Primaria Secundaria Secundaria Superior no Superior
incompleta completa incompleta completa universitaria universitaria
4
Mincer, 1974.
4
Gráfico 2
Perú: Niveles de ingreso de la PEA rural por sector de actividad
1000
800
600
400
200
0
Industria Servicios no Servicios
Agricultura Minería Construcción Comercio
manufacturer personales personales
Serie1 158,5 856,8 244,1 375,7 307,1 686,8 249,1
Tabla 2
ESTIMACIÓN DE RETORNOS A LA EDUCACIÓN RURAL VERSUS URBANA
AMBITO URBANO AMBITO RURAL
Var. dependiente: logaritmo del gasto real per cápita del hogar
Coeficiente t-estadístico P>|t| Coeficiente t-estadístico P>|t|
Edad -.0116682 -3.005 0.003 -.0050968 -1.098 0.273
Edad al cuadrado .0002795 5.622 0.000 .0001515 2.541 0.011
Mujer .0716657 4.604 0.000 .1149908 4.866 0.000
Años de educación .0753302 36.335 0.000 .043119 13.989 0.000
Miembros del hogar -.0966159 -29.800 0.000 -.1302282 -26.386 0.000
Lengua materna español .1791965 6.462 0.000 .0903992 3.714 0.000
Constante 7.616395 .079631 0.000 7.78287 82.778 0.000
Nótese que estos resultados son válidos para la PEA rural. ¿La PEA agrícola estará
mejor o peor que la PEA rural? Como se puede observar en el Gráfico 2, los ingresos en
la agricultura son inferiores a los de cualquier otra actividad económica rural. Por lo
tanto, en congruencia con el modelo presentado, los niveles promedio de educación
formal de los agricultores deben ser los más bajos de toda la PEA rural.
De este análisis parece claro que en la medida en que contar con recursos humanos
calificados es crucial para el desarrollo agrícola, en general, y de la costa, en particular,
en el mediano y largo plazo esto pasa por mejorar los niveles de educación básica en el
sector rural. Datos del Ministerio de Educación indican que la cobertura educativa en
primaria es casi total, por lo que las tareas están en ampliar la cobertura en inicial y
5
secundaria y, sobre todo, mejorar la calidad de los servicios educativos. Ahora bien, los
efectos de mejoras en la educación rural no serán palpables sino en un mediano plazo.
Mientras tanto, en el corto plazo el reto está en cómo, en medio de tan graves carencias
en educación básica, dotar a la población ocupada en la agricultura de las habilidades y
capacidades mínimas para desarrollar negocios agrícolas viables.
5
R. Knutson, 1986.
6
World Bank, Agricultural Knowledge and Information Systems, en: www.worldbank.org.
7
World Bank, op. cit. Norton, Ganoza y Pomareda (1987) estimaron a mediados de los 1980s una tasa entre
22 y 34% para el Perú.
6
sistemas de educación, investigación, transferencia tecnológica y extensión agrícola.
Asimismo, los nuevos sistemas de extensión deben subsanar las deficiencias de sistemas
anteriores. Así, balances recientes han identificado problemas tales como: débiles nexos
entre investigación aplicada y extensión; pobre retroalimentación a los sistemas de
investigación de los problemas y necesidades de los agricultores por parte de los
extensionistas, resultando en escaso desarrollo de alternativas tecnológicas apropiadas;
insuficiente entrenamiento a los extensionistas, particularmente en comunicación y
pedagogía de adultos; sistemas de monitoreo con escaso énfasis en la adopción de
tecnologías; y mala selección de áreas de focalización 9
Por otro lado, aún cuando el sector público ha jugado el rol central en la expansión de los
servicios de extensión en el último medio siglo, la participación del sector privado en la
provisión de estos servicios es creciente10. En efecto, la intuición sugiere que en la
medida en que la capacitación o asistencia técnica tenga resultados efectivos, el agricultor
debería estar dispuesto a pagar por ella. Ejemplos de arreglos contractuales en esta
dirección no son raros en la literatura internacional11. El desarrollo de mercados privados
de servicios de extensión para los agricultores, sin embargo, ha probado ser dificultoso.
El reciente estudio de Rivera, et. al. (2000) identifica barreras relacionadas con
características del entorno: políticas inestables, falta de claridad sobre las funciones
centrales y prioridades de los servicios públicos, y falta de infraestructura básica que
encarece los costos operativos de la extensión. Por el lado de la demanda también se
encuentran limitaciones: escaso poder de compra de los pequeños agricultores
individuales, falta de asociaciones fuertes que provean economías de escala en la
adquisición de servicios, y una larga tradición de servicios provistos por el Estado “sin
costo” que reduce la voluntad de pago del agricultor12. A esto se debe añadir problemas
de incertidumbre cualitativa, así como de pertinencia y calidad de la oferta.
8
Para una impactante exposición de los vastos cambios que nos esperan en las próximas décadas en el área
de los agro-negocios, ver Enríquez y Goldberg (2000).
9
Purcell y Anderson (1997) incluyen en su balance para el Banco Mundial una muestra bastante amplia de
experiencias nacionales, con énfasis en países en desarrollo, incluyendo 20 proyectos en América Latina. Ver
también, Birkhaeuser, et. al. (1991), y Hildreth y Armbruster (1981) para Estados Unidos.
10
Rivera (1996), Rivera, Zijp y Alex (2000).
11
Ejemplos de países en desarrollo se pueden encontrar en Schwarz y Zijp (1994); Wilson (1991) se enfoca
en América Latina mientras que para Europa se puede consultar Dancey (1993) y Ameur (1994). Keynan,
Olin y Dinar (1998) detallan la experiencia de Nicaragua. Un ejemplo para el Perú, que analizaremos en
detalle más adelante, se puede encontrar en Escobal, Agreda y Reardon (2000).
12
Rivera, Zijp y Alex, 2000: 9.
7
Las restricciones fiscales limitan la acción del gobierno y exigen una mayor eficiencia en
el uso de los recursos públicos para hacer llegar servicios de extensión a los agricultores.
En este contexto, promover la provisión privada de servicios tiene al menos dos virtudes.
