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Las nuevas adicctones embarazo cuando la violacién ha recaido en una mujer no protegida con recursos contraceptives previos. — La vacunacién contra la hepatitis B y el tétanos. —La administracién preventiva de antibidticas, —La investigacién de anticuerpas del sida, al trimestre y al semestre, si bien el ries~ go es sélo de un 1 por cienco cuando fa agresiGn ha sido dnicamente sexual. El cuidado psiguico de la victima debe comenzar inmediatamente mei apoyo emacianal con el objeta de que la mujer haga con ccleridad la trans sentirse victima a sentirse sobreviviente. Los cuidados deben prolongarse en forma de una psicoterapia adccuada para evitar cl «sindrome dc la violacién«, cuya ewadro cli= nico corresponde a fo que antes se Ilamaba neurosis traumtdtica y ahora sindrome de estrés postraumdtico, Uno de los objetives terapéuticos mas importantes es que la mujer recupere toral- mente Iz seguridad en si misma y el conveniente nivel de autoestima, El método psi- coterapéutico, variable en funcidn de la personalidad de la victima, debe acompaiia se casi siempre de la administraci6n de algiin firmaco cranquilizante @ ancidepresivo i y de la recuperacién sociorerépica del nivel de ealidad de vida previo. Hay que comtar ademas con que en algunos casos puede presentarse una revivis- cencia tardia del trauma espantineo, suseitada por acontecimientos infortunades de a vida, en ocasiones relacionados con una actividad policfaca o judicial, ral vez en conexidn con el misma proceso de la violacién del que ella ha sido vi 8, Factores de riesgo para la adicién al sexo Dentro de los factores individuales mas sexoadictogenos sobresalen los trastornos de la personalidad. Entre estos trastornos los mas propicios para el desarrollo de la sexoadiccién son los descritos como personalidad narcisista, personalidad asocial o psicopaticafimpulsiva, personalidad neurética, personalidad esquizeide y personali- dad de organizacién limite, La consiclacién formada por cl aislamiento afective a social y el vacio existencial, que se acumula en los trastornos de personalidad men cianados, vuelve al sujeto mas propicio para cl enganche a la adiccién sexual. Se calcula, segiin datos de Carnes (r983) y Caleman (1992), que alrededor del 5% de los norteamericanos sufren de adiccién sexual. La mayor parte de este porcentaje corresponde a la poblacién masculina. Este predominio aleanza su cota maxima en la agrupacién de las parafilias. Las parafilias son enfermedades rotundamente masculi- nas, a excepcién del masoquismo. Las profesiones dedicadas a la hosteleria y el turismo son particularmente pro- pensas tanto para generar sexoadiceién como para albergar a sexoadictos ya inicia- dos y lanzados a la biisqueda de una «presa facil». El antecedeute de abuso 0 ataque sexual o de incesto sufrido en la infancia o en la adlolescencia cs el dato anémalo presente con mayor frecuencia en la historia de los az La adiccion al sexe sexoadictos. Los profesores de la escuela de asistentes sociales Muriel Gray y Melis sa Littlefield (2202) consideran la adiccién sexual de las mujeres afreamericanas como una respuesta a un estrés traumatico oa um araque sexual. Al modo de estimulas refarzantes a desencadenantes especificos intervienen a menudo factores adscritas a la sittetcidn erdtica, desde la distuncién o la insatisfac- eldn sexual hasta el eonilicto de pareja. La presentacién de cualquier modalidad de sexualidad adictiva na deja de constituir una sorpresa cuando existe una relacién de pareja regular y estable. A pesar de lo anterior, mas de la mitad de los sexoadictos parafilicos y no parafilicos estin casados EF] adieto al sexo, sobre todo el parafilico, suele sufrir de un mado simultineo o sucesivo varios tipos de sexoadiccian. De modo que la adiccton sexual miltiple es muy frecuente. Coma sefiala Diez Marfe (2002}, hay parafilicos con tres o cinco para~ filias a la vez o altcrnando entre si, La adiccion al sexo se asocia con frecuencia a otros trastornes psiquicas, los cua- les pueden intervenir como causa 0 come consecuencia suya. El indice de comorbili- dad mas alto se produce con relacién a otras adicciones y a la enfermedad depres La adiceién al