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tecnología; otro descodificado, que constituye el reverso paródico de la anterior
imagen y que es, asimismo, un lugar donde se comparten informaciones y
procesos de trabajo.
En la zona de entrada a la exposición, dentro del entorno corporativo de
Technologies To The People’s, se presenta el lanzamiento del producto x-devian,
un sistema operativo fácilmente instalable en cualquier ordenador, que no
interfiere en el software preexistente y que permite al usuario trabajar con el
programa gratuito Linux, el cual está liberado de todo tipo de protocolo
empresarial pero que, sin embargo, ofrece idénticas prestaciones que otros
programas de pago existentes en el mercado.
Oculto tras este primer ámbito mediante una barricada de mobiliario usado,
pero en un lugar central de la instalación, aparece un espacio-taller equipado
con numeroso material documental que informa sobre cuestiones técnicas
referentes al uso alternativo de la tecnología, así como una red de ordenadores
reciclados a los cuales se les reinstaló previamente el programa Linux. En este
espacio tendrán lugar talleres formativos de aprendizaje informático no comercial,
presentaciones de entidades y comunidades tecnológicas de la zona, como Olot
Wireless, y conferencias dedicadas a la reflexión sobre la seguridad e identidad
Castellano
en Internet. Aparte de todas estas actividades, este lugar funciona como un
medialab o club abierto a la participación de quienes deseen utilizarlo tanto
para finalidades públicas –sesiones de trabajo, reuniones asociativas, etc.–
como para un uso estrictamente personal –navegación en Internet, envíos de
e-mail, etc.
Por último, en la sala dedicada a conferencias, el visitante puede acceder a una
antología temática de presentaciones privadas realizadas en PowerPoint y
rescatadas de la red y emitirlas mediante un vídeo-proyector, como si fuese un
conferenciante genérico, ante una hipotética audiencia.
Valentín Roma
David Santaeulària
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Neofeudalismo y retorno de la Inquisición
Domingo Mestre
La ‘nobleza’ empresarial
Corren malos tiempos, pero no sólo para la lírica, como decía la vieja canción,
sino también para el resto de la producción subjetiva y de las libertades individuales.
El desarrollo de la sociedad de la información está propiciando una profunda
transformación social que afecta ya a la práctica totalidad de los ámbitos de
nuestras vidas. La nueva sociedad global, conocida también como el “imperio
del capital”1, está basada no tanto en la producción de bienes como en el
consumo, sobre todo de la información2 y en la especulación. En este ‘nuevo
mundo’, en permanente evolución, resulta fácil detectar el retorno de algunas
características neofeudales 3 que se están combinando, más o menos
turbulentamente, con el irrealizado sueño ilustrado de la emancipación social
y con el dogma neoliberal de la búsqueda del beneficio a toda costa. Pese a la
pervivencia de los viejos Estados-Nación y de su monopolio de la violencia legal
–que no del verdadero poder de ejercerla–, lo cierto es que, por sus peculiares
características, esta reorganización imperial sólo puede ser administrada
eficazmente contando con la colaboración de los que Echeverría denomina los
nuevos “Señores del aire” 4 ; un reducido grupo de empresas privadas y
corporaciones semipúblicas que son las propietarias y administradoras del espacio
virtual encargado de canalizar los flujos de información.5 (los propietarios de
bancos y financieras) conforman entre todos ellos una nueva aristocracia del
dinero que es la que está rediseñando en la práctica, siempre de acuerdo con
sus necesidades estratégicas, el universo que habitamos. Naturalmente, esta
decisiva función pre-legislativa –e incluso pre-ejecutiva– que ejercen los grandes
lobbyes económicos debe seguir manteniéndose en la sombra, como siempre,
puesto que no sería de recibo seguir hablándole al pueblo de libertad y de
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democracia de saberse que quien impone las directrices básicas es este reducido
grupo de ‘caballeros’ del dinero.
