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Eje F - Comunicación
Autores:
lo que los hace comprensibles. De hecho, en verdad, resulta un poco lerdo que ciertas
ciencias sociales, como la psicología social, supongan que para saber algo de la
sociedad tengan que ir a preguntarle a las personas, las cuales, dicho sea de paso, no son
corta vista y desde su corta vida cuando, en cambio, se puede interrogar a los objetos,
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La Canyada, País Valenciá. Licenciado en Psicología. Máster en Sociedad de la Información y la
Comunicación y DEA en Psicología social. Especialista universitario en Ciencias humanas y sociales
(UOC). Miembro del Grupo de Investigación JovenTIC del Departament de Psicologia Social de la
Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Aspirante a Doctor por la citada Universidad.
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Girona, Catalunya. Doctora en Psicología. Miembro del Institut de Recerca sobre la Qualitat de Vida de
la Universitat de Girona. Ha publicado diversos artículos y comunicaciones en torno a los teléfonos
móviles y la adolescencia.
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El Prat de Llobregat, Catalunya. Licenciada en Psicología. Máster en Neurociencias. Ha colaborado con
el Grupo JovenTIC de la UAB. En 2007, junto a Torné, Gil y Seguí, publicó en Teknokultura el artículo
“Emociones tecnológicas. Dinámicas de consumo afectivo de las Tecnologías de Relación”.
1
Resumen
construcción en línea de las identidades de los más jóvenes mediante el uso emocional
A continuación el autor y las autoras (en lo sucesivo los autores) manifiestan las
preocupación por ser entendidos por un público más amplio que el puramente
académico. Realizan seguidamente una breve reflexión metodológica para concluir con
una crítica hacia la tecnofobia de gran parte de los medios de información de masas, en
tanto que Seguí, Malo y Olivé proponen que la tecnología forma parte de lo humano
desde que este se separó de la línea evolutiva genética que han seguido el resto de las
especies.
Con esta reflexión los autores esperan que lo contenido en la ponencia genere
desacuerdos y debates.
Tecnología; Metodología
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Abstract
In this communication some reflections and some empirical note about the on-line
youngest construction of their identities through the emotional use of language are
After an introduction in which are discussed some theoretical and methodologic aspects
Next the authors shows the fundamental intentions of the work that appears in the
Congress, showing her worry to being understood by a wider public than the only
academic one. They makes a brief methodologic reflection and finish with a critic to the
technofobia of great part of mass information media, whereas Seguí, Malo and Olivé
proposes that the technology constitute the human since we were separated from the
genetic evolutionary line that have followed the rest of the species.
With this reflection the authors hopes that the content of this communication generates
Methodology
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Resum
construcció en línia de les identitats del més joves a través del ùs emocional del
A continuació l’autor i les autores (a partir d’ara els autors) manifesten les intencions
fonamentals del treball que es presenta al Congrés, mostrant la seva procupació per ser
entesos per un públic més ample que el puramente acadèmic. Fan seguidamente una
breu reflexió metodològica per concloure amb una crìtica cap a la tecnofobia de gran
part del mitjans d’informació de masses, en tant Seguí, Malo i Olivé proposen que la
tecnologia forma part d’alló humá des de que es va separar de la línia evolutiva genética
Amb aquesta reflexió els autors esperen que alló contingut a la ponència generi
desacords i debats.
Metodologia
4
Teléfonos móviles y nativos digitales. Perspectiva psicosocial
Resulta apasionante lo que nos aconseja Fernández Christlieb: interrogar a los objetos.
Pero, ¿cómo hacer la pregunta adecuada? ¿Hablan los objetos? Intuimos que sí. Y no
sólo de forma alucinada; también de forma real, por sí mismos. Y más los objetos
tecnológicos (todos lo son, como los sujetos). ¿Hablan solos los teléfonos móviles? No.
