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EL ¡Alberto Suárez!

La enfermera dijo su nombre alto y claro, con la

CARTERO… profesionalidad de la rutina. Por unos instantes todos los


pacientes que dormitaban en la sala la miraron hasta
confirmar que aún no era su turno e inmediatamente
volvieron al sopor idóneo necesario en una larga espera.
Alberto notó otra vez un leve pinchazo en el costado. El mismo que llevaba meses
incordiándole, la razón de que él estuviera allí aguardando cola para visitar al médico.
“Los años locos pasan factura” Esta cita, repetida hasta el hartazgo por su padre cada domingo
en las comidas familiares en las que él se presentaba con una resaca del quince, le parecía en
esos momentos el máxime de la sabiduría.
Demasiado tiempo abusando y disfrutando del alcohol, de las drogas y la noche. Demasiado
tiempo sin cuidarse lo más mínimo. Demasiado tiempo creyendo que lo de envejecer no iba
con él, y así lo parecía, pues exceptuando ese agudo dolor con el que vivía últimamente,
nunca había tenido problemas de salud, algo que siempre consideró una suerte y sin embargo
ahora pensaba que si hubiera tenido algún problema antes, leve eso sí, quizá hace tiempo
habría echado el freno y ahora no estaría en esa sala, acongojado, a la espera de que algún
médico le diga que su hígado empieza a parecerse a un trozo de paté.
Se levantó de su asiento y caminando despacio, presionándose con una mano la <zona donde
dolía, se acercó a la consulta y abrió la puerta. La doctora, una rizada media melena rubia
delataba su sexo, estaba tras su mesa inclinada sobre unos papeles haciendo algún apunte.
—Siéntese por favor—pidió sin levantar la cabeza
Esa voz puso en guardia a Alberto que raramente olvida una voz de mujer. Esa voz, pensó, yo
conozco esa voz y se quedó de pie como un pasmarote mientras intentaba recordar de quien
era ese timbre sereno y rasgado, amable, que le invitaba a tomar asiento
—Si prefiere pasar la consulta de pie, usted mismo. ¿Qué le pasa?— preguntó la doctora
mientras levantaba la vista de sus informes y miró a Alberto de frente. Una sonrisa amplia se
dibujo en su cara y esa expresión de los médicos, tan dados a la seriedad, que convierten un
catarro en gripe y un simple reuma en artrosis a los ojos del paciente miedoso, desapareció al
momento. Para cerciorarse aún de que sus ojos no la engañaban cogió una de las fichas que
tenía en un montoncito sobre la mesa.
—Alberto Suárez… Claro. Perdona, si hubiera visto las fichas esta mañana al llegar, te hubiera
hecho pasar antes. Hoy no he tenido tiempo de nada, andamos saturados últimamente.
Alberto miraba, aún de pie, a Verónica Burgos. La chica más atractiva, la estudiante más lista,
la mujer más sensata del instituto. La primera que le mandó a paseo después de seis meses de
amoríos llenos de convulsiones, era su doctora, y estaba tras esa mesa, radiante y mucho más
hermosa de lo que la recordaba, esperando para oír sus quejas. No sabía si sentirse bien por al
confianza que da que tu médica sea conocida o empezar a angustiarse porque tendría que
confesarle a Vero las gestas y batallas que le traían encogido y con el hígado hinchado, a la
consulta.
—Verónica— balbució —No sabía que trabajaras aquí, bueno, ni siquiera sabía que eras
médica. La verdad, hace años que no vengo, ya sabes, por una cosa o por otra, falta de
tiempo, pereza, no sé… Ni me acuerdo cuando me hice la última revisión.

