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Lenguaje y musica. Escuchar y comprender* Hans-Georg Gadamer Elprsente estos {a rranscripeidn de la con Grencia ofteca o 18 de unio de 1997. Se ha conservado ¢ estilo propio de eonferenciay su caricer eoloquial. AGRADEZCO MUCHO este amable recibimiento, Debo admitir que estoy un poco nervioso. En lo que hace a una de las ultimas conversaciones que man- tuve con Martin Heidegger, cuando nos reuntamos a conversar sobre el len= sugie, recuerdo que él comenz6 dicha conversacién con las siguientes palabras: “Usted afirma ensonces que el enguaje (Spntche) estd solamente en la conver sacién (Gesprch).”"* A lo que yo asenti. ¥ ahora, ;qué puedo afirmar? ;Cémo podria conversar con tancas petsonas, con codost Ni siquiera mis ofdos me ayudarian, si quisiera realmente entablar una conversacién con las corcespon- diences intervenciones particulates de los oyentes en una posterior discusion, ‘como solia hacer antes con canto gusto. Ya tampoco puedo oftecer eso. Y bue- no, zqué sele va a hacer? El tema que be formulado insinda ya en parte aquello a lo que apunto. Pues no enuncia “Leet y comprender”, sino "Escuchar y consprender”. Qué se quiere decir con esto? Tampoco dice simplemente miisica y lengusje, sino, cn realidad: el lenguaje de la mdsica y la misica del lengusje. Estas son. por certo, cuestiones que en nuesto mundo mecanizado y tecnificado, en el que ingresamos plenos de expectativas, suenan basance dudosas, Va a resultarme dificil persuadielos de que, sin embargo, aquello a lo cual llamamos cultura y a lo cual siempre nos referimos abarca siempre escuchar y comprender. Con «sto no quiero analizar o estudiar 0 subordinar a cualquier otro fin el lengua- je de la misics, ni tampoco olvidar complecamente la misica del lenguaje *Taduccin del derndo de Faure §, Corugat * He oprado por taduci el termine alemin Geprieb por caxverscidn y no por dislo- reservandl 6 pava a palahes Dial. (N. deU} B 4 ‘TEOR(A DE LA CULTURA freme a esta estruendosa red de reproducciones, que no le da respiro nues- tra civiliaacién actual. No me peopongo hablar como un laudator temparis ‘acti ni mirar a un Fucuro desconocido con un pesimnismo quejumbroso. Lejos de eso, quisiera despertar las fuctzas del hombre, que es capaz de ambas co- sas: dominar con el saber las tareas que me han sido asignadas y, sin embar- £0, poder escuchar lo que otra persona w otra cosa me dicen. Quiero intensar hablar con ustedes en este sentido, en tanto busco en esto dirigitl la palabra 4 cada uno, en esto que todos sentimos como tuna tarea Qué tipo de sicuacién mundial es ésta en la cual nos encontramos? Una ‘vex mds, nos vemos repentinamente en un siglo en el cual las guerras mis de- vastadoras han destruido mucho y, al mismo tiempo, han proporcionado tam- bign un poderoso impulso a la perfeccién técnica. ;Qué es en este momento (para nosotros cultura? ,Y eémo podemos enfocar correctamente lo que tene- ‘mos que hacer para la consumacién de nuestro propio futuro? Ya no se tara del mundo conocido, de un todo previsible. Ya no ese{ més el horizonte de Ia familia, sino los caudales informativos, que hoy en dia irrumpen petma- nnentemente, incluso en los més jévenes. No es s6lo esto. Ademés se pone de manifesto que son necesarias otras fuerzas, aunque sea para poder admitir los limites de la capacidad de dominar y para poder dominar en virtud del saber. Por este camino quizds queden sobre esta tierra apenas algunas posibilidades de una convivencia pactfica de la humanidad, que se encuentra amenazada por fuerzas aucodestructivas, Este ex el tesfondo para la eleccién de mi tema. Aqut tengo solamente al- sgunas notas, que ademds no puedo leer claramente mientras hablo y que aun «@ tuvieron el fin de ser tratadas como un programa, Si uno quiere entablar tuna conversacién, entonces uno contesta. ¥ asf, quiero intentar escuchar al- 0 de las preguntas que quizds se me postulen aqui y del mismo modo extraer ‘ni respuesta a partir del escuchar. Esto estd como excondido cuando todo se ‘encuentra bajo las leyes generales del escuchar y el comprender. Solamente puedo escuchar aquello sobre lo que se me pregunta. Y quién puede, en de- finitiva, mantener una conversacién, si uno mismo, una y otra vex, se rinde ‘cuentas a f mismo como el interrogado y el que contesta Intentaré clarificar esta cuestién: zcémo ha surgido este mundo? No se puede evitar que ahora hable del origen griego de nuestra civilizacién occi- dencal, que hoy se vuelve cada vex més global y que, ya no obstante, no r- presenta un privilegio especial de Occidente. Cuando reflexionamos sobre ‘esta cucsti6n, vemos que sin lugar a dudas Occidente estd marcado por el he- cho de que llegé a su propia esencia a través de la ciencia. :Qué es ciencia? LENGUAIE Y MUSICA, 5 Pues bien, todos ustedes saben que lo primero a lo que se denomina ciencia sala matemética. Esto es, cl como ya lo dice el ésmino griego, algo que se puede aprender, es decir, algo que se puede aprender sin experiencia, sélo por el hecho de pensar. La matemdtica aporta, con el comiento de la moderni- dad, un nuevo sentido de ciencia la demostrabilidad. :Esto es sélo vélido pa- na la matemdtica, para la ciencia? Tendremos que explicar qué significa esto Cémo es que la vor de la musica la rmisica del lenguaje tiene ain algo que decirnos en este punto? En primer lugar, intentaré explicar queé fue en realidad la matemstica. Se- aguramente, todos sabemos que en Egipco, em Siria y en Babilonia hubo co- fnocimiento matemdtico, Pero en Grecia no se crata ya de la prictica de los tnimeros y la medicién en cuanto tal, sino del poder de demostracién de las verdades mateméticas. y esto ha sido algo totalmente tinico en la cultura uni- veesal. Todo esto ya fo sabemos por nuestras propias experiencias escolares. Lt geometra euctidiana se ha conversido finalmente en el resultado permanen- tede esta gran ireupcidn que se efectud en la maremdcica y que con Ta ldgica de la demostezcin se volvié una fuerza concluyente, a la que uno no puede oponerse y a la que todos nosotros, en tanto seres racionales, denominamos [No sé cémo debemos formular desde este punto de partida los incerrogan- {es que nos postulamos nosotros misimos y que nuestro futuro nos postu a noxorros. Me he preguntado frecuentemente qué puede signifcar este papel determinance de la macernética. Nuestra cultura y civiligacién se encuencran bajo el efecto de esta peculiaridad que conocemos con las famosas palabras de Ja Hlusteacisn: knowledge s power, el conacimiento es poder. Bsté claro hasta qué punto sc trata desde un principio del escuchar. Y escuchar, en efecto, no significa simplemente captar algo y retenet algo, por el contrario: todo escu- char es eseuchar aguzando el ofdo (Hinhoren.) ¥ todo escuchar aguzando el cide supone un desofr. Podemos ne escuchar a todos cuande no queremos cscuchat.Y, por eso, la forma aumentativa de escuchar ¢s escuchar con aten- cién. ¥ el aumentativo de escuchar con atencién es quiz incluso obedecer.* Espero que no me maten enseguida. Sin embargo, no es que yo crea que cual- quiets se anime, sino que se trata de aquel que piensa y sabe que no tiene co- do bajo su poder, que piensa y sabe que fa salud, el calenco natural, cl medio + Hans-Geong Gadamer parte en sta formulacidn def verbo Hen escucha) y le agrega relijos para consruz lo que dl denoeni “otra aumentatvs". (N. de T] 6 TEORIADE 1A CULTURA ambience, la familia, la economia y todo lo que le toca es sélo destino. ‘Todo esto exige, tal como finalmente lo formulé la Stoa por su parte, vivir en ar- monia con la naturaleza, obedecerle, y no dominarla ni modificarla por pro- pia voluntad. Pero también deberiamos saber qué tenemos que proteger. No me refiero ahora solamente al comprensible apego a un mundo conocide en el cual in- rertamos salvar alas especies animales de la extinci6n o algo similar, sino que ime pregunco realmente: que es obedecer? Intentemos mostras, por un ins- rante, cémo esto se ha convertido en una (fundamental) area global.

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