No lo hacen solos. Lo hacen con nosotras y nosotros, con los sujetos humanos. Lo
hacemos juntos.
los teléfonos móviles en interacción con sus usuarios más intensos y emotivos: los
Sara MALO CERRATO (2009: 17), en su tesis doctoral centrada en los adolescentes y
los teléfonos móviles, resume tres grupos de teorías sobre el uso del celular: a) las de la
sociológicas al uso. Efectivamente, desde ese punto de vista parece que lo tecnológico
surge como por arte de magia (o fruto del maridaje entre la ciencia y los intereses
de los hechos incluyendo muy poca interpretación. Las y los psicólogas y psicólogos
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sociales críticos intentamos ir un poco más allá de la pura descripción. Utilizamos poco
de cómo los más jóvenes construyen identidad individual y grupal a través del uso de
por sentado que todas y todos estamos de acuerdo en el sentido de estos términos. Pero
siempre mediada por aspectos emocionales, aspectos que compartimos con los objetos.
Muchas veces se dan por supuestas muchas convenciones, como hemos tenido ocasión
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celebrado en Tarragona. Hemos visto, de nuevo, cómo la Psicología social está
abstractas a las cuales se adapta después la realidad. De esta manera, por cierto, siempre
se encuentra lo que se busca. No hay lugar para la sorpresa, la emoción, el análisis fino
Por ejemplo, y sin ningún ánimo de crítica, en el estudio realizado por MARTINEZ
PECINO et al. (2009) sobre el uso de los teléfonos móviles por las personas más
mayores no se hace referencia ni una sola vez a una categoría que viene apareciendo
repetidamente en los trabajos de los autores más críticos (ver, por ejemplo,
la tecnología (TORNÉ et al., 2007). Algo similar ocurre con el trabajo presentado por
Los firmantes de esta comunicación nos ocupamos en trabajos más implicados con lo
Autònoma de Barcelona 5 sobre el uso y apropiación que los más jóvenes hacen de las
tecnologías, dirigido por Adriana Gil y al que pertenece Josep Seguí y con el que ha
4
http://www.udg.edu/RQualitatdeVida/Presentacio/tabid/5897/language/ca-ES/Default.aspx
5
http://psicologiasocial.uab.es/joventic/es
7
En el referenciado congreso asistimos a la presentación de una investigación en curso
sobre el uso de la televisión por parte de los más jóvenes (CASAS et al., 2009). En la
misma nuestra colega Mónica González mostró una metodología basada en escuchar y
seguramente novedosa para algunos 6 como se hizo patente en las críticas que Mónica
recibió por parte del grupo de Rojas Conca en cuanto a la no introducción de una
variable de control en el método, como, por ejemplo, preguntar a los padres, cosa que el
grupo de Casas, Malo y González sí que hace en otras ocasiones (ver, por ejemplo,
MALO et al., 2009). El equipo de Rojas Conca tampoco había introducido ninguna
variable de control en su trabajo. Pero dieron por supuesto que los más jóvenes mienten
que no creemos que los jóvenes mientan más que los mayores. En todo caso lo hacen
igual. Con la misma frecuencia e intensidad. Y contamos con eso. Y ante eso sólo son
colegas por muy en desacuerdo que podamos estar con sus bases epistemológicas y/o
sus interpretaciones.
mainstream) Amparo Lasén. Sus trabajos son frescos y arriesgados, al tiempo que
móvil y la comunicación de pareja es una muestra de que hay formas diferentes de hacer
Sociología y es una potente fuente de inspiración para las y los que nos dedicamos a la
6
No para los que llevamos tiempo utilizándola.
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investigación sobre tecnologías. En un artículo anterior LASÉN y MARTÍNEZ (2001),
colaboradores. Las cosas son o buenas o malas. Lasén y Martínez defienden la idea de
en un entorno psicosocial en constante cambio como el que vivimos. Sus ideas permiten
adoptar un punto de vista crítico en cuanto a la reflexión sobre las interacciones móviles
de los más jóvenes sin continuar con los tópicos sobre la identidad individual y la grupal
tener en cuenta.
Los espacios tecnológicos sociorrelacionales de los más jóvenes no son distintos de los
al., 2003; SEGUÍ y GIL, 2007). Sus identidades son ya tecnológicamente relacionales.