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—Pues debe de hacer mucho, sí, porque llevo ya seis años en
esta consulta. Pero no te justifiques, nadie viene al médico
… SIEMPRE
hasta que no duele. ¡Siéntate hombre! ¡Que parece que voy a
hacerte un interrogatorio! ¿Qué es de tu vida? Hace que no nos
vemos… ¿Veinte años?
LLAMA...
—Desde que acabó el instituto. Veintidós exactamente. ¿Mi vida? No hay mucho que contar.
Cuando terminé los estudios hice un curso de mecánica e electricidad del automóvil y me puse
a currar en el taller de mi padre. Él se jubiló hace unos años y ahora lo llevo yo. Me gano la
vida y no me va mal, ya sabes la fama de ladrones que tenemos.
—De otra cosa tenías fama en aquellos tiempos, dime, ¿sigues siendo el mismo picaflor de
antes?
—Era más la fama que otra cosa, de hecho, mientras duró lo nuestro jamás estuve con otra, en
serio.
—Porque no tuviste oportunidad Alberto, si por ti fuera te hubieras acostado cada noche con
una distinta.
—Tal vez tengas razón. La juventud es impetuosa e egoísta. Quizá sea la única forma de
aprender.
— ¿De aprender qué?
—Bueno, hay veces que después de perder a alguien, me doy cuenta de cuanto significaba
para mí, a ese aprendizaje me refiero. Es un poco lo que me pasó contigo.
—Ya… Pero a una chica enamorada de diecinueve años le gusta que la mimen, que la tengan
en cuenta, le gusta sentirse importante en la vida de su amante, y la verdad, tus farras con los
amigos, el tontear con cualquiera que llevara faldas, dos o tres días sin saber nada de ti, no era
algo que me llenara precisamente de confianza. Te comportaste como un capullo Alberto.
—Está bien doctora, está bien. Lo reconozco y reconozco también que me he comportado
como un capullo otras muchas veces, no sólo contigo, pero tú no me negarás que eras
terriblemente seria y responsable. Apenas te apetecía salir, siempre pendiente de tus
estudios, las notas, la hora. Eras bastante aburrida; guapísima, eso sí, pero aburrida.
—Esas eran entonces mis prioridades; estudiar, sacar una carrera, mirar al futuro. Yo no tenía
un padre con empresa al que fuera a sustituir algún día como tú.
— ¿Y lo has conseguido?
— ¿El qué?
—EL futuro. ¿Tienes rodo lo que soñabas? ¿Eres feliz?
—El futuro no existe Albertito. Siempre hay algo que se desea, cuando se consigue,
automáticamente pierde su valor y surge otro futuro a conquistar y así, en esa rueda, van
pasando los años y se va convirtiendo todo en pasado. Así tiene que ser.
—O sea, que tú tampoco eres feliz.
—Yo no he dicho eso.
—Me ha parecido entreverlo en tus palabras.
—Terminé la carrera, me casé, conseguí trabajar y luego tuve a mi hijo, ahora estoy
divorciada, no dependo de nadie y hago lo que me gusta. Creo que no está mal del todo. ¿No?
—Ya; ahora estás sola entonces.
—Sólo cuando me apetece