alcohol, a la cocaina ya las anfetaminas, son las tres especies de adic- in queimica que mas a menudo se complican con fa ireupcién de una sexualidad adictiva, considerada en este caso como una adicciém secumdarisa, Las conductas sexuales adictivas activadas o provocadas por la influencia del alco- hol u otras drogas que actian dificultando el contral de las pulsiones sexuales, son propensas a tomar una ronalidad agresiva en forma de hostigamiento o de violencia. Estos tipos de depredadores sexuales se desarrollan con prevalencia sobre el terreno de una adiccién quimica o un trastorno de personalidad de cierta envergadura. Entre las adicciones sociales, sobresalen la bulimia y la adiccién al juego por su tendencia a asociarse con la sexoadiecién, segiin obseevaciones de Goodman (1998). Otras modalidades de sexoadiccién secundaria pueden ser determinadas por el déficit mental, el cuadro demencial incipiente, el sindrome frontal y el estado mania- co, En cambio, cn la asociacion de la sexualidad adictiva con un cuadeo depresive la distribucién del papel de factor primario se muestra mas equilibrada. Si bien hay bas- tantes cuadros depresives acontecidos en una persona joven —en especial la depre- sién tipo Kleine-Levin—, en un sujeto inmaduro o en una personalidad desequilibra- da que conducen a un desenfreno sexual adictiva, abunda algo mas la sexoadiccién complicada con la aparicién de un estado depresivo, por mor de los fuertes sufti mientos implicados. El cambio sociocultural que ha facilitado la ineidencia de la adiceién al sexo y ha impuesto su canon al modelado de Jas modernas o postmodernas scxoadicciones se construye sobre estas dos columnas maestras: la de la liberacién de la mujer —cam- bio determinado conjuntamente por el progres del humanismo cultural y por el des- cubrimiento de la «pildora»— y la de la instauraci6n de la nueva teenologia, desde el teléfono y la television hasta internet. De un lado, la aparicién de la mujer liberada, con una cuota de libertad social y erética hasta ahora imédita, ha conducido a la incorporaci6n masiva de la mujer a la empresa y a la Universidad y a la emancipa- rs 443 Las nuevas adicctones cidn del sexo fisico, lo que ha invalidado la practica del donjuanismo y dada luz verde a la proliferacién del sexa adietive promiscua y andnimo que se satisface con la viven- cia del poder ejercide sobre la imagen del otro o de la otra. De otro lada, los auevos medios tecnaldgicas han abierte el cauce a nuevas formas de adiecidn sexual como la entrega adictiva al sexo telefinico y al sexo ciberndutico (a través de internct). La emancipacién del sexo constituye conjuntamente con la liberacidn de la mujer el micleo de la revolucitin sexu! movilizada en 1960 por el descubrimiente de la pil dora contraceptiva. Al fin habia legado la acepracién ptiblica y privada de la sexua- lidad de la mujer como un componente vital de su hienestar global. La ireupcién pos- terior de la nueva enfermedad conocida por sus sighs como sida, puso en evidencia que las enfermedades transmisibles por via scxual mo estaban sujetas a un control médico tan eficiente como se pensaba. En consecuencia, como si fuera una orden del Vaticano, cl micdo hizo moderarse un tanto la conducta sexual desorbitada por la cri- sis generada por la revolucion sexual. A-despecho del freno inducido por el remor al sida, la emancipacidn del sexo con relacién a la vida emocional erotica y a la actividad reproductora ha seguido des- arrollindose como un nuevo terreno sociocultural influyente sobre las tasas de inci- dencia y prevalencia y la configuracién de las distintas formas de adicein al sexo. Entre sus datos mas influyentes sobre la sexoadiccidn como elementos activadares de la incidencia y prevalencia y camo agentes madeladares de nuevas formas de sexoa- diccién, merecen destacarse las cinco siguiente: 1."La relativa decadencia del fenémeno erdtico definido como una sexualidad amo- rosa y comunicante, 2.*La sustitucién del vinculo del matrimonio por el de la pareja legalizada o fictica, enel imbito de una profunda crisis familiar, 4.°E] ocaso de la pracrica sexual reproductora 4."El incremento de la comercializacion de la sexualidad, sobre todo el uso del cuer= po femenino como la mercancia pornografica de mayor circulacion. 