Un dato importante a tener en cuenta es que, en el contexto actual, la resolución
de los conflictos antagonistas se desarrolla, principalmente, en el ámbito simbólico
del espacio mediático. De ahí proviene la importancia que ha adquirido su
control, pues de él dependerá, finalmente, no sólo el resultado de las próximas
convocatorias electorales sino también la cotización en bolsa de los valores
relativos de la nueva nobleza. Y de aquí emana también el creciente interés de
las empresas por maquillar su imagen pública mediante el mecenazgo y la
esponsorización de todo tipo de actividades filantrópicas y culturales. Al respecto,
Rodríguez Casanueva, empresario y presidente de Philantropos, afirmaba hace
unos días que El año 2003 es el de la Responsabilidad Social de la Empresa (RSE)
en nuestro país (...) el mecenazgo empresarial es en esencia un juego en el que
todas las partes implicadas pueden y deben obtener beneficios netos6. Una
desigual partida, claro, en la que el supuesto provecho social de los necesitados
no tiene porqué estar vinculado a sus necesidades reales, pero sí subordinado
a los intereses de quienes los promueven.
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Domingo Mestre
trabajo, los sin papeles y los sin cultura, es decir los precarios en algún sentido
quienes toman la iniciativa continuamente y gestionan sus propias redes de
apoyos y de defensa (des)organizada, gracias, en muchos casos, a las capacidades
que ahora ofrecen algunas nuevas tecnologías.
Sin ninguna duda, en el futuro próximo será el respeto de la pluralidad y de las
diferencias el que va a marcar las líneas directrices para la vertebración de una
verdadera “sociedad civil de abajo”7. La única forma de conseguir frenar de
algún modo las desbocadas ambiciones de los que siempre están ‘arriba’. Por
eso creo que el desafío colectivo pasaría por recuperar la iniciativa, liberándola
de la servidumbre respecto de los grandes fastos globales para ampliar su campo
de actuación hasta los medianos e incluso los pequeños eventos (especialmente
los culturales), que son los que están legitimando ahora, como antaño hiciera
el clero disperso con las decisiones feudales, las políticas que más directamente
nos afectan. Igualmente, parece deseable intentar construir, entre todos los
grupos sociales damnificados por el actual sistema, alguna especie de macro
fórmula de resistencia antisistémica. Una empresa colectiva en la que técnicos
y profesionales de la comunicación (ingenieros, informáticos, periodistas, teóricos,
artistas, etc.) tienen mucho que aportar y de la que sólo sabemos con seguridad
que, necesariamente, habrá de sustentarse en una estructura diferente a la de
la actual sociedad civil construida por la burguesía; la cual, no hay que olvidarlo,
es la que sostiene el actual señorío indiscutible del capital.
El clero cultural
En este nuevo orden imperial, el único dios indiscutible es el Dinero, tan respetado
y adorado por los Señores como por sus siervos. Su religión oficial ya no es la
economía, como cabría imaginar, sino la cultura, que es la que otorga a los
dictados de la primera la categoría de indiscutibles. Intelectuales y artistas forman
parte relevante del nuevo clero evangelizador –y en muchos casos mendicante–
con la particularidad, además, de que la heterodoxia, que a los librepensadores
les es consustancial, forma ahora parte de la ortodoxia eclesiástica. Una cruel
paradoja que, con frecuencia, convierte el disentimiento artístico en sometimiento
–y a la representación acrítica de los conflictos en verdadero soma adormecedor
de la feligresía.
Al igual que en la Edad Media, la connivencia actual entre la ‘nobleza’ y el ‘clero’
es casi absoluta, limitándose las divergencias a cuestiones de forma y, sobre todo,
de cantidades. En estas condiciones no resulta extraño que el arte se esté
muriendo de éxito, agobiado por las necesidades del marketing cultural
institucional y del mecenazgo empresarial, y que la cultura sea objeto de deseo
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incluso para los más zafios e incultos caballeros. Dado que esta utilización del
arte como propaganda –o, en el mejor de los casos, como lenitivo– aporta bien
poco a la causa común, la supervivencia del viejo espíritu emancipador que
acompañaba al proyecto utópico del arte moderno se muestra como una
contradicción, absolutamente necesaria, que se refugia hoy, a duras penas, en
contadas heterotopías en marcha, casi siempre virtuales, que todavía mantienen
cierta autonomía de gestión.