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— ¡Qué suerte!
—Tú llevas así toda la vida, porque por lo que creo no te has casado ni compartes tu vida en
serio con nadie.
—No he encontrado a nadie que me importara tanto como para asentar la cabeza, alguna
estuvo a punto de hacerme dar el paso, pero creo que me gusta demasiado andar a mi aire y
como suelo decir; cuanto más viejo más pellejo. Así, que aquí estoy, en el mercado de las
oportunidades o más bien en las rebajas, diría yo.
— ¿Es una intuición mía o estás en plena crisis del soltero cuarentón? Si es así, no te
preocupes en cuanto te acostumbres a que ya no seas un semental, se te pasará.
—No sabía que me consideraras un semental, pero te diré, que en ese sentido aún me
defiendo con buena nota.
—No, si ganas ya le ponías. Si has adquirido un poco de experiencia estoy segura que no serás
mal compañero entre las sábanas.
—Recuerdo perfectamente que Verónica, la seria y responsable, era un volcán en la cama. De
hecho era en lo único que tú y yo funcionábamos a la par. ¿Me equivoco?
—No. No te equivocas. Me he sorprendido a mí misma recordando algunos revolcones que
nos dimos juntos.
— ¿En serio?
—En serio.
La conversación había tomado un giro totalmente inesperado y Alberto no sabía bien como
seguir. Verónica era una mujer muy atractiva y no parecía reacia al galanteo que pudiera
surgir pero… ¡Carajo! Era su doctora y su hígado empezaba a recordarle de nuevo, porque
estaba allí. La doctora Burgos le sacó del apuro
—Vamos a hacer una cosa— le dijo mientras sacaba una cartulina pequeña del bolsillo de su
bata.
—Toma mi tarjeta, un día de estos me llamas y quedamos para tomar algo, charlar o lo que
sea. ¿Sí?
—Claro, por supuesto, te llamaré.
Alberto estaba realmente aliviado. Verónica sabía manejar la situación y él sólo se estaba
dejando llevar. Menos mal, no estaba para jueguecitos.
— ¿Y qué le sucede a usted para recibir su ilustre visita don Alberto?—bromeó la doctora con
su amplia sonrisa, cambiando de tercio.
—Verás, tengo un dolor aquí en el costado, es como un pinchazo…
—Eso es un hígado quejándose, quítate la camisa, voy a ver cómo está de inflamado.
—Como ordene usted doctora.
Luis Ángel Santiago
(Centro penitenciario)

…DOS
VECES.(*)
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Tú eres como un beso para el que te consigue

Tú eres ese beso que no me dan pero


sueño contigo, eres el eslabón que me falta para
lograr la verdadera felicidad. Tú eres lo más
grande que se puede tener, pero por desgracia hay
quien te tiene miedo.

Al fin y al cabo todo empieza, lo difícil es


conservarlo como el mayor tesoro. Yo he
pensado mucho en ello y creo que pasé la frontera,
tienes que hacer uso de todos los momentos que te quedan por vivir incluso superar
problemas y demás

Por el contrario, si intentas volver a tu antiguo círculo acabas por meter la pata. Cualquier
dificultad puede servirte de excusa puede volver a reserva. Por eso hay que estar cercano a los
lugares donde te puedan ayudar,PH por ejemplo, y por supuestísimo tengo la total confianza
con mis padres. Lo de mis hermanos es . y aparte.

Porque aquí no te regalan nada y si encima has tenido varias cadenas, pasan de ti. Yo
espero poder hacerme lo estroncio en estos casos. Un “por última vez” lo más inmenso
posible, procurar que no nos falte de nada ni a mí, ni a mis amigos. Y lo digo con todo
significado, pues con lo poco que han tenido, lo han compartido conmigo. Por
eso y como lo he vivido procuraré ponérselo lo + fácil posible al compañero y su
mujer. Son los únicos que hasta la fecha han estado ahí. También ha llegado Aitor
y se le ve una buena persona. ¡De las que hay pocas¡ Libertad para pensar y
expresar lo que creo que puede servir a alguien y a mí me ha ido bien y espero
que siga así. Ya somos un equipo y no necesitamos NADA NI A NADIE pues ir
pasando los días de la mejor forma posible. Y si lo lees verás como sí tengo la
capacidad de hablar de ello. Si encima le sirve a una sola persona ¡YA ME DOY
POR SATISFECHO! Además, no contamos las horas que paso preparando, estas
pequeñas vivencias y que todas sepan como está el tema ¡Llevarlo bien y no
querer pasar por encima de nadie!

Yo voto por nadie pues es el único que cumple sus promesas Bueno,
compañeros, os digo de momento y de bic, pero deseando que todo os vaya bien,
en positivo y sabiendo que queda mucho por vivir, por supuesto, en libertad.
PERO LO DICHO, INCLUSO AQUÍ, PUEDES SENTIRTE LIBRE

SIEMPRE VUESTRO NACHO

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EL ISLAM

En el nombre de Dios, Clemente, Misericordioso

¿Qué es el Islam?

