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ANÁLISIS DEL
ARTÍCULO: “FROM CSR1 TO CSR2.
THE MATURING OF BUSINESS AND
SOCIETY THOUGH, BY WILLIAM C.
F R E D E R I C K ” 1
EMPRESA SOCIEDAD Y ECONOMÍA II
Autor: Grupo 42
RESUMEN DEL ARTÍCULO
El artículo, que fue escrito en 1978, trata sobre la transición, en 1970, del modo de
entender el concepto de responsabilidad social empresaria. RSE1 (corporate social
responsibility) es la obligación de las corporaciones de trabajar por el mejoramiento social,
mientras que RSE2 (corporate social responsiveness), es la capacidad de una empresa de
responder a la presión social.
Esta transición ha implicado una reducción en la defensiva de las empresas, un mayor
énfasis en las técnicas para dirigir la responsabilidad social empresaria, mayor
investigación empírica sobre las relaciones entre las empresas y la sociedad y sus
limitaciones, una necesidad continua por clarificar las responsabilidades de las empresas y
una necesidad por trabajar hacia teorías más dinámicas de cambio social y de valores.
RSE1 (CORPORATE SOCIAL RESPONSIBILITY)
La filantropía corporativa, cuyo origen se remonta al Siglo XIX se apoya en la creencia que
las empresas y la sociedad se vinculan en un modo orgánico, todavía no comprendido.
Hacia 1920, los executivos de empresas comienzan a hablar sobre la necesidad que los
directivos de las empresas no sólo se preocupen por los intereses de los accionistas sino
además por otros reclamos sociales.
Hacia 1950 estas ideas sobre “obligaciones de las empresas hacia la sociedad” comenzaron
a tomar fuerza.
La idea fundamental de la RSE1 se puede resumir en los siguientes puntos:
1 Working Paper 279, Graduate School of Business, University of Pitsburg, 1978.
2 Este
informe fue preparado por los integrantes del Grupo 4, MBA Full Time 2008: Cecilia
Contreras, Mariano Engelmann, Gabriela Forti, Sebastián Fonzo, María Lourdes Pagano, María
Richards y Paulina Rivadeneira.
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Las empresas tienen una obligación de trabajar por el mejoramiento social.
Esta obligación existe y actúa constantemente a través de las etapas (fundamentales o
periféricas) de las operaciones de la empresa.
Afecta a las operaciones de la empresa y sus resultados en forma positiva o negativa.
Esta obligación puede ser reconocida voluntariamente por la empresa, que realizará
las acciones necesarias o bien puede serle impuesta coercitivamente con acciones
gubernamentales.
Sin importar su origen, ni la parte de las operaciones que se vean afectadas, ni su
impacto sobre los beneficios, la esencia de la RSE1 ES LA OBLIGACIÓN DE TRABAJAR
POR EL MEJORAMIENTO SOCIAL.
Frederick ha identificado las siguientes fuentes de la obligación antes mencionada:
El poder económico, social y político de la corporación.
El miedo al avance del gobierno sobre la toma de decisiones privadas.
La posesión de habilidades técnicas y recursos para solucionar problemas sociales.
El deseo de las corporaciones de ser buenos ciudadanos en sus comunidades.
El decaimiento del sistema de “checks and balances”, en conjunto con el surgimiento
de los ejecutivos profesionales como una fuerza dominante en la corporación.
El desacople entre las metas de beneficios de las empresas y los valores sociales
cambiantes.
La necesidad de la compañía de cumplir con la legislación social.
La presión de valores y actitudes humanas, religiosas y/o democráticas.
El miedo a la violencia social.
El deseo de aceptación social.
Y las implicancias del contrato social del capítulo corporativo.
La existencia de esta obligación ha sido fuente de debate:
Friedman (1970) opinaba que atacaba al sistema capitalista.
Cox y otros (1969): que es malo alejar la función social del gobierno.
Chamberlain (1973) consideraba que era una obligación meramente limitada a la
existencia de ganancias en la empresa.
Sin embargo, existen algunos temas en los que todos estaban de acuerdo:
1. El contenido o la substancia de la responsabilidad social empresaria es sumamente
vago. ¿Se refiere a acciones tomadas por la compañía sólo en conformidad con las
leyes o son sólo aquellas acciones voluntarias que van más allá de la ley? ¿Se refiere a
aquellas que conforman expectativas públicas corrientes o aquellas que anticipan
necesidades futuras? ¿Las operaciones mainstream de la compañía pueden incluirse
como actos socialmente responsables o sólo aquellos periféricos a la misión de la
empresa? ¿Hasta dónde debe una empresa limpiar la polución, reducir la
discriminación, mejorar la seguridad en el trabajo, o proveer protección al
consumidor para ser considerada socialmente responsable? ¿Qué pasa si es excelente
en una de estas áreas pero falla en otra, es responsable o irresponsable?
