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Mis
alumnos, llegados a esta parte, comprenden que para vivir una vida
vibrante, fiel al alma, debern hacer muchos sacrificios, de distintas clases,
y que debern superar ambientes exteriores e interiores que demandarn
de ellos agudeza, sensatez, prudencia y resistencia.
3. Las trampas.
Y como a todo ser de luz que trae a este mundo un propsito celeste, a
Daro le fueron puestas muchas trampas, de las que muchas logr salir
airoso pero ms de una no pudo evitar y se llev con ella, demasiado
pronto, su luz y su vida. Y esta ser la tercera gran enseanza del poeta a
los jvenes.
Rubn siempre fue una artista con hambre de alma, con aspiraciones ms
altas y ms grandes que lo que el mundo y sus gentes mezquinas pudieron
ofrecerle. Luch cuanto pudo por sobrevivir en un mundo hostil que apenas
reconoca su trabajo artstico pero que no traduca en ganancias
monetarias. Es recurrente en los cuentos del poeta el personaje del artista
brillante pero pobre, escasos de recursos, pero rico en ideas y en espritu.
Esa irona y esa tragedia no es otra sino la del mismo Rubn que calla en
su autobiografa lo que grita en sus cuentos y en sus rimas. Una constante
y demandante lucha por hacerse de un pblico que reconozca su trabajo, y
que le permita no terminar vendiendo su arte por mendrugos de pan.
Daro se quejar con frecuencia de la burguesa insensible, del oro
mercante que todo lo compra y se sentir muchas veces rebajado en la
sombra, con una vida carente de significado, viviendo el personaje que los
otros quieren que sea. Y en estas contrariedades no siempre tuvo a tiempo
una palabra de nimo, un abrazo pronto o consoladores besos. Cuando se
ha estado hambriento por demasiado tiempo se suele caer en las trampas
cebadas con cualquier cosa creyndolo alimento, as sea veneno.