(GERGEN, 2002, pág. 227) en tanto que su presencialidad física está absorbida en el
mundo totalmente mediado que favorece una relación social radial y emocional; no
dicotómica ni teledirigida como antes. El teléfono móvil y los nativos digitales van más
Despiertan recelos. Sí. Pero lo que nos interesa es la ruptura de moldes, no los recelos
que, por otro lado, vemos que tienen muy poca base empírica.
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Volviendo al inicio de esta introducción reconocemos que todavía no sabemos muy bien
cómo interrogar a los objetos. Por eso interrogamos –y nos interrogamos- a los nativos
lectora/or a que descubra los aspectos emocionales contenidos en las narraciones que
siguen.
María 7 (SEGUÍ DOLZ, 2007) vino desde Colombia sin papeles para buscarse la vida
hace siete años. Fruto de una relación no muy consistente nació Danilo. Tiene cinco
años. Ve series de dibujos animados en la televisión. Le encanta Pocoyó. Tiene una pe-
ese-pe con la que juega unas dos horas al día. La llama la maquinita. También usa el
ordenador portátil de su madre básicamente para jugar. Una hora al día. Le encanta
hablar por teléfono. Cuando suena el fijo en su casa lo coge con un “Digaaaaaaaaaaaa”
que siempre despierta una sonrisa en quien llama. Se enrolla con quien sea que llame.
- DANILO.- No.
7
Todos los nombres utilizados en las entrevistas u observaciones son ficticios.
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- D.- Da igual
- D.- Sí
- D.- Para llamar a cualquier gente y también a mi tía, que ya sé su número: 96…
- E.- ¿No eres todavía un poco pequeño para tener tu propio celular?
- D.- ¿Son móviles que tienen juegos? ¿Para poner juegos? ¿Algunos tienen miles
de juegos?
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Imaginarium: http://www.imaginarium.es/telecom/Mo1
- D.- No me gusta. ¿Sólo tiene ese juego? Pensaba que era un juego, pero es una
foto
d100-bonito-movil-para-ninos
- D.- No.
- E.- Sí
- D.- Pues ese. Porque lleva esto pa guardarlo (señala la pantalla deslizante).
- D.- Sí
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Iphone: http://www.apple.com/es/iphone/iphone-3gs/
- E.- ¿Este?
- E.- Sí
- D.- Wai!!!
- D.- El que tiene más juegos. El que tiene miles de juegos me gusta.
- E.- Una cosa ¿No me has dicho que también lo quieres parar llamar a tu tía?
- D.- Lo he dicho.
- D.- Ah.
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- D.- No.
Los más nativos de los nativos digitales –recordemos que Danilo tiene cinco años-
quieren jugar. Quieren emocionarse jugando. Ya intuyen que el teléfono móvil sirve
para otras cosas. De hecho ya saben que sirve para hablar. Pero lo que más les gusta es
jugar. Suponemos que desde la Psicología del desarrollo nadie negará que esto es
normal. Pero lo bonito del caso es que los más jóvenes de los más jóvenes parece que es
diseñar aparatos muy sencillos, sin juegos, sin satisfacer lo que Danilo y sus colegas
quieren. Juguemos.
¿Qué tiene de malo jugar sea con la pe-ese-pe, el ordenador, el teléfono, al fútbol o a las
canicas? Nada. No tiene nada de malo. A través del juego los más jóvenes de los más
Juguemos. Emocionémonos.
Las catorce y treinta de un día de mediados de agosto. El metro no va muy lleno. Hay
bastante gente de vacaciones. En una parada cualquiera suben Javier y su amiga Laura.
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El debe de tener unos catorce años; ella por un estilo. El es gordo, tremendamente
muchos y muchas. Laura menos. Javier tiene aspecto de bonachón, aunque sus adornos
Se sientan al fondo del vagón. De repente comienza a escucharse una música chinpum-
chinpum, de esa de los que llevan a toda pastilla los coches tuneados con sus ventanillas
bajadas. Fernando –calvo, unos cincuenta y ocho años, aspecto tradicional- busca
irritado de dónde procede el ruido. El ruido que, seguramente, llena el vacío social. Al
menos en esos momentos. También parecen irritarse Lola (unos sesenta y tres años),
María, Teresa y otros pasajeros y pasajeras. Molesta un poco al principio. Pero pronto
A otros pasajeros no parece agradarles tanto. Buscan con la mirada quién es el insolente
Anteayer coincidimos con otro Javier en la estación de la misma línea del metro. Más
delgado; pero aspecto similar. Quizás un poco más mayor. ¿Dieciséis? Probablemente.