La palabra Islam en árabe significa paz; sumisión, en sentido religioso: sumisión


del hombre a la voluntad de Dios (Aláh). El hombre o la mujer que acepta la
soberanía de Aláh único y se entrega completamente a su voluntad es conocido
como un musulmán que usa el nombre Aláh en lugar de Dios. El nombre Aláh
significa literalmente el Dios único.
Como origen, el Islam es la continuación de la misión apostólica; significa que el
Islam no es una religión nueva. En su esencia, es la misma religión que Dios
reveló a todos sus profetas.

El Corán:

Es la palabra literal de Dios, que Él reveló a su Profeta Muhammed, a


través del Arcángel Gabriel. El Corán fue memorizado por el Profeta
Muhammed quien, luego, lo dictó a sus compañeros. Ellos a su vez lo
memorizaron, lo escribieron y lo repasaron con el profeta. Más aún, el
Profeta repasaba el Corán con el Arcángel Gabriel una vez cada año, y dos
veces en el último año de su vida. Desde esos momentos hasta nuestros días,
siempre ha habido una gran cantidad de musulmanes que han memorizado el
Corán letra por letra. Algunos de ellos han sido capaces de memorizar todo
el Corán a la edad de 10 años. Ni una letra del Corán ha sido cambiada en el
transcurso de todos estos siglos.

Los pilares del Islam:

1.-El primer pilar: Atestiguar que no hay más divinidad aparte de Dios y
que Muhammad es su siervo y mensajero. Este testimonio es el principal
fundamento del Islam. El significado de “no hay más divinidad aparte de
Dios”, es que no existe nada que merezca ser adorado sino Dios, pues Él es
el Dios verdadero y toda otra divinidad es falsa. Con divinidad, queremos
decir lo que es adorado, ya sea que lo merezca o no.

El significado de testificar que Muhammad es el siervo y mensajero


de Dios, implica creer en que nos informó acerca de Dios y su religión.
Implica también obedecer todas sus órdenes y abstenerse de todo lo que
prohibió. La implicación más importante de este testimonio es que no se
debe adorar a Dios sino de la forma que Él (Muhammad) nos enseñó.

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2.-El segundo pilar: La Oración (Assalá). Dios ha prescrito a los
musulmanes cinco oraciones al día, a ser practicadas en cinco horarios
determinados. La oración es la obligación divina que vincula al musulmán con
su Señor. Sus beneficios son grandísimos, purifica el alma de los errores, la
preserva de toda cosa ilícita y reprobable, es una de las mejores formas de
agradecer las infinitas bendiciones de Dios, etc.

3.-El tercer pilar: Azzaká (El Azzaque). Es el pilar que obliga al hombre
musulmán, hábil por derecho, a purificar su riqueza pagando una cierta
cantidad de sus bienes (el 2,5%) anualmente. La riqueza recaudada del
zakat, está destinada a los pobres o necesitados, etc. A todos aquellos que
han sido especificados en el Corán. Los pobres no están obligados a pagarlo
y es para los ricos una forma de purificación, tanto material como espiritual.
También es una forma de inversión en el bienestar social y económico, pues
ayuda en gran manera a disminuir la pobreza y los problemas que esa
acarrea.

4.-El cuarto pilar: El ayuno (El ayuno en el mes de ramadán) que es el


noveno mes del calendario lunar. En este mes se reúnen los musulmanes,
absteniéndose de todos sus deseos más básicos, como son la comida, la
bebida y las relaciones sexuales durante el día, desde el amanecer, hasta el
ocaso, Dios, alabado sea, los recompensa por su ayuno haciéndoles mejores
musulmanes y aumentando su fe, perdonándoles sus errores, malas acciones,
etc.

