You are on page 1of 2

WOODY ALLEN:

La neurosis de la
gran manzana

Antonio J.Martinez

N ueva York, icono de la contemporaneidad. El una vez ese viejo tópico que señala que estamos
ante un director (quizá sería más correcto decir
lugar más visitado del mundo desde la butaca de
artista en la más literaria de sus acepciones) ante
un cine. La ciudad de los rascacielos se ha
el que no valen las medias tintas: o te produce el
transformado en un símbolo de la
más exagerado de los amores o el más enconado
postmodernidad, del urbanita universal. El
de los odios. Si continuamos con ese juego,
hombre actual se observa en el reflejo de los
corremos el riesgo de no valorar el peso de una
cristales de la arquitectura que puebla esta
filmografía que ya tiene, por derecho propio, un
Babilonia global. Desde el caleidoscopio
lugar en el Olimpo del séptimo arte, como ya
deformado de la imagen cinematográfica hemos
ocurriera con otros maestros de la comedia como
atravesado océanos a bordo de todos los
Charles Chaplin o Groucho Marx.
Mayflower del mundo para desembarcar en
Es cierto que presenta algún título irregular, pero
Liberty Island; asistimos al violento crecimiento de
quién puede presumir de tener entre sus
los arrabales de Five Points pobladas por
creaciones auténticas joyas del cine como “Annie
despiadadas bandas de gansters; comenzamos
Hall”, “Manhattan”, “Zelig”, “Hannah y sus
nuestros negocios de tiburón en las grandes
hermanas”, “Alice” o las más recientes
avenidas de Wall Street; bailamos nuestros odios
“Misterioso asesinato en Manhattan”, “Balas
raciales en el West Side o paseamos
sobre Broadway” y “Acordes y desacuerdos”.
románticamente por Central Park. Pero si me dan
Desde que en 1969 rodara su primera película,
a elegir, yo me quedo con las largas
“Toma el dinero y corre” (tras dos desafortunadas
conversaciones en torno a la guerra de sexos en
experiencias en el terreno del guión y la
una antigua librería de Manhattan. Y entre otras
interpretación con “¿Qué tal, Pussicat?” y “Casino
muchas gracias, esa es una de las imágenes que
Royale”), Allen Steward Konigsberg (nombre real
debemos agradecer al talento inagotable de
de Woody) ha desarrollado una inusitada
Woody Allen.
productividad que alcanza la media de una cinta
Pero vayamos a su cine, o a lo que es lo mismo,
por año. Pero eso no es lo importante. Su humor
su mirada. En primer lugar, no me resisto a hacer
inteligente, vertebrado a partir de la creación de
justicia de una vez por todas. Abandonemos de
30
un personaje único, neurótico y judío,
obsesionado con el sexo, la muer te y el
psicoanálisis, dirige al
espectador hacia un
enloquecido diálogo que
explota la capacidad de
Allen para crear míticas
frases que unidas a la
facilidad para desentrañar
la comicidad de las
situaciones más cotidianas
transforman su cine en un
auténtico bálsamo contra
el aburrimiento.
Sin embargo, en los
últimos años, en los que
ha vuelto a recuperar su
mejor perfil, una sombra
se cierne sobre su fórmula
mágica para la risa: la
vejez del cómico. Sus
esfuerzos por situarse
delante y detrás de la
cámara cada vez son más
controlados. Pero la
situación se complica
cuando se trata de escoger a un alter ego de Woody Allen. Un personaje único,
garantías que mantenga el tipo. Los resultados no neurótico y judío, obsesionado con el
siempre han sido los esperados. Interpretaciones sexo, la muerte y el psicoanálisis.
como la de Kenneth Branagh en la irregular
“Celebrity” o John Cusak en “Balas sobre
Broadway” decepcionan por sus burdas
imitaciones del original. Más interesante parece
el esfuerzo interpretativo del inesperado Jason
Biggs en “Todo lo demás”. La buena noticia es
que si él se hace mayor, su cine también alcanza
en los últimos años rasgos de madurez intelectual.
“Melinda y Melinda”o “Match Point” dan buena
prueba de ello.
Su talento ahora nos llega directamente a España
donde junto a la película rodada este año en
escenarios de Oviedo y Barcelona ha firmado un
acuerdo para la producción de otras tres cintas
más. Esperemos que la racha se mantenga,
aunque sin duda su grandeza seguirá inalterable.

Historias de Nueva York: cartel de la


película que Woody Allen firmó, junto
a otros directores, homenajeando a la
ciudad de Nueva York.
31

You might also like