Por un lado, se promueve un mayor número y variedad de proveedores, fomentando la
competencia en un área criticada por sus ineficiencias y falta de efectividad. Por otro
lado, al fomentar la participación de los productores en la cobertura de costos se
incrementa el involucramiento del cliente en el control de calidad de la oferta. Desde esta
perspectiva, la reforma de los servicios de extensión debe orientarse a la remoción de
barreras al desarrollo de proveedores privados, desarrollo de prácticas contractuales
transparentes y sistemas de información que faciliten las decisiones tanto al productor
agrícola como al proveedor de servicios. Así mismo, el Estado, a la vez que desplazar su
rol de la provisión hacia la facilitación y el control de la calidad de los servicios, debería
poder identificar y actuar sobre problemas de inequidad en el acceso a los servicios.
8
Interesa, sin embargo, entender la lógica de la intervención pública y evaluar en qué
medida atiende a las necesidades específicas de sus potenciales beneficiarios, por un
lado, y qué tan sostenibles son sus efectos, por el otro. En esta dirección, el Fondo para
Servicios de Extensión Agrícola (FEAS) provee una experiencia interesante. Una virtud
de este programa, tanto como de PRONAMACHCS, antes de que se orientaran al
proselitismo político, era el estar guiados por la demanda13. En el caso de FEAS, a esto
se añadían, por un lado, el hecho de que la provisión de los servicios de asistencia era
realizada por agentes privados y, por otro lado, que los beneficiarios debían cofinanciar
los servicios a través del cobro de tarifas, que eran depositadas en una cuenta de ahorros
que contribuía a la sostenibilidad del fondo a lo largo del tiempo. En 1997 beneficiaba a
43,000 agricultores, mientras que el volumen de la cuenta había sumado $547,000
dólares.
Por su parte, el programa de ADEX, financiado por USAID, se orienta a los pequeños
productores con potencial exportador. También está guiado por la demanda, requiriendo
de los agricultores interesados una solicitud de asistencia técnica. La asistencia misma
es provista por agentes privados. Existe, por lo demás, una exigencia de
cofinanciamiento creciente por parte del agricultor, esto es, el subsidio es decreciente
hasta llegar a cero en un periodo de cuatro años. El rango de servicios prestados incluye
información de mercado, así como asistencia en temas de mejora de la calidad, acceso al
crédito, procesamiento básico, embalaje, almacenaje y mercadeo.
Dos esfuerzos más recientes desde el sector público, con foco parcial y total,
respectivamente, en la costa, son el proyecto de investigación y extensión agrícola
denominado INCAGRO y el Programa PERAT, este último orientado a la promoción de un
mercado privado de servicios de asistencia técnica para agricultores con sistemas de
riego en valles de la costa. Estos dos programas guardan similitud en cuanto a sus
principios de intervención y estrategias. En cuanto a los principios, ambos proyectos se
proponen observar una orientación a la demanda, actuación descentralizada, fomento de
la participación de los actores sociales y cofinanciamiento creciente por parte de los
usuarios. Por el lado de las estrategias, ambos buscan fomentar el desarrollo de un
mercado de servicios calificados a través de componentes de incentivos a la demanda,
13
Nos referimos a los últimos años del gobierno de Fujimori.
9
fortalecimiento de la oferta y mejoras en la información para reducir costos de transacción.
Así mismo, ambos programas comparten una concepción de la problemática del productor
agrícola que no se limita a aspectos técnico productivos, sino que involucra también
temas de gestión, comercialización y tratamiento post-cosecha. Ambos contienen, pues,
elementos congruentes con el objetivo de facilitar una provechosa inserción del productor
en los mercados.
10
agentes privados, y por tener una valoración social positiva. Incluye la investigación
básica y aplicada, capacitación de agentes de extensión e información de mercados y
tecnologías. Las acciones apoyadas incluyen: planificación estratégica institucional,
planeamiento de áreas estratégicas de investigación. Así mismo, contempla un Fondo de
Desarrollo de Servicios Estratégicos - FDSE, cuyos recursos son asignados vía un
concurso anual al financiamiento parcial de proyectos de investigación estratégica,
capacitación y de información, previamente identificados por la demanda y priorizados a
través de un taller convocado por el Proyecto.
Por el lado de la demanda, la estrategia del Proyecto involucra configurar a partir de las
Juntas de Usuarios de los distritos de riego Unidades de Extensión y Asistencia Técnica
(UNE), cuyo foco es un problema/interés común de un grupo organizado de agricultores
con acceso a riego de dicho ámbito geográfico. El concepto de la UNE también involucra
a unidades productivas agrícolas con algunas características comunes, ofertantes de
servicios de extensión, capacitación, asistencia técnica y servicios complementarios, y
otra institucionalidad pública y privada que puede impulsar la competitividad agrícola. En
este sentido, las UNEs quieren ser fieles a su nombre y congregar grupos constituidos
locales enfocados alrededor de problemáticas específicas de los agricultores. Las UNEs
definen el tipo de servicio que requieren y el proyecto lo cofinancia, contemplando una
participación decreciente de 75% en la primera campaña y 50% en la segunda. La
temática no se limita a aspectos técnico-productivos, sino también a temas de gestión,
comercialización y acceso a mercados, tanto para sus productos finales como para el
crédito.
11
Por el lado de la oferta, la estrategia involucra el fortalecimiento de la oferta de servicios a
través de actividades de entrenamiento y capacitación para extensionistas, y capacitación
en la gestión de los servicios. En cuanto a información, la oferta del proyecto consiste en
la realización de eventos a nivel local para congregar a los productores y movilizar grupos
constituidos. También se contempla establecer bases de datos de proveedores de
servicios locales, así como una página web a través de la cual se pueda acceder a las
bases de datos y a las experiencias que el proyecto vaya desarrollando.
Aún cuando este proyecto parece reunir una serie de características interesantes que son
rescatadas en la literatura internacional sobre mejores prácticas en proyectos de
extensión agrícola, como, por ejemplo, orientación por demanda, cofinanciamiento
creciente por el productor, economías de escala por la vía de asociar a los productores,
servicios que abarcan post-cosecha y comercialización, tiene la limitación de plazos muy
estrechos. En efecto, la fase operativa del proyecto se limita a 16 meses14, período en el
cual resulta muy difícil se logren objetivos tales como cambiar actitudes de los agricultores
con respecto, por ejemplo, a la necesidad de pagar por los servicios de extensión. Un
tema que plantea es, entonces, la necesidad de congruencia entre los objetivos de la
intervención y los plazos para lograrlos. Desarrollar mercados es una tarea que involucra
plazos largos, algo que INCAGRO parece entender mejor.