En cualquier caso, resulta reconfortante saber de la existencia de artísticas
ficciones corporativas como Technologies To The People (TTTP), una firma8
puntera en el campo del mecenazgo privado, que ha hecho agnóstica profesión
de fe del desvelamiento de las contradicciones ocultas en el sistema. Su original
gama de productos simbólicos, siempre irónicamente destinados al uso del
‘pueblo’, y sus campañas de alfabetización digital de las masas constituyen
pequeños contrapuntos necesarios frente a las múltiples medidas populistas
que continuamente intentan someterlo bajo el yugo de la promesa de su
salvación. Junto a ellas, la esponsorización y el mantenimiento de herramientas
de participación informativa y comunicacional en red, como la web e-valencia.org,
marcan la diferencia cualitativa frente a otras empresas o proyectos similares
que, igualmente desde el ámbito artístico –pero sin conseguir escapar de él–,
están intentando arrojar algún tipo de luz sobre las brumas del nuevo sistema.
Este último proyecto resulta especialmente interesante por diversos motivos.
En su origen, formaba parte de la exposición The Power of Security9 y nació
como un portal web alojado en el servidor del Museo de la Universidad de
Alicante (MUA). La página, desarrollada como todos los proyectos de TTTP a
partir del software libre, contiene una revista de prensa que se actualiza
diariamente y un archivo de noticias culturales de ámbito valenciano. Toda la
información contenida es de libre acceso y se caracteriza por la facilidad que
ofrece para la participación de los usuarios. Algo que ha permitido a los más
de 2500 usuarios ‘sin nombre’ que la visitaban diariamente expresar sus
argumentadas opiniones, públicamente y sin mediaciones, durante los dos
últimos años10.
La inteligente utilización de las posibilidades del anonimato ha permitido, pese
a las polémicas suscitadas11, explorar ámbitos de colaboración desconocidos
entre quienes poseen la información privilegiada y el deseo de hacerla pública
(pero no pueden identificarse por el riesgo de perder su empleo), y quienes
poseen la inteligencia para interpretarla adecuadamente, sin ostentar un nombre
público que les abra las puertas hacia la visibilidad mediática. El continuo trasvase
de información en ambas direcciones ha provocado un permanente feed back
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II
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El retorno de la Inquisición
Tanto la propaganda como la censura son actividades que se vienen practicando
desde muy antiguo. Sin embargo, la libertad de expresión es una conquista
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2 Y los consumidores, desde el nacimiento del “consumo productivo”, somos la mercancía principal con la
que, en estos momentos, se está especulando.
3 ECO, U., COLOMBO, F., ALBERONI, F. y SACCO, G.: La nueva edad media. Alianza Editorial. Madrid 1990.
En esta publicación se abordan otros aspectos relacionados con el tema que aquí nos resulta imposible tratar
adecuadamente.
4 ECHEVERRÍA, J.: Los señores del aire: Telépolis y el tercer entorno. Destino. Barcelona 1999.
5 Cabe anotar como hecho diferencial el enorme poder en nuestro Estado de los Señores del ladrillo, con
capacidad para sabotear unas elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid y colocar como presidenta
a la candidata del partido que vela por sus intereses.
6 RODRÍGUEZ CASANUEVA, F.: “Jugar a que todos ganen”, El País, 23-10-2003, p. 69.
7 HOUTART, F.: “Sociedad Civil y espacios públicos”, en FORO SOCIAL MUNDIAL (MONEREO, M. y RIERA, M., ed.),
Porto Alegre, Otro mundo es posible. El Viejo Topo. Barcelona 2001.
