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Rudolf Arnheim Ensayos para rescatar el arte CATEDRA ENSAYOS ARTE {Qué es la psicologia de la Gestalt? En los albores del siglo xx, la psicologia de la Gestalt se desarrollé como correccién al método tradicional de aniilisis cientifico. El modo aceptado de anali- zar cientificamente un fendmeno complejo consistia en describir las partes y llegar a la totalidad mediante la suma de las descripciones asi obtenidas. Pero algunos trabajos emprendidos en biologia, psicologia y sociologia habian empezado a plantear lo inadecuado de este procedimiento para fendmenos que constituian pro- cesos de campo, es decir, entidades formadas por fuerzas interactivas. La necesi- dad de una revisién se impuso, en primer lugar, en las ciencias naturales, pero se extendié inevitablemente a las ciencias fisicas. La psicologia de la Gestalt se con- virtid, asi, en un componente de una teoria de la Gestalt mds amplia, que afectaba al método cientifico en general. Esta extensién a las ciencias fisicas pas0 a ser un aspecto integrante del enfo- que gestaltico por dos razones. Primero, muchos fendmenos psicoldgicos, espe- cialmente los de la percepcién sensorial, podian describirse, pero no explicarse, a través de lo observable en el plano de la experiencia consciente. Aunque fuese posible determinar, mediante leyes o normas, qué condiciones producian unas consecuencias dadas, ei nico modo de indicar las causas de acontecimientos tales consistia en hacer referencia al equivalente psicologico de los fendmenos observa- dos. En fecha tan temprana como 1912, Max Wertheimer, en su monografia “Ex- perimentelle Studien iiber das Sehen von Bewegung” (Estudios experimentales sobre la percepcién del movimiento), ofrecia una explicacién fisioldgica del fend- meno psicolégico del “movimiento ilusorio”. Cuando varias sefiales luminosas inméviles se siguen unas a otras formando una secuencia, se aprecia un desplaza- miento unitario de una luz tinica en el espacio. Wertheimer sugirié que este efecto perceptual, similar al que creaba la sensacién de movimiento en una pantalla de cine, podia explicarse mediante “conexiones cruzadas” en el cerebro, una especie de cortocircuito entre los estimulos del campo fisiolégico correspondiente, Con el tiempo, esta hip6tesis desembocé en los numerosos estudios experimentales efec- tuados por Wolfgang KGhler acerca de los equivalentes cerebrales de propiedades perceptuales como el tamaiio, la forma, el movimento y la posicién (1969, cap. 3). 202 Pese a que los mecanismos fisiolégicos especificos, citados por Kéhler, siguen siendo motivo de controversia, el principio de la parsimonia sugiere que si capta- mos los procesos gestdlticos mediante la experiencia perceptual, es probable que existan procesos similares que den cuenta de ellos en el cerebro. Este procedimiento implicaba, pues, un paralelismo entre la experiencia psico- légica y los procesos correlativos en el sistema nervioso. Se daba por supuesto que las leyes que regian el funcionamiento del cerebro y, por extensi6n, todo el univer- so fisico, se reflejaban asimismo en la actividad mental. Esta idea, que constituye la segunda raz6n por la cual los psicélogos de la Gestalt subrayaban su vinculo con las ciencias fisicas, hizo posible coordinar el funcionamiento de la mente con el] mundo organico e inorganico. La alternativa consistia en considerar que la acti- vidad mental se producia en un islote auténomo regido por leyes propias o sin ley alguna. En los manuales de psicologia, el enfoque de la Gestalt se ilustra con frecuen- cia con las “reglas del agrupamiento” de Max Wertheimer, que se admitieron sin discusién puesto que se reconciliaban facilmente con la idea tradicional, por la cual la estructura de los esquemas visuales se describia “desde abajo” como una combinacién de elementos. Wertheimer, sin embargo, presenté estas reglas exclu- sivamente como preparacién para lo que podria llamarse un paso copernicano a un interés primordial, “desde arriba”, relacionado con la estructura total de los fend- menos, Este autor proporciona ejemplos en los que un andlisis basado en las rela- ciones locales entre las partes desemboca en predicciones erréneas. Si prescindi- mos de la referencia al conjunto, es imposible hacer justicia a la estructura de esquemas de estas caracteristicas. En un articulo de 1923, “Untersuchungen zur Lehre von der Gestalt” (Leyes de las organizaciones en formas perceptuales), Wertheimer