14
Entrevista con el Coordinador General del Programa PERAT, Dr. Thilo Hatzius.
12
A este respecto, la literatura internacional enfatiza la importancia de transitar hacia
sistemas de investigación basados en organizaciones autónomas y competitivas15. En
este contexto, la asignación de recursos públicos se debe realizar a través de concursos
donde propuestas de diferentes organizaciones compiten en calidad científica y
pertinencia. La regulación del sistema debe incorporar a los actores relevantes
(productores, académicos, tecnólogos) y poseer autonomía frente a los gobiernos.
Claramente, en el Perú no se ha iniciado esta transición, aún cuando proyectos
específicos, como Incagro, han incorporado mecanismos en esta dirección.
El Instituto Rural Valle Grande (IRVG) comenzó a operar sus llamados programas
integrales de producción en el valle de Cañete durante la campaña algodonera 1991-
1992. La liquidación del Banco Agrario había forzado a los agricultores a buscar nuevas
fuentes de crédito. La oferta de IRVG era asistir a los pequeños agricultores en la
obtención de crédito, ya sea de la banca comercial o de la industria textil, a la vez que
15
Ver, por ejemplo, World Bank (1999).
13
proveer un soporte técnico a su actividad en aspectos productivos, de gestión y de
comercialización. El trabajo es coordinado entre dos áreas de la institución, la Unidad de
Desarrollo Empresarial y el Programa de Extensión Agraria. La Unidad de Desarrollo
Empresarial organiza a los agricultores en asociaciones solidarias, procura el
financiamiento con la garantía de las cosechas y conduce un programa de capacitación y
asesoría empresarial. Por su parte, el Programa de Extensión Agraria brinda asistencia
técnica individual a los agricultores en el cultivo, implementa un plan de control de plagas
y desarrolla un programa de capacitación técnica y transferencia de tecnología. El
número de participantes de este programa ha venido creciendo y actualmente suman
alrededor de 400 agricultores, principalmente del valle de Cañete, que suman poco más
de 2,000 hectáreas en un valle de 22,937 hectáreas. Dos tercios del área está dedicada
al algodón y el resto a maíz, con sólo 50 hectáreas en espárrago. El tamaño promedio de
la extensión por agricultor atendido por IRVG es 5 has., superior a las 3.3 has. de la
propiedad promedio en el valle.
IRVG también maneja una Escuela de Formación Superior Agraria (reconocido como
Instituto Superior Tecnológico), que ha formado a más de 120 técnicos agrícolas, con una
metodología que alterna el estudio en aula (dos semanas) con el trabajo en la explotación
familiar agrícola o en una empresa (dos semanas), conferencias de expertos y visitas de
estudio. Así mismo, periódicamente organiza cursos cortos, de dos a tres días, con
temáticas especializadas que van desde nuevos cultivos, temas fitosanitarios, manejo de
suelos, hasta aspectos tecnológicos y de comercialización.
Novedosos arreglos contractuales son también una respuesta a la necesidad de suplir las
carencias técnicas y, sobre todo, de gestión de los agricultores. Una experiencia muy
interesante en este sentido viene ocurriendo en el valle de Chincha, al sur de Lima17. Se
trata de la venta de servicios de gestión a empresas constituidas ex-profeso por pequeños
agricultores. El requisito para que un agricultor participe es tener agua. El esquema
funciona a través de contratos entre cada una de estas empresas y la empresa asesora
que provee los servicios de gestión. El contrato involucra un conjunto de actividades de
producción y comercialización, que incluyen un calendario para el uso de insumos, así
como la gestión de crédito bancario con la intermediación de la empresa asesora y las
16
Escobal, 1998.
17
Lo que sigue se basa en Escobal, Agreda y Reardon (2000) y en entrevista con el ing. Augusto Cilloniz,
gerente de la empresa consultora Critecnia S.A.C.
14
tierras de los agricultores como colateral. La empresa asesora lleva la contabilidad por
empresa y por parcela asociada.
La importancia de este tipo de arreglo radica en que resuelve quizá los dos mayores
problemas de la agricultura costeña: la fragmentación de la propiedad y la escasez de
habilidades gerenciales. En efecto, se generan economías de escala y se reducen costos
de transacción en la adquisición de insumos al por mayor. Además, la formalización les
permite abandonar la exoneración tributaria, aprovechando el crédito fiscal que le generan
sus compras y evitando el castigo de las empresas textiles que les cargaban el costo del
IGV, ya que ellas, al no recibir factura, no tenían como descargarlo18. La reputación y
capital social de la empresa asesora reduce el riesgo y los costos de evaluación del
banco, mientras que el colateral reduce el riego de la empresa asesora. Finalmente, se
consiguen mejores precios ya que se vende directamente a las empresas textiles, luego
de subcontratar la limpieza del algodón. La empresa asesora cobra el 25% de los costos
directos del agricultor. La rentabilidad del agricultor, incluyendo en los costos el pago a la
empresa asesora, se eleva en 10-15%19. El éxito de la empresa se refleja en sus tasas de
crecimiento. Se inició a mediados de los 1990s trabajando con 100 pequeños
agricultores, que sumaban cerca de 400 has. En 1998 ya habían formado seis empresas,
involucrando a 260 agricultores. A septiembre 2001 trabajaban con alrededor de 500
agricultores que sumaban 1,800 has.
Un elemento importante a notar en los dos últimos ejemplos presentados es que lo que
moviliza a los agricultores es el acceso al crédito. Esto es, inicialmente no valorizan la
asistencia técnica per se, sino como vía de acceso al crédito. En el camino, sin embargo,
pueden observar los beneficios de la asistencia técnica y aprenden a apreciarla.
Una apreciación más crítica de estas experiencias sugiere la pregunta de cuán replicables
son. En ambos casos, pero particularmente en el de Critecnia, un elemento clave es la
confianza. En este sentido, el gerente de Critecnia identifica como factor clave de su éxito
el hecho de ser un agricultor conocido en el valle. Nos refiere también que otras
experiencias de este tipo se han querido implementar en otros valles, sin mayor éxito
debido a que las empresas no eran conocidas en la zona20. La existencia de un activo tan
18
Entrevista ing. A. Cilloniz.