5."E] ascenso de la Frecuencia de la violencia sexual y de las disfunciones sexuales, ‘9. El sustrato cerebral de la conducta sexual La organizacion neurofisiolégiea encargada de inbibir la conducta sexual est for- mada por el sector orbitario de las |6bulos frantales, 0 sea su cara inferior, y el niiclea amigdaloide © amigdala enclavado en el hipocampo. Ambas areas forman parte del sistema limbico, al cual se le ha denominade también cerebra emacional, ya que algu- nas estructuras suyas constituyen el susteato material de la afectividad, de cuya esfe ra forma parte cl amor erdtico El sector del sistema limbico que interviene con un papel mas especifico en la regu- lacién de la sexualidad en un sentido inhibidor es el nticleo amigdaloide, controlador de la actividad del hipotalame. Constitaye el hipotilamo el sector encefilico subcor- tical encargado:de-elaborar’la‘estimulacion sexual’ dirign Ia-ejecucion del. compor- 144 La adiccion al sexe senre en casi todos los procesos adictivos, la tendencia a lncalizar el trastorno en el corre, Coma es légico, no se trata de abtener una confesién expiatoria mea culpa de vicio o depravaci6n, sino el autorreconocimiento como un enfermo adictiva que pre= cisa una intervencién terapéutica, A tenor de las indicaciones de ta consejera social estadaunidense Judith Rubin 2002), la evaluacién de una conducta sexual adictiva es una tarea desarrollada sobre las informaciones apartadas por las documentos siguientes: + Una historia clinica y psicosocial completa. * Una historia sexual, con especial atencién sobre la identidad, la fisncién, la prefe- rencia y la conducta a partir de la infancia. # Un cuestionario sexual, * Un examen fisico uroldgico o ginecologico. El analisis de la actividad sexual exige el examen a la luz de estas cuatro clases de datos semiolégicos: los datos emocionales, los cognitivos, los comportamentales y los interpersonales. La investigacion del modelo de masturbacion puede ofrecer claves para la comprensidn de la conducta adictiva, Para ello habré que romper tabties de vergiienza mediante preguntas especificas, que se emitirin can especial cuidade para no retraumatizar al enfermo, En ningiin caso podra descuidarse el estudio de las teastornos psiquicas asociados y de las condiciones del ambiente actual familiar y laboral, ni la indagacién de la pre- sencia de los factores de riesgo con objeto de formular un diagnéstico eticlégico a causal. La estraregia tevapéutica se despliega en estos tves sistemas: el programa de psico- terapia integral tripartita, el plan de rehabilitacién con of concurso de otras personas y la administracién de adecuados medicamentos. El objetivo terapéutico fundamen- tal cs la supresion del comportamicnto sexual adictivo, por tanto de ningdn moda el Jogro de la abstinencia sexual toral, dato que marca una diferencia basica entre la terapia del scxoadicto y la meta habitual perseguida por la terapia del enfermo alco- hdlico, reflejada en fa abstencion de todo producto alcohdlico. El programa de psicoterapia integral tripartita, que engloba las técnicas cognitivo- comportamental, interpersonal y dindmico-existencial, constituye uno de los ejes tera- péuticos en todos los procesos adictivas. La aplicacion de este programa psicatera- péutico se hard de un modo escalonado. Al comienzo, se prestara la maxima arencion a los principios de la terapia cognitivo-comportamental, entre los que no debe falrar la supresién temporal de toda actividad sexual, incluida la masturbacién, supresién mantenida durante cl plazo de 1 a 3 meses, con el objeto de dar paso después a la reconstruccién de la vida sexual sobre una nueva base. En la fase intermedia, preva- eee la orientacidn interpersonal, facilitando la comunieacién can otras personas y la resolucién de las posibles conflictos planteados en las relaciones con familiares, ami gos y compaiicros, En la fase final, si bien impregnando la intervencién psicoter: péutica del principio al fin,'se va'a desarcollar la aceién comprensiva con una arier tacion dindmica y existencial con objeto de facilitar al enfermo adictive la autocom- aa7

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