demostré que la for- macién de esquemas gestalticos estd presidida por el principio designado clara- mente como tendencia a la simplicidad. Este principio, segiin el cual los procesos de campo tienden a adoptar Ja estructura mas sencilla posible, ha puesto de mani- fiesto su gran Valor explicativo, especialmente en el estudio de la percepcién sen- sorial. Demuestra, por ejemplo, por qué los gradientes y distorsiones similares de la perspectiva generan un sentido de la profundidad. No obstante, el principio de la simplicidad por si solo es insuficiente para dar cuenta de toda la Gestalt percep- tual. Si ejerciera su ley incontestado, reduciria los perceptos a un estado de homo- geneidad amorfa, es decir, al caso limite de la estructura. Lo que se precisa para contrarrestarlo es una tendencia anabdlica, que imponga restricciones a las fuerzas organizadoras del campo (véase “Las dos caras de la teoria de la Gestalt” en este mismo volumen). En el campo de la percepcién, el principal proveedor de esta suerte de restricciones es el mundo de los estimulos que bombardean los érganos sensoriales del receptor, en particular los de la vista, el oido y el tacto. Veamos un ejemplo que ilustre el proceso perceptual desde el punto de vista de la psicologia de la Gestalt. Imaginemos un armaz6n que sostiene cuatro bolas negras, colocado sobre un fondo blanco, y que constituye el objetivo estimulador de un acto de vision. Las cuatro bolas se mantendran unidas por fuerzas fisicas, que un arquitecto o ingeniero denominarian estructura. Estas fuerzas fisicas, sin embargo, no estan incluidas en aquello que transmite la luz reflejada, vehiculo de 203 la informacién procedente del estimulo recogido en la retina del observador. Lo que queda del estimulo es la configuracién de las cuatro bolas, que supondremos que es cuadrangular. La configuracién transmitida por el flujo de luz no es una estructura porque sus cuatro elementos no se mantienen unidos por ningun tipo de dindmica: fisicamente, la configuracién no es una Gestalt. No obstante, si ejerce un control decisivo sobre el percepto asociado, mediante la introduccién de una limitacion externa a la que deben-conformarse las fuerzas organizadoras del cam- po receptor, por lo menos mientras persista el estimulo. En la retina apenas se produce, si es que se produce en absoluto, ningin tipo de organizaci6n gestaltica (los campos receptores descubiertos mas recientemente en la retina o en la corteza cerebral de los animales no activan procesos gestalti- cos), En niveles mas elevados del aparato éptico, la configuracién de los estimulos delimita el proceso de campo fisiolégico, determinado en primer término por la tendencia a la simplicidad estructural; es decir, el equivalente fisiolégico del per- cepto adopta la estructura més sencilla de las compatibles con la situacién creada por el estimulo. Asi se ha producido una Gestalt como consecuencia de Ia inter- accion entre la configuracién del estimulo y las fuerzas organizadoras del campo visual. Huelga decir que el proceso perceptual se inscribe en el contexto de una Gestalt mas amplia que es la mente humana. Las impresiones pertinentes almace- nadas en la memoria modifican los perceptos a través del reconocimiento, y la seleccién depende de las tendencias de la motivacién. Las estructuras gestalticas varian durante su trayectoria continua entre dos polos hipotéticos. En un extremo, existiria un estado de interacci6n total, donde un grado de entropia maximo del sistema provocaria una homogeneidad amorfa. En el otro extremo, las partes de un todo serian totalmente independientes, de modo que lo que sucediese en un punto de la constelacién no afectaria al resto. Dentro de estos limites, se darian subconjuntos con todos los grados de penetrabilidad po- sibles. Los colores, por ejemplo, tienen una gran influencia entre ellos, Las deno- minadas ilusiones dpticas demuestran los efectos perturbadores de una estructura de campo sobre formas concretas, Sin embargo, las formas con una fuerte carga perceptual, por ejemplo, las circulares o esféricas, pueden resultar tan dificiles de modificar como un liston de madera que flota en el agua. El fendémeno del desdo- blamiento de la personalidad o del cerebro ilustra las consecuencias de restriccio- nes lo bastante fuertes para impedir toda interaccién entre los componentes de una Gestalt. En ejemplos tipicos de Gestalt, las condiciones delimitadoras de grados dife- rentes de permeabilidad causan una variedad