8 Tómese lo de la firma al pie de la letra puesto que toda la compañía se concentra en ella. Surgida a raíz del
título de una exposición de Daniel García Andújar, desde entonces le ha servido de pantalla para promover
diversas iniciativas, más o menos subversivas, desde el respetable respaldo que le otorga la pertenencia simulada
a esa nueva ‘caballería’ del dinero que son las multinacionales.
10 Su gran aceptación por parte de la ciudadanía dio lugar al nacimiento de diferentes variantes locales del
mismo principio básico como e-barcelona, e-arco o e-toulouse.
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Neofeudalisme i tornada de la Inquisició
11 Entrevista a Daniel G. Andujar. “El proyecto versa sobre los límites de las libertades y de cómo puede
afectar a nuestra sociedad el uso de nuevas tecnologías, cómo puede nuestra sociedad autorregularse formalmente
en un contexto tan específico como el creado para e-valencia”. http://somiatruites.blogalia.com/historias/12561
13 Cuya eficacia política cabe valorar en función de las histéricas reacciones que ha suscitado: desde el
departamento pedagógico del IVAM se ha editado recientemente un cómic en el que el malvado Doctor Hipnos,
un “antiguo amigo del IVAM ofendido”, intenta hipnotizar al público del Museo para vengar su falta de
reconocimiento. Finalmente, es derrotado por el personal de dirección a golpes de escultura ¡de Julio González!
Una increíble estrategia de manipulación infantil que, sin embargo, recuerda la vinculación ideológica del
cine Disney con la “caza de brujas” del senador McCarthy.
14 En ella se integran ciudadanos y profesionales de muy diversos campos de la cultura que fueron los
organizadores de las jornadas “Realitats de la Ciutat” coincidiendo con la celebración de la II Bienal de Valencia.
15 GARCÍA ANDÚJAR, D.: “Libertad versus seguridad” en FONTCUBERTA, J.: Securitas. Gustavo Gili. Barcelona
2001. “Echelon es un sistema de espionaje diseñado para operar sobre objetivos civiles que actúa interceptando
de forma indiscriminada y aleatoriamente enormes cantidades de comunicaciones y seleccionando posteriormente
lo que es de valor mediante el uso de ayudas de inteligencia artificial”. Carnivore, “Se trata de un sistema
informático diseñado para permitir que el FBI, en colaboración con un proveedor de Internet, haga valer una
orden judicial que exija la recolección de cierta información en relación al correo electrónico u otro tipo de
comunicación electrónica de un usuario específico que es objeto de investigación”.
16 Ley española que regula las comunicaciones en Internet y cuya confusa redacción permite que sea la
Administración, y no los Jueces, quienes impongan restricciones a la libre difusión de contenidos por Internet,
además de establecer la posibilidad de que los webmasters sean considerados responsables por los hiperenlaces
de sus páginas. Su última modificación ha consistido en... ¡legalizar el spam! Otra victoria de los Señores del
aire sobre los intereses más elementales del resto de la comunidad.
17 A pesar de ello, han sido estos mismos profesionales quienes, con sus presiones, han conseguido levantar
la censura que durante un año mantuvo en la imprenta el último libro de Michael Moore, Estúpidos hombres
blancos (Ediciones B. Barcelona 2003), en el que se relatan las maniobras y conspiraciones que permitieron al
presidente Bush hacerse con el poder imperial.
18 Mención especial merece el seguimiento de esta guerra realizado por la cadena Tele 5 en el ámbito de
nuestro Estado, atrevimiento que le costó la vida al operador de cámara José Couso en un oscuro incidente
que nuestro incompetente gobierno ha sido incapaz de aclarar.
19 STONOR SAUNDERS, F.: La CIA y la Guerra fría cultural. Debate. Madrid 2001.
21 Lo cual no quiere decir, ni mucho menos, que la censura clásica haya desaparecido totalmente en algún
momento, sino más bien que mayoritariamente ha ido adoptado otras formas más sibilinas y acordes con la
situación. Al respecto, el proyecto The File Room, iniciado por Muntadas, recoge información actualizada
de la mayor parte de los casos que se siguen produciendo en http://www.thefileroom.org.