5.-El quinto pilar: La Peregrinación (AL-hayy). La peregrinación o visita a


la Sagrada Casa de Dios en La Meca es una obligación para todo musulmán
hábil y con los medios para realizar el viaje. Durante la peregrinación, el
peregrino realiza una serie de ritos religiosos, en lugares determinados, en
días determinados por la ley islámica. La peregrinación es obligatoria una
vez en la vida. Durante la peregrinación se reúnen los musulmanes de todo el
mundo y de toas las razas para adorar a un solo Dios, todos vistiendo una
sola vestimenta, sin diferencias entre
ricos y pobres.

Gracias por esta oportunidad

JAMAL LOUKILI

CEPA “PAULO Freire” ZARAMAGA 2ª Nivel

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Para ellos con amor
Era el año 1984 cuando mis padres decidieron cogerse de la mano para
sujetar fuertemente las vigas de un hogar donde ni la lluvia, ni el sol de los
avatares del tiempo, hicieran mucha mella en la estructura.
Como hacen las aves; pajita a pajita, palito a palito han ido creando un
nido donde mi hermana Edurne y yo, siempre hemos encontrado respuesta a
nuestros “píos”.
Como notas de una partitura; corcheas de risa, fusas de mal genio, negras
de desánimo, blancas y redondas de mucho amor; han ido creando una
melodía que envuelve de música nuestras vidas y de todos aquellos que se
han acercado para oírla.
Que los contrapuntos sean pocos o ninguno. Pero sí que se repitan muchas
veces los bises de alegría, para que al final de su camino nos hayan dejado una obra que perdure en
nuestros corazones y que al recordarla nos marque una sonrisa en la cara.
Pero para que esto ocurra, todos debemos ayudarles, añadiendo al pentagrama notas de amor de su
familia y de amistad de sus amigos.
Por eso estamos todos, hoy aquí reunidos, para que recojan esas notas de aliento y cariño y puedan
seguir componiendo la canción de su vida.
¡¡Felicidades!!
De Iñigo
LOLI ZABALZA Aplicaciones informáticas. EPA FRANCIA

Después de casi cuarenta años, aún me sigo acordando de algunas


fiestas que celebrábamos en el pueblo en edad escolar,
concretamente, una que se hacía a mediados de febrero. Esta
fiesta la hacíamos los chicos y las chicas, pero por separado.
Esta fiesta consistía en ir preparando canciones, que luego los mayores de la clase ensayaban para
cantarlas. Todas ellas se iban recopilando y se transmitían de padres a hijos.
Un mes antes de la fiesta los chicos y chicas mayores que cantaban se quedaban por las tardes en clase
un rato ensayando.
Dos días antes de la llegada de la fiesta, salíamos de la escuela cogidos de la mano por parejas.
Seguidamente íbamos por las casas de todo el pueblo y llamábamos a las puertas. Cuando abrían y salían las
familias, les cantábamos una canción y nos daban una propina.
Recuerdo, que también les cantábamos a los mozos y mozas poniéndoles un novio o una novia.
Con los comerciantes que venían al pueblo a comprar o a vender algo hacíamos lo mismo y después de
cantar siempre nos daban una propina que agradecíamos con gran satisfacción.
La víspera de la fiesta con el dinero que habíamos recogido comprábamos un regalo para el profesor y
organizábamos en clase una gran merienda todos juntos. Allí cantábamos y lo pasábamos estupendamente.

José Luis Echevarría. Adurza.

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De un tiempo a esta parte, en educación, se habla mucho de lo dialógico, que si
“enseñanza dialógica”, “aprendizaje dialógico”, “comunicación dialógica”, “métodos dialógicos”,
incluso, “tertulias dialógicas”, pero ¿sabemos dialogar?

En el grupo “Mujer y Sociedad” del Círculo de Francia, estamos tratando el tema “Aprender
a dialogar” y paso a exponer algunas de las ideas que vamos elaborando.