infinita de estructuras. Sin embargo, deberiamos mostrarnos cautelosos con la formulacién unilateral, segim la cual en las estructuras gestalticas el todo determina las partes. Una insistencia exclusiva en el enfoque desde arriba estaba justificada en los primeros dias de la campafia emprendida contra la descripcién de las entidades desde abajo; pero lo que ocurre en realidad es algo mucho mas complejo. La estructura del todo, indudablemente de una importancia prioritaria, recibe la influencia de las partes, que a su vez dependen del conjunto en lo que respecta a sus formas e¢ interrelaciones. Ni el todo ni las partes son constantes primarias, generadoras primordiales de influencias. Por el contrario, todos los componentes, desde el todo hasta el detalle mds 204 mintsculo ejercen un efecto modificador, sin dejar por ello de ser modificados (Amheim, 1966). Dentro de los limites locales, donde se organizan ejemplos ges- tilticos complejos, las estructuras subordinadas crean sus propias Gestalt mas pequeiias, sin por ello cortar la dependencia que las vincula a su entorno. Una buena obra de arte, por ejemplo, posee un caracter de completitud, que se modifica, sin embargo, cuando se contempla en el contexto mas amplio de la obra creada por el artista en toda su vida, del marco histérico donde se concibid, o de los rasgos cognitivos y motivacionales del creador. Como analogia perceptual, podriamos citar las “figuras incrustadas”, cuya identidad propia puede llegar a de- saparecer debido a la influencia del contexto (Gottschaldi, 1926), Una consecuen- cia practica sera que el ambito de un problema elegido como objeto de investiga- cién no puede delimitarse arbitrariamente, sino que depende de aquello que posea relevancia en los procesos estudiados. Descubrir el ambito de un problema equiva- le practicamente a resolverlo. La interaccién en un contexto gestaltico es lo opuesto al funcionamiento de las maquinas, donde, segiin la concepcién de Kéhler, “el modo de accién del siste- ma viene completamente prescrito por la limitacién” (Kéhler, 1947, cap. 4). Todas las acciones siguen canales predeterminados. A este respecto, las maquinas son como esas redes de conceptos definidos que constituyen razonamientos intelectua- les como las teorias cientificas. Obsérvese que aunque, en psicologia y en cual- quier otra disciplina, los procesos de campo deben comprenderse desde un punto de vista gestaltico, un enunciado cientifico no sera nunea, por naturaleza, una Ges- talt. Estas entidades gestalticas existen en el mundo de la percepcion, de las ima- genes mentales, de la dinamica de la personalidad humana, de los estados psicold- gicos y fisicos de interaccién, pero sélo pueden conceptualizarse por medio de redes de relaciones. La psicologia de la Gestalt, por consiguiente, no puede exigir que las construcciones cientificas adopten la forma de una Gestalt; pero si requiere que den buena cuenta de las entidades gestalticas que describen, mediante un re- flejo fiel de las diferencias jerarquicas entre posiciones centrales y secundarias, relaciones relevantes e irrelevantes, orientacion correcta de vectores dindmicos, solidez de los limites, etc. La validez de una descripcién cientifica depende del grado de fidelidad del equivalente que propone, con sus propios medios, de las estructuras gestalticas que pretende explicar. La estructura gestaltica se extiende en la dimensién temporal con la misma facilidad que en la espacial y los principios que rigen en ambas son similares. Los anilisis gestalticos de las relaciones espaciales tenian pocos competidores, pero cuando se pasé a ocuparse de las secuencias temporales, la psicologia de la Ges- talt tuvo que vérselas con una gran tradicién que explicaba todas las conexiones temporales mediante las leyes de la asociacion. En la forma original de esta tradi- cién, por ejemplo, en Aristételes, las conexiones asociativas se asentaban en “algo similar 0 contrario a lo que buscamos” o en “aquello que es contiguo”. Estos cri- terios eran compatibles con el esfuerzo gestaltico de derivar una conexidn de la organizaci6n estructural. Pero cuando, posteriormente, se afirmé que las asocia- ciones se producian por simples motivos de frecuencia, los psicélogos de la Ges- talt mostraron su desacuerdo, Se dieron cuenta de que una doctrina, segtin la cual si una cosa habia sido vecina de otra con la suficiente frecuencia quedaba asocia- 205 da a ésta, sustituia el concepto de pertenencia justificada por el de