22 EIMERIC N. y PEÑA F.: El manual de los inquisidores. Muchnik. Barcelona 1983, citado por ALCARAZ
RAMOS, M.: Op. cit. p. 37.
24 http://www.e-barcelona.org/modules.php?op=modload&name=News&file=article&sid=2226.
25 Cuando estas líneas vean la luz, probablemente la página e-valencia.org ya vuelva a estar activa, desde
el forzado exilio, y esperamos que no demasiado maltrecha por las mutilaciones de la inactividad.
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Crítica de la simulación de las libertades
Álvaro dels Ángeles
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situacionistas (si bien con las limitaciones temporales lógicas) adquieren un poder
casi profético.
¿Quedan todavía planteamientos teóricos o acciones prácticas que se antojen
posibles, que se vean capaces, de intentar si no detener al menos sí alertar sobre
determinadas conductas políticas y culturalmente absolutistas? ¿Es posible separar
o tratar de independizar a la cultura de las decisiones políticas arbitrarias que
la emplean y desemplean sin previo aviso? Ante la primera pregunta caben
muchas respuestas, tantas como acciones que puedan realizarse; pequeños gestos
que, incluso desde su precariedad, consigan plantear dudas al respecto de lo
general monopolizado. En cuanto a la segunda, cada vez parece que existen
más recursos técnicos para desarrollar espacios (físicos o virtuales) dedicados a
la cultura o comprometidos con ella de manera independiente, pero también
cada vez más parecen reducidos a un mayor ostracismo y a una repercusión cada
vez más minoritaria, cuando no “obligados” a desaparecer.
Sun Tse nos aconsejaba hacer frente al contrincante habiéndolo estudiado
previamente con detenimiento, entender su modus operandi, analizar sus puntos
débiles y aquellos por donde no flaquea, vigilar sus acciones y no dejarse embaucar
por las luces de neón de su propaganda, la cual actuaría como una versión
corregida y aumentada de un comportamiento ancestral de provocación y
enfrentamiento. Y, en cierto modo, para poder mantener esta actitud vigilante,
inquisitiva, es necesario actuar en determinados momentos exactamente igual
que el o los contrincantes, como una figura que se reflejara, a la inversa, en un
espejo imaginario.
Análisis aparte merecería la opción, con las dudas y contradicciones derivadas
de su desarrollo, de plantear la confrontación desde dentro, aduciendo una
posible independencia de planteamientos en el propio intestino de la industria
cultural; casos de estudio muy vigentes no nos faltarían.
Así pues, ante la limitación de los movimientos cabe el accionismo más activo;
frente a la velocidad supersónica de los aparatos de propaganda del poder que
anulan lo anterior inmediatamente después de haber presentado lo nuevo (como
una versión sin fin del “presente perpetuo”), se trataría de imponer un ritmo
tranquilo y sosegado del que se sabe también perseguidor y no sólo perseguido,
vigilante además de vigilado; ante la desfachatez de lo público de crear discursos
poli-bifurcados, la sobriedad de investigar en una misma dirección, sin rodeos
y sin concesiones, en línea recta; contra la cara feliz de los protagonistas de los
anuncios de la mentira, la recepción a cara de perro del que advierte que nada
es lo que parece, ni debe admitir que lo que se muestra como real pueda llegar,
siquiera, a parecerlo.
