Este documento describe la historia de la participación de la víctima en el sistema de justicia penal. Originalmente, la víctima jugaba un papel central en los sistemas legales germánicos antiguos, donde el proceso penal era privado y se centraba en la compensación a la víctima. Sin embargo, con la introducción del sistema inquisitivo en el siglo XIII, la víctima fue excluida del proceso y el Estado asumió el control de la persecución penal. Bajo este nuevo sistema, la víctima perdió todas sus
Este documento describe la historia de la participación de la víctima en el sistema de justicia penal. Originalmente, la víctima jugaba un papel central en los sistemas legales germánicos antiguos, donde el proceso penal era privado y se centraba en la compensación a la víctima. Sin embargo, con la introducción del sistema inquisitivo en el siglo XIII, la víctima fue excluida del proceso y el Estado asumió el control de la persecución penal. Bajo este nuevo sistema, la víctima perdió todas sus
Este documento describe la historia de la participación de la víctima en el sistema de justicia penal. Originalmente, la víctima jugaba un papel central en los sistemas legales germánicos antiguos, donde el proceso penal era privado y se centraba en la compensación a la víctima. Sin embargo, con la introducción del sistema inquisitivo en el siglo XIII, la víctima fue excluida del proceso y el Estado asumió el control de la persecución penal. Bajo este nuevo sistema, la víctima perdió todas sus
La participacin de la vctima en el procedimiento penal y, en sentido amplio, la relacin entre la vctima y el sistema de justicia penal, es un tema que ha suscitado un destacable inters en los ltimos aos. Despus de varios siglos de exclusin y olvidoi, la vctima reaparece, en la actualidad, en el escenario de la justicia penal, como una preocupacin central de la poltica criminal. Prueba de este inters resultan la gran variedad de trabajos publicados recientemente, tanto en Argentina como en el extranjero; la inclusin del problema en el temario de reuniones cientficas; los movimientos u organizaciones que trabajan o bregan por los derechos de las vctimas del delito; y, fundamentalmente, las recientes reformas en el derecho positivo, nacional y comparado, que giran en torno a la vctima, sus intereses y su proteccinii. De este modo, resulta ms que relevante la investigacin de la influencia que esta sbita atencin sobre la vctima produce o puede producir en la formulacin y realizacin de la poltica criminal de los modernos Estados nacionales. Antes de ocuparnos del tema directamente, es preciso realizar algunas aclaraciones. En primer lugar, debemos tener en cuenta que, dada la unidad poltico-criminal entre derecho penal sustantivo y derecho procesal penal, la cuestin de la participacin de la vctima en el procedimiento se halla unida indisolublemente al derecho penal en su conjunto. Para expresarlo con palabras de Maier, se debe destacar que "se trata... de un problema del sistema penal en su conjunto, de los fines que persigue y de las tareas que abarca el Derecho penal, y, por fin, de los medios de realizacin que para alcanzar esos fines y cumplir esas tareas pone a su disposicin el
Derecho procesal penal... se trata [en sntesis] de
un problema poltico criminal comn, al que debe dar solucin el sistema en su conjunto"iii. En segundo trmino, se debe sealar que no todas las cuestiones vinculadas con la vctima del delito constituyen objeto de la disciplina denominada victimologa. La victimologa es una disciplina emprica de corte sociolgico cuyo objeto de estudio se centra en la vctima del delito. Por este motivo, la victimologa intenta explicar las causas de la victimizacin, las relaciones entre autor y vctima, y, tambin, las relaciones entre vctima y justicia penaliv. La victimologa, entonces, podra ser considerada la contracara de las disciplinas criminolgicas que centran su atencin sobre el individuo infractor. Si bien es cierto que las conclusiones de la victimologa sirven como presupuesto para disear una poltica criminal que atienda los intereses de la vctima, no debemos olvidar que una poltica criminal orientada a la vctima no es victimologav. Un operador polticocriminal no se transforma en victimlogo cuando influye en decisiones polticas que afectan a la vctima; tampoco se transforma en criminlogo cuando se ocupa de la posicin del criminalizado o de la actuacin de la justicia penal. Finalmente, resulta imprescindible aclarar que en este trabajo slo se har referencia a delitos con vctimas adultas individuales. Se dejar de lado, por ello, a las vctimas no adultas y a los delitos que protegen bienes jurdicos colectivos o supraindividuales. Aclarado esto, veamos sintticamente la historia de la vctima y el derecho penal.