19
Escobal, et. al., 2000: 273.
20
Entrevista A. Cilloniz.
15
singular como la reputación en la localidad sugiere, pues, barreras a la entrada que limitan
el desarrollo del mercado.
¿Existe un rol para las políticas públicas en este contexto? Ciertamente el Estado está
pobremente capacitado para convencer al agricultor de las bondades de contratar este u
otro tipo de servicio, menos aún incentivar cierto tipo de contrato. Por lo demás,
problemas de riesgo moral proveen una racionalidad para la no – intervención, ya que la
promoción de cierto servicio o tipo de contrato podría hacerlo, o al menos ser percibido
como, corresponsable de las consecuencias del mismo. Sin embargo, se pueden
identificar dos áreas para la intervención pública. Primero, difusión de experiencias
exitosas ó mejores prácticas en la provisión de servicios gerenciales. En segundo lugar,
proveer mecanismo que faciliten la realización de este tipo de contratos y reduzcan la
incertidumbre ligada a ellos, reduciendo así los costos de transacción.
Los anteriores ejemplos muestran algunas iniciativas, tanto desde el sector público como
del privado, para enfrentar el reto de proveer servicios adecuados de asistencia técnica
que respondan a las necesidades de los agricultores. Resumiendo podemos decir que
existen iniciativas interesantes y con potencial tanto en el sector público como privado.
Las políticas públicas deben fortalecer los programas que tienen éxito y perfeccionar los
instrumentos de intervención, así como apoyar y fomentar las iniciativas privadas. Por
otra parte, la asignación de recursos públicos en extensión suscita dos comentarios.
Dado el carácter público de la inversión, sería importante que se difundan, de existir, las
evaluaciones del impacto de estas inversiones sobre las poblaciones beneficiarias. De no
existir, debería convertirse en práctica habitual realizarlas y difundir sus resultados. En
segundo lugar, un tema problemático es cómo se asignan estos recursos. En efecto,
como se mostró, el grueso está destinado a la sierra. La pregunta que surge es si esta
decisión tiene que ver con un objetivo de obtener el mayor retorno social a esa inversión
de recursos públicos ó a criterios de aliviar pobreza. Ciertamente, se trata de dos
objetivos diferentes. Esta cuestión se aborda a continuación en el marco de una
discusión de aspectos conceptuales relevantes para el diseño e implementación de
políticas públicas.
16
Antes de entrar a la discusión de las opciones de políticas, resulta importante precisar
antes algunas cuestiones. En primer lugar, un tema de definición de objetivos. El objetivo
de una política de recursos humanos para la agricultura, tanto como el de cualquier otro
componente de una política de fomento productivo, debe ser fortalecer a las explotaciones
agrícolas en su capacidad para desenvolverse, esto es, competir, en el mercado.
Competir en el mercado supone aspectos no sólo estrictamente productivos, sino,
fundamentalmente, de gestión de los diferentes aspectos del negocio. El incremento del
rendimiento de la tierra por sí solo no garantiza una explotación rentable. Es necesario
atender a temas que van desde la selección de cultivos, costos, financiamiento,
tratamiento post-cosecha, calidad del producto hasta la comercialización. De hecho, el
enfoque para la promoción productiva parece haber variado de "producir para vender" a
"vender para producir". Así, desde esta perspectiva, lo que moviliza la energía productiva
es el hecho de que hay una demanda específica que atender. Ignorar al mercado es una
receta para el desastre para cualquier política económica, las políticas para la agricultura
no son una excepción.
21
Ver Trinelli y Von Hesse, 2000.
17
De este principio básico se derivan algunas pautas para las intervenciones públicas que
conviene recordar. En primer lugar, en concordancia, por lo demás, con la Constitución
Política del país, la intervención pública no debe buscar sustituir a la acción privada, sino
ser más bien subsidiaria: si el sector privado lo puede hacer, el Estado no tiene porque
hacerlo. En segundo lugar, en la medida de lo posible, el Estado debe buscar la
participación del sector privado en la provisión de los servicios materia de las políticas
públicas. En tercer lugar, las intervenciones públicas deben ser temporales, de manera
que no se inhiba y, más bien, se fomente el interés del sector privado en desarrollar
mercados. Claramente esto tiene limitaciones. Como decíamos, algunos bienes como la
investigación básica tienen un carácter público que desalienta la aparición de un mercado
privado. En cuarto lugar, las intervenciones deben buscar la sostenibilidad. Esto es, los
efectos de fomento de la oferta y la demanda deben perdurar más allá de la duración de
la intervención inicial.
Antes de discutir más explícitamente las propuestas que se derivan del análisis anterior y
de las opiniones de los expertos estudiosos de la problemática, es importante incorporar
18
también la opinión de los actores más directamente involucrados en el tema. Para esto se
realizaron un conjunto de entrevistas y se administró una encuesta de opinión a
empresarios agrícolas, funcionarios públicos del sector, técnicos independientes y
oficiales de proyectos de desarrollo sobre el diagnóstico de los problemas y las diferentes
opciones de políticas. La siguiente sección presenta los resultados de este ejercicio.
Es preciso, sin embargo, anotar una significativa limitación de este instrumento. La lista
inicial de 38 destinatarios del cuestionario incluía proporciones semejantes de
representantes del sector público y privado. La lista de quienes lo respondieron, sin
embargo, no refleja esta distribución, ya que ha sido el caso que la tasa de respuesta fue
bastante mayor entre aquéllos ligados al sector público que entre los del sector privado,
como se puede apreciar en la lista consignada en Anexo. Se ha tratado de corregir este
involuntario sesgo resaltando las opiniones de representantes del sector privado,
particularmente de aquellos ligados a la actividad productiva o al mercado de servicios
para el sector, recogidas a través de entrevistas. En cualquier caso, la elaboración de
recomendaciones ha buscado recoger particularmente aspectos en los que confluyen
opiniones de investigadores y otros especialistas con las perspectivas de los actores.
22
En el Anexo se puede encontrar tanto el cuestionario administrado como la lista de los que lo respondieron.