2. ¿Cuáles son los mecanismos institucionales para poner en práctica la RSE1?
¿Respuesta de la empresa a las fuerzas de mercado; respuesta voluntaria de las
empresas más allá de consideraciones económicas inmediatas; respuesta asistida por
el gobierno a través de subsidios, contratos, reducción de impuestos; imposición
gubernamental de estándares de trabajo social de las corporaciones; un rol mayor de
planeamiento gubernamental y empresas estatales; y sus combinaciones?
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3. El “Tradeoff” entre objetivos económicos y costos, por un lado, y objetivos sociales y
costos, por el otro, no puede establecerse con un aceptable grado de precisión.
Mientras puede ser cierto que la mejora económica de una persona o empresa puede
resultar en el empeoramiento de otra; también que el mejoramiento social de un
grupo puede implicar menores ganancias, empleos o mayores impuestos de otro. Por
ejemplo, es posible disminuir la contaminación al precio de pérdidas de trabajos.
4. No existe acuerdo, ni son claras las bases (underpinings) morales de la RSE1. No hay
un principio moral claro y generalmente aceptado que imponga a las empresas una
obligación de trabajar por el mejoramiento social. Sólo se encuentran generalidades
como objeto público, bien social, igualdad, dignidad, buena ciudadanía, uso
responsable del poder, entre otras.
RSE2 (CORPORATE SOCIAL RESPONSIVENESS)
RSE2 se refiere a la capacidad de la corporación de responder a la presión social. Las
preguntas clave son: ¿La compañía puede responder? ¿Quiere? ¿Lo hace? ¿Cómo lo hace?
¿Hasta qué punto? ¿Con qué efecto? Lo que se buscan son mecanismos o procedimientos
en la organización que la hagan más o menos capaz de responder a la presión social. Se
hace evidente que el diseño organizacional y la competencia del management juegan roles
importantes en la definición de qué tan extensivamente y qué tan bien la empresa
responde a las demandas y necesidades sociales. Por lo tanto, RSE2 es una idea más
gerencial que pone mayor énfasis en las relaciones de la gerencia con la sociedad.
RSE1 RSE2
Posee tintes filosóficos Approach más gerencial
Principios abstractos y elusivos Foco en aspectos prácticos que hagan a las
organizaciones más responsables a fuerzas
tangibles del entorno.
Generalidades especulativas Postura analítica y metódica
Tono moral de defensores y opositores Vista pragmática de gerentes que trabajan
con o sin entusiasmo por la RSE2
Actitud reticente o reactiva de las empresas Instancia más abierta y proactiva
(debido a lo vago del concepto de RSE1, la
falta de significado operacional, y guías de
performance cambiantes)
Las empresas tratan los problemas sociales Enfatizan una orientación sistémica y de
como un fenómeno serial y no relacionado, procesos, para anticipar problemas
generalmente para responder a una crisis. emergentes.
Muy dependiente de la conciencia Su éxito depende de una política
individual del director principal de la institucionalizada en la empresa.
empresa y sus cuadros gerenciales.
Se hace las preguntas: ¿por qué? ¿cuál? ¿a Se hace las preguntas: ¿cómo? ¿con qué
beneficio de quién? ¿en función a qué medios? ¿con qué efecto? ¿de acuerdo a qué
principios morales? guías operativas?
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La RSE2 asume que la pregunta central de la RSE1 acerca de si las empresas deben
responder a la presión social ha sido respondida afirmativamente por la opinión
pública y las regulaciones gubernamentales y la tarea importante de las empresas es ahora
aprender cómo responder en un modo fructífero, humano y práctico.
La RSE2 tiene dos dimensiones interrelacionadas:
1. Dimensión micro‐organizacional: hace foco en la habilidad de una sola empresa y su
habilidad para alcanzar niveles de responsabilidad social. El marco teorético de
Ackerman (1973, 1975) implica una secuencia de tres etapas, a través de las que las
grandes empresas se mueven para lograr grandes medidas de responsabilidad social.
Las características del comportamiento de una empresa responsable son las
siguientes: a) monitorea y evalúa las condiciones ambientales, b) atiende las
demandas de los stakeholders y c) diseña planes y políticas para responder a
condiciones cambiantes. Estos comportamientos son de hecho procesos para manejar
información, gente y grupos, y eventos y temas sociales.
Blacke (1974), por su parte, formuló el concepto de una empresa socialmente
responsable y enunció los principios básicos de la dirección de una política social. Ser
socialmente responsable es la habilidad de dirigir las relaciones de la compañía con
varios grupos sociales.
Chamberlain (1973) considera que una empresa sola está severamente limitada en el
grado de responsabilidad social que puede alcanzar. Hasta una empresa que hubiera
combinado efectivamente RSE1 y RSE2 inevitablemente enfrentará los límites
impuestos por los factores económicos y la reticencia del público en general de
sacrificar altos niveles de consumo con el objeto de lograr un objeto social poco
tangible.