Para empezar, no es lo mismo diálogo que “charla de café”. El diálogo es la herramienta


más eficaz que se puede utilizar para resolver conflictos o para tratar dilemas morales, es decir,
aquellos que afectan a la conciencia de los individuos.
Por otra parte, para que se produzca un auténtico diálogo, deben entrar en juego una serie de
habilidades y cumplirse unas determinadas condiciones que lo harán fructífero.
En primer lugar, hay que hablar con la verdad, sinceramente, y facilitar la comprensión a
los interlocutores a fin de que entiendan exactamente lo que se ha querido expresar.

En segundo lugar, hay que buscar el entendimiento yendo “al grano”, preparando
previamente el tema, argumentando, hablando claro y con precisión, siempre adaptándose al
auditorio.

En tercer lugar, hay que partir del


respeto hacia todos los interlocutores y
hay que implicarse. Una manera de
demostrar nuestra implicación es mirar a
todos, atender y anotar lo importante, dar
más importancia al fondo que a la forma,
fijarnos en los razonamientos, controlar las
emociones, evitar el protagonismo,
eliminar la agresividad, modificar nuestro
punto de vista admitiendo la brillantez de
los demás; en suma, adoptar una actitud
confiada y positiva.

Si cumplimos con lo antedicho, el


diálogo nos proporcionará, seguramente,
varias soluciones viables al problema
planteado; entre ellas, tendremos que elegir la mejor, una vez estudiadas las consecuencias que
cada una pueda acarrear. En cualquier caso, una vez tomada la decisión final, esta deberá
comprometer a todos los interlocutores.

Esto —creemos—, es dialogar.

Y, ahora, vuelvo a la pregunta del principio, ¿sabemos dialogar?

Conchi Martínez de Madina

Tutora del Módulo “Mujer y Sociedad”

Círculo de Francia

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CAMBIO DE VIDA
Mi abuela me decía que para prosperar en la vida se necesita que cada uno se acompañe de
buenas personas. Me decía que era muy sencillo: “Solamente tienes que saber que para ser un
ingeniero o doctor tienes que adoptar las cualidades de un ingeniero o doctor. Tienes que
fijarte cómo reparten su tiempo, cómo trabajan e incluso cómo tratan a sus familias o a sus
pacientes.”

En un principio, no entendía lo que me decía porque las personas no tenemos las


mismas capacidades, pero... un día leyendo un libro resolví mi duda y encontré la respuesta.

Este libro lo escribió una persona de negocios. Nos explica cómo llegó hasta el nivel en
el que actualmente se encuentra siendo hijo
de un sencillo agricultor.

Cuando terminó de estudiar empezó


a trabajar con el director y propietario de una
gran empresa. Después de cinco años de
trabajar codo con codo con el director, se dio
cuenta de que había muchas diferencias
entre su jefe y él, a pesar de tener la misma
educación. Así pues empezó a anotar las
cualidades que diferenciaban a su jefe.

Su jefe era una persona que siempre


trataba bien a sus compañeros directos y a
sus trabajadores. Respetaba las opiniones de
todos. En el trabajo intentaba mejorar día a
día. Cuando se le presentaba una dificultad salía adelante. Tenía una gran visión de futuro. Él
era un gran emprendedor. Aunque sus programas de trabajo tuvieran mucho riesgo, los
analizaba y siempre encontraba la misma solución: TRABAJAR DURO Y SEGUIR ADELANTE.

Por el contrario, el secretario, él mismo, era una persona que no tenía la paciencia de
su jefe. Tenía miedo a arriesgarse. En momentos de dificultades se ponía nervioso y se
enfadaba con sus compañeros a la mínima tontería.

Así pues, viendo las grandes diferencias que había entre su jefe y él mismo se prometió
cambiar radicalmente, dejó el trabajo y, con muy poco dinero, inició su propio negocio.

Después de veinte años, ahora es multimillonario y su negocio es más próspero que el


de su ex-jefe.

Se dio cuenta que cambiando únicamente sus cualidades, su vida había cambiado
radicalmente.