19
agroindustria costeñas. La mayor parte de los que respondieron consideran de
importancia muy alta contar con una oferta apropiada de recursos humanos calificados
para un crecimiento rápido y continuo de la agricultura comercial costeña. En efecto, de
18 personas que contestaron la pregunta, 13 lo consideraron así y dos más la
consideraron alta. Solamente tres la consideraron baja o muy baja. Parece claro,
entonces, que hay una percepción ampliamente compartida de que el tema es importante
y por lo tanto merece atención desde el ángulo de las políticas públicas.
En cuanto al estado actual de la provisión de una serie de servicios que tienen incidencia
sobre la competitividad de las explotaciones agrícolas, existe también un amplio consenso
de que para cada tipo de servicio es inadecuada. La Tabla 3 resume la información
recogida. Como se puede observar, son muy raras las calificaciones aprobatorias para la
provisión de alguno de los servicios considerados. Nótese, sin embargo, que la peor
calificación es para la asistencia técnica en aspectos de gestión. También interesante es
la distinción que introdujo una de las respuestas entre servicios gratuitos y servicios
pagados, siendo los primeros muy inadecuados y los segundos muy adecuados. Al
respecto es interesante la perspectiva recogida de una agricultora mediana de la costa
norte: “para quienes pueden y quieren pagar existen técnicos muy competentes, que
quizá no son muchos, pero menos aún son los demandantes. La inmensa mayoría de
explotaciones son demasiado pequeñas como para ser viables y, por tanto, su demanda
de servicios productivos o de gestión es casi nula y sólo los usan si son regalados”23. En
efecto, según el Censo Agropecuario de 1994, 92.3 por ciento de las explotaciones
agropecuarias de la costa tienen menos de 10 hectáreas, siendo la explotación promedio
de 2.6 has. Esta característica ciertamente limita la demanda de servicios de extensión.
Mas aún, la pregunta de si se puede tener un negocio agrícola sostenible con tal
extensión es válida, de allí el interés en la asociatividad como una fórmula para lograr
economías de escala.
23
Entrevista con propietaria de Fundo Choloque, Motupe (34 has.).
20
Tabla 3
CALIFICACIÓN DE LA PROVISION DE SERVICIOS PARA AGRICULTURA COSTEÑA
Información 5 10 3 0
Transferencia 3 14 1 0
tecnológica
Asistencia
técnica:
en aspectos 3 14 1 0
productivos
en aspectos 7 12 0
de gestión
Formación/ 2 15 1 0
capacitación
Buscando identificar con mayor precisión cuáles son los segmentos del mercado laboral
donde se percibe una mayor carencia de personal calificado, se indagó por el grado de
dificultad para obtener personal adecuadamente calificado en seis diferentes categorías.
La Tabla 4 sistematiza las respuestas. Una primera conclusión es que salvo para el caso
de peones agrícolas, por definición de escasa calificación, el acceso a personal calificado
en la agricultura costeña es dificultoso. En segundo lugar, es también claro que el grado
de dificultad es creciente con respecto al nivel de calificación: no hay dificultad para
obtener peones agrícolas, es más difícil obtener peones para procesos post-cosecha o
capataces de fundo; la dificultad se acrecienta si lo que se busca son técnicos o
profesionales en cultivos especialistas en cultivos específicos o en procesos post-cosecha
y, finalmente, la mayor dificultad está en el rubro administradores o gerentes de fundos.
Este resultado es consistente con la evidencia que presentamos en la Sección 2 sobre los
niveles educativos de la PEA rural.
21
Tabla 4
GRADO DE DIFICULTAD DE ACCESO A PERSONAL CALIFICADO PARA
AGRICULTURA COSTEÑA POR TIPO DE OCUPACION
Muy Nada
dificultoso dificultoso
Peones agrícolas 3 0 7 8
Peones para procesos post-cosecha 6 5 4 3
Personal de mando medio - capataces de 4 7 7 0
fundo
Técnicos/profesionales:
especialistas en cultivos específicos 6 8 4 0
en procesos post-cosecha 6 8 4 0
Administradores o gerentes de fundos 10 6 2 1
Nota: La pregunta pedía evaluar entre '1' y '4', donde '1' es nada dificultoso y '4' es muy
dificultoso.
22
para la mayor parte de cultivos con potencial de exportación (lúcuma, uva, alcachofa). En
casos deben recurrir a técnicos extranjeros. Desde la perspectiva de un agricultor
mediano, por otro lado, existe una oferta de formación pero pobre, poco tecnificada y
también limitada por las características de la demanda potencial, entre la que predomina
el pequeño agricultor de escasos recursos y acostumbrado a no pagar por servicios de
asistencia técnica o capacitación25.
Tabla 5
GRADO DE ADECUACION DE LA OFERTA DE FORMACION POR TIPO DE OCUPACION
Muy Nada
adecuada adecuada
Peones agrícolas 1 2 2 13
Peones para procesos post-cosecha 1 2 4 11
Personal de mando medio - capataces de 1 0 8 9
fundo
Técnicos/profesionales:
especialistas en cultivos específicos 1 6 7 4
en procesos post-cosecha 1 5 7 5
Administradores o gerentes de fundos 1 3 10 5
Nota: La pregunta pedía evaluar entre '1' y '4', donde '1' es nada adecuada y '4' es muy
adecuada
En este contexto, ¿qué políticas son las más adecuadas para mejorar la situación de los
recursos humanos para la agricultura comercial costeña? Para ayudar en la evaluación
de líneas de acción prioritarias para políticas que promuevan una oferta de recursos
25
Entrevista con propietaria de Fundo Choloque, Motupe.
23
humanos calificados de acuerdo a las necesidades de desarrollo del sector se pidió a los
encuestados que consideraran la pertinencia y prioridad de una serie de potenciales
acciones del gobierno, tanto en el corto como en el mediano y largo plazo. Las
potenciales acciones involucran diferentes niveles de intervención del Estado, desde el
fomento del desarrollo de mercados con proveedores privados hasta la ejecución de
programas de capacitación/asistencia técnica por el mismo sector público. Así mismo,
pueden enfocarse en subsidios a la demanda (por ej., bonos de capacitación, incentivos a
la asociatividad), desarrollo de la oferta (por ej., sistema de centros de formación técnica)
o reducción de costos de transacción (por ej., sistemas de información, facilitar
coordinación al interior de cadenas productivas). La Tabla 6 presenta los resultados.