II. La desaparicin de la vctima
La posicin que ocupa actualmente la vctima en el proceso penal no es la misma que ella tena con anterioridad a la instauracin del sistema de
persecucin penal pblica. En el mbito europeo
continental, el derecho de los pueblos germnicos organizaba un derecho penal fundado en un sistema de accin privada y en la composicin. Tal como se seala, "no se puede decir... que la vctima est por primera vez en un plano sobresaliente de la reflexin penal. Estuvo all en sus comienzos, cuando reinaba la composicin, como forma comn de solucin de los conflictos sociales, y el sistema acusatorio privado, como forma principal de la persecucin penal. La vctima fue desalojada de ese pedestal, abruptamente, por la inquisicin, que expropi todas sus facultades, al crear la persecucin penal pblica, desplazando por completo la eficacia de su voluntad en el enjuiciamiento penal, y al transformar todo el sistema penal en un instrumento del control estatal directo sobre los sbditos; ya no importaba aqu el dao real producido, en el sentido de la restitucin del mundo al statu quo ante, o, cuando menos, la compensacin del dao sufrido; apareca la pena estatal como mecanismo de control de los sbditos por el poder poltico central, como instrumento de coaccin... en manos del Estado"vi. El modelo de enjuiciamiento penal inquisitivo se afianza, a partir del siglo XIII, ante los requerimientos de centralizacin del poder poltico de las monarquas absolutas que terminan conformando los Estados nacionales. Surge, entonces, como ejercicio de poder punitivo adecuado a la forma poltica que lo engendra. Del mismo modo y con anterioridad, surge en el seno de la Iglesia para servir a sus vocaciones de universalidad. "El camino por la totalidad poltica que inicia el absolutismo, en lo que a la justicia penal se refiere, se edifica a partir de la redefinicin de conceptos o instituciones acuados por la Inquisicin"vii. La idea de pecado es central en este diseo: el pecado, un mal en sentido absoluto, debe ser perseguido en todos los casos y
por cualquier mtodo. Esta nocin de pecado
influye en las prcticas que el nuevo procedimiento contendr. El fundamento de la persecucin penal ya no es un dao provocado a un individuo ofendido; la nocin de dao desaparece y, en su lugar, aparece la nocin de infraccin como lesin frente a Dios o a la persona del rey. Este fundamento, que sirve para que el soberano se apropie del poder de castigar y que surge en un contexto histrico en el que el poder poltico se encuentra centralizado, este fundamento autoritario que implica la relacin soberano absoluto-sbdito, y que refleja la necesidad de ejercer un control social frreo sobre los individuos, no logra ser quebrado con las reformas del siglo XIX y llega hasta nuestros das. Con el sistema inquisitivo aparece la figura del procurador y un nuevo fin del procedimiento: la averiguacin de la verdad. "El reclamo que efectuar el procurador en representacin del Rey necesita la reconstruccin de los hechos, que le son ajenos, y que intenta caratular como infraccin. La bsqueda de la verdad histrica o material se constituye as en el objeto del proceso. La indagacin ser el modo de llegar a esta particular forma de verdad, que nunca pasar de ser una ficcin parcializada de lo ocurrido"viii. En el nuevo mtodo de atribucin de responsabilidad penal, el imputado se convierte en un simple objeto de persecucin para llegar a la verdad. Esta redefinicin de sujeto a objeto se ve justificada por la necesidad de determinar cmo sucedieron los hechos. Pero el imputado no es el nico sujeto redefinido por las nuevas prcticas punitivas. La vctima, en el nuevo esquema, queda fuera de la escena. El Estado ocupa su lugar y ella pierde su calidad de titular de derechos. Al desaparecer la nocin de dao y, con ella, la de ofendido, la vctima pierde todas sus facultades de intervencin en el procedimiento penal. La necesidad de control del nuevo Estado slo
requerir la presencia del individuo victimizado a
los efectos de utilizarlo como testigo, esto es, para que legitime, con su presencia, el castigo estatal. Fuera de esta tarea de colaboracin en la persecucin penal, ninguna otra le corresponde. Con el movimiento reformador del siglo XIX, surge el procedimiento inquisitivo reformado que, en lo fundamental, conserva los pilares sobre los que se gener el mtodo inquisitivo histrico. La ideologa autoritaria sigue presente en nuestros cdigos. Aun cuando se establecieron ciertos lmites, la inquisicin sigue entre nosotros. Este modelo, adoptado en un marco histrico de concentracin absoluta del poder poltico y de desprecio por los individuos, persiste en el derecho penal vigente. La decisin por la persecucin de oficio de los delitos implica que sta es promovida por rganos del Estado. El inters pblico ante la