subjetividad ca- prichosa, Los psicélogos de la Gestalt denunciaron el condicionamiento inspirado exclu- sivamente en la repeticién, tachandolo de la forma mas baja de aprendizaje, en oposicién al aprendizaje basado en la comprensién. Se afirmé que el aprendizaje productivo se producia cuando una persona o animal actuaba guiado por las nece- sidades de una estructura dada. Al igual que en una situacién sencilla de percep- cién, ciertos elementos “funcionaban” porque se complementaban mutuamente, asi también s6lo se producia un aprendizaje eficaz cuando el alumno percibia las conexiones existentes entre los elementos decisivos de una situacién dada. Com- prender el cometido de dichas conexiones —por ejemplo, para que un chimpancé entienda que un palo puede ayudarle a atrapar un platano que esta fuera de la jau- la— significaba aprender con “penetracién” (insight). Esta penetracién podia dar- se en el nivel mas simple de la afinidad exclusivamente perceptual, asi como en el mas clevado de la intuicién cientifica. Es obligado mencionar a continuaci6n una diferencia decisiva entre la com- prensién puramente perceptual de una estructura y una “situacién problematica” en el sentido mas concreto del término. En una percepcién sencilla, la resolucién del problema se limita a encontrar la estructura inherente a los datos del estimulo, Pero el observador se enfrenta con una tarea mas compleja cuando la situacién se presenta organizada de manera que oculta las conexiones indispensables para hallar la solucién. En algunas ocasiones, una falta de orden y unidad en el percep- to es el incentivo necesario para emprender la biisqueda. En otros casos, una dis- crepancia entre el percepto y la imagen de la situacién a la que se aspira, genera la tensién que conduce a la solucién, La reestructuracién puede consistir sencilla- mente en observar la situacién de una forma distinta o quiz4 exija una reorganiza- cin de los componentes. La reestructuracién de una Gestalt es una actividad eminentemente dinamica de las fuerzas de campo, pero lo mismo es aplicable a cualquier estructuracién. En realidad, por definicién una estructura no deja nunca de ser una constelacién de fuerzas. Al igual que un conjunto social aparentemente estable, por ejemplo una familia, permanece siempre como una organizacién mas o menos equilibrada de varias fuerzas motivacionales, un esquema perceptual, una composicién musical o un cuadro, se aprehenden como un sistema de vectores orientados en distintas direcciones. Un esquema estructural de fuerzas percibido recibe ¢l nombre de expresién del esquema. Las cualidades expresivas son propiedades auténticas y objetivas de todos los perceptos e incluso puede hablarse de cualidades primarias transmitidas por las caracteristicas perceptuales de forma, tamafio, movimiento, intensidad, ritmo, etc. de aquello que se percibe en primer lugar. De este modo, cabe afirmar que la fisica primitiva se basa en las cualidades expresivas. La inmediatez y claridad de los efectos dinamicos observados en la experien- cia més sencilla van quedando gradualmente enmendados por los descubrimientos efectuados en el campo de las ciencias naturales. Con eso y con todo, uno de los aspectos mas caracteristicos de la teoria de la Gestalt es el profundo respeto que demuestra por la “generosidad” del mundo, en su calidad de cosmos con existen- cia objetiva, que se mantiene unido gracias a la ley y el orden. El enfoque cientifi- 206 co de la teoria de la Gestalt se ha visto, pues, impregnado por una filosofia que debe calificarse de optimista y digna de confianza, por oposicién al escepticismo mis en boga, pero no necesariamente mas préximo a la verdad. BIBLIOGRAFIA ArnueiM, Rudolf, “Perceptual Analysis of a Symbol of Interaction”, Toward a Psychology of Art, Berkeley y Los Angeles, University of California Press, 1966, (Hacia una psico- Jogia del arte, Madrid, Alianza, 1986). GorrscHALpT, Kurt, “Uber den Einfluss der Erfahrung auf die Wahmehmung von Figu- ren”, Psychologische Forschung 8, 1926, pags, 261-317, Kouter, Wolfgang, Gestalt Psychology, Nueva York, Liveright, 1947. —, The Task of Gestalt Psychology, Princeton, Nueva Jersey, Princeton University Press, 1969, WERTHEIMER, Max, “Experimentelle Studien tiber das Sehen yon Bewegung”, Zeitschrift fiir Psychologie 61, 1912, pags. 161-265. —, “Untersuchungen zur Lehre von der Gestalt”, Psychologische Forschung 4, 1923, pagi- nas 301-350, 207

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