El CED3, en su declaración “Responsabilidad Social para las Empresas Corporativas”
promueve la formación de una sociedad entre el gobierno y las empresas para el
progreso social. Considerando que el Gobierno puede modificar los arreglos del
mercado para alcanzar propósitos públicos, el CED urgía la extensión de esa idea
hacia los ámbitos de los problemas sociales. Esta propuesta proveía un mecanismo
para subsanar futuros obstáculos a nivel empresa e industria, pero dejaba abierta la
pregunta de cómo se debían definir los objetivos públicos.
En el tratado “Dirección Privada y Políticas Públicas” de Preston y Post (1975)
respondieron a la pregunta: el impacto significativo que la sociedad le pide a las
empresas es a través de las políticas públicas. El criterio central utilizado por la
sociedad y la dirección corporativa para evaluar el impacto social de una empresa se
deriva de un proceso de políticas públicas estacionario (pero siempre cambiante).
Este factor institucional permite que la RSE2 se vuelva operativa, pues las empresas
pueden tomar datos de las políticas sociales, para realizar sus propias acciones.
3 Comité para el Desarrollo Económico, 1971.
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Lodge (1979, 1975) provee un racional filosófico para la RSE2: la nueva ideología
americana es la contraparte intelectual de los mecanismos institucionales del CED y
Preston‐Post a través de los cuales la RSE2 debe ser alcanzada.
Como construcción teórica, la RSE2 se presenta como una respuesta más tangible,
alcanzable, intelectualmente profunda, teoréticamente válida y filosóficamente justificada
a la pregunta del rol de la empresa en la sociedad, que la presentada por la RSE1.
IMPLICANCIAS DEL MÉTODO DE LA RSE 2
1. Saca de la discusión las implicancias morales de la RSE, por lo tanto las empresas
tienden a ser menos defensivas sobre los asuntos de empresa y sociedad, dándole
mayor atención a las actividades tangibles como una entidad socialmente
responsable.
2. Pone énfasis en la necesidad de herramientas, técnicas, estructuras organizacionales y
sistemas de comportamiento más apropiados para una empresa verdaderamente
socialmente responsable. Buscan formas tangibles de responder a la presión social.
Hacer una organización socialmente responsable implica la necesidad de instituir
reformas organizacionales. También revela la ausencia o subdesarrollo de tecnologías
sociales necesarias para hacer de la responsabilidad social una realidad práctica. Este
punto provee un conocimiento que estimula completar estos espacios tecnológicos.
3. El método de la RSE2 alienta a la investigación empírica de temas de empresa y
sociedad. Los gerentes de empresas afrontan el problema de saber cómo responder,
cuándo, hasta qué punto y con qué objetivos específicos. Las preguntas de la RSE2
alientan la investigación empírica en pos de respuestas tangibles (una guía con
procedimientos específicos).
4. Pone atención y hace posible el estudio de las restricciones internas y externas de la
respuesta organizacional.
Internamente, resalta: la importancia de la estructura de la gran corporación como un
obstáculo a dar respuestas flexibles; la falta o subdesarrollo de capacidades para
medir objetos sociales; la ausencia de factores sociales en la evaluación de
performance de los gerentes; el sabotaje de la gerencia media de las políticas sociales
de la alta gerencia; y la inercia burocrática que encuentra cualquier desarrollo exótico.
Externamente encontrarnos: el foco de los mercados de capitales en el retorno de la
inversión o medidas similares; los altos y a veces indeterminados costos de la RSE2; la
complexidad inherente y persistente de la mayoría de los problemas sociales; y las
dificultades para evaluar los beneficios sociales y sus costos en forma precisa.
Los puntos de vista de la RSE2 pueden concentrarse en estas limitaciones como
problemas a ser resueltos en lugar de principios filosóficos sujetos de debate.
LIMITACIONES DEL MÉTODO DE LA RSE2
En primer lugar, la RSE2 no clarifica el significado de la RSE1. Todavía existe el problema
de definir “mejora social”. Diferentes empresas pueden ser socialmente responsables en
modos diferentes y en varios grados. Algunas pueden pasar las tres etapas del desarrollo
social de Ackerman y estar completamente comprometidas en un amplio rango de temas,
otras estar estancadas en el medio, mientras otras nunca comenzar. Claramente RSE2 es
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un concepto más estrecho y más técnico que el de RSE1. Seguimos sin poseer una noción
clara de hasta qué punto las acciones de responsabilidad social (RSE2) producirán una
condición general de responsabilidad social (RSE1) o si muchas acciones de RSE2 llevarán
automáticamente al mejoramiento social.