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“Quiero referirme a una anomalía, a esa obesidad fascinante que encontramos en todas partes de
los Estados Unidos. A esta especie de conformidad monstruosa al espacio vacío, de deformidad por
exceso de conformismo, que traduce la hiperdimensión de un carácter social tan saturado como vacío,
donde se ha extraviado la escena de lo social y la del cuerpo”. (: 27).
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descubierto? ¿o alucinado?, siguiendo a Fernández Christlieb). Entonces llamó la
atención que le acompañaba la que debía de ser su madre, Toñi, unos cuarenta y siete
años y que ella tarareaba la música que este otro Javier compartía con las personas que
- CAROLINA.- Para todo, aunque llamo poco porque suelo estar sin saldo.
Llamo, hago perdidas para que la gente se acuerde de mi, envío mensajes hasta
En 2006, durante una investigación sobre los usos que los más jóvenes hacen de las
llamadas perdidas apareció de forma recurrente el asunto de que “la gente se acuerde de
mí”. Paula comentaba entonces que “… una de las mejores utilidades de las perdidas es
“Saber si está viva la gente” (SEGUÍ, 2006: 247). Este consumo de las perdidas es, sin
duda, emocionante, como se defendía en el citado capítulo. Pero lo es todo lo que tiene
que ver con las antiguas TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación); ahora
TORNÉ et al., op. cit.) y siguiendo a Adriana GIL JUÁREZ (2002; 2005; 2006).
Sigamos…
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(Observación etnográfica de Josep): Son las siete y treinta y cinco de un lunes de
descafeinado con leche y escuchar las barbaridades de la cope en la radio. Subo al metro
en mi estación habitual. Enfrente mío están sentadas Ana y Marta. Se conocen. Parece
que son del mismo pueblo. A Ana ya la había visto alguna vez. A Marta creo que no.
Mientras me siento abro mi macuto para sacar el libro que estoy revisando (Howard
Rheinglod, Smart Mobs). Veo de reojo que ambas llevan sus auriculares mientras
Ana es pija, muy pija. Creo escuchar que tiene veinte años. Morena, guapa y muy
sensual. Lo sabe. Sabe que es morena, guapa, muy sensual y que tiene veinte años. Va
muy maquillada y peinada. Lleva uñas postizas a la moda y explota activamente sus
Simplemente es así. Amplio escote que perfila unos grandes, redondos y bien formados
pechos. Pantalones muy cortos que enseñan unas bonitas piernas cruzadas. Luce un
escuchar- que trabaja. No entiendo bien dónde o en qué. ¿En una peluquería? ¿En una
boutique? Es demasiado pronto para que esté yendo a este tipo de establecimientos.
Quizás en el departamento de pijerías varias de una gran superficie. Ahí sí que tengo
entendido que les hacen entrar pronto para arreglar los lineales antes de abrir al público.
Marta es todo lo opuesto. Debe de tener unos diecinueve años. Es alta, delgada, rubia y
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algo desaliñada. Su estilo es muy diferente al de Ana. También es muy guapa. Pero no
parece explotar nada. Es más jipi. Si se me permite decirlo su "estilo" me gusta más,
aunque eso no tiene nada que ver con esta investigación, evidentemente. Por lo que
escucho estudia y trabaja. No entiendo ni adivino en qué. Pero sí que oigo "Uf tía! lo
mío es un palo. A clase por las mañanas y por las tardes a trabajar. Salgo de casa a las
siete de la mañana y vuelvo a las nueve de la noche". Lleva un macuto parecido al mío
pero más grande. Repleto de carpetas. No muestra ninguna parte de su cuerpo. Tejanos
Hablan mientras escuchan música con sus móviles. Esto no es nada nuevo. He tenido
cantidad de ocasiones de comprobar que es algo natural. ¡Yo mismo lo hago a veces!