24
Tabla 6
PRIORIDAD ASIGNADA A DIFERENTES OPCIONES DE POLÍTICAS
Nótese que mientras que la mayoría de las potenciales líneas de acción mantienen su nivel
de prioridad para tanto el corto como el mediano y largo plazo, algunas no. Por ejemplo, el
fomento del mercado de servicios, que ya es prioritario en el corto plazo, se les asigna aún
mayor prioridad en el mediano y largo plazo. El desarrollo de un sistema de centros de
formación incrementa sustantivamente la frecuencia con la que se le asigna prioridad en el
largo plazo. En contraste, el desarrollo de programas de capacitación para diferentes
cultivos por parte del Estado pierde prioridad sustancialmente en el mediano y largo plazo.
Tabla 7
GRADO DE ACUERDO CON PROPOSICIONES DE POLITICAS
P1 10 7 2 0
P2 9 7 3 0
P3 4 11 0 4
P4 2 9 5 3
P5 2 8 6 3
P6 7 11 1 0
P7 8 10 0 1
P8 12 5 1 1
29
implementar planes de asistencia técnica/asesoría/capacitación con un impacto medible y verificable, y con
componentes significativos de cofinanciamiento"
P8: "Las universidades públicas que poseen facultades de agronomía y/o disciplinas afines deberían revisar
sus currículos para adecuarlos a la demanda del campo de más y mejores gerentes agrícolas"
30
Las implicancias de asumir esta perspectiva son vastas, pues implica optar por políticas
no sólo diferentes, sino radicalmente opuestas a las que se han venido implementando
hasta el momento. En efecto, el grueso de los recursos públicos invertidos en proyectos
de desarrollo agrícola tienen como beneficiarios a minifundistas. Así también ocurre con
el crédito proveniente del Estado: de acuerdo al CA 1994, el 41.1 por ciento de las
unidades agropecuarias (UAs) de la costa que tuvieron acceso al crédito, lo obtuvieron del
sector público (FONDEAGRO o Fondo Rotatorio del Ministerio de Agricultura); de estas
17,466 UAs, 86.5 por ciento (15,118) poseían menos de 10 hectáreas y 27.4 por ciento
menos de 3 has. Por lo demás, gozan también de ventajas tributarias (no están afectos al
IGV). Así, hacer el acceso a estos beneficios contingente a requisitos de asociatividad
parece una herramienta poderosa para introducir economías de escala en la producción
agrícola, si no se desea esperar el lento y problemático desarrollo de un mercado de
tierras26.
El tercer tema concierne al rol del Estado en el mercado de capacitación y otros servicios
para la agricultura. A este respecto se incluyeron tres afirmaciones diferentes, dos
referidas a su rol y una tercera a sus mecanismos para asignar recursos. Las dos
primeras (P3 y P4) son proposiciones opuestas, la primera afirma un rol para el Estado en
la oferta de formación, mientras que la segunda asevera que no hay tal rol y que su
26
Zegarra, 1996.
31
atención y recursos deberían estar en promover el desarrollo de una oferta calificada de
capacitación por el sector privado. El hecho de que haya acuerdo con ambas
proposiciones, aún cuando más amplio en el caso de la primera (P3), requiere, más allá
de su compatibilidad lógica, una interpretación. La que aquí recojo es que se espera un
Estado proactivo frente al mercado de capacitación que promueva el desarrollo de una
oferta privada calificada, pero que también, en la medida en que se observen carencias
en la oferta, deba intervenir incluso como proveedor. Una implicancia de esto es que para
que esto sea posible las intervenciones deben ser siempre subsidiarias, temporales y
buscar minimizar las distorsiones en cuanto a los incentivos de los agentes del mercado.
Con respecto a la segunda proposición (P5), ésta es la más controvertida y son casi
iguales el número de sus adherentes como el de sus detractores. Se afirma que "la
32
formación que requiere un peón agrícola para labores de siembra, cultivo y cosecha es
sencilla, por lo que no requiere de mucha formación y sí, más bien, de capacitación en el
campo a cargo del agricultor". Los comentarios son diversos y van desde el obvio "todos
necesitamos de formación y capacitación" hasta otros en la dirección de que una
agricultura moderna requiere de peones tecnificados, por el lado de que no hay que
subestimar las necesidades de capacitación de un peón agrícola. Por otro lado, también
se recalca la necesidad de priorizar la formación de mandos medios antes que la de
peones. Al margen de la discusión sobre qué tan compleja es tal capacitación, el rol del
agricultor en el proceso no es muy claro, yendo los comentarios desde "capacitar peones
no es tarea del agricultor", hasta que ésta sí debe ser tarea del agricultor, pero la inversión
debe considerarse pago a cuenta del impuesto a la renta hasta cierto límite, como en el
caso de la franquicia tributaria que opera en Chile. El tema conceptual es, por cierto, qué
le asegura al agricultor que el peón (o cualquier otro tipo de mano de obra) capacitado no
partirá con las habilidades adquiridas una vez terminada la capacitación. La franquicia le
asegura al agricultor que no perderá dinero capacitando a un trabajador, cuya movilidad
no se puede restringir.
7. Conclusiones
La revisión de la evidencia sobre el nivel del capital humano del sector, del estado de la
literatura internacional sobre el tema y el análisis de los resultados de la encuesta y
entrevistas realizadas permite llegar a un conjunto de recomendaciones para una política
de desarrollo de los recursos humanos para la agricultura.
33
estándares de calidad mínimos para las escuelas rurales, no sólo en términos de
infraestructura, sino, sobre todo, de equipamiento y calidad del personal docente. El
tercer punto es adecuar los currículos, e incluso el calendario (sin sacrificar el volumen de
horas en clase requerido para un aprendizaje efectivo), a las características y
necesidades del ámbito rural. Finalmente, elevar el nivel del capital humano del sector
agrícola también pasa por desalentar la migración de los mejor preparados hacia las
ciudades y atraer capital humano de las áreas urbanas hacia el campo. Ambas metas
están vinculadas a crear mejores condiciones para el desarrollo de actividades
productivas en el ámbito rural, particularmente en la agricultura. Las políticas de inversión
pública en infraestructura deben tomar esto en cuenta27.