La RSE2 toma como dado que la presión social existe y que las empresas deben responder
a ella. En un sentido, pone a las empresas en un lugar pasivo de simplemente responder a
la sociedad que exprese sus deseos. Sugiere que la empresa misma, al determinar el grado
de responsabilidad social que va a expresar, decide su propio significado de
responsabilidad social empresaria y de mejoramiento social. Pero este significado no ha
sido totalmente aceptado por el público en general. Preston y Post (1975) sugieren que el
significado de las políticas públicas hacia las empresas está abierto a un cambio continuo,
implicando que la búsqueda de un significado para el mejoramiento social es innecesaria.
Esta postura, aunque es un paso acertado, no necesariamente satisface al público o a las
empresas quienes quieren y merecen saber qué acciones sociales específicas son
adecuadas y aceptables.
Segundo, la RSE2 no clarifica la naturaleza de la relación entre la empresa y la sociedad.
Por ejemplo, ¿La empresa impone valores sociales o los refleja? ¿Es la empresa realmente
diferente de la sociedad como implicado en los términos “empresa y sociedad” y en
“influencias del entorno en la empresa” o esta distinción está incorrectamente impuesta a
un único y complejo fenómeno?
Tercero, la teoría de la RSE2 es esencialmente estática: dice muy poco o nada sobre el
cambio social, sobre la forma en que surgen nuevos movimientos sociales que se vuelven
importantes en los negocios, sobre la manera de anticipar el cambio y adaptar la
organización de modo que pueda soportar estos cambios.
Finalmente, la RSE2 no contiene un valor teórico explícito ni tampoco respalda un set
específico de valores a seguir por la empresa al dar respuestas sociales. Si bien, quizás la
mayor falla de la RSE1 fue su inhabilidad de enunciar un principio moral claro que
justifique una obligación de la empresa de trabajar por el mejoramiento social; la RSE2 no
lo hace mejor. El resultado es una confianza implícita en valores organizacionales
establecidos y en valores sociales prevalecientes, si bien cambiantes.
Frederick considera que no se pueden dejar sin examinar consideraciones de tal
importancia y aboga a los estudiosos de la empresa y sociedad que sigan el camino de
Lodge, Chamberlain y otros que comenzaron a cavar las profundidades para encontrar una
resolución al rol de la empresa en la sociedad. Al hacer esto, dice, con el tiempo se
evolucionará hacia una RSE3 que clarificará e incorporará tanto las dimensiones morales
implicadas por la RSE1 y las dimensiones gerenciales de la RSE2.
ANÁLISIS CRÍTICO DEL TEXTO
Al discutir sobre las ideas expuestas en el artículo entre los integrantes del grupo llegamos
a una conclusión: no logramos acuerdo unánime sobre la mayoría de los temas que
tocamos, tanto de la RES1 como de la RSE2, tal como les pasa a los pensadores que se
dedican a los temas sociales en el management.
¿Ha habido alguna evolución en los temas que se discutían en aquellos momentos, de
modo que ahora exista acuerdo? Algunos temas parecerían haberse aclarado:
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• Ecología: si bien los parámetros no son exactos para todos los países, la mayoría de
ellos parece estar de acuerdo que las empresas no deben contaminar y en caso de
hacerlo, deben “compensar” por la contaminación con otra práctica que cuide el
planeta. De hecho, en la mayoría de los casos, ya existe legislación sobre las
actividades que son potencialmente contaminantes.
• Si bien no aceptado globalmente, sí creemos que cada vez más hay un principio
moral aceptado sobre la obligación de la corporación de trabajar por el
mejoramiento social. De hecho, puede verse que en el año 2007 en la encuesto
“Global Business Barometer” (Economist Intelligent Unit, The Economist, 2007), ya
el 38% de los encuestados considera que la responsabilidad corporativa es tener
en cuenta los intereses de la sociedad al tomar decisiones al hacer negocios
(mientras que el 31% respondió que es maximizar ganancias). Adicionalmente,
hace tres años sólo el 11% de los encuestados consideraron que la responsabilidad
corporativa era de muy alta prioridad en la empresa y el 23% de alta prioridad; en
el 2007, 17% le dio muy alta prioridad y 40% alta; mientras que considera que en
tres años más, estos porcentajes serían 26 y 43% respectivamente.
Sin embargo, sobre la mayoría de los temas no hay acuerdo. Ni dentro del grupo llegamos
a las mismas conclusiones sobre lo que la RSE significa, es decir qué actos se consideran
como socialmente responsables, los mecanismos para llevarla a cabo, etc., tal como se
discutía en el enfoque de la RSE1:
• La esencia de la Responsabilidad Social Empresaria es la “obligación” de las
empresas de trabajar por el mejoramiento social. ¿Es una obligación, un derecho o
voluntad? Según alguna opinión del equipo, aquello que la empresa no realiza
voluntariamente no se pueden considerar acciones socialmente responsables, es
decir no se pueden incluir aquellas acciones que exige la ley.