AHSANULLAH

2º NIVEL CASTELLANO

ZARAMAGA

20
FIESTAS DE LA VIRGEN DE LA PLAZA

Las fiestas patronales de Elciego son las de la Virgen de la plaza, se celebran el 8 de


septiembre. Son unas fiestas muy bonitas. La gente se viste con sus mejores galas para asistir a
misa y a la procesión de la Virgen que sale de su casa hasta la iglesia de san Andrés, donde se
celebra la misa cantada por un coro del mismo pueblo. Terminada la misa, le bailan una
antigua danza que data del siglo XVII, la colocan en su trono adornado con flores y la vuelven a
llevar en procesión a su casa.

A la tarde empieza la fiesta con las orquestas, las bandas de música y los gaiteros que
amenizan la fiesta por todo el pueblo. Las fiestas duran tres días y en esos días hay muchos
eventos para niños y mayores.

Al final de las fiestas se hace una


romería en la que se va hasta el río Ebro o la
sierra de Cantabria, donde hay unas cuevas muy
grandes pero donde es muy difícil entrar.

Elciego es un pueblo agrícola que vive


del vino. La iglesia de san Andrés es una joya
arquitectónica. Es toda de una nave, sin
columnas, y el retablo del altar mayor tiene unas
imágenes preciosas. También tenemos las
bodegas del Marqués de Riscal diseñadas por
Frank Gehry y que se dedican al vino de marca.
Son muy bonitas y emplea a mucha gente, son
visitadas por españoles y extranjeros. Bueno,
que voy a decir de mi pueblo si nací allí.

ASUN ORTEGA ZARAMAGA GRADO II

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Rabindranath Tagore (1861-1941):
Pintor, Humanista, Patriota y
Educador.

Rabindranath Tagore fue poeta y


filósofo indio que se esmeró por lograr
una mejor interpretación entre las
civilizaciones occidental e hindú, pues
entendía que el este y el oeste no son
enemigos y que pueden entenderse.

Se llamaba en bengalí Ravindranatha


Thakura.

Nació en Calcuta en 1861. Se dedicó a escribir desde niño y a los 17 años publicó su
primer libro. En 1878, estudió Derecho en Inglaterra y luego regresó a su país.

Escribió poesías, novelas, cuentos, y obras de teatro, y también compuso muchas


canciones populares. Escribió en lengua bengalí literatura impregnada de religiosidad,
amor por la naturaleza y la tierra.

Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1913.


Algunas de sus citas más famosas son las siguientes:

“Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá


hablando”.
“La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece
mejor cuando todo se ha oscurecido”.
“Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver
las estrellas”.
“La verdad no está de parte de quién grite más”.
“Para los hombres, aceptar es dar; para las mujeres, dar es
recibir”.
“La fe engaña a los hombres, pero da brillo a la mirada”.
Amaia Vicente Elizondo y Maite Viguri Uriarte

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En la voz de
Mercedes Sosa
-ren ahotsean

Solo Le Pido A Dios


La Estrella Azul
Sólo le pido a Dios
¿Dónde estará la estrella azul?
Que el dolor no me sea indiferente,
Esa estrellita del alma.
Sus ojos suelen brillar Que la reseca muerte no me encuentre
Perdidos en la inmensidad. Vacío y solo sin haber hecho lo suficiente.
A veces sueño que está aqui Sólo le pido a Dios
Y se ilumina el camino Que lo injusto no me sea indiferente,
Cuando aparece el fulgor Que no me abofeteen la otra mejilla
Cerquita del corazon. Después que una garra me arañó esta suerte.
¿Donde estará la estrellita azul? Sólo le pido a Dios
Ya no podré con mi dolor Que la guerra no me sea indiferente,
En otros cielos brillará Es un monstruo grande y pisa fuerte
Esa estrellita del amor.
Toda la pobre inocencia de la gente.
En una lágrima quedó
Sólo le pido a Dios
Hasta perderse en el cielo,
Mi corazón se partió Que el engaño no me sea indiferente
Atravesado de penas. Si un traidor puede más que unos cuantos,
A nadie puedo preguntar Que esos cuantos no lo olviden fácilmente.
Con las palabras del alma. Sólo le pido a Dios
Es mi tristeza un papel Que el futuro no me sea indiferente,
Que el viento no deja caer. Desahuciado está el que tiene que marchar
A vivir una cultura diferente.