27
Ciertamente, la problemática rural es más compleja que aquélla de la agricultura y su solución no depende
sólo, ni necesariamente de manera principal, de la agricultura. El objetivo aquí es, sin embargo, enfocarnos
en políticas para la agricultura.
34
necesidades de los agricultores. Incagro, sin embargo, incorpora un Fondo de Desarrollo
de Servicios Estratégicos, que vía concursos asigna recursos para investigación básica y
aplicada en temas previamente identificados por la demanda y priorizados local y
regionalmente. Este es un mecanismo que podría usarse más para promover la
investigación. Más aún, el Ministerio de Agricultura debería establecer una estrategia
para avanzar hacia un sistema de investigación para el sector basado en organizaciones
independientes que compiten por fondos públicos, tanto como por otras fuentes de
financiamiento en base a criterio de calidad científica y pertinencia.
28
La exposición clásica de este problema está en el famoso artículo de Akerloff (1970) sobre el mercado de
"limones" (autos usados).
35
metáfora ilustra bastante bien la situación de los mercados que nos ocupan en este
documento.
¿Qué tipo de políticas pueden limitar este problema y hacernos avanzar hacia niveles más
adecuados de consumo de servicios para el desarrollo de la explotación agrícola? Un
primer elemento es sistemas de información. Mientras más y mejor información tenga el
demandante sobre los servicios disponibles, menor será su incertidumbre sobre la
pertinencia y calidad del servicio que está adquiriendo. En esta misma dirección,
sistemas de certificación de la calidad de los servicios pueden tener un efecto positivo.
Esto no tiene porque involucrar una mayor burocratización. Por ejemplo, establecer
mecanismos de identificación y difusión de mejores prácticas vía concursos donde se
evaluen resultados y/o satisfacción del cliente por jurados independientes con
participación de representantes de los productores configura un esquema de certificación
que puede ser muy efectivo si se incorpora a diferentes niveles: valle, distrito, región,
país.
29
CA 1994.
36
que a él le toca cubrir no es tarea fácil, ni menos rápida. Mostrar resultados positivos es
siempre el mejor mecanismo para convencer y esto no es diferente para los agricultores.
Sin embargo, en muchos casos tampoco es suficiente, requiriéndose un largo trabajo de
inducción de cambios en actitudes y comportamientos largamente establecidos. Esto
subraya la necesidad de gradualidad en la reducción de los subsidios.
Por el lado de la oferta también pueden existir restricciones: altos costos hundidos de
investigación adaptativa, externalidades o características de bien público de algunos
servicios, altos costos de mercadeo dada la dispersión de la población, y falta de
infraestructura. También es frecuente que los extensionistas no hayan tenido una
capacitación adecuada para ser efectivos en sus mensajes a los potenciales
clientes/beneficiarios. Las políticas en este caso van por el lado de fortalecer la
capacidad de la oferta de responder a las necesidades de los agricultores. Cofinanciar
investigación básica o adaptativa (como lo hace Incagro), o el desarrollo de productos es
una estrategia adecuada. Otro instrumento importante es la capacitación de los
extensionistas, de manera que posean las herramientas para llegar con efectividad a los
usuarios. Las áreas de pedagogía de adultos y de comunicación para el desarrollo deben
ser enfatizadas en este contexto. Finalmente, subsidios puntuales orientados a fortalecer
la capacidad de gestión de los servicios para la agricultura, asignados vía concursos de
37
planes de innovación para empresas de servicios orientados a la agricultura, por ejemplo,
pueden también contribuir al desarrollo de una oferta más competente y de calidad.
4. Asociatividad
Un problema de la agricultura nacional reconocido ampliamente es la extrema
fragmentación de la propiedad agrícola. Como se mencionó anteriormente, entre las
explotaciones agrícolas de la costa, el 92 por ciento tienen menos de 10 has. y la
propiedad promedio entre ellas es de 2.6 has. Esto pone en duda la viabilidad comercial
de gran parte de estas explotaciones y explica en parte las dificultades para desarrollar un
mercado de servicios especializados. En el largo plazo, un mercado libre de tierras, con
títulos y registros de propiedad confiables, nos puede acercar a un tamaño óptimo de la
propiedad. Sin embargo, en el Perú el tema de los títulos de propiedad está aún lejos de
estar totalmente resuelto, y aún si lo estuviera no debe esperarse que el mercado de
tierras solucione este problema en el mediano plazo. La solución está, entonces, por la
vía de la asociación de productores para poder alcanzar economías de escala en la
adquisición de servicios básicos para competir en el mercado: gestión, información,
tecnología, comercialización.
¿Con qué políticas se puede fomentar la asociatividad? Partiendo del hecho que
actualmente las políticas sectoriales no sólo protegen (regalando crédito o asistencia
técnica), sino que además incentivan el minifundio (vía exoneraciones tributarias, por
ejemplo), la opción es por políticas no sólo diferentes, sino radicalmente opuestas a las
que se han venido implementando hasta el momento. Uniformizar el tratamiento
tributario, por ejemplo, es un paso en esta dirección. En el mismo terreno de fomentar el
desarrollo de recursos humanos, hacer el acceso a programas financiados con fondos
públicos contingente a requisitos de asociatividad parece una herramienta poderosa para
introducir economías de escala en la producción agrícola.
La asociatividad debe ser inducida, pero no puede ser forzada. Se debe usar la
herramienta de la capacitación para inducir la demanda de asociatividad; como de hecho
ya se viene implementando en algunos proyectos. Por otro lado, debe responder a
alguna lógica organizativa funcional, por ejemplo, por producto o por alguna problemática
común, productiva, comercial o de gestión. Un elemento movilizador en las experiencias
ya existentes generadas en el sector privado, como las de Valle Grande en Cañete o
Critecnia en Chincha, es el acceso al crédito. Finalmente, una estrategia es movilizar a
38
otros grupos constituidos (ONGs, consultoras, empresas y organismos de extensión), en
esta dirección, tal como lo viene haciendo Incagro.
39
BIBLIOGRAFÍA
AKERLOFF, George A. "The Market for 'Lemmons': Qualitative Uncertainty and the
Market Mechanism". En: Quarterly Journal of Economics, 84, pp. 488-500. 1970.