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Estas actitudes directas son abiertamente criticadas por gran parte de la sociedad,
además de por aquellos que enarbolan el espíritu reaccionario de sus políticas,
evidentemente. La opinión externa generalizada ante estas actuaciones es que
el talante empleado no “anima” a los demás a sumarse a ellas, enconadas dicen
en una falta total de sentido del humor o, para decirlo de otro modo, sin asideros
frívolos de los que agarrarse; lo que en definitiva viene a decir que cabría emplear
las mismas armas esteticistas y amables, embaucadoras, de la propaganda con
el fin de conseguir más adeptos. Y en ello se está; aunque discutir sobre la
homologación o no de diferentes sentidos de humor y posicionarse sobre si una
actuación es o no divertida, siempre dependerá de dónde y cómo queden
reflejados los involucrados. De hecho, las mismas críticas que alertan sobre la
sobriedad y el aburrimiento, incluso el enfado injustificado, en la forma de
plantear ciertas demandas o arrojar ciertas críticas, no dudan en tachar de frívolos
los pequeños actos o acciones que se realizan a modo de válvula de escape, las
cuales no impiden que se siga manteniendo la coherencia en el discurso. Así
pues, ¿qué ocurre cuando se ha descartado la amabilidad y la simpatía, incluso
el respeto, en el discurso desarrollado por el poder, para acabar siendo sido
sustituidas éstas por la imposición y la negación constante ante cualquier intento
de acercamiento entre posiciones enfrentadas? ¿Cabe aún el empleo de métodos
amables para hacer frente a los otros, que son lanzados y, así pues, impuestos,
como verdades supremas y afirmaciones indesviables?
Habitamos hoy en día entre los escombros de una sociedad espectacular donde
no tiene cabida la discrepancia; donde el debate se permite dentro de unas
reglas tan limitadas y claramente favorables para el poder que resultan, de
entrada, inadmisibles; por esta razón, todavía resulta más inaudito el empeño
obsesivo, la psicosis, con que los mandamases persiguen cualquier sonido átono
que despunte entre sus filarmónicos trabajos institucionalizados, generalmente
mal resueltos o mal enfocados y fácilmente intercambiables por otros igualmente
mediocres.
Sólo cabe reseñar (muy brevemente, pues el texto de Domingo Mestre que
aparece en esta misma publicación lo analiza en profundidad) el caso del proyecto
artístico de Daniel G. Andujar e-valencia.org, hospedado en el servidor del Museo
de la Universidad de Alicante-MUA y por el cual este organismo universitario
recibió presiones de altas instancias culturales de la Comunitat Valenciana hasta
el punto de consumar su cierre, para cerciorarnos sobre cómo el poder ataca las
críticas y rehúsa el debate. Y no sólo el poder político sino también sus técnicos
culturales que, escudándose en su papel de expertos, rechazan igualmente
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1 En DEBORD, G.: Comentarios sobre la sociedad del espectáculo. Anagrama, Col. Argumentos. Barcelona
1990-1999. El contenido de El arte de la guerra de SUN TSE varía dependiendo de la traducción. Una versión
íntegra puede encontrarse en www.weblioteca.com.ar/oriental/artwar.htm.
2 BENJAMIN, W.: La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica. De esta versión, en Archivos de
la Fotografía, Volumen III, número 2, Otoño-Invierno 1997. Editado por Photomuseum Argazki Euskal Museoa,
Zarautz.
3 VERDÚ, V.: El estilo del mundo. La vida en el capitalismo de ficción, cap. ”Transparencia y vigilancia”, pp. 159
y ss., Anagrama, Col. Argumentos. Barcelona 2003.
4 HORKHEIMER, M. y ADORNO, T. W.: Dialéctica de la ilustración. Fragmentos filosóficos 1944, 1947, 1969.
Edición en castellano: Trota, Col. Estructuras y procesos, Serie Filosofía. Introducción y traducción de Juan José
Sánchez. Madrid 2003.
5 Un análisis más pormenorizado de este texto puede encontrarse en el artículo “Discurso final. Sobre lo que
se dice que se hace y sobre lo que de verdad se hace en las actuales políticas culturales”. Álvaro de los Ángeles.
Revista Mono nº3, noviembre 2003, Valencia.
6 NAVARRO, V.: Bienestar insuficiente, democracia incompleta. Sobre lo que no se habla en nuestro país,
pp.78-79. Anagrama, Col. Argumentos. Barcelona 2002.
7 Ibidem.
8 DEBORD, G.: Comentarios sobre la sociedad del espectáculo, p. 29. Anagrama, Col. Argumentos. Barcelona
1990-1999.
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