De repente pactan intercambiarse uno de sus auriculares. O sea que cada una de ellas
escucha la música de la otra al mismo tiempo que la suya propia. Curioso. Pero lo que
Parece que hace tiempo que no se ven. Es probable que fueran al mismo instituto en su
pueblo y que ahora -en poco tiempo- sus vidas hayan divergido en más de un sentido y
ya que se han vuelto a encontrar deciden reiniciar su relación de alguna forma. ¿Cómo?
hacen. Y aquí viene lo fenomenal. No sólo es que no se toman nota en un papel de esos
datos sino que, simplemente y con toda naturalidad, cada una coge el móvil de la otra y
con enorme soltura escriben esos datos tan importantes para estar en contacto, para
relacionarse. Ni siquiera se los dicen una a la otra para que los introduzcan en sus
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propios móviles que es, en todo caso, lo que haríamos los inmigrantes digitales (los más
avanzados, en lugar de usar papel y lápiz), sino que los escriben la una en el móvil de la
Llegamos a la estación del centro, donde convergen todas las líneas. Bajamos. Ana se
Reconozco que soy un mal etnógrafo. Tenía que haberles preguntado, que haber
quedado con ellas para hablar sobre el asunto. Me consuela pensar que otro día las
volveré a ver y estaré menos dormido y me atreveré a hablar con ellas. Aunque,
ciertamente, ya lo he hecho. También tenía que haberles hecho una foto para ilustrar
estas líneas. La verdad es que hubiera sido muy útil. El lío de cables, móviles,
auriculares!!! Tenía mi propio móvil preparado para hacer la foto. Pero me ha dado
vergüenza. Si se hubieran dado cuenta de que las fotografiaba igual hubieran pensado
que mis intenciones eran diferentes a las puramente ilustrativas de una investigación
social. Bueno, es el riesgo que habrá que correr. El que ha de correr el etnógrafo que
Seguro que otro día encontraré a Ana y Marta -a Anas y Martas- y me atreveré.
Hoy son también las siete y treinta y cinco de la mañana. Hace fresco. El tiempo ha
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cambiado. Ana está sentada de nuevo enfrente de mí, unos asientos más a mi derecha.
Está sola. No luce su espectacular tatuaje; ahora ya tapado del fresco matinal por unos
tejanos pijos. Va más abrigada. Marta no le acompaña. Está sola. Se baja en la misma
Intenciones
“Lo único que tenemos ahora, dice (Jacoby 9 ), es una generación perdida que ha sido
reemplazada por estrictos técnicos del aula ininteligibles en su lenguaje, alquilados por
credenciales académicas y de una autoridad social que no promueve el debate, sino que
(1994: 91) .
Hemos querido ilustrar esta ponencia con estos breves relatos con un único objetivo: el
de que, al menos esto que narramos sea comprensible para lectores de diferentes
procedencias; no sólo para los académicos. Y queremos que sea comprensible porque
queremos que el fruto de nuestro trabajo sea accesible a un público amplio. No nos
cuestiones.
Queremos que el fruto de nuestro trabajo sea motivo de debate, discusión y apertura de
límites. Queremos que traspase los límites de la academia, de lo socialmente dado por
9
JACOBY, Russell (1987) The Last Intellectuals: American Culture in the Age of Academe. New
York: Basic Books. Cit. en SAID, op. cit., pág. 91.