AMEUR, Charles. Agricultural Extension, A Step Beyond the Next Step. World Bank
Technical Paper 247. Washington, D.C., 1994.
FRANCKE, Pedro. "Empleo rural en el Perú, 2000". Lima: Red de Políticas de Empleo,
2001.
MINCER, Jacob. Schooling, Experience, and Earnings. New York: National Bureau of
Economic Research, 1974.
40
PURCELL, Dennis y J. ANDERSON. Achievements and Problems in National Systems.
Washington, D.C.: The World Bank, 1997.
41
ANEXOS
Tabla A.1
PERU: INGRESOS DE LA PEA RURAL
POR NIVEL EDUCATIVO, 1999
(nuevos soles de agosto 1999)
Media Mediana
Sin nivel 98.2 20.1
Primaria incompleta 173.1 87.0
Primaria completa 213.3 103.2
Secundaria incompleta 198.3 67.1
Secundaria completa 354.9 240.2
Superior no universitaria 541.1 509.7
Superior universitaria 891.5 802.5
Fuente: INEI-MTPS, Encuesta Nacional de Hogares, 1999.
Tabla A.2
PERU: INGRESOS DE LA PEA RURAL
POR SECTOR DE ACTIVIDAD, 1999
(nuevos soles de agosto 1999)
Media Mediana
Agricultura 158.5 51.3
Minería 856.8 906.1
Industria manufacturera 244.1 120.4
Construcción 375.7 301.0
Comercio 307.1 155.3
Servicios no personales 686.8 713.1
Servicios personales 249.1 89.9
Fuente: INEI-MTPS, Encuesta Nacional de Hogares, 1999.
42
CUESTIONARIO SOBRE RECURSOS HUMANOS EN LA AGRICULTURA COMERCIAL
COSTEÑA
Nombre:
Institución o empresa:
Sector: Público________ Privado________
Cargo que desempeña:
2. Usted diría que la importancia de contar con una oferta apropiada de recursos
humanos calificados para un crecimiento rápido y continuo de la agricultura y
agroindustria costeñas es:
a. Muy alta b. Alta c. Baja d. Muy baja
43
3. En una escala donde '4' es "muy dificultoso" y '1' es "nada dificultoso", califique cuan
difícil es el acceso a personal calificado en la agricultura y agroindustria costeñas para
las ocupaciones siguientes:
a. Peones agrícolas
b. Personal de mando medio--capataces de fundo
c. Administradores o gerentes de fundos
d. Técnicos/profesionales especializados en cultivos específicos
e. Peones para procesos post-cosecha
f. Técnicos/profesionales en procesos post-cosecha
4. En una escala donde '4' es "muy adecuada" y '1' es "nada adecuada", califique usted
la oferta de centros de formación/instrucción en estas calificaciones:
a. Peones agrícolas
b. Personal de mando medio--capataces de fundo
c. Profesionales en gestión de negocios agrícolas
d. Técnicos/profesionales especializados en cultivos específicos
e. Peones para procesos post-cosecha
f. Técnicos/profesionales en procesos post-cosecha
44
45
5. A continuación se listan una serie de potenciales acciones del Estado para promover procesos de generación de una oferta de
recursos humanos calificados de acuerdo a las necesidades de desarrollo del sector agrícola. Usando la siguiente tabla, evalúe
su pertinencia y prioridad.
En el corto plazo En el mediano y largo plazo
Acciones Nivel de prioridad Nivel de prioridad
Alta Media Baja Ninguna Alta Media Baja Ninguna
Fomentar el desarrollo de un mercado de proveedores
privados calificados de servicios de asesoría, asistencia
técnica y capacitación
Desarrollar con recursos públicos programas de
capacitación/asistencia técnica para los principales cultivos
46
Comentarios:
____________________________________________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________________________________________
47
48
II. En esta sección quisiéramos saber su grado de acuerdo frente a las afirmaciones que
se presentan a continuación. Apreciaremos también sus comentarios sobre las mismas.
2.1. "La necesidad más apremiante en términos de recursos humanos para desarrollar
una agricultura moderna en la costa peruana está en el campo de la gestión de un
negocio agrícola"
a. Muy en desacuerdo b. En desacuerdo
c. De acuerdo d. Muy de acuerdo
Comentarios:
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
_____
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
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____
49
____________________________________________________________________
_
2.3. "La demanda de mano de obra calificada para una agricultura moderna nunca podrá
ser cubierta totalmente por las instituciones de formación del sector privado, por lo
que es indispensable la intervención del Estado"
a. Muy en desacuerdo b. En desacuerdo
c. De acuerdo d. Muy de acuerdo
Comentarios:
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
_____
2.4. "No es rol del Estado proveer servicios de capacitación. En cambio, si debería
promover el desarrollo de una oferta privada calificada de estos servicios"
a. Muy en desacuerdo b. En desacuerdo
c. De acuerdo d. Muy de acuerdo
Comentarios:
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
_____
50
2.5. "La formación que requiere un peón agrícola para labores de siembra, cultivo y
cosecha es sencilla, por lo que no requiere de mucha formación y sí, más bien, de
capacitación en el campo a cargo del agricultor"
a. Muy en desacuerdo b. En desacuerdo
c. De acuerdo d. Muy de acuerdo
Comentarios:
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
_____
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
_____
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2.7 "Más que invertir en enormes programas de dudoso impacto económico, el Estado
debería asignar recursos públicos a través de concursos de proyectos de empresas
y/o asociaciones de productores que quieran implementar planes de asistencia
técnica/asesoría/capacitación con un impacto medible y verificable, y con
componentes significativos de cofinanciamiento".
a. Muy en desacuerdo b. En desacuerdo
c. De acuerdo d. Muy de acuerdo
Comentarios:
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
2.8. "Las universidades públicas que poseen facultades de agronomía y/o disciplinas
afines deberían revisar sus currículas para adecuarlas o la demanda del campo de
más y mejores gerentes agrícolas"
a. Muy en desacuerdo b. En desacuerdo
c. De acuerdo d. Muy de acuerdo
Comentarios:
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
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___________________________________________________________________
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RELACIÓN DE PERSONAS QUE RESPONDIERON LA ENCUESTA
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