• Si el accionar de la empresa se encuentra comprendido dentro de aquello previsto
por la ley, ¿es un acto responsable o sólo aquellos actos que van más allá?
• Si la empresa viene llevando a cabo una acción responsable, por ejemplo, una
empresa que limpia su contaminación, y esto no estaba regulado, se considera
entonces responsabilidad social. Pero qué pasa si luego se legisla este tema
obligando limpiar la contaminación, ¿la acción de esta empresa deja de ser
considerada responsable?
• ¿Esta “obligación” está limitada a que la empresa posea rentabilidad? Porque para
que una empresa realice acciones responsables que van más allá de sus actividades
principales, es necesario poseer rentabilidad, de modo que si no es rentable
¿también sería no responsable?
• ¿De qué forma deben comunicar las empresas sus actos de responsabilidad social?
¿Deben hacerlo?
• ¿Puede una empresa realizar responsabilidad social porque le da beneficios? En
ese caso, ¿pierde la moralidad del acto? ¿Una empresa cuyo objeto principal sea un
objeto responsable, pero lucre de ello, se la puede considerar responsable?
Y sobre la RSE2, tampoco pudimos acordar algunos temas:
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¿Se puede instituir en etapas o la empresa debe nacer socialmente responsable? Por un
lado, una empresa que nace no tiene rentabilidad, de modo que no va a poder dar dinero
para la ayuda social, pero podríamos considerarla socialmente responsable si “hace las
cosas bien”, es decir, paga impuestos, trata bien a sus empleados. Por el otro, en realidad
está haciendo lo mínimo para subsistir, de acuerdo a la opinión de una parte del grupo, y
esto no puede considerarse responsable.
Como no queríamos quedarnos atrapados en una discusión para nosotros sin salida,
decidimos investigar más. Surgieron preguntas que guiaron nuestra futura investigación
¿Cómo sigue Frederick con su teorización/conceptualización de la responsabilidad social
empresaria? ¿Alcanzó a desarrollar el concepto de la RES3 que abogaba en el artículo?
¿Qué piensan sobre estos temas otros filósofos o estudiosos de “Social Issues
Management”?
En primer lugar, encontramos que las fases explicadas por Frederick poseen una
dimensión histórica, de la cual no se pueden despegar, de modo que analizamos el artículo
“The Place of Ethics in Business: Shifting Paradigms?” de Shepard, Shepard, Wimbush y
Spifens (1995) que explican los paradigmas históricos de la responsabilidad social
empresaria.
Luego encontramos que Frederick pudo seguir con lo que abogaba investigar para
completar la conceptualización de la RSE, cuyas tres en conjunto fueron denominadas,
Performance Social Corporativa. Para ello, utilizamos el artículo “Toward an integrative
theory of Business and Society: A Research Strategy for Corporate Social Performance”, de
Swanson (1999), que busca una integración de las diferentes teorías, y “Corporate Social
Performance Revisited” de Wood (1991), que busca con el concepto de performance social
corporativa, encontrar un enfoque integrador.
Finalmente, encontramos que Frederick no se quedó tranquilo con las tres fases, sino que
las desafió, escribiendo el artículo “Moving to CRS4, What to Pack for the Trip” (Frederick,
1998), que aboga por una nueva RSE4. Este es un paradigma cósmico que poco se relaciona
con lo anterior, pero resulta interesante de conocer.
DIMENSIÓN TEMPORAL DE LOS CONCEPTOS
Para analizar los cambios en los paradigmas de la empresa y la sociedad, Shepard,
Shepard, Wimbush y Spifens (1995) utilizan las siguientes herramientas conceptuales.
En primer lugar, el Análisis de Tipos Ideales de Weber, método que requiere
aislar, hasta el punto de exagerar, las características más básicas de una entidad o
fenómeno social, con el objeto de cristalizar su sentido al sacarlo del contexto.
En segundo lugar, Preindustrial vs. Industrial (Gemeinschaft und Gesellschaft):
los tipos ideales llegan de acuerdo a una configuración social e histórica. De hecho,
la forma burocrática de la organización fue creada en el siglo XIX en Europa, con la
industrialización, ascendencia de la moralidad y debilitamiento de las
instituciones, hasta aquel momento, primarias como la familia y la iglesia. Los tipos
ideales (Ferdinand Tonnies) ejemplifican la distinción entre las formas de
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organización preindustriales e industriales y las asunciones morales sobre las que
se basan.
En las sociedades preindustriales, los miembros están orientados hacia los
intereses y valores de la comunidad como un todo.
Las sociedades industriales, por el contrario, se caracterizan por individualismo,
fragmentación, lazos familiares débiles, competencia y relaciones sociales
impersonales. Las organizaciones se gobiernan estrictamente bajo los conceptos
de racionalidad; los sentimientos y la moralidad no tienen lugar en la toma de
decisiones organizacionales.