gravedad del hecho y el temor a la venganza privada justificaron histricamente esta intervencinix. La consideracin del hecho punible como hecho que presenta algo ms que el dao concreto ocasionado a la vctima, justifica la decisin de castigar y la necesidad de que sea un rgano estatal quien lleve adelante la persecucin penal. Un conflicto entre particulares se redefine como conflicto entre autor del hecho y sociedad o, dicho de otro modo, entre autor del hecho y Estado. De este modo se expropia el conflicto que pertenece a la vctimax. A travs de la persecucin penal estatal, la vctima ha sido excluida por completo del conflicto que, se supone, representa todo caso penal. Una vez que la vctima es constituida como tal por un tipo penal, queda atrapada en el mismo tipo penal que la ha creado. Para ello, el discurso jurdico utiliza un concepto especfico, el concepto de bien jurdico. Lo cierto es que, desde este punto de vista, el bien jurdico no es ms que la vctima objetivada en el tipo penal. La exclusin de la
vctima es tan completa que, a travs de la idea
acerca de la indisponibilidad de ciertos bienes jurdicos, se afirma que la decisin que determina cundo un individuo ha sido lesionado es un juicio objetivo y externo a ese individuo, que se formula sin tener en cuenta su opinin. Al escindir el inters protegido de su titular o portador concreto, objetivamos ese inters, afirmando la irrelevancia poltica de ese individuo para considerarse afectado por una lesin de carcter jurdico-penal. Esta concepcin de la vctima como sujeto privado no es compatible con el carcter de titular de derechos que los actuales ordenamientos jurdicos positivos otorgan a los individuos. El derecho penal estatal que conocemos surge, histricamente, justificado como medio de proteccin del autor del hecho frente a la venganza del ofendido o su familia, como mecanismo para el restablecimiento de la paz. La historia del derecho penal muestra, sin embargo cmo ste fue utilizado exclusivamente en beneficio del poder estatal para controlar ciertos comportamientos de ciertos individuos, sobre quienes infligi crueles e innecesarios sufrimientos, y cmo excluy a la vctima al expropiarle sus derechos. Las garantas del programa reformador del siglo XIX no han sido suficientes para limitar las arbitrariedades del ejercicio de las prcticas punitivas, entre otros motivos, porque son los rganos estatales que llevan adelante la persecucin los encargados de poner lmites a esa persecucin, es decir, porque deben controlarse a s mismos. Frente a la concentracin de facultades en los rganos del Estado, los individuos fueron constituidos como sujetos privados, esto es, como sujetos sin derechos.
Conferencia pronunciada en el Primer Congreso de la Asociacin de Ciencias Penales
de Costa Rica, Sistemas penales y derechos humanos, en San Jos, el 31 de mayo de 1997. i En el derecho continental, la vctima desaparece con el advenimiento de la Inquisicin, que desde el siglo XII hasta el siglo XVIII se impone como modelo hegemnico en el derecho de Europa continental como rgimen comn para los casos penales (cf. MAIER, Derecho procesal penal, t. I, ps. 288 y ss.). ii Cf., entre otros, ABRAHAMSON, Redefining Roles: The Victims' Rights Movement, ps. 517 y ss.; CRDENAS, The Crime Victim in the Prosecutorial Process, ps. 357 y ss.; ESER, Acerca del renacimiento de la vctima en el procedimiento penal; MAIER, La vctima y el sistema penal; GITTLER, Expanding the Role of the Victim in a Criminal Action: An Overview of Issues and Problems, ps. 117 y ss.; JOUTSEN, Listening to the Victim: The Victim's Role in European Criminal Justice Systems, ps. 95 y ss.; PEERENBOOM, The Victim in Chinese Criminal Theory and Practice: A Historical Survey, ps. 63 y ss.; PERIS Riera, Situacin jurdico-procesal y econmica de la vctima en Espaa. iii MAIER, La vctima y el sistema penal, ps. 190 y siguiente. iv Cf. LARRAURI, Victimologa, ps. 285 y siguientes. v Una definicin de victimologa en RAMREZ GONZLEZ, La victimologa, ps. 3 y ss. All se afirma: "En conclusin, la victimologa es considerada, desde cierto punto de vista, como disciplina autnoma, el campo donde se debe estudiar con una observacin ms directa a la vctima de la infraccin, sea esta una persona moral o una persona natural, como base del inters en el anlisis de los fenmenos criminales" (p. 9). vi MAIER, La vctima y el sistema penal, ps. 187 y siguiente. vii
FERNNDEZ BLANCO Y JORGE, Los ltimos das de la vctima, p. 14.
viii
FERNNDEZ BLANCO Y JORGE, Los ltimos das de la vctima, p. 14.
ix
Cf. BAUMANN, Derecho procesal penal. Conceptos fundamentales y principios
procesales, ps. 42 y siguientes. x
Cf. CHRISTIE, Los conflictos como pertenencia. Este autor desarrolla diversas consideraciones sobre el proceso de exclusin de la vctima que genera el derecho penal.