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válido y de lo intelectualmente correcto sin olvidar tampoco nunca el entorno en que
Deseamos que este trabajo –con las modificaciones que sean oportunas- pueda ser leído
y entendido por María, Danilo, Javier y Laura, Fernando, Lola, la otra María, Teresa,
Toñi, Carolina, Ana y Marta. Queremos que pueda llegar a los medios de información
que el fruto de nuestro trabajo sea también transgresor y un poco irreverente. Y que
sirva para algo más que para ser citado o consultado por colegas que, seguramente,
Seguro que utilizamos tecnicismos. Y seguro que fundamentamos lo que las palabras
mismo; LATOUR, 1999). Queremos saber qué está pasando, cómo, por qué, cuándo,
con los objetos telefónicos móviles, con los nativos digitales, con los medios de
información de masas, con los métodos de investigación, con los marcos teóricos, con
“He dicho que el dispositivo era de naturaleza esencialmente estratégica, lo que supone
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una dirección concreta, bien para bloquearlas, o para estabilizarlas, utilizarlas, etc. (…)
El dispositivo se halla pues siempre inscrito en un juego de poder, pero también siempre
ligado a uno de los bornes del saber, que nacen de él pero, asimismo lo condicionan. Lo
que trato de indicar con este nombre es, en primer lugar, un conjunto resueltamente
dicho, éstos son los elementos del dispositivo. El dispositivo mismo es la red que se
descripción densa (GEERTZ, 1973). Y hemos elegido ese momento –y los otros-
porque seguro que no es preciso justificar nada. Cualquier persona que utilice el
transporte público ha vivido –con mayor o menor agrado; esta es otra cuestión - una
entender por cualquier persona, al menos por las que utilizan el transporte público.
Verdad absoluta. Las breves historias aquí explicadas no albergan tan ambiciosas
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(ver cita de Fernández Christlieb). Las herramientas, los instrumentos metodológicos
que los investigadores sociales usamos no estaban ahí antes de que las usemos. Sí están
sus sustentos teóricos. Y hay ejemplos empíricos de lo que han hecho otros en campos
dispositivos son muy heterogéneos, lo que no quiere decir que sean o deban ser
de las relaciones de fuerza, del equilibrio de las relaciones de poder con el fin de “…
poner un poco de orden en las ideas, pasar de una a otra de acuerdo con un orden del
espacio y del tiempo, que impida a nuestra ‘fantasía’ (el delirio, la locura) recorrer el
Exactamente igual que Javier, por ejemplo, se entiende con su entorno mediante –
grupo o, aunque dudamos que este sea el caso de Javier y el resto de informantes, la
vulgarización de los modos de vida occidentales generalizada por los famosos textos de
colectiva que diversos colegas analizan en las revistas especializadas en lo que se refiere
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al uso, apropiación y consumo del teléfono móvil –como objeto, como dispositivo y
(quizá) como muchas cosas más- por parte de los más jóvenes.
“Al menos uno de cada tres jóvenes con celular confiesa sentirse intranquilo o ansioso
cuando se ve sin él, según el estudio Global mobile forecasts to 2010, de Informa
encabeza este apartado resulta, cuanto menos, peculiar. Sujeto a análisis del contenido
interesantes. Pero no queremos ser muy técnicos. No nos vamos a liar con complejos
análisis del contenido o del discurso. Simplemente decimos que lo que aseveran el
periódico y Telecoms & Media es mentira. O no es más verdad que si al menos a uno
de cada tres jóvenes les cortáramos una mano y se sintieran intranquilos o ansiosos.
Normal, ¿no? Según Derrick DE KERCKHOVE (2005) los móviles (y otras TR) son
una extensión del cuerpo humano, una parte más de eso que creemos que es nuestra
¿Somos adictos a nuestras manos o a cualquier otra parte de nuestro cuerpo? ¿Lo son
los nativos digitales? Si sí, no pasa nada, suponemos. Es tan grave como ser adictos a
nuestro cuerpo, a nuestro amor, a nuestra felicidad o falta de ella. Si no, ¿por qué
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estigmatizar una parte del cuerpo tan natural como el teléfono móvil? No lo sabemos
Pero algo sí a los sujetos. Y como objetos y sujetos somos lo mismo es posible que
nuestras palabras hayan generado alguna que otra duda respecto a nuestras relaciones y
emociones. Y esperamos que estas dudas generen a su vez desacuerdos que puedan ser
¡Gracias!!!
Referencias bibliográficas
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los chicos y chicas adolescentes, actividades que realizan con la familia y su bienestar
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Cultures and Communities in the Age of Instant Access. Cambridge: Basic Books.
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SEGUÍ DOLZ, Josep y GIL JUÁREZ, Adriana (2007) Nosotras, nosotros, los teléfonos
28
SILVERMAN, David (2005) Doing Qualitative Research. London: SAGE.
TORNÉ NOVELL, Montse; OLIVÉ HORTS, Sara; GIL JUÁREZ, Adriana y SEGUÍ
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