You are on page 1of 19
2 5 BIBLIOTECA ROMANICA HISPANICA iniciDa FoR DAMASO ALONSO Il. ESTUDIOS Y ENSAYOS, 140 JEAN COHEN ESTRUCTURA DEL LENGUAJE POETICO ‘VERSION ESPANOLA DE. MARTIN BLANCO ALVAREZ i BIBLIOTECA ROMANIA HISPANICA EDITORIAL GREDOS ‘ape ‘A esta perspectiva Ia smo. 2 EDITORIAL GREDOS, S.A, Sinsher Pacheco, €l, Maid, 1977 Can . are invasion eoatcla toler ‘Titulo original: STRUCTURE DU LANGAGE POETIQUE, Rae a auasua, Pais, 196, Ala memoria de mi padre i= 28 yeimpresion, octubre de 1977. Depésito Legal: M, 32548-1977. ISBN 84249-03951. Riistica. ISBN 84249-0396-X. Tela. Grifcas Céndor, S. A, Sénchez Pacheco, 81, Madrid, 1977.—4800. 26 Estructura del Lenguaje poético © bien nos decidimos a hablar de ella, y entonces hay que tratar de rar el equivalent asimilable de ella por el nico medio de 1a fisca propia de Ia poesla es ofrecer a Jo son claras ni verifcables. De Jo que ¢¢ problema hacen misterio. Al contraio, bay que plantear ef problema de tal forma que las solucio- fl mésito de ofrecer e! medio de probar que Jo son. Entonces seré ‘posible corregiclas 0 reemplazarlas hasta que se encuentre Ja adecuada. Por otra parte, en esta materia ada nos garantiza que Ja verdad no sea inaceesible y que 1s investigacién cientifica no pueda finalmente revelarse como inoperante. Pero goémo lo sabremos sin una tentativa previa? 1 Pobsie at Socitis, Paris, P. U. F, 1962, pigs. 53-4 CarirvLo PRIMERO EL PROBLEMA PORTICO ‘Hlemos hecho del lenguaje poético el objeto de nuestro estudio, pero no por eso hemos definido con suficiente claridad dicho objeto. Es que el lenguaje es esa paradéjica realidad que se zevela al andlisis formada por elementos que en si no son lingiistcos. Existen dos ma- neras de considerar el poema, una que es lingtifstica y otra que no Toes. Como se ssbe, ol lengurje To consttuyen dos sutancins,e5 deci 30 Estructura det lenguaje poético ‘Sin duds, esta concepcién del verso no es totalmente falsa. Al poets nno fe son extrafis ciertas consideraciones de estética sonora — So) ——> So Por cierto que el cambio de sentido no es gratuito. Entre Sor yy Sox existe una relacién variable cuyas diferentes clases engendran hs ies especies de tropes. Hablamos de metifora cuando Ia relacién es de semejanza; de metonimia cuando es de contigiidads ® HL Adank, Essai sur les fondements prychologiques et Unguistiues de la mizaphore aifective, Ginebra, 1929. Nivel seméntico: la predicacién 13 de singcdoque cuando es de uso extendido confiere 2 “met sentido, y tal es el uso que te al todo, etc. No obstante, un 1 sentido gentrico de cambio de Planteemos ahora una pregunta ingeaua. ¢Por qué el cambio de sentido? ¢Por qué el descifradar no se conforma con el cédigo de la lengua, que impone a un significante un significado dado? ¢Por qué recurre a un segundo desciframiento que pone en juego un significado nuevo? La respuesta es evidente: Ia razén es porgue en su primer je de hegemonia de la palabra sobre Ia lengua, ya su propia tansformacién para dar sentido a aquélla. conjunto se compone de dos tiempos, que son in- Janteamiento de ta desviacién: imper- flecha representa le pertinencia, y el trazo cortado, la impertinencis): se 4 tia {— a }«$__— & ‘Tenemos, puts, dos niveles diferentes: el primero es sintagmiticos paradigmético el segundo. Sélo el segundo mezece el nombre de me- m4, Estructura del lenguaje poético Nivel seméntico: la predicacié ‘téfora. ¥ al mismo tiempo vemos que, aunque la metifora sea una misma clase de las demis, tales como la to de naturaleza 0 Ia inversién. Efectivamente, desviaciones sintagméticas, mientras que, por sngua, Si es necesario un rodeo, ello se debe ecto de Se a Soz esti cortado. Entre ambos se interpone Soy, al cual hay que apartar en. un primer tiempo para que ‘ea un segundo tiempo tome su lugar Soo. Si el poema vi is de la palabra, es para que la Ieagua Io restablezca al "Tal es el fin de toda poesia: obtener una mutacién de la lengua, que al mism Exo contenido, Si entre Sor y So: no exisiese mis que una diferencia re ferencial, no seria necesario el rodeo. Es que de hecho (volveremos sobre e entre ambos signiicados una diferencia de