Y por último, la Naturaleza de los Pardigmas, que de acuerdo a Kuhn son
maneras de ver las cosas universalmente reconocidas que durante un tiempo
proveen un modelo de problemas y soluciones para una determinada sociedad.
Históricamente, dos paradigmas opuestos han definido las relaciones entre la actividad
empresaria y la moral: la teoría de la unidad moral y la teoría amoral de los negocios
(Shepard, Shepard, Wimbush y Spifens 1995). La teoría de la unidad moral descansa en
el supuesto de que sólo existe un set de estándares morales en la sociedad. De este modo,
los negocios deben mantener los mismos estándares que el resto de las relaciones sociales.
Por el contrario, la teoría amoral sostiene que las relaciones económicas deben basarse
exclusivamente en el interés propio, dejando de lado las teorías éticas que aclaman que se
debe tener en cuenta el interés de los otros afectados por las decisiones que se toman. La
analogía con las sociedades industriales es obvia. Por ejemplo, la convicción de Milton
Friedman que, dejando de lado las demandas legales, el uso del dinero de los stockholders
en objetos no rentables es malo, es una clara muestra de esta analogía. De acuerdo a este
paradigma, las relaciones de negocios no son inmorales, sino que no están sujetas a las
restricciones morales que rigen las otras relaciones sociales. La teoría amoral provee un
free ride moral (en el sentido de una liberación de la culpa moral) a la gente “buena” que
toma decisiones sacrificando el bien común, para que prevalezca el bien de la empresa.
Si bien no todas las ciudades y corporaciones fueron iguales, la teoría de la unidad moral
fue dominante en la sociedad preindustrial, mientras que en las industriales prevalece el
paradigma amoral, aunque en la actualidad estaría retornando el paradigma de la unidad
moral en la sociedad. Estas teorías, permiten darle una dimensión temporal al tratamiento
de la responsabilidad corporativa.
Empresa y Sociedad en la Sociedad Preindustrial: Comunidad y Unidad Moral. En la
sociedad preindustrial, la empresa no sólo tenía obligaciones económicas, sino también
obligaciones sociales y culturales como el resto de la comunidad. Por ello la empresa era
responsable socialmente.
La base para la Teoría Amoral de los Negocios: El rol del individuo en política, religión
y familia se separa de su rol en la esfera económica. En El Príncipe, Macchiavello,
introduce la viabilidad de la división entre política y ética.
Un primer cambio de paradigma está dado por la industrialización y la pérdida de la
comunidad. Las conexiones entre las instituciones sociales se debilitan en la transición a la
sociedad industrial. Hobbes ve a los humanos partículas separadas, consistente con
Macchiavello, avocando la naturaleza egoísta del ser humano.
Luego se da una conjunción entre el concepto de armonía de intereses y el paradigma
amoral. De acuerdo a la idea de “armonía de intereses”, el bien de todos se alcanza de la
mejor manera, con la búsqueda individualista del bienestar propio. Por ejemplo, ninguna
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persona puede ganar un salario si primero no produce algo que cumpla con las
expectativas de otra persona.
El trabajo de Adam Smith, La Riqueza de las Naciones, aunque no fue su intención, fue
utilizado para hacer en la esfera económica lo que Macchiavello había hecho en la política.
Smith fue utilizado erróneamente para justificar la separación de la moralidad de la
economía, y así la piedra fundamental de la teoría amoral de los negocios. La teoría amoral
se convirtió en moralmente aceptable!
Pero otro cambio de paradigma de está dando en la era Post Industrial en búsqueda de la
comunidad que además desafía el egoísmo en la economía. Hay evidencia empírica de
sicólogos y sociólogos que demuestra que la naturaleza humana es mucho más compleja
que lo supuesto por la teoría del egoísmo, emparejando el interés propio con la capacidad
de preocuparse por el otro y por el bien común y de ahí que se empieza a hablar de la
responsabilidad social empresaria.
PERFORMANCE SOCIAL CORPORATIVA ‐ CSP
Frederick continuó con su desarrollo teórico arribando a la RSE3, denominada “Corporate
Social Rectitude” (rectitud social corporativa). Con la RSE3, el autor vuelve a la visión
moral, preocupándose por la ética y los valores. Rectitud implica que la empresa debe
cumplir con ciertos deberes morales, es decir, debe actuar éticamente y con integridad
moral.
El desarrollo de Frederick fue visto como un desarrollo longitudinal, coincidiendo con
fases históricas. La segunda es una fase más bien descriptiva, mientras que la primera y
tercera son normativas. Si tomamos a las tres en conjunto, RSE123, constituyen una
investigación de performance social corporativa (CSP). Sin embargo, según Swanson
(1999) es necesario realizar una integración teórica de los enfoques normativos y
descriptivos.