Equivocó La Paloma
100
Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
80
Por ir al norte, fue al sur.
Creyó que60 el trigo era agua. Este
Se equivocaba.
40 Oeste
Creyó que el mar era el cielo;
20 la mañana.
que la noche, Norte
Se equivocaba.
0
Que las estrellas, rocío;2do
1er 3er 4to
que la calor; la trim.
nevada.trim. trim. trim.
Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón, su casa.
Se equivocaba.
Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama.

23
De niños andábamos en autos que no tenían cinturones de
seguridad ni airbags... Ir en la parte de atrás de una camioneta era
un paseo especial y todavía lo recordamos...

Nuestras cunas estaban pintadas con brillantes colores de


pintura a base de plomo... No teníamos tapas con seguro
contra niños en las botellas de medicina, gabinetes, puertas...

Cuando montábamos en bicicleta no usábamos casco.. .Cuando


jugábamos al fútbol, lo hacíamos descalzos...

Tomábamos agua de la manguera del jardín y no de una botella


de agua mineral...

Gastábamos horas y horas construyendo unos


carritos de chatarra y los que tenían la fortuna de
tener calles inclinadas, los echaban a andar ladera
abajo y en la mitad se acordaban de que no tenían
frenos y después de varios choques con los
matorrales aprendíamos a resolver el problema. Sí, nosotros
chocábamos con matorrales, no con autos...

Salíamos a jugar con la única condición de regresar antes del anochecer... El


colegio duraba hasta el mediodía, llegábamos a casa a almorzar...

No teníamos móvil... Así que nadie podía ubicarnos,


¡impensable!.

Nos cortábamos, nos rompíamos un hueso, perdíamos un diente,


pero nunca hubo una demanda por estos accidentes. Nadie tenía
la culpa sino nosotros mismos...

24
Comíamos bizcochitos, pan y mantequilla, tomábamos bebidas con azúcar y
nunca teníamos exceso de peso porque siempre estábamos
afuera jugando...

Compartíamos una bebida entre cuatro; tomando en la misma


botella y nadie se moría por esto...

No teníamos Playstations, Nintendo 64, X boxes, Juegos de vídeo,


99 canales de televisión en cable, videograbadoras, cine, sonido
surround, móviles, ordenadores de última generación, chatrooms
en Internet... Sino que TENÍAMOS AMIGOS...

Salíamos. Nos subíamos en la bicicleta o caminábamos hasta la casa del amigo,


tocábamos el timbre o sencillamente entrábamos sin
tocar y allí estaban, y salíamos a jugar... Hacíamos
juegos con palitos y pelotas de tenis, en algún equipo
que se formaba para jugar un partido; no todos
llegaban a ser elegidos y no pasaba ningún desencanto
llevado a trauma...

Algunos estudiantes no eran tan brillantes como otros


y cuando perdían un año lo repetían. Nadie iba al
psicólogo, al psicopedagogo, nadie tenía dislexia, simplemente repetía y tenía una
segunda oportunidad...

Teníamos libertad, fracasos, éxitos, responsabilidades... Y aprendimos a


manejarlos.

¿Eres tú uno de esa generación? Este artículo es para que sepáis


cómo éramos antes (Seguro dirán que éramos unos aburridos
pero... SÍ QUE ÉRAMOS MUY FELICES, ¿no crees?)
Espero que os haya gustado, hasta la próxima.

AmaiaVicente Elizondo y Maite Viguri Uriarte

25

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