natura- Jeza. No toda metifora es poética. No lo es sino cuando el segundo significado pertenece a un cierto dominio del sentido, cuya naturaleza trataremos de precisar en nuestro wiltimo capitulo. Quedémonos aquf tinicamente con el lugar que ocupa la metéfora cen el seno de la figura. Es el segundo nivel de toda figura, el segundo ‘tiempo de un mecanismo que en todas partes es el mismo. Y tal vez fuese mejor llamar “figura” al proceso total, cuyo primer nivel varia, ‘mientras que el segundo permanece invariable. Asi, las distintas figu- ‘as no son, como pensaba la retérica clésica, la rima, la inversiGn, 1a ‘metifora, etc, sino la simametifora, Ia inversién-metifora, etc. Lo ‘que la retérica clisica oponfa con el nombre de “figuras de palabras” ‘a las otras clases de figuras no es de hecho sino una parte integrante de todas las figuras. La retérica no ha sabido distinguir entre el plano rp e aquellos signos por los que la palabra se sina dentro de un gé- 6 Estructura dol Lenguaje postico nero, cientifco, novelesco, etc, ¢ indica en consecuencia las notmas aque acepta, Ausente todo signo particular, el ofdigo en vigor es el ccédigo usual. Si la frase no se conforma a &, o bien es rectficada por cambio de sentido, o bien es rechazada fuera del lenguaje como absurd, Los enunciados innovadores, que por definicién escapan al igamos aqui tnicamente que tales mensajes se cuidan generalmente de proveerse de “signos de literalix dad” por medio de los cuales advierten al destinatario que la imper- tinencia se ha de achacar a las costs, no a Jas palabras. EL “érase ‘una vez” de los enentos de hadas es un signo de esta clase. Indica al Jector que las incompatiilidades ordinarias quedan suspendidas y ue, en consecuencia, las impertinencias aparentes no son efecto de las palabras. Fl drbol que habla y el caballo que vuela se toman entonces al pie de la letra, y Jos procesos habituales de reduccién lingiistica quedan inhibidos. Como tal, rento de hadas no €s poesia desde el punto de vista lit no prosa. Esto, por cierto, no quiere decir que no sea “pe ‘Pero, como efecto estética, Ia poesia ‘emuna aqui de as costs, no de las palabras. Lo “feérico” es, pues, ‘una categoria ¥y no del lenguajes éta se aplica al contenido, no a la forma, Ciertamente que se puede expresar en Ienguaje poé- tico lo feético, uniendo asi en un mismo efecto dos fuentes diferentes. Pero esta unién no es necesaria, tal como Io demuestra la gran poesia lirica francesa, cuyos mayores logros rara vez acuden a los sortilegios ‘del mundo de Io fantistico. Aqui el poema no es la expresién fil de tun mundo anormal, sino la expresién anormal de un mundo ordinatio. El poema es aquella “alquimia del verbo” de que hablaba Rimbaud, por medio de In cual se maridan en la frase términos incompatibles de acuerdo con las normas usuales del Jenguaje. Es evidente que nos quedan los enunciados verdaderamente inno- ‘adores: los que-expresan verdades descubiertas por la ciencia, y en. las cuales las cosas se ven dotadas de predicados nuevos (cisnes ne~ ‘0s, plantas carnivoras, etc). Es éste um problema dificil, cuyo exa- sen detenido nos levaria demasiado lejos. Digamos que en muchos ‘Nivel semintico: la predicacién. n7 casos tales enunciados van acompafiados por una “nota de originali- dad”, como “La experiencia revela que...” 0 “X ha descubierto que...”. Estas férmulas souncian una modificacién del cédigo y, en cl fondo, pertenecen al metalenguaje. No las encontramos en la poesia. El poeta no dice “se han descubierto peces capaces de cantar”, sino ‘Ffouris voulu montrer aux enfants ces dorades Da fot blew, ces poistons d'or, ces poissons chantants (Habra querido mostrar & los nifios De la ola azul, e508 pec La impertinencia, introducida por medio del circunloguio de una fase, se percibe inmediatamente como tal y pone en marcha el me~ canismo de la reduesién lingilstica. Este mecinismo ¢5 el que, tal como trataremos de demostrar en la conclusién, introduce aquellos valores seménticos de otro orden que constituyen el sentido postico. atribuido a un sujeto a titulo de propi esa Ia predicacién de dos formas

You might also like