Wartick y Cochran's (1985) dieron una definición a la Performance Social Corporativa:
Es la configuración de una empresa de sus principios de responsabilidad social
(RSE1), procesos de respuesta social (RSE2), y políticas, programas y resultados
observables que se relacionan a las relaciones sociales de la empresa.
De este modo, para evaluar la performance social de una compañía, el analista debe
examinar:
el grado en que los principios de responsabilidad social motivan acciones tomadas
a nombre de la compañía;
el grado en que la firma hace uso de procesos socialmente responsables;
la existencia y naturaleza de políticas y programas diseñados para administrar las
relaciones sociales de la empresa;
y el impacto social (resultados observables) de las acciones, programas y políticas
de la empresa.
Adicionalmente, el analista debe examinar todos estos elementos, principios y procesos en
conjunto para identificar resultados como ser: buenos resultados con malos motivos,
malos resultados con buenos motivos, buenos motivos pero mala implementación, buenos
procesos de implementación pero con malos motivos, etc.
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Caroll (1979) categorizó las expectativas sociales de la responsabilidad empresaria en
forma jerárquica. En orden decreciente, estas responsabilidades son: económicas, legales,
éticas y discrecionales. Según su juicio, la obligación económica fundamental de la firma es
atenuada en primer lugar por las leyes y regulaciones que componen la categoría legal. Las
obligaciones económicas son también atemperadas por las responsabilidades éticas o
expectativas sociales todavía no codificadas por la ley, que constituyen el control social de
las empresas (Friedman 1970). Las responsabilidades discrecionales van más allá de lo
requerido por el control social, e incluyen actividades que ayudan a la sociedad como la
filantropía corporativa y otros programas que apuntan a problemas sociales. A diferencia
del control social, esta categoría se refiere a la voluntad de quienes tienen poder de
decisión para ejecutar esto como obligación. Estas tareas son totalmente voluntarias y
poseen la menor jerarquía de los controles en la actividad económica empresaria.
Por su parte, Wartick y Cochran (1985) continuaron con la categorización basándose en
aspectos del contrato social y teoría de agencia moral. La sociedad no sólo legitima a las
corporaciones por su rol económico sino que entra en un contrato con las empresas, por el
cual su comportamiento debe ser en conformidad de las expectativas sociales. La agencia
moral refuerza este concepto: si las corporaciones tienen un status social, deben, como las
personas, asumir cargas morales.
IMPLEMENTACIÓN DE LA RSE 2
Mucha investigación fue realizada en el dominio de la RSE2, con propuestas de métodos y
condiciones para implementarla, tal como explica Wood (1991). Sin embargo, ninguno de
estos trabajos probó ser suficientemente sistemático y operacional para el campo de la
investigación. La RSE2 (responsiveness), es decir, la capacidad de la empresa de responder
a presiones sociales, ha sido descripta por los investigadores de SIM (Social Issues in
Management) como el remplazo, el refinamiento o el complemento de la RSE1
(responsability). Para Frederick (1978) era una segunda fase de desarrollo conceptual,
una manera de redireccionar el pensamiento académico y empresario hacia la fase de
implementación. Para Sethi (1979) implicaba un remplazo de la primera. Caroll (1979)
consideraba, sin embargo, que RSE2 es un concepto inadecuado para reemplazar la RSE1:
las empresas pueden ser muy responsables en temas ambientales o presiones sociales,
pero pueden actuar no éticamente o irresponsablemente en sus procesos.
Wartick y Cochran (1985) argumentan que con el modelo de CSP, la RSE2 complementa
pero no reemplaza la RSE1. De este modo, la segunda otorga una contraparte más activa a
la primera más reflexiva.
EPÍLOGO ‐ RSE 4 ‐ COSMOS SCIENCE RELIGION
No sólo pudo Frederick (1998) desarrollar la teoría de la RSE3, denominada “Corporate
Social Rectitude” (rectitud social corporativa) que abogaba al final del texto analizado, sino
que además tuvo tiempo de desafiarla, a esta última y a toda la saga de RSE, al hablar de la
trampa de la RSE123.
No conforme con la completitud del desarrollo teórico de la RSE, argumenta que el
problema central de los investigadores de SIM se debe a sus fortalezas principales. El
objeto principal de estudio ha sido siempre la interface entre empresa y sociedad. El
problema es que la empresa se vuelve el centro de atención, “…el sol alrededor del cual la
sociedad gira…”. La falta de responsabilidad, la lleva a quebrar expectativas sociales y a
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incurrir en penalidades. La falta de respuesta (responsiveness), la llevaría a ser víctima de
la ira pública y el aumento de las regulaciones. La falta de rectitud, la lleva a ser acusada de
graves crímenes morales.
Pero quizás la corporación no sea la estrella central después de todo. Entonces, ¿qué es lo
que está en el centro?
El nuevo paradigma, simbolizado por RSE4, descansa en varias premisas:
La teorización de la RSE ha alcanzado un punto crítico: pasan muchas cosas malas
causadas por las corporaciones, mientras se siguen generando teorías sobre cómo
el bien corporativo puede causar el bien social. La CSP provee una parálisis a los
estudios de SIM, debido a su énfasis en la mera performance, arribando como un
concepto neutral a la moral: hay muchos ejecutivos que “performan” bien, pero
rompen la ley.
El concepto del stakeholder ya casi no produce nuevas ideas teóricas significativas.
La teoría de ética de los negocios ha fallado en integrar la ciencia social
contemporánea y la perspectiva de las ciencias naturales en el análisis de las
operaciones de las empresas.
El rol de los estudios de SIM no es el de apoyar las operaciones de las empresas o
el trabajo de sus directivos.
C = COSMOS
Frederick reemplaza la C de corporación (la E de Empresa en nuestra sigla) por la C de
Cosmos, de este modo relegando y descentrando a la corporación a favor del cosmos, que
pasa a ser la referencia normativa básica para los estudios de SIM. La vida, todas las
sociedades y todos los ambientes están sujetos y son consecuencia de procesos cósmicos.
Todas las preguntas centrales referentes al significado humano y su destino surgen de
procesos cósmicos: el origen de la vida, la definición de lo que la vida es; origen, evolución
y futuro del universo; si estamos solos en el universo; etc. Estas preguntas no son de
ciencia ficción, algunas forman parte de políticas públicas, las corporaciones también se
encuentran en el debate como producción y uso de tecnologías abortivas, usos de fetos y
placentas en investigación farmacológica; comienzos de exploraciones extraterrestres,
entre otras.
La idea básica es que la orientación hacia la empresa no es lo suficientemente amplia como
para dirigir las decisiones que deben ser tomadas en el futuro cercano. La empresa debe
ser ubicada como parte del contexto cósmico.
S=SCIENCE
También reemplaza la S de social por la S de Sciece (Ciencia), debido a que para realzar
investigaciones confiables, es necesario utilizar el método científico. El conocimiento
sobre la sociedad, organizaciones, comportamiento individual, aunque vital e
indispensable, sólo es una parte de la historia sobre temas sociales en el management.
También es importante la información sobre el mundo natural, es decir, los procesos
naturales que trabajan en el cosmos que influencian las vidas individuales, los sistemas
sociales y la dirección de las empresas.
Para que los teóricos de SIM se mantengan relevantes deben explorar la Tercera Cultura
de la Ciencia (inteligencia artificial, vida artificial, teoría del caos, nanotecnología, redes
neurales, etc.).
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R=RELIGION
La significancia humana, el destino, sentido y mortalidad, junto con las maneras prácticas
de vivir el día a día, han probado ser religiosas en todas las edades y alrededor de todas las
culturas. Por ello, cambia la R por Religión.
Naturaleza y espiritualidad: La religión se encuentra presente en el trabajo diario de los
empleados de las corporaciones. Todas las personas necesitan encontrar un sentido de sus
vidas relacionando sus vidas y sus actividades con el mundo que los rodea. El cerebro
humano es capaz de generar una corriente constante de impulsos simbólicos, creativos,
imaginativos. El impulso religioso, está sujeto a todo tipo de disciplinas culturales. Tarde o
temprano, su influencia se va a sentir, no sólo como una experiencia religiosa personal,
sino también en una forma atenuada en la vida, comportamiento y decisiones de las
organizaciones. El impulso religioso humano está presente en las organizaciones.
Empíricamente, se ha demostrado que muchas de las decisiones tomadas por los
empresarios, las realizan en función a sus convicciones religiosas. La orientación religiosa
fue colocada tercera, luego de las experiencias de vida y las orientaciones seculares, en la
influencia significativa para tomar decisiones profesionales.
A nuestro entender, este nuevo desarrollo no es una continuación de su línea de
pensamiento anterior, sino que conlleva un cambio paradigmático grande. La creímos
interesante de exponer, pues muestra la evolución que tuvo el pensador, quizás
decepcionado por no encontrar un significado único o completo de la responsabilidad
social empresaria. Sin embargo, seguimos creyendo en que la sociedad se dirige hacia un
mundo más responsable (la vuelta de la unidad moral en la sociedad), y que el trabajo de
los sociólogos, empresarios, políticos y todos los involucrados es seguir buscando
mecanismos que ayuden a las empresas a ser entes responsables y que sus acciones
responsables sean las más correctas para la sociedad. No sólo cumplir con las reglas
morales y la legislación, sino ser responsable en cada una de las operaciones de la empresa
y realizar acciones voluntarias que sean beneficiosas para la sociedad, en la medida de las
posibilidades de cada empresa. Además formar redes que permitan que las acciones se
realicen en forma cada vez más coordinada.
